
Estos gráficos representan el Parque Residencial del municipio de Málaga.
Son los Bienes Inmuebles matriculados en el Catastro, clasificados por año de inscripción y por tamaño.
Cada barra horizontal representa una década, siendo la más reciente la inferior (2010′), y la más antigua la superior (1930-1939).
Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).
La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto para la obtención de la Demanda Latente de Vivienda (la demanda latente: la configuran personas que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo) son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de viviendas que constituyen la demanda encubierta de una zona y que se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores pero que todavía no han constituido un hogar.





Son datos fríos, sin cocinar.
Información para la toma de decisiones.
Información para el conocimiento.
Málaga es una ciudad y un municipio de 398,25 km2, capital de la provincia homónima y ubicada en la comunidad autónoma de Andalucía. es la 6ª ciudad más poblada de España, la 2ª de Andalucía y la número 46ª de la Unión Europea, así como la mayor de entre las que no son capitales autonómicas. Además, es la zona urbana más densamente poblada de la conurbación formada por el conjunto de localidades que se sitúan a lo largo de 160 km de la Costa del Sol y el centro de un área metropolitana, que sobrepasa sus límites municipales, abarcando otros 12 municipios que suman 1.000.000 habitantes censados. Se estima, no obstante, que Málaga es la 5ª área metropolitana de España, donde viven más de 1 millón de personas.
Está situada en el extremo O del mar Mediterráneo y en el S de la península ibérica, a unos 100 km al este del estrecho de Gibraltar. Su término municipal se extienden sobre los Montes de Málaga y el Valle del Guadalhorce. La ciudad está situada en el centro de una bahía rodeada de sistemas montañosos. 2 ríos, el Guadalmedina y el Guadalhorce, la atraviesan desembocando en el Mediterráneo.
Limita al N con los municipios de Almogía, Casabermeja, Colmenar y Comares; al E con El Borge, Moclinejo y Totalán; al O con Cártama y Alhaurín de la Torre; al SE con Rincón de la Victoria y al SO con Torremolinos. Al S se encuentra el Mar Mediterráneo.
El municipio de Málaga se extiende por 3 comarcas naturales de diferente paisaje. La aglomeración urbana ocupa la mayor parte de la Hoya de Málaga, llanura aluvial costera formada por los estuarios de los ríos Guadalmedina y Guadalhorce. La mitad N y la zona oriental del municipio corresponden al territorio montañoso de los Montes de Málaga, que llegan a alcanzar los 1032 msnm en la Cresta de la Reina. Por el oeste se extiende la vega del Guadalhorce.
La ciudad está situada a una altitud de 11 msnm y se abre a una amplia bahía rodeada por las estribaciones meridionales de los Montes de Málaga, que desde el municipio del Rincón de la Victoria, recorren la ciudad paralelas a la costa en dirección E-O y que comprenden los montes y cerros de Calderón, San Cristóbal, Victoria, Gibralfaro, Los Ángeles, Coronado, Cabello, La Tortuga y Atalaya, continuando después hacia el interior a lo largo del valle del río Campanillas. Por el lado occidental cierran la bahía las sierras de Cártama y Mijas.
El litoral malagueño ha sido muy modificado por la acción humana a lo largo de la historia, encontrándose algunas partes de la ciudad en terrenos ganados al mar. En general, las playas situadas al oeste del puerto y la desembocadura del Guadalmedina son bajas y arenosas, mientras que hacia el lado oriental la costa presenta un relieve más abrupto, con formaciones montañosas muy cercanas al litoral.
El litoral del municipio de Málaga cuenta con 16 playas de diversa naturaleza. Junto al límite con Torremolinos se encuentran las playas de San Julián, Guadalmar y Guadalhorce, esta última dentro del paraje natural. Se trata de playas bajas semiurbanas con arena oscura. En el casco urbano propiamente dicho y al O del puerto se extienden las playas de La Misericordia, San Andrés y Huelin. Son playas extensas y con un grado de ocupación alto. Al otro lado del puerto se encuentran las playas más populares: La Malagueta y La Caleta, contando la primera con una bandera azul. Más al este se extienden los Baños del Carmen y las playas de Pedregalejo, El Palo y El Candado. Estas son playas urbanas delimitadas por diques en forma de U y arena fina. Finalmente, en el extremo oriental se encuentran las playas semiurbanas de La Araña y el Peñón del Cuervo, de carácter abrupto, con calas y pequeños acantilados rocosos.
La ciudad se divide en 11 distritos administrativos, coordinados por Juntas Municipales de Distrito, que a su vez se subdividen en barrios o polígonos industriales, 1-Centro, 2- Este, 3-Ciudad Jardín, 4-Bailén-Miraflores, 5-Palma/Palmilla, 6- Cruz del Humilladero, 7- Carretera de Cádiz, 8- Churriana, 9-Campanillas, 10- Puerto de la Torre y 11-Teatinos/Universidad.
La historia de Málaga y de su entramado viario comienza con la fundación de la Malaka fenicia alrededor del 800 aC, cuyo primitivo asentamiento estaba emplazado a los pies del monte de Gibralfaro, seguramente tras comprobar las dificultades de habitar en el Cerro del Villar. Sería más preciso hablar, en este periodo, del establecimiento de una factoría comercial más que fundación de una ciudad que, en todo caso, se realizaría sobre una base íbera. Durante la época cartaginesa, que no dura más de 60 años, se consolida el puerto y se desarrollan nuevas fortificaciones definiendo una urbe que poco fue modificada por los romanos quienes la ocuparon al vencer a Cartago tras las Guerras Púnicas (en el año 206 aC conquistan Gades) y que se limitaron a añadir algunos edificios públicos y, de manera muy especial, a establecer nuevas e importantes vías de comunicación con el interior lo que, a su vez, propició el desarrollo de la actividad portuaria, destacando por su importancia la Vía Hercúlea que la comunica con otros enclaves de la Hispania interior y con los demás puertos del Mediterráneo. En esta etapa de la historia, el Municipium Malacitano tiene una población entre 2.000 y 3.000 habitantes. El núcleo principal de la población se situaría junto al puerto y al abrigo de la colina de la Alcazaba, aquí se ubicarían los edificios públicos y religiosos dispuestos, según algunos investigadores, en una ordenación de terrazas escalonadas sobre la ladera del monte de Gibralfaro.
Tras la división del Imperio Romano, se ve afectada la ciudad por las grandes migraciones de los pueblos germánicos, asentándose en la ciudad los vándalos silingios de religión arriana.
Cuando la ciudad empieza a tener características propias, aún reconocibles algunas de ellas en la actualidad, es en el periodo musulmán que se inicia con la conquista de la ciudad en el año 743 y que alcanzaría el mayor esplendor en la época nazarí. En este momento de la historia, la ciudad se organiza sobre la base de un recinto defensivo conectado al centro del poder (conjunto Gibralfaro–Alcazaba), una “medina” como núcleo principal del asentamiento poblacional y algunas zonas habitadas extramuros de la ciudad y que recibían el nombre de “arrabales”, anexo al recinto y de forma independiente del resto de la ciudad.
La medina era casi plenamente coincidente con lo que hoy llamamos Centro Histórico de la ciudad y albergaba en su interior las principales funciones civiles, comerciales y religiosas de la urbe. Su estructura viaria principal se organizaba a través de una vía que servía de eje transversal y unía el centro del poder (Alcazaba) con la puerta principal de la ciudad hacia el interior del territorio, la Puerta de Antequera, correspondería al eje formados por las calles Císter, Santa María y Compañía. Hacia la mitad de esta vía, la Plaza o Zoco de la ciudad, hoy Plaza de la Constitución y desde ella, la otra gran arteria, la calle Granada que comunicaba con la puerta de las murallas del mismo nombre y por la que conectaba con el camino de la capital del Reino. Sobre esta calle se asentaban algunas mezquitas y grandes mansiones que, como veremos más adelante, tuvieron una gran importancia en la transformación que sufrió la ciudad del siglo XIX. Prácticamente el resto del sistema viario estaba constituido por un dédalo de callejuelas estrechas, muchas sin salida, son las denominadas en los Libros de los Repartimientos como “barreras” y de las que algunas permanecen en la actualidad como las calles de Ascanio y Concejal Agustín Moreno en la zona de la Plaza del Carbón y otras calles que han seguido existiendo hasta época muy reciente con nombres tan descriptivos como calle Siete Revueltas, más o menos por la plaza de las Flores, o calle Doce Revuelta que tenía entrada por un arco en calle Calderería aproximadamente por la actual calle Capitán.
Se completaba la ciudad con 2 arrabales: el de la Fontanella desde Puerta de Granada a Puerta de Antequera y otro que el geógrafo Al–Idrisi llama de los tratantes de la Paja situado al O del río Guadalmedina. Existían, además, otros enclaves situados extramuros de la ciudad, como las juderías o los establecimientos mercantiles fundados por extranjeros entre los que alcanzó especial renombre el de los genoveses quienes dispusieron, a partir de 1278,de un recinto amurallado propio frente al puerto.
A partir de 1487 con la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos se inicia un proceso de cambio en el modelo de organización urbana. En efecto, el tejido urbano sufre muy pocos cambios salvo la apertura de la calle Nueva que luego comentaremos, sin embargo sí se produce una importante modificación de usos y funciones en el sistema habitacional de la ciudad.
En el núcleo de la urbe, que se sigue correspondiendo con el actual Centro Histórico, se produce la sustitución de las mezquitas por iglesias cristianas y el traspaso de la propiedad de las grandes mansiones y palacetes a la nobleza castellana que ha participado en la conquista y a las Órdenes Religiosas. Se incorpora así Málaga al concepto de ciudad, propio de esta época, que algunos tratadistas han dado en llamar la “ciudad conventual” y que se irá acrecentando en las dos centurias siguientes por sucesivas donaciones y fundaciones.
La gran transformación del callejero de la ciudad se produce con la apertura de la llamada, entonces y hoy, calle Nueva en el año 1491. Razones de logística del transporte dan justificación a esta vía nacida para conectar con el Puerto de manera fácil y rápida la zona de los almacenes, fundamentalmente de productos agrícolas, que se generó en las proximidades de la Puerta de Antequera, acceso principal desde las ricas comarcas productoras del interior.

1693 Málaga por H. Torelli
Extramuros de la ciudad hay que comentar siquiera sea muy de pasada, la implantación de una serie de conventos que orillando los caminos existentes van a dar origen en el futuro a un entramado viario de carácter radial, son los conventos de la Victoria, el de Capuchinos, de la Trinidad, Santo Domingo y San Andrés.
Es oportuno reseñar una reclamación que presentan las autoridades sanitarias de la ciudad como consecuencia de una epidemia de cólera habida en el siglo XVII. Hacen saber que el hacinamiento de las viviendas existentes entre la Plaza de las Cuatro Calles (hoy de la Constitución) y el Puerto en las que el Sol sólo llega a los tejados y el aire marino no tiene entrada, las convierten en lugar propicio para toda suerte de enfermedades y epidemias.
Durante la segunda mitad del siglo XVIII se produce la gran expansión de la ciudad que pasa de 31.427 habitantes en 1747 a 49.040 en 1789. Se fundamenta este desarrollo urbano en la sustitución de la organización productiva basada en asociaciones gremiales por una burguesía comercial. Se produce así una gran expansión agrícola y comercial, se crean y mejoran las infraestructuras urbanas como la primera traída de agua a Málaga, y la construcción de nuevos caminos; se crean nuevas instituciones como el Consulado del Mar y Terrestre y la Asociación de Amigos del País. Todo esta transformación social y comercial va a servir de base y a ser culminada espléndidamente con la Málaga industrial y pujante del siglo XIX. La ciudad va a crecer especialmente por la zona al N de la calle Álamos dando asiento habitacional a una nueva clase social, media y acomodada que emerge al socaire de la pujanza económica y que está compuesta por profesionales de diversas ramas y afortunados detallistas del comercio.

1764 – Bahía de Málaga
Se incorpora en esta época una nueva y singular pieza al sistema viario de la ciudad: la Alameda. “La Alameda, como Afrodita, nació del continuo besar de las olas sobre la arena…”. La arena la había ido poniendo a lo largo de los años el río, cuando río era, Guadalmedina; sus depósitos y acarreos habían alejado el mar de las murallas generando un espacio entre la Puerta del Mar y el Castillo de San Lorenzo que ya en 1772 se había ordenado con la plantación de álamos blancos y donde se habían instalado una serie de casetas de madera dedicadas, fundamentalmente, al comercio de comestibles.

1785 – Málaga por Joaquín de Vilanova
En Europa se inaugura por esta época, el urbanismo monumental que a España llega de la mano del Rey–Alcalde Carlos III que promueve en Madrid el Paso del Prado induciendo en el resto del país, a partir de 1768, toda una serie de alamedas y paseos ornados de fuentes y estatuas: el Salón de Granada, Apodaca en Cádiz, el de Hércules en Sevilla y la Alameda en Málaga, por citar las más cercanas.

1791 – Málaga por Joseph de Ortega Monroy Valenzuela y Pizarro
Así pues, siguiendo órdenes del Rey Carlos III, el Marqués de Floridablanca dicta en 1783 las disposiciones precisas orientadas a “adornar con arreglo al proyecto del ingeniero Fernando López Mercader la Puerta del Mar y su playa circunvecina”. Tan solo 2 años más tardes, el 3.11.1785, se produce la inauguración de la Alameda, al menos en su perímetro interior, el del paseo propiamente dicho. No fue hasta el siguiente año cuando se produce el derribo del paño sur de las murallas, ya inútiles desde un punto de vista militar, lo que permitirá el cosido de la nueva vía con la trama viaria del casco viejo. En este momento, la Alameda solo llegaba hasta la altura, aproximadamente, de la calle Torregorda donde el ya citado Castillo de San Lorenzo le ponía límite. Este baluarte fue derruido en los primeros años del siglo XIX lo que permitió la extensión de la Alameda hasta la ribera del Guadalmedina o dicho con el más castizo y coloquial vocabulario malagueño, hasta el “paredón” del río y con ello, la creación de una nueva vía, la Alameda de los Tristes, hoy Alameda de Colón.
Por completar el panorama de la dinámica de la ciudad en esta zona, cabe citar que 1858 se comunica al Ayuntamiento el próximo inicio de las obras del puente de Tetuán. El proyecto del puente lleva fecha de 18.5.1859 y fue firmado por el ingeniero don Luis Gracián y Reboul quien, además, regaló a la ciudad el proyecto y la dirección de la obra, todo ello en consonancia con la aportación, también gratuita para el erario público, con la que se financió dicha obra cuyos fondos provenían del superávit de más de 200.000 reales habido en una caritativa operación de compra y distribución de cereales realizada en 1856 con motivo de la hambruna producida por la pérdida total de la cosecha de ese año. Los patronos de esta operación constituyen un elenco de la mejor sociedad de Málaga. En la Edad Media un moro rico donó el puente de piedra de Santo Domingo; en el siglo XX, el Gobierno alemán regala otro en el mismo lugar. No es una novedad que cuando a la Administración se le nombra el Guadalmedina, mire hacia el Ebro, por ejemplo.

1838 – Málaga por Rafael Mitjana
El puente se inauguró el domingo 26.2.1860 con el nombre de Tetuán en conmemoración de la toma de dicha ciudad ocurrida en aquellos días en el contexto de la Guerra de África. Duró hasta que fue sustituido, en 1913, por otro de mayor capacidad viaria y que también tendría una vida útil de otra media centuria pues el actual se terminó de construir en abril de 1971.

1863 – Málaga por Joaquín Pérez de Rojas
En 1778, el ingeniero militar Segismundo Font, diseña a ambos lados del paseo peatonal de la Alameda, seis manzanas de edificaciones que, junto a las dos ya existentes en su extremo nororiental van a definir la morfología urbana de la recién estrenada vía y a atraer hacia ella a la nueva burguesía que plantará allí sus mansiones en un lento proceso que alcanzará hasta el primer tercio del siglo XIX.
Para mayor realce del nuevo salón de la ciudad, el cabildo municipal acuerda en 1807, trasladar la fuente de Génova desde la plaza de la Constitución, entonces Plaza Mayor en la que estuvo desde el siglo XVI, al extremo occidental de la nueva vía en donde permanecerá hasta el año 1927 en que será trasladada a un nuevo emplazamiento en el Parque del que, una vez más, ha viajado para volver a ocupar su emplazamiento original en el reciente año de 2002. Como curiosa aportación a una posible historia de los pavimentos de la ciudad, citamos de nuevo a Bejarano Robles que extrae de la Sección de Obras Públicas del Archivo Municipal una referencia relativa a una propuesta de don Manuel Agustín Heredia, propietario de la ferrería “La Constancia” y don Francisco Dandre para experimentar un nuevo pavimento fabricado con una especia de argamasa de escoria de hierro, proponiendo como lugar del experimento el espacio de calle situado ante la vivienda del primero, en la Alameda, y la calle de San Juan de Dios.
Estando la Alameda, prácticamente consolidada, era natural y oportuno continuar con el programa de actuaciones destinado a la modernización de todo el frente S de la ciudad. Corresponde ahora la iniciativa al mariscal de campo D. Teodoro Reding que decide en 1806 continuar con el proyecto de supresión de las murallas árabes demoliendo las que quedan en dirección hacia el Boquete del Muelle, se genera, de esta manera, el peculiar enclave urbano de la Acera de la Marina, mitad calle con casas a un solo lado y mitad plaza volcada sobre el puerto y, en gran medida, al servicio de éste ya que en ella se asientan numerosos tinglados para la custodia de mercancías que entran o salen por él, así como numerosas pilas de bocoyes y cajas de pasas.
Al N de esta nueva vía, subsistirá hasta principios del siglo XX, el conjunto de calles estrechas y sinuosas, herencia de la ciudad musulmana, que constituyen el pintoresco barrio portuario, pleno de posadas, mesones, burdeles y tabernas y animado por el sonido continuo de broncas, penas y alegrías expresados en mil lenguas diferentes.
Si el siglo XIX empieza con factores muy negativos para la ciudad, el segundo tercio dará un significativo cambio con un proceso de implantación industrial de gran trascendencia. Apoyado en dos pilares, la industria textil y la metalúrgica, el desarrollo llega a la ciudad: se levantan fábricas y aparecen los barrios obreros alrededor de ellas, así se crean las barriadas de Huelin, el Bulto, la Pelusa, etc. A ello hay que añadir un nuevo elemento dinamizador y de gran importancia en las modificaciones morfológicas de la zona O, se trata del ferrocarril y su estación final que se termina en 1865.

1887 Málaga por J. Duarte de Belluga
La finalización de las Guerras Carlistas 1876 da pie, entre otras circunstancias, a que se produzca el auge de la industria metalúrgica en el País Vasco en detrimento de la local que había sido pionera en España. Se inicia así el periodo de crisis de la ciudad en el último tercio del XIX que alcanza su desgraciado culmen con la aparición de la filoxera que arruina los campos y atrae a la ciudad una población desesperada y necesitada. En 1870, el censo de la ciudad arroja una cifra de 89.450 habitantes que en 1877 se convierten en 115.882 y en 1887 alcanza la cifra de 134.016 almas.
Dentro de todo este marco que convulsiona el tejido social de la ciudad, se va a producir la gran transformación del sistema viario del centro urbano. Las grandes “islas” que desde los Repartimientos forman en el entramado urbano los conventos y las distintas propiedades que con el paso del tiempo se le han ido añadiendo principalmente por sucesivas donaciones, van a ser incorporadas al mercado inmobiliario con motivo de la Desamortización que en el periodo de 1834 a 1854, realiza Mendizábal y que se verá completada con la Ley General de 1.5.1855 o Ley Pascual Madoz. La Desamortización de Mendizábal no fue la única que se realizó; desde 1768 que se produce la llamada Reforma Olavide, pasando por la Desamortización de Godoy, y la de las Cortes de Cádiz, sucesivos procesos desamortizadores elevaron el conjunto de las ventas de terrenos a una superficie equivalente al 25 % del territorio nacional.
Para convertir cada una de estas grandes superficies, en solares aptos para ser edificados, se hacía preciso proyectar un viario que ordenara las nuevas manzanas edificables y permitiera su conexión con el resto del entramado urbano de la ciudad. La “piqueta desamortizadora” sustituyó en Málaga el dramático papel que en otras ciudades desempeñaron incendios, explosiones o seísmos, aunque, apene pensar, que bajo ella, manejada por hombres, también cayó un rico patrimonio arquitectónico del que apenas quedan vestigios.
Haciendo un repaso somero sobre el tema y tratando de no perder de vista el nacimiento de las nuevas calles como objetivo, mencionaremos algunos de los casos más llamativos que han tenido una mayor trascendencia en la formación de la ciudad actual.
• Convento de Santa Clara: Se extendía desde la calle Santa María hasta la traseras de las casas de la calle de los Caballeros, hoy, de San Agustín. Su derribo en 1890 permite la apertura de la calle de Molina Larios en su tramo entre las calles Granada y Santa María, la calle Duque de la Victoria y la plaza del Siglo, así como la nueva alineación de la calle Santa María.
• Convento de San Bernardo: Se ubicaba en la calle Granada, ocupando, aproximadamente, el espacio definido por las calles Denis Belgrano y Niño de Guevara. Además de las mencionadas vías, da lugar a la aparición de la calle Méndez Núñez entre los años 1870 y 1871. En 1848, el Ministerio de Hacienda cede al Ayuntamiento de Málaga los solares resultantes de las demoliciones de los Conventos de Santa Clara y de San Bernardo a condición de utilizar las rentas que de ellos se obtengan para dedicarlas a la financiación de la traída de agua a la ciudad desde los manantiales de Torremolinos.
• Convento de Santa María de la Paz: Constituía la fachada N de la plaza de la Merced, entonces del Mercado. En su lugar se edificaron las 2 manzanas de las casas de Campo, en uno de cuyos pisos nacería Picasso, y el pasaje del mismo nombre. Convento de la Merced: Situado próximo al anterior, fue fundado por la Orden Mercedaria y edificado en 1507. Se extendía desde la propia plaza del Mercado hasta calle los Frailes, quedando en su interior la calle Gómez Pallete y toda la zona del Teatro Cervantes. En 1835 fue suprimido el convento y destinado a cuartel, permaneciendo sólo la Iglesia hasta fecha muy reciente.
• Convento de San Pedro de Alcántara: Con entrada, posiblemente, por calle Carretería, ocupaba desde la calle Tejón y Rodríguez hasta calle Beatas en las proximidades de la Puerta de Buenaventura. Con el derribo de este convento, terminado en 1837, se obtienen los espacios precisos para la construcción de la plaza del Teatro, el ensanche de la calle Comedias y la propia plaza de San Pedro de Alcántara. La calle de este nombre surgió años más tarde cuando la Casa Larios Hermanos construyó las dos manzanas que configuran el lateral N de la plaza del Teatro.
• Convento de San Luis el Real de Observantes de San Francisco o Convento de San Francisco: Fue una fundación de 1489 de los Reyes Católicos. Su desamortización dará lugar a la plaza de San Francisco situada en parte, sobre el compás del convento y las calles Don Rodrigo y de los Cristos por el Norte y hacia el Río Guadalmedina, hasta la terminación de la calle de los Gigantes y el actual Cuartel de la Policía Local.
• Convento de las Religiosas Dominicas del Ángel: Situado en la calle Granada, esquina a la de Ángel. Por sucesivas incorporaciones se fue extendiendo hasta la esquina de calle Lazcano y hasta la calle Santa Lucía. De su reordenación aparecerá la calle Luis de Velásquez y la alineación de la propia calle del Ángel.
• Convento de las Carmelitas: Situado en la calle Santa María es derribado en 1873 permitiendo la apertura de la de Sánchez Pastor.
• Convento de Religiosas Agustinas Descalzas: Ocupaba el lateral oriental de la actual plaza de la Constitución quedando de él solamente el arco que actualmente da entrada al pasaje de Chinitas. Fue demolido en 1855. Existía por su fachada a calle Santa María y enfrente de lo que más tarde sería la calle Sánchez Pastor una pequeña placita hoy desaparecida y sobre la que se abrió una de las entradas laterales del Pasaje de Chinitas. Este pasaje fue, en su origen, de propiedad privada.
• Convento de las Capuchinas: Se encontraba situado en la calle de San Agustín, fue demolido en 1873 aunque no es hasta 1876 cuando se realiza el atirantado del solar resultante y que dará lugar a la calle de las Capuchinas, hoy llamada de Echegaray. Anteriormente se había cedido una franja de terreno para hacer la ampliación de la calle de San Agustín de los 3 m de anchura que tenía a la que actualmente presenta en su primer tramo.
Todas estas operaciones de reparcelación que se han presentado, van a configurar de manera esencial, el aspecto de lo que hoy llamamos el Centro Histórico de la ciudad, tan sólo falta por llegar la pieza urbana más representativa de esta Málaga del XIX y que se va a convertir en emblema, salón y escaparate de la ciudad: la calle Marqués de Larios.
Como se ha señalado anteriormente, los antecedentes de esta nueva vía hay que buscarlos en las demandas sanitarias ya reclamadas en el siglo XVII y vuelta a presentar en sucesivas epidemias de las que la historia de la ciudad no está falta, la última de las cuales, en referencia a la historia de esta calle, fue la de cólera morbo de 1833 que resultó especialmente virulenta.
En el contexto urbanístico, el primer antecedente se encuentra en el Plan de Ensanche de 1859 realizado por el Arquitecto José Moreno Monroy. En él, se traza una vía de 15 m. de anchura que partiendo de la esquina sureste de la plaza, prácticamente en la esquina de la calle del Toril, llega hasta el Boquete del Muelle, es decir, hasta lo que hoy sería el inicio del Parque. En el mismo anteproyecto, se pedía el ensanche y prolongación de la calle Alcazabilla. El Gobierno Central negó los permisos solicitados basándose en la falta de capacidad financiera municipal.
En el año 1878, el Ayuntamiento encarga al Ingeniero D. José María de Sancha un estudio general del alcantarillado y de las obras de mejora necesarias para la ciudad. El Proyecto que presenta este insigne malagueño por vocación, incluye la apertura de 3 grandes vías, desde la Victoria a la Aduana, desde el extremo N de la calle Molina Larios hasta Capuchinos y, por último, desde la plaza de la Constitución al Puerto. Ésta última actuación será inmediatamente asumida por el Ayuntamiento que encarga el Proyecto definitivo al Arquitecto Municipal D. Joaquín de la Rucoba. El choque de criterios entre ambos técnicos en cuanto al trazado de la calle se refiere, fue notable, imponiéndose al final el parecer del Arquitecto Municipal quién, al fin y al cabo, estaba “en casa”.
En Sesión del 6.6.1878, se acuerda solicitar a las Cortes, autorización para proceder a la expropiación de las casas y zonas a ocupar por la nueva calle así como dos bandas de 20 m. de anchura para las nuevas edificaciones.
En menos de 1 mes, se autoriza por medio de una Ley especialla apertura de lo que será la calle Marqués de Larios así como las otras 2 nuevas vías contenidas en el Plan de Sancha.

1892 – Málaga. Ensanche previsto por Emilio de la Cerda.
Para salvar las siempre presentes dificultades presupuestarias, el Ayuntamiento, presidido entonces por D. José Alarcón Luján, recurre al capital privado, promoviendo, a tal efecto, la creación en 1880 de una sociedad anónima para la consecución de los terrenos y su explotación; su capital fue de un millón de pesetas. Sin embargo, dificultades burocráticas y una cierta atonía por parte de los socios llevan a alcanzar el año 1886 sin haber adelantado prácticamente nada en la ejecución del Proyecto de la nueva vía. Es en este momento, en el mes de agosto, cuando se pone de manifiesto que no todos han estado parados; en efecto, la Gran Casa como es conocida por el pueblo llano la familia Larios y su aparato industrial y financiero, aparece con las escrituras de 76 de las 107 casas afectadas por el proyecto inicial y solicita licencia para edificar en ellas de acuerdo con el Plan aprobado. Se inicia entonces una serie de gestiones que culminan en un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Casa Larios por el que esta sociedad asume toda la responsabilidad, y naturalmente el protagonismo, de las obras de urbanización de la calle y de la edificación de las doce manzana de casas proyectadas y que es aprobado en Sesión Plenaria de 30.11.1886 siendo Alcalde de la ciudad D. Liborio García Bartolomé.
La obra fue felizmente culminada en el sorprendente plazo de 4 años y medio y el 27.8.1891, el Alcalde D. Sebastián Souvirón Torres inauguró la nueva calle con el nombre que en justicia le correspondía. La Casa Larios, había mimado la obra desde el primer momento, asumió el coste de las mejoras que se fueron presentando a lo largo de ella y la remató con un pavimento excepcional, un “entarugado” de madera que a su aspecto señorial y distinguido unía el confortable valor de absorber el ruido de las llantas de los coches y carros de tracción sangre que por ella circulaban, aunque, para ello, tuvieran que solicitar y conseguir del Ayuntamiento la prohibición de establecer paradas de vehículos en la calle para evitar que el “recuerdo” orgánico de los animales se fijara en la madera. No tuvo una larga vida este pavimento, la “Riá” de 1907 lo levantó y se lo llevó al mar.
El día 5.9.1896, en San Sebastián, donde la familia real veraneaba, la Reina Regente doña María Cristina, firma una R.O. del Ministerio de Fomento que va a permitir la incorporación de una nueva pieza urbana para configurar de manera definitiva la Málaga del siglo XX. La Real Orden hace referencia a los nuevos muelles del puerto de Málaga y su apartado 3º dice así: “…Será condición indispensable del proyecto, en cuanto se refiere a los terrenos del muelle del Marqués de Guadiaro, que se prolongue la Alameda Principal con toda su latitud hasta el Paseo de la Farola, destinando además a jardines la faja resultante entre la prolongación de la línea actual de fachadas del lado Sur y la zona de servicio, así como los espacios que queden entre la prolongación del lado Norte y las fachadas actuales de la Cortina del Muelle…”
La necesidad de reformar el puerto estaba más que justificada. Por una parte, la ciudad precisaba desembarazarse de él o mejor dicho, de la actividad portuaria que se realizaba prácticamente en sus propias calles, tal era el caso de la plaza de la Marina, ya comentado, y las calles Cortina del Muelle y Haza Baja de la Alcazaba haciendo, casi, las veces de muelles. Por otra parte, el propio puerto tenía necesidad de independizarse, como espacio, del resto de la ciudad.
En enero de 1897 el Gobierno comunica al Ayuntamiento de Málaga que se ha realizado la demarcación de los nuevos muelles, esta comunicación lleva la firma del Presidente del Gobierno, don Antonio Cánovas del Castillo poniendo así de manifiesto su personal interés en el tema.
Tampoco fue ajena la Casa Larios a este proyecto, D. Manuel Agustín Larios realizó un detallado boceto a mano que bajo el amplio título de “Proyecto de urbanización de los terrenos de la Haza Baja de la Alcazaba, prolongación de la Alameda y establecimiento de un parque en los solares ganados al mar delante de la Aduana” sirvió de base para los sucesivos proyectos realizados, el primero de Manuel de Rivera y tras su dimisión, el realizado por Joaquín de la Rucoba.
Entre 1897 y 1899 se realizan las obras de relleno y construcción de terraplenes no sin algunas dificultades administrativas como la rescisión del contrato de obras con el adjudicatario o las desavenencias habidas con el Ministerio de la Guerra en relación con las compensaciones que éste había de recibir. En 1900 se continúan las obras por fases y se decide acometer el paseo central y los dos laterales. Entre 1901 y 1906, se construye la verja de separación de los terrenos del puerto de los de la ciudad y se desvían las líneas de tranvías afectadas y otros servicios urbanos, En 1906 se aprueba la conexión del Parque con la Malagueta. Poco a poco se van sucediendo las diferentes obras que configuran la imagen actual del Parque, la última, en 1948 en que se construyen los jardines de Pedro Luis Alonso.
No se puede cerrar este apartado sin mencionar la última aportación que se ha realizado para enriquecimiento del Parque, y es importante mencionarla siquiera sea porque en justicia, debería haber sido la primera. En 1975 se inauguró, en una de las glorietas del jardín sur, un monumento erigido en recuerdo de don Antonio Canovas del Castillo, ilustrísimo malagueño y promotor de esta excepcional joya que es el Parque de Málaga. Posteriormente, ha sido trasladado a su actual emplazamiento al inicio de la avenida que lleva su nombre.
En el Proyecto de remodelación del Parque, actualmente en fase de redacción, se prevé un nuevo traslado de este monumento para llevarlo al inicio del paseo por la Plaza de la Marina, en posición simétrica a la que ocupa la estatua del Marqués de Larios, al que, sin duda alguna, habrá que rogarle se dé la vuelta para no dar la espalda a tan distinguido paisano.
De esta manera que hemos ido esbozando, transcurren los primeros 2.600 años de la historia morfológica de la ciudad. A partir de este momento se inicia una nueva etapa caracterizada por el planteamiento global de los problemas urbanos, la planificación y la sumisión del crecimiento a un ordenamiento previamente diseñado. En definitiva se inicia el urbanismo moderno y se trata de superar el modo de gestión de las pasadas operaciones en las que se actuaba por un impulso aislado, una necesidad concreta, una oportunidad o al empuje especulativo de inmediatos beneficios.
La base jurídica de este nuevo Urbanismo fue el Estatuto Municipal promulgado en 1924 durante la Dictadura del general Primo de Rivera y elaborado por don José Calvo Sotelo, entonces Director General de Administración Local. En él se amplían las competencias locales y se obliga a los municipios mayores a redactar planes de ensanche. En cumplimiento de su directiva, en el mismo año de 1924, los Ingenieros Rafael Benjumea, Leopoldo Wegner y Manuel Jiménez Lombardo, redactan el Plan de Grandes Reformas de Málaga.
En años anteriores ya se habían redactado varios Proyectos que, al margen de carecer de un específico soporte legislativo, por su ámbito urbano sí deben considerarse como antecedentes directos de los nuevos planeamientos:
• En 1861 se redacta el Plan de Ensanche del Arquitecto Provincial José Moreno Monroy como revisión y ampliación del de 1859.
• En 1892, Emilio de la Cerda redacta un nuevo Plan de Ensanche de la Ciudad que no se llevará a cabo.
• En 1921, José Bores Romero, Ingeniero Jefe de Vías y Obras Municipales, redacta el “Plan Orgánico General para el Saneamiento de la Urbe” en el que se incluyen distintas obras de ensanche exterior y otras de reforma interior de la ciudad.
El Plan de Grandes Reformas se orientaba, de una parte, a la mejora de las infraestructuras de la ciudad (pavimentos, alcantarillado, abastecimiento de agua, etc.), de otra, incluía la ampliación de una serie de calles tales como las de Alcazabilla, Cisneros, Calderería, Santa María, etc. y, por último, tomaba en consideración los problemas de movilidad general y planteaba la necesidadde nuevos puentes sobre el Guadalmedina, la apertura de una calle desde la Plaza de la Merced hasta Cortina del Muelle y la construcción de un túnel bajo la Alcazaba. En cuanto al ensanche exterior, definía los ejes de crecimiento de la ciudad al O del río e incorporaba lo que sin duda fue la obras más emblemática realizada a expensas de este Plan, la Ciudad Jardín. Pensando en las futuras necesidades que puede demandar una ciudad con un horizonte de población de 200.000 habitantes, se aprueba en 1929 el Plan de Ensanche de Daniel Rubio. Por primera vez aparecen en un Plan consideraciones propias del moderno urbanismo, así se plantean problemas de hacinamiento poblacional y se establecen propuestas concretas de densidad con el propósito de rebajarla hasta el nivel de 200 hab./Ha, lo que supone una rebaja de más del 30 % de la densidad existente en ese momento. Igualmente, se diseña y justifica un esquema viario sometido a un modelo, eligiéndose un sistema mixto formado por calles radiales y vías concéntricas. En definitiva, se aprecia en este Plan el reflejo de las discusiones académicas del momento en las que se enfrentan por un lado, los proyectos de crecimiento neto de la ciudad basados en extender el tejido urbano alrededor de un núcleo central, inamovible y detentador de toda la representatividad de la ciudad y, de otra parte, las modernas concepciones urbanísticas que parten de considerar la totalidad del territorio para su ordenación integral. Es por ello que el Plan de Daniel Rubio pudo extender en el tiempo su influencia y la validez de sus líneas maestras de actuación.
Ambos Planes, el de Grandes Reformas y de Ensanche, van a constituir los antecedentes y las bases sobre las que se asentará lo que será el hito más importante del urbanismo malagueño y que no es otro que el Plan de González Edo de 1950.
Anteriormente, en 1941, el Gobierno Civil de la Provincia, regido entonces por José Luis Arrese, redacta un documento, síntesis de todo el planeamiento anterior, en el que se plantea una propuesta de actuaciones concretas que se entienden necesarias para la ciudad como son, la Prolongación de la Alameda, la conexión Alameda–Parque y el Paseo Marítimo; incluye además, la idea de formalizar una cierta unidad de estilo en la arquitectura que se haga en la ciudad, pretendiendo con ello, recuperar los aspectos formales, o al menos escenográficos, de la próspera Málaga del XIX.

1943 – Málaga
De este programa de actuaciones, se pondrá en marcha rápidamente la conexión Alameda–Parque, iniciándose de inmediato, la demolición de las manzanas de casas apoyadas en la Acera de la Marina. Sobre los solares resultantes, se edificarán, de acuerdo con las condiciones constructivas definidas por González Edo a petición del Ayuntamiento, las 3 manzanas que van a definir la fachada más representativa de la ciudad a partir de ese momento.
El urbanismo del Periodo Autárquico en Málaga, tiene un gran interés marcando en sus líneas directrices el importante desarrollo urbano posterior de la ciudad, tanto por las previsiones que en los documentos de la época se hacen sobre cómo debía de ser la expansión futura de Málaga, cómo en la posterior, e interesada, dejación que, ya en los años 60′, se hará del Plan General de Ordenación Urbana de 1950.
Persisten no obstante en el tejido actual de la ciudad los barrios que se levantaron tras la Guerra civil para solucionar los graves problemas de vivienda que se le planteaban a los habitantes de Málaga de aquella época, y que siendo herencia de períodos históricos anteriores, habían alcanzado tras la guerra un agravamiento máximo al que se quiere hacer frente en aquel momento, aún con los limitados medios que un país destrozado permite.
Así en líneas generales, con la construcción de los nuevos Núcleos de Viviendas (Grupo Generalisimo Franco de Ciudad Jardín (1937), Grupo de viviendas de Santo Tomás, en el Arroyo de Los Angeles, para funcionarios de la Diputación Provincial (1938), Haza Campillos Alto y Bajo -hoy destruído- (1940), Viviendas de Haza Cuevas, o de Nª Sª de la Victoria, o de J.L. Arrese (1940), Viviendas para Pescadores en El Palo -hoy destruidas- (1940-44), Grupo Torres de la Serna o de viviendas de la Tabacalera (1946), Grupo Cantó en el Paseo maritimo (1946), Barriada del Generalísimo Franco de Carranque (1950), Grupo de viviendas del Canódromo (1953), Barriada Sixto en la carretera de Cádiz (1954), Barriada José Antonio-Girón en la carretera de Cádiz (1955), Santa Julia, en la Ronda Intermedia (1957), Portada Alta o Sánchez Arjona (1959), Viviendas del «26 de Febrero» (1959), Viviendas del «4 de Diciembre» (1959), Grupo José Solís Ruiz en Dos Hermanas (1960), Grupo Obispo Herrera Oria en Ciudad Jardín (1962), Grupo Virgen del Carmen en Ciudad Jardín (1964), se produce el salto del «centro» (el antiguo Centro Histórico) a la «periferia urbana», dónde se quiere crear expresamente una «nueva centralidad», el Polígono de la Alameda, y se reestructurará la nueva ciudad, expansionándose por la vega al O del Guadalmedina, cuya puesta en valor preludian todas las construcciones autárquicas, sobre l0 que todavía entonces se conocía con el decimonónico nombre de «ensanche».
En este amplio espacio al O se construirá todo un amplio arco de barrios autárquicos que se dedica a «funcionarios, empleados y obreros», según la propia propaganda del momento. En el centro de ese arco, y de la propia vega, se habrá de situar el proyecto constructivo más ambicioso de todos, y el más completo desde el punto de vista urbanístico: «La Barriada del Generalísimo Franco en Carranque», Se dispondrá además ésta, sobre el gran vial (posteriormente, Prolongación de la Alameda) que vertebrará -realmente dislocará- todo el tráfico urbano, despreciando la tradicional disposición de ejes paralelos a la costa, en corte oblícuo con los procedentes del interior (cuyo elementos más representativos son la propia carretera de Cádiz y la casi desaparecida c/ de Peso de la Harina).
La barriada de Carranque fue en su momento la más importante realización ‘urbanística de promoción oficial que jamás se había realizado en Málaga, de forma que a los ojos de los propios habitantes aparecía ésta como la construcción de un nuevo pueblo a las afueras de Málaga, lo que venía plenamente justificado por las propias concepciones teóricas de los constructores del Régimen,’ los cuales concibieron la barriada como un «núcleo o ciudad satélite», respecto al núcleo central de Málaga, de forma que se la dotaba de todos los servicios y equipamientos comunitarios precisos para el desenvolvimiento de sus habitantes, conjugándose el modo de vida rural -tan apreciado por los ideólogos del Régimen- en el medio urbano.
El BOE de 18.7.1950, recoge la aprobación del PGOU-1950 de Málaga, incluyéndose la disposición que obliga al Ayuntamiento de la ciudad a su desarrollo urgente en proyectos parciales.
Parte el autor del PGOU de un estudio en profundidad del medio y de las estructuras sociales y productivas en su ámbito de influencia. Desde el punto de vista de la plenitud democrática, ya hecha cultura, en la que vivimos, sorprende en su lectura, la ausencia de cualquier connotación ideológica en sus contenidos documentales. Establece como causa primera de los males a remediar, el bajo nivel de vida de la población y define como líneas base de actuación, el desarrollo industrial fundamentado en la potenciación de las fuentes de riqueza y la redistribución de la riqueza para generar una demanda de productos por la vía del consumo.
En consecuencia con todo ello, propone un PGOU orientado a la consecución de 3 objetivos básicos, Mejora de la infraestructura del transporte, Transformación de la cuenca del Guadalhorce en regadío y la Ordenación de la faja costera bajo criterios de promoción y consolidación de la industria turística.

El Plan de González Edo es un modelo de análisis del territorio desde múltiples perspectivas, diagnóstico de sus males y carencias y definición de actuaciones urbanísticas para su solución. Aporta elementos novísimos en su momento y que hoy tienen plena vigencia, como las directrices destinadas a mantener y preservar la estética de la ciudad, protegiendo los barrios históricos o los edificios con valor artístico o histórico e, incluso, estableciendo un régimen de subvenciones a particulares para promover la conservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
En relación al esquema viario, pone un énfasis especial en la necesidad de mejorar las conexiones de la ciudad con su área de influencia mejorando las carreteras que conectan con el valle del Guadahorce y con la vega de Antequera y modificando el trazado del acceso de la carretera de Granada para entrar a la ciudad por el Paseo Marítimo.
En el viario interior, propone la prolongación de la calle Marqués de Larios hacia el Norte para convertirla en eje principal de los movimientos norte–sur que se completaría con un eje transversal E-O definido por el Parque, la Alameda y su prolongación. Este último elemento se proyecta sobre el Barrio del Perchel con el máximo respeto a su fisonomía tradicional, con una afectación mínima a lo existente y a enorme distancia del urbanismo de “tabla rasa” preconizado y ejecutado, años más tarde, por el I.N.U.R. El extremo oriental de este eje transversal se resuelve en la zona de la Malagueta que se ordena de forma bien diferente a lo que hoy se puede contemplar en ella, incluso se reserva espacio para la construcción de un parque de atracciones.
Otras piezas del sistema viario que se incluyen en el Plan son la conexión Alameda–Parque tras el derribo de las viejas casas de la Acera de la Marina, la prolongación de la calle Armengual de la Mota por la calle Jaboneros, el Paseo Marítimo cuya construcción ya se había iniciado, la ejecución de una vía de borde rodeando la Alcazaba desde la plaza de la Aduana hasta Barcenillas y la instalación de un funicular a Gibralfaro arrancando desde la Cañada de los Ingleses.
Aunque se aparte del eje argumental de la presente exposición, es ineludible dejar constancia aquí de cómo los espurios intereses que bajo la bandera de la “modernidad” encubrían realmente un insaciable afán especulativo, dieron al traste con un modelo de urbanismo en excelente equilibrio entre la tradición y el progreso. Por iniciativa de un particular y argumentando un defecto de forma, el Tribunal Supremo derogó en 1964 el PGOU de Málaga con el complaciente silencio de la autoridad municipal quien puso en acción una anticuada ordenanza de edificación que databa de principios de siglo y que permitió el crecimiento caótico y desmesurado de un parque inmobiliario que no tenía más razón y sentido que el rápido beneficio económico. Conviene recordar que el actual Municipio de Torremolinos se encontraba incluido en el ámbito de actuación del referido PGOUM.
El nuevo PGOU-1971, ya redactado bajo las directrices de la primera Ley del Suelo (1956), tardó en llegar; fue aprobado en 1971 y sus redactores fueron los Arquitectos Municipales Eduardo Caballero y Ricardo Álvarez de Toledo.
Este Plan no consiguió poner orden en el caótico desarrollismo de los 60′ y en relación con la infraestructura viaria apunta a la implantación de un sistema de vías principales radio–concéntricas estructurado sobre un eje N–S que se apoya en las márgenes del río Guadalmedina y otro transversal basado en la Carretera de Cádiz por el O y el Paseo Marítimo por el E. Ambos ejes carecen de la necesaria continuidad y presentan tramos difusos que desvirtúan su funcionalidad.
Con la llegada de la democracia se organiza y asienta el movimiento vecinal que empieza a reclamar un nuevo modelo para la organización de la vida ciudadana al tiempo que el sector profesional del urbanismo hace oír su voz en demanda de los mecanismos que permitan corregir la penosa herencia recibida de los años 60′ y que propicien la posibilidad de reconducir y controlar los procesos de extensión residencial comprometidos por el planeamiento heredado. Este nuevo PGOU-1983 es encargado a los Arquitectos Damián Quero, Salvador Moreno Peralta y José Seguí y es aprobado definitivamente en noviembre de 1983.

1983 PGOU Málaga
La ciudad que aborda este Plan para su ordenación se encuentra desestructurada y fragmentada, para su corrección se trabaja sobre el viario de segundo nivel buscando la mejora de itinerarios y la creación de un tejido de mayor coherencia que permita el “cosido” de las diferentes piezas urbanas y, en general, la interconectividad de la ciudad.
La red arterial, como sistema básico de la movilidad urbana, sigue planteándose sin la precisa concreción, aunque se apunta, en esta ocasión, hacia un sistema arborescente con una implantación muy escalonada a lo largo del tiempo. Como consecuencia de todo lo anterior, en este momento, las vías de circunvalación, es decir, las Rondas, se encuentran funcionando como elementos de la, prácticamente, inexistente red arterial sin que en su concepción hayan sido proyectadas como tales y por su situación de vías de borde, tengan muy limitada su eficacia.
En cumplimiento de las propias previsiones del Plan, en 1991 se acuerda por el Ayuntamiento de Málaga su Revisión que tras los sucesivos trámites administrativos, es aprobado en febrero de 1996.
Este nuevo PGOU-1996 orienta su actuación a actualizar las determinaciones y dotaciones del Plan anterior y a incorporar ordenadamente, los proyectos de las actuaciones singulares que se han planteado a lo largo de los 10 años anteriores.
En otro nivel, hay que destacar que este Plan asume, en principio, el reto de preparar la ciudad para un cambio en la concepción territorial que ha de venir condicionada por la implantación del Área Metropolitana.
García Villanova, J. y Serón de la Torre, A., Evolución Histórica de la trama viaria del Centro
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Desde la fecha de vigencia del PGOU (1997) ha sido promulgada nueva legislación, urbanística y sectorial, estatal y autonómica que inciden en la forma y contenido de las determinaciones que el planeamiento municipal debe establecer. Así mismo, la aprobación de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, exige adecuar la legalidad urbanística municipal al nuevo marco legal autonómico.
Estas razones unidas al hecho de que a finales del año 2002 se planteara y comenzaran los estudios por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo para adaptar y revisar el Programa de Actuación del PGOU de Málaga, al haber transcurrido 4 años desde que fue aprobado definitivamente dada la necesidad real de revisar las actuaciones previstas en el PGOU para 12 años, (algunas de las cuales habían sido culminadas en una proporción superior al 70% en el cuatrienio discurrido), hizo necesario proceder a la revisión-adaptación del “Plan General de Ordenación Urbana de Málaga” y de su normativa urbanística, realizándose su elaboración en la forma prevista en los Capítulos II, IV del Título I de la citada Ley, sustituyendo a la ordenación urbanística general anterior.
El Excmo. Ayuntamiento a través de su Junta de Gobierno Local, en sesión celebrada el 30.7.2004, acordó aprobar Moción del Teniente de Alcalde Delegado de Urbanismo, Obras y Desarrollo Territorial, de fecha 26.7.2004 que proponía aprobar la formulación de la revisión-adaptación del PGOU de Málaga y su normativa urbanística para dar encaje a las disposiciones de la LOUA que son de inmediata y directa aplicación.
Para estos trabajos de revisión la dirección administrativa del proceso técnico fue, y sigue siendo asumida por el entonces Jefe del Departamento de Planeamiento y Gestión de la Gerencia Municipal, y actual Gerente D. Javier Gutiérrez Sordo, y la dirección exterior y la organización de los profesionales colaboradores va a ser encomendada al arquitecto Damián Quero Castanys, director del Plan General vigente, que también codirigió el Plan General de 1997 y del 1983, estando por tantovinculado desde los años 80′ a las tareas de planeamiento urbano municipal de Málaga.
Tras adoptar el Acuerdo de formulación de la revisión-adaptación del PGOU, con fecha Agosto de 2004 se recabó la documentación e información necesarias de los Organismos públicos gestores de intereses públicos en el término municipal, así como de los concesionarios de servicios públicos y de los particulares que pudiesen aportarla para fomentar la coordinación administrativa y la participación ciudadana enel proceso de su elaboración, tramitación y aprobación, trasladándoles el citado acuerdo, solicitando la pertinente colaboración interadministrativa.
En Diciembre de 2004 se reitera mediante nuevo escrito la petición realizada anteriormente, con el fin de agilizar los trabajos de Revisión del Plan General. A principios del 2005 el Equipo Redactor mantuvo contactos y reuniones de trabajo con particulares y vecinos en las distintas Juntas Municipales de Distrito, recabándose la documentación e información necesarias para su plasmación en el documento de Avance.
Una vez que los trabajos de elaboración del documento de revisión-adaptación del “Plan General de Ordenación Urbana de Málaga” hubieron adquirido el suficiente grado de desarrollo, por la Ilma. Junta de Gobierno Local en sesión ordinaria celebrada el día 1.7.2005, se adoptó acuerdo aprobatorio del documento de «Avance de la Revisión-Adaptación del PGOU de Málaga», según documentación técnica y memoria fechada junio/2005, redactada de oficio; acuerdo que fue completado con otro de fecha 15.7.2005.
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Con fecha 11.7.2006 la Junta de Gobierno Local ha adoptado acuerdo aprobatorio del “proyecto” del documento de «Revisión-Adaptación del PGOU de Málaga» en base a la documentación redactada de oficio fechada «junio de 2006», y en sesión extraordinaria celebrada el 26.7.2006 aprobó inicialmente la “Revisión-Adaptación del PGOU de Málaga”, disponiendo someter a información pública la documentación integrante del Plan General mediante anuncios que aparecieron publicados en el BOP de Málaga de fecha 27.7.2006 y en el periódico Diario Sur de 28.7.2006, aprobándose provisionalmente el documento de “Revisión-Adaptación del PGOU de Málaga” por el Excmo. Ayuntamiento Pleno, mediante acuerdo adoptado en sesión extraordinaria celebrada el 14.8.2008, y el 9.6.2009 fue aprobado mediante acuerdo plenario municipal el Documento fechado en “Junio-09”, que contenía las modificaciones y correcciones de las determinaciones del documento de «Revisión-adaptación del PGOU de Málaga» fechado en julio de 2008, aprobado provisionalmente por el Excmo. Ayuntamiento Pleno de Málaga, en sesión extraordinaria celebrada el 14.8.2008, con carácter previo a la resolución de aprobación definitiva por el órgano competente de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía. La Consejera de Obras Públicas y Vivienda, mediante Orden de 21.1.2011, aprueba definitivamente de manera parcial la Revisión del PGOU de Málaga, de conformidad con el artículo 33.2.c) de la LOUA, con la reserva de la simple subsanación de las deficiencias observadas en el instrumento de planeamiento, y supedita su registro y publicación al cumplimiento de las determinaciones señaladas en el subapartado a) del apartado primero. Esta Orden se publica en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía núm. 29, de 10 de febrero de 2011.

El primitivo Casco histórico, delimitado por la calle Carreterías al N y la Alameda Principal y el Paseo del Parque al S, se sitúa al O del Guadalmedina y al E del Gibralfaro, en el que se encuentra el Castillo. Esta zona, caracterizada por un trazado propio de las ciudades musulmanas, fue modificada con el Plan de 1891, regularizando su trama al S. La ciudad se extendió en torno a este núcleo hacia el N y saltando el río, con los barrios tradicionales de Perchel y Trinidad, en lo que hoy se conoce como distrito centro, que queda limitado al norte por la avenida del Guerrero Strachan y al S por el puerto de la ciudad. Se incluyen también en este distrito los barrios cercanos a la estación, comprendidos entre el mar y la avenida de Andalucía, que a partir de la Alameda se separa de su trazado paralelo a la costa.
Al E del anterior se encuentra el distrito 2, o Este, que se extiende siguiendo la costa. La zona más próxima al mar se desarrolló en primer lugar y está compuesta en muchos casos por pequeñas casas de pescadores que se han ido sustituyendo con el paso de los años por nuevas viviendas. A partir de la década de los 70′, se fue colmatando la trama, principalmente con conjuntos de viviendas unifamiliares, hasta llegar a la zona montañosa del norte, y llegando a formar un continuo construido entre el núcleo y las zonas más alejadas como El Palo o Punta.
También al E del Guadalmedina y al N del distrito Centro, se encuentra el distrito 3, Ciudad Jardín, comprendido entre la avenida del Guerrero Strachan, a excepción de los barrios Los Naranjos y Las Flores, y hasta el límite marcado por la Autovía del Mediterráneo. El origen del distrito está en la zona más próxima al río, dónde se situaron ya en los años 30′ las primeras viviendas, a las que siguieron las planteadas por el PGOU de José González Edo de 1950, según el modelo de la Ciudad Jardín. Más a delante, principalmente en los 80′, se extendieron las edificaciones de la zona hacia el E, tanto con zonas de viviendas autoconstruidas, como con otras de bloque abierto de gran altura. Al otro lado del Guadalmedina, frente a la Ciudad Jardín, se encuentra el distrito 5 o Palma‐Palmilla.
Éste se extiende desde la avenida de Los Ángeles, al S, hasta la A‐7 al N, y queda delimitado a E y O, por el río y el monte respectivamente. El distrito queda dividido en 2 por la avenida de Valle‐Inclán, continuación de la avenida del Guerrero Strachan que conecta las dos márgenes del río. La zona S se caracteriza por la presencia del estadio de La Rosaleda, y la Universidad, y se compone tanto por barrios de los 70′, como Arroyo de los Ángeles, catalogada por el Plan General como Colonia Tradicional, o Martiricos, formado por bloque lineales de 4 y 5 plantas, como de barrios más recientes, como La Roca. La zona situada al N de la avenida de Valle‐Inclán se encuentran la Palma y la Palmilla, formadas fundamentalmente por viviendas construidas con ayuda pública, que alojaron a parte de la población que residía en el Perchel y la Trinidad y chabolistas del Arroyo del Cuarto.
Al S del distrito Palma‐Palmilla, en la margen derecha, y limitando con la Trinidad, perteneciente al distrito centro, se encuentra el distrito Bailén‐Miraflores. Éste queda delimitado por la avenida Haya Carlos al S y la de Los Ángeles al N. El distrito queda dividido en 2 por la avenida de Valle‐Inclán; la zona este estructurada por el Camino de Suárez, y la zona O, comprendida entre esta avenida, la Ronda O y el monte, de más reciente creación.
Al S de Bailen‐Miraflores, se encuentra el distrito Cruz de Humilladero, colindante con el distrito Centro. El distrito, delimitado por las vías del tren al S, y la avenida Carlos de Haya al N, está estructurado por la avenida de Andalucía que lo conecta con el centro de Málaga. Atravesado de N a S por la Avenida del Mediterráneo en forma de Ronda Oeste, queda dividido en 2 zonas, la O formada por polígonos industriales, y la E principalmente residencial con un área industrial al S. En esta zona se encuentran importantes promociones de vivienda pública de los 50′, como la barriada de Carranque, Santa Julia o 4 de diciembre, ya de los 60′.
Al S de Cruz de Humilladero, comprendido entre las vías del tren, al NO, y el Mediterráneo al SE, se encuentra el distrito 7, Carretera de Cádiz. Estructurado por la avenida de Velazquez, antigua carretera de Cádiz, el distrito se compone de distintas promociones de vivienda pública de los 50′ y 60′, como Girón, 25 años de Paz o Dos Hermanas. Se alternan en esta zona promociones unitarias de bloques lineales de hasta cuatro plantas, con grandes torres como las de Los Girasoles o La Paz.
Separados del núcleo principal, Churriana, Campanillas y Puerta de la Torre se constituyen como distritos independientes. Churriana, al S del Guadalhorce se caracteriza por la presencia del aeropuerto, estableciéndose principalmente polígonos industriales entre éste y el cauce del río. Al S del aeropuerto se concentran distintos barrios, que en algunos casos eran pueblos independientes con cierto carácter rural. Campanillas al NO, se compone de una zona industrial estructurada por la autovía del Guadalhorce, en la zona más cercana al núcleo urbano, y distintos núcleos residenciales algo desestrcuturados al N y S de esta vía. La instalación en los últimos años del Parque Tecnológico, ha supuesto un impulso para esta zona, tradicionalmente humilde. Puerta de la Torre, el distrito más cercano al núcleo principal, se sitúa al NO de éste, llegando a tener cierta continuidad con el distrito Bailén‐Miraflores con el que se conecta gracias a la avenida de Lope de Vega, prolongación de Carlos Haya.
En el informe “Análisis Urbanístico de Barrios Vulnerables 1996. Catálogo de Áreas Vulnerables Españolas”. Ministerio de Fomento‐Instituto Juan de Herrera. ETSAM-UPM‐ HERNÁNDEZ AJA, Agustín se identificaban en 1991 los barrios vulnerables de 1.‐ La Unión, 2.‐ Huelin, 3.‐Princesa, 4.‐ Carranque, 5.‐San Rafael, 6.‐ Haza Honda, 7.‐ San Carlos Condote, 8.‐La Luz, 9‐.Ardira, 10.‐ Puerta Blanca, 11.‐ San Pablo Apostol, 12.‐ Camino Suarez, 13‐ Nuestra Señora de la Esperanza, 14.‐ La Bresca, 15.‐Palmilla, 16.‐ La Palma, 17.‐ Casco Catedral, 18.‐ San Felipe Neri, 19.‐ Capuchinos, 20.‐ Guerrero Strachán, 21.‐Monte Dorado, 22.‐ Ciudad Jardín, 23.‐ Granja Suarez, 24.‐ Puerto de la Torre y 25.‐ Barceló, (Málaga responde a datos de vulnerabilidad que afectan prácticamente a la totalidad de la ciudad, a excepción de la zona este de Málaga donde se localizan las viviendas de calidad de la gente con rentas altas. Mientras que toda la zona hacia el interior y la zona oeste se caracteriza por contar con viviendas designadas por el Ayuntamiento como CTP (Casa Tradicional Popular), que surgieron de modo espontáneo como autoconstrucción con carencias en infraestructuras. Estas zonas, al ser absorbidas por el crecimiento planeado, son asumidas (las de cierta calidad ambiental) y dotadas de las infraestructuras por parte del Ayuntamiento).
En 2001 serán los barrios de 1.‐ Cruz de Humilladero, 2.‐ Princesa, 3.‐ Huelin, 4.‐ Jardín de la Abadía, 5.‐ Santa Julia/4 de diciembre, 6.‐ Carranque, 7.‐ El Duende/Cortijo de Torres, 8.‐ San Rafael, 9.‐ Tiro de Pichón, 10.‐ Portada Alta, 11.‐ Haza Onda/Girón, 12.‐ Recio‐ San Carlos Condote, 13.‐ Dos Hermanas/Nuevo San Andrés, 14.‐ Vista Franca/Ardira, 15.‐ La Luz/Nuevo San Andrés, 16.‐ La Paz/Los Girasoles, 17.‐ Trinidad Este/Perchel Norte, 18.‐ Trinidad Oeste, 19.‐ Suárez, 20.‐ Victoria Eugenia/Bresca, 21.‐ La Roca, 22.‐ La Rosaleda/Martiricos, 23.‐ La Palma/La Palmilla, 24.‐ Casco Histórico Oeste, 25.‐ La Goleta/San Felipe Neri/La Merced, 26.‐ El Ejido/Lagunillas/La Victoria, 27.‐ El Molinilla/Segalerva/Capuchinos/San Miguel, 28.‐ Ciudad Jardín Sur/Los Naranjos/Las Flores/Pinares, 29.‐ Ciudad Jardín centro/Herrera Oria/Sagrada Familia, 30.‐ Los Cipreses/Mangas Verdes/Monte Dorado/Cortijo Bajo, 31.‐ Ciudad Jardín Norte/Los Viveros/Alegría de la Huerta, 32.‐ El Palo y 33.‐ La Noria, junto a las zonas de LOS ASPERONES (en el borde occidental de la ciudad, que según los datos del Censo 2001, presenta altos porcentajes de población sin estudios, paro, y viviendas sin servicio o aseo. Se apoya sobre la Nueva Ronda de Circunvalación Oeste (A‐7) y la Autovía del Guagalhorce. Queda separada del casco urbano por ambas vías y por los grandes polígonos industriales del que se desarrollan entre las Rondas Oeste, con lo que se encuentra altamente incomunicado. Se trata de un pequeño núcleo residencial configurado a base de viviendas longitudinales de una sola planta. Es uno de los enclaves más marginales de la ciudad, fuertemente degradado material y socialmente. Se perciben altos índices de criminalidad y delincuencia), CASTAÑETA (al O del centro urbano de Málaga, entre dos grandes infraestructuras como son la Autovía del Guadalhorce y las vías del ferrocarril, con un alto porcentaje de paro. Se trata de una antigua barriada compacta en medio de un terreno semiagrícola conformada a base de edificaciones de baja altura de manzana cerrada. En 1992 se construyen 180 viviendas sociales, que provocan serios conflictos entre los nuevos habitantes y la población local. Existen demandas por cuestiones de violencia y criminalidad relacionada con la droga; así como protestas por la contaminación acústica que emana de la Autovía), CAMPANILLAS (al O del casco urbano de Málaga, más allá de la Nueva Ronda Oeste, que se caracteriza por altos porcentajes de paro, población sin estudios y viviendas, aunque no alcanza la población mínima, 3.500 habitantes, para ser incluido en el Catálogo. Se percibe una deficiente accesibilidad, debido a la incomunicación que provoca la presencia de grandes infraestructuras como la Nueva Ronda y la Autovía de Guadalhorce. Se trata de una antigua barriada, conformada por edificaciones de baja altura y con calles estrechas), EL BULTO (antiguo barrio popular de pescadores, adosado al El Perchel, y creado en 1860. Según los datos del censo de 2001, tiene altas tasas de paro y de viviendas sin servicio o aseo. Hoy en día se compone de una veintena de casas que han resistido con dificultades el paso de los años. En la actualidad se encuentran rodeadas de nuevos edificios en altura. Se encuentra en proceso inminente de demolición, de manera que se da paso a una nueva urbanización que aproveche la buena localización geográfica, muy próxima a la costa. Ha sido en las últimas décadas un enclave muy marginal de la ciudad, relacionado con la droga y de elevada criminalidad).
Además los Grandes Desarrollos residenciales pendientes de edificar en Málaga acumulan una edificabilidad prevista de 7.638.935 m2 para 70.140 viviendas, estando pendientes 51.777 viviendas. Son sectores urbanizados en proceso de edificar como CAMINO de SAN RAFAEL (326.990 m2 de suelo para 422.250 m2 de techo residencial para 3.211 viviendas, quedando pendientes 1.921), o sectores no urbanizados aún tales como BUENAVISTA (270.969 m2 de suelo para 136.210 m2 de techo para 1.048 viviendas), o CAMPANILLAS NOROESTE (201.859 m2 de suelo para 110.723 m2 de techo para 1.002 viviendas), COLMENAREJO NORTE (364.298 m2 de suelo para 119.958 m2 de techo para 1.252 viviendas), LAGAR DE OLIVEROS (951.483 m2 de suelo para 470.000 m2 de techo para 4.700 viviendas), LIRIA ESTE (339.440 m2 de suelo para 152.780 m2 de techo para 1.468 viviendas), REBANADILLA (208.505 m2 de suelo para 145.884 m2 de techo para 1.422 viviendas), REPSOL (127.660 m2 de suelo para 177.548 m2 de techo para 1.331 viviendas), ROJAS/SANTA TECLA (1.535.133 m2 de suelo para 290.933 m2 de techo para 2.238 viviendas), SAN CAYETANO (729.637 m2 de suelo para 213.963 m2 de techo para 1.822 viviendas), SANCHEZ BLANCA (660.771 m2 de suelo para 348.120 m2 de techo para 2.678 viviendas), SOLIVA OESTE (179.249 m2 de suelo 100.255 m2 de techo para 1.003 viviendas), STA ROSALIA SUR (641.976 m2 de suelo para 288.329 m2 de techo para 2.778 viviendas), VAGA SAN GINES (615.953 m2 de suelo para 431.295 m2 de techo para 4.205 viviendas); o en proceso de urbanización CERAMICAS (375.251 m2 de suelo para 190.792 m2 de techo para 1.833 viviendas), o EL RETIRO (373.067 m2 de suelo para 136.727 m2 de techo para 1.052 viviendas, pendientes 1.017), o UNIVERSIDAD (402.866 m2 de suelo para 279.001 m2 de techo para 2.147 viviendas), o el sector VEGA LOS MARTINEZ (458.706 m2 de suelo para una edificabilidad residencial de 321.508 m2 para 3.134 viviendas).
La estratégica situación de la bahía de Málaga, en el eje marítimo del Estrecho de Gibraltar, y la existencia de ensenadas naturales resguardadas por un alto cerro, fueron determinantes en el origen fenicio de la ciudad, que descubrieron este puerto natural como base para establecer relaciones comerciales.
Por lo que desde sus orígenes y a lo largo de las sucesivas culturas que han colonizado la ciudad, romana, árabe o medieval, la relación íntima de la ciudad con el puerto ha sido una de sus constantes históricas, jugando este un papel esencialmente comercial, determinante para el desarrollo de la ciudad.
Al igual que ocurre en otras muchas ciudades mediterráneas, ha sido el mar el que la ha ido generando y transformando a lo largo de la historia, actuando como vía de intercambio cultural y de flujos de población y mercancías, forjando un lugar plural y polivalente donde coexisten diversos paisajes y ambientes de distintas épocas.
La actividad marítima ha ido afectando a lo largo de los siglos al puerto y a la ciudad, que iba absorbiendo paulatinamente los cambios en su complicada trama urbana y social, dando lugar a una ciudad culturalmente rica.
Desde sus orígenes el frente marítimo de Málaga ha estado formado por tres ensenadas que han ido avanzando hacia el mar a lo largo de la historia, sobretodo la más cercana al río que iba sufriendo los continuos aportes de arena de este, y acogiendo, en unas u otras, las actividades portuarias de cada época.
En el período fenicio la actividad portuaria estaba localizada en dos áreas diferenciadas, un puerto al pie del asentamiento inicial1 que estaba más integrado en la ciudad, con fábricas de salazones y piscinas salsarias, y otro puerto, más operativo, que debiera estar junto al río, cerca de la Plaza Pública, actual Plaza de la Constitución, dándole el carácter de foro comercial y administrativo que ha mantenido a lo largo de la historia
Durante la época musulmana, aproximadamente del s.VIII al s.XV, se mantiene la existencia de estos 2 puertos aunque no exactamente su ubicación. El más comercial sigue estando junto al río aunque más avanzado hacia el mar por los constantes aportes de arena. Este puerto estaba delimitado por las Atarazanas y el Castillo de los Genoveses, que servía de charnela con el puerto ciudadano. Este último estaba situado en la ensenada central, ya que el puerto fenicio había sufrido los desprendimientos de la colina. La actividad económica se concentraba en los alrededores del castillo, puesto que estaba a caballo entre los dos puertos.

Málaga – Ciudad/Puerto del mar del s VIII al s XV
La ciudad estaba amurallada, y era en sus puertas donde se concentraba toda la actividad, destacando la Puerta del Mar, que, en el siglo XVI, enlazaron con la Plaza a través de la calle Nueva, para unir directamente la actividad portuaria con el centro comercial de la ciudad.
Durante el s.XVI Málaga se convierte en una importante ciudad mercantil a pesar de sus carencias infraestructurales, que se resolverán a finales de siglo con la construcción de un dique en la zona de levante, respondiendo esta ubicación a necesidades defensivas. La situación del nuevo dique, lejos de la actividad portuaria principal, provocó el traslado paulatino de la misma al área localizada entre el Castillo de los Genoveses y el nuevo dique (actual muelle 2) donde se concentrarían los 2 puertos en 1.
El siglo XVIII será el momento más importante de la relación puerto-ciudad. La actividad portuaria está totalmente trasladada a la nueva zona de abrigo donde se construirá el edificio de la Aduana (actual Museo de las Bellas Artes) que concentrará en sus alrededores toda la actividad económica. El rey Carlos III ordena vender las murallas que habían separado el puerto y la ciudad durante 10 siglos. Por lo que la ciudad y el mar quedan unidas por un puerto abierto convirtiéndose el cantil del muelle en una calle más de la ciudad.

Málaga Ciudad/Puerto del mar s XVIII
Los antiguos terrenos portuarios, delante de las Atarazanas, son transformados e integrados en la ciudad, creándose en ellos la Alameda, una zona de jardines que servirá de esparcimiento a la compacta trama urbana.
El puerto es cada vez más importante, y la ciudad se convierte en una de las más prósperas del país. Pero este fuerte despegue industrial entra en decadencia a mediados del XIX, por lo que se intenta poner remedio con la potenciación del puerto y la construcción del ferrocarril, que tendrán lugar a finales de siglo.
La mejora consiste en la prolongación del dique antiguo y la construcción de un dique de poniente cerca del río, a la altura de las Atarazanas, de esta forma las aguas abrigadas abarcarían las 3 ensenadas originarias. Una de las características más importantes del nuevo puerto sería el avance de la línea de los muelles hacia el mar, cediendo a la ciudad los terrenos ganados, lo que permitiría, tras varias propuestas, realizar un gran Parque que continuara la Alameda por todo el frente marítimo de la ciudad. En la Alameda se habían construido las viviendas de la nueva burguesía resultante del periodo industrial. Con los nuevos terrenos ganados se propone un ensanche de ciudad que separaría la Alameda del mar.
Pero el nuevo puerto conlleva la construcción de las vías del ferrocarril, almacenes y vallas que supondrían el alejamiento definitivo entre el puerto y la ciudad. A su vez se llevaría a cabo, con los nuevos diques, un estrechamiento de la bocana, permitido por la maniobrabilidad del buque de vapor frente al de vela, que se traduce en una separación entre el puerto y el mar. Por lo que la ciudad y el mar quedaban distanciadas como nunca antes lo hubiera estado, pasando de la máxima conexión en el s. XVIII a una total separación por un área portuaria autónoma e independiente de la ciudad.

Málaga Ciudad/Puerto de mar s XIX-XXI
El nuevo puerto proporcionó a la ciudad un lugar donde construir su centro representativo, un magnífico parque, la apertura de la calle Larios que, al igual que la calle Nueva momento, uniría la Plaza de la Constitución con el nuevo puerto, la plaza de la Marina… pero a su vez definió con precisión los límites entre las instalaciones portuarias y la ciudad a través de una valla que aún se mantiene en la actualidad.
Desde las grandes transformaciones del s. XIX hasta el Plan Especial del Puerto de finales del s. XX no se han realizado importantes cambios en la relación puerto-ciudad.
El puerto de Málaga no llevó en esos 100 años una evolución paralela a los grandes cambios que se venían produciendo en el sector portuario, por lo que el puerto, con sus necesidades de crecimiento y actualización, y la ciudad, con la aspiración de volver a ver el mar y la demanda urbanística de nuevos espacios públicos, entran en una relación de casi 20 años de desacuerdos y diferentes propuestas hasta que en 2004 se firma un protocolo que se centra sobre todo en los muelles 1 y 2.
En este acuerdo se liberan estos muelles para uso ciudadano ya que la actividad portuaria se concentraría en el muelle 4 y mar adentro con la prolongación del dique de levante, donde se sitúa la nueva estación marítima, que permitiría construir en las nuevas aguas abrigadas 40 hectáreas de plataforma logística.
Por lo tanto, con este acuerdo, el puerto comercial vuelve a aquella ensenada entre las Atarazanas y el Castillo de los Genoveses, aunque bastante desplazada hacia el mar, y el puerto ciudadano queda limitado por éste y el antiguo dique, coincidiendo con el puerto ciudadano musulmán y fenicio.

Málaga Ciudad/Puerto del mar s XXI
Como ya apuntó Maclagan “el fundamento de las cosas está en su origen; averiguar su auténtica naturaleza supone conocerlos” (Maclagan, D. Mitos de la Creación. Editorial Debates. España. 1989)

Más allá del PGOU vigente, sobre Málaga inciden otros Planeamientos territoriales, Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), Plan Director Territorial de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos de Andalucía 1999-2008, enmarcado en el Plan Nacional de Residuos, Plan de Gestión de Residuos Peligrosos de Andalucía 2004-2010 (PGRP), Plan de Prevención de Avenidas e Inundaciones en Cauces Urbanos Andaluces, Plan para la Recuperación y Ordenación de la Red de Vías Pecuarias de la Comunidad Autónoma de Andalucía, Plan Forestal Andaluz, Plan Intermodal de Transporte Metropolitano de la Aglomeración Urbana de Málaga, Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética (PASENER) 2007-2013, Plan Andaluz de Desarrollo Industrial 2008-2013, Plan Andaluz de Ordenación Comercial (PAOC) 2007-2010, Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía 2008-2011, Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucia 2007-2013 (PISTA), Plan Concertado de Vivienda y Suelo en Andalucía 2008-2012 o el Plan Director del Aeropuerto de Málaga
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Málaga, una alcaldía de museo.
La capital de la Costa del Sol lleva todo el siglo con el mismo regidor empeñado en abrir pinacotecas mientras acumula una deuda igual al presupuesto.
Cuando a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se le ocurrió adelantar las elecciones autonómicas al 22 de marzo, pilló al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, del PP, con el paso cambiado. Tuvo que negociar a toda prisa una nueva fecha para inaugurar las sucursales malagueñas de dos de los museos más prestigiosos del mundo. Con dos días de diferencia, Málaga abrió en marzo las puertas del Centre Pompidou Málaga y del Museo de Arte Ruso San Petersburgo/Málaga. Entre los 2 han costado a los malagueños más de 14 millones de €, contando los contratos con el museo matriz (sólo el del Centre Pornpidou ha costado 8 millones) y las obras. Se añaden a una colección municipal de pinacotecas que incluye el Museo Picasso y el Carmen Thyssen, entre otros. La obsesión del regidor conservador, que está en el cargo desde que empezó el siglo XXI, es retener a brochazos en la ciudad a los 11,7 millones de viajeros extranjeros que llegan al aeropuerto Málaga-Costa del Sol buscando las playas de su área metropolitana y provincia.
El barniz de glamour que la corporación municipal quiere darle a Málaga contrasta, sin embargo, con la situación de la población y los datos que evidencian que el modelo de acción social no ha avanzado mucho en lo que va de siglo. El PIB per cápita, de 7.865 € al año, está claramente por debajo de la media de las demás provincias, y muy por debajo de capitales de su tamaño. Málaga es la 2ª ciudad de Andalucía por número de habitantes y la 6ª de España. Pero ocupa el último lugar entre las ciudades de más de medio millón de habitantes en peso del gasto social en sus presupuestos de 2015, con 65,9 millones de € declarados, un 9,4% del total, frente al 17,4% de Barcelona.
Sin embargo, su deuda es de 669 millones de €, casi la misma cantidad que los presupuestos anuales. En el período álgido de la crisis inmobiliaria, entre 2007 y 2012, Málaga ocupaba la 6ª posición entre las capitales de España con más ejecuciones hipotecarias, sólo superada por Barcelona, Madrid, Valencia, Alicante y Murcia. La capital de la Costa del Sol acumuló 19.458 ejecuciones hipotecarias en ese período.
Pese a que los presuntos beneficios económicos no inciden en la población, Málaga pasa por ser la capital económica de Andalucía. El anuario económico de La Caixa la sitúa como la ciudad andaluza con más actividad económica y la 4ª de España. Es la sede de la principal entidad financiera de Andalucía, Unicaja, y tiene en común con Barcelona la forja de una burguesía industrial que surgió prácticamente al mismo tiempo que la del norte de España, en el siglo XIX. El Partido Popular lleva gobernando la ciudad desde hace 20 años, 5 con Celia Villalobos y 15 con De la Torre al mando. Durante ese tiempo, la provincia ha visto pasar de largo uno de los intentos más definidos por introducir un modelo de democracia participativa, llamado Parlocal. Este proyecto levalió a la Diputación de Málaga (PSOE) el apoyo de la Unión Europea. El concepto de ciudad inteligente surgió en el seno de los movimientos de democracia participativa y Málaga no ha destinado apenas recursos a este epígrafe, pero los presupuestos de 2015 reflejan una partida de 3,5 millones de € para cereforzar el posicionamiento de Málaga como ciudad inteligente».
Cercanías: una radiografía diferente de nuestras ciudades. Diagonal-La Marea. 2016

Málaga hoy tiene una población de 569.130 habitantes y un parque residencial edificado de 243.975 viviendas, de las cuales 13.003 (el 5,33%) son unifamiliares.
Destacar que su parque de viviendas está compuesto por cerca de un 7% anterior a los 50′ y que de los 60′ son 43.213 viviendas (el 17,7%), de los 70′ son 72.416 viviendas (el 29,7%), de los 80′ son 33.686 viviendas (el 13,8%), de los 90′ son 28.519 viviendas (el 11,7%), y de la década prodigiosa 2000-2009 son 47.745 viviendas (el 19,6%). Para hacerse una idea comparativa en el boom de los 2000′ se han hecho tantas viviendas nuevas como una ciudad entera del tamaño de su vecina Fuengirola (47.000 viviendas).



Calificacion PEPRI Málaga
Más allá de los asuntos en la cabeza de la Gerencia de Urbanismo (Disciplina Urbanística, Licencias, Inspección, Conservación,…) el Ayuntamiento emprende acciones para peatonalizar el lateral de la Almeda, salvaguardar el camino de la Alcazaba, subastar la edificabilidad de la Plaza del Teatro, arreglar el puente de la Trinidad, estudiar la parcela de Repsol, un nuevo plan de barriadas, puentes-plazas sobre el cauce del Guadalhorce, la plaza de Tabacalera, Poniente o Teatinos el crecimiento hacia el oeste de la ciudad, el paseo del Puerto… Muchos, muchos frentes abiertos para una ciudad abierta, que busca el espacio para su ciudad, hasta hace bien poco, costreñida por el Puerto (y su Aduana), atravesada por el Guadalmedina y creciendo hacia los exteriores entre autovías y nudos de infraestructuras. Hay mucho más que conciliar, turismo y peatonalización de las vías, residentes y ruidos, servicios de limpieza, playas y costas, movilidad interna, redes urbanas de agua y saneamiento… y las ruinas en los edificios del casco antiguo… y transparencia en la gobernanza, el Observatorio del Medio Ambiente Urbano (OMAU), el Colegio de Arquitectos, las Asociaciones de Vecinos y los ciudadano (todos), se manifiestan por un urbanismo ciudadano (no administrativo), basado en la transparencia y el rigor.
Málaga ha decidido crecer, después de la digestión del boom, pero ha de apoyarse en los activos actuales, no puede dejar de mirar a su casco y a sus barriadas, y además ver Universidad o el PTA…
Cada mercado es local.
Cada municipio tiene su singularidad.
Cada municipio se retrata en su parque residencial.
…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España.
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