HOSPITALET DEL LLOBREGAT, según Catastro, a 1.1.2015 por tamaño y fecha.

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Estos gráficos representan el Parque Residencial de HOSPITALET DEL LLOBREGAT, Barcelona.

Son los Bienes Inmuebles, de uso VIVIENDA, matriculados a 1.1.2015, clasificados por tamaño y fecha de inscripción.

Cada barra horizontal representa una década, la inferior es la más reciente (2010-2014), y la superior la más antigua (<1900).

Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).

La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto de la Demanda Latente de Vivienda (la demanda latente se configura por las personas que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo) son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de vivienda que constituye la demanda encubierta de una zona y se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores de vivienda pero que todavía no han constituido un hogar.

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Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


hospitalet-ge5Hospitalet de Llobregat es una ciudad y municipio de 12,50 km2 en la comarca del Barcelonés, provincia de Barcelona, Comunidad Autónoma de Cataluña situada a pocos kilómetros del centro de la capital, entre los municipios de Barcelona, Esplugas de Llobregat, Cornellá de Llobregat y El Prat de Llobregat, y en la margen izquierda del río Llobregat. Es el segundo municipio de Cataluña en número de habitantes y, con más de 22.000 habitantes/km2, uno de los municipios con más densidad de España y de Europa.

Limita al N con Esplugues de Llobregat y Barcelona; al S con el Prat (la orilla oriental del río) y Barcelona, y al W otra vez con Esplugues y Cornellà. De acuerdo con la división comarcal de 1987, basada en la establecida en 1936, pertenece a la comarca del Barcelonés, que comprende desde el Besòs hasta el Llobregat. A pesar de la adscripción, Hospitalet es en realidad una ciudad entre el Barcelonès y el Baix Llobregat, y su vida se mueve a caballo de estas comarcas, oscilando hacia la una o hacia la otra según los azares del momento. El consistorio aprobó en 1987 una resolución en la que declaraba que no estaba de acuerdo con su inclusión en el Barcelonès, pero sin dar una solución a la adscripción comarcal de la población. En 1988 se realizaron unas Jornadas en las que se afirmaba la necesaria vinculación de Hospitalet en Barcelona, y se dejaban abiertas las posibles vías para hacer realidad esta adscripción. Según una encuesta de 1989, el porcentaje más alto se decantaba por la pertenencia al Barcelona. Entre los aspectos que la vinculan el Barcelonès destaca el hecho de que históricamente las calles de Hospitalet se han llegado a confundirse con los de Barcelona, y que la proximidad de la capital ha determinado en buena medida las características suburbiales que predominan. En cuanto a la vinculación con el Barcelona hay varios hechos que lo manifiestan: el rey Jaume Y, en 1257, en su carta de comunidad y amistad sobre la defensa de los pueblos del Llobregat, encabezaba la lista de dichos pueblos con el de Provençana (actual barrio de Hospitalet); la configuración de los partidos judiciales, o las crecidas periódicas del río han mancomunado sus intereses y sus esfuerzos con los de todas las villas afectadas, desde Martorell hasta el mar. 

Hospitalet-de-Llobregat 3D.jpgEl relieve del municipio no es muy accidentado, y los desniveles más importantes son los repentinos pendientes que se originan entre el plano y la Pubilla Casas, Les Planes, Collblanc, etc. (que en algunos puntos alcanzan los 80 m). Dentro del municipio podemos distinguir de S a N 3 zonas geográficamente distintas. La Marina comprende los terrenos que forman parte del delta del Llobregat, donde predominan la arena, la grava y de otras materias toscas recubiertas por una capa de limo. A medida que nos alejamos de la costa el suelo se convierte en seco y ligero y ofrece grandes posibilidades para la agricultura.

La construcción del canal de la Infanta en el primer cuarto del siglo XIX convirtió esta zona en tierra de regadío y de rebote en una de las huertas más ricas y productivas del país. Con el fin de construir el puerto franco, en 1920 fueron expropiadas 900 ha de la Marina y agregadas en Barcelona. De hecho, durante 50 años más los agricultores de ese sector continuaron sintiéndose de Hospitalet y así, cuando en tiempos de la guerra civil de 1936-39 la CNT colectivizar todos los campos hospitalencs, la Agrícola colectiva, nombre de la entidad resultante, agrupó todos los agricultores desde la cabeza del Río hasta la carretera de Collblanc, sin distinciones, ignorando los hitos que partían el término. L’Hospitalet no perdió esta parte tan importante de la Marina hasta que se construyó el área industrial de la Zona Franca (no el puerto franco que se prometía) y los complejos de Mercabarna y del matadero.

La zona deltaica superior se encuentra bordeada de terrazas cuaternarias, con tierras arcillosas en algunos lugares y arenosas en otros. Estas arcillas originaron el establecimiento en el término de numerosas ladrilleras que suministraban material de construcción en la Ciudad Condal. Tuvieron tanta importancia que se llegó a decir de Hospitalet que era la fábrica de ladrillos de Barcelona.

El sector de montaña constituye la parte superior de las terrazas cuaternarias y los últimos contrafuertes de la sierra de Collserola, con algunas colinas y cerros de tierras calizas blanquecinas, a las que se atribuye el origen del nombre de Collblanc. Tanto esta zona como la deltaica superior eran conocidas en general con el nombre del Samontà, equivalente a tierra de secano, y se cultivaba cereales, árboles frutales y grandes extensiones de viñedo. De N a S atravesaban el cabo una serie de barrancos o arroyos que bajaban de las laderas de San Pedro Mártir y conducían las aguas de lluvia hacia el río o el mar. Se pueden mencionar el torrente del Canyet; el de do y de Can Cervera, que convergen en el arroyo de la Cruz; el torrente de la Pubilla Casas o Torrent Capó, que más adelante se convirtió arroyo del Cementerio y arroyo de los Frailes; los torrentes de Ca n’Oliveres y del Neguit, que afluían al Torrent Gornal, y, finalmente, la Riera Blanca. Todas estas rieras o torrentes en llegar al plan se canalizaban a través de las acequias pluviales conocidas con los nombres de la Feixa Llarga, del Puente de la Mola, el valle del Pueblo, de la Farola, de la Fabregada, del Puente del Pino, los Juncos, de Pedrosa, etc. Pero, a consecuencia de la urbanización del municipio, la mayoría de estos torrentes, arroyos o aguas pluviales se han convertido en colectores o alcantarillas más o menos importantes, y muchas veces, si no ha quedado rastro en alguna calle o camino, sus nombres populares se han ido olvidando.

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Las principales carreteras que cruzan el término en sentido EW son: la N-340, que coincide con la carretera de Collblanc; la de Barcelona en Cornellà, que atraviesa el término por medio, por las calles de Santa Eulalia, de Prat de la Riba, de Barcelona y Mayor, y la C-31 (Eje Costero), más conocida como la autovía de Castelldefels, de Barcelona a Valencia, que pasa diagonalmente por S -el año 2007 se inauguró el soterramiento parcial de este eje y la creación de un paseo entre el Polígono Gornal y la plaza Idelfons Cerdà. Hay que añadir la carretera del Medio, que sirve de eje de la zona industrial del mismo nombre, y que además enlaza esta área con la N-II, que posteriormente se convierte en B-10 (Ronda Litoral) y comunica la zona portuaria de Barcelona con la autopista de Barcelona en Molins de Rei (AP-2). En 1990 se inauguró la avenida del Ferrocarril, construida tras el soterramiento del popular tren de vía estrecha, y que se ha convertido en una nueva arteria vial que comunica la ciudad con Barcelona por S. Las comunicaciones en el sentido NS se ven afectadas, como lo ha sido en general el crecimiento urbano, por las vías de los ferrocarriles, que han establecido verdaderas barreras entre barriadas. Una serie de puentes o pasos inferiores han paliado este inconveniente, como en la rambla de Just Oliveras, la avenida de Isabel la Católica, el Torrent Gornal y la Riera Blanca. Las líneas férreas son: la RENFE, en su tramo de Barcelona a Tarragona por Vilafranca; los Ferrocarriles de la Generalitat (Ildefons Cerdà, Hospitalet, Gormal, San José y la estación de la plaza de Europa que da acceso a la feria Montjuïc-2), que comunican Barcelona con el Baix Llobregat; la línea de Barcelona a Valencia y Madrid para Vilanova, de la RENFE (estación de Bellvitge, que enlaza con Gormal los FGC); y la línea soterrada del tren de alta velocidad Madrid-Barcelona. En 2005 entró en servicio una nueva línea de RENFE para pasajeros entre Hospitalet y Martorell aprovechando una línea hasta entonces de mercancías. La línea 5 del metro atraviesa el N del término camino de Cornellà (Can Boixeras, Can Vidalet, Pubilla Casas y Collblanc), mientras que la la línea 1 atraviesa una buena parte del municipio (Hospital de Bellvitge, Bellvitge, Avenida Carrilet, Rambla Just Oliveras, Can Serra, Florida, Torreón y Santa Eulalia). Esta línea permite a la estación de Avenida Carrilet el enlace con la estación de Hospitalet de los Ferrocarriles de la Generalitat. El Trambaix, inaugurado en 2004 atraviesa el término por el norte y dispone de las estaciones de San Ramón y Can Rigal. La puesta en marcha de la futura línea 9 del metro barcelonés, cambiará radicalmente el uso del transporte público en Hospitalet, dotando a la ciudad de transbordos y convirtiéndola en un red suburbana local.

mapa-de-hospitalet-de-llobregat-2.jpgLa ciudad de Hospitalet de Llobregat (8 m de altitud), que ocupa básicamente toda la parte de tramontana del municipio, está formada, como se ha dicho, por diferentes barrios que han convergido en un continuo urbano entre sí y con algunas barriadas de Barcelona, a levante, o de Esplugues y Cornellà de Llobregat, a poniente. L’Hospitalet es dividido en 7 distritos: I (integrado por los barrios Centro, Sanfeliu y San José), II (Collblanc y la Torrassa), III (Santa Eulalia), IV (la Florida y las Llanuras), V (Pubilla Casas y Can Serra), VI (Bellvitge y la Gormal) y VII (Distrito Económico Gran Vía).

Distrito I: barrios de «El Centre», «Sant Josep» y «Sanfeliu»

El barrio del Centro es el centro histórico de la población que se formó en torno del hospital que había en la Torre Blanca, cerca del camino real. Hasta principios del siglo XX toda la historia de la ciudad giró en torno a este barrio, que antiguamente se llamó la Vila Vella.

La iglesia de Santa Eulalia de Mérida, llamada primeramente Iglesia Nueva del Hospitalet, fue construida en el siglo XVI y bendecida en 1600 por el obispo de Barcelona Ildefonso Coloma.

En el N-W del distrito están los barrios de Santfeliu y del Canyet, que se formaron durante los 60′.

Dentro del barrio de San José está la Cerámica Llopis, típica construcción de obra vista del comienzo del siglo, y entre la calle de los Alpes y el Torrent Gornal está la impresionante nave, de estructura metálica y fachadas de obra de ladrillo, de la fábrica, fábrica textil que tiene varios edificios, el más antiguo construido en 1840, y lo más importante, el modernista, construido entre 1899 y 1901. el ayuntamiento ha convertido este complejo en un importante centro cultural con el nombre de Tecla Sala.

Distrito II: barrios de «Collblanc» y «La Torrassa»

El barrio de la Torrassa, situado al NE de Santa Eulalia, está separado del barrio barcelonés de Sants por la Riera Blanca. La Torrassa forma un continuo urbano con Collblanc y con Santos, pero queda incomunicado de Santa Eulalia por la línea de la RENFE; sólo dicha Riera Blanca y el puente del metro, inaugurado en 1935, hace de enlace peatonal entre ambas barriadas. Su nombre proviene de una casa de campo aislada, situada donde ahora está la ronda de la Torrassa entre los números 123 y 127, en la que había una torre de defensa, propiedad del barón de Maldà llamada Torreón o Torre Esllampegada o torre Destello. En 1902 se aprobó un proyecto de urbanización presentado por Clemente Mas y Pedro Romero, y los nombres de los propietarios sirvieron en una buena parte para bautizar muchas de las calles que fueron construidos (Bonveí, Campalans, Llavinés, Llopis, Martorell, Mas , etc.). La falta de agua en este sector movilizó los propietarios, que en 1905 hicieron construir la fuente modernista que hay en medio de la Plaza Española.

Collblanc, antiguamente llamado terrarios Albos, fue en un principio sólo un hostal, con tienda y taberna, aislado junto a la carretera de Madrid, que el ayuntamiento arrendaba y que era compuesto de un caserón muy viejo, con bajos y piso, y una cuadra y un establo para los caballos. Si bien en 1910 los pequeños núcleos edificados de ambas barriadas sólo reunían un millar de habitantes, en 1920 ya eran 3.810 y en 1930 llegaron a superar los 21 000. Simultáneamente se habían instalado algunas industrias textiles y fábricas de vidrio. Un proyecto para convertir aquel lugar en ciudad jardín obrera no llegó a cristalizar, al menos en lo que se refería a los espacios verdes. Muy pronto, con el impulso de la inmigración proveniente de Murcia, proliferaron los pasillos, que venían a ser un conjunto de barracas legalizadas, las viviendas unifamiliares modestos, y, progresivamente, las casas de pisos. Una muestra de aquel proyecto frustrado de conseguir un barrio de casas de tipo inglés o residencial puede ser la Casa Boleda (1932?), que como las otras que mencionaremos fue obra de Ramon Puig y Gairalt, y la Casa Baiges (1933) .

En la carretera de Collblanc despega el primer rascacielos construido en Cataluña (1931-33), una de las primeras obras del racionalismo arquitectónico del país. Por los mismos años se realizó el Mercado de Collblanc.

Distrito III: barrios de «Santa Eulalia» y «Granvía Sur»

El barrio de Santa Eulalia de Provençana linda con el barrio de San José (Centro), y es separado del barrio barcelonés de la Bordeta por la calle de la Riera Blanca, ponente de la vía del ferrocarril de Vilanova. Da entidad histórica en la barriada la antigua iglesia parroquial de Santa Eulalia de Provençana, dentro del término de la cual surgió, en el siglo XII, el nuevo núcleo de Hospitalet.

La iglesia de Provençana fue consagrada en 1101 por el obispo de Barcelona y abad de San Cugat, Berenguer Folc, y hasta mediados del siglo XV fue la única parroquia del término. En este año, la titularidad de la parroquia se trasladó a la nueva iglesia de Hospitalet y la antigua iglesia de Provençana convirtió capilla eremítica y se fue degradando hasta el punto de que al comenzar el siglo XVI el ermitaño la usaba de gallinero. En el siglo XVIII hay noticia de varias obras de restauración en el antiguo edificio, que en el siglo XIX recuperó la categoría de parroquial, primero como sufragánea de Santa Eulalia de Mérida de Hospitalet, y en el siglo XX como parroquia independiente. Esta iglesia, adosada a la que ha sido construido modernamente un nuevo edificio parroquial de más dimensiones, es románica, de tres naves, la central cubierta con bóveda de cañón y las laterales con bóveda de cuarto de círculo; en la fachada de poniente, sobrepuesta a un aparato más antiguo, hay un portal con arquivoltas adornadas de hojas y motivos geométricos; el tímpano hay una inscripción, según la cual fue construido en marzo de 1201 por un maestro de obras de quien sólo consta la A inicial del nombre o apellido. En edificarse la nueva rectoría se encontraron restos de ánforas y tejas romanas, así como otros pequeños objetos de la misma época y de la época medieval. Es por estos lugares que a principios del siglo XX apareció una cabeza de Medusa, cuyo original se encuentra en el Museo Arqueológico de Barcelona y una copia en el Museo de Hospitalet, posiblemente de alguna villa romana que debía haber tenido por estos alrededores.

El origen de la barriada se remonta a la mitad del siglo XIX, y fue en principio una prolongación de la Bordeta (una buena parte de la cual había sido antiguamente del municipio de Hospitalet) y fue creciendo en torno a la carretera de Barcelona en Cornellà, identificada dentro de la ciudad como la calle de Santa Eulalia. Entonces el barrio habitado era bien alejado de la iglesia románica, que continuaba aislada equidistante de este y del centro.

Entre las obras arquitectónicas más notables de la zona está la Fábrica Trinxet, muestra de arquitectura industrial modernista, parte de la cual se ha perdido irremediablemente, proyectada por Joan Alsina y Arús en 1907, que combina la obra vista con la masonería . En Gran Vía está Can Godó y Trias, fábrica de pabellones separados, de ladrillo visto. Fue ampliada en 1964 por los arquitectos Federico Correa y Alfonso Milán. En la carretera antigua del Prado (oficialmente perteneciente al distrito de Bellvitge pero realmente dentro de la zona de influencia de Santa Eulalia) se encuentra la masía de Can Gotlla, del tipo llamado basilical, típico del siglo XVIII, antes muy corriente en la región. Además, hay la Corteza, característica casa señorial probablemente de mediados del siglo pasado, neoclásica, con torreón central, restaurada con poco acierto. Al lado mismo, junto a la Riera Blanca, hay un monumento de 14 m de altura que simboliza el escudo de la ciudad, original de Josep M. Subirachs.

Distrito IV: barrios de «La Florida» y «Les Planes»

El barrio de la Florida, conocido por Planes hasta la mitad del siglo XX, sólo albergaba viñedos, algarrobos y tejerías. En 1960 ya tenía 27.630 habitantes y en 1986 acogía 48.061, aunque cuando se inició su urbanización se decía que no superaría los 20.000. Limita a levante sin solución de continuidad con Collblanc-la Torrassa; a poniente con la Pubilla Casas, donde sirve de límite la avenida de Isabel la Católica, y al S con el Centro, con la RENFE.

Dentro del barrio hay 2 cementerios: el de la ciudad, que fue trasladado en 1852, rodeado de viviendas, y el de Santos, construido en 1878 y con elementos de arquitectura apreciables como el vestíbulo neoclásico, que se encuentra en el ‘lugar llamado la Cueva, en el límite con Collblanc (donde pertenece, aunque se encuentra dentro de la Florida). Cerca del cementerio de la ciudad está el Parque de las Llanuras, con 8 ha de superficie.

Distrito V: barrios de «Pubilla Casas» y «Can Serra»

Hasta mediados del siglo XX el barrio de la Pubilla Casas era tierra agrícola de secano con mucha vid y algún campo de trigo. Dos heredados importantes, la que ha dado nombre al barrio y Can Rigald, poseían la mayoría del terreno. Salvo Can Capella, ya desaparecida, y Ca n’Oliveres, a caballo del término de Hospitalet y del de Esplugues, no había prácticamente ninguna casa más.

El edificio de la Pubilla Casas (1771), de línea neoclásica con fachadas adornadas con pilastras de orden jónico y de planta cuadrada, fue construido por Josefa Casas y Clavell. En el interior, únicamente se conserva la entrada y la antigua bodega, ahora adaptado como capilla parroquial para uso de la barriada. Del gran jardín que rodeaba la casa, queda sólo un trocito ante la fachada principal. El resto se ha ocupado con los equipamientos deportivos y los edificios de la escuela de religiosas que se ha instalado.

No muy lejos de este centro, al otro lado de la carretera de Collblanc, está Can Rigald (1741) con aires de palacete barroco (con un orden de pilastras sobre ménsulas en la fachada y ojos de buey en el piso más alto). En 1926 se comenzó en torno a la Pubilla Casas la urbanización de una ciudad jardín, con torretas unifamiliares rodeadas de verde. La altitud del terreno y el clima, mucho más seco que al plan, propiciaron la empresa. La llegada de la inmigración provocó la parada del proyecto, y se inició la construcción de bloques de pisos, que hacen confundir este barrio con el de Can Vidalet de Esplugues. En 1971 se construyó el Hospital de la Cruz Roja (actual Hospital General).

Can Serra, ya junto al centro, es otra zona residencial que ha quedado ahogada por el espesor de las construcciones.

Distrito VI: «Bellvitge» y «El Gornal»

El antiguo santuario de la Virgen de Bellvitge, situado en la parte baja del término de Santa Eulalia de Provençana, probablemente ya existía en el siglo XI cuando los esposos Gotmar y Ótula vendieron el mas llamado Amalvígia el 1057, por 30 onzas de oro. Este nombre, que también aparece documentado como Malvige, Amalvígia o Amalviia se transformó en el topónimo actual de Bellvitge por etimología popular, ya que se la había interpretado como «mal viaje». La leyenda atribuye el cambio de daño a bello al hecho de haberse desecado aquellos terrenos pantanosos e insalubres. El crecimiento continuo del delta por causa de las riadas comportó que la iglesia fuese quedando enterrada (los fundamentos se han localizado a unos 4 o 5 m bajo el nivel actual). Documentado desde el 1279, el santuario, que desde entonces ha sido restaurado varias veces, consta de una nave con un ábside cuadrado y un campanario, de planta cuadrada, adosado a mediodía entre ambos cuerpos.

Durante los 60′ se formó una barriada de bloques altos de pisos cerca del santuario. Según el proyecto, tenía que haber 7.000 pisos, con un máximo de 30.000 habitantes. En 1968 el barrio de Bellvitge tenía unos 7.000 habitantes, y en 1986 había 32.832; contando también los del Polígono Gornal y los del barrio de Can Pi, del mismo distrito municipal, en sumaban 42.979.

Muy cerca está el Hospital Universitario de Bellvitge y el Instituto Catalán de Oncología. En 1998 fue inaugurado un gran parque de 32.600 km2, la única gran zona verde del barrio.

En la Marina, entre Bellvitge y el Llobregat, se conservan unas pocas masías: Can Trabal, en el camino de Cal Joan del Ros (nombre que tenía anteriormente), con portal adovelado y ventanas de piedra picada -en una jácena hay grabado en 1767 -; Cal Masover Nuevo, en la carretera de la Feixa Llarga, característica de la Marina de Hospitalet, y Ca Esquerrer, en la carretera del Medio, levantada en 1572 y reformada en 1796.

El obispo Berenguer Folc consagró, el 1101, la parroquia de Santa Eulalia de Provençana. En el acta de consagración se hace constar la confirmación a favor de la capilla de sus posesiones y se establecen los límites del término parroquial: «Por la parte de oriente el cuello de Codines y en la ciudad de Santos y el cima de la montaña de Osa (San Pedro Mártir) hasta el castillo de Puerto; al sur la arena del mar; en occidente el río Llobregat y el cuello de la Gavarra y en cierzo o al norte el Horno de Merli y la montaña de Osa «. Este primer término parroquial de Santa Eulalia de Provençana coincide con pocas variantes con el que fue más tarde el término de L’Hospitalet, que también iba de San Pedro Mártir en la mar y de Montjuïc hasta el río. Pronto fue formando un núcleo de población situado cerca de Cornellà y junto al camino real. Por este lugar, a partir del siglo XI se menciona una heredad, la Torre Blanca, junto a la que aparece, a finales del siglo XII, un pequeño hospital (hospital de la Torre Blanca, que más adelante se llamará la hospital de Provençana). Este hospital, que ha dado origen al topónimo de la ciudad, cumplía, entonces, las funciones de hostal. Los viajeros o peregrinos que se dirigían a Barcelona, al llegar en estas al caer la tarde, ante la perspectiva de encontrar las murallas de la capital cerradas, tenían necesidad de guarecerse: el hospital u hostal era su refugio. Este pequeño núcleo debía tener suficiente entidad en el siglo XII, porque la documentación diferencia entre los vecinos de Provençana y los del hospital. En el siglo XIV, después de la Peste Negra, el nuevo núcleo (con cementerio propio pero dependiendo todavía de la parroquia de Provençana) tenía entre 40 y 50 fuegos, y en el siglo XV se llamaba la Puebla de Hospitalet. En 1475 la Puebla de Hospitalet, que ya tenía iglesia propia, estableció unas ordenanzas que establecían la clasificación de los habitantes según los bienes, la admisión de los forasteros en el seno de la comunidad y voto y voz para todos. Jaume Codina explica estos hechos: «Los prohombres dirigentes de Hospitalet, pueblo sin jurisdicción feudal, convocan también a los pobres. Habrían podido no hacerlo y decretar los cortes o impuestos correspondientes con carácter obligatorio, tal como repetidamente ocurrirá después en la misma localidad. Pero en 1475, época de pobreza, convocan también a los pobres. Dentro de una sociedad rígidamente estructurada, rasgos como éste, de precocidad social, confieren al Hospitalet un lugar de honor entre nuestras comunidades. «En el siglo XVI la Puebla de Hospitalet, aunque el nombre de Provençana continuara existiendo (y lo haría hasta el siglo XVIII), ya tenía una personalidad bien definida. En 1579 los jurados y prohombres autoimpone una contribución para hacer frente a los gastos de la construcción de un nuevo templo. Al mismo tiempo algunas estirpes de peso (Oliver, Cerdaña, Llunell, Modolell, Esquerrer o Duran) adquirieron o levantaron viviendas que correspondían a su categoría social. Todavía quedan algunos grandes centros por los alrededores de la calle del Xipreret. En toda su historia, Hospitalet se vio sacudido por los altibajos que asolaban Barcelona, particularmente para todas las guerras e invasiones que sufrió. Las fechas más destacadas son 1697, 1714 y 1808-14. Durante la guerra de la Independencia, Hospitalet, situado en tierra de nadie, se vio obligado a contribuir económicamente a la causa de cada uno de los dos contendientes.

En el siglo XIX se inició el crecimiento urbanístico del municipio, con una villa primitiva -que se había formado en un rincón del término y no el centro- y otros núcleos con vida prácticamente independiente (Collblanc y la Torrassa, como una prolongación de las Cortes de Sarrià y Santos, y Santa Eulalia de Provençana, como una extensión de la Bordeta). Por cuestiones de sanidad, en 1852 se trasladó el cementerio, que estaba junto a la iglesia, en el lugar llamado tierra de Cocidos, donde aún perdura rodeado de viviendas. Catorce años después exhumen los restos mortales del cementerio viejo y eso impulsó los primeros ensanches de la ciudad. El terreno que quedó libre y el huerto del Rector, que limitaba el crecimiento urbanístico, fueron el caballo de batalla de los políticos de la época. La Revolución de Septiembre (1868) -la gloriosa- movilizó los hospitalencs, que derrumba la valla de dicho huerto y exigieron que pasara al común. En 1871 se prohibió el cultivo del arroz al cabo para evitar la propagación de las fiebres, y en 1882 se inauguró el alumbrado público con gas. En 1883 comenzó el primer ensanche hacia el S, con las cuadrículas que formaron las calles del Príncipe de Vergara, de Rossend Arús y de Josep M. de Sagarra. En 1888 llegó el agua corriente y en 1894 se puso la primera piedra de la nueva casa de la villa. En 1906 se creó el Fomento Autonomista, los objetivos eran luchar por la autonomía de Cataluña y hacer labor cultural.

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1918 HOSPITALET (IGN)

En 1907 se hizo el segundo ensanche con la apertura de la rambla de Just Oliveras. En 1911 ya había luz eléctrica. En 1925, Alfonso XIII concedió a la población el título de ciudad. A partir de la década de 1920, Hospitalet empezó a figurar entre las primeras ciudades de Cataluña por el número de habitantes que al mismo tiempo se inició el desarrollo urbano de la ciudad, condicionado por la inmigración y la industrialización, y surgieron los problemas sociales que se derivaron. Durante esta década y la siguiente la ciudad se proyectó como núcleo anarcosindicalista y protagonizó levantamientos en 1933 y 1934.

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1926 – Propuesta Ensanche de Ramon Puig Gairald

1926b ensanche por Ramon Puig Gairald.jpgLa guerra civil produjo en la ciudad una experiencia revolucionaria bastante importante, con la colectivización de la economía. Durante los primeros años de posguerra se sufrió una fuerte falta de iniciativa municipal y la represión política en todos los ámbitos de la vida local. Durante el boom inmigratorio de la década de 1960 se formaron los barrios de la Florida y de la Pubilla Casas. En los 70′ se hizo realidad un nuevo modelo en este crecimiento urbanístico: los polígonos de viviendas, con la construcción de Can Serra, el Gornal y Gran Vía Sur.

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1940 – Masías en Hospitalet de Llobregat

Las urgencias derivadas de la multitudinaria llegada de forasteros desbordaron las planificaciones de previsión y control urbanístico. Esto produjo el crecimiento individualizado de los diferentes barrios, sin una idea de conjunto, hasta el punto de que casi todos han acabado uniendo y confundiendo han dado como resultado la actual telaraña de calles que en el fondo sigue manteniendo aislados todos los barrios mencionados, como si fueran mundos independientes, perpetuando un aire suburbial que ya es difícil de borrar. Desde el principio de los 80′, sin embargo, el municipio ha ido mejorando su fisonomía con la desaparición de zonas industriales, la creación de espacios verdes y la mejora de las vías de comunicación y los servicios públics. Desde el restablecimiento de los ayuntamientos democráticos, la alcaldía de la ciudad ha sido ocupada por el PSC-PSOE: Juan Ignacio Pujana de 1979 a 1994 y Celestino Corbacho desde este año hasta abril de 2008, en que a raíz de su nombramiento como ministro de Trabajo e Inmigración fue sustituido en el cargo por Núria Marín.

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Hospitales en el PGM 1976

El municipio originalmente tenía un área total de 21,5 kilómetros cuadrados, pero en 1920, 900 hectáreas de la zona de La Marina fueron anexionadas a Barcelona, perdiendo así el acceso a la costa. En la actualidad el municipio queda limitado al S por la Ronda Litoral, al N la Carrer de Collblanc, al E por la calle que lo separa de Barcelona, carrer de Badal y al O la Ronda de Dalt. La ciudad de Hospitalet está claramente fragmentada en 2 partes, N y S, que quedan separadas por las vías del tren. Esta dualidad concuerda con sus características geológicas. Así, la mitad N forma parte del Samontá, siendo un terreno con cierta pendiente formado por arcillas, limos, concreciones calcáreas y guijarros. Por el contrario la mitad S forma parte de La Marina, un terreno llano formado por arenas y limos de origen aluvial que pertenecen al delta del río Llobregat. La zona N es un terreno caracterizado por sus cerros, con peor accesibilidad y con suelo de peor calidad en comparación con la zona de la Marina. La construcción de las vías del tren procedentes de Barcelona consolidó la fragmentación N‐S del municipio, lo que condicionó su estructura dificultando las comunicaciones entre ambas zonas. Más adelante se desarrolló una nueva conexión ferroviaria, desde el actual barrio de San José hacia el sur, que generó una nueva fractura entre el barrio de Santa Eulalia (al sureste del municipio) y el centro de la ciudad. El asentamiento original de la ciudad, se estructuraba a lo largo del camino que unía Barcelona con la población de Cornellá de manera que las primeras edificaciones se organizaron longitudinalmente a lo largo de este eje, apoyándose en las trazas de los caminos rurales que conectaban los terrenos agrícolas. Hoy en día esta vía sigue siendo un eje importante para la ciudad conectando los barrios de Santa Eulalia, San José y Centro. Durante el siglo XVIII la nueva conexión con Madrid pone en valor un nuevo eje que conecta el municipio con las ciudades vecinas de Espulgues y Barcelona (carretera de Collblanc, continuación de la carrer de Sants en Barcelona). Estos condicionantes han dado lugar a la estructura urbana actual de L´Hospitalet. La parte más antigua de la ciudad, al sur (barrio de Centro y Santa Eulalia), se estructura siguiendo el camino descrito, y según las antiguas trazas de la parcelación rural y agrícola de la zona de cultivos de la Marina. En el siglo XIX se produce el primer ensanche (zona sur del barrio de Centro). Durante los años veinte, el Ayuntamiento de l’Hospitalet, tras la aprobación del Decreto Ley promulgado por la Dictadura de Primo de Rivera que obligaba a todos las ciudades de más de 10.000 habitantes a planificar su crecimiento, promovió la realización de un plan urbanístico para ordenar todo su término municipal. L’Hospitalet realizó su plan de ensanche en 1926; más adelante al amparo del Plan Comarcal de 1953 se planificó uno de los primeros planes parciales de la comarca, situado en el actual barrio de la Torrassa. A partir de los años cincuenta, la zona norte creció sin planificación, para dar acogida a la población inmigrante que llegaba de toda España en busca de trabajo, los barrios que quedaban por encima del trazado ferroviario fueron densificándose sin incluir los equipamientos ni infraestructuras necesarias. Durante la década de los setenta se construyó un nuevo barrio, Bellvitge, regido por las directrices del Plan Parcial, se consolidó gracias a la iniciativa privada, con la construcción de viviendas para alojar a unos 70.000 residentes, siguiendo una estructura de bloque abierto con edificaciones en altura (hasta 16 plantas) y zonas libres con equipamientos en los espacios interbloque. Es un polígono residencial con carácter de ciudad dormitorio. En el municipio podemos encontrar tipologías tradicionales de casco antiguo, ensanches o polígonos residenciales de los años sesenta‐setenta, del mismo modo encontramos zonas industriales e incluso nuevos centros terciarios al sur del municipio. Desde sus comienzos, la ciudad ha estado ligada a Barcelona, situación que se hace más patente en los primeros años del siglo XX, cuando los límites de ambos municipios se difuminan formando un continuo urbanizado, y se amplían las líneas de ferrocarril regional y de largo recorrido de RENFE y FGC hasta llegar el Metro de Barcelona y el Trambaix. El desarrollo industrial de la ciudad de Barcelona, propició el desarrollo de L´Hospitalet creándose industrias auxiliares asociadas a la industria textil de Barcelona. En la actualidad el tejido industrial se ubica en dos grandes extensiones la primera se localiza entre el barrio de Centro y el de Bellvitge ocupando, de este a oeste, el municipio. La segunda se sitúa al sur de Bellvitge, a lo largo del la Avenida de la Gran Vía y la Ronda Litoral. 

Con la llegada de los ayuntamientos democráticos, en 1979, la ciudad empieza a cambiar. Se urbanizan las calles, se crean nuevos servicios, se construyen escuelas, polideportivos, mercados, centros culturales y parques. Una vez cubiertas las necesidades básicas, L’Hospitalet inicia a finales de los años noventa su segunda gran transformación para convertirse en un municipio moderno, atractivo para las nuevas actividades económicas; propiciado por la reconversión del tejido industrial del eje de la Gran Vía a un nuevo polígono orientado al sector terciario con el fin de ser el centro financiero del Área Metropolitana de Barcelona.

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La ciudad de L’Hospitalet de Llobregat es la segunda en población de Cataluña y está situada junto a Barcelona. Esta situación le ha generado grandes ventajas, pero también problemas, como la herencia de un suelo industrial y de las principales carreteras e infraestructuras ferroviarias que han dividido el territorio en siete zonas claramente diferenciadas.

Ante esta situación, la política urbana implementada por el Ayuntamiento de l’Hospitalet de Llobregat desde mediados de los 90 se ha centrado en la transformación del modelo de ciudad (hacia un modelo de ciudad central). El primer paso fue la elaboración del llamado Plan de L’Hospitalet de 2010, que fue presentado en 1996. 

El fundamental problema urbano de l’Hospitalet ha sido su tejido desestructurado, los problemas de su construcción y planeamiento urbano, por tener áreas con funciones y usos que son obsoletos y/o inadecuados a la centralidad y a una nueva fase económica y de sostenibilidad urbana.

Uno de los problemas tradicionales al que la ciudad se ha enfrentado es la falta de una estructura física única y la complejidad de las conexiones internas entre sus barrios, así como las conexiones externas con los municipios vecinos. Esta deficiencia se debe a las estructuras lineales (ferrocarriles, autopistas) que han sido diseñados de acuerdo a las necesidades de Barcelona. Como consecuencia, el territorio de L’Hospitalet ha sufrido una fragmentación que ha afectado su proceso urbano policéntrico. Por tanto, la solución a los problemas de conectividad y movilidad es uno de los principales retos de transformación de la ciudad. La presencia de extensas áreas industriales es otro factor que ha obstaculizado la creación de una estructura clara.

Por otro lado, las imágenes estereotipadas como ciudad periférica son muy profundas lo que ha estigmatizado la promoción de la ciudad. Una vez que la transformación del modelo de ciudad se haya materializado, y cuando la evidencia de los cambios radicales haya ganado mayor influencia que la inercia de la imagen negativa de la ciudad (periférica, ciudad dormitorio, marginal, insegura, etc), se producirá un cambio progresivo tanto en la percepción de los propias habitantes de la propia ciudad como en el país en su conjunto.

Dada la amplia gama de políticas de transformación urbana que se están desarrollando en l’Hospitalet, la transmisión y comparación de otras experiencias en procesos similares es de gran interés con el fin de contextualizar lo que ya se ha hecho, así como para planificar lo que tiene que hacerse con nuevas ideas y métodos. Como tal, las principales necesidades de desarrollo de la ciudad con respecto a la temática de NeT-TOPIC tratan el intercambio de experiencias de otros con respecto a la transformación urbana.

hospitalet-ge2La ciudad de l’Hospitalet de Llobregat ha iniciado un importante proyecto de renovación urbana enmarcado en la figura del Pla l’Hospitalet 2010 (Pla L’H 2010), surgido a partir de una profunda reflexión sobre las condiciones urbanísticas, económicas y sociales de la ciudad y su contexto territorial. El plan no se plantea ni como un documento formal de planificación estratégica ni como una figura de planeamiento urbanístico en el sentido normativo, sino como un conjunto de métodos, conceptos y directrices de trabajo para la obtención de los cambios deseados para la ciudad, que cuenta ya con instrumentos propios de desarrollo: la Agència de Desenvolupament Urbà (ADU) i L’H 2010 Societat Privada Municipal, S.A., cada uno de los cuales cumple funciones específicas dentro de la estrategia global de cambio, de forma que, mientras la ADU debe elaborar y gestionar los instrumentos urbanísticos adecuados para la consecución de los objetivos prioritarios, L’H 2010 S.A debe llevar a cabo las actuaciones urbanísticas necesarias (redacción de proyectos, adquisición de terrenos e inmuebles, ejecución de obras,etc.) para alcanzar esos mismos objetivos. 
Los aspectos prioritarios del Plan son la supresión o minimización de las barreras físicas (ferrocarriles, autopista de la Gran Vía) para llegar a trazar una ciudad unitaria y bien comunicada, el diseño de una red viaria coherente, la recuperación de la problemática de la escasez de vivienda, la renovación de los tejidos consolidados de los barrios del Samontà, el incremento de espacios verdes, la modernización de los servicios y la redimensión y gestión de los equipamientos, y el estímulo de la actividad económica, especialmente la de carácter terciario, con la renovación de las áreas industriales tradicionales. 
Una de las premisas conceptuales del Plan radica en conseguir una estructura urbana sencilla y clara, que pueda ser percibida por los residentes y los visitantes de la ciudad. A través de una nueva interpretación de la red viaria local se conformarán 2 anillos viarios con un mínimo de cuatro carriles de circulación que vertebrarán toda la ciudad y comunicarán los barrios. No se trata de cinturones o vías rápidas, sino de calles cívicos donde será posible también hacer los trayectos a pie con comodidad y seguridad. la jerarquización de la red viaria, la permeabilización entre los barrios, las conexiones con la red viaria supramunicipal, la creación de nuevos aparcamientos públicos, la delimitación de áreas ambientales con prioridad para los peatones y la mejora del transporte público son elementos determinantes para avanzar hacia un modelo de movilidad más sostenible.

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El sector de la Remonta es la segunda de las 74 áreas residenciales estratégicas previstas en Cataluña en comenzar a ejecutarse. Se prevé la construcción de 797 viviendas, de las cuales un 60% estaban protegidas. Durante su tramitación final se ha tenido que modificar ligeramente la ordenación del sector para preservar los restos del antiguo canal de la Infanta tal y como reclamaba una plataforma ciudadana a favor de su conservación.

El cuartel de la Remonta de Hospitalet de Llobregat está situada en el extremo O del barrio del Centro, en el límite de la ciudad con Cornellà. Construida en 1868, estaba destinada a depósito de caballos sementales del ejército. En 2007 un convenio entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Hospitalet permitió la cesión a la ciudad de la totalidad del cuartel para desarrollar usos residenciales. Posteriormente, en febrero de 2008 la Comisión de Urbanismo de Cataluña (CUC) incluyó este sector urbanístico dentro de las ÁREAS RESIDENCIALES ESTRATÉGICAS (ARE) y establecerla como marco de planeamiento para su desarrollo el Plan director urbanístico (PDU) de las ÁREAS RESIDENCIALES ESTRATÉGICAS dEL BARCELONÈS. 

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El 9.11.2010, el Consejo General del Consorcio para la Reforma de la Granvia en L’Hospitalet de Llobregat, como administración actuante, aprobó inicialmente el Proyecto de reparcelación del ARE de «La Remonta» que fue expuesto al público, mediante edictos publicados en el BOPV el día 1.12.2010, DOGC el día 9.12.2010 y en el diario «Hoy» el día 30.11.2010, efectuándose las notificaciones personales a las personas interesadas.

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En junio de 2011 el proyecto de soterramiento de las vías de ancho ibérico quedó completamente parado en L’Hospitalet mientras en Sants inicia el cubrimiento. Estos proyectos habían sido aprobados coincidiendo con la llegada del Ferrocarril de Alta Velocidad en Barcelona y son una vieja aspiración de los vecinos de L’Hospitalet y del barrio de Sants de Barcelona

L’Hospitalet es una ciudad con una morfología marcada históricamente por los grandes ejes de acceso por el Llobregat en la ciudad de Barcelona, tanto viarios (como la Gran Vía o la carretera N-340) como ferroviarios donde existen 3 líneas de tren que cruzan la ciudad. Estos ejes ferroviarios son la línea de Vilafranca del Penedès -que recorre la ciudad de E a O en paralelo al antiguo trazado del canal de la Infanta-, la de Vilanova y la Geltrú -que viene del S cruzando la ciudad por medio y enlaza de camino a Santos con la de Vilafranca en la Torrassa- y la del Carrilet de Manresa más al S, actualmente gestionada por Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña (FGC), que fue enterrada en 1986. Esto ha marcado el desarrollo urbanístico de la ciudad donde los barrios segregados por las vías del tren tienen dinámicas de desarrollo propias y no de conjunto, y donde el centro físico de la ciudad está ocupado por polígonos industriales alrededor de los ejes ferroviarios.

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En febrero de 2015 se aprueba inicialmente el Plan director urbanístico Gran Vía-Llobregat que prevé la transformación de la segunda fase de la Gran vía en L’Hospitalet de Llobregat. Contempla el soterramiento parcial de los troncos centrales de la Granvia y la ordenación urbanística de su entorno, con el impulso del proyecto Biopol’H para promover el sector biotecnológico, la creación del parque agrícola de Can Trabal y la construcción de equipamientos y oficinas.

fa2645b0.jpgLa Avenida de la Granvia de L’Hospitalet forma parte de la C-31, una carretera gestionada por la Generalitat que une el Vendrell (Tarragona) y Figueres (Girona) pasando casi siempre cerca de la costa y cruzando el área metropolitana de Barcelona. Se trata de una carretera de gran capacidad que, en los tramos del Hospitalet, Barcelona y Badalona, transcurre por un entorno plenamente urbano. En L’Hospitalet pasa, a lo largo de 3 km, entre los barrios de Bellvitge, el Gornal y Santa Eulalia (al N) y la zona industrial y de equipamientos conocida como Distrito Económico (al S). 

El Plan director ordenaba urbanísticamente 3 sectores ubicados en el S y en el N de la Granvia:

  • El sector 1, en el S de la Granvia, ocupa 43 ha y contiene el hospital Duran i Reynals (donde se encuentra el Instituto Catalán de Oncología), el tanatorio municipal, las cocheras de TMB y equipamientos deportivos. Se preveía impulsar el proyecto Biopol’H para promover el sector biotecnológico y de la salud y se contemplaban usos industriales, terciarios, comerciales y hoteleros.
  • El sector 2, al N de la Gran Vía, tiene 42 hectáreas y engloba los terrenos agrícolas de Can Trabal además de una subestación eléctrica de FECSA. El Plan director planteaba un parque de 25 ha que, a diferencia de la propuesta anterior, garantizaría el mantenimiento de la actividad agrícola. En el resto del sector se proponían usos terciarios, industriales, comerciales y hoteleros. También se contemplaba el soterramiento de las líneas eléctricas existentes y la mejora de la conexión con el río Llobregat.
  • Finalmente el sector 3, con una superficie de 6 ha, comprende los suelos situados al N del sector 2, junto al término municipal de Cornellà de Llobregat. Parte de la superficie se destina al uso de los equipamientos municipales existentes (recogida, saneamiento …) y para el resto se delimita una unidad de actuación con usos terciarios, industriales, comerciales y de dotaciones.

La mayoría de agentes políticos y sociales valoraron positivamente el proyecto si bien lamentaban que restaría incumplido debido al retraso en el soterramiento de las vías del ferrocarril. Por su parte el antiguo portavoz de la Plataforma por la Conservación Agrícola de Hospitalet y Contra la Especulación Inmobiliaria, Ricard Gutiérrez, en declaraciones a La Vanguardia se mostró satisfecho por la protección de Can Trabal. Sin embargo advirtió que había que conocer todos los detalles del proyecto, por ejemplo su integración con el río Llobregat y el Parque Agrario del Baix Llobregat.

El Plan director quedaba a la espera de la aprobación final por parte del consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, una vez resueltas las alegaciones y previo informe favorable de la Comisión Territorial de Urbanismo del Área Metropolitana de Barcelona. La culminación del proyecto se preveía a unos 10 años vista.

En el Informe “Análisis Urbanístico de Barrios Vulnerables 1996. Catálogo de Áreas Vulnerables Españolas”, Ministerio de Fomento‐Instituto Juan de Herrera. Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid, HERNÁNDEZ AJA, Agustín se identifican en Hospitalet de Llobregat en 1991 los barrios vulnerables de 1.‐ La Torrasa y las zonas de 1.‐ SAN JOSÉ (barrio situado en el distrito Centro, delimitado tanto al N como al E por las vías del tren, tanto comerciales como de cercanías (FGC). El barrio sigue una estructura muy parecida a los barrios de Santa Eulàlia y Centro ya que el origen es parecido, surgido en torno al antiguo camino que conectaba con Barcelona. Aún quedan muchas parcelas de suelo industrial. Los indicadores muestran porcentajes de carencias en la vivienda por encima de la media (2,20%) y una sección censal presenta niveles bajos de estudios. Se corresponde con una promoción de vivienda pública de los 60′). 2.‐ SEN FELIÚ (situado en la zona N del municipio por encima de las vías del tren, limítrofe con los municipios de Espulgues de Llobregat y Cornellá de Llobregat. Queda dividido por la Ronda del Dalt. El barrio no tiene una estructura clara, combina zonas residenciales, con industria y paquetes dotacionales. Es un barrio de difícil acceso por las pendientes, más conectado con Espulgues que con L´Hospitalet. Presenta vulnerabilidad en el indicador de nivel de estudios), 3.‐ SANTA EULALIA NORD‐EST (En esta zona del barrio de Santa Eulàlia encontramos que las secciones censales presentan vulnerabilidad en indicadores por vivienda y por estudios. En ella se mezclan zonas de viviendas de distintas alturas, con pequeñas industrias y talleres. En esta parte del barrio de Santa Eulalia, hacia el barrio de San José encontramos la iglesia medieval que dio origen al barrio), 4.‐ CAN SERRA SUD (Las secciones censales a la que se hace referencia presentan vulnerabilidad por carencias en la vivienda y por bajo nivel de estudio. Se corresponde con una zona de torres en “H” de 11 plantas de los 70′, aunque no se han encontrado referencias sobre si el origen fue público o privado), 5.‐ BELLVITGE (Bellvitge es uno de los barrios de los 70′ más emblemáticos de L´Hospitalet, no solo por su estructura de bloque abierto sino por las reivindicaciones vecinales que durante años se sucedieron para conseguir los equipamientos y zonas verdes que en origen estaban previstas en el Plan que lo desarrolló y que hasta los años ochenta no se construyeron. El barrio se desarrolla a través de un Plan Parcial de iniciativa privada, con la construcción de viviendas para alojar a unos 70.000 residentes, siguiendo una estructura de bloque abierto en altura (hasta 16 plantas) que preveía la urbanización de zonas libres con equipamientos en los espacios interbloque. Pese a que presenta algunas secciones censales con indicadores de vulnerabilidad, desde la Oficina Técnica de Planes de Acción Territorial del Ayuntamiento, nos indicaron que en la actualidad el barrio no lo consideraban vulnerable). 
En 2001, son los barrios de 1.‐ Santa Eulalia Sud, 2.‐ La Torrasa Sud, 3.‐ La Torrasa Nord, 4.‐ Collblanc, 5.‐ La Florida Sud, 6.‐ La Florida Nord, 7.‐ La Florida Oeste, 8.‐ Pubilla Cases Nord, 9.‐ Pubilla Cases Centre, 10.‐ Pubilla Cases Sud, 11.‐ Les Planes y 12.‐ El Gornal, y las zonas vulnerables de 1.-San José, 2.- San Feliú, 3.- Santa EUlalia Nord-Est, 4.- Can Serra Sud y 5.- Bellvitge; y en 2006 fueron 1.‐ La Torrasa Sud 2.‐ La Torrasa Nord 3.‐ Collblanc 4.‐ La Florida Sud 5.‐ La Florida Nord 6.‐ Pubilla Cases Nord 7.‐ Pubilla Cases Centre 8.‐ Pubilla Cases Sud 9.‐ Les Planes.

La ciudad de L´Hospitalet de Llobregat está claramente fragmentada en 2 partes, el norte y el sur que quedan separadas no solo por barreras físicas sino también sociales. Del estudio realizado en base al índice de extranjería del Padrón 2006, se deduce que los barrios donde se agrupa la mayor parte de la población inmigrante del municipio son aquellos situados al N de las vías del tren, en la zona denominada como Samontá; además estos barrios coinciden en su mayoría con los barrios vulnerables delimitados en base al Censo 2001.

Según los datos del Padrón, en el municipio de L´Hospitalet de Llobregat en el año 2006 residían 248.150 habitantes, un 10% más que en 2001, de los cuales el 3,88% son inmigrantes extracomunitarios. Esto sitúa al municipio 7 puntos por debajo de la media autonómica, aún así en determinados barrios del municipio esta tendencia es opuesta.

L´Hospitalet de Llobregat es un municipio que por su localización en el área metropolitana de Barcelona, resulta un buen lugar de acogida para la población inmigrante que encuentra en determinados barrios de la ciudad alojamiento barato y bien comunicado. Esto se traduce en un mercado de alquiler de viviendas asequibles, de pequeño tamaño y generalmente con malas condiciones de ventilación y soleamiento; donde se pueden dar situaciones de hacinamiento. En total se han delimitado nueve barrios donde la población inmigrante extracomunitaria supone más de un 20% de la población total; entre los cuales destacan dos, la Florida Sud y les Planes que casi alcanzan el 30%.

La gran diferencia que existe entre los índices de cada uno de los barrios y el del municipio, hace pensar en los grandes desequilibrios que se dan dentro del propio municipio y que exigiría una atención especial en las políticas municipales.

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2011 Trama Urbana Consolidada HOSPITALE DE LLOBREGAT

Hoy, L`Hospitalet con el suelo agotado, estudia el modelo participativo y el proceso en el cual la ciudadanía ha de decidir sobre el futuro de la ciudad, y un primer paso, siempre imprescindible es conocer, saber, tener la información del desarrollo urbano que ha tenido la ciudad. 

«…ahora es el momento de adaptar, pensar y consensuar la estrategia que hemos diseñado para llevar a cabo la transformación de la ciudad, a cada uno de nuestros barrios. Por eso proponemos a los consejos de distrito el inicio de un proceso participativo sobre el posicionamiento y los objetivos de futuro de cada barrio en la ciudad para alcanzarlos en los próximos años …»

connexionsverdes_0.jpgModificar el Plan Director Urbanístico Gran Vía–Llobregat (PDU) a estas alturas (el proyecto de remodelación de la segunda fase de la Gran Vía de L’Hospitalet y los accesos al río Llobregat), con capacidad para 26 rascacielos abre las sospechas especulativas inmobiliarias innesariamente. Transparencia e información.

La constitución de la Agencia de Desarrollo Urbano de Hospitalet (ADU) se acordó en la sesión del pleno municipal del día 15.7.1999 con la aprobación de sus estatutos reguladores.
La ADU es una organización municipal especial desconcentrada, sin personalidad jurídica distinta de la del Ayuntamiento, pero que se en diferencia orgánicamente y funcionalmente, para el desarrollo urbanístico de la ciudad. En consonancia con las tareas a desarrollar, la Agencia ha sido dotada de un equipo más numeroso y depende el departamento de Cartografía de la ciudad, que es una herramienta imprescindible para el urbanismo actual. La ADU debe llevar a la práctica los proyectos de 2010 y hacer nuevas aportaciones al proceso de transformación. 
El primer Programa de Actuación 2000-2001 del ADU ha sido aprobado por su Junta de Gobierno en sesión celebrada el día 11.2.2000. Las actuaciones del Programa se articulan alrededor de 5 líneas de trabajo en el análisis, la gestión y la elaboración los instrumentos urbanísticos adecuados para la consecución de los objetivos siguientes:
a) Rehabilitación y reforma urbana
– Esponjamiento los tejidos más densos de la ciudad.
– Producción de nuevas viviendas para reducir el déficit de oferta.
– Creación de nuevos espacios urbanos colectivos (vialidad, espacios verdes y equipamientos) de calidad ligados a las operaciones residenciales.
– Avance en el marco de las fachadas y puertas urbanas que se han ideado, partiendo del Plan Hospitalet 2010, en el documento 21 proyectos para el siglo XXI.
– Reutilización de edificios del patrimonio arquitectónico para generar núcleos emblemáticos de operaciones de reforma.
– Ejecución de las zonas de reforma del PGM que quedan pendientes.
– Actuación de una manera global sobre las áreas industriales intraurbanas para promover su transformación.
b) Reestructuración e integración de las infraestructuras
– Soterramiento ferroviario de parte de las líneas de Vilanova y Vilafranca.
– Transformación progresiva de la Gran Vía en una avenida urbana.
– Mejora de las condiciones de desagüe y reducción del riesgo de inundación.
c) Movilidad sostenible
– Racionalización de la red viaria de la ciudad a partir, principalmente, de la definición de los dos anillos viarios del Plan Hospitalet 2010, la aplicación del criterio general de dar prioridad a los movimientos los peatones y conseguir una ciudad accesible y a nivel de pie plano.
– Potenciación del transporte colectivo con el aumento y la redistribución de los servicios a todas las partes de la ciudad.
– Aumento del número de aparcamientos subterráneos.
d) Nuevos equipamientos y espacios verdes
– Dirigir las reservas y dotaciones de equipamientos hacia las demandas emergentes de la sociedad (Viviendas tuteladas, centros para personas mayores, servicios feriales, etc.).
– Dotar a la ciudad de equipamientos hoteleros.
– Mejora de las ubicaciones y las instalaciones de diversos equipamientos y servicios supralocales de acuerdo con la importancia de la ciudad.
– Ejecución de espacios verdes integrantes de la cornisa verde.
e) Actuaciones urbanas para la renovación de la actividad económica
– Adecuación urbanística de los espacios con calificación industrial para estimular la implantación de nuevas actividades de carácter más tecnológico y terciario.
– Implantación de nuevas actividades comerciales y de ocio que reduzcan las necesidades de la ciudad.
– Participación en Feria 2000.
«…La transformación de Hospitalet tiene un doble reto: superar las carencias de macroestructura (ferrocarril, Gran Vía, red viaria, saneamiento, transportes públicos, etc.) y al mismo tiempo entrar en la renovación urbana a escala de barrio.
Los planes y proyectos están, la voluntad y los instrumentos de trabajo también, pero cuanto más se avanza en el análisis y la detección de las problemáticas urbanas que afectan Hospitalet se hace más evidente la falta de recursos económicos de la Administración local para asumirlos. Hay que implicar a todas las administraciones, la autonómica, la central y también la europea, en la renovación y en la estructuración de nuestras ciudades, porque se convierte en una tarea a escala de país. Hay que entender de una vez que si los barrios de la ciudad central no funcionan, el país, en su conjunto, se resentirá a corto plazo.
Hay que arbitrar los mecanismos equitativos para restituir parte de la riqueza que han aportado estos barrios al desarrollo del conjunto y que ahora se encuentran en un punto crítico en el que o bien se incorporan al proceso de ganancia cualitativo o bien irán restando marginados y retrogeneraran más dificultades.
Los recursos se deben verter en superar las cuestiones infraestructurales -porque permitirán estructurar mejor la ciudad y porque tienen un efecto inductor en la atracción de operaciones de desarrollo- y al ejecutar las operaciones de reforma de los barrios más densos y problemáticos, que pueden entrar, si no se actúa urgentemente, en una espiral de degradación, las consecuencias urbanas y sociales de la cual pueden ser más costosas que las inversiones que empleen para frenar este proceso…» 
Epílogo, La Renovación Urbana a L`Hospitalet, marzo 2001.

Pero 15 años han pasado ya. Hoy su presupuesto municipal de inversiones centra el foco en torno a 4 grandes ejes: servicios que garanticen los derechos básicos, mejoras urbanas que posicionen la ciudad y cohesionen los barrios y transparencia. Así lo recoge el Plan de Actuación Municipal (PAM) y el Plan de Inversiones Municipal (PIM) para el período 2016-2019, que ha presentado el consistorio. 

«…La partida más cuantiosa es la que se destinará a mejorar los barrios, con 39 millones, e implicará un conjunto de acciones singularizadas para mejorar la movilidad, la accesibilidad y la calidad del espacio público, que redundarán en la pluralidad, la convivencia y la cohesión social.
Asimismo, por primera vez se quiere “corresponsabilizar” a los ciudadanos de las actuaciones que se hacen en sus barrios, por lo que se dejará que sean los consejos de distrito quienes definan, mediante procesos de participación, actuaciones en cada distrito por valor de 500.000 euros.
Por otra parte, se dedicarán 32,3 millones a garantizar los derechos básicos de los ciudadanos con la apertura de tres centros para personas mayores, la puesta en marcha de dos nuevos “puntos jóvenes”, mejoras en centros docentes, la construcción de nuevos equipamientos deportivos y la adecuación de las bibliotecas para mejorar su accesibilidad, entre otros.
Más allá de las cuestiones internas de la ciudad, L’Hospitalet quiere seguir trabajando estos 4 años para potenciar su papel de capital metropolitana. En este sentido, invertirá 30 millones en iniciativas como el Distrito Cultural, la mejora de los polígonos industriales de la ciudad y la innovación en ámbitos como la salud y la creación artística, identificados como estratégicos.
El gobierno municipal también se propone mejorar la transparencia y fomentar la participación ciudadana durante este período, por lo que se destinarán 16 millones a proyectos que vayan en esta dirección.
Por último, el consistorio de reserva 12,7 millones para poder dar cobertura a imprevistos que puedan acontecer a lo largo de estos 4 años…»

El proyecto presentado a financiación FEDER, «L`h on ciudad cultural» no ha salido elegido, su hiperdensidad de población reclama zonas verdes locales e identidad municipal más allá de la pertenencia al gran area metropolitana barcelonés.

Y los problemas metropolitanos, son discusiones demasiado políticas, …como el «bypass de L`Hospitalet», técnicamente estudiado desde 2009, y en el cajón. Hasta que se colapse toda Barcelona por la entrada sur… que llegará.

Hoy Hospitalet de Llobregat, tiene una población de 252.171 habitantes y un parque residencial edificado de 102.204 viviendas, de las cuales 2.264 son unifamiliares (el 2,22%). Datan de antes de los 60′ aún un 10% de su parque residencial, siendo de los 60′ 37.072 viviendas (el 36,3%), de los 70′ son 37.416 viviendas (36,6%), de los 80′ son 4.468 viviendas (el 4,6%), de los 90′ son 3.434 viviendas (el 3,4%), y de la década prodigiosa 2000-2009 son 6.240 viviendas (el 6,1% del total).


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España