ELCHE, según Catastro, a 1.1.2015 por tamaño y fecha.

 

tabla-elche-1-2-121996e-314dadtaman%cc%83o-edificaciontabla-elche-1-edadtaman%cc%83o-edificacionEstos gráficos representan el Parque Residencial de ELCHE, Alicante.

Son los Bienes Inmuebles, de uso VIVIENDA, matriculados a 1.1.2015, clasificados por tamaño y fecha de inscripción.

Cada barra horizontal representa una década, la inferior es la más reciente (2010-2014), y la superior la más antigua (<1900).

Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).

La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto de la Demanda Latente de Vivienda (la demanda latente se configura por las personas que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo) son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de vivienda que constituye la demanda encubierta de una zona y se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores de vivienda pero que todavía no han constituido un hogar.

ELCHE DELVI1.jpgelche-piramidetabla ELCHE 1.jpgelche-catastro-2014-2016elche-ineelche-alquiler

Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


elche-ge3Elche-Elx es una ciudad y municipio de 326,07 km2 situado en la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana y capital de la comarca del Bajo Vinalopó. Es la 3ª ciudad más poblada de la Comunidad Valenciana, la 2ª de la provincia de Alicante, la 20ª en población a nivel nacional y la 4ª mayor ciudad excluyendo capitales de provincia. El área metropolitana de Alicante-Elche, que agrupa a Elche con la conurbación de Alicante-San Vicente del Raspeig-San Juan de Alicante y con las localidades cercanas de Santa Pola y Crevillente, es la 8ª más poblada de España, con cerca de 800.000 habitantes.

La ciudad de Elche se ubica en la costa mediterránea a una altitud media de 86 msnm., al SE de España, a 25 km al SO de la ciudad de Alicante, a 57 km al NE de Murcia, a 167 km al S de Valencia y a 409 km de Madrid.  

Elche limita con los otros 2 municipios que forman parte de la comarca del Bajo Vinalopó, Crevillente y Santa Pola. Al N, el término municipal limita con Aspe y Monforte del Medio Vinalopó, y con la ciudad de Alicante (en la comarca del Campo de Alicante). Al S se encuentra Dolores, San Fulgencio y Guardamar de la Vega Baja del Segura.

elche-3dElche se asienta sobre una llanura cruzada por las sierras del Molar, Tabaiá y Castellar, últimas estribaciones de las cordilleras Béticas que configuran los variados paisajes del término municipal donde la palmera es un elemento constante y característico. La ciudad es atravesada por el río Vinalopó, de escaso caudal pero con una cuenca que llega a alcanzar los 100 metros, la cual divide Elche de norte a sur. 

elche_poligonos.jpgLo más representativo del paisaje ilicitano es, sin lugar a dudas, el conjunto de huertos que recibe el nombre de Palmeral y que cubre una gran parte de la ciudad y su campo. Destaca el jardín botánico del Huerto del Cura, con la palmera Imperial en el centro de la ciudad. En el término municipal se puede disfrutar de parajes con un importante valor ecológico, como son el Parque natural de El Hondo que comparte con Crevillente, el Parque natural de las Salinas que comparte con Santa Pola y el Paraje natural municipal del Clot de Galvany, que contienen una flora y fauna de gran relevancia a escala autonómica e incluso estatal. Cabe señalar también el Embalse de Elche, que reúne las aguas del río Vinalopó que cruzan el municipio, construido en el año 1632 y declarado Bien de Interés Cultural en 2003.

PARTIDAS_RURALES_A3.jpgEl litoral ilicitano tiene una extensión de 12 km, de los cuales 9 km son playas formadas por dunas y pinares en un característico paisaje mediterráneo. En la zona septentrional se encuentran las extensas dunas de la playa del Alted que se prolonga hasta conectar con la playa de Los Arenales del Sol, pedanía y centro turístico con una amplia oferta de servicios, y a continuación se abren las playas de las Dunas del Carabassí al pie de la sierra de Santa Pola, todas ellas distinguidas con Bandera Azul. En la parte meridional del término se encuentra El Pinet, La Marina y Les Pesqueres-El Rebollo, playas de aguas transparentes y arena fina rodeadas de pinares, distinguidas las dos últimas también con Bandera Azul.

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Barrios actuales de ELCHE

Barrios: los barrios del casco urbano se pueden agrupar en 4 zonas, similares a distritos pero sin ningún tipo de junta que los gobierne. Estas son: Pueblo Viejo, El Pla, Carrús y Altabix, las cuales toman su nombre de las partidas rurales cuyo territorio fue ocupando Elche durante su crecimiento.En el centro de la ciudad se encuentran: El Casco antiguo, el Raval de San Juan, el Raval de El Salvador, el Raval de Santa Teresa y el barrio de la Zapatillera. En el este de la ciudad se alzan los barrios de: La Lonja, Altabix, Los Palmerales, San Antón, Nuevo Altabix, Travalón y el barrio de la Universidad. En el oeste del Vinalopó están los barrios de: Carrús, Porfirio Pascual, Toscar, San Crispín, El Pla de San José, Sector V, L’aljub y el barrio del Cementerio Viejo.

Partidas Rurales: Desde tiempos de la Reconquista por parte del Rey Jaime I de Aragón, el término municipal de Elche se divide en partidas rurales, aunque sus límites y número han ido variando con el paso de los años. Actualmente, el Campo de Elche se divide en 30 partidas, estas a su vez se dividen en polígonos numerados que ayudan a situar las parcelas y viviendas de sus habitantes. Algunas de las partidas contienen un núcleo urbano principal al que se le llama pedanía, otras, por el contrario, solamente disponen de urbanizaciones o asentamientos mucho menos poblados.

distritossecciones_a_20140101_realizado_en_20150127Partidas rurales de Elche: 1 Algoda2 Algorós3 Altabix4 El Alted5 Alzabares Alto6 Alzabares Bajo7 Asprillas8 Balsares9 La Baya Alta10 La Baya Baja11 Carrús12 Daimes13 El Derramador14 El Ferriol15 La Hoya16 Jubalcoy17 Maitino18 La Marina19 Matola20 Perleta21 El Llano de San José22 Peña de las Águilas23 Pusol24 Saladas25 Santa Ana26 Torrellano Alto27 Torrellano Bajo28 Vallongas29 Valverde Alto y 30 Valverde Bajo

El Palmeral de Elche, junto con la representación sacra del Misterio de Elche, han sido declarados Patrimonio de la Humanidad y Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad respectivamente por la Unesco. Estos símbolos de identidad ilicitanos son unos de los principales atractivos turísticos de esta ciudad de tradición industrial.

Elche es el único lugar del mundo en el que la elaboración artesanal de la palma blanca persiste. El Ayuntamiento envía anualmente para la Semana Santa las palmas blancas a autoridades eclesiásticas y políticas, como a los Reyes de España, el Papa o el presidente del Gobierno.

En el siglo V aC fue fundada la ciudad ibera de Ilici. Con la llegada de los romanos, se desarrolló un proceso de formación de una colonia poblada con veteranos de las guerras cántabras, que pasaría a llamarse Colonia Iulia Illici Augusta, en torno al año 26 aC. Bajo el dominio musulmán en la Edad Media, la ciudad se estableció en su emplazamiento actual. A raíz de la reconquista cristiana, alrededor del año 1250, la ciudad pasó a la Corona de Castilla. En el año 1265, los musulmanes fueron expulsados de la ciudad tras una rebelión y, en 1305, Elche fue cedida al Reino de Valencia. Durante el reinado de Amadeo I en 1871, el monarca le otorgó el título de Ciudad tras una visita a la villa. Durante los años 60′ y 70′ del siglo XX, la ciudad experimentó un fuerte aumento de población ligado a la industrialización, que convertiría a Elche en uno de los principales productores de calzado de Europa, dando origen a marcas internacionales como Pura López, Panama Jack o Kelme.

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Baix Vinalopó

Elche como asentamiento humano se remonta al Eneolítico aunque no se disponen de datos demográficos hasta la época musulmana. De la existencia de Elche desde el Eneolítico queda constancia a través de los yacimientos de poblados, formados por un gran número de cabañas, encontrados en los márgenes del río Vinalopó y en La Alcudia, aunque fue en la época ibérica y, sobre todo, en la romana cuando debió contar con un importante núcleo de población como bien se atestigua por la cantidad e importancia de restos arqueológicos que han ido apareciendo. 
El recinto de la antigua Villa de Elche conocido como la Vila Murada (Villa amurallada), sigue siendo en la actualidad el núcleo central de la ciudad, como a su vez, la zona situada al suroeste de la misma coincidente con entorno delimitado y la plaça de Baix, concentra todavía su potencial destacado como espacio comercial relevante en el conjunto de la ciudad actual.
Desde su fundación a mediados del siglo VIII como ciudad islámica y su consolidación progresiva en siglos siguientes (s. IX-XII) en los que convive con la antigua colonia romana de Ilici Augusta (la Alcudia), este asentamiento y particularmente este ámbito, supondrá un foco de atracción como el centro del desarrollo de actividades sociales, económicas y políticas de la ciudad, afianzándose progresivamente con el paso del tiempo.
Aquí se ubican y consolidan progresivamente desde entonces, por un lado tanto las instituciones políticas con la Casa Consistorial (Torre del Consell), edificios y palacios nobiliarios, elementos singulares y patrimoniales como ermitas, fuentes, la propia Acequia Mayor, almazaras, molinos y mesones, la Lonja de frutas y verduras y el siempre presente Mercado, al aire libre o en recinto cerrado, a ambos lados de la muralla y coincidente con uno de los accesos principales de la ciudad por el sur, como era el Camino de Orihuela por la Puerta de Guardamar, todavía existente.
Por otro lado, en sus espacios libres se desarrolla una intensa actividad comercial, social y tradicional como centro de reunión y encuentro, interrelacionadas entre sí, abarcando desde la subasta del agua de riego de la acequia Mayor, hasta el paso obligado de procesiones y manifestaciones sociales, generando con el tiempo gran parte de los hitos de nuestra historia, como propios y diferenciadores.
Estos espacios particulares y a la vez integrantes de un entorno común, terminarán fosilizándose genéricamente como la plaza del Mercado, manteniendo siempre una íntima relación, con el resto de los espacios públicos más relevantes configurados en relación con los accesos a la Vila, tanto a intramuros, correspondientes por un lado, al norte con la Placeta de Santa Isabel y Plaza de Santa María (actual plaza del Congreso Eucarístico), y por el otro, la Plaza de la Fruita (de Dalt, o de Menéndez Pelayo), que con el tiempo irían cediendo protagonismo a sus correspondientes plazas a extramuros: Plaza de la Merced, de la Fregassa, de la Glorieta y del Espart al este y la Plaça de Baix al sur.
La plaça de la Fruita será la plaza mayor de la Villa hasta todo el periodo de la edad Media, cediendo este protagonismo en beneficio de la plaça de Baix, hacía el siglo XVIII.
No obstante, no hay referencia numérica alguna de las personas que habitaban la ciudad hasta la Baja Edad Media (1315) y sólo parcialmente, pues se trata de una estimación referida a la población musulmana, entre 2.100 y 2.454 habitantes. A partir de este siglo, la mención a oficios como zapateros, tejedores, carpinteros etc. hace pensar en la existencia de una sociedad con cierta complejidad. En el año 1401 se contaron, con ocasión del reparto de un impuesto, el número de familias de cristianos viejos que residían en la Vila y el Raval, unos 348 hogares (aprox. 1.600 personas). 
Durante el siglo XVI el crecimiento de la población cristiana debió ser muy notable pues en 1575, según el censo elaborado por Henri Lapeyre, el número de familias cristianas se había duplicado (700 hogares). Sin embargo, los moriscos debieron atravesar por carestías económicas y epidemias que dificultaron su crecimiento demográfico; tal es así, que en este censo sólo aparecen 274 familias moriscas. En total en esta fecha se calcula que Elche tenía 4.383 habitantes. El crecimiento demográfico se traduce en expansión urbana y en la ampliación de los oficios artesanos como sastres, tejedores, zapateros, etc. Las industrias más sobresalientes fueron las de las jabonerías, almazaras, sastrerías, calzado (de cáñamo y esparto).
Con la expulsión de los moriscos en el año 1609, Elche pierde un tercio de población. No existen noticias respecto a la situación socioeconómica de aquel periodo, pero es de suponer las repercusiones que este hecho debió tener en la economía local. A ello hemos de añadir la epidemia de peste que asoló la ciudad a mitad de este siglo, por lo que en el censo de 1672 se consignan tan sólo 4.000 habitantes. 
El siglo XVIII será junto al siglo XX el que registre los mayores crecimientos demográficos de la historia documentada de Elche. Entre las dos cifras censales más fiables de este siglo (1739 y 1794) la población aumenta en 7.380 personas, es decir, en poco más de medio siglo el crecimiento es de un 56%. Este elevado crecimiento de la población tiene su origen a finales del siglo anterior y se estanca durante las dos primeras décadas del XVIII como consecuencia de la Guerra de Sucesión. A pesar de ello y de la plaga de langosta, de la sequía y de la epidemia de tercianas sufridas, el siglo se cierra con un total de 20.430 habitantes.
La base económica de la ciudad era la agricultura, sector en el que se empleaban 3.011 personas, según el Censo de Floridablanca (1786) que también mencionaba a 410 artesanos y 675 trabajadores del sector terciario. Tanto es así que Cavanilles menciona que excepto por la manufactura del esparto y los carreteros todos en Elche eran labradores.
Sin embargo, el censo industrial de 1802 contabiliza 1.935 trabajadores de la industria-artesanía, destacando la actividad textil seguida a distancia por el calzado, la construcción, los carpinteros y carreteros, la cordelería, los panaderos, los herradores, los trabajadores del esparto y los molineros.
La ciudad contaba con industrias del jabón, almidón, aguardientes, curtidos, tintorería, platería, tonelería, cerrajería, cantería, etc. Los molinos de aceite o almazaras, de los que el municipio llegó a tener 210 en 1783, se concentraban casi todos en la ciudad. En cuanto al comercio, se registra una gran expansión durante este siglo: ferias, mercados, mesones, venta callejera, etc.
Por tanto, la función primordial de Elche en el siglo XVIII sigue siendo la agrícola aunque sus 15.000 habitantes, en el casco urbano (año 1761), demandan actividades secundarias y terciarias que se encuentran ubicadas en la ciudad. Las actividades artesanales se concentran entre la Vila y el Raval (en torno al eje de la calle Salvador), los asalariados agrícolas en el Raval y el resto de la periferia urbana.
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1871 – ELCHE

El siglo XIX presenta un menor movimiento demográfico: comienza con 19.560 habitantes en 1802 y termina con 27.975 en 1897. Este es un siglo marcado por las guerras (invasión francesa, revueltas carlistas), las hambrunas (sequías) y las epidemias (fiebre amarilla, la viruela, el cólera, etc.) por lo que no será hasta el último cuarto de siglo y sobre todo en su última década cuando se produzca el crecimiento demográfico.
A partir del año 1857, ya con cifras oficiales del censo de población, se observa una recuperación cuyo punto álgido llegaría entre 1877-1887 relacionándose con la buena coyuntura industrial de la alpargata, el yute y el textil de lonas. No obstante, la agricultura seguiría siendo el principal sector económico durante este periodo y así consta que en 1860 casi un 70% de los activos de la ciudad son agricultores, frente a un 18%  de secundarios y un 12% dedicados a los servicios.
Junto a las industrias antes comentadas también hay que mencionar las de la alimentación, construcción, talleres de metales, etc. La actividad comercial es importante pues ha de atender a una población numerosa. Durante este siglo se renuevan y construyen edificios de tipo comunitario como son la plaza de abastos, pescadería, etc. En las calles Corredora, el Salvador y Sant Jordi se ubican las principales actividades industriales y comerciales mientras que la Vila y el Raval son casi exclusivamente residenciales. A finales del siglo (1880) se evidencia una clara concentración urbana de la población pues residen en la ciudad aproximadamente 12.000 habitantes, un 55% del total municipal.
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1812 – ELCHE

Desde la baja Edad Media hasta la mitad del siglo XVIII, los límites de Elche permanecen constantes. Tomando como referencia la trama urbana actual, los antiguos límites podemos suponerlos así: al N, un lienzo de muralla que estaría situado en el lado sur del Parque Municipal; al E, la línea formada por las calles Eugenio D’Ors, Ernesto Martínez … ; al S, la calle de Nuestra Señora de la Asunción, y al O, la margen izquierda del Vinalopó. Dentro de estos mites existían 2 zonas muy definidas y muy distintas, hasta el punto de tener cada una su propio Ayuntamiento: la villa amurallada en la mitad N y el arrabal en la mitad S, lugar de residencia y trabajo de moriscos y también judíos hasta su expulsión. Destacar el carácter disperso de las construcciones existentes dentro del recinto definido, de manera que los huertos de palmeras no sólo lo limitaban, sino que se introducían en él. Son estos huertos interiores los que principalmente van a posibilitar hasta casi finalizado el siglo XIX un crecimiento de la ciudad de forma intensiva, aumentando la densidad de población y manteniéndose prácticamente los mismos límites. Ejemplos de este crecimiento intensivo son las licencias que en 1119 y 1686 se conceden para la edificación en zonas de muralla; las licencias que para construir en el huerto de palmeras de la parroquia del Salvador se dan en el año 1771 al presbítero y secretario del Santo Tribunal de la Inquisición de Murcia, doctor Conrado Sempere (actualmente barrio Conrado), y el acuerdo que toma el clero en 1776 para establecer viviendas en el palmeral de su propiedad (barrio Illetas). Tenemos, un núcleo inicial de población rodeado de obstáculos para su crecimiento: al este, sur y norte, la existencia de huertos de palmeras que ofrecía mayores dificultades para su conversión en suelo urbano que la que hubiera ofrecido otro tipo de cultivo; y al oeste, el río y los huertos que existían en sus márgenes (Hort de Gil, etc.).
Ya en 1740 se había creado el barrio de Santa Teresa, en la margen derecha del Vinalopó, barrio posibilitado por el comienzo, a principios de siglo, de la construcción del puente de Santa Teresa, terminado totalmente en 1756 tras una fuerte avenida de aguas que destruyó las obras cuando se encontraban a mitad.
Tanto la creación del puente, como del barrio, podían haber estado motivadas por la existencia del Cuartel de Caballería y del Convento de San José, que pudieron configurarse como fuertes puntos de atracción.
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1850 – ELCHE  por COELLO

LA BARRERA DE LOS HUERTOS Y LA MARGEN DERECHA DEL VINALOPO
A pesar de este precedente, que podía s;uponer la superación de uno de los dos obstáculos a la expansión, el crecimiento extensivo de la ciudad no se volvió a plantear en esta dirección hasta mucho después; y, mientras tanto, se intenta reiteradamente romper la barrera de los huertos de palmeras construyendo en dirección este y siguiendo de manera fundamental la carretera de Alicante, quecon un trazado completamente lineal se comienza a construir en Elche en 1863 a través de los huertos depalmeras. Los nuevos barrios construidos en el este son: el barrio del Carmen, que tiene como eje la actual calle de D. José Ramos, se construye en 1886; el del Piñón, cuyo eje es la actual calle de Velarde, en 1892; el barrio de «Les Pataes», actuales calles de Daoiz y Federico García Sanchís, en 1900; barrio de Chinchilla, hoy calle Alpujarra, en 1902, y Huerto de la Barrera, compuesto por las calles Ruiz de Alda, Gabriel y Galán, etc., construido en 1923. Obsérvese la ventaja que representa en términos de accesibilidad la ubicación de estos barrios junto a una vía de comunicación de tal importancia. Otras dos carreteras que se comienzan a construir por aquellos años, y que también actúan como ejes de desarrollo, son las de Crevillente -1868- y la de Dolores -1.870-.
ElcheCoello.jpgDesde la mitad del XVIII en que se construyó el barrio de Santa Teresa hasta comienzos del XX en que a su alrededor surgieron el barrio del Cuartel (1905), el del Asilo (1916) y el de la Torre (1918) no se volvió a intentar la ocupación de la margen derecha del Vinalopó, y todos los tímidos intentos de extensión se hicieron principalmente y en orden respectivo de  importancia a lo largo de las carreteras de Alicante, Crevillente y Dolores, mientras que hacia el norte de la ciudad se mantenía en sus mismos límites. 
No obstante todas las construcciones ya hechas en la margen derecha del Vinalopó, el salto definitivo no se da hasta 1918 con la creación del barrio del Puente Nuevo -proyecto del arquitecto Ildefonso Borrells comunicado con lo que antiguamente fue villa amurallada y entonces era núcleo central mediante un nuevo puente, obra del ingeniero Mariano Luiña, levantado en 1913. Es necesario hacer notar las nuevas posibilidades de evolución que este nuevo puente crea en la margen derecha del Vinalopó: primero, por dotar a esta margen de unas inmejorables condiciones de accesibilidad a un centro que no sólo es el lugar geográfico de ubicación de servicios y equipamientos urbanos no distribuibles, sino también la expresión de un determinado contenido social y el lugar que desarrolla en mayor medida que las otras funciones integradoras y simbólicas, y, segundo, porque permite a la carretera de Alicante cruzar el Vínalopó directamente y, ya en la margen derecha, unirse a la de Crevillente-Murcia, dando paso a la formación de un cruce de comunicaciones (a Aspe, Alicante y Murcia) que, al igual que ya había ocurrido antes en otras zonas, va a actuar aquí igualmente como importante foco de atracción. 
Si a esto se añade la necesidad de expansión de una actividad artesanal, que empieza a configurarse como incipiente industria, y que se ve imposibilitada en su crecimiento por los huertos de palmeras, no ya por los obstáculos que éstos representan y que ya han sido mencionados anteriormente, sino por el Decreto del 8.3.1933, por el que se dictan normas con miras a la defensa y conservación de los mismos, declarándolos de interés social y prohibiendo totalmente la tala de palmeras vivas en la ciudad. Son todos estos factores los que, de una forma de terminante, van a condicionar el crecimiento de la ciudad de Elche a partir de los 30′. El crecimiento a partir de entonces se realiza fundamentalmente en la margen derecha del río. En sus comienzos, este crecimiento sigue las carreteras de Aspe y Crevillente, configurándose la primera como eje de asentamiento de residencias de trabajadores y, la segunda, como eje de asentamiento industrial.
La cuadrícula que fórman las nuevas calles, al no existir ningún obstáculo topográfico, se traduce en el aprovechamiento máximo de los terrenos, al dotar de igual valor a todos ellos como consecuencia de la idéntica importancia de las calles.
Una vez cruzado el río, ya apenas se crece por los huertos y sólo existe un intento de rodearlos, más que de atravesarlos, en los 40′, con la edificación del campo de Altabix y la Ciudad Jardín, unidos al centro por la carretera de Alicante.
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1938 – ELCHE (IGN)

Elche, la década de los 40′
Antes de terminar esta década de los 40, hay 2 hechos que conviene destacar: el desarrollo de la ciudad ya está definitivamente encauzado en la margen derecha y la política de defensa de los huertos de palmeras se hace más manifiesta. En relación con el primero, convendría hacer notar cómo los pocos puentes que comunican una y otra parte del río son -aunque otra cosa pudiera parecer a primera vista- totalmente suficientes para cumplir su misión; la razón puede estar en el discreto tamaño que la ciudad posee en su margen izquierda. Sin embargo, por otra parte, habria sido necesario proveer terrenos de reserva para la ubicación de determinados servicios y equipamientos susceptibles de ser distribuidos, evitando así la casi total ocupación del terreno por viviendas y, por tanto, la excesiva dependencia del oeste de la ciudad respecto a la otra margen del río.
En cuanto a la política de defensa del patrimonio forestal, deben destacarse 2 Leyes: la del 28.3.1942, por la que se crea el Patronato de los Palmerales, y el Decreto de julio de 1943, por el que los palmerales son declarados Jardín Artístico Nacional.
La importancia que los palmerales adquieren a partir de estas Leyes supone un nuevo enfoque por parte de la Administración local que podría llevar a una excesiva preocupación hacia el valor artístico-paisajístico de los huertos y un posible menoscabo de otros valores productivos, por ejemplo, de los mismos.
Desde 1900 hasta la aparición en 1950 del Anteproyecto de Ensanche, la población de la ciudad ha crecido desde 27.308 hasta 55.877 habitantes, es decir, necesita 50 años para doblarse, lo que indica un crecimiento, si bien continuado, más bien lento, situación por otra parte idéntica al de la totalidad de las ciudades de características geográficas-económicas similares a las de Elche.
A nivel urbanístico, en este proyecto se mantienen todas las vías ya confeccionadas, a la vez que se prevee un tipo de crecimiento de la ciudad consistente en completar el espacio libre existente entre el río y la vía del tren, a base de continuar la cuadrícula ya iniciada, y que configuraba toda esta zona, excepto el barrio de Santa Teresa, más antiguo. Entramado rectangular que se superpone a los elementos ya existentes, sin alterar básicamente, y que sólo se rompe en su encuentro con la vía del ferrocarril para continuar en el otro lado con una distribución que podríamos llamar más orgánica, al situar unas calles paralelas a la vía y otras perpendiculares a éstas.
Junto con este proyecto aparecen, por vez primera, unas ordenanzas de edificación mínimamente estructuradas, con unos parámetros que regulan las alturas edificables, anchuras de calles, profundidades de edificación, etc. Cabe hacer notar que si esto es siempre necesario en toda política urbanística, ya en aquella época hubiera sido necesaria una visión más global del problema ciudadano; no se advierte una zonificación que previene los asentamientos residenciales e industriales, ni la ubicación de los distintos servicios. El centro, pues, a pesar del aumento de población y extensión de la ciudad, sigue situado en el mismo lugar en que estaba; suponemos que las mayores necesidades de servicios de la población se satisfacerían aumentando la densidad de estos servicios en el centro (bancos, centros de gestión, de comercio, de diversión y de abastecimiento).
Los Años 50′
Durante toda la década de los 50 se produce un desarrollo continuado que no plantea nuevas necesidades a nivel urbanístico, de manera que el crecimiento de la ciudad sigue las líneas marcadas por el proyecto de 1950; en esta época pueden situarse ya las primeras migraciones importantes, pues la población aumenta en estos 10 años un 30% aproximadamente, cifra que sólo cabe explicar considerando el aporte de las migraciones. Es a principios de los 60′ cuando a partir de las bases de una industria primitiva ya existente, a partir de las primeras migraciones y a partir de la nueva política económica que, a nivel nacional, suponen el Plan de Estabilización y el I Plan de Desarrollo, se inicia el despegue industrial con caracteres de modernidad.
Señalemos la favorable situación de Elche en tanto que se encuentra en la confluencia de 3 importantes ejes: SW-NE (Lorca, Murcia, Orihuela, Elche y Alicante), N-S (Villena, Elda, Novelda, Aspe y Elche) y NE-S (Costa Blanca). Los dos primeros aglutinan ciudades con elevado número de habitantes y con actividades agrícolas e industriales complementarias, de forma que permiten considerar a Elche como centro de una micro-región urbana, en donde se realizan toda clase de actividades productivas. El tercero tiene importancia, en tanto que línea de atracción del turismo, actividad que si bien ha sido enfatizada, es notoria la relevancia económica que tiene.
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1957 – ELCHE

Asimismo, situado en la frontera del País Valenciano, Elche pertenece claramente al mismo por su tradición histórica, cultural y también industrial, beneficiándose de la evolución de conjunto del mismo. Este crecimiento es realmente fuerte y se da en todo el Valle del Vinalopó posibilitado tanto por el bajo precio de los productos (calzado, sobre todo), como por la apertura de mercados internacionales (fundamentalmente estadounidense); conviene apuntar que esta dinámica sólo es comprensible enfocándola desde una óptica que la sitúe a escala mundial, integrada dentro de unos mercados internacionales, en los que actúan las empresas multinacionales de manera decisiva.
Esta situación lleva implícitos unos cambios no sólo cuantitativos, sino también cualitativos de las necesidades de la población. Así, por ejemplo, los establecimientos industriales, al crecer de tamaño, tienen unas determinadas servidumbres de espacio y ubicación que hacen necesaria una cierta separación entre éstos y las zonas residenciales y de gestión.
PLAN DE ORDENACION URBANA DE 1962
Es en estas condiciones cuando surge el Plan de Ordenación Urbana de 1962. En él se siguen manteniendo las ordenanzas de edificación de 1949, pero por primera vez aparece la preocupación por el carácter estético de la ciudad, para lo cual se dictan normas para la adecuación de los materiales a la zona en que se construye, para mantener una igualdad de alturas a lo largo de cada calle, para crear armonías de los conjuntos que no atenten contra el buen gusto, etc. Naturalmente, esta preocupación, con igual o mayor motivo, se hace extensible a la construcción en la zona de palmerales.
También, por primera vez, se hace una zonificación de la ciudad en cuanto a tipo de edificación, a densidad, posible tolerancia de industrias, carácter histórico, etc. Zonificación que, ya desde una perspectiva histórica, se nos aparece más como institucionalización de una situación de hecho que como previsión de una distribución futura de actividades y densidades de población, aun cuando en el momento de su aprobación fue un hito de indudable importancia en cuanto hacía aparecer por primera vez este elemento de vital importancia en toda política urbanística.
Las zonas que el plan considera son las siguientes: Núcleo central-comercial-histórico-artístico. Urbana (con dos gradaciones de densidad). Suburbana (con dos gradaciones de densidad). De edificación abierta. Ciudad jardín. Zonas industriales. De tolerancia industrial (yuxtapuesta a las zonas urbanas y suburbanas). Zonas de palmerales y zonas de protección de palmerales. Verde público. Deportiva. De reserva urbana. Zonas rurales limítrofes. De ordenanzas especiales. Para cada una de estas zonas se tipifica la ordenación y la edificación, dándose unas determinadas cotas de altura y alineación, así como los usos del suelo que se permiten y sus caracteres estéticos.
Cabe destacar que en la mayor parte de la ciudad existía tolerancia industrial, situación compatible con industrias pequeñas y no nocivas para la población residente junto a ellas. Actualmente vemos cómo esta situación es incompatible con un desarrollo económico que lleva a las industrias a convertirse en medianas y grandes a la vez que pueden surgir otras industrias derivadas o independientes de la del calzado con un mercado propio y con unas exigencias propias distintas a las de la industria que las originó o que las atrajo y que podrían causar molestias a la población que, por otra parte y debido a la elevación del nivel de vida, no aceptaría vivir en sus cercanías. Son todos estos aspectos los que acertadamente y con una amplia visión de futuro ha tenido en cuenta el Plan General de Ordenación Urbana de 1970 a la hora de marcar la ubicación de las zonas industriales.vEntre otras realizaciones previstas en el Plan del 62 están la canalización del río, dentro de los planteamientos de ordenamiento estético de la población, y la creación de una ronda de circunvalación con el objeto de desviar la circulación de la carretera AlicanteMurcia, evitando la congestión del centro. Estas rondas se situaban de manera que limitaban la ciudad, con lo cual existía el peligro de que ésta saltase en el futuro las rondas, de manera que podían volver a estar dentro de la ciudad. En el Plan del 70, actualmente vigente, se prevé una autopista nacional y una autovía comarcal, con lo que se supera la posible congestión de la ciudad debida al tráfico de larga distancia.
De estas rondas se construyó el tramo SE, de manera que el centro histórico y comercial quedaba ya definitivamente libre del tráfico pesado y del tráfico rápido.
A principios de la década de los 60 es cuando se produce el despegue industrial que trae consigo la expansión de todos los núcleos de población situados en los ejes citados, y Elche, como núcleo partícipe de los caracteres de todos ellos, crece de forma vigorosa y continuada. Basta considerar el crecimiento demográfico de esta década: mientras que en 1960 la población era de 73.320 habitantes, en 1965 ha crecido a 94.491, alcanzándose en 1970 los 122.638; aclaremos que estas estadísticas se refieren a la· población del municipio y ocultan un fenómeno que también está contribuyendo al aumento de la población de la ciudad: el trasvase de habitantes del término municipal a Elche-ciudad; aunque cuantitativamente este trasvase no suponga una contribución fundamental al crecimiento de la población, sí es significativo a nivel cualitativo, pues está suponiendo el despoblamiento del campo con todos los efectos que esto lleva consigo.
pg-1962

Alineaciones de Palmeras – PGOU Elche 1962

AUMENTO DEMOGRAFICO
La contribución decisiva al aumento de la población es la inmigración. En el período 1960-1976 supone el 75% del aumento demográfico. De estos inmigrantes, el 83% es mano de obra, es decir, peones y obreros (cualificados y sin cualificar), jornaleros y braceros. La mayor parte de estos inmigrantes son absorbidos por la industria del calzado, eje fundamental de todo el desarrollo de la ciudad. Asimismo es importante el porcentaje que absorbe la puj ante industria de la construcción, dada la necesidad de albergar el nuevo contingente de población y la fuerte demanda de nuevas viviendas creado por el aument»o del nivel de vida.
Estos nuevos habitantes se asientan principalmente al norte de la vía del ferrocarril, todavía dentro de la zona que el Plan de 1950 preveía para el crecimiento de la ciudad. Que no se superen estos límites de manera realmente importante -hay zonas como el barrio de San Antón no previstas en el Plan del 50- puede explicarse tanto por la gran magnitud de la extensión que se preveía, como, sobre todo, por el crecimiento vertical de la zona centro, Reina Victoria y áreas contiguas, fenómeno difícilmente previsible en los 40′.
El centro, al crecer en vertical, aumenta su capacidad para albergar los nuevos servicios requeridos por Elche como ciudad en pleno crecimiento demográfico e industrial y también para alojar a aquellos sectores de la población que, gracias a la elevación de su nivel de vida, desean fijar su residencia cercana al centro.
Este crecimiento vertical no es suficiente, sin embargo, para satisfacer totalmente estas necesidades, por lo cual el centro se desplaza en dirección oeste, teniendo como eje la calle Reina Victoria (y sólo en parte las calles Jorge Juan y Capitán Cortés), al ubicarse en esta zona centros de gestión, centros comerciales, bancos.
… Este desplazamiento es, a pesar de todo, mucho menos contundente que el desplazamiento de la ciudad, con lo que se producen fenómenos de congestión de actividades y de insuficiente dotación de algunasáreas alejadas de este centro único. Dado que el mismo es necesario económica y socialmente como ubicación de servicios no  distribuibles, una de las formas de resolver el problema de la accesibilidad, señalada por Albert Z. Guttenberg (3), podría ser mediante la distribución de todos aquellos servicios que no tengan necesidad de permanecer concentrados, acompañada por la creación -o el aumento en caso de que ya exista- de una red de transportes que aumente la facilidad de desplazamiento.
El crecimiento urbano provoca asimismo unos déficits de equipamiento tales como escuelas, alcantarillado, iluminación y pavimentación de calles, mercados, etcétera. No entraremos, por exigencias de extensión propias de este trabajo, en el estudio de tales cuestiones; baste decir que la Administración local ha ido haciéndoles frente mediante una política urbanística encaminada a resolver cuantitativamente estos problemas.
A lo largo del período 1960-1970 se dictan planes parciales para ordenar determinadas zonas: Plan Especial de Ordenación de la Zona del Arrabal (1967), Plan Parcial de Ordenación de la plaza María Guerrero (1967), Proyecto de Urbanización de la calle Pedro Juan Perpifián (1967), Proyecto de Urbanización del canal de Riegos de Levante (1967), Plan de Ordenación Urbana del Centro Comercial «Cuartel Viejo» (1967), Plan Parcial del Polígono Industrial de Altabix (1968), Proyecto de Urbanización del Centro Comercial «Cuartel Viejo» (1969), Plan de Ordenación Especial para Accesos al «Hort de Baix» (1970), Normas de Ordenación de la plaza del Generalísimo (1970), Proyecto de supresión de pasos a nivel de la línea del ferrocarril Alicante-Murcia en Elche (solución enterrada) (1970).
Si bien estas actuaciones pretenden resolver unos problemas planteados a la ciudad de manera inmediata, es necesario que se encuadren dentro de unos planteamientos con una visión global de la problemática urbana, a la vez que otras cuestiones sólo encuentransu solución enfocándolas desde perspectivas aún más generales.
Entre los problemas de esta magnitud que se le presentan a Elche en los 60′ podemos citar el hecho de que el Plan General de Ordenación de 1960 prevé 87.943 habitantes para 1970, cuando en ese año se habían alcanzado ya 122.663. Que se produjese este gran aumento de la población sin que se superasen los límites de la ciudad previstos en 1960 significa que las alturas alcanzadas en los edificios son mayores que las previstas, con lo cual podían albergar más población; pero también significa que las superficies de las viviendas decrecían aceleradamente, con lo cual se corría peligro de llegar a unas densidades urbanas excesivas. Era ésta una situación a normalizar que no podía afrontarse mediante la redacción de planes parciales. Otro tanto sucedía con el aumento creciente de la demanda de suelo industrial, tanto para nuevas industrias del calzado (o ampliación de las ya existentes), como para otras industrias independientes de este sector que puedan aparecer por efecto de la tendencia a la concentración industrial (con la maximización de beneficios que provoca) en estructuras económicas como la española; suelo industrial que debe situarse en lugares adecuados sin que se produzcan interferencias entre estas áreas y zonas residenciales, presupuesto necesario en toda planificación urbanística.
Dentro de estos macroproblemas, la desarticulación viaria existente; cuando una ciudad en pleno apogeo industrial y demográfico precisa una distribución de tráfico según sus’ caracteres (tráfico pesado, industrial, ligero, sin parada) mediante una adecuada jerarquización de vías, la dualidad creada por la existencia de las zonas verdes reales y potenciales existentes en gran cantidad, pero distanciadas de las zonas más habitadas, con lo que se hace necesaria la creación de zonas verdes en lugares adecuados, lugares que sólo pueden localizarse mediante un estudio global de la ciudad relacionado con el estudio de otras variables, como, por ejemplo, los centros cívico-culturales, escuelas, centros asistenciales, hoteles, etc.; equipamientos que asimismo se ven necesitados de una adecuada ubicación que los adapte a la estructura ciudadana.
REVISION DEL PGOU-1970.
Es para hacer frente a toda esta problemática, brevemente apuntada, desde una perspectiva amplia que localice y resuelva los problemas adecuadamente, por lo que se revisa en 1970 el Plan General de Ordenación Urbana del Municipio de Elche por un equipo formado por los señores J. García Bellido, L. F. Alonso Teixidor, A. Rubinós Fuentes, N. Urgoiti Serrano, arquitectos; L. Enríquez de Salamanca, como abogado, y J. M. García Morales, como economista.
La idea fundamental que presidió el Plan es que el crecimiento de Elche se produzca en dirección E-O, siguiendo la dirección de las carreteras de Alicante y Crevillente, ordenándose este crecimiento en unas supermanzanas, entre las cuales circule el tráfico rápido, mientras que en su interior se organice el tráfico lento, a la vez que las zonas residenciales, educativas, verdes, etc.
La barrera que representa el actual trazado de la vía del ferrocarril desaparece al hacerlo subterráneo por el mismo sitio en que transcurre actualmente, utilizándose la superficie como vía de comunicaciones que sirva de eje al crecimiento de la ciudad, alrededor del cual se situará un macrocentro cívico y comercial que se complementa con otros centros de iguales caracteres distribuidos por la ciudad.
El tipo de crecimiento señalado supone la superación definitiva de los 2 obstáculos que condicionaban el crecimiento de la ciudad: el río, que dejará de separar en dos zonas mediante la creación de una amplja red de puentes; y los palmerales, que quedan incluidos en la población mediante un crecimiento de ésta que tiende a envolverlos. Se dictan, además, normas que regulan la utilización de los huertos, una vez que se prevee dejen de ser terreno productivo agrícola para convertirse en zona urbana: considerándose como bien social, se prevee que se conviertan en grandes parques multiformes en donde poder desarrollar actividades deportivas, culturales, recreativas, etc. Se situarán en ellos, además, edificios escolares, hoteles, edificios religiosos, sanitarios o residenciales. Para ello se dictan normas fijándose las superficies mtmmas en cada caso, los volúmenes edificables y el carácter estético -evidenciado en los materiales, siempre de primera calidad, en el buen gusto de la disposición de huecos, etc.
Para la realización de los objetivos se prevee que la política urbanística a seguir en el casco actual de la población sea la de expropiar, ceder y comprar palmerales privados, repoblar en la zona de protección de palmeras y la plantación masiva en las calles de Carrús y del Ensanche. Mientras que el suelo de reserva urbana se procederá mediante la elaboración de planes parciales.
Vemos, a través de todo lo que llevamos dicho, cómo continuamente la realidad supera las previsiones de los planes, consecuencia en parte debida a que éstos se conciben para tener una validez durante períodos de tiempo excesivamente largos. Aunque la Ley del Suelo fija en quince años la duración máxima de un Plan, éste es un período excesivo para ciudades que, como Elche, han sufrido de forma muy acusada fenómenos de industrialización y crecimiento urbano. La misma corporación municipal ha sido consciente de cómo iban cayendo en obsolescencia los Planes de Ordenación de Elche, y ya hemos visto cómo cada 10 años, por término medio, se efectúa una revisión.
Otras causas de obsolescencia de los planes pueden ser la agudización de determinados problemas de una forma no prevista, con lo que las soluciones dadas pueden quedarse cortas (por ejemplo, previsión de un número de habitantes y su superación en la realidad); el surgimiento de determinados problemas al cambiar algunos elementos en la ciudad o aparecer otros nuevos (aparición del automóvil en ciudades no pensadas para ello), y también el intento de realizaciones excesivamente amplias en cuestiones como infraestructura, que por su magnitud no se van a poder realizar en su totalidad.
Quizá los problemas que actualmente se le plantean a Elche son más de carácter cualitativo que cuantitativo. Son minoría los equipamientos urbanos insuficientes: centros sanitarios, mercados -éstos son solamente tres para toda la población- ; en su mayor parte, la ciudad está suficientemente dotada de pavimentación, alumbrado, escuelas, zonas verdes … , si bien una más adecuada distribución de los mismos supondría una elevación de la calidad de vida. Son todas estas cuestiones las que el Plan General de Ordenación Urbana, en su revisión de 1970, en consonancia con la política de obras de la corporación municipal, pretendía resolver en el plazo más corto posible.
En 1962, se aprueba el primer Plan General en la historia urbana de la ciudad que contempla sistemática y ordenadamente las previsiones de crecimiento abordados de una manera completa en todo el término municipal. Hasta esos momentos, dicha planificación se había venido dando parcialmente a través de sucesivos planos de ensanche, que iban originando un crecimiento fragmentario de la ciudad.
Sin embargo, 6 años después de su aprobación, el Ayuntamiento solicitó la revisión anticipada, a tenor de las discordancias entre los planteamientos del Plan vigente y el desarrollo urbanístico real. La superación del modelo planteado se basa en la incapacidad de integrar en el planeamiento una serie de fenómenos que no se había podido anticipar: la explosión del desarrollo industrial, la densificación excesiva de la edificación residencial sobre todo en el centro histórico y, por último, la necesidad de adaptar el Plan a las numerosas infraestructuras que se estudian o implantan a lo largo de la década de los sesenta (autopista del Mediterráneo, aeropuerto de l’Altet, transvase Tajo-Segura, soterramiento del ferrocarril a su paso por la ciudad, polígono industrial «Las Atalayas»)
El desarrollo de la revisión del Plan recayó en el equipo encabezado por Javier García Bellido, comenzando los trabajos a mediados de 1969. El nuevo Plan General entró en vigor el 24.10.1973.
PG1973.Jpg

PGOU-1973 ELCHE

El equipo redactor acometió su desarrollo desde una primera aproximación territorial que excedía la propia delimitación municipal, justificándose porque Elx pertenece a una comarca-región con unas perspectivas de desarrollo que le exigen una integración en un territorio de referencia mayor para evitar así la irrupción de hechos que impidan el cumplimiento de los objetivos por falta de previsión global.

El modelo de esquema director se va dilucidando a través de un minucioso estudio metodológico de los objetivos del encuadre comarcal de planeamiento, de las condiciones naturales y artificiales existentes y de proyecto o futuras realizaciones; con el planteamiento, la valoración y la selección de alternativas referentes al crecimiento urbano y al sistema de comunicaciones.

Una vez se fijan estos puntos de partida, se procede a la particularización en la definición del modelo especial del subsistema viario, con una propuesta de malla lineal de los trazados y jerarquías viarias, que dan soporte al modelo especial del subsistema de actividades, que se caracteriza por:

  1. Situación de las actividades industriales alrededor de las grandes vías de transporte de carácter comarcal (autovía, autopista y ferrocarril) y al pie de las sierras del Norte, que se concreta en dos zonas industriales nuevas: Carrús, al Norte y Altabix al Nordeste.
  2. Previsión de actividades industriales ligeras en convivencia con las zonas residenciales.
  3. Definición de una zona residencial de baja y media densidad.
  4. Modelo de centro urbano lineal sobre el ferrocarril metropolitano, con todas las actividades centrales, comerciales, administrativas, culturales, etc., en alta densidad.
  5. Residencial de baja densidad al sur, en contacto con el campo.
  6. Actividades agrícolas de la huerta en todo el Campo de Elche, hacia el Sur.
1970-carrus

1970 – ELCHE

Después de la evaluación de las diferentes alternativas de crecimiento, el Plan pasa a definir su esquema, con un crecimiento lineal, al Este y al Oeste del casco actual, apoyado en los trazados de la autopista, la autovía y el ferrocarril. Como describe Gaspar Jaén, partiendo del núcleo urbano definitivo del año 1962, la ciudad crecía hacia levante y poniente para respetar al máximo el campo. Este crecimiento se basaba en la carretera Alicante-Murcia y es paralelo a la autopista y a la autovía comarcal. Esta configuración de ciudad lineal se desarrolla en torno a un distribuidor central, propuesto como eje lineal de usos cívicos y comerciales de servicio general para toda la ciudad, papel que recaería en la Avenida del Ferrocarril. Esta espina viaria serviría de soporte a unos trazados en cuadrícula desarrollados en una ancha banda que recorre el término municipal a lo ancho, que incorpora el casco urbano existente.

elche-ge4La valoración del Plan General de 1973 no debe dejar de destacar la sólida base teórica sobre la que se formula, donde se evidencia un conocimiento de la cultura urbanística internacional con numerosas conexiones con las generaciones postreras del Movimiento Moderno. Los procedimientos, metodología, encuadres para el desarrollo del Plan se basan en argumentaciones contrastadas y justificadas, intentando aproximarse en un estudio bastante exhaustivo de la realidad física, con una adecuada evaluación y selección de alternativas consideradas.

Por el contrario, la realidad de la ciudad de Elx no se llega a comprender, puesto que no parece muy adecuado que las grandes infraestructuras de comunicación fueran el elemento definitorio del Plan. Las previsiones de población y las reservas de suelo residencial, tanto en el ámbito comarcal como en el municipal, parecen excesivas y esto repercutió negativamente puesto que disparó la construcción de gran número de viviendas, que realmente no satisfacen las necesidades de la población y generan dinámicas especulativas. También, a la hora de gestionar el Plan se ha comprobado que el suelo de reserva era inejecutable, que el Esquema Director era un concepto inútil y que el tratamiento del suelo urbano no se había estudiado convenientemente. La reducción en 2 plantas de todas las alturas máximas edificables fue, al final, una las consecuencias más positivas de la revisión de 1973.

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1982 – ELCHE

PG1973-2.Jpg

Evolución desarrollo urbano ELCHE

«…El palmeral histórico de Elche es un sistema agrícola de origen árabe estructurado en parcelas rectangulares, en cuyos límites están plantadas las palmeras. El indudable valor patrimonial de este espacio, protegido legalmente desde 1933, ha sido reafi rmado y au men ta do en la década de 1990 gracias a la ampliación del concepto de patrimonio hacia los bienes de la tradición popular: fi estas, actividades, técnicas, etc. En este con tex to, la UNESCO declaró el palmeral histórico de Elche como Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, y con ello se han abierto las puertas del desarrollo del turismo en la ciudad. Sin embargo, la gestión de este espacio no ha sido ni es la más adecuada, en parte debido a la falsa imagen que ha trascendido del palmeral como jardín exótico, imagen que ha sido reproducida en muchos huertos abiertos al público en general y a la actividad turística en particular. La aparición en los últimos años de nuevas tendencias mo ti va cio na les en la demanda turística, entre las cuales se halla el aumento de la valoración y la búsqueda de todo lo relacionado con la cultura, abre nuevas posibilidades al desarrollo de un turismo que ayude a proteger y a conservar el palmeral con su impronta agrícola intacta.
El atractivo paisajístico del palmeral de Elche y su originalidad en el contexto agrario europeo, ha hecho que este espacio se convierta en objeto de interés, estudio y visita desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Personalidades y viajeros  como Alexandre de Laborde, Gustavo Doré, Charles Davillier o los españoles Pascual Madoz y Antonio José Cavanilles, pasaron por Elche y dejaron la impronta de su visión del palmeral en textos y grabados entre 1757 y 1862. Salvo excepciones puntuales, la visión que se divulgó del palmeral en esta época fue la de un espacio exótico con reminiscencias orientales. Se trataba de una visión que anteponía el concepto de bosque al de huerto, la espontaneidad y el desorden a la estructura rígida de las alineaciones y la palmera ornamental o salvaje a la palmera como árbol productivo.
Por desgracia, esta percepción del palmeral hizo fortuna, y las primeras actuaciones realizadas en huertos de palmeras con el objetivo de facilitar su visita, incorporaron elementos ajenos a la función y a la identidad agrícola del huerto —fuentes, jardines, etc.—, con el propósito de acercarse a la idea estereotipada del palmeral exótico. Esta práctica se consolidó definitivamente en la década de 1950 en el Huerto del Cura y en los huertos de palmeras que integran el actual Parque Municipal. Con el tiempo, ambos espacios han sufrido una transformación radical de huertos a jardines turísticos, a espacios de consumo fácil para los visitantes y los turistas de los municipios litorales de la Costa Blanca. De alguna manera, había que ocultar la «vulgar» naturaleza agraria de los  huertos de palmeras, demasiado sobria y real para que los turistas de la época pudieran digerirla.
El turismo, de hecho, ha sido una actividad que ha influido frecuentemente en la transformación de espacios culturales, sobre todo cuando la percepción ideal que los turistas tienen de un espacio no coincide con la imagen real del mismo.
Baste recordar la «andalucización» a la que se vió expuesto el centro histórico de Benidorm en los 60′, para acercar su imagen al estereotipo de pueblo español que tenían los turistas extranjeros, o la reciente arabización de muchos edificios de Granada y Córdoba, con la que se pretende crear un (falso) entorno urbano acorde con el estilo artístico de los 2 grandes tótems culturales y turísticos de estas ciudades: La Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba.
El ajardinamiento del Huerto del Cura y del Parque Municipal constituye, asimismo, una recreación (pastiche) de un paisaje y de una realidad que nunca han existido en Elche. Por el contrario, se ha dañado irreparablemente la identidad agrícola de los huertos afectados, quizás un precio demasiado alto para satisfacer una actividad, el turismo, que apenas ha contribuido a la economía de la ciudad. Efectivamente, el uso turístico del palmeral normalmente queda reducido a visitas de 1 solo día, en muchos casos organizadas por los touroperadores de Benidorm, que fueron los primeros en incorporar estos 2 enclaves en la oferta de ocio del turismo de sol y playa de la capital turística de la Comunidad Valenciana. Además, nunca hubo una verdadera transferencia de los visitantes del palmeral a la ciudad, lo que hubiera podido servir para dinamizar la actividad comercial del centro urbano.
Conviene recordar que el Huerto del Cura y el Parque Municipal son todavía hoy los lugares más emblemáticos del palmeral de Elche, por su capacidad de atracción de visitantes, por constituir 2 grandes zonas de esparcimiento para la población (sobre todo el Parque Municipal) e incluso por contar con valores artísticos de cierto interés —jardinería, edifi caciones, mobiliario, fuentes, etc.—. Es más, la transformación de estos huertos en jardines de uso público quizás los ha salvaguardado de otras agresiones mucho mayores, como las que afectaron en los años 1970 a la mayor parte de los huertos incluidos en la zona de «Palmerales Sociales». Aún así, considerar estos dos enclaves como modelo de lo que se tiene que hacer en los huertos de palmeras para «abrirlos» a la población, tal y como se ha hecho hasta ahora en muchos huertos de la ciudad, constituye desde nuestro punto de vista un ejercicio de  enorme torpeza en la gestión del patrimonio cultural, aunque muy probablemente de alta rentabilidad política.
La situación de la actividad turística en la ciudad de Elche apenas ha cambiado en los últimos años, a pesar del aumento de visitantes a la ciudad. Hasta el momento, el número de turistas reales que se alojan en Elche motivados por la oferta turística de la ciudad en general y por el atractivo del palmeral en particular apenas ha crecido, a pesar de la reciente construcción de varios hoteles en la ciudad. Estos nuevos hoteles atienden fun da men tal men te a un turista de negocios, vinculado a la actividad empresarial del calzado y a la presencia en la ciudad de varios centros universitarios.
Además, los visitantes que llegan a la ciudad atraídos por el palmeral siguen acudiendo básicamente al Huerto del Cura y al Parque Municipal, aunque el Ayuntamiento está intentando añadir a la escueta lista de huertos visitables y con cierto «potencial» turístico, los nuevos parques nacidos de la política municipal de apertura de huertos emprendida a partir de 1996. Un buen ejemplo lo constituye «El Parc de Palmeres del Filet de Fora» —Huertos del Borreguet y del Monjo—, un espacio que ha comenzado a incluirse en los folletos turísticos, aunque su diseño populista, al que es ajeno tanto la cultura tradicional como las nuevas vanguardias del  urbanismo de espacios libres, ha puesto al descubierto la improvisación y la falta de criterio con la que se ha trabajado en ésta y en otras in ter ven cio nes recientes, amén de la escasa sensibilidad con un patrimonio único. Sólo la declaración del palmeral como Patrimonio de la Humanidad parece que está haciendo replantearse al Ayuntamiento el tipo de turismo que se quiere impulsar y, en relación con ello, el modo de actuar en los huertos de palmeras con identidad agrícola que todavía quedan dentro de la ciudad…»
Larrosa Rocamora JA. El Palmeral de Elche: patrimonio, gestión y turismo. 2003. Investigaciones geográficas 30. Anales de la Universidad de Alicante. Instituto Universitario de Geografía.

calificacion-suelo-2calificacion-sueloEl pleno del Ayuntamiento de Elche ha aprobado en abril de 2016, por unanimidad, una moción en la que se pedía la creación de una comisión de trabajo para la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad, que data de 1998 (hace ya 18 años).

…con desigualdad y pobreza no hay futuro de ningún tipo, el plan contra la exclusión social, que afecta sobre todo a la población infantil y juvenil de determinadas zonas del término municipal. Un 2º objetivo sería, creada ya la Oficina del Plan, fijar las grandes líneas para la elaboración del Avance del PGU que pueda salir a exposición pública antes del inicio de la campaña de las municipales de 2019. Un 3º objetivo, abordar los problemas de movilidad con una visión supramunicipal: es decir, aprovechar la próxima finalización de la concesión del transporte urbano de la ciudad para crear un ente metropolitano de transporte público con el resto de los municipios de la comarca de L’Alacantí y la Generalitat. Y un 4º objetivo sería avanzar en el análisis de los beneficios compartidos de una relación coherente y consecuente con Elche en materias como las comunicaciones (carreteras, ferrocarril y proyecto de tranvía o tren ligero como el Tram), la ordenación del territorio colindante y el uso de esos espacios o los servicios culturales…»
1990-carrus

1990 – ELCHE

En el Informe “Análisis Urbanístico de Barrios Vulnerables 1996. Catálogo de Áreas Vulnerables Españolas”. Ministerio de Fomento‐Instituto Juan de Herrera. Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid.‐HERNÁNDEZ AJA, Agustín (director), describe en 1991 los barrios de 1.‐ El Palmeral‐San Antón, 2.‐ Carrús Este I, 3.‐ Carrús Este II, 4.‐ Carrús Este III, 5.‐ Carrús Oeste I, 6.‐ Plá de Saint Josep Norte I, 7.‐ Plá de Saint Josep Norte II y 8.‐ Plá de Saint Josep Sur, y en 2001 son 1.‐ Carrús Este, 2.‐ Patilla‐Casablanca‐La Rata‐Camí dels Magro, 3.‐ El Toscar‐Carrús Oeste, 4.‐ Pont Nou‐Pla de Sant Josep, 5.‐ Canal‐Factor V, 6.‐ El Palmeral‐Sant Antoni, 7.‐ La Llotja‐Altabix, 8.‐ El Raval de Santa Teresa‐L’Asil, 9.‐ Sant Crispí y 10.‐ El Raval‐La Tripa; y en 2006 es 1.‐ Carrús Este.

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Areas Residenciales en ejecución

En Elche los Grandes Desarrollos residenciales acumulan 4.272.438 m2 de edificabilidad residencial prevista para 33.254 viviendas, estando pendientes de edificar 19.048 viviendas. Son los Sectores de AR-1 ELS ARENALS DEL SOL (642.042 m2 de suelo para 213.571 m2 de techo para 3.204 viviendas, estando urbanizado el 86% y edificado el 54%, estando pendientes 1.495 viviendas), o el SECTOR E-13 ELX (175.626 m2 de suelo para 128.355 m2 de techo para 1.054 viviendas, urbanizado al 13% y pendientes 946), SECTOR E-21 ELX (189.115 m2 de suelo para 124.486 m2 de techo residencial para 1.086 viviendas, urbanizado al 14% y pendientes 1.042 viviendas), o el SECTOR E-27 ELX (454.636 m2 de suelo para 235.127 m2 de suelo para 1.633 viviendas, urbanizado al 100% y pendientes 716 viviendas), o el SECTOR E-5 ELX (430.082 m2 de suelo para 1.881 viviendas, urbanizado al 100% y pendientes de edificar 1.300), o MR-10 (459.998 m2 de suelo para 151.800 m2 de techo para 1.840 viviendas, sin urbanizar y pendientes 1.728 viviendas), o el SECTOR TO-3 (295.062 m2 de suelo para 178.771 m2 de techo para 1.559 viviendas, urbanizado al 12% y pendientes de edificar 1.547 viviendas).

«…El desarrollo industrial de Elche, fundamentado en la industria zapatera, debe su prosperidad en la etapa fordista al soporte urbano. No sólo a las infraestructuras ciudadanas, sino también al aprovechamiento del parque edilicio, con la conformidad plena de las sucesivas administraciones locales. La crisis de reconversión industrial experimentada en los años 1980 fue superada, en gran medida, por el aprovechamiento intensivo del patrimonio urbano en el sentido más amplio del concepto, que incluye desde el mercado de trabajo local, hasta el de alquileres de locales, desde el espíritu empresarial ciudadano hasta el compromiso obrero con la industria, desde los equipamientos públicos y políticas sociales, de vivienda, asistenciales, de formación de la mano de obra, de atención a los excluidos del mercado laboral, aspectos convertidos en subsidiarios de la industria, hasta el clima urbano en general, han sido inputs destacados, no contabilizados en los balances empresariales.
Con el desmoronamiento de las grandes empresas y la segmentación de la producción en multitud de tareas específicas, distribuidas por una panoplia de talleres auxiliares y complementarios, la ciudad ha sustituido ventajosamente los muros de la antigua fábrica, y la cadena productiva –cinta sin fin- ha sido también sustituida por el ejército de furgonetas que recorren las calles transportando las piezas del zapato hasta su acabado final.
No obstante, la necesidad de incorporar nuevos procesos tecnológicos en las empresas para mantener la competitividad en el marco de un mercado internacionalizado, y en los segmentos de mercado de  calidad media y alta, se ha dado en paralelo con el desarrollo de unas estrategias urbanísticas, encaminadasa definir nuevos espacios productivos. Los proyectos del Triángulo, del Parque Empresarial y de laCiudad Lineal se han dirigidos hacia la configuración de iniciativas de innovación y de impulso para la
transformación y modernización del aparato productivo. Las propuestas parte de una nueva concepción del urbanismo, que supera los planteamientos desarrollistas de la etapa anterior, inspirados en principiosfuncionalistas y mecanicistas, cuando no meramente burocráticos, y se enriquece por la incorporación de un cuidado diseño de los aspectos tipomorfológicos y de multitud de referencias cualitativas de gran valor.
Esas estrategias urbanísticas se han sustentado, además, en un destacado compromiso social y en la comprensión de los procesos de cambio experimentados en el tejido empresarial, para establecer directrices correctoras de los desequilibrios urbanos derivados de la intensificación y difusión de la funciónindustrial en el callejero, y también para crear nuevos marcos cualificados que incentivasen la necesariareconversión empresarial hacia paradigmas de innovación tecnológica, organizativa y de los productos.
Cambios en los hábitos de comportamiento y transformaciones en los sistemas productivos están ocasionando tensiones sobre el territorio, que desencadenan un proceso de suburbanización creciente, de difusión por el entorno de las ciudades, que es preciso regular y ajustar a parámetros coherentes de crecimiento, en el marco de directrices supramunicipales. Las interferencias políticas aparecen cuando el planeamiento propuesto ahonda en los desequilibrios o no cumple satisfactoriamente las expectativas de cada municipio. La experiencia demuestra como los desencuentros entre administraciones pueden dificultar los trámites e, incluso, acabar con los proyectos. En consecuencia, resulta fundamental una fase previa de intensa negociación, antes de sustanciar los proyectos.
La “nueva ciudad” propuesta asume una mayor preocupación por la escena urbana y por la morfología,por el espacio urbano en definitiva, en la búsqueda del disfrute integral de la ciudad por el ciudadano, pero también como recurso productivo en sí mismo, conforme con las directrices básicas de los espacios de innovación, sustentadas en una mano de obra altamente cualificada, en trabajadores motivados, en entornos atractivos, con buenas comunicaciones, en un parque edilicio de excelencia y en unos servicios y equipamientos urbanos de calidad. Como ya estableció, por otra parte, la Carta de Atenas: alojamiento sano, espacio, aire puro y sol, organización funcional para que el trabajo deje de ser penoso y recupere su carácter de actividad humana, instalaciones necesarias para una buena utilización de las horas libres y redes de comunicación que aseguren los intercambios…»
Ponce Herrero G. y Larrosa Rocamora J.A. (2002) Las Transformaciones de los sistemas productivos y sus repercusiones en el patrimonio urbano; El Area Metropolitana Alicante-Elche.

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El eterno dilema de comunicarse ( y con Alicante) y la movilidad sostenible:

…El Ayuntamiento de Elche presentó una propuesta para el trazado urbano a su paso por el casco urbano de la ciudad y el resto del término municipal. El tranvía partiría de Alicante y del Aeropuerto de Alicante-Elche pasando por la Institución Ferial Alicantina, atravesando la pedanía de Torrellano por la carretera N340, siguiendo hacia Elche Parque Empresarial, desviándose por su interior, para luego volver a incorporarse a la N340 hasta llegar al casco urbano. Una vez en él, su trazado discurriría por las avenidas de la Universidad de Elche, del Ferrocarril y desviándose hacia el centro de la ciudad por la avenida del País Valenciano.
Dicho recorrido dispondría de un trazado hacia el polígono de Carrús, discurriendo por la avenida de la Libertad y la avenida de Novelda. Otro ramal seguiría por la avenida de la Libertad, la Avenida de Crevillente y la carrera N-340 hasta la estación de alta velocidad de Elche-Matola. El último ramal se bifurcaría desde la rotonda de la intersección de la avenida de Alicante y de la Universidad de Elche, discurriendo por la circunvalación hasta la intersección con la carretera CV-865, para luego dirigirse hacia Santa Pola por dicha carretera.
Este estudio sería la segunda propuesta alternativa al proyecto del TVRElx (Transporte de Vía Reservada de Elche, red de trolebús de orientación óptica) que está redactando actualmente la Consejeria de Infraestructuras y Transportes de la Comunidad Valenciana. Se espera que el tranvía conecte con el TRAM Metropolitano de Alicante, a través de la línea 7 procedente de la capital…

En noviembre de 2015, La Plataforma de Iniciativas Ciudadadas entablaba una «Mesa Redonda: Hacia un nuevo Modelo Territorial Metropolitano Alicante-Elche»

«…El territorio Elche-Alicante ha constituido históricamente un territorio físicamente acotado pero muy poco estructurado, que , además, presenta identidades culturales muy diferenciadas que dificultan todavía más su integración en el plano social y cultural. Cuando nombramos a estas 2 ciudades estamos contemplando también el sistema urbano que las sustenta: Santa Pola y Crevillente por un lado, y San Vicente, San Juan, Mutxamel y El Campello por otro.
La Plataforma de Iniciativas Ciudadanas de Alicante apoya el inicio de un proceso de integración, en el que el urbanismo, y las políticas territoriales, puedan ser uno de los marcos de encuentro y convergencia para iniciar un camino hacia un nuevo escenario de cooperación supramunicipal.
Estamos convencidos de que la irreversibilidad de un proceso de integración territorial para estos municipios estará determinado por el papel que asuma en el mismo la sociedad civil de ambos territorios. Precisamente proponemos que uno de los temas del este debate se dirija a reflexionar sobre el fracaso de las iniciativas que, tanto desde ámbitos públicos como privados, han surgido sobre la cuestión.
La presencia del director general de Urbanismo de la Generalitat, conjuntamente con los concejales de Urbanismo de Alicante y Elche, será muy útil para conocer las posiciones de esta instituciones ante lo que consideramos uno de los retos más relevantes de la ordenación del territorio para ambas ciudades…»

comunicaciones.jpegMás allá del Palmeral y la «Dama», el cinturón del Parque Industrial es su corazón vital. Se le añadirá el turismo, la huerta, las playas, los problemas de movilidad, de conectividad local y regional, las desigualdades, la sostenibilidad medioambiental y el cóctel se llama Ciudad. Pero en Elche están discutiendo los ingredientes, … el modelo territorial, el modelo de ciudad del futuro. El ejercicio de «Futurelx» (2010) ya está un poquito «viejo». La participación ciudadana ya no se quiere quedar al margen y la necesidad de un nuevo PGOU es evidente. El retraso ya no se puede justificar. ¿A qué se está esperando?… Desde luego, era más fácil trabajar con modificaciones de PG (cuando se quería y se podía), a demanda… Ya no.

Elche hoy tiene una población de 227.312 habitantes y un parque residencial de 110.675 viviendas, de las cuales 13.807 son unifamiliares (el 12,48% del total). En su parque de viviendas aun coexisten casi un 10% de viviendas anteriores a 1960, datando de los 60′, 17.630 viviendas (el 16%), de los 70′ son 22.517 viviendas (el 20%), de los 80′ son 18.271 viviendas (el 17%), de los 90′ son 13.829 viviendas (el 12%) y de la década prodigiosa 2000-2009 son 26.336 viviendas (el 24% del total).


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España