LA CORUÑA, según Catastro, a 1.1.2015 por tamaño y fecha.

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Estos gráficos representan el Parque Residencial de LA CORUÑA.

Son los Bienes Inmuebles, de uso VIVIENDA, matriculados a 1.1.2015, clasificados por tamaño y fecha de inscripción.

Cada barra horizontal representa una década, la inferior es la más reciente (2010-2014), y la superior la más antigua (<1900).

Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).

La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto de la Demanda Latente de Vivienda (la demanda latente se configura por las personas que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo) son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de vivienda que constituye la demanda encubierta de una zona y se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores de vivienda pero que todavía no han constituido un hogar.

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Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


Coruña GE4.jpgLa Coruña es una ciudad y municipio de 37,83 km2 pertenece a la comunidad autónoma de Galicia y es la capital de la provincia homónima.

Importante puerto histórico, se sitúa en la costa noroeste de la península ibérica, en las Rías Altas. El centro de la ciudad se extiende sobre una península unida a tierra firme por un estrecho istmo, por lo que presenta 2 fachadas marítimas distintas: la portuaria (hacia la ría de La Coruña) y otra de mar abierto, hacia la Ensenada del Orzán, y sobre la que se extienden las principales playas urbanas (Riazor y Orzán).

Constituye el núcleo urbano más poblado de Galicia. Alrededor de la ciudad se ha desarrollado el área metropolitana homónima por los municipios vecinos que, junto a la cercana área metropolitana de Ferrol, forma una conurbación de casi 700.000 habitantes que aglutina a algo más de la mitad de la población total de la provincia.

Su densidad de población es la mayor de Galicia y de las más altas de España (6.471,32 hab/km²). Una buena parte de la superficie dedicada a la actividad industrial se ha ubicado en el limítrofe municipio de Arteixo, uno de los más industrializados de Galicia. De este modo, está centrada mayoritariamente en el sector servicios. Su sector secundario se concentra fundamentalmente en el Puerto de La Coruña y la refinería de petróleo de Repsol en La Coruña. 

La-Coruna 3d.jpgEl municipio limita al N con el océano Atlántico, al E con la ría de La Coruña y el municipio de Oleiros, al S con el municipio de Culleredo y al O con el de Arteijo.

La Coruña cuenta con una orografía peculiar, extendiéndose a partir de una península con forma de T, de istmo llano y suaves colinas poco escarpadas creadas en la era arcaica. Actualmente, algunas de ellas se han ido integrando en la ciudad con su expansión a partir de 1940, como las de Monte Alto, Santa Margarita, Eirís y La Zapateira. Otras han sido convertidas en amplias zonas verdes (Bens y monte de San Pedro). Gran parte de la extensión portuaria y Los Cantones ha sido ganado al mar. El municipio también cuenta con zonas más elevadas, como el Monte de San Pedro, y algunas islas, como el archipiélago de las islas de San Pedro. El centro de la ciudad está situado a 21 msnm, mientras que la máxima altitud del municipio es de 291, la cual se da al sur del mismo.

Atendiendo a la subdivisión tradicional de los municipios gallegos, aunque sin efectos prácticos, el término municipal coruñes estaría dividido en 5 parroquias y 46 entidades de población, siendo, la más poblada la capital municipal, La Coruña, con categoría histórica de ciudad. El resto de las entidades se reparten en las parroquias del municipio:

  • La Coruña: Ya desaparecida del nomenclátor y cuyos límites coincidirían con los que tenía el municipio de La Coruña antes de que en 1912 anexionara el de Oza;
  • San Vicente de Elviña: 14 entidades de población;
  • San María de Oza: 12 entidades de población;
  • San Cristóbal das Viñas: 11 entidades de población; y
  • San Pedro de Visma: 8 entidades de población.

Barrios creados hasta 1970

  • La ciudad vieja: Núcleo fundacional de la villa en el siglo XI, habitada por unas 5.000 personas que cariñosamente llaman a este barrio ‘la ciudad’, entre sus estrechas y sinuosas calles de piedra y sus acogedoras plazas (como las de las Bárbaras o la de Azcárraga, también nombrada dimg_barrios_2400e la Harina), se ubica la zona más monumental de La Coruña. Aquí se sitúan la iglesia de Santiago (románica del S. XI, la más antigua de la ciudad), en su atrio se reunía el Consejo de la Ciudad para tomar decisiones, la Colegiata de Santa María del Campo (S. XII), financiada por el gremio de mareantes, la Iglesia de Santo Domingo (S. XIII) y la de la Orden Tercera, que formaba parte del antiguo Convento de San Francisco, los jardines amurallados de San Carlos con el Archivo del Reino de Galicia.
  • Zalaeta: Agrupa la zona de marcha de la ciudad, la Zona del Orzán, por estar al lado de la playa que lleva dicho nombre. Hasta la urbanización de la zona era zona militar. Entre la calle Panaderas, dónde está la Casa de Casares Quiroga,y la calle del Hospital, que hoy se denomina «Bulevard del papagayo», estaba el «barrio chino». Pero hoy en día esta zona esta totalmente reformada. 
  • Calle de la Torre-Plaza de España (Atochas): Atochas es, quizás, el barrio más pequeño de esta lista, pero digno de mención al ser una cita ineludible del carnaval coruñes. 
  • Pescadería: En su día el primer ensanche de la ciudad, ocupa la parte N del estrecho istmo que separa la península coruñesa de tierra firme y discurre paralelo al paseo marítimo ante la Playa del Orzán y al puerto. Aquí se encuentran las famosas galerías acristaladas frente a la dársena del puerto, y la plaza de María Pita con el ayuntamiento (1897, de estilo modernista). Es zona de grandes contrastes, pues paralelas a uno de sus ejes vertebradores, la calle de San Andrés, discurren algunas calles degradadas que son foco de prostitución, aunque hoy están experimentando un creciente fenómeno de rehabilitación indie, hasta el punto de ser denominadas el «Soho coruñés».
  • El Ensanche: Cuna de las vanguardias arquitectónicas gallegas, fue creada en los primeros años del siglo XX para establecimiento de la nueva burguesía. 
  • Juan Flórez-San Pablo: Paralela al Ensanche, esta es la zona vertical por excelencia de la ciudad, en la que se encuentran los rascacielos más altos del norte peninsular. La Torre Hercón, el edificio Trébol, o la torre Coruña, visibles desde casi todas las zonas de la ciudad, son algunos de esos ejemplos. Distrito caro, vertebrado por la muy transitada calle Juan Flórez. 
  • Falperra-Santa Lucía: de empinadas calles, edificado sobre una colina al extremo sur de la calle Juan Flórez, se desarrolló un tanto caóticamente a mediados del siglo XX.
  • Ciudad Jardín: planificado en los 40′ tenía con el fin acoger a familias de moderados recursos económicos en viviendas unifamiliares con jardín, actualmente se ha convertido en una de las millas de oro coruñesas, con numerosos chalets y mansiones de lujo. Próximo al estadio de Riazor y al Paseo de los puentes.
  • Cuatro Caminos: En los primeros años después de su creación, allá por los años 50, estuvo habitado por inmigrantes llegados de Castilla y León y por los marineros del puerto pesquero de la ciudad, pero con los años el aspecto de barrio periférico que tenía ha dado lugar al nuevo centro de la ciudad. 
  • La Gaiteira: Próximo a Cuatro Caminos, se desarrolló a partir de los 40′ en los alrededores del cauce del río Monelos, hoy soterrado. Su actual proximidad a los centros comerciales de Cuatro Caminos, a la zona verde de Parque Europa y al centro cultural del Fórum metropolitano, así como la peatonalización de su principal calle han revitalizado considerablemente la zona.
  • Los Mallos: Desarrollado en los 50′ como consecuencia del gran aumento de población de la ciudad, actualmente es una zona obrera densamente poblada.
  • Monte Alto: Otro barrio obrero, creado entre los 50′ y 60′ sobre la península que corona la torre de Hércules, actualmente es una de las zonas donde se están construyendo y rehabilitando más viviendas. En su entorno marítimo se concentran algunos de los museos más importantes de la ciudad: la Domus (Casa del Hombre) y el Aquarium Finisterrae (Casa de los Peces). El barrio es uno de los más poblados, su denso y caótico urbanismo apenas ha dejado espacio para zonas verdes.
  • Orillamar: Seguimos con barrios densos y de caótico urbanismo, alternando zonas nuevas con otras de construcción más antigua. Se sitúa también dentro de la península herculina, donde la calle que da nombre al barrio es la que vertebra el mismo. Posee el cementerio más grande de la ciudad, el cementerio de San Amaro, donde están enterrados multitud de personajes famosos tanto a nivel local como autonómico. La construcción de un tramo del paseo marítimo en esta zona en los 90′, le dio un nuevo aspecto al barrio y abrió una nueva fachada al mar de la ciudad
  • Los Castros: Construido en torno al acceso sureste de la ciudad a través de la carretera N-VI y próximo al desaparecido castillo de San Diego (del siglo XVII) y a la también desaparecida playa de Lazareto. En este barrio se encuentran los muelles de descarga de San Diego y la pequeña playa de Oza. Cuenta con parques como el Parque de San Diego. Es una zona conocida por su mirador sobre la ciudad donde se puede observar la actividad pesquera y marítima-industrial, y alguna que otra localidad vecina de la ria.
  • Agra del Orzán: El barrio de mayor densidad de población de la ciudad, con cerca de 35.000 habitantes, (lo que representa casi el 14% de los coruñeses). Desarrollado velozmente entre los 60′ y 70′, absorbió gran cantidad de inmigración procedente de comarcas rurales de la provincia (mayoritariamente de Bergantiños) por lo que el uso de la lengua gallega es más habitual que en las zonas del centro. Delimitado por las Rondas de Outeiro y de Nelle, hoy se ha convertido en uno de los barrios más multiétnicos de la ciudad, con numerosos residentes de origen africano y sudaméricano llegados a partir de los años 90′.
  • Sagrada Familia: Barrio desarrollado en los 60′-70′ entre la avenida de Finisterre y la de Arteixo, con numerosas viviendas de protección oficial, se ubica entre el Agra del Orzán y los Mallos.
  • Santa Margarita: a mediados del siglo XX conocido también de forma coloquial como el barrio de «La Cantera». Tuvo su origen en una antigua aldea engullida por la ciudad a partir de los 50′. 
  • Labañou-San Roque: Edificado a orillas de la margen izquierda de la ensenada del Orzán, al N de Riazor, absorbió un pequeño núcleo rural, algunas de cuyas casas aún se conservan. Cuenta con numerosas edificaciones de protección oficial, un largo tramo de paseo marítimo. Aquí se ubica el obelisco luminoso conocido como «Millenium», que está próximo a la zona conocida como Ciudad escolar, sede de un campus universitario de la Universidad de La Coruña, el Conservatorio de Música, la Escuela Oficial de Idiomas y un centro asociado de la UNED.
  • Polígonos de Elviña y el Barrio de las Flores: Durante los 60′ y 70′ se llevaron a cabo varias actuaciones municipales para crear 3 barrios nuevos en la ciudad, que hoy tienen el nombre de 2º fase de Elviña y 1ª fase ó Barrio de las Flores (pionero en su época por su organización armoniosa). Los 3 comparten características comunes, como la amplitud de su trazado y el contar con grandes zonas ajardinadas entre las torres de viviendas que los conforman.
  • Monelos: Situado entre Elviña, Barrio de las Flores y Castrillon, es un barrio que ocupa la cuesta del mismo nombre ascendiendo hasta Eirís. Su fisonomía ha ido cambiando con los años y ya poco queda del núcleo rural del antiguo ayuntamiento de Oza del que formó parte hasta el primer tercio del siglo XX

evolucin-urbanstica-da-corua-112-1024.jpgBarrios creados a finales del siglo XX

  • El Ventorrillo: Fue el pionero de estos barrios, creado a finales de los 70′ y principios de los 80′. Limítrofe con el O del Agra del Orzán, está situado en el ángulo formado por la Ronda de Outeiro con la Avenida de Finisterre.
  • Castrillón: Ubicado en una empinada colina situada entre Los Castros, La Gaiteira y Elviña, este barrio acabó de urbanizarse rápidamente en los 80′ y 90′, en torno a la avenida de los Caídos, y engullendo numerosas viviendas rurales en unos trazados que cabe calificar cuanto menos de caótico y pintorescos.
  • Adormideras: Fue el segundo de estos barrios, creado a principios de los 80′ para evitar la descentralización residencial de la ciudad hacia otros ayuntamientos limítrofes. Está situado en el saliente de tierra más al norte de la península de la ciudad y cuenta con el parque de la Torre, que cuenta con numerosos complejos escultóricos y casi 100.000 m² se superficie.
  • El Birloque: Barrio de bloques de protección oficial construido al S del polígono de Elviña, en la carretera de Someso.
  • Matogrande: Hoy en día considerado un barrio de lujo, fue planificado en 1994 con escuadra y cartabón en las afueras de la ciudad, lo que dio lugar a calles rectilíneas y manzanas perfectas, casi inexistentes en A Coruña. En pocos años se ha convertido en una importante zona de negocios, con la construcción de varias torres de hoteles y un centro de convenciones.
  • Los Rosales: La construcción de este barrio, fue iniciada en 1995 en el extremo NO de la ciudad, al pie del monte de San Pedro. Por la configuración de sus edificios y la disposición de rotondas y zonas verdes, su forma desde el aire imita a la de una rosa, siendo el eje vertebrador la Avenida de Manuel Azaña. Cuenta con un centro comercial y de ocio. 
  • Paseo de los Puentes: Urbanizando los amplios descampados existentes entre el parque de Santa Margarita y La Ciudad Jardín, se construyó con planificación ejemplar este barrio de edificios espaciados (de viviendas de alto precio) rodeados por una extensa zona verde atravesada por los restos de un acueducto del S. XVIII. Barrios del siglo XXI
  • Novo Mesoiro. Iniciado en el año 2002, actualmente supone una gran atracción para familias jóvenes y en él conviven ya más de 2000 familias, aunque el número total de viviendas será de 3.109 cuando se concluya, todas ellas de protección autonómica. Es el barrio más alejado del casco urbano, en el extremo SO de los límites municipales, entre el monte de A Zapateira y el polígono industrial de POCOMACO.
  • Vioño. Actualmente en construcción en la Ronda de Outerio, entre Los Mallos y la Sagrada Familia, contará con 800 viviendas protegidas y un extenso parque.
  • Parque de Eirís. En su última fase de construcción, contara con unas 1200 viviendas de protección oficial.
  • Parque Ofimático. Su construcción comenzó a principios de 2008, contará con más de 1500 viviendas de protección oficial, una zona dedicada exclusivamente para oficinas, un parque y la nueva torre de los juzgados, de un tamaño aún desconocido.

Barrios periféricos

  • San Pedro de Visma. Barrio eminentemente rural, localizado entre al E del Parque de Bens y al N del Ventorrillo, actualmente se encuentra en una fase de incorporación a la ciudad con la construcción de la Tercera Ronda.
  • Bens. Núcleo rural en el extremo O de la ciudad, en el límite con Arteixo, hoy día está rodeado y aislado por el extenso complejo industrial que conforma la refinería de petróleo. No se prevé una recuperación del núcleo por su situación dentro del perímetro de la nube de contaminación de la central y su lejanía del centro urbano. En el PGOM 2008 no se contempla como área susceptible de recuperación, con lo cual se verá condenado a desaparecer.
  • La Silva-San José: Antiguo núcleo rural absorbido por la construcción de zonas industriales al O de la ciudad. Se sitúa en el extremo occidental de la avenida de Finisterre, frente al polígono industrial de Agrela y próximo a la refinería. Hoy presenta un elevado número de abandono en sus antiguas viviendas unifamiliares y se ve perjudicada por la proximidad del asentamiento chabolista de Penamoa (el llamado «supermercado de la droga», erigido de forma clandestina sobre la colina del mismo nombre, aunque se proyecta su inminente desaparición con las obras de construcción de la tercera Ronda que circunvalará la ciudad).
  • Eirís: Zona poco poblada de casas unifamiliares y campiñas, aunque también se puede encontrar bloques de edificios. Situado sobre una elevada colina al SE de la ciudad, entre O Castrillón, Elviña y Palavea. 
  • Someso: Área próxima al Coliseum y el centro comercial Espacio Coruña, se encuentra actualmente en construcción y contara con numerosas torres de 15 plantas. La Avenida de la universidad es la principal calle del barrio que la conecta con la carretera de POCOMACO, con el campus de Elviña de la UDC y con el barrio del Birloque. Someso está situado al SO del municipio..
  • Palavea: Se encuentra en el extremo SE de la ciudad, en los límites municipales con Culleredo y cuenta con construcciones de pocas alturas creadas en su mayoría en los 50′ por el régimen franquista como viviendas de protección oficial. 
  • Casablanca-Las Jubias : Pequeño barrio ubicado a lo largo de la orilla de la ría de La Coruña, próximo a la playa de Oza y al Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (Antiguo hospital Juan Canalejo).
  • Feáns-Mesoiro: Zona de viviendas unifamiliares, en el extremo SO de los límites municipales, de marcado aire rural.
  • La Zapateira: Su eje vertebrador era la Avenida de Nueva York, que conecta Alfonso Molina con Arteixo. Actualmente sus conexiones con el centro de la ciudad han mejorado notablemente gracias a la construcción de la 3ª Ronda que permite llegar a lugares como la rotonda del pavo real o Cuatro Caminos en unos minutos. En la última década ha sufrido una transformación absoluta y ha pasado de contar con contadas casas a ser una zona cara y residencial, con urbanizaciones y chalés unifamiliares. 
  • O Portiño, al O del Monte de San Pedro y de los barrios de Los Rosales y San Pedro de Visma, y al N del Parque de Bens, pequeño poblado disfruta de un pequeño puerto marinero y una preciosa zona de acantilados. Ha ganado popularidad debido a que el recorrido del Paseo Marítimo se ha extendido hasta la zona.

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El asentamiento romano es el más antiguo de los documentados en el actual centro de la ciudad. Los restos arqueológicos revelan una cronología entre los Siglos I aC y V dC con un periodo de máximo desarrollo entre los Siglos I y II. La ciudad ocupaba el actual sector del Parrote conformando un asentamiento lineal con el frente de actividad de cara a la bahía (orientación de solana), reflejo de su dependencia de la actividad portuaria; mientras que en el sector orientado hacia el mar abierto estaba el faro. En el entorno se situaban poblados castrexos como el de Elviña, con muestras de haber sido romanizado.
A partir del Siglo V, el declive del Imperio conlleva la decadencia de la propia ciudad, aunque en el Siglo IX era ya uno de los principales puertos de llegada de peregrinos a Santiago. En este período, aparece en el promontorio un segundo asentamiento, en lo que hoy es la parte más alta de la Ciudad Vieja.
El auténtico resurgimiento del núcleo se produce con la concesión del título de ciudad por Alfonso IX en los primeros años del Siglo XIII. Los privilegios que recibe favorecen el comercio y permiten la construcción de una fortificación y un baluarte (actuales Jardines de San Carlos) que no será incluido dentro de la muralla hasta mediado el Siglo XVI. A esta altura de la Historia, los espacios verdes carecen de representación dentro de la ciudad y los espacios libres se restringen a tres plazas, las de las iglesias (Santa María y Santiago) y la de la Harina.
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1634 – La Coruña

Con la consolidación de las murallas surgen los primeros arrabales. El más importante será el de Pescadería, ocupado por comerciantes y pescadores asentados en torno al principal eje de acceso a la ciudad. Su importancia fue creciendo a lo largo del tiempo de lo que da muestra que en los primeros años del XVI era ya el sector más dinámico con 900 vecinos, frente a 200 de la Ciudad Alta. El istmo fue cerrado con una muralla defensiva, con lo que el arrabal pasó a estar incluido dentro de los límites administrativos de la ciudad. La posterior evolución llevó a la consolidación de tres sectores bien diferenciados, Ciudad Alta, barrio de Santo Tomás (al NO de la Ciudad Alta) y Pescadería cuyo papel protagonista de la actividad urbana continuó acrecentándose. La Ciudad Alta conservaba su configuración medieval, mientras la Pescadería mostraba una estructura lineal en torno a 2 ejes de acceso a la ciudad y otros 2 caminos exteriores (bordes marítimos).
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1639 – La Coruña

En el Siglo XVIII la Pescadería, a pesar de haber sido destruida a finales del Siglo XVI y conservar de entonces sólo la trama viaria, continúa como centro urbano y barrio más poblado de una ciudad que a finales del siglo en cuestión contaba con 13.575 habitantes. Las calles principales de la Pescadería eran las interiores, pero la construcción en 1761 de las Casas de Paredes supuso su apertura hacia la bahía. Los espacios libres carecían de importancia, ya que se trataba de un núcleo pequeño con un contacto intenso con el rural, siendo, además, numerosas las viviendas que contaban con su propio huerto. Los únicos espacios libres eran los correspondientes al espacio de cortesía que se abría en el tejido urbano liberando el frente de edificios significativos o nobles y alguna plazuela dedicada a mercado.
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1785 – La Coruña

Siglo XIX. Los inicios de la planificación urbana.
Durante el Siglo XIX se produjo un fuerte desarrollo económico y demográfico; la ciudad se convirtió en el principal centro administrativo de Galicia y, a pesar de una crisis en el sector textil, aumentaron los puestos de trabajo en la industria gracias a la Fábrica Nacional de Cigarros. De todos modos el crecimiento fue lento, con etapas alternas de crisis y prosperidad, dándose el despegue definitivo a partir del segundo tercio de siglo; en 1º lugar por ser nombrada capital en la nueva división provincial (1833) y en 2º por la reactivación de la actividad portuaria a partir de 1850 (emigración a América y comercio).
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1809 – Plano topográfico y Batalla de Elviña

En el 1º tercio del XIX destacan las aportaciones que, en función de los terrenos conseguidos por la desamortización, se hacen al sistema de espacios libres. En la década de 1830 se creó una plaza en los antiguos terrenos del Convento de San Agustín, en plena Pescadería. A ésta se suma otra anexa, que será conocida como Plaza de los Huevos donde, a partir de 1839, se emplazan los puestos de un mercado. En la década de 1840 comienza el derribo de la muralla de la Ciudad Alta que dará lugar al proyecto de la Plaza de Alesón (María Pita).
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1872-1884  Plano del Ejército LA CORUÑA

La principal herramienta de trabajo del urbanismo desde este momento y hasta 1930 es el plano elaborado por Barón y Yáñez en 1874. Incluía el relieve en curvas de nivel de 2 en 2 m y las parcelas en escala 1:2.500, además de planos en 1:500 de los sectores consolidados. En estos planos aparecen reflejados como proyectos las actuaciones de la Plaza de Alesón, Relleno de Uribe y Primer Ensache.
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1880 – La Coruña

En el espacio resultante de la eliminación de la muralla de la Ciudad Alta, en su contacto con la pescadería, se proyectó un espacio monumental compuesto por una Casa Consistorial y una gran plaza porticada de 100 por 112 metros, que será iniciada en 1865, convirtiéndose en el primer gran espacio público de A Coruña. El proyecto Uribe fue otra de las actuaciones de gran relevancia, consistió en el relleno del frente de la Pescadería y la Marina, con lo que se ganaron 75.203 m2 al mar; espacio finalmente ocupado por la Avenida de la Marina y los Jardines de Méndez Núñez creándose, junto con los Jardines de San Carlos, las primera zonas verdes urbanas de la ciudad; a las que se suma en 1869 el bulevar resultante de la eliminación de las murallas de Pescadería.
La eliminación de la muralla exterior, conjuntamente con la necesidad de nuevos espacios donde edificar, llevó a plantearse la ordenación externa para lo que el Ayuntamiento convocó el concurso de Proyectos de Ensanche en 1880. La introducción de ensanches supuso la aplicación del diseño a la expansión urbana, la regularización del trazado y la reserva de espacios libres para plazas, jardines y dotaciones. Pero el ensanche coruñés no supuso una actuación unitaria pues, al mismo tiempo que se llevaba a cabo, la ciudad seguía desarrollándose por otros sectores como Atochas-Monte Alto o Riazor.
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1891 – La Coruña

Las bases del Primer Ensanche fueron sentadas por el anteproyecto elaborado por el arquitecto municipal Ciorraga (1878). Incluía una calle central con tres perpendiculares configurando manzanas rectangulares de tamaño semejante a las de la Pescadería. Enlazaba con el sector del campo de Carballo, también resuelto ortogonalmente, según un Plan de Alineaciones, mediante una plaza trapezoidal (Plz. de Galicia) y otra triangular (Plz. de Ourense). Incluía como equipamientos una iglesia y un mercado de abastos, construcción metálica localizada en la Plaza de Lugo durante la última década del XIX. En 1880 se convocó el concurso que fue ganado por el proyecto denominado «Optimun Simplex» básicamente igual al de Ciorraga, aunque incluía una mayor densificación, ya que las previsiones de crecimiento demográfico que se manejaron para el período 1880-1900, 20.000 habitantes, fueron el doble de las estimadas por Ciorraga.
En el momento del cambio del siglo XIX al XX la ciudad de A Coruña contaba con los siguientes espacios libres urbanos de relevancia:
Sector de la Ciudad Alta. Los espacios libres eran la Plaza de la Constitución y la de la Harina, situadas en el centro del sector; la presencia de vegetación no aparece reflejada ni en la descripción ni en el plano de Barón y Yáñez, aunque sí se aprecia en fotografías de los primeros años del Siglo XX. El único espacio verde urbano eran los Jardines de San Carlos, creados en 1834 sobre los restos de una fortaleza militar y abiertos al público en 1854.
Sector de Pescadería. Destaca el conjunto del Paseo y Jardines de Méndez Núñez. El  paseo comenzaba junto al sector portuario de la Marina, llegando hasta la entrada de los Jardines, abarcaba una superficie de 20.000 m2, toda ella sobre terrenos ganados al mar. Su configuración se resolvía en calles anchas, de 200 m de largo la central, divididas por abundante arbolado (especies frondosas y palmeras). Los Jardines se encontraban a continuación del paseo, su superficie se distribuía mediante calles en laberinto, estando el conjunto centrado por una fuente monumental. Otro de los espacios verdes a destacar era el Campo de la Leña, una superficie de 9.500 m2 situados en el extremo N de la Pescadería, cubiertos de arbolado y con bancos de piedra; en este lugar se realizaba un mercado. Los espacios libres estaban constituidos por pequeñas plazas y la Plaza de Alesón, que una vez terminada se convirtió en una gran plaza porticada de 11.000 m2 cerrada por edificios de viviendas en 3 de sus laterales y por el Palacio Municipal en el cuarto. Finalmente, en el contacto entre este barrio y el ensanche, estaba la Alameda, conformada por 2 anchas aceras, 2 calles y 1 paseo central arbolado.
El Ensanche. Carecía de zonas verdes puras, el proyecto disponía de plazas y árboles de alineación en todas sus calles. Las plazas eran, la de Ourense de 900 m2 con arbolado, la de Galicia que fue en parte ocupada por el Palacio de Justicia y la de Pontevedra de 7.200 m2.
Sectores periféricos. Destacan como espacios libres la glorieta al pie de la Torre de Hércules, acondicionada con bancos y la fuente de Santa Margarita, próxima al ensanche, también con bancos y vegetación.
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1912 – La Coruña

Durante los primeros años del Siglo XX, cuando las parcelas trazadas en el Primer Ensanche aun no habían sido edificadas en su totalidad seguía el crecimiento en otros sectores sin más orden que el definido por los caminos tradicionales. Especialmente importante fue en los sectores de Santa Lucía, Riazor y Santa Margarita, respondiendo a la necesidad de la clase obrera de encontrar lugares de precios adecuados a su capacidad económica. Ante este proceso, en diciembre de 1903 el Ayuntamiento encargó la elaboración del anteproyecto de un 2º ensanche cuya realización fue confiada en 1906 al arquitecto municipal Mariño y al ingeniero Emilio Pan; el proyecto no se aprobó hasta 1910.
El 2º Ensanche repitió los parámetros del primero, no siendo un proyecto unitario, sino un programa ordenador del crecimiento urbano en diferentes espacios, dentro de los que se podían diferenciar cinco sectores con un planteamiento y diseño propios. En las proximidades de la Estación de Ferrocarriles, entre ésta y la Granja Agrícola Experimental se propusieron manzanas de tamaño semejante a las del primer ensanche, dispuestas en abanico en torno a una avenida central con un ensanchamiento ocupado por la única zona verde del sector. Un segundo sector era el de contacto entre el primer ensanche y Santa Lucía, donde el plan se limitaba a  una reordenación de las alineaciones existentes. El tercer sector, de unión entre los dos anteriores, respetó las edificaciones existentes integrándolas en las nuevas manzanas. El cuarto sector era la zona de Riazor, que se desarrolló contigua al primer ensanche como una retícula de tres por tres manzanas, formando la primera fachada urbana abierta hacia la playa. El último sector se localizó a continuación del anterior, presentando dos partes claramente diferenciadas, una gran zona verde y un sector residencial rodeado por una vía perimetral.
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1920 – La Coruña

El 2º Ensanche mostraba una falta de coherencia importante, desarrollándose en diferentes espacios sin nexos entre sí y débiles respecto del resto de la ciudad. Se aprecia un fuerte condicionamiento del medio físico, al desarrollarse en los escasos sectores de topografía llana que quedan sin edificar en la ciudad, sin atreverse a ascender por las laderas que la rodean salvo en el sector de Riazor donde se proyecta el parque. El plan no se realizó como se había proyectado; del sector entre la Estación de Ferrocarriles y la Granja Agrícola su plasmación fue totalmente nula.
Los 2 sectores de Santa Lucía y La Palloza, sí se materializaron, debido a que planteaban escasas modificaciones en el viario y la edificación preexistentes. La gran zona verde (63.000 m2) localizada frente a Riazor no se llevó a cabo al proyectarse sobre ella un barrio de tipología higienista, a modo de ciudad jardín. Esta actuación desplazó la creación del 1º parque urbano de A Coruña al Monte de Santa Margarita donde se realizará el Parque de Joaquín Costa. A lo largo del primer tercio del Siglo XX los cambios en el proyecto de ensanche se sucedieron viéndose modificado completamente. A la creación de la Ciudad Jardín le siguieron, en el sector situado entre Riazor y el primer ensanche, el cambio de alineaciones de las calles transversales a la playa, creándose la Plaza de Maestro Mateo. En el enlace entre este sector y la ciudad jardín desaparecieron las manzanas proyectadas y se crearon la Plaza de Portugal, el Estadio de Riazor y la ciudad escolar.
Los primeros ejemplos de ordenación integral.
Hasta ese momento, las actuaciones de planificación urbana eran planteadas y llevadas a cabo en espacios puntuales de extensión limitada, con el inicio del segundo tercio del Siglo XX comenzaron a cobrar un carácter integral, abarcando todo el municipio. El primero de estos intentos parte del concurso para la creación de un Plan de ordenación integral de 1940 del que resulta el Plan para Desarrollo y Expansión de la Ciudad de 1945, conocido comúnmente como Plan Cort. Sus bases eran un viario principal formado por avenidas de acceso radiales que se cruzaban con varias Rondas y una circunvalación bordeando la costa.
Otro de los elementos fundamentales era el sistema de parques, uno en cada una de las colinas que rodean la ciudad histórica y los 2 ensanches. Cort estableció un máximo de 600 m de distancia entre cada zona verde y corredores peatonales para comunicarlas; era un intento de crear un sistema de espacios verdes integrado en la estructura urbana que se vería completado por la vía de circunvalación, que debía ser un bulevar con amplias aceras y vegetación. Los nuevos parques propuestos eran los Parques de San Roque, San Pedro de Visma, Agra de los Mallos, las avenidas y rondas arboladas que sumados a los preexistentes (Parque de Joaquín Costa, Jardines de Méndez Núñez, etc) supondrían 839.200 m2 de zonas verdes y espacios libres para una ciudad de 112.096 habitantes, resultando 7,4 m2 por habitante.
Este plan encontró oposición, lo que dio lugar a su suspensión. Constituye, a pesar de ello, un hito en el urbanismo coruñés, no sólo por haber sido el primer intento de ordenación sino también porque muchas de las propuestas desde ese momento hasta la actualidad están inspiradas o directamente copiadas de las de César Cort. Los principales motivos que llevaron al rechazo fueron el gran número de cambios incluidos sobre espacios ya edificados mediante Planes de Reforma Interior, la escasa altura de la edificación y el exceso de espacios libres. En la memoria del plan que lo sustituye (de 1948) se explicita que los parques «deben llevarse a la periferia de lo que se intenta urbanizar, como zona de conexión entre el campo y la ciudad (…) pues al no necesitar La Coruña, por su particular emplazamiento, de pulmones interiores, podrán ser trazados los que cuya construcción y mantenimiento sea económico y eviten así en gran parte el gasto de atención del excesivo número de calles». Esta afirmación no es otra cosa que la declaración de que no se consideran necesarios los  espacios verdes urbanos. De las críticas vertidas sobre el Plan Cort se deducen los principios que marcaron el plan de 1948, una mayor densidad edificatoria, mayores alturas y menos espacios libres. Fue un proyecto eminentemente conservador y condicionado por principios economicistas, contribuyendo, en colaboración con los siguientes planes, a la creación de la ciudad de bloques de gran altura, y calles estrechas y anárquicas en sus trazados que actualmente rodea el centro.
El Plan de 1948 dividía el municipio en 3 partes, el Sector Exterior, área del municipio no urbanizada; el Área Interior, equivalente a la ciudad histórica, donde predominaba lo ya establecido y en el que no se preveían actuaciones salvo en terrenos no consolidados. El tercer sector, divido en 12 barrios, era el denominado “Ensanche”, que abarcaba los 2 ensanches y los sectores de crecimiento urbano no ordenado donde se planteaban las principales actuaciones.
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1885 – Propuesta 1ª Ensanche Juan Ciorraga

En los 12 barrios del sector de Ensanche se planificaba una edificación total o parcialmente intensiva, mientras que los espacios verdes y libres propuestos eran escasos y menos aún serían los que se llevarían a la práctica. La ciudad así proyectada tendría capacidad para 128.071 habitantes y ocuparía una extensión de 6.980.000 m2 de los que el 50’9 % eran no edificables; de los terrenos no edificables 862.060 m2 se destinaban a espacios verdes resultando una relación de 6’7 m2 verdes por habitante, cifra superior a los 4 m2 que exigía la ley pero inferior a los 7’4 que proponía Cort, que además los integraba en el tejido urbano.
En 1965 se llevó a cabo la revisión del Plan de 1948 con la finalidad de ordenar el crecimiento industrial y residencial por el que se había visto desbordado, y por la necesidad de coordinarlo con actuaciones promovidas por la Gerencia de Urbanismo. El Plan fue aprobado en 1967 y en su memoria se calculó, en base al crecimiento que se venía registrando hasta entonces, que en el año 2000 la ciudad contaría con 400.000 habitantes, excediéndose en más de 100.000 y originando gran parte de las deficiencias y problemas ocasionados por el plan urbanístico. Para su aplicación se llevó a cabo una zonificación del municipio recogiendo los sectores del Plan del 48 (sector interior, sector de ensanche con sus 12 barrios y extrarradio) además de los polígonos residenciales de Zalaeta, San Pedro de Mezonzo y Elviña, el industrial de Bens y los viarios de conexión de Bens con el puerto y la Plaza del Espino como acceso a la ciudad, el puerto y su zona de desarrollo.
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1903 – 2ª Ensanche de Mariño y Soraluce

La zonificación que se estableció en el plan fue la siguiente:
Z.1. Repoblación Torre de Hércules. Descrita como espacio libre abatido por los vientos y temporales y por tanto no adecuada para la vivienda. Se proponía «una adecuada repoblación vegetal y arbórea» y crear un parque natural que albergase diversos equipamientos, desde escolares a deportivos. También se pretendía poner en valor el interés turístico del sector de la Torre para lo que se señalaba la necesidad de crear un aparcamiento y dar fluidez a las vías de comunicación. Pocas de estas actuaciones se realizaron durante la vigencia del plan; la repoblación vegetal nunca se materializó, la recuperación del espacio verde del entorno del faro es reciente y se encuentra relacionada con la creación del Paseo Marítimo.
Z.2. Unidad Vecinal de San Amaro. Proyecto de recuperación del terreno de una vieja cantera en la península de San Amaro. El Plan Parcial, denominado de Adormideras, fue aprobado en 1969 y en 1976 se materializó el estudio para su ejecución. Los espacios verdes de estilo racionalista totalizaban 19.026 m2 frente a 16.403 construidos.
Z.3. Zona de edificación semi-intensiva, escalonada rasante inferior zona histórica. Sector en pendiente que, desde San Amaro al Castillo de San Antón, cierra la Ciudad Vieja. Se proyectó una «vía perimetral al nivel del mar» que debería revitalizar la zona.
Z.4. Zona Histórica. Reconocía la importancia y significación del sector, por lo que justificaba la existencia de una ordenanza especial, también se afirmaba que no debía aplicarse de «modo negativo» limitando actuaciones, sino promoviendo y aprobando intervenciones respetuosas con el espíritu de la zona histórica más que con la forma. Se reconocía que «el criterio tiene sus peligros» y de hecho supuso la apertura a todo tipo de actuaciones de densificación y sustitución de edificaciones de forma irrespetuosa con el espíritu y la forma del casco histórico.
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1943 – La Coruña

Z.5. Zona de construcción economicista (Monte Alto). Se trataba de una zona de edificios bajos de hasta tres plantas entre las que empezaron a aparecer edificaciones de mayor altura. Ante esta situación, el plan adoptó unas medidas restrictivas para mantener la «escala pequeña del barrio colmatando dignamente las zonas que restan». En el Campo de Marte, se proponía la construcción de un centro cívico que de haberse realizado hubiese supuesto la desaparición del único espacio libre de la zona.
Z.6. Costa de Playas de Riazor y el Orzán. Espacios en ambos extremos de las playas que se pretendían recuperar como zona de importancia turística y hotelera.
Z.7. Polígono de Zalaeta. Emplazado en la ensenada del Orzán. Hasta mediado el Siglo XX el barrio reproducía las características del entorno, con trazado irregular y edificación de poca altura Fue promovido por la Gerencia de Urbanismo, con un Plan Parcial redactado en 1963 con la intención de ordenar un sector considerado estratégico por su localización. Los objetivos principales del polígono eran abrir vías de comunicación, sanear y dotar de una edificación y servicios modernos y confortables, y recuperar el sector del Orzán para la ciudad y el turismo. No contó con más espacios libres que una pequeña plaza, con jardinería baja.
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1948 Plan de Alineaciones LA CORUÑA

Z.8 y Z.13. Zonas de ensanche programadas en el plan del 1948. El sector Z.8 recogía las zonas consideradas «dentro de casco», existiendo dos subzonas diferenciadas, Z.8.1, Zona de Protección Cantones-La Marina, de gran importancia funcional y simbólica; con las zonas verdes del Paseo y los Jardines de Méndez Núñez. Z.8.2 era el sector comprendido entre el primer ensanche, la zona de Riazor del Segundo Ensanche y Santa Margarita, albergaba la Plaza de Toros y el Casino donde se realizó una zona residencial de alta densidad. Se consideraba un espacio importante por ser el lugar de convergencia entre la Avenida de Arteixo y las vías peatonales que llegarían, según el plan, hasta la Ciudad Vieja. Z.13 eran las zonas donde no se había iniciado la construcción.
Z.9. Zona portuaria y ferroviaria. Por decisiones políticas en A Coruña se localizó un gran complejo petroquímico que trajo consigo un fuerte desarrollo del puerto. El sector ferroviario incluía la estación de ferrocarriles del puerto y la de San Cristóbal.
Z.10. Polígono de San Pedro de Mezonzo. Creado por la Gerencia de Urbanismo, era una zona de importancia estratégica por condicionar el acceso a la ciudad. Ocuparía 8 ha de suelo residencial, proponiéndose una «entrada directa a La Coruña por medio de un viaducto sobre la iglesia de San Pedro de Mezonzo», bajo el que se localizó una pequeña zona verde.
Z.11. Zona verde recreativa del Parque de Santa Margarita. Según el Plan el parque se encontraba olvidado. Se apunta la necesidad de revitalizarlo y darle un carácter recreativo, remodelando convenientemente sus bordes. En 1974 se redactó un proyecto de actuación que fue llevado a cabo entre los años 1976 y 1977.
Z.12. Ciudad Universitaria y Deportiva. Aumentaba sus límites respecto de 1948, en parte a costa de los espacios libres, muy limitados, e interrumpiendo el Paseo de Ronda.
Z.14. Polígono de Bens. De industria pesada y con un sector de industria ligera. Lo que más interesa de esta Zona, es que en función de su existencia se creó la Zona 15.
Z.15. Zona verde libre de uso cultural, escolar y de separación industrial-residencial. La incorrecta localización del polígono industrial en las proximidades de zonas residenciales llevó a los planificadores a proponer la creación de una zona verde que actuase de pantalla, y a su vez acogiese equipamientos y servicios. Para la aprobación del plan, la Dirección General de Urbanismo exigió el cambio del nombre de la Zona 15 por no considerarla un espacio verde sino un área de protección.
Z.16. Polígono de Elviña. Sector promovido por la Gerencia de Urbanismo, cuya parte principal fue proyectada con dos sectores a ambos lados de la avenida de Alfonso Molina. Se trataba de un polígono residencial de diseño racionalista, de bloques rodeados por vías perimetrales con calles secundarias de acceso a la vivienda. Contaba con zonas verdes y espacios libres interiores, sin más interés que su propia existencia como relleno de los espacios no edificados.
Z.17. Centro de negocios, comercio y estación de autobuses. Espacio nuevo que surgió de la desaparición de la antigua estación de ferrocarriles y los depósitos de CAMPSA. Se proyectó como un gran centro de negocios con espacios peatonales enlazando elementos considerados básicos como las estaciones de autobuses y de ferrocarril. En la década de 1980, en vigencia de un nuevo plan, se convirtió en un centro comercial, y albergó el Parque de Europa. También era considerado de gran interés enlazar este sector con el proyecto de comunicaciones Bens-Puerto resultando que en la actualidad el tráfico de vehículos pesados circule por una de las principales calles comerciales de la ciudad.
Z.18. Zona industrial. Abarcaba el resto de áreas industriales diseminadas por el municipio y no incluidas dentro del polígono de Bens.
Z.19 Parque público. El plan de 1967 definía como parque público las zonas libres sometidas a repoblación o tratamiento vegetal de propiedad municipal. Consideraba la posibilidad de albergar en ellos equipamientos escolares, culturales, recreativos o deportivos. Los espacios verdes que, según el plan, existían o serían creados en la ciudad eran los de la Torre de Hércules (Z.1); los Jardines y Paseo de Méndez Núñez, previos al plan; el Parque de Santa Margarita (Z.11), existente con anterioridad pero acondicionado y mejorado; zonas verdes del Polígono de Elviña y su prolongación por la parte alta de Santa María de Oza, de las cuales sólo se realizaron las proyectadas para el Polígono de Elviña; el sistema verde de las Cumbres de Eirís de Abajo y Fábrica de Armas, y continuación por la ladera orientada al Norte, tampoco se realizaron. El papel del Plan General del 67 fue nulo, ya que los espacios verdes que había en la ciudad al terminar su vigencia son previos a él o proceden de Planes Parciales (espacios verdes de la trama de detalle).
Z.20. Zona de Protección de la Ría. Se trató de crear una ordenanza de protección visual de la margen izquierda de la Ría de O Burgo.
Z.21. Ciudad Jardín con Edificación Extensiva. Incluía la Ciudad Jardín original, próxima a Riazor, a la que se sumaba un sector de Ciudad Jardín proyectado en la ladera situada por encima de la Fábrica de Armas continuando paralela a la Vía del Pasaje.
Z.22. Zona de Tolerancia Industrial. Sector próximo al Puente del Pasaje, en el interior de la Ría, en donde se pretendía crear un foco de atracción de pequeña industria.
El plan se limitó a la proyección de polígonos residenciales de edificación intensiva, resultado de un planteamiento del urbanismo desde una ideología desarrollista tendente a aumentar al máximo el volumen edificado y por tanto los beneficios económicos. A ello se sumó una política urbana altamente permisiva y confusa, proceso no exclusivo de A Coruña como recoge Tomé (2001) para el caso de Oviedo; «cuando más necesario hubiera sido ordenar esa rápida progresión, el planeamiento brilló por su ausencia (…) el proceso urbano y la producción masiva de viviendas se efectuaron dentro de unas coordenadas de espontaneidad, con transgresiones frecuentes de las determinaciones legales. Se han señalado efectos palpables en aquella generación de planes desarrollistas -se refiere a los redactados a partir de la Ley del Suelo de 1956- que, partiendo de previsiones demasiado halagüenas y sin ponderar quizá suficientemente el poder de los agentes inmobiliarios, prestos a hacer fortuna a cualquier precio, cayeron quizás un tanto en lo quimérico» llevando a la «ciudad real» a distanciarse de lo escrito en los planes (en este caso, el plan de Oviedo de 1967). En A Coruña, en el período 1961- 1970, se duplicó el número de viviendas (de 25.000 a 52.000), mientras que la población en el período intercensal 1960-70 aumentó únicamente en 12.152 habitantes, reflejo del desproporcionado crecimiento edificativo.
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1952 – La Coruña

En cuanto a los espacios verdes el propio arquitecto municipal Iglesias Atocha ante el documento previo a la aprobación alegó la necesidad de conservar el Campo de Marte por ser la única zona verde del sector Z.5 y el mantenimiento de los Viveros Municipales del Agra del Orán por razones semejantes. También propuso la ampliación de Santa Margarita por el sector del Paseo de los Puentes y la creación de una zona verde a lo largo de la Avenida de Arteixo que se vincularía con Santa Margarita. Observaciones que no fueron consideradas por creerse negativo el rebasar los mínimos de superficie verde que la ley explicitaba, por afectar en demasía a la propiedad privada y suponer un gasto excesivo para el ayuntamiento.
Ante la escasez de espacios verdes planificados, proyectos como la creación de un gran espacio verde urbano en la zona de la Torre, la peatonalización de las calles longitudinales de Pescadería, entre Santa Margarita y la Ciudad Vieja o el acondicionamiento del sector de las playas como intento de recuperarlas como espacio de ocio cobran importancia. Estos 3 proyectos deberían haberse realizado en la primera y segunda fase de ejecución del plan, entre 1965 y 1975, y finalmente en la tercera etapa del plan, 1975-1980, debería haberse creado un gran parque en la zona de Os Castros. El hecho de que estos proyectos no fueran ejecutados o se hicieran sólo parcialmente, junto con las citas anteriores referidas a las tendencias del urbanismo de la época, aportan una idea general de las prioridades del plan de 1967, construir y obtener beneficios a toda costa.
Un nuevo modelo de ciudad. El PGOM de 1985.
La crisis económica que de forma generalizada afectó a la industria en la década 1970-80 se puso de manifiesto en las ciudades gallegas con cierto retraso. No es hasta comenzado el siguiente decenio cuando el sector industrial y las ciudades con representación del mismo se ven afectadas. A Coruña, tradicional ciudad administrativa y comercial en la que se había desarrollado un Polo de Desarrollo, se ve menos afectada gracias a la diversificación económica. Aún así se apuesta, como nuevo modelo económico, por la terciarización.
La necesidad de un marco en que desarrollar el nuevo modelo de ciudad perseguido llevó a la aprobación del Avance de la Revisión y Adaptación del PGOU, cuyo texto revisado se presentó en 1982. Sus principios venían definidos por la concepción del área metropolitana como un todo, incluyéndose en la ordenación del crecimiento y localización de equipamientos; la protección de espacios urbanos como el centro histórico, suburbanos de interés agrícola y paisajístico, y la recuperación de espacios libres para usos dotacionales y zonas verdes. El avance fue rechazado pero sirvió para dejar constancia de los principales problemas y necesidades de la ciudad a las que se debía hacer frente. Éstos eran el fuerte crecimiento que comenzaba a derivar hacia el periurbano, la degradación de la ciudad por años de descontrol y liberalismo urbanístico, y la carencia de espacios verdes, cuya dotación era semejante a la del primer cuarto del Siglo XX cuando Coruña contaba con 150.000 habitantes menos.
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1985 PGOU La Coruña

pg-1985aEn 1985 se redactó y aprobó un nuevo Plan General en el que se propuso una estrategia sobre suelo urbano de «acabado, mejora y conservación de la ciudad».
Hacía referencia a los procesos mediante los que se debía encarar «el alto grado de inacabado» de la urbe, que se hacía patente en la inexistencia de alineaciones, de reservas de suelo para equipamientos y espacios libres; ante ello el plan se proponía ordenar los intersticios de suelo urbano. Los principales aspectos a corregir eran la densidad edificatoria, el incumplimiento de la Ley del Suelo en cuanto a espacios libres y verdes, la mejora en la calidad de la urbanización y las dotaciones de equipamientos comunitarios, y la actuación urgente en los sectores que se encontrasen en peores condiciones. Se planteaba la necesidad de conservación de la ciudad en referencia a la pérdida de las tipologías edificatorias que se estaba produciendo con la permisividad de los anteriores planes de ordenación y ordenanzas. Se propuso la conservación del patrimonio edificado afectando a edificios y conjuntos, enriqueciendo y diversificando la arquitectura, y revitalizando sectores antiguos de la ciudad. El plan debería actuar ampliando la zona protegida, reduciendo las facilidades existentes para la sustitución de edificios, y favoreciendo la conservación mediante catálogos y normas de protección.
En lo que se refiere al suelo urbanizable, el ensanche de Elviña era la actuación proyectada más importante. Abarcaba un total de 137’8 ha repartidas en 3 sectores de suelo urbanizable programado: S.U.P 1 de 24’2 ha destinado a residencial e industria ligera y S.U.P. 2 de 6’4 ha dedicado a terciario y equipamientos, localizados entre el ferrocarril y la Avenida de Alfonso Molina. El tercer sector, de 26’6 ha y más alejado del centro de la ciudad, entre Matogrande y Eirís de Abaixo, se destina a ciudad jardín y verde de protección del ferrocarril y Parque General de Eirís (2’6 ha.). Además, se recogían 2 sectores de suelo urbanizable no programado que sumaban entre ambos 24’7 ha. El plan definió 10 sectores más de Suelo Urbanizable No Programado entre los que destacaban los Planes Parciales de Los Rosales (53 ha.), San Pedro de Visma (30’03 ha.) y el que se destinará a la universidad que abarcaba 100 ha. El resto de extensiones de suelo urbanizable no programado son pequeñas unidades repartidas por el municipio; entre las 7 sumaban 88’2 ha. y el total de las 12 áreas suponían 295’93 ha.
El plan de 1985 reconocía la precariedad existente en cuanto a espacios verdes que, en aquel momento, estaban limitados a los Jardines de Méndez Núñez y al Parque de Santa Margarita, que eran, según el texto del plan, «los únicos espacios libres públicos ajardinados como tales de dimensión adecuada a la ciudad en su conjunto». La inexistencia de suelo de reserva en el sector consolidado de la ciudad hacía imposible la creación de nuevos espacios libres, quedando su realización supeditada a cambios en usos o a la obtención de nuevos terrenos de titularidad privada o de instituciones como la Iglesia o el Ejército. Ante tal situación se propuso la creación de espacios menores diseminados por la ciudad con el fin de paliar las carencias señaladas.
La superficie total, una vez concluidos los proyectos, sería de 1.533.000 m2, que puestos en relación con la población de la ciudad (278.000 habitantes) supondrían una superficie de 5’5 m2 por habitante, levemente superior a los 5 metros que la ley exigía. Sin embargo, al final de la vigencia del plan (1997) los espacios verdes sólo habían aumentado su número en 2, el de la Península de la Torre y el de los antiguos depósitos de CAMPSA (Parque Europa), lo que supuso un aumento próximo a 67.000 m2, estando en una fase inicial el de San Diego. Además se creó el Parque de la Maestranza de 14.000 m2 que no estaba recogido como proyecto.
La ordenación que el PGOU de 1985 propuso se correspondería, por la presencia de zonas verdes desperdigadas por la ciudad, sin orden ni esquema director, con una distribución asistemática. La localización periférica de los espacios verdes urbanos suponía la aceptación del caos ocasionado por los planes precedentes y la constatación de la falta de ambición para resolver las carencias en cuanto a espacios libres. Al panorama dibujado por la escasez de espacios verdes se sumó un importante fracaso o decepción que fue el del Paseo Marítimo cuya repercusión en lo que a espacios verdes se refiere fue prácticamente nula.
El Paseo Marítimo de A Coruña fue el fruto de la traducción al nuevo modelo de ciudad de los antiguos proyectos de crear una vía de circunvalación. Iniciado en 1990 y todavía sin concluir, por tratarse de un proyecto abierto a expandirse hacia cualquiera de sus dos extremos, se fue realizando de forma fragmentada por diferentes organismos (Puerto y Ayuntamiento de A Coruña, Demarcación de Costas de Estado y Dirección General de Carreteras), mediante distintos instrumentos de planeamiento (planes parciales, planes especiales…) y en etapas diferentes. Se señala una superficie verde de 125.000 m2, que no se corresponde con la realidad; el Paseo Marítimo se olvidó de los espacios verdes cuando podía haberse constituido en una de sus piezas clave, por su extensión, por población afectada, y por accesibilidad y continuidad.
Además, el plan reconocía la degradación natural-ambiental como un problema del municipio, afirmando que ante el pequeño tamaño del territorio y el fuerte crecimiento  edificativo, la protección del medio y los recursos naturales debía convertirse en una política prioritaria. Se delimitaron zonas de especial importancia como: la línea de costa; los Montes de San Pedro, dos Castelos e islas inmediatas, por acoger vegetación y fauna; la Península de la Torre por su valor paisajístico y natural; finalmente las áreas elevadas del municipio fueron también merecedoras de protección, con la finalidad de preservarlas ambiental y paisajísticamente. Otro punto clave se encontraba en la defensa de sectores agrícolas; el Valle de Mesoiro era protegido como zona de reserva de suelo y el sector inmediato al Castro de Elviña se recogió como zona para acoger un parque comarcal. No se planteó la protección únicamente por su carácter agrícola, sino también por mantener el equilibrio ecológico y por ser importantes reservas de suelo para futuros espacios verdes.
Los sectores que fueron convertidos en suelo de reserva pueden ser empleados para especular sobre cómo y por dónde se pretendía desarrollar en un futuro el sistema de espacios verdes de la ciudad. De haberse cumplido se habría tratado de un sistema verde lineal que penetraría desde el sector del Castro de Elviña siguiendo por el Valle del Río Mesoiro, pudiendo encontrar continuidad con un supuesto tratamiento de la Avenida de Alfonso Molina como bulevar.

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El Plan de Ordenación de 1997.
En 1993, pasados 8 años de la entrada en vigor del PGOM de 1985, comenzó a plantearse la necesidad de redactar un nuevo documento de ordenación. El plan en uso se consideraba agotado e incapaz de satisfacer las necesidades de desarrollo a corto plazo. En 2º lugar, existía la necesidad de adaptar la ordenación urbana del municipio a las nuevas circunstancias surgidas como el inicio de la consolidación de un área metropolitana.
El modelo territorial propuesto en 1985 se considera acertado y es adoptado para el nuevo planeamiento. Con las premisas de validez del modelo, pero con la necesidad de actualizar la ordenación concreta, se redactó una Revisión y Adaptación del PGOU que fue aprobada en 1997.
Entre los problemas achacados al medio destaca la baja calidad ambiental, ocasionada por el desequilibrio existente entre la superficie urbanizada y la natural de lo que se culpa, no a una inadecuada ordenación municipal, sino a la reducida extensión del municipio. Demográficamente el problema detectado más destacable es el envejecimiento de la población por el abandono de la ciudad de importantes contingentes de jóvenes al encontrar fuera mejores precios de viviendas y mayor calidad ambiental.
En referencia a las zonas verdes se realizan las mismas observaciones recogidas en 1985. Son consideradas espacios vitales en el desarrollo cualitativo de la ciudad y se reconoce que su carencia la coloca en una situación de acuciante necesidad. Dicha escasez es achacada a la inexistencia de la «necesaria estrategia técnica» para la consecución de los proyectos de parques, por lo que la superación de esas trabas se convierte en objetivo prioritario. En referencia a espacios concretos, al planteamiento de la ejecución de los proyectos del Plan del 85 no realizados, se añade el del Monte de San Pedro.
Para la consecución del objetivo primordial de la Revisión del Plan, la culminación del proceso iniciado en 1985, se marcaron una serie de objetivos generales:
  • Objetivos para obtener el acabado y mejora de la ciudad actual. Se trata de desarrollar los instrumentos necesarios para terminar los procesos iniciados, para completar la ordenación e incorporar el planeamiento de desarrollo vigente, y en fase de gestión y ejecución, los Planes de Reforma Interior, el Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la Ciudad Alta y Pescadería así como la realización de los parques urbanos proyectados.
  • Objetivos sobre suelo urbanizable y áreas de nuevos asentamientos. La ordenación se encamina hacia la redacción de los planes parciales y documentos necesarios para integrarlos al suelo urbano, y llevar a cabo los sistemas generales mediante la obtención del suelo necesario a través de las Áreas de Reparto.
  • Objetivos sobre Suelo Rústico. Se propone la delimitación de zonas que por características físicas o usos deban ser protegidas («áreas de interés medioambiental y bioecológico»), pudiendo ser integradas al sistema de espacios libres.
  • Objetivos socioeconómicos. Se fija el refuerzo de la terciarización económica, la búsqueda de nuevos espacios de actividad económica y la mejora del puerto.
  • Objetivos en orden a resolver problemas estructurales. Se refiere en exclusiva a la resolución de los problemas que afectan a la red viaria. Se persigue la consecución de una red mejor conectada con los accesos y menos saturada de tráfico.
  • Tratamiento de los equipamientos del sistema general. El plan considera la dotación de A Coruña apropiada. La única preocupación es conseguir su adecuada distribución.
  • Objetivos dirigidos a resolver los problemas existentes en los servicios urbanos básicos y medioambiente. Medidas de control y correctoras en temas como aguas y vertidos; medidas de recuperación de canteras, desmontes y elementos semejantes.
  • Objetivos relacionados con la programación y la gestión urbanística de las acciones a desarrollar. Se considera esencial encontrar el equilibrio entre las propuestas y la capacidad de gestión para completarlas en los plazos previstos.
  • Consecución del Sistema General de Espacios Libres. Los problemas reconocidos derivan de la imposibilidad de obtener espacios verdes, por lo que el objetivo principal es dotar al planeamiento de los instrumentos necesarios para su creación. También se recoge la necesidad de realizar nuevos espacios libres/verdes con el fin de articular un sistema que penetre y se integre en el tejido urbano de forma equilibrada; una red continua que permita «relacionar (…) el centro del casco con los distintos barrios periféricos, así como las áreas que se destinen a ocio y esparcimiento». El primero de los objetivos es factible, además de altamente necesario. Sin embargo, la segunda propuesta es inalcanzable por la ausencia de la base necesaria y porque su consecución afectaría a amplios sectores de suelo urbano consolidado sobre los que actuar resultaría prácticamente imposible. De este hecho ya eran conscientes los técnicos que llevaron a cabo el plan de 1985 que propusieron todos los nuevos espacios verdes en la periferia del suelo consolidado. Desde que en el PGOM de 1985 se detectasen las graves carencias de espacios libres y verdes urbanos, y se les intentase poner freno mediante la proyección de parques urbanos hasta la aprobación del nuevo plan pasaron doce años y las observaciones son las mismas, así como las soluciones propuestas. La novedad es el especial énfasis puesto en la resolución de los problemas técnicos que impedían obtener los terrenos necesarios; no se pueden crear los parques si no se dispone de suelo, suelo que nunca ha faltado para las grandes infraestructuras como los recintos de espectáculos (Coliseo, Palacio de la Ópera), el Palacio de Congresos, los museos (Domus y Acuario) o el Paseo Marítimo.
Además de los objetivos generales y tras la exposición pública del Plan se incorporaron unos objetivos puntuales que recogían los anteriores y los definían dentro de la concreción posible. Los objetivos puntuales sobre el sistema de espacios libres añaden pocas novedades respecto a los generales, se limitan a confirmarlos y a la incorporación del Monte de San Pedro al sistema de espacios verdes y se plantea la incorporación del sector del Castro de Elviña a dicho sistema.
El plan recoge actuaciones encaminadas a la obtención del suelo para crear los parques propuestos en 1985; se considera esencial la creación de los de Eirís, Elviña y A Sardiñeira e incorporar el Monte de San Pedro, San Pedro de Visma y Oza. La intención es que éstos, junto con los ya existentes, conformen un «verdadero sistema de espacios libres» aunque la situación propuesta dista bastante de configurar un sistema de espacios verdes, por su escasez, su falta de continuidad y por no afectar a todo el conjunto de la cuidad.
De la relación entre la superficie verde prevista en el municipio y la población que la ciudad podría albergar al finalizar todas las actuaciones del plan (288.754 habitantes) resulta una proporción de 5’638 m2 de espacio verde por habitante, superior en 0’638 m2 a lo exigido por la ley vigente entonces.
Los planes a lo largo del s XX y en la actualidad. Voluntad de recuperar la calidad urbana. 
La Coruña ha tenido una serie de Planes Generales a lo largo de todo el siglo XX, si bien su gran transformación urbanística se experimenta en la posguerra. La ciudad había tenido sus fases de desarrollo y se había desplazado del casco medieval –o Ciudad Alta- a la Pescadería, creando sus sistemas de protección y modificando su posición siguiendo el ritmo y la importancia del Puerto.
Las fases de su construcción histórica, bien estudiada en varias referencias aportadas en la bibliografía, nos muestran episodios brillantes de proyectos de arquitectura o Proyectos Urbanos, que han marcado la “forma general” de la ciudad y son un legado de gran importancia. El tradicional centro histórico los agrega y debe ser una preocupación mantener su identidad y facilitar su lectura y percepción. Hemos de entender que los distintos episodios de la historia urbana de la ciudad, cobran distinto valor a lo largo de las décadas y distintas generaciones aprecian de manera diversa los mismos espacios: Tal es el caso de la aproximación de la ciudad al Puerto o al mar, los espacios más monumentales o más domésticos; ésta es la potencia de la riqueza espacial del Casco y las propuestas de tratamiento deben tenerlo en cuenta.
Pero la ciudad tuvo también sus planes de Ensanche, relativamente modestos en escala y tamaño y enmarcados dentro del espacio natural de la ciudad bien definida por el sistema de colinas o los altos de San Pedro, Santa Margarita y Castrillón. Las propuestas de Juan Ciorraga en 1885 y de Mariño Soraluce en 1903 formalizan las primeras expansiones fuera de las murallas. Después la Ciudad Jardín y Riazor van completando la zona más suave de la topografía hacia el interior.
El ferrocarril se instala en el límite del Ensanche buscando tanto el servicio al Puerto como marcando luego una posición baricéntrica hacia el interior. Los trazados del ferrocarril han delimitado los espacios de expansión y parece que toca ahora potenciar su uso en la nueva condición metropolitana y las nuevas expectativas creadas en el Puerto.
No será hasta bien avanzado el XX que serán acometidas algunas acciones fuertes de “ensanche y/o extensión”. Ahí cabe destacar el Plan de César Cort de 1945, que plantea opciones claras de apertura y modernización de la ciudad. El contraste de sus propuestas con las formas del Urbanismo que se desarrollaba en aquel momento, condena aquel Plan al fracaso, pero algunas de sus ideas de trazado serán retomadas, aunque de manera adulterada, por el Plan de alineaciones de 1948 y, más adelante, convertidas en proyectos de ejecución con la actuación directa del Ministerio, para afrontar las infraestructuras de nueva vialidad con la red arterial, la definición de grandes zonas industriales y la ampliación del puerto.
De esta forma se consolidan las nuevas formas de acceso a partir de la Avenida Lavedra, los polígonos Elviña, las Rondas, Plaza del Espino, los polígonos industriales de Bens y la implantación de la Refinería y la Planta de Aluminio.
Diríamos que los Planes han ido dando formas urbanas distintas de acuerdo con las “necesidades” de la ciudad y sus operadores, pero también según la evolución de las ideas o formas de hacer ciudad. Tocará trasponer la situación a la actualidad.
Las huellas de los Planes en la ciudad actual 
El punto de partida es la ciudad de finales del XIX, con las murallas ya derribadas y algunos proyectos urbanos de sutura en la ciudad antigua prácticamente ejecutados. Es un momento en que se comienzan a proyectar posibles expansiones de la ciudad de manera premeditada, más allá de las fórmulas de ir rellenando los espacios suburbanos aprovechando la estructura de caminos preexistentes.
Las primeras actuaciones de ensanche en la ciudad, trabajan con criterios de urbanizar nuevo suelo perfectamente delimitado. No existe una voluntad de ordenar integralmente el territorio, sino que se opta por preparar el suelo necesario para la expansión más inmediata. De hecho, no existía un referente legislativo que indujera a una planificación integral.
Por tanto, aún se seguían las pautas que habían llevado a ocupar el ámbito de Pescadería como extensión de la Ciudad Antigua, estructurándose a partir de los caminos existentes, proyectos de alineaciones y siempre de una manera muy compacta. Paralelamente, la ciudad también ensayó dos procesos de ordenación de “sutura urbana”, uno en la Plaza de María Pita y el segundo con la creación del entorno de la calle de Juana de Vega, en los espacios ocupados por murallas anteriores y suelos de defensa, entre la Ciudad Antigua y Pescadería y entre este sector y el primer ensanche, respectivamente.
En el proyecto de Ensanche, la nueva ciudad se proyecta estrictamente en su trazado, a partir de una delimitación inequívoca favorecida por los caminos de acceso a la ciudad. A diferencia de lo que sucede hoy, el eje principal de acceso a la ciudad era la calle de San Andrés, hacia cuya puerta se derivaban todos los caminos. No queremos decir con ello que no hubiera una puerta litoral al lado del puerto -que debía soportar el tráfico de mercancías-, pues la cartografía histórica así permite verificarlo, pero la fuerza de dicha calle, la confluencia de caminos, la localización de edificios públicos y la propia lógica urbana así lo avalan.
En el proceso de crecimiento de la ciudad podemos observar como la referencia del puerto es permanente, siguiendo la expansión el arco alrededor del mismo. La ciudad no comenzaría a consolidarse hacia la bahía de Orzán de una manera clara hasta los años cincuenta (la ciudad jardín fue una excepción en este sentido) y aún hoy el frente exterior continúa completándose en la zona de Los Rosales. Esta misma tendencia la muestra la implantación de las infraestructuras, justificada ésta por la mayor tensión en el sistema de relaciones que ejercen las poblaciones situadas al sur y a levante de A Coruña.
El crecimiento de un siglo
Los primeros ensanches.
La ordenación del Primer Ensanche, de 1890, parte de una estructura periférica de ejes generales a partir de las vías de acceso a la ciudad, disponiéndose siguiendo el arco meridional del puerto. Introduce, no obstante, una doble malla para resolver el conflicto que le crean la directriz N-S de la ciudad consolidada con la del nuevo frente litoral, casi de 45º. El punto de bisagra aparece en la calle del Notariado Montan, donde se articulan las dos trazas y esta calle comienza a marcar una tendencia en la ciudad que se mantenido hasta el último planeamiento general, que es llevar las vías del interior hacia el frente portuario, opción favorecida por la amplia disponibilidad de suelos. El proyecto de ensanche se desarrolla completamente.
En esta época, la cartografía ya recoge un elemento infraestructural que ha tenido un peso notable en la morfología urbana de la ciudad, el ferrocarril. Dadas las exigencias de trazado rígido, en planta y en perfil, como la necesidad de ocupar terrenos de manera específica, la existencia del ferrocarril siempre se configura como una pieza clave en la forma urbana, en muchos casos creando fracturas importantes.
En su primer emplazamiento, en la localización actual de la estación de autobuses, la posición inicial en la base de la ladera de los Castros no suponía un perjuicio excesivamente problemático, aunque la consolidación de la estación de mercancías de San Diego acabaría condicionando el puerto comercial.
La situación de la estación de pasajeros hacia levante supone una tensión añadida para la expansión de la ciudad, por otra parte en una posición más protegida de las inclemencias del tiempo en la bahía de Orzán, orientada a mar abierto.
El Segundo Ensanche, de 1910, sigue una línea análoga en lo que se refiere a su concepción como espacio claramente delimitado para su ordenación. No plantea opciones externas que permitan crear nuevas infraestructuras, sino que incorpora las existentes.
En su alcance territorial supone la consolidación de los 2 frentes litorales del puerto y de la bahía de Orzán, aunque sería la primera opción la que posteriormente se confirmará como la principal tendencia de crecimiento de la ciudad. De hecho, como ejecución del plan, la entrada de levante se consolida en los años siguientes mientras que la de poniente seria incorporada por sucesivas propuestas de planeamiento
Si bien el plan de 1910 es más generoso en su alcance territorial que el anterior plan de ensanche, nuevamente se limita a opciones basadas en el continuo urbano delimitado o proyectado, aunque se inicia alguno de los ejes principales radiales de la ciudad actual.
En esta fase es importante observar el peso de la posición de la estación del ferrocarril, que es abrazada por la nueva propuesta de extensión hacia levante.
La formación de la estructura viaria como soporte.
Así llegamos al que podríamos entender como primer plan con criterios de estructura general, el Plan de Alineaciones de 1948. Decimos que se podría entender, porque no sería justo obviar el peso e influencia que tuvo en este plan aprobado la propuesta del Plan Cort de 1945. En éste encontramos las principales aportaciones del plan del 48, tanto en la ambición de concebir de manera integral las diferentes escalas de proyectación sobre el territorio, como en el planteamiento de una estructura viaria integral, estructurada en diferentes niveles funcionales. Alguna de las grandes propuestas estructurales del Plan Cort –viarias y de espacios públicos- se han mantenido, con mayor o peor fortuna.
El plan de 1948 formula una estructura general que se puede reconocer claramente en la ciudad consolidada de manera más compacta. Podríamos hablar de 3 líneas básicas: la creación de la ronda septentrional, cerrando la ciudad antigua con una via por el borde litoral; la estructuración radial del arco meridional a partir de los ejes tradicionales de acceso a la ciudad, como si de los 5 dedos de una mano abierta se tratara; y la configuración de un sistema de rondas concéntricas de distribución.
En este plan también se formula la ocupación del entorno de La Torre, en la parte septentrional de la ciudad, creándose un barrio nuevo que completaría las tramas incipientes que se formaban sobre estructuras suburbanas de anteriores caminos. Una decisión estructural relevante en esta zona es la apertura de la calle Curros Enríquez.
En esta época aún coexistían las 2 estaciones de pasajeros (la de San Cristóbal y la de Ferrocarriles del Norte) y el plan Cort planteaba la desaparición de la de San Diego (no así la de mercancías del puerto). Esta opción también fue recogida por el plan del 48.
Los años siguientes están marcados por 2 referencias a nivel nacional. Por un lado, en 1956 se promulga la Ley del Suelo, que elevaba el planeamiento a elemento fundamental del sistema de desarrollo urbano, pero que otorgaba a la Administración un elevado margen de discrecionalidad en sus decisiones. Por otro, en los 60′ se plantean proyectos de redes arteriales para muchas ciudades españolas, cambiando radicalmente la forma de estructurarse la red viaria sobre el territorio.
En A Coruña, ambas circunstancias se manifiestan claramente. Se inicia un período en el que las propuestas de Planes Parciales de los 60′ se superponen a las determinaciones del planeamiento general. De esta manera, el Instituto Nacional de la Vivienda actúa directamente sobre el eje de la Av. del Alcalde Alfonso Molina y los terrenos de su entorno (Elviña), o la expansión en el polígono de Bens. En este punto, cuando en 1969 se formula el nuevo Plan General, se limita poco más que a recoger las propuestas que ya habían sido aprobadas y recomponer la estructura general a partir de las propuestas de red arterial que se habían ido formulando.
Estamos en la época de los grandes polígonos, que no necesariamente mantienen una continuidad compacta con el casco urbano consolidado, y de la creación de autovías urbanas que acceden al mismo Casco histórico, en el caso de A Coruña ya decididamente por la entrada de la Marina del Puerto, así como oberturas puntuales a través del casco consolidado. La estaciones ferroviarias ya se han especializado en pasajeros en San Cristóbal y mercancías en San Diego, mediante la creación de los correspondientes triángulos ferroviarios de Casablanca y Martinete existentes actualmente.
La gran expansión territorial.
En el último tercio de siglo, la ciudad conoce una gran expansión territorial, basada en la disponibilidad de vías de comunicación cada día mejores y en medios de locomoción privados que garantizan una mayor autonomía de la movilidad. Ello ha comportado la colonización de suelos impensable en los albores del siglo, cuando las opciones se planteaban con soluciones compactas.
En los años 70′ se sigue desarrollando el mismo tipo de actuaciones que en la década anterior, con la consolidación de las grandes infraestructuras viarias y la implantación especial del polígono de la refinería. La nueva ley de 1976 establecería un nuevo marco jurídico que limitaría las posibilidades de expansión al margen del planeamiento general. En este contexto se aprueba el Plan de 1985, que ya de manera integral sobre todo el territorio municipal, recogía las propuestas de los desarrollos anteriores aprobados y en proceso de ejecución, integrando las posibilidades de expansión puntual de los núcleos rurales antiguos del municipio. Se trata de un plan poco expansivo en su ejecución, aunque con algunas piezas singulares en la morfología urbana, como Los Rosales.
Diferente es el caso del plan de 1998. La aprobación en el mismo año de la Ley de Régimen del Suelo y Valoraciones permitía e inducía al planeamiento a prever el desarrollo de gran cantidad de suelo para su desarrollo, el cual se halla en un proceso avanzado de ejecución en muchos casos, como se analiza en el capítulo correspondiente, con excepción de algunas piezas, entre las que destaca el polígono de Eirís por su falta de concreción a pesar de haberse incluidos en propuestas sucesivas.
La historia de los planes en A Coruña de los últimos 100 años se resume en un continuo consumo de nuevo suelo expectante, con actuaciones de recuperación poco significativas (la transformación de la antigua Estación del Norte sería una). Los procesos compactos iniciales han dado paso a modelos diversos, algunos de ellos muy expansivos, dispersos y de gran impacto sobre el territorio. Se trata de modelos en muchos casos poco sostenibles en la medida que no permiten implantar sistemas de transporte público operativo y necesitan de disponer de una alta motorización particular que acaba colapsando las zonas más centrales de actividad.
La ciudad actual se muestra con un contorno desdibujado, que va siguiendo en algunos casos los valles, pero siempre la existencia de carreteras que han garantizado casi exclusivamente la movilidad hasta áreas ciertamente alejadas de los centros de producción, negocios o comercios más centrales. La relación entre estos “dedos” que se abren por el territorio no siempre está garantizada transversalmente, reforzándose de esta manera un efecto radial que ejerce una gran presión urbana sobre su vértice. Estos dedos se han ido especializando en algunos casos con funciones claramente asociadas: la residencia, la industria o los equipamientos sanitarios han ido tomando como ejes de localización algunas vías principales.
El peso de estas grandes vías de comunicación no ha hecho sino incrementar este efecto dispersivo por la potencial buena accesibilidad que garantizan, pero la polaridad radial que se ha configurado tiende a colapsar la débil estructura de la ciudad antigua. Los sistemas de relación transversal, la diversificación funcional o la mezcla de actividades han de permitir reconducir la tendencia actual.
Bases para la recuperación de la calidad urbana
La ciudad de A Coruña muestra un alto grado de colmatación, principalmente en las zonas más accesibles y de fácil urbanización, habiendo comenzado procesos de implantación en terrenos que requieren importantes intervenciones con notables alteraciones del medio natural. Por otra parte, los procesos analizados buscan solucionar las necesidades de crecimiento de la ciudad dentro de su propio término municipal, aunque sin incidir necesariamente en la recuperación las partes consolidadas, sino al contrario, para promover grandes infraestructuras de movilidad. Algunas iniciativas de reforma interior supusieron normalmente eliminar el tejido urbano anterior y su substitución por soluciones singulares poco articuladas con su entorno.
En el siglo XXI, parece que los Planes han de satisfacer otras demandas estructurales, ya que en la actualidad se mueven con nuevos sistemas de articulación:
a) En A Coruña la idea de “ciudad región” resume su condición metropolitana actual y demandaría a la ciudad aceptar un nuevo rol de su espacio municipal como una forma de nueva “capital de la urbanidad” de este sistema metropolitano y abierto.
b) La actividad económica –hoy en día- está muy diversificada, es mixta y cambiante: la ciudad va a coexistir un periodo todavía con industrias pesadas y una economía que mira hacia formas de empresa más pequeñas y especializadas mientras que el sector servicios va en aumento, para convertirse seguramente en el gran sector económico del futuro: para ello tiene sentido que los espacios o sectores con más capacidad de albergar esta nueva economía, puedan encontrar espacio de expansión o nuevos suelos en la línea del reciclaje de espacios vacíos existentes.
c) También la mayor integración en el sistema natural ha de ser un objetivo prioritario: es el paisaje el que debe dominar donde todavía es posible, pero también permitir que el “metabolismo” de la actividad en la ciudad se produzca dentro de las condiciones que la sostenibilidad urbana hoy nos compromete.
d) Además, la ciudad existente debe conseguir cuotas de “confort urbano” mayores para que pueda seguir siendo un lugar apetecible para los ciudadanos que ya están residiendo en estos espacios:
Por tanto, estas actuaciones sobre la ciudad existente permiten plantear la opción de que “salir fuera” de la ciudad a buscar nueva casa o apartamento no sea un aliciente, si no que el confort y la calidad están y se encuentran ya en la ciudad.
En el Informe “Análisis Urbanístico de Barrios Vulnerables 1996. Catálogo de Áreas Vulnerables Españolas”. Ministerio de Fomento‐Instituto Juan de Herrera. Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid, ‐ HERNÁNDEZ AJA, Agustín se identifican en La Coruña en 1991 los siguientes barrios vulnerables 1. SECTOR LABAÑOU y 2. SECTOR EIRIS, además las zonas de BARRIO DE MONTE ALTO (Barrio muy ligado al mar, de trama abigarrada para evitar los vientos, presenta unas viviendas muy viejas. Población de edad avanzada pero con núcleos familiares con niños, lo que significa que la unidad familiar es muy grande en casa pequeñas (70-80 m2). Cierto hacinamiento y elevada densidad. Existe un proyecto de habilitar la parte del Monte situada detrás de la cárcel como zona verde. Existe un núcleo chabolista en la zona norte. Problema fuerte de droga y de jóvenes entre 16-20 años sin empleo, en la calle. Fuerte vertebración vecinal a través de la Asociación de Vecinos Atocha-Monte Alto. Sus demandas se centran en la lucha contra el tráfico de drogas y en la petición de locales para las asociaciones de jóvenes), SAGRADA FAMILIA/LOS MALLOS (Zona de aluvión de inmigrantes, se desarrolla en los 60′. Paro de adultos y problemas con las mujeres de los desempleados (alcoholismo, soledad). Sin embargo, éstas mujeres se muestran activas y con ganas de participar en el barrio), CASTRILLÓN (Zona donde se desarrollo el Program Urban de la U.E. Se trata de un barrio que presenta zonas con rentas muy bajas, inmigrantes de origen y la presencia de un núcleo chabolista (c/ Oleoducto). En los últimos años ha mejorado sus infraestructuras pero presenta graves problemas ambientales por su emplazamiento junto al puerto petrolero (descargan soja y carbón), ELVIÑA Y LAS FLORES (En general, se trata de una zona con grandes desarrollos de vivienda pública (sociales) junto a promociones privadas. Al sureste de la zona de las Flores, aparece un conjunto de viviendas agrupadas en larguísimos bloques de 4-6 alturas con acceso en galería, aspecto degradado y deteriorado, junto a a unos bloques de los 60′ de aspecto muy brutalista y de elevadísima densidad. En este mismo entorno se encuentra una promoción privada de los 70′ formada por bloques de 8 alturas de aspecto agresivo, sin espacio público ni calles. La planta de la calle está destinada al acceso de los vehículos. Zona con importantes problemas sociales).
En 2001 fueron 1.‐ Elviña (2ª fase), 2.‐ Elviña (1ª fase)‐Las Flores, 3.‐ Ciudad Vieja y 4.‐ Los Mallos (sur) y las zonas de A CUBELA (A Cubela se sitúa en el SE del núcleo urbano de La Coruña, se apoya en la calle Travesa de Rianxo y en la calle Gateira, en la calle de Jacinto Benavente al O, al S sobre la calle San Diego y al E limita con la calle del pintor Urbano Lugris. A Cubela fue urbanizada más recientemente que otras zonas del municipio más alejadas del centro. Hasta hace pocos años una amplia zona de esta parte de la ciudad estaba ocupada por fincas rústicas. La apertura de la ronda de Outeiro en este barrio y la construcción de grandes centros comerciales favorecieron la progresiva desaparición de los espacios sin edificar. Sin embargo, aún hay en A Cubela algunas casas de planta baja y una franja de terreno sin urbanizar), “VIVIENDAS PARA MARIÑEIROS” AGRA DEL ORZÁN (Es el barrio de mayor densidad de población de la ciudad. Se desarrolló muy rápido entre los 60′ y 70′ y absorbió gran cantidad de inmigración procedente de comarcas rurales de la provincia. Delimitado por las Rondas de Outeiro y de Nelle, hoy se ha convertido en uno de los barrios más comerciales (calle Barcelona) y multiétnicos de la ciudad, con numerosos residentes de origen africano y suramericano llegados a partir de los 90′), VIVIENDAS FRANCISCO FRANCO (conjunto de viviendas situado entre las calles del monasterio de Bergondo, monasterio del Toxo Outo, de Rodrigo de Santiago y bajo la Ronda de Outerio. Su origen es el de unas promociones públicas de la época franquista (años 50′). Ahora se va a construir el nuevo “Ágora” en sus inmediaciones, un centro multiuso destinado a cubrir las necesidades sociales de los vecinos), PALAVEA (En el extremo sureste de la ciudad, en el límite municipal con Culleredo y cuenta con construcciones de poca altura creadas en su mayoría en los 50′ por el régimen franquista como viviendas de protección oficial. En estos últimos 10 años ha habido un importante crecimiento de viviendas de nueva construcción. La opinión social que se tiene del barrio de Palavea es la de un barrio desconocido. Sigue perdurando la idea de que es un barrio marginal y conflictivo pero la realidad del barrio ha cambiado. La población mayoritaria es de clase media-baja: pensionistas, parados y trabajadores por cuenta ajena. Existe un sentimiento de identidad y pertenencia al barrio, sobre todo en aquellas personas que llevan muchos años viviendo en el mismo y en aquellos que han vivido en él desde su nacimiento. No es un barrio que se caracterice por tener grupos sociales activos, en la actualidad existe una Asociación de Vecinos y una Asociación Cultural), ZONA DE EIRÍS, CURRAMONTES Y LAS JUBIAS. (Es una zona de casas unifamiliares y campiñas situadas sobre una elevada colina al SE de la ciudad, entre O Castrillón, Elviña y Palavea. El origen del sector es rural, formado por pequeños núcleos en torno al área de Eirís dentro del disperso rural típico gallego. El resto del sector ha sufrido grandes cambios y transformaciones con la proliferación de la segunda residencia y de los polígonos de viviendas unifamiliares, generalmente adosadas), EL PORTIÑO. (Se encuentra al O de Labañou sobre la carretera de Portiño. Está constituida por infraviviendas y la población que las habita subsiste con la RISGA (Renta Integración Social de Galicia). Antes vivían de lo que obtenían del vertedero de Bens, hasta que lo cerraron. El cierre provoco el vertido de la basura al mar con el consecuente desastre para la zona. Para resolver el problema, una planta de reciclaje se inauguró a principios de 2002, a la que llega la basura de la ciudad y de los municipios integrados en el Consorcio de As Mariñas) y LABAÑOU (Zona muy ligada al mar tanto por su localización como por el origen marinero del asentamiento. Las secciones censales incluidas como vulnerables se engloban dentro de una unidad funcional mayor: el barrio de Labañou. Se compone de varias barriadas: la Barriada de María Pita, promoción del año 1954 de la Delegación Nacional de Sindicatos constituida por 96 viviendas agrupadas en bloques de 4 alturas y con viviendas en planta baja. Los bloques, de gran desarrollo longitudinal, se van replegando para formar plazuelas y calles interiores, el Barrio de San Roque (Grupo Pando Santallana), también de promoción pública de los años 40‐60, formado por casitas de una sola planta y dos viviendas por portal. Rodeando este Grupo por el noreste, se localiza una nueva promoción pública de principios de los 90′ de vivienda social, constituida por un alargado bloque curvo de 5 plantas y 3 torres exentas de 9 alturas y promoción privada, también de los 90′. Son destacables algunos restos de asentamientos marginales de chabolas localizados en el sector, como por ejemplo, al N del sector, entre la costa y la zona de María Pita y del gran bloque curvo de vivienda social. Se trata de una zona muy popular, de rentas bajas, que ha sufrido un proceso de renovación y desarrollo, pero que sigue teniendo problemas sociales).

En La Coruña, además los Grandes desarrollos residenciales acumulan  una edificabilidad residencial de 3.482.191 m2, para 28.025 viviendas estando pendientes 25.655 viviendas, en sectores como APIQ28 (64.152 m2 de suelo para 132.171 m2 de techo para 1.021 viviendas, urbanizado al 100% y pendientes 976 viviendas), SECTOR APIR29 (56.916 m2 de suelo para 139.052 m2 de techo para 1.070 viviendas, sin arrancar), SECTOR PETR26 (379.462 m2 de suelo para 396.268 me de techo para 2.651 viviendas, urbanizado al 100% y pendientes 2.082 viviendas), o SECTOR SUD1 (497.709 m2 de suelo para 342.024 m2 de techo para 2.524 viviendas, sin iniciar),  o SECTOR SUD2 (1.065.469 m2 de suelo para 876.045 m2 de techo para 4.043 viviendas, pendientes 3.951 viviendas), o SECTOR SUD4 (432.097 m2 de suelo para 425.820 m2 de techo para 3.276 viviendas, pendientes 3.222 viviendas), o SECTOR SURT1 (359.547 m2 de suelo para 603.418 m2 de techo para 3.585 viviendas, iniciándose), o SECTOR SURT2 (395.804 m2 de suelo para 382.313 m2 de techo para 2.432 viviendas, urbanizado al 100% y pendientes 2.430 viviendas).

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Grandes desarrollos residenciales pendientes de edificar

En sesión celebrada el 8.6.2007 se acordó por la Junta de Gobierno Local adjudicar el contrato de Consultoria y Asistencia Técnica para la Revisión del PlGOU A Coruña a “BAU-B Arquitectura y Urbanisme, S.L.“.

Al objeto de recabar la mayor información posible, así como las sugerencias y propuestas de todas aquellas Administraciones y Entidades cuyas competencias y actividad tuviese relación con la planificación urbanística, con fecha 26.6.2007 se inició un trámite de petición de colaboración a diversas Entidades, por las que se solicitaba remisión de información, sugerencias y propuestas que se estimasen de interés para su consideración en los trabajos de Revisión del PGOM de A Coruña. 

El 29.4.2008, se reunió la Comisión Extraordinaria de Urbanismo, con el carácter de informativa, para dar cuenta del “Documento Previo, Estudios Sectoriales, Análisis y Diagnóstico para la Revisión del PGOM”.

El Excmo. Sr. Alcalde se reunió, para dar cuenta, igualmente, de la situación de la elaboración de la Revisión del PGOM con los Alcaldes de la comarca el día 15.10.2008.

g1_suelo-urbanog2_suelo-urbanizableo1_estructura-general-organicao2_regimen-del-sueloFinalmente se aprueba el 25.2.2013 por Orden de la Consellería del Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras de la Xunta de Galicia, siendo publicado en BOP La Coruña el 9.7.2013, habiendo tenido que esperar el aval del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, desestimando el recurso interpuesto por el BNG en 2013 (alegaba contra aspectos generales del plan y otros en la urbanización de los muelles, la urbanización de la Torre y los terrenos de la Solana) en julio de 2016.

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La ‘ciudad de cristal» mira hacia la economía sostenible
Los movimientos transformadores y alternativos contrarrestan una política municipal antisocial y obsesionada con la construcción de grandes infraestructuras vacías de contenido.
Coruña, ciudad de cristal». «A Coruña, donde nadie es forastero». Eslóganes que ofrecen una visión idílica de esta localidad gallega que, por dentro, destaca por sus políticas de opacidad, herederas de las que puso su alcalde durante más de 20 años, Paco Vázquez (PSOE). Su trayectoria al frente del ayuntamiento coruñés ha marcado la evolución y el actual desarrollo de la ciudad, pese a que la alcaldía cambiara de color.
El vazquismo estableció, sin duda, un modelo municipal que hoy gestionan otros. Vázquez aspiraba a construir una especie de ciudad-Estado. Tal vez por eso las relaciones del consistorio con el área metropolitana, donde las clases trabajadoras buscan suelo más asequible para vivir, fueron más bien complicadas. Lo contrario que en la capital, donde las adjudicaciones e inversiones en grandes obras eran constantes. Vázquez dotó a la ciudad de infraestructuras sin contenido. La apuesta cultural autóctona fue maltratada, mientras se apostaba siempre más por lo de fuera, más caro, más grande, ¿mejor? Vázquez se fue y, tras un tiempo de bipartidismo, llegó el PP de Carlos Negreira.
Los casos de corrupción se han disparado durante su mandato, caracterizado por una gestión antigallega, antisocial, sucia, y con continuas adjudicaciones de obra pública a dedo. Con más de 22.000 personas sin trabajo, al Ayuntamiento le sobra dinero de las partidas destinadas a ayudas sociales, pero le falta para seguir con sus obras faraónicas, como las que pretenden soterrar el tráfico del barrio Da Mariña.
El consistorio levanta centros comerciales inmensos -varios ya han cerrado- mientras destruye el comercio local, una vía imprescindible para garantizar la recuperación de una ciudad con un nivel ínfimo de industrialización y un modelo turístico poco responsable.
La capital y su entorno disponen de un gran patrimonio medioambiental y una creciente capacidad de producción económica, sólo a la espera de su puesta en valor, basada en criterios de sostenibilidad y consumo responsable.
A Coruña es también un referente por sus movimientos sociales y transformadores, que ofrecen alternativas al modelo de ciudad y a los problemas de vivienda, y que se implican para potenciar la economía local y social.
En el polo opuesto se sitúan empresarios como Amancio Ortega, dueño del imperio textil Inditex, que permanentemente recuerda, como si hiciera un favor, que su empresa permanece en Arteixo, a 12 km de la ciudad. Con una campechanía propia de un Borbón, Ortega exige a las autoridades, una y otra vez, la dotación de infraestructuras en la zona a cambio de no trasladar las instalaciones.
A Coruña tampoco se ha librado de la lacra de la especulación y de los constructores de fraudes que quiebran en pleno boom.
Cercanías. Una radiografía diferente de nuestras ciudades. Diagonal-La Marea. 2016

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Pero la agenda hoy además incluye el gran desafío comarcal, … la planificación de una red de transporte público interurbano, la revisión del sistema de recogida de basuras, la mejora del suministro de agua y la necesidad de armonizar la ordenación urbanística de la comarca son algunos asuntos que año tras año incumben de manera colectiva a A Coruña y a los 9 concellos del Consorcio As Mariñas, impulsores del proyecto de área metropolitana.  Coruña y su comarca admiten que su territorio necesita una ordenación coordinada para obtener un equilibrio de las actividades urbanas. No sorprende en una zona en la que solo 4 concellos tienen plan general (A Coruña, Culleredo, Abegondo y Oleiros) y en la que en los demás, regidos por normas urbanísticas de hace décadas, ha habido un crecimiento caótico y desordenado, no se han tratado convenientes reformas urbanas ni preservado espacios naturales o se ha permitido la creación de polígonos industriales sin demanda real de mercado y al servicio (y capricho) de intereses políticos.

ESTRATEGIA_TERRITORIAL_DE_CORUNA_FUTURA.jpgNo es el único, la Fachada marítima sigue en «stand by», mientras inmobiliarias y especuladores tomaron ventaja., los «gigantes» con orden de demolición por sentencias judiciales siguen en pie, «Estrategias territoriales» no le faltan, el casco, el catálogo, … 

puerto1C:Documents and Settingsv.cotoyaEscritorioPORTOporto ModelPese a no ser seleccionada su EDUSI en última convocatoria, seguirá peleando la ciudad con una evolución natural del territorio, ineludibles, entre todos destaca el Puerto Urbano:

…El puerto es esencialmente un puerto petrolero. Casi el 60% de toda la carga corresponde a productos petrolíferos que se transportan desde el puerto a la refinería de Repsol mediante un oleoducto que discurre bajo la ciudad. Otro 27% de la carga total corresponde a graneles sólidos en su mayor parte carbón, cereales y productos metalúrgicos. Algo más de un 12% se asigna a mercancía general, en gran parte madera y productos siderúrgicos. El movimiento de contenedores es muy reducido. En cuanto a la actividad pesquera la del puerto de A Coruña es la mayor lonja de Galicia por peso de capturas aunque el valor total de la pesca se sitúa en la mitad que la de Vigo. El aspecto en que más se ha crecido ha sido en el tráfico de pasajeros debido a la creciente presencia de cruceros. . Se han alcanzado en el año 2012 los 140.000 viajeros, un aumento del 154% desde 2008 y se ha llegado a los 158.000 en 2013.
En total el puerto de A Coruña es una enorme extensión con más de 11,5 Km. de longitud de muelles, una distancia equivalente a la existente entre Marineda City y el embalse de Cecebre, y más de medio millón de metros cuadrado de superficie en pleno centro de la ciudad.
En la actualidad el puerto se enfrenta a una etapa de profundos cambios. Razones de seguridad, conflicto de usos y calidad ambiental fueron motivos para el desarrollo del nuevo puerto exterior situado en Punta Langosteira. Ello conlleva la reordenación de las actuales instalaciones portuarias concentrándose en la dársena de Oza la actividad pesquera, manteniendo la actual terminal de cruceros y muelles de servicio para mercancía general y desmantelando el puerto petrolero, la estación y zona logística de San Diego y otras zonas del puerto.
La construcción del túnel del Parrote y La Marina, al eliminar el tráfico, va a crear un espacio continuo entre el puerto y el centro histórico aumentando las posibilidades de disfrute de este espacio por ciudadanos y turistas y facilitando la localización de usos característicos del Distrito de la Creatividad.
Se plantea así una oportunidad única para transformar los espacios ocupados por el puerto en espacios singulares de encuentro de la ciudad con el mar que pueden transformar la economía de la ciudad, su atractivo para los ciudadanos de A Coruña y para los turistas que nos visitan y proyectar hacia el exterior una valiosa imagen de la ciudad. Se trata de un ámbito que reúne muchas de las condiciones clave que demandan los espacios para la nueva economía…
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Area Metropolitana La Coruña

La Coruña tiene hoy una población de 243.870 habitantes y un parque residencial edificado de 142.261 viviendas, de las cuales tan solo 680 (0,58%) son unifamiliares. Destacan más del 10% anteriores a los 60′, siendo de los 60′ 25.439 viviendas (20%), de los 70′ son 27.375 viviendas (el 22%), de los 80′ son 17.582 (el 14%), de los 90′ son 18.677 viviendas (el 15%) y de la década prodigiosa 2000-2009 son 20.064 viviendas (el 16%).


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España