MADRID Distrito 18 – VILLA DE VALLECAS

“La periferia no es ya aquello lejano y pintoresco con lo que quizá embelesarse estéticamente, sino un verdadero laboratorio desde el que experimentar ideas universales”

Ábalos, Iñaki y Juan Herreros

Estos gráficos representan el Parque Residencial del distrito 18 PUENTE DE VALLECAS (Madrid).

Son los Bienes Inmuebles, de uso VIVIENDA, matriculados a 1.1.2015, clasificados por tamaño y fecha de inscripción. Cada barra horizontal representa una década, la inferior es la más reciente (2010-2014), y la superior la más antigua (1950). Cada color representa un tamaño de vivienda, del más frío (<60 m2) al más cálido (>180 m2).

VILLA DE VALLECAS Distrito 18 compuesto de los Barrios de 181 CASCO HISTORICO DE VALLECAS y 182 SANTA EUGENIA.

Son 5.145,10 ha de superficie y una población de 102.140 habitantes (20 hab/ha), 44.790 viviendas y 39.485 hogares. Con un saldo vegetativo positivo (en 2016 hubo 1.597 nacimientos y 539 defunciones), 27.334 automóviles y 5.054 locales con actividad; con un importante desequilibrio entre los menores de 15 años (el 19.22 %), y los mayores de 65 años (12,04 %); con muy poca vivienda vieja (<1% anterior a los 60′), abundando la vivienda de pequeño tamaño (más del 11% de superficie <60 m2), precios de vivienda bajos y a la baja (-0,57% en 2016), con 10,7 % de población extranjera viviendo en el 5,00% de los hogares (1.086), y dónde un 27,57 % de las viviendas están ocupadas por solitarios (10.888 hogares unipersonales), y un 6,57 % (2.595 hogares) son mayores de 65 años solitarios.

Aunque parece todo muy homogéneo, nada más lejos de la realidad

Una ciudad del tamaño en población de la ciudad de Reus, Tarragona (la 61ª), junto a la ALMENDRA de Madrid

Estas tablas cualifican las viviendas del Distrito 18 VILLA DE VALLECAS según su tamaño y su fecha de construcción.

Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


En la reestructuración de 1987, el anterior distrito de Vallecas quedó dividido en 2: el ya citado del Puente y éste de la Villa. Se ha interpretado su nombre como “Valle del Kas”; por el pueblo pasaban 2 arroyos: uno procedente del prado de Pabones y el otro del cerro Almodóvar.

1835 Villa de Vallecas

La proximidad a Madrid produjo la expansión de los cereales a costa de los viñedos y el olivar. En el siglo XIX, segunda mitad, se intensifican las relaciones con Madrid, al que va a proporcionar materiales de construcción y asiento para sectores sociales sin capacidad económica para residir en el recién trazado Ensanche.

1870 VALLECAS (IGN)

El crecimiento demográfico de la villa es muy intenso, ya que en 1940 cuenta con una población de 4.214, aunque muy inferior a la de los barrios que se han ido formando alrededor. Vallecas tuvo unos accesos desde Madrid difíciles, como lo manifiesta ya Antonio Ponz en Su viaje de España, en 1789, lo que la mantendrá marginada del acontecer de la Corte, salvo en algunos casos excepcionales, como en la ocasión en que el pretendiente carlista Don Carlos al trono de España, se acercó a las puertas de Madrid, en septiembre de 1837, entrando, precisamente por Vallecas, a la altura de Portazgo: el cerro de Almodóvar fue testigo asimismo de “Vicalvarada”, en 1854, también tuvo eco en la historia de Vallecas, el pronunciamiento republicano del brigadier Villacampa, ocurrido el 19.9.1886, y cuyas tropas pernotaron en el pueblo, para ser atacadas y vencidas, al día siguiente, por las tropas gubernamentales.

Villa de Vallecas es el distrito municipal nº 18 de los 21 distritos de la ciudad de Madrid y administrativamente está organizado en sólo 2 barrios muy diferentes entre sí:

  • Casco Histórico de Vallecas
  • Santa Eugenia.
  • (El Ayuntamiento de Madrid somete a consulta pública la conveniencia de crear un nuevo barrio en el distrito de Villa de Vallecas denominado «Ensanche de Vallecas». La propuesta de creación del nuevo barrio partió de diversas asociaciones vecinales las cuales planteaban que el nuevo el PAU de Vallecas, actualmente perteneciente al barrio de Casco Histórico de Villa de Vallecas, debía constituirse como barrio y denominarse «Ensanche de Vallecas». El actual PAU de Vallecas es una zona de reciente construcción, muy extensa y poblada. Posee características muy diferenciadas respecto a los barrios de Casco Histórico y Santa Eugenia por lo que es sentido como barrio diferente tanto por sus habitantes como por parte de los residentes de los barrios más antiguos del distrito. Por estos motivos, la Junta Municipal del Distrito de Villa de Vallecas, con fecha 12.11.2015, acordó instar al Área de Gobierno de Coordinación Territorial y Asociaciones a impulsar la creación de un nuevo barrio. Los informes emitidos en materia de urbanismo y estadística han sido favorables respecto a esta nueva configuración. Para culminar el proceso de creación de un nuevo barrio, es necesario que el Pleno del Ayuntamiento de Madrid acuerde la modificación del Anexo del Reglamento Orgánico de los Distritos).

El 1º con un trazado propio de un pueblo histórico castellano y el 2º con una estructura característica de las ciudades dormitorio de los años 70′ del siglo XX. El Distrito Villa de Vallecas se creó en 1987, con la restructuración municipal de Madrid que dividió en 2 el anterior Distrito de Vallecas:

  • Puente de Vallecas
  • Villa de Vallecas

Villa de Vallecas es una de los distritos extremos de Madrid y, por eso, no sólo limita con otros distritos sino con 2 municipios de la Comunidad de Madrid:

  • al S, y separados por la autopista M-50, limita con los municipios madrileños de Rivas-Vaciamadrid y Getafe.
  • al E, y separados por la A-3, con el distrito de Vicálvaro.
  • al N, y separados por la Avenida de la Democracia, la línea de ferrocarril Madrid-Zaragoza y la autopista M-40,  con el distrito de Puente de Vallecas.
  • al O, y separados por el río Manzanares, con el distrito de Villaverde.

La histórica Villa de Vallecas era un municipio independiente aledaño a Madrid del que le separaba el Arroyo Abroñigal. Unía ambos municipios un puente que dio nombre a un barrio, primero, y a un distrito después: Puente de Vallecas. Precisamente la proximidad a la capital generó la expansión del cultivo de cereales en detrimento de los viñedos y olivares tradicionales en esta zona.

A mediados del siglo XIX, se intensifican las relaciones de la Villa de Vallecas con la ciudad de Madrid, a la que proporciona no sólo cereales, sino también los materiales de construcción para las grandes obras de la capital que está acometiendo su Ensanche. Además será lugar de acogida y residencia de los numerosos obreros y de sus familias que se trasladan a Madrid en esa época de alto crecimiento capitalino.

Debido a sus escasos accesos a Madrid, prácticamente limitados al citado Puente de Vallecas sobre el Arroyo Abroñigal, la Villa de Vallecas estuvo marginada del acontecer de la capital, salvo en algunos casos excepcionales como los 3 siguientes:

  • Entrada de la ‘Expedición Real’ del pretendiente carlista, Carlos María Isidro de Borbón,  por Portazgo (actualmente en Puente de Vallecas) en 1837.
  • ‘La Vicalvarada’ o Revolución de 1854, cuyo principal combate se desarrolló en el Cerro de Almodóvar entre las tropas sublevadas de O’Donell y las tropas leales a Isabel II.
  • El pronunciamiento militar de ideología republicana dirigido por el brigadier Manuel Villacampa del Castillo (1886) cuyas tropas pernoctaron en el pueblo.

El Barrio de Santa Eugenia, que se caracteriza por las grandes zonas verdes y los parques que rodean sus altos edificios, nació como una urbanización privada en 1970 con el nombre de Ciudad Residencial Santa Eugenia y respondía al modelo de ciudad-dormitorio característico del desarrollismo urbanístico de la época. Una curiosidad a destacar del Barrio de Santa Eugenia del Distrito de Villa de Vallecas de la ciudad de Madrid es que la mayoría de sus calles tienen nombres de pueblos de la provincia de Burgos, porque los empresarios promotores y constructores de esta gran urbanización eran naturales de esa zona de Castilla y León.

Villa de Vallecas 1979

Situado al SE de la capital, ha sido una zona hasta hace poco aislada del centro urbano, ya que sólo se podía acceder a través de su vecino Puente de Vallecas. Sin embargo, la prolongación del metro y la red de cercanías de RENFE la han dotado de atractivo y contribuyen a su crecimiento.

Al estar formado por sólo 2 barrios, Santa Eugenia y el núcleo histórico de Vallecas Villa, su población es bastante homogénea, aunque se perciben ciertas diferencias: Santa Eugenia cuenta con viviendas de carácter social diseñadas para familias trabajadoras, más nuevas y amplias que muchas de las viviendas que encontramos en Vallecas Villa, donde se edificaron actuaciones de vivienda social mínima para familias realojadas y donde todavía, aunque cada vez menos, se pueden encontrar casas bajas.

Vallecas Villa ha sido un «sitio de paso» para muchas familias, que al principio se instalaban en el distrito por ser el precio de sus viviendas más accesible, pero con el tiempo se marcharon a otros distritos más céntricos. La planificación del nuevo Ensanche está modificando esta tendencia y su población se estabiliza e incluso crece.

En Vallecas Villa han existido problemas de chabolismo y barrios marginales, como el poblado del Pozo del Huevo, o el poblado de La Rosilla, punto importante de venta de droga, desmantelado hace pocos años y sustituido por Las Barranquillas también pendiente de desmantelar.

Madridiario nos cuenta la historia del distrito de Vallecas: Del pueblo al ‘Valle del Kas’

22.11.2010 – Enrique Villalba

El pueblo de Vallecas se anexionó a Madrid el 22.12.1950. El antiguo ‘campo de la ciudad’ musulmán, el municipio de la escuela de pintores vanguardistas, el icono de la lucha vecinal es un distrito que se ha hecho a sí mismo. Ni la inmigración desordenada de los 50, ni la falta de infraestructuras y chabolas ni la droga han logrado acabar con el ‘Valle del Kas’. Todo lo contrario. Se ha convertido en el futuro de Madrid.

Vallecas siempre ha tenido personalidad propia. No era un pueblo más cuando se unió a ese Gran Madrid que proyectó la España de Franco. Encuadrado entre la autopista a Castellón (luego a Valencia) y el ferrocarril a Zaragoza abarcaba un territorio de 73,36 km2 en el que vivían más de 86.000 vecinos. El pueblo como tal había experimentado el crecimiento habitual para los municipios limítrofes con Madrid, un 60 %. Tenía tranvías que pasaban por Monte Igueldo y Martínez de la Riva y cocheras desde 1917, pequeños comercios, aún algo de agricultura y ganadería, un Rayo futbolístico, y hasta Arturo Soria había proyectado en el lugar el primer ‘intercambiador’ de transportes para conectar los pueblos de la zona. El yeso de fábricas como ‘La Invencible’ y el carbón del Cerro de la Plata surtían a Madrid de materias primas.

Tras el puente de los Tres Ojos se había acumulado en la primera mitad de siglo una enorme bolsa de inmigrantes procedentes de toda España que trabajaban en la industria de la ciudad y necesitaban un lugar cercano para vivir. Esta zona de casitas bajas llegó a multiplicar su población un 741 %. Fue un desarrollo demasiado rápido para que fuese bueno. La urbanización fue un caos: chabolas, infraviviendas, falta de servicios.

Iglesias rojas y aguas negras.

Los inicios matritenses de Vallecas fueron en casas bajas y calles de tierra que se transformaban en barro durante las crecidas del Abroñigal. Los problemas de vivienda eran generalizados y ni el Ayuntamiento de Madrid ni el Estado podían hacerles frente.

El Padre José María de Llanos creaba con los jesuitas dispensarios, escuelas y cooperativas en la zona de chabolas del Pozo del Tío Raimundo, para tratar de paliar las carencias de una población que había autoconstruido sus hogares, conectándolos sin autorización a los canales de ‘aguas negras’ de la ciudad. Se forjó allí la tradición de las iglesias rojas vallecanas que lucharon contra el régimen de Franco y por los derechos vecinales y sociales. Fenómenos parecidos brotaron en Palomeras o Doña Carlota (actual Peña Prieta).

Carmen Sánchez es ‘La niña de Vallecas’. Tiene 86 años y es una vallecana de séptima generación. «Tuve que dejar el colegio a los 10 años para ayudar a mi familia. Trabajé de modista, en el campo… de lo que había. Era lo habitual en cualquier familia del barrio». «Las casas eran similares a corralas con una fuente de agua en el patio y un retrete para toda la vecindad. Hubo auténticos guetos. Era la cuna del chabolismo madrileño. Tanto que fue el lugar con más chabolas de Europa en los años 70 y 80», cuenta Ángel del Río, periodista, Cronista de la Villa de Madrid y vallecano nacido en la calle Peña Prieta cuatro días antes de la anexión del pueblo a la capital.

San Silvestre corredor.

Maruja Pérez, ex presidenta de la asociación de Amas de Casa de Vallecas se trasladó al distrito en 1955 cuando se casó. «No había bancos, ni pastelerías, ni mercados. Había que ir a comprar a los puestos de la plaza del pueblo y al Puente para coger el trolebús. Uno de los grandes problemas era que las mujeres no conocían sus derechos ni sus obligaciones, con lo que sufrían doblemente toda esta marginación». El Metro llegaba a Portazgo en 1961, y entre las vías se gestaba un enorme poblado. Nacía eso mismo: Entrevías, que incorporó en los 70 un precioso parque de paseo. En 1964 se celebró por primera vez una carrera profesional en Vallecas, era la San Silvestre, que llegaría a ser de proyección internacional, atrayendo a las principales firmas deportivas al barrio.

Fue en esta década cuando llegaron las obras de la M-30 a la zona. El Ayuntamiento utilizó el arroyo Abroñigal como elemento de insonorización de la circunvalación, antes de soterrar su cauce. Varias promotoras privadas construyeron la Ciudad Residencial Santa Eugenia junto al pinar del Cerro Almodóvar. Querían que fuese una ciudad dormitorio de Madrid rodeada de campos y prados, por lo que se denominó «La ciudad alfombrada de verde». Su disposición quería dar ejemplo en la zona, con calles paralelas y bulevares, mientras se erradicaban poblados chabolistas.

En lo social, desde 1968 habían comenzado a funcionar asociaciones vecinales muy señaladas como las de Meseta de Orcasitas, la del Pozo del Tío Raimundo o la de Palomeras, entre otras muchas. «Fueron la avanzadilla democrática en plena España franquista por su organización asamblearia y sus reivindicaciones», prosigue Del Río. La situación empezó a normalizarse con la sustitución de las chabolas por bloques de cinco y seis pisos. Sin embargo, todavía quedaba mucho por hacer. Ángel Garrido, concejal presidente de Villa de Vallecas, criado en el Puente, recuerda las calles de Palomeras todavía sin asfaltar. Había niños que tenían que guardar la infravivienda mientras sus padres trabajaban para que no se la tirase el Ayuntamiento y familias viviendo aún en cuevas cerca de donde hoy se erige el estadio del Rayo.

Un mercado y un ‘hipermercado’

La droga inundó la zona en los 80 como en otros muchos barrios donde abundaba la juventud. Y con ella proliferó la delincuencia. Las Barranquillas, el Cerro del Tío Pío, La Celsa, La Rosilla, Santa Catalina o Las Mimbreras se convirtieron en el hipermercado de la droga, controlado por clanes de narcotraficantes.

En 1982 llegó la batalla naval del Puente de Vallecas, prohibida por José María Álvarez del Manzano tras unos disturbios y rehabilitada posteriormente, con cofradía marinera incluida. También se inauguró Mercamadrid fruto de un acuerdo entre Ayuntamiento y la empresa nacional Mercasa para gestionar los mercados centrales de la ciudad. Un monstruo logístico parcelado que iba a aglutinar todas las mercancías que pasaban por la ciudad. Es el mercado más grande de Europa y el segundo del mundo tras el de Tokio. En 2000 se amplió con un gran centro cárnico y en 2007 prosiguió la expansión, aún no concluida, con otra ampliación de última generación en una zona de antiguas escombreras.

La ordenación territorial de mediados de los 80 partió en dos Vallecas. Nacían la Villa y el Puente con sus peculiaridades propias. Personajes como Poli Díaz o Ramoncín perfilaban la imagen de la otra Movida, la del Sur, que pidió paso en un Madrid que ya no dormía: la del ‘Valle del Kas’, el refresco de moda o ese moro que se enamoró de una pueblerina que tuvo relaciones con un caballo blanco.

Emigración chabolista

Eva Durán, concejala presidenta de Puente de Vallecas, tenía familia viviendo en el Pozo y fue desde principios de los 90 asesora y vocal en su distrito. «Había necesidad de equipamientos, de mobiliario urbano, de mejoras en la vía pública y de rehabilitación. Los vecinos pedían una normalización de su situación», comenta. En 1994 se construyó la estación de Miguel Hernández, que contaba con la nueva generación de trenes 2000, y una nueva ampliación lo llevó en 1999 a Congosto. Mientras, abría la estación de Cercanías de El Pozo en 1996.

La Asamblea de Madrid coronó a Vallecas como una referencia política en la región mientras la Virgen de la Torre seguía procesionando desde la iglesia del pueblo, que crecía de manera mucho más ordenada. El Carnaval hacía lo propio en la avenida de la Albufera y se sucedían los planes transversales entre administraciones para erradicar los últimos poblados chabolistas cuyos habitantes comenzaron a emigrar a la Cañada Real Galiana y, en particular, en El Gallinero. Todo un cinturón de urbanización ilegal y alegal, condicionado por la venta de drogas y armas, en el que se mezclan chalés sobre suelo agrícola, inmigración y marginalidad y cuya solución está taponada por el desencuentro entre la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos que lo acogen.

En el siglo XXI a Vallecas se le rompió el corazón. El 11.3.2004, explotaba 2bombas en la estación de Cercanías del Pozo y una en Santa Eugenia a las 07:38 horas de la mañana. Decenas de muertos y heridos fueron hallados entre los amasijos de hierro calcinados. Pero no todo fueron noticias tan duras: el Rayo Vallecano jugó la UEFA y el gran Parque de la Gavia comenzó a germinar como plan municipal.

Dignidad y superación

Las 2 Vallecas tienen hoy casi 326.000 habitantes. En estos últimos 7 años han recibido una enorme inyección inversora que se ha materializado en colegios públicos, centros de salud, escuelas infantiles, centros culturales y de mayores y, sobre todo, un enorme hospital dedicado a Leonor, la primogénita de los Príncipes de Asturias, que surte a todos sus ciudadanos. El Ensanche de Vallecas crece entre el casco antiguo y la M-45. Una ciudad dentro de la ciudad con 26.000 viviendas y un tamaño similar a Cáceres, aún en ejecución pero con suburbano en la puerta y un cinturón industrial que se prevé será un granero de empleo en la ciudad. Es la primera fase del futuro de un Madrid que se colmatará con proyectos como Valdecarros.

La miseria, la lucha, la dignidad y el espíritu de superación de sus gentes han hecho de Vallecas lo que es, aunque las nuevas generaciones no sepan valorar todo lo que eso ha costado conseguir. «Antes la gente se avergonzaba de decir que vivía en Vallecas, y aún ahora se mantiene en parte ese complejo. La gente lo ha asimilado como un distrito más donde vive gente de muy diversa índole. Eso no pasaba en nuestra época. Es algo que han podido disfrutar nuestros hijos», comenta Pérez. «Casi cualquier ciudadano identifica a Vallecas como el símbolo de la lucha por unas condiciones de vida dignas. El esfuerzo de todos ha conseguido que la tengan», añade Garrido. Del Río ahonda en la necesidad de que este ‘pueblo’ mantenga su indentidad: «Aún quedan restos de esa marginación que sufrió el distrito. Vallecas necesita dignificarse y no perder la conciencia de lo que fue. El vallecano de nacimiento lleva ese carácter en el alma».

En las fichas de «Los Barrios de Promoción Oficial de Madrid, Tesis Doctoral 1974 de Luis Moya González», encontramos

  • Nombre de la Promoción: UVA VALLECAS (Nº 40)

Organismo promotor: OSH y INV
Fecha de construcción: 1963
Arquitectos:Baldó, Arranz, Pagola de la Fuente, De Diego y Reyero
nº de viviendas: 1.400
superficie de actuación (ha): 12,24
Densidad (viv/ha): 114,32
Usos del suelo en %: Edificado viviendas:26,90
Edificado otros usos: 5
Zonas libres privadas: 15,5
zonas libres públicas: 49
Viario rodado: 3,6

Tipos de Bloques (forma y altura): Viviendas unifamiliares adosadas de 1 y 2 alturas.

SERVICIOS COMUNITARIOS: Iglesia, servicios sanitarios, escuela, cátedra J. Antonio y 40 locales comerciales.

SERVICIOS ADJUNTOS: PLANO 1:2000 Si OTROS planos FOTOGRAFIAS: AEREA Si BLOQUES TIPO Y ESPACIOS LIBRES SIGNIFICATIVOS.

ESTRUCTURA URBANA: Haces de hileras paralelas y perpendiculares aprovechando el máximo la forma triangular del terreno. El tejido se abre en el extremo opuesto al acceso de la carretera donde se localiza un parque longitudinal, y en el centro del triángulo donde una isleta de circulación articula las vías que salen de aquí para terminar en fondo de saco. La vía principal de penetración, llega hasta esta isleta, alrededor de la cual se localizan los servicios comunitarios.

Resumen EVALUACION DEL BARRIO: Localizado en las afueras del pueblo de Vallecas sin construcción alrededor, solo tiene un punto de contacto con el mism, a travéss de una calle que constituye el eje de le unidad. A veces entre las hileras de viviendas se deja un requeño espacio libre. La mayoría son viviendas de 1 planta. El sistema de vías está pensado fundamentalmente para tráfico rodado, no apareciendo claro el esquema peatonal. El sistema de coostrucción empleado es desmontable y recuperable. La construcción es modulada. Estructura metálica y cerramiento e base de paneles de hormigón aligerado. En viviendas de 1 plante solera continua de hormigón armado, en las de 2 plantas viguetas metálicas.

1974 UVA VALLECAS

1974 UVA VALLECAS

1963 PGOUM

Distinguimos 4 zonas claramente diferenciadas:

Área urbana. A su vez, podríamos subdividir esta zona en Santa Eugenia, Villa de Vallecas, Ensanche de Vallecas, Polígono Industrial de Vallecas y Mercamadrid.

Área urbanizable. Terrenos hoy rústicos o semi-rústicos que cuentan con planes urbanísticos para su desarrollo: se trata, por un lado, del Polígono de la Atalayuela, continuación natural del Polígono Industrial de Vallecas, si bien su ejecución ha quedado suspendida por una sentencia judicial. Cuenta ya con alcantarillado, agua, calles asfaltadas, aceras y alumbrado. Pero ninguna empresa ha podido instalarse. Desde mediados de octubre de 2008 es también urbanizable el futuro Barrio de Valdecarros, comprendido entre el Ensanche de Vallecas y la A-3, al Norte, la vía de alta veloclidad a Barcelona, al Sur y al Este, y el Polígono de la Atalayuela y Mercamadrid, al Oeste.

Área rústica. Con 2 zonas, a su vez, bien diferenciadas, la Vega del Manzanares y el espacio situado más al Este del distrito, conocido de antiguo como la Salmedina. Ambas zonas están siendo engullidas por la gran ciudad. La vega del Manzanares ha empezado a ser convertida en lo que será el futuro Parque Lineal del Manzanares Sur. Si bien en los presupuestos para 2009 las inversiones en este parque se han paralizado, diversas parcelas han sido ya plantadas con algunas especies arbóreas. En cuanto a la Salmedina, ha desaparecido casi en su totalidad debido a la expansión de Valdemingómez, concretamente el Centro de Tratamiento de Resíduos llamado precisamente ‘Salmedina‘.

Área suburbial. En este término hemos englobado todo el complejo de incineradora y centros de tratamiento de resídulos y de reciclaje de Valdemingómez y la Cañada Real Galiana, ocupada de facto por cientos (probablemente miles) de familias que han levantado sus casas (muchas veces chabolas) en la antigua cañada utilizada por las ovejas en tiempos de la Trashumancia para efectuar sus desplazamientos anuales.

  • En el Informe «Análisis de Barrios Vulnerables», de DUyOT-ETSAM-UPM, se identifican como barrios vulnerables en 1991

UVA DE VALLECAS

La UVA de Vallecas es fruto de la operación de Barrios en Remodelación, que sobre los terrenos de la UVA primitiva construyó 1.200 nuevas viviendas, en las que se realojarón los antiguos vecinos. Incluida en el ámbito, pero separado de él por las vías del ferrocarril se encuentran suelos urbanizables aún por desarrollar.

Se encuentra al NO del casco de Vallecas Pueblo, se trata de una promoción residencial de torres que se agrupan formando grecas, se trata de un espacio fuertemente segregado, tanto del casco antiguo como del Barrio de Santa Eugenia. La zona es percibida como marginal desincentivando del uso de los espacios comunes.

Y en 2001, son los Barrios Vulnerables de:

UVA DE VALLECAS

La UVA (Unidad Vecinal de Absorción) de Vallecas en el distrito de Santa Eugenia entra dentro del Plan de Absorción del Chabolismo de 1961, fue construido por la Obra Sindical del Hogar en el verano de 1963. Se consideró una solución provisional que duró más de 15 años hasta que en la década de los ochenta fue remodelado.

La UVA de Vallecas se encuentra situada en el distrito de Villa de Vallecas, que limita al N con Puente de Vallecas y la M‐40, al O con Villaverde y la M‐31, al E con Vicálvaro y la Avenida del Mediterráneo, al SE con el municipio de Rivas y al S con el municipio de Getafe y la M‐50. Pertenece al barrio de Santa Eugenia que es un pequeño núcleo al NO del distrito.

El ámbito delimitado es un pequeño enclave dentro del barrio que supone la remodelación de la UVA de Vallecas, reconstruida en los ochenta y actualmente peatonalizada. La tipología imperante son bloques aislados de ladrillo de 3 o 4 plantas más baja que tienen acceso a través de la calle Monte Montjuic, peatonalizada y remodelada recientemente. La accesibilidad para minusválidos está resuelta tanto en el viario como en los accesos a las edificaciones. A lo largo del viario principal del ámbito encontramos la Parroquia San Juan de Dios, una zona deportiva y un auditorio al aire libre. En las proximidades encontramos además la biblioteca municipal Luís Martín Santos y el Parque Urbano Santa Eugenia. En la zona abundan los pequeños jardines y zonas arboladas, además de la cercanía del Cerro Almodóvar como parque forestal.

VILLA DE VALLECAS CASCO SUR

Villa de Vallecas‐Casco Sur, perteneciente al distrito Villa de Vallecas surge como tal administrativamente en 1987, puesto que antes se encontraba unido al distrito Mediodía.
Fue municipio independiente hasta 1949 y mantuvo el aspecto y ambiente de su origen como pueblo décadas después de convertirse en distrito madrileño, aún hoy es reconocible en algunos rincones. Actualmente el distrito está en proceso de expansión con la puesta en marcha del PAU de Vallecas.

El barrio Villa de Vallecas–Casco Sur situado en el barrio administrativo Casco Histórico de Vallecas es conocido popularmente como “Vallecas Pueblo” y está situado al SE del término municipal de Madrid, lindando al N, con el Barrio de Santa Eugenia y los distritos de Vicálvaro y Puente de Vallecas, al E con el término municipal de Rivas‐Vaciamadrid, al S, con el término municipal de Getafe, y al O con el distrito de Villaverde.

El ámbito de Villa de Vallecas‐Casco Sur se encuentra situado entre las calles Sierra Vieja, Paseo de García Lorca, Puerto Porzuna y Villar del Olmo. La trama principal está formada por una colonia de los años 50′ de bloques de 3 plantas enfoscados formando pequeñas zonas interbloques ajardinadas y muy arboladas. Las manzanas de este modo forman recorridos peatonales. El límite E está marcado por la presencia del Paseo de García Lorca y la plaza, donde está el metro y la iglesia. Esta zona se compone de manzanas de edificios de los 60′ de 4 alturas.

  • Plan Especial de Inversiones del Distrito de Villa de Vallecas 2008-2013

El Ayuntamiento de Madrid y la FRAVM suscribieron el 28.1.2008 el Protocolo de Intenciones para el Impulso de los Planes Especiales de Inversiones y Actuación Territorial de los Distritos de Puente de Vallecas y Villa de Vallecas.

Con esto culminaba el proceso de concertación iniciado en julio de 2007 entre el Ayuntamiento y las asociaciones de vecinos del distrito adheridas a la FRAVM, con la participación de las asociaciones radicadas en el distrito e integradas en el denominado Foro de Asociaciones.

Dentro de este proceso de concertación se tuvieron muy en cuenta las propuestas resultantes de la Consulta Ciudadana celebrada en el mes de noviembre de 2007 y el proceso de diagnóstico de la Agenda 21 del distrito.

El Plan Especial de Inversiones contemplaba la ejecución por el Ayuntamiento de Madrid de 22 actuaciones, 10 ya han sido ejecutadas, 3 se encuentran en ejecución y el resto se han aplazado.

Entre ellas destacan las promociones terminadas por parte de la EMVS y el estudio de viabilidad de relajo de las familias de la c/ Francisco Alvarez (en enero de 2011, la Comisión Ciudadana de Seguimiento decidió dar por concluida esta actuación a partir de los estudios realizados y por el hecho de haber manifestado los vecinos el deseo de mantenerse en sus viviendas; núcleo formado por 33 viviendas, respecto del cual había que decidir cómo llevar a cabo su desmantelamiento, por ser los residentes propietarios de las viviendas. Con carácter preliminar se realizó un estudio jurídico de la titularidad registral del suelo y cruzado de los datos con la documentación presentada por los vecinos).

1985 PGOUM

…Desarrollos urbanos fantasmas y paradojas del crecimiento

Madrid tiene el dudoso privilegio de compartir con las estrafalarias ciudades del Sur de China los reportajes sobre las ghost towns que la BBC y otras televisiones internacionales han dedi- cado a sus desarrollos urbanos periféricos, unas piezas urbanas fantasmas que son esqueletos o ruinas urbanas antes de nacer. Enormes superficies se han “rellenado” de urbanización y de edificación, sin hacer verdadera ciudad, y la crisis las ha dejado vacías. Las periferias de Madrid son hoy una sucesión híbrida de territorios descarnados, grandes contenedores resi- denciales vacíos, o abandonados a medio construir, con sobredotación de viales, despilfarros energéticos, déficit de equipamientos. Madrid corre hoy el riesgo de quedase descolgada del grupo de las metrópolis europeas y eso se lo debe en parte sin duda a errores de planeamiento, de diseño urbano y de gestión económica. El modelo de crecimiento basado en el desarrollo inmobiliario está sentenciado por la crisis, y además de pensar en un cambio de modelo, es indispensable que se diagnostique correctamente la situación y que se reflexione sobre las soluciones.

Se ha conseguido en la región de Madrid una doble y tremenda paradoja: la primera, que el precio de la vivienda se multiplique, cuando precisamente y soi disant se quería reducirlo a través de la desregulación y sobre todo de una enorme oferta de suelo. La segunda, que haya sobreabundancia de vivienda al mismo tiempo que amplios sectores de la población no tienen acceso a ella: hay muchas más viviendas que las necesarias, pero también hay muchas más necesidades de vivienda que antes por parte de amplios sectores de la población. A lo que se viene a añadir un problema jurídico de la máxima relevancia: hace unos meses el Tribunal Supremo ha anulado la reclasificación urbana de gran parte del suelo disponible en el territorio, prácticamente todo el de los Planes de Actuación Urgente (PAUs) y parte de los nuevos desarrollos que recalificó el Plan de 1997.

Y es que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOUM) de 1997 optó, a diferencia del PGOUM de 1985, por clasificar como urbano un gran volumen del suelo (mal llamado) “vacante” entre la M-40 y la M-50. Prolongaba y consolidaba así la estrategia iniciada en 1991 de rellenar los “vacíos” de borde a través de los PAUs de Montecarmelo, Las Tablas, San Chinarro, Carabanchel, Vallecas y Arroyo del Fresno (Figuras 1 y 2); pero además el PGOUM de 1997 se propuso otros enormes desarrollos residenciales, los de Valdebebas, Ensanche de Barajas, Los Cerros, El Cañaveral, Los Ahijones, Los Berrocales, la Atayuela y Valdecarros. Este urbanismo de expansión suponía actuar sobre un total de 8.000 ha de las cuales aproximadamente un tercio en los PAUs. A finales de 2012 la construcción no se había terminado en éstos, y apenas se había iniciado en los nuevos barrios de desarrollo.

Artificialización del suelo y los desequilibrios entre evolución de la vivienda y de la población

La comparación de las imágenes satelitarias de diferentes momentos obtenidas a través del proyecto europeo Corine Land Cover, permiten establecer una imagen temporal de los cambios acaecidos en el uso del suelo desde 1987 hasta 2005. Para el conjunto de España se estima que el suelo artificializado (urbanizado para todos los usos y equipamientos) ha aumentado un 52 % en esos 18 años, pasando de 669.222 ha a 1.017.356 ha con un crecimiento medio anual de casi 20.000 ha. Particularmente relevantes son los datos del quinquenio 2000-2005, el periodo central de lo que se ha venido en llamar nuestra “década prodigiosa” del urbanismo: en ese lustro, el volumen anual medio de suelo artificializado se incremen- tó hasta las 27.666 ha, es decir, 75,8 ha al día, más de 3 ha a la hora. Estas dimensiones le lle- van a Oriol Nel.lo a calcular que cada diez días, durante 5 años, se ha artificializado en España un ámbito tan amplio como todo el Ensanche de Barcelona, “un Ensanche cada diez días durante cinco años, ése ha sido el ritmo” (Nel.lo. 2013, en Schulz-Dornburg).

El municipio de Madrid tiene 605,77 km2 de los cuales más de la mitad —335,84 km2— artificiales, incluyendo naturalmente, además de la edificación, los viales, el suelo no edificado, el verde urbano artificial y las zonas de extracción o vertido. Es decir, que si se excluyen las grandes masas de monte protegido (Monte del Pardo y Soto de Viñuelas), la totalidad del municipio está prácticamente urbanizado.

Pero lo importante en relación con las incongruencias de política urbana es que el aumento del suelo urbano se ha producido cuando ya no crecía la población o lo había vuelto hacer de forma muy modesta en función de la llegada de inmigración extranjera. Mientras la super- ficie artificializada aumentaba entre 1987 y 2005 de 100% a 150%, la población lo hacía entre 1987 y 2010 en apenas un 5% , habiendo atravesado un largo periodo de decrecimiento entre los años 1975 y 2000. Se da el caso que la CAM se encuentra por encima de las comunidades litorales en consumo de suelo para urbanizar (Ciudades&Capitales+100, 2011).

En Madrid predomina obviamente la ciudad compacta, con más del 58% de edificación entre medianeras, pero no deja de ser llamativo que el 7,5 % sea de vivienda unifamiliar aislada, y el 4,1% de vivienda unifamiliar adosada. Más elocuente es que en las áreas en desarrollo el uso del suelo residencial supere al 70 % del total y que el número de viviendas previstas llegue al cuarto de millón, de las cuales más de 200.000 están pendientes. Desde el último decenio del siglo pasado se han urbanizado unas 8.000 ha, agotando prácticamente el suelo que quedaba sin ocupar más allá de la ciudad consolidada.

PAUs y Areas de Desarrollo: los excesos de una expansión sobredimensionada y por piezas inconexas

Consciente de la pérdida de población del municipio, el PGOUM de 1985, gestado en un contexto de crisis económica, optó por moderar la expansión física y se centró en lo que llamó el “cosido” de la ciudad, recualificar y rematar la periferia dentro del cuarto cinturón (M-40). En los años siguientes se asistió a un encendido debate sobre la forma de reducir la repercusión del precio del suelo en el precio de la vivienda. Momento particularmente señalado fue cuando en 1994 el Tribunal de Defensa de la Competencia emitió un informe en el que abogaba por la desregulación: “Algo hay cuando el precio del mercado del suelo en Madrid es tres veces superior al de Nueva York”, había dicho su presidente poco antes.

Desde principios del último decenio del siglo pasado, ha triunfado la tesis de que para disminuir la carestía de la vivienda hay que aumentar la oferta de suelo urbanizado. En 1991 el Ayuntamiento procedió a recalificar como urbanizable suelo que hasta entonces era urbanizable programado: se trata de los 2.261 ha de los seis primeros PAUs ya menciona- dos en los que pretendía construir 72.750 viviendas. El fin invocado era el de evitar la sali- da de la población hacia las coronas metropolitanas y dinamizar el sector inmobiliario para reactivar la economía (Brandis, 2012 y 2013). El grupo parlamentario del PSOE y algunos particulares recurrieron la recalificación, dándose la circunstancia de que tras muchos avatares el Tribunal Supremo la haya definitivamente condenado y pedido que se subsane la situación.

Como se ha dicho, el Plan de 1997 exacerba la estrategia de urbanismo de expansión, estableciendo la ocupación masiva de suelo anteriormente no urbanizable protegido al que, también en esta ocasión, recalifica en urbanizable. El argumento es explícitamente reducir a través de la oferta el precio del suelo y favorecer así el acceso de la vivienda. En este caso se trataba de 5.055 ha para edificar 122.613 viviendas en los ocho desarrollos que constan en la figura 3. Todos están comprendidos entre la M-40 y M-50 y se apoyan en las radiales 2, 3 y 5 iniciadas en 1999. Como era de esperar, también esta recalificación fue recurrida y también en este caso el alto tribunal dio la razón a los recurrentes e instó al Ayuntamiento a justificar jurídicamente la descalificación. Las dos operaciones de mayor tamaño eran las de Valdebebas y Valdecarros, la primera de más de 1.000 ha y la segunda cercana a los 2.000 ha con previsión de 48.000 viviendas, la mayor operación urbanística de España. Es bien conocida la modificación que experimentó Valdebebas, donde la prometida nueva “Casa de Campo” del Este de unas 800 ha fue recortada en cerca de 300 ha para construir oficinas, viviendas y la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Y también es notorio el ritmo acelerado con que se hicieron los trámites en este caso, que contrasta con la pasmosa lentitud en todas las demás extensiones, aunque la Ciudad de la Justicia, donde se proyectaban doce edificios, quedó paralizada en 2007 con un único edificio levantado y no concluido.

La sentencia del Tribunal Supremo de 28.9.2012 estimando los recursos de casación anteriores supone un freno más a las actuaciones concernidas, particularmente grave en las de la Estrategia Este de Madrid con planes parciales aprobados, Juntas de Compensación constituidas, proyectos de urbanización también aprobados y licencias de construcción otorgadas, como ocurre en Valdebebas. Aunque el Ayuntamiento ha advertido que se trata de problemas de forma, no podrá proceder, como hizo en 2007, limitándose a argumentar que afectaba a suelos sin valor y por tanto urbanizables.

Un Preavance de Revisión del Plan demasiado impreciso

Madrid se encuentra en fase de revisión del Plan, y en 2012 se ha presentado un Preavance del mismo. Contiene un diagnóstico que se considera ya casi definitivo y unas propuestas estratégicas y de ordenación urbanística que evidentemente todavía no lo son. Una de las razones para esta revisión es la necesidad de adaptar el PGOUM al nuevo marco normativo, la Ley del Suelo 2001 de la CAM, muy expansiva, y la Ley del Suelo de ámbito nacional de 2008, mucho más restrictiva.

Parece preocupante que el documento de diagnóstico, tan indispensable por el clamoroso fracaso de previsiones y actuaciones de 1997, sea un documento muy prolijo y, sin embargo, muy poco concreto. Se reconoce que el Plan de 1997 contenía una estrategia de expansión que iba al límite de la capacidad. “El hecho de que Madrid agotara su capacidad de generar suelo con el objetivo de abaratar la vivienda ha traído como consecuencia […] un exceso de suelo calificado y en fase de urbanización. Se ha convertido en una rémora. Incluso algún especialista afirma que convendría restringir la cantidad de suelo […] ” (Ayuntamiento, Revisión) .

Frente al modelo de urbanismo de expansión, la Revisión opta entonces por un “urbanismo de recualificación”, por centrar las iniciativas en la ciudad consolidada, por detener el crecimiento ilimitado y hacer rehabilitación y regeneración de la ciudad “compacta y compleja”. Esta reorientación es sin duda indispensable, pero se hace de forma tímida, tan genérica como impreciso es también el diagnóstico del urbanismo vigente. El conjunto peca de inanidad pese a la gravedad y urgencia de la situación. Y eso es preocupante: no se trata en las actuales circunstancias de llenar páginas con lenguaje bienintencionado, pero también bastante vacío sobre, posicionamiento urbano, ciudad de oportunidades, sostenibilidad, cohesión, calidad de vida, etc. sino de saber qué se tiene que hacer.

Se necesitan un diagnóstico certero y respuestas terminantes. Porque es la situación de un territorio construido a trozos con fragmentación física y social; con grandes despilfarros de espacio; donde la movilidad ha aumentado por el alejamiento de las residencias y favorecida por una política de infraestructuras viales irresponsable; donde el entorno va degradándose crecientemente, y se consume cada vez más energías fósiles como consecuencia de la explosión urbana; finalmente, un territorio en el que los costes de equipamientos y servicios resultan cada vez más elevados y difíciles de mantener, etc.

Conclusiones y propuestas

1. Por la urgencia de la situación, el endeudamiento financiero, las proyecciones demográficas y el embrollo jurídico, se necesita más que nunca llegar a diagnósticos acertados, pero además muy detallados, sobre los soportes urbanos existentes y previstos y su mantenimiento. Hace falta sin duda un cambio de modelo de ciudad y de gestión, hacia una más com- pacta, más compleja, y a la vez más abierta en un marco global y en la que los ciudadanos se sientan más involucrados. Pero la mera apuesta genérica por una ciudad diferente no basta en situación tan compleja y deshilvanada. Además del criterio general de regeneración, rehabilitación, etc., se necesita estudiar pieza a pieza para proponer soluciones adecuadas y discriminadas.

2. También por la singularidad de la situación, parece oportuno que el problema jurídico planteado por la sentencia anulatoria del alto tribunal no se trate de resolver de forma con soluciones de parcheo. No es lo mismo lo que se puede hacer para los ámbitos urbanizados o en construcción (Las Tablas, SanChinarro, Valdebebas, Arroyo del Fresno, etc.) que aquellos apenas emprendidos y para los que se podría optar por soluciones a medio plazo diferentes. Es decir que la resolución del problema jurídico puede constituir una magnífica oportunidad sobrevenida de replantearse el modelo de crecimiento metropolitano. Cabe incluso preguntarse si procede abandonar parcialmente la opción de hace de más de 15 años de extender Madrid hasta sus límites administrativos. Las decisiones administrativas sobre sopor- tes físicos son difíciles de remover, pero no imposibles, tanto más si están cuestionadas judicialmente. Es claro que si se tomara una decisión reductora, los futuros crecimientos -cuando lleguen- se irían hacia las ciudades metropolitanas y otras partes de la región de Madrid. Si lo hacen como extensión de los núcleos y sin añadir dispersión y alejamiento, quizá esto no sea peor que lo actual. En todo caso, merece ser analizado y discutido. Y de paso, también los diseños banales, “internacionales” en el peor de los sentidos, con los que los desarrollos se han proyectado.

3. Si bien el concepto de suelo vacante es hoy un concepto obsoleto para el urbanismo, la realidad muestra que se sigue operando como si el suelo, fuera del tejido consolidado, estuviese vacío cuando no tiene valores productivos o constituye reservas ambientales. Parece como si este suelo “vacío” legitimara desarrollos excesivos y diseños ramplones, ajenos al lugar, sacados muchas veces de las peores plantillas internacionales. Es incongruente en este siglo que el planeamiento siga siendo sobre todo de desarrollo urbano; al revés, tiene que tomar en consideración el sistema de espacios abiertos a todas las escalas, los valores ambientales y culturales, es decir el paisaje. En todos los países con cultura territorial y urbanística, y en particular en aquellos de nuestro entorno con mayor éxito al respecto, se está recurriendo al paisaje como instrumento útil para una estrategia territorial que además sea participativa y permita la concertación. El paisaje, tal como lo define el Convenio Europeo del Paisaje, promulgado en 2000, entrado en vigor en 2005, y ratificado por las Cortes españolas en 2007, es toda porción de territorio que resulte de la interacción de elementos naturales y culturales y de acuerdo con la percepción que de él tengan las poblaciones; así concebido, se ha convertido en un instrumento insoslayable para el planeamiento territorial. Los ciudadanos tienen derecho al paisaje, y no solo, como parecía admitirse, al paisaje escénico, que es un concepto trasnochado, sino también a sus paisajes cotidianos, por descontado los urbanos, pero también los paisajes rurales que, además de ser más o menos productivos, tienen valor patrimonial y ambiental.

4. A partir de estas premisas defender la ciudad compacta frente a la dispersa, como principio general, supone optar por los desarrollos que prolonguen los tejidos consolidados, tanto de la ciudad central, como de las metropolitanas y de los propios pueblos y por diseños urbanos menos “deslocalizados” y más atentos a las tramas (naturales, rurales o urbanas) subyacentes al lugar. Ello permite abaratar costes de urbanización y evitar despilfarros de infraestructura y energéticos, además de conseguir tramas y diseños menos incoherentes y más cohesión social. Es deseable en este sentido que se vinculen los suelos urbanizables con barrios: si la intención es crear verdadera ciudad, el barrio es el núcleo indispensable. Algunas medidas recientes de la CAM no parecen sin embargo ir en este sentido, que por lo demás es ya puro sentido común urbanístico. Por ejemplo, la recién aprobada Ley de Viviendas Rurales Sostenibles permite la construcción de viviendas aisladas a todo propietario de fincas de más de 6 ha en toda la Comunidad de Madrid, a excepción del suelo protegido y pasan- do por encima del planeamiento municipal. La medida es muy desaconsejable por la nueva incitación a la dispersión que entraña, los despilfarros que va a provocar en infraestructuras viarias y energéticas para las casas desperdigada, y los daños al paisaje. Si como dice esa Ley VRS, los ciudadanos madrileños tienen derecho a una vivienda fuera de la ciudad central consolidada, lo racional es que la obtengan en los ensanches de los pueblos. Sería pues aconsejable que se derogara la Ley de Viviendas Rurales Sostenibles que, además, ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional.

5. En función de todo lo anterior, parece indispensable que las grandes operaciones urbanísticas previstas, los megaproyectos, sean sometidos a un exhaustivo escrutinio de su oportunidad y de sus consecuencias económicas y territoriales y también sometidas a la participación pública más amplia e informada posible. La gran operación ya concluida de Madrid Río, con el soterramiento de la M-30, sin duda ha producido beneficios (aunque muchos aspectos de su realización sean cuestionables), pero sobre todo ha generado deudas de miles de millones de euros a los ciudadanos madrileños. En este orden de cosas cabe hablar del proyecto de Sede Olímpica 2020 (donde mucho de lo realizado adolece de los defectos comentados, por ejemplo, el proyecto de Villa Olímpica, cuyo diseño es más de los mismo) o de la discutida operación de Eurovegas que parece que se instalará en Alcorcón, pero para la que Madrid había previsto la gigantesca operación de Valdecarros. La experiencia y la prudencia parecen aconsejar que no se caiga en el señuelo de los miles de empleos que podrían generar sin poner en la balanza sus otros costes. En otra escala, ocurre algo parecido con la prolongación de la Castellana y la transformación de la plaza de Cedaceros en un gran centro comercial de lujo en que solo se conservarían las fachadas de unos edificios de enorme valor patrimonial y arquitectónico. Los madrileños se merecen mayor consideración en decisiones tan fundamentales para su marco de vida, su economía y su propia estima.

Abril 2013. El caso de Madrid:1997-2012. Del urbanismo explosivo al inane sacar lecciones de la crisis. Josefina Gómez Mendoza

1997 PGOUM

PGOUM 1997 División Administrativa

PGOUM 1997 Ordenación

PGOUM 1997 Gestión

PGOUM 1997 Cartografía

PGOUM 1997 Límites edificación

La edificabilidad remanente residencial en el distrito de VILLA DE VALLECAS es:

«…Nuevos barrios como el Cañaveral, Ahijones, Berrocales, Valdecarros y Los Cerros, situados entre la M-45 y la M-50 a la altura de Vicálvaro y Rivas Vaciamadrid, que estaban llamados a albergar más de 100.000 viviendas -la mitad con algún tipo de protección-. Desarrollos del sureste de Madrid. Total 4.341 ha y 114.635 viviendas. Valdecarros 1.900 ha, 48.000 viviendas. Berrocales 830 ha, 22.235 viviendas, Ahijones 600 ha, 15.400 viviendas, Cañaveral 538 ha, 14.000 viviendas, Los Cerros 473 ha, 15.000 viviendas…»

  • ENSANCHE DE VALLECAS UZP 1.03

«Ensanche Villa de Vallecas». PAU II.5

La ordenación de este Programa de Actuación se desarrolla en torno al área urbana de la Villa de Vallecas, cuyos déficit de equipamiento y zonas verdes intenta paliar, sobre una estructura urbana en la que predomina la cuadrícula ortogonal como elemento de composición general, en la que se prevé un gran centro comercial y terciario. Este PAU comprende 724,6 Ha. para un total de 20.957 viviendas (28,85 viv/Ha.), de las cuales 14.353 se prevén como protegidas (68%) y 6.604 libres (32%). La edificabilidad total asciende a 2.495.150 m2 construidos (0,34 m’/m2 ): 2.111.900 m2 residenciales (85%) y 383.250 m2 terciarios e industriales. El suelo residencial se desarrolla en vivienda colectiva distribuida en IV plantas (70%) y unifamiliar de JI plantas (3%). El terciario e industrial en edificios de 11 plantas (3%), IV plantas (4%). VII plantas (3%), X plantas (15%) y XXX en un solo edificio (2%). En cuanto al suelo destinado a equipamientos, actividades deportivas y zonas verdes, supone, respectivamente, en porcentajes sobre la totalidad del PAU, estas cifras: 6,79%, 2,23% y 47,72%. Excluyendo las 270 Ha. dedicadas a zonas forestales y referidas solamente al ámbito del Plan Parcial, estos porcentajes serían: 10,8%, 3,5% y 16,8% respectivamente.

«…Desde el punto de vista urbanístico, está formado por terrenos que tienen 2 orígenes diferentes, ya que se levanta sobre parte de los que pertenecieron al antiguo PAU 13 del anterior plan general y sobre la Unidad de Actuación por Expropiación, creada en 1993, y situada entre el mencionado PAU 13 y la carretera de Valencia. Mientras el PAU 13 tuvo aprobados tanto el programa de actuación urbanística como uno de los planes parciales en los que se desarrollaba, la Unidad de Actuación por Expropiación apenas acababa de ser delimitada e iniciada su tramitación administrativa, cuando ese mismo año 1993 se incorpora al mencionado PAU 13 para formar lo que entonces sería el PAU II-5. La delimitación de este nuevo ámbito se corresponde casi de modo directo con lo que será posteriormente el ensanche de Vallecas. Se produjeron entonces diversos problemas entre el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad Autónoma en cuanto a la forma en la que el nuevo plan general planteaba el desarrollo de la ciudad por el SE y, en especial, surgieron discrepancias debido a la afección de las infraestructuras, con la M-45 como principal escollo. Todo ello tuvo como consecuencia que este PAU II-5 quedara desgajado del proyecto de los PAUs, para incorporarse al PGOUM-1997 como suelo urbanizable programado UZP1.03. Tenemos así definida una figura que, aunque inicialmente fue incorporada al programa, siguió un camino bien diferente. No quisiera que este artículo se redujera a una mera exposición de su proceso de gestión, del análisis de la bondad o no de la división del ámbito en seis unidades de ejecución diferentes que facilitasen su realización, de si los siete años que pasarán desde la definición definitiva del ámbito como urbanizable programado hasta la entrega de las primeras viviendas es lógico o excesivo, de que si el 53% de las más de 26.000 viviendas proyectadas tenga algún grado de protección es suficiente o no, sino centrarme de modo casi exclusivo en los aspectos que creo que pueden diferenciar este planeamiento de otros semejantes. Si anteriormente decía que se achaca a los PAUs el problema de ser concebidos como “una operación de emergencia”, en el caso que nos ocupa las dificultades para su desarrollo motivaron un reestudio completo del ámbito y una modificación casi radical de sus planteamientos. Es cierto que la manzana cerrada sigue siendo la forma morfológica adoptada para el crecimiento y, sin embargo, se aprecian importantes cambios que alimentan la esperanza de una ciudad, o mejor dicho, de un desarrollo urbano mejor que esa urbe monótona, repetitiva y vulgar a la que antes me refería.

Para empezar, no se trata de un crecimiento autónomo y aislado por las grandes infraestructuras del transporte, sino que, por el contrario, viene a unirse a una estructura urbana ya existente. Es cierto que se separa de ella, o que entre la trama del casco histórico de Vallecas-Villa y el nuevo crecimiento se dispone una corona de dotación; pero ésta, en lugar de separar y aislar, sirve como articulación entre dos estructuras diferentes. Este hecho puede resultar trascendental, ya que, en lugar de realizarse un crecimiento ensimismado, se crea un nexo entre las dos tramas, entre dos tejidos dispares que tratan de acoplarse. En un principio se pensó que ningún viario del casco debería tener continuidad en el ensanche. De este modo, trataban de evitarse los posibles colapsos circulatorios que un crecimiento de estas características podría suponer para una trama edificatoria densa y que obedece a crecimientos discontinuos y descoordinados. Sin embargo, y atendiendo a algunas de las alegaciones que en su momento fueron presentadas al plan parcial, las posibles comunicaciones fueron reestudiadas, de modo que, aun permitiendo cierta permeabilidad de la trama del casco hacia el ensanche, se asegurase además la continuidad de ésta y se favoreciese la resolución de los problemas derivados de la falta de dotaciones existentes en el distrito. 

Sin embargo, son 2 los hechos que a mi entender diferencian claramente esta operación de la del resto de los PAUs. En primer lugar, la incorporación del trazado de las cañadas existentes; en segundo lugar, el estudio que se ha realizado de la secuencia de espacios libres, de la jerarquización de los viarios y del análisis de las relaciones urbanas. Evidentemente, las cañadas suponen un cambio radical, ya que rompen la trama ortogonal prevista de modo contundente. Este hecho, desde el momento en el que las cañadas son entendidas como parques lineales, permite aproximar las viviendas a la trama verde, estableciéndose posibles recorridos urbanos diferentes de los que nos determinan los viarios. En Vallecas, las cañadas tenían una importante tradición, ya que además de servir como vías pecuarias para el transporte de animales, eran el medio utilizado no sólo para los desplazamientos a los pueblos limítrofes, sino también para acceder a las fincas y proceder a su labranza. Precisamente por ello, no nos debería extrañar que una de las cañadas, concretamente la del Congosto, partiera del propio casco urbano. Este hecho proporciona un dato fundamental pues, de forma conjunta con la corona que articula la unión de las tramas, se crea una vía verde que, partiendo del casco consolidado, penetra en el nuevo desarrollo y posibilita el recorrido de éste. Si nos fijamos en la disposición de las dos cañadas, la mencionada del Congosto y la del Santísimo, veremos que su trazado permite recorrer todo el ámbito, rompiendo la trama reticular propuesta. Si a esto unimos el hecho de que ya desde la propia ficha del plan general se determinaba una posición preferente para la ubicación de una gran zona verde, en una zona baja cuyo eje es el cauce de lo que fue el arroyo de la Gavia, entenderemos que, en este caso, sí podamos hablar de una verdadera red de espacios libres que, lejos de reducirse a una función de colchón o de barrera de protección de las grandes infraestructuras, vienen a jugar un papel determinante en el desarrollo y planeamiento del ámbito; no en vano, las zonas verdes suponen un 33,8% de la superficie total. Se trata de un planteamiento que va más allá de un simple trabajo de infraestructura pues, de forma simultánea, sirve para romper la trama y para coser los diferentes tejidos que lo rodean, para convertirlo en un elemento determinante de la actuación. Si tradicionalmente se ha venido criticando la discontinuidad y la desconexión de los diferentes espacios verdes, por la imposibilidad real de plantear recorridos urbanos, o incluso recorridos que –partiendo del espacio urbano– permitieran abandonar la ciudad a través de ellos, con esta actuación se crea el germen de lo que puede ser una verdadera red, un sistema de espacios libres.

Quisiera detenerme un momento en el Parque de la Gavia. Situado en las proximidades del casco de Vallecas, en una zona de baja cota topográfica que favorecía sus condiciones de desagüe natural, tiene una superficie aproximada de 39 hA, lo que evidentemente lo convierte en la zona verde de mayor extensión del ensanche. Este parque ha sido objeto de un concurso internacional, en el que Toyo Ito resultó vencedor. Se trataba de crear un parque autosuficiente y sostenible, basado en el principio de que la naturaleza convierte cualquier residuo urbano en un nuevo recurso para la ciudad. Se pretendía integrar el ciclo natural del agua como factor determinante de la ordenación y diseño espacial del parque.

El objetivo era incorporar, en el interior del propio parque, un sistema de depuración de agua reciclada, ya que se partía de la consideración del agua como recurso natural valioso, vulnerable y determinante para la vida de las ciudades. El agua serviría de elemento central de la actuación y permitiría crear diversas zonas en las que integrar los procesos de depuración. A su vez, el líquido elemento obtenido serviría para regar el propio parque, así como el resto de zonas verdes del ensanche, y para recuperar el cauce del histórico arroyo de la Gavia.

Parece evidente que esta concepción de los espacios libres, que los integra en la trama urbana, rompe las trazas monótonas del planeamiento y busca la creación de esos recorridos urbanos diferentes a los establecidos por las propias calles, es claramente un elemento diferenciador; pero, como anteriormente decía, no es el único, ya que éstas son también objeto de reflexión.

A diferencia de los otros PAUs, en el desarrollo del proyecto se ha prestado una especial atención al estudio y jerarquización del espacio público. Es cierto que nos encontramos en un momento en el que la ciudad se debate entre dos modelos antagónicos: por un lado, la urbe compacta y compleja; por otro, la difusa y dispersa. Y es igualmente cierto que ambos llevan aparejados unos modelos diferentes de relación. Pero precisamente por eso, si pretendemos recuperar la ciudad, o mejor dicho, lo que significa el concepto de ciudad como lugar de intercambio y relación, debemos buscar los puntos de contacto, debemos investigar en esa dirección. Evidentemente, con ello no se tiene ninguna garantía de éxito, pero al menos supone un intento de buscar una solución a un problema real de la ciudad actual.

Elementos estructurales del Ensanche de Vallecas

Si nos fijamos en el sistema de relación y, por tanto, en la característica principal de ambos modelos, observaremos que en la ciudad compacta el paseo peatonal es el medio más utilizado, mientras que la dispersa vuelca todo su sentido en la utilización del vehículo. Esto, que realmente puede ser una simplificación excesiva de un hecho real y constatable, es la base de muchos de los problemas a los que antes hacía referencia.

En general, en las periferias urbanas el espacio se especializa y el contacto, la comunicación y el intercambio se limitan al uso de las redes. Son éstas las que toman un poder prioritario y las que llegan a determinar las características espaciales de la ciudad. Las calles se convierten en corredores por los que circulan coches, la trama se hace isótropa, se pierde la relación con el entorno, y el espacio que se entiende como propio queda exclusivamente limitado al controlado en el interior de las manzanas. De este modo, el desarrollo urbano, que pretendía ser una ciudad y ser percibido como tal, se transforma en una zona residencial, con todo lo que de peyorativo puede tener el término.

En esta situación, la calle pierde todo su sentido como espacio público, pues no es reconocida como espacio propio y es abandonada. El resultado es ese ensanche de calles desiertas al que hacía alusión más arriba. Si el espacio público no es relevante, si la calle no recupera su valor, tampoco lo hará la ciudad y, por tanto, ésta será monótona, aburrida, vulgar, carecerá de vida y tenderá a su negación. Por todo ello, para que las nuevas formas de crecimiento urbano no pierdan la complejidad espacial de la trama de la ciudad existente, es necesario intentar incorporar un viario rico e integrador que actualice la idea de ensanche.

Evidentemente, no creo que pueda plantearse el PAU de Vallecas como la alternativa definitiva a la idea tradicional de ensanche, pero sí que permite vislumbrar algunos conceptos diferentes que hacen sentir cierta esperanza respecto a su desarrollo. En este caso, el objetivo ha sido tratar de fomentar la idea de ciudad transitable que conserve las virtudes de los centros urbanos (compacidad, complejidad, diversidad, calidad ambiental…), que favorezca el paseo peatonal y que disuada del uso del automóvil. Para ello, y como experiencia, se ha concebido la realización de una secuencia de espacios públicos de la trama que fomentara ese concepto de ciudad dentro de la unidad de ejecución 1 de ese ámbito: – Bulevar. – Viario de distribución. – Viario de coexistencia. – Espacio interior de manzana.

Se ha procedido a diferenciar dos niveles de infraestructuras: el primero, el de los sistemas generales, o como se denominan en el plan parcial, “infraestructuras vertebradoras”, recoge todos aquellos que hacen referencia a los sistemas que dan servicio a todo el ámbito, proporcionando a cada unidad de ejecución los servicios urbanos básicos; el segundo nivel es el que hace referencia a lo que ha venido a denominarse “urbanización interior” de las distintas unidades de ejecución.

En el estadio inicial, esta primera distinción ha permitido diferenciar entre una retícula rápida de tráfico rodado y una trama más lenta, en la que lo que se persigue es reducir el volumen circulatorio en la proximidad de los entornos residenciales, para favorecer el acceso a los espacios públicos comunitarios. En un segundo estadio, permite crear una red de caminos peatonales interconectados entre sí, que uniría los edificios con las zonas públicas principales del ámbito.

Para ello, resulta imprescindible entrar en la definición misma del espacio público, en sus características y cualidades, en la concepción que de él se tiene, en los materiales que lo componen, en el tipo de pavimento urbano y en las diferentes superficies de rodadura, en el tipo de arbolado que se propone, en su ubicación, altura y características. Si de verdad buscamos favorecer la idea de una ciudad transitable, no podemos dejar las cualidades del espacio público al azar, pues, como antes ya he señalado, del hecho de que éste pueda ser entendido como un espacio propio depende precisamente de que la calle sea reconocida y percibida como tal.

Confiamos que este trabajo sobre el espacio público, su jerarquización, el entendimiento de los espacios libres y de las zonas verdes como espacios integrados en el ámbito puede lograr que el ensanche de Vallecas, o alguna de sus unidades de ejecución, sea distinto.

Únicamente resta que también los promotores y técnicos responsables de realizar los edificios de vivienda que terminarán de configurar el ensanche, sean capaces de superponerse a la monotonía que impera en otros desarrollos urbanos, para que de verdad podamos pensar que es posible que con el ensanche de Vallecas estemos ante un ensanche tal vez diferente…»

El ensanche de Vallecas: ¿un ensanche diferente? Sigfrido Herráez Rodríguez. Urban 10

  • VALDECARROS

Valdecarros es la mayor actuación urbanística de España. Construirá, dentro del término municipal de Madrid, más de 51.000 viviendas en una superficie de 19 millones de m2, en las que albergará en torno a 150.000 habitantes. Más de la mitad de las viviendas construidas gozarán de algún tipo de protección.

Esta actuación está promovida de forma conjunta por la iniciativa pública (Ayuntamiento de Madrid y Comunidad de Madrid a través del IVIMA, principalmente), y la iniciativa privada.

Valdecarros constituirá, a lo largo de cuatro fases, una nueva ciudad dentro de Madrid ya que la gran superficie que lo conforma permite la creación de toda una red de servicios que sirva a las necesidades de sus habitantes y que completará la de los desarrollos colindantes.

Se ha ordenado de forma que los servicios y dotaciones sean una constante, al igual que las infraestructuras viarias y la red de transporte público.

Los más de 5 millones de m2 destinados a zonas verdes suponen una media de 100 m2/ familia.

Se ha concebido como una ciudad viva, que albergará y fomentará las actividades económicas. Se estima que dentro del ámbito se desarrollarán, más de 100.000 empleos.

La edificabilidad destinada a oficinas es de más de 690.000 m2 y la del comercio supera los 462.000 m2. De éstos, un mínimo de 177.000 m2 están destinados a bajos comerciales de manera vinculante como una aportación de Valdecarros para garantizar la actividad urbana en las calles del ámbito. Es decir, comercio de proximidad que dotará de vida a las calles y dinamizará la economía basada en la pequeña y mediana empresa.

  • LA ATALAYUELA UZP1.04

El Polígono Industrial » La Atalayuela » UZP 1.04 tiene una superficie de más de 1,7 millones de m2 y una edificabilidad de 820.134 m2. En este nuevo enclave empresarial convivirán edificios comerciales e industrias limpias y tradicionales, con zonas verdes y equipamientos.

Su situación geográfica, colindante con Mercamadrid y con la carretera de Villaverde a Vallecas, le confiere un carácter privilegiado.

De su superficie total, 498.576 m2 están destinados a nuevas empresas y 101.501 m2 acogerán un parque industrial. Entre los 79.319 m2 de usos terciarios se reservarán 5.435 a la construcción de edificios de oficinas. En este ámbito, el Ayuntamiento tiene previsto reservar 50.000 m2 a la Ciudad de la Moda, un complejo empresarial especializado en el sector textil y de la moda.

Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid recibirá en condición de cesiones obligatorias 341.165 m2 de zonas verdes, 34.388 m2 de uso deportivo, 19.140 m2 para equipamiento social y 6.526 m2 a servicios infraestructurales. La Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda utilizará 78.300 m2 a actividades económicas, con el fin de impulsar la creación de empresas de última generación.

La movilidad interior del polígono queda garantizada gracias a una red viaria de 239.033 m2. El proyecto contempla su conexión con el exterior a través de un bulevar de 50 m de anchura que que se rematará con una zona verde y edificios de 7 plantas destinados a industrias limpias.

Por otro lado, junto a la carretera M-602 (Villaverde-Vallecas), se localizarán los edificios comerciales de venta directa al público, con zonas libres adyacentes y áreas destinadas a aparcamientos. Las dotaciones públicas y zonas verdes se localizarán en torno al Cerro de la Atalayuela y en el borde con Mercamadrid. En el resto de este ámbito, tendrá cabida la industria tradicional asentada en edificios adosados de tamaño medio/pequeño, con gran ocupación de suelo y poca altura (máximo 3 plantas).

«Villa de Vallecas es un distrito necesitado de inversiones que frenen la desigualdad social y doten a sus ciudadanos de los equipamientos educativos, culturales y deportivos necesarios, especialmente en el Ensanche de Vallecas que carece de casi todos ellos», «ejemplos claros de esto son las reivindicaciones de la construcción de un Instituto de Enseñanza Secundaria y del centro de educación primaria José de Echegaray prometidos por el Gobierno de la Comunidad y después no ejecutados, además de la demanda de centros culturales y deportivos a cargo del Ayuntamiento de Madrid que tampoco se construyen». «En su lugar observamos como grandes proyectos municipales se han convertido en un auténtico coladero de dinero público y han dejado un rastro de inmensos descampados y parcelas vacantes. Proyectos que deberían haber sido de generación de oportunidad y empleo como la Atalayuela, de extensión de zonas verdes y proyecto olímpico como el Parque de la Gavia, o de pretendida sostenibilidad urbana como el Ecobarrio de la Rosilla son hoy exponentes del derroche y de la ruina financiera del Ayuntamiento de Madrid».

  • Desarrollo Urbano Sostenible. Ayuntamiento de Madrid

ESTRATEGIA DE REGENERACIÓN DISTRITO: VILLA DE VALLECAS

INTRODUCCIÓN Villa de Vallecas cuenta con 2 barrios, Casco Histórico de Vallecas y Santa Eugenia, y con otro ámbito, el Ensanche de Vallecas, que aspira a tener su propia categoría barrial, cada uno de ellos con características muy particulares que provocan una fragmentación entre barrios reforzado por áreas sin desarrollar o por grandes avenidas que hacen de frontera. Esta separación dentro del distrito también se manifiesta con los distritos colindantes, Puente de Vallecas y Vicálvaro, debido a las grandes infraestructuras que lo delimitan físicamente y lo encapsulan: Autovía A-3, M-31, M-40, M-45, M-50 y la línea ferroviaria, además de impedir al acceso al Hospital Infanta Leonor. El origen del distrito se encuentra en su casco histórico de origen rural, alrededor del cual se produjeron los crecimientos urbanísticos en bloque abierto como el Barrio de Santa Eugenia, o el Polígono Industrial de Vallecas y Mercamadrid, y en los últimos tiempos, el Ensanche de Vallecas con tipología de grandes manzanas cerradas.

A. ÁREAS

A.1 ÁREAS PRIORITARIAS DE REGENERACIÓN El Distrito Villa de Vallecas no cuenta con ningún ARRU, aunque sí se han identificado y declarado 6 APIRU correspondientes a las siguientes colonias:

  • Casco de Vallecas,

  • Colonia Urpisa,

  • Colonia Huerta

  • Colonia Virgen de la Torre

Para identificar estas áreas se han diferenciado 3 grandes áreas según la antigüedad de los edificios residenciales:

  • Área Antigua correspondiente a las APIRU junto con edificaciones antiguas que la rodean con fecha de construcción de edificación anterior a 1980,
  • el Área Antigua de la mayor parte del Barrio de Santa Eugenia, y
  • el Área Joven en el Ensanche de Vallecas.

A.2 ÁREAS DE CENTRALIDAD URBANA Se han identificado 2 Áreas de Centralidad: el Casco Histórico de Villa de Vallecas y la zona comercial La Gavia. El Casco Histórico puede considerarse la gran centralidad y epicentro de todo el Distrito, pese a la relativa centralidad que pueda haber en el Barrio de Santa Eugenia alrededor de su mercado, y a la gran atracción comercial que supone el Centro Comercial de La Gavia.

A.3 ÁREAS DE OPORTUNIDAD Las Áreas de Oportunidad identificadas se corresponden en general con zonas del Distrito donde el planeamiento urbanístico no se ha terminado de desarrollar o se ha quedado a medio camino en la gestión o en la urbanización, y coincide con lugares donde se suman las peticiones por parte de los ciudadanos o de la propia Junta Municipal. En estas áreas se considera que con una nueva ordenación o un nuevo planeamiento se va a conseguir resolver cuestiones que repetidamente se solicitan en el distrito como es la conexión interdistrital y supresión o mitigación de barreras. También se han identificado zonas de parcelas vacantes para dotaciones, sobre todo en el Ensanche de Vallecas, donde una de las principales demandas gira en torno a este tema, y tal vez habría que plantear la posibilidad de una modificación mediante planeamiento del tamaño de las parcelas o incluso compatibilidad de usos.

B. REDES

B.1 RED DE PROXIMIDAD Se ha planteado una red de proximidad que aglutine comercios y actividad económica con dotaciones y equipamientos del distrito. La red de proximidad más importante se articula en torno al eje fundamental formado por el Paseo Federico García Lorca y la calle del Congosto, del que se ramifican otras vías importantes como la calle San Jaime, la calle Sierra Gador o la calle Real de Arganda. Otra red de proximidad muy importante es la que se encuentra en el eje peatonal-verde del Barrio de Santa Eugenia y las calles que circundan el mercado y diversas dotaciones de barrio. Como nexo de unión entre estas dos redes de proximidad de barrio se ha incluido la calle Sierra Gorda con centro neurálgico en el entorno del auditorio y vía pública destinada a ferias y mercadillos semanales. Por último, se han propuesto dos redes de proximidad en el Ensanche de Vallecas. Una primera, continuación del eje García Lorca-Congosto hacia la zona comercial de la Avenida de la Gavia. Y una segunda, partiendo del Centro Comercial de la Gavia y en torno a la Avenida del Ensanche de Vallecas.

B.2 RED DE IDENTIDAD En la Red de Identidad se han identificado los edificios y áreas protegidos o no, ejes y espacios libres identitarios del distrito. En cuanto a los edificios se han resaltado los edificios protegidos incluidos en el Catálogo de Edificios Protegidos del PGOUM 97, edificios incluidos en la guía COAM, y los que por su función dentro de la vida social del distrito generan puntos de reunión e identidad en su población. La Iglesia San Pedro Ad-Víncula destaca como referente protegido e identitario del distrito. También se pueden destacar de la guía COAM el polideportivo Guillén Prim, el Centro Juvenil El sitio de mi recreo o la Parroquia Santa Eugenia entre otros.

En cuanto a las áreas, el distrito cuenta con una zona catalogada el Casco Histórico Villa de Vallecas, aunque también se ha incluido la Colonia Virgen de la Torre que sin estar protegida se encuentra incluida en la guía COAM y tiene unos rasgos muy característicos y propios que la singularizan. En cuanto a los ejes y espacios libres, destacan el Bulevar de la Naturaleza, el Parque de la Gavia o el Cerro Almodóvar entre otros. En general, se puede resumir que los rasgos identitarios más claros del Distrito se encuentran en la Iglesia del Casco Histórico, el Cerro Almodóvar, los espacios verdes interbloques de Santa Eugenia, el Polígono Industrial de Vallecas y el eje Federico García Lorca-Congosto, junto a las barreras que representan la red ferroviaria y la Autovía de Valencia A-3.

B.3 RED AMBIENTAL La Red Ambiental propuesta recoge las grandes vías generadas en el Ensanche de Vallecas que puedan ser convertidas en corredores verdes y que a la vez continúen una red ambiental a escala urbana en su comunicación con los distritos circundantes. Por esta razón, se han resaltado las zonas verdes que pueden ser consideradas parte de una red de infraestructura verde general y que partiendo del sureste del Distrito (Ensanche de Vallecas) bordean todo el Ensanche de Vallecas hasta llegar al Parque de La Gavia, donde se puede continuar con esta red por la vía pecuaria que se une con el Parque Lineal del Manzanares. Además, en esta zona del río Manzanares se encuentran los restos de unas instalaciones hidráulicas proyectadas y ejecutadas durante el reinado de Carlos III en su intento de convertir el río en navegable hasta la localidad de Rivas. Por esta razón, se propone continuar la red ciclista existente a lo largo de toda la vía pecuaria desde el Parque de La Gavia hasta el río. Por otro lado, se ha propuesto una conexión ambiental dentro del Distrito desde el Cerro Almodóvar hasta el Parque de La Gavia, un recorrido interior que permita unir grandes zonas verdes, viarios y áreas en desuso como el ámbito de Camino de Vasares.

B.4 RED DE MOVILIDAD El Distrito Villa de Vallecas se encuentra delimitado por grandes infraestructuras que restringen su permeabilidad con el resto de la ciudad: Autovía de Valencia (A-3), M-31, M-40, M-45, M-50 y red ferroviaria, y que a su vez, determinan la movilidad interna del Distrito. Las principales conexiones con el exterior se encuentran en el Casco de Villa de Vallecas en dos puntos: en el final de la Avenida de la Democracia en la Estación de metro Sierra de Guadalupe, y en la calle González Dávila en el Polígono Industrial. Estas conexiones solo comunican con el Distrito Puente de Vallecas, faltando aún las conexiones con el Distrito de Vicálvaro en dos puntos: en la zona del Hospital Infanta Leonor, y en la conexión del Ensanche de Vallecas con Los Berrocales. A nivel distrital la red de movilidad se ha planteado considerando un eje cívico urbano que delimita el Casco Histórico, y donde se aglutinan medios de transporte, carriles bici y actividad económica, además de comunicar con la zona sureste del Ensanche de Vallecas. Este eje cívico perimetral se comunica con el Distrito de Puente de Vallecas por los dos puntos citados anteriormente, y con la Autovía de Valencia por la calle Real de Arganda.

En un segundo nivel se encontraría la red de colectoras locales que permiten organizar el tráfico automovilístico y de transporte público reduciendo su incidencia en zonas de prioridad peatonal. Por último, en un tercer nivel tendríamos los ejes peatonales del Paseo Federico García Lorca, los espacios verdes interbloques del Barrio de Santa Eugenia, y el Bulevar de la Naturaleza.

C. MAPEO Uno de los temas más recurrentes en las peticiones es la necesidad de mejorar, ampliar, e incluso añadir conexiones con los distritos limítrofes (Puente de Vallecas y Vicálvaro), así como con la Autovía de Valencia en la zona del Ensanche de Vallecas. Por tanto, una de sus principales peticiones es la supresión de las barreras que ahora mismo limitan al Distrito. Otro de los temas está relacionado con la falta de desarrollo, de finalización o de construcción de nuevas dotaciones, equipamientos y zonas verdes en el Ensanche de Vallecas. Y por último, otro tema se encuentra en la falta de desarrollo del planeamiento urbanística en diversas áreas del Distrito.

D. PROGRAMA DE ACTUACIONES

D.1 ACTUACIONES EN ESPACIO PÚBLICO (PEL) Las actuaciones prioritarias en el espacio público que se exponen intentan eliminar o aliviar los problemas de barreras y conexión con otros distritos y entre los barrios del propio distrito, así como los problemas de aparcamientos en superficie de los barrios.

1. Itinerario del Cerro a la Gavia: Tejiendo Barrios (524) Este itinerario comienza en el Cerro Almodóvar, símbolo identitario del Distrito, y acaba en el Parque de La Gavia, y pretende convertirse en un itinerario medioambiental que conecte estas dos grandes infraestructuras verdes por medio de recorridos de coexistencia peatonal y ciclista, a la vez que cohesiona el distrito. En este itinerario se proponen unas actuaciones vinculadas que permitan conformar el recorrido:

1.1 Acción vinculada: Pasarela sobre Autovía A-3 (114) Se propone la sustitución de una de las actuales pasarelas que comunican el distrito con las dotaciones del Cerro Almodóvar, por una nueva de dimensiones adecuadas para el tránsito peatonal y ciclista y con un carácter medioambiental.

1.2 Acción vinculada: Planeamiento en Camino Vasares (819) Puesta en uso del ámbito degradado situado en el Camino de Vasares, y que separa Santa Eugenia de la UVA de Vallecas y el Casco, mediante una figura de planeamiento que permita ordenar los usos previstos y dotar de un carácter ambiental a la zona, además de reordenar y aliviar los problemas de aparcamiento de la zona.

1.3 Acción vinculada: Entorno centro “El sitio de mi recreo” (238) Esta tercera acción, pretende ampliar y mejorar el acceso a este centro juvenil, mediante la reordenación del aparcamiento en superficie existente y la mejora del entorno al equipamiento.

1.4 Acción vinculada: Fondo de saco Cerro (250) Urbanización del fondo de saco de la calle Cerro Almodóvar junto a pistas deportivas.

1.5 Acción vinculada: Rampa Camino de Vasares (115) Ejecución de una rampa que comunique el Camino de Vasares con el la calle Puentelarra y el Colegio Público Blas de Otero, para suprimir la barrera arquitectónica, escalera, existente.

2. Reurbanización Gran Vía del Sureste (235) Reurbanización del tramo de la Gran Vía del Sureste que resta por terminar.

D.2 APIRU (PIB) Una de las actuaciones prioritarias en las APIRU, y sobre todo en dos de ellas (Colonia Urpisa y Colonia Virgen de la Torre) es la intervención en el espacio interbloque de la norma zonal 3 actualmente deteriorados, para lo que se hace necesario realizar un estudio de régimen de propiedad de estos espacios.

D.3 PLANEAMIENTO Y GESTIÓN (PIA) En las actuaciones que afecten al planeamiento o a la gestión se han destacado las zonas del distrito que faltan por desarrollar o se han quedado incompletas en su ejecución urbanizadora.

1. Actividad económica Santa Luisa (830) Se propone la reordenación, mediante estudio conjunto con el Polígono Industrial La Arboleda en Puente de Vallecas, del ámbito formado por el API 18.09 Santa Luisa y el APR 18.02 Subestación de Vallecas, para posibilitar la implantación de actividades económicas innovadoras vinculadas a la I+D+I en relación con el Campus Universitario y el Hospital Infanta Leonor. En la actualidad, el área de Santa Lucía tiene uso industrial según el planeamiento y solo faltaría por ejecutar la urbanización, cuyo proyecto está aprobado desde el 2003. Y el área de la Subestación de Vallecas, de uso residencial, cuenta con un Plan Parcial. Por lo que se justifica la oportunidad para intervenir en área que permitiera regenerar todo este gran ámbito y a la vez servir de conexión con el Casco de Vallecas.

2. Ensanche de Vallecas I (815) Se propone el estudio a nivel normativo y de planeamiento en los ámbitos de solares vacantes destinados a dotaciones, y que en muchos casos funcionan como auténticas barreras dentro de la trama residencial del barrio, para establecer unas dotaciones más conectadas y adecuadas al lugar en que su ubican y que permitan la conexión entre barrios.

3. Estación de Vallecas APE 18.04 (814) Otra actuación en planeamiento debería afectar a la Área del Intercambiador de mercancías (Sistema General), APE.18.04 (Aprobado Estatuto, Convenio-Compensación), API.18.08 y suelo urbano zona Travesía Sierra de Guadalupe. Esta gran área identificada presenta una gran diversidad en cuanto a usos (residencial e industrial) y planeamientos, siendo el estado actual de gran parte de los terrenos y edificaciones de abandono.

D.4 MOVILIDAD (PEM) Las actuaciones de movilidad propuestas pretenden solucionar y estudiar los problemas de conexión vial y peatonal del distrito, o de movilidad peatonal en zonas como el área de actividad económica de Vallecas o las grandes avenidas del Ensanche.

1. Conexiones generales Hospital Infanta Leonor (608) Se pretende la finalización y resolución de las conexiones del Hospital Infanta Leonor con el Distrito y con la Autovía de Valencia.

2. Actividad económica Vallecas (603) Estudio y obtención de una gestión de la movilidad en el Polígono de Vallecas, junto el futuro polígono de La Atalayuela, para mejorar la intermodalidad y el aparcamiento de esta actividad económica.

3. Movilidad peatonal en Avenidas del Ensanche (609) Estudio y búsqueda de propuestas para solucionar la movilidad peatonal en las grandes avenidas del Ensanche de Vallecas.

E. PROGRAMA DE ACTUACIONES PRIORITARIAS Las actuaciones prioritarias para los años 2016-2017 son las siguientes:

Actuaciones en espacio público (PEL)

– Itinerario del Cerro a la Gavia: Tejiendo barrios (524)

– Pasarela sobre Autovía A-3 (114)

– Camino de Vasares (819)

– Entorno centro “El sitio de mi recreo” (238)

APIRU (PIB)

– Colonia Urpisa (18.04)

– Colonia Virgen de la Torre (18.06)

PLANEAMIENTO Y GESTIÓN (PIA)

– Actividad económica Santa Luisa (830)

MOVILIDAD (PEM)

– Conexiones generales Hospital Infanta Leonor (608)

– Actividad económica Vallecas (603)

– Movilidad peatonal en Avenidas del Ensanche (609)

2011 Mapa ruidos VILLA DE VALLECAS

MADRID INDUSTRIAL

Pero antes de finalizar no nos podemos olvidar del «Gallinero» y la Cañada Real Galiana.

Este asentamiento no forma parte de la Cañada Real Galiana, se encuentra situado en un solar de propiedad privada, junto a la C/ Francisco Álvarez, en el distrito de Villa de Vallecas de Madrid Capital. A 1 km. aproximadamente de la Cañada. La población asentada en “el Gallinero” es, en su totalidad, rumana de etnia gitana. De acuerdo a los datos facilitados por organizaciones sociales que están trabajando allí, residen una totalidad de entre 80 y 90 familias, aproximadamente 400 personas, de las cuales aproximadamente la mitad son menores de17 años. Es un asentamiento chabolista que ha ido creciendo desde el año 2002. Los primeros pobladores que se establecieron eran familias gitanas rumanas que eran expulsadas de los campamentos APOI de Canteros. En el año 2006 había 16 familias que se fueron asentando en las ruinas de un antiguo Gallinero. Actualmente, el número de familias aproximado es el mencionado en el párrafo anterior. Las chabolas están construidas de manera circular y en varios puntos hay mucha chatarra acumulada (llama la atención) que queman para conseguir la mayor cantidad de cobre, que es una de sus más importantes fuentes de ingresos. Estas familias están empadronadas (las que lo están) en la c/ Francisco Álvarez, 2 (número de chabola) del distrito Villa de Vallecas de Madrid-capital. Su Centro de Salud de referencia es el del Ensanche de Vallecas. Además, una Unidad Móvil del Área 1 de Madrid Salud se desplaza a la zona brindando atención sanitaria a las familias. El Centro Educativo de referencia es el Henry Dunant que está en Aluche por convenio entre Cruz Roja y Consejería de Educación. Así mismo, algunos de los menores están escolarizados en colegios de Villa de Vallecas. Mencionamos este núcleo chabolista, porque, aunque no es Cañada Real Galiana, las personas que viven en El Gallinero constituyen el núcleo de población que más cerca tienen.

En el Estudio realizado por la Fundación Secretariado Gitano y ACCEM, Informe-Diagnóstico sobre la Cañada Real Galiana, en octubre de 2010, se contextualiza estupendamente la realidad territorial de esta zona (93 km. de Cañada Real Galiana atraviesan la Comunidad de Madrid de los cuales 16 km. son objeto del presente estudio; el segmento a analizar corresponde a la zona de asentamientos o “tramo poblado” de esta vía pecuaria dentro de la Comunidad de Madrid. Dicho tramo atraviesa (de N a S) los Ayuntamientos de Coslada, Madrid (distritos de Vicálvaro y Villa de Vallecas), Rivas-Vaciamadrid y Getafe).

La Cañada Real Galiana es una de las vías pecuarias más importantes del estado español. Constituye una de las nueve grandes Cañadas Reales que recorren la Península de norte a sur y que integran la Red Nacional de Vías Pecuarias. La Cañada Real Riojana, Galiana o de las Merinas, tiene su origen al S de la provincia de la Rioja, en la Sierra Cebollera, finalizando en el Valle de la Alcudia, en la provincia de Ciudad Real. A lo largo de su recorrido, de aproximadamente 400 km, atraviesa 4 Comunidades Autónomas: La Rioja, Castilla y León, Comunidad de Madrid y Castilla la Mancha. En total recorre 93 km de territorio madrileño, penetrando en la Comunidad de Madrid por el término municipal de Ribatejada (Ramal 1) y por el término municipal de Meco (Ramal 2). El Ramal 1 discurre por los municipios de Fresno de Torote y Daganzo de Arriba, hasta llegar a Ajalvir, mientras que el Ramal 2 continúa por los municipios de Camarma de Esteruelas, Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz, hasta encontrarse en Ajalvir con el Ramal 1. En este punto, ambos ramales se fusionan en un único itinerario, que atraviesa el término municipal de Paracuellos de Jarama, dirigiéndose posteriormente y avanzando hacia Coslada, San Fernando de Henares, Madrid (Distritos de Barajas, Vicálvaro y Vallecas), Rivas Vaciamadrid, Getafe (por la pedanía de Perales del Río), Pinto y Torrejón de Velasco (último municipio madrileño por el que discurre antes de adentrarse en el N de la provincia de Toledo por la comarca de La Sagra).

Antecedentes históricos

Las vías pecuarias son “las rutas o itinerarios por donde discurre o ha venido discurriendo tradicionalmente el tránsito ganadero”. Son, por tanto, los caminos tradicionales que usaban, y que aún hoy utilizan, los ganaderos trashumantes para desplazar a lo largo del año el ganado lanar a las zonas de pasto, desde las sierras del norte hasta las tierras bajas del sur y oeste del país, es decir desde los pastizales de verano a los pastizales de invierno. En función del ancho del camino, el cual determina la mayor o menor importancia de la vía, las vías pecuarias pueden clasificarse en cañadas (vía cuya anchura no exceda los 75 m), cordeles (su anchura no sobrepasa los 37,5 m), veredas (anchura no superior a 20 m) y coladas (cualquier vía de menor anchura que las anteriores).

Así, las Cañadas Reales eran los caminos que canalizaban el mayor contingente de ganado, mientras que las vías pecuarias menores (cordeles, veredas y coladas) servían para distribuir los rebaños hacia los pastizales. Durante siglos, las vías pecuarias han tenido en España una gran importancia económica, social y cultural. Si bien estos antiguos caminos históricos surgen en tiempos remotos, con las primeras civilizaciones sedentarias que tuvieron la necesidad de trasladar sus ganados de norte a sur de la Península, es sobre todo durante la Edad Media que la actividad trashumante alcanza todo su esplendor. Es a partir de la Edad Media cuando se conforman definitivamente en España los tres grandes sistemas de vías pecuarias o caminos reales de ovejas. Durante esta época se establece el primer sistema administrativo y burocrático encargado de organizar y controlar el tráfico ganadero y de la preservación de las vías pecuarias: el Honrado Concejo de la Mesta o simplemente la Mesta. Los propietarios y pastores organizados en la Mesta, recibieron numerosos privilegios reales, lo que generó grandes rivalidades y conflictos con los agricultores. A cambio de este apoyo y protección, la Corona recibiría cuantiosas recaudaciones e ingresos. Durante siglos, la actividad ganadera y el comercio lanar se convirtieron en el principal sostén económico del país. Durante el período que existió la Mesta desde el siglo XIII hasta prácticamente el siglo XIX, se calcula que más de 5 millones de cabezas de ganado, principalmente ovejas merinas, se trasladaban cada primavera y cada otoño por las cañadas entre el norte y el sur de la península ibérica. Poco a poco, esta actividad comenzó a decaer y ser menos rentable, con lo cual la Mesta fue perdiendo privilegios y poder, a favor de la agricultura.

Durante los siglos XIX y XX la trashumancia tradicional fue perdiendo cada vez más peso y las Cañadas cayeron, parcialmente, en desuso. Es fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XX, con el declive y abandono de la trashumancia tradicional, con el transporte del ganado en ferrocarril y en camión, la expansión de los núcleos urbanos, el cambio de modelo de desarrollo, la ocupación de los caminos por vías de ferrocarril, carreteras y otras infraestructuras, que se comienza a producir un gran deterioro de estas vías. Las Cañadas Reales, entre ellas la Galiana, comienzan a sufrir durante esta época numerosos problemas que, en algunos casos, se han ido agravando con el paso del tiempo. La falta de uso regular para el tránsito ganadero y su situación geográfica próxima a áreas urbanas en pleno desarrollo, impulsaron la ocupación de estos terrenos públicos ya desde la década de los 50′ y 60′, intensificándose en épocas más recientes.

En sucesivas olas, la Cañada Real Galiana ha sido ocupada por muy diversos grupos poblacionales:

  • inmigrantes rurales que llegaban a Madrid en busca de trabajo, instalándose en las áreas periféricas;
  • residentes en el Municipio de Madrid expulsados del centro o que optaron por construirse una segunda residencia allí;
  • población gitana española;
  • desde la década de los 90′, con la creciente llegada de extranjeros a España, inmigrantes procedentes fundamentalmente de Marruecos y Rumania (muchos de ellos de etnia gitana);
  • En los últimos años, el desmantelamiento de núcleos chabolistas del área metropolitana madrileña (Las Barranquillas o el Salobral) ha provocado desplazamientos de población hacia esta zona.

Tales ocupaciones han ido transformando este espacio a tal punto que en la actualidad podemos encontrar una autentica “ciudad lineal”, no planificada, compuesta de edificaciones irregulares de muy diversa índole y de carácter muy estable. La Cañada se caracteriza, a día de hoy, por una gran heterogeneidad edilicia (construcciones de muy diversos materiales, tamaños, características, antigüedad, usos…), socioeconómica y sociocultural.

Se trata de un espacio urbano de grandes contrastes que, en algunos tramos, se ve afectado por:

  • graves problemas de vivienda (chabolismo, infravivienda),
  • la carencia o precariedad de servicios básicos (agua, electricidad, transporte público, recogida de basuras),
  • la deficiente o nula existencia de infraestructuras (alcantarillado, pavimentación, alumbrado público),
  • la ausencia de equipamientos básicos (centros educativos, sanitarios, culturales, deportivos…),
  • las dificultades de acceso de la población a los servicios públicos básicos,
  • los problemas derivados del tráfico de drogas,
  • problemas de insalubridad, entre otros.

Con el objetivo de proteger a las vías pecuarias de las continuas amenazas y deterioros que sufren desde la década de los 50′, se aprueba durante la década de los 90′, una legislación específica (estatal y autonómica) que persigue una mayor promoción de su defensa y conservación.

La Cañada Real Galiana, al igual que otras vías pecuarias, se rige por la Ley 3/1995, de 23 de marzo, de Vías Pecuarias, que establece las bases para que las comunidades autónomas defiendan su integridad, protección y conservación, garantizando el uso público de esta red de caminos tanto para facilitar el tránsito ganadero como para otros usos compatibles o complementarios (senderismo, cicloturismo, rutas a caballo, etc.). La Comunidad de Madrid regula tales aspectos mediante la Ley 8/1998, de 15 de junio, de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid, de aplicación a la Cañada Real a su paso por esta región.

Conforme a lo establecido en la mencionada Ley 3/1995, las vías pecuarias son bienes de dominio público de las Comunidades Autónomas (art.2), a quienes corresponde la gestión y administración de aquéllas en sus respectivos territorios. Como bienes de dominio público, y en base a lo dispuesto en la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas, son “inalienables, imprescriptibles e inembargables”.

La Cañada Real Galiana se encuentra, así mismo, clasificada por el PGOUM-1997 como suelo no urbanizable protegido. Para finalizar, simplemente señalar que, como consecuencia de la ocupación ilegal de la Cañada Galiana, del progresivo incremento poblacional y de las múltiples y graves problemáticas que la afectan, se inicia un diálogo entre las distintas administraciones públicas implicadas con el objetivo de proponer soluciones conjuntas que permitan abordar de manera eficaz y colaborativa el problema.

Durante el año 2009, tras la formación de una Mesa de Negociación constituida por la Delegación del Gobierno, la Comunidad de Madrid, y los Ayuntamientos de Madrid, Coslada y Rivas Vaciamadrid, se alcanza un acuerdo para desafectar un tramo de la Cañada Galiana. No obstante, con carácter previo a la desafectación de los terrenos, se establece la necesidad de alcanzar un acuerdo social que de respuesta a las diversas situaciones existentes, y de realizar una ordenación urbanística de la zona.

El acuerdo alcanzado entre las distintas administraciones establece como requisito imprescindible, antes de iniciar cualquier negocio jurídico sobre los terrenos, la puesta en marcha de las siguientes acciones: aprobación de la ley, elaboración –en el plazo de 6 meses– de un Censo por parte de los Ayuntamientos y análisis de la situación de cada familia, acuerdo social entre las administraciones y desarrollo de instrumentos de intervención en los ámbitos social, medioambiental y urbanístico, realizar los cambios y ordenación urbanísticas que procedan por parte de cada uno de los Ayuntamientos.

En la actualidad, el Proyecto de Ley promovido por el Gobierno Regional que busca desafectar un tramo (14,2 km.) de la Cañada Galiana se encuentra aún en fase de tramitación, pendiente de aprobación (Proyecto de Ley 5/2009 RGEP.4993. de la Cañada Real Galiana, en el Boletín Oficial de la Asamblea de Madrid, nº 151, VIII Legislatura, 1.10.2009, p. 13381-13385). En el siguiente apartado puede encontrarse una breve recopilación de la normativa básica existente en materia de vías pecuarias que permitirá comprender mejor la situación actual de la Cañada Real Galiana.

Debido a la diversidad y complejidad de realidades que presentan los 15 o 16 km. de asentamiento/s objeto de análisis de este informe, optamos por realizar una descripción de la misma por tramos, siguiendo el esquema y la división por sectores establecida en la propia Cañada. En ella, pueden apreciarse 6 sectores diferenciados. La demarcación de estos tramos o sectores viene dada por cortes claros, en los cuales la Cañada es atravesada por distintos tipos de vías (carreteras o caminos). Dada la existencia de algunos contrastes, los propios sectores pueden ser divididos en subtramos diferenciados. La ocupación se ha realizado en torno a una vía o camino central de entre 6 y 10 m (por donde circulan vehículos, población a pie, etc.), a los lados de la cual se han ido levantando una sucesión de construcciones diversas. Los terrenos ocupados están, en su mayoría, claramente parcelados y delimitados. Las parcelas cuentan, en su mayoría, con numeración o algún tipo de identificación, al igual que las viviendas. El grado de ocupación es muy alto, encontrándose escasas parcelas que se hayan conservado como espacio natural. La Cañada se constituye así como un corredor lineal habitado a ambos lados, mayoritariamente cerrado, aunque con algunas conexiones o puntos de acceso hacia el exterior facilitados por caminos, carreteras, callejas, que la atraviesan, o por la propia proximidad a núcleos urbanos.

Nos centraremos en el sector 6, comprendido entre la A-3 (Carretera de Valencia) y el límite entre Madrid y Getafe. A los efectos de este análisis, se establecerá como línea de demarcación la carretera M- 301 (Perales del Río-San Martín de la Vega).

Pertenece, casi en su totalidad, al Municipio de Madrid (Villa de Vallecas), seguido de un tramo correspondiente al Municipio de Getafe. Se pueden reconocer 2 segmentos y situaciones diferenciadas dentro del sector: la llamada “Cañada asfaltada” (Carretera del Vertedero Municipal Valdemingómez) y la “Cañada sin asfaltar”. Su extensión aproximada es de 7 km. A este sector se puede acceder por 3 carreteras que desembocan en diferentes puntos:

  • Entrando por el km. 13 de la A-3 se sale directamente al núcleo chabolista de El Gallinero, C/ Francisco Álvarez nº 2, que desemboca en la carretera que va hacia el vertedero.
  • Entrando por el km.14 se sale a la rotonda que lleva a Valdemingómez (camino de la incineradora) por una de las salidas y por otra a la carretera alternativa para caminos y vehículos pesados que también desemboca en la incineradora de Valdemingómez.
  • Viniendo de Rivas-Vaciamadrid, al inicio del sector 5, tomando la continuación de la Calle de los Juanes (señalizada como Senda Galiana), se sale a la misma rotonda mencionada en el punto anterior pero desde otro punto de partida.

Esta parte de la Cañada cuenta con 3 tramos claramente diferenciados.

  • Una primera parte, asfaltada, desde la A-3 hasta donde está situada la Iglesia Evangélica Filadelfia El Poder.
  • Luego un segmento no asfaltado, dirección Perales del Río, hasta la Planta de Residuos Biosólidos “La Torrecilla” y la Depuradora.
  • Finalmente, puede observarse un tramo asfaltado que culmina en la M-301.

A lo largo de los casi 7 km. de extensión que corresponden al sector 6 (Villa de Vallecas) hay diferentes espacios públicos visibles, utilizados para diferentes fines: En la primera parte de la Cañada asfaltada (aproximadamente 1 km y medio) predominan los puntos de venta de droga. Se observa bastante movimiento en las entradas de las casas y en la propia calzada que, aunque está asfaltada, está en muy malas condiciones en algunos tramos (baches, agua, escombros). Hay vecinos y vecinas sentadas en las puertas de las casas, algunas tienen grandes patios y hay muchos toxicómanos transitando por esta zona así como mucho tráfico. La mayoría de la población son gitanos españoles y aparentemente son familias extensas en cada vivienda. En este tramo también se encuentra la Parroquia de Santo Domingo de la Calzada que, aparte de oficiar misa, es una oficina de atención social coordinada por el párroco y un equipo de voluntarias y voluntarios.

Pasado este kilómetro y medio, a la altura de la calle Camino Nuevo de la Casa de Eulogio, hay una Mezquita. En esta zona se percibe una mayor presencia de población marroquí. Al final de este camino está el Centro Comunitario de El Fanal (donde también trabajan Servicios Sociales, Yerel y Cáritas), conocido como “La Fábrica”.

Avanzados kilómetro y medio, empieza a estar peor el asfaltado hasta que llega a desaparecer (a la altura de la Iglesia Evangélica de Filadelfia). Esta parte del camino “sin asfaltar” se encuentra en muy malas condiciones (grandes baches, cableado atravesando la vía), siendo de muy difícil tránsito en vehículo. Así mismo, a partir de este punto la tipología de viviendas cambia, observándose viviendas más precarias (en cuanto a materiales y calidades de construcción), aumentando el número de chabolas.

Finalmente, otro límite cuando hablamos de la ciudad lineal en este tramo del sector 6 está marcado por la depuradora de Agua del Canal de Isabel II, a partir de la cual la vía comienza a estar asfaltada nuevamente. A pocos metros está una zona de reserva de aves y aparece la parte perteneciente a Perales del Río (Getafe).

En resumen, hay 5 espacios de uso público con diferentes fines que sirven como referencias geográficas de orientación para situarse en esta zona de la Cañada Real Galiana:

  • Parroquia Santo Domingo de la Calzada.
  • La Mezquita.
  • El Centro Comunitario de la Asociación El Fanal.
  • Sede Social de la Asociación de Vecinos.
  • Iglesia Evangélica Filadelfia.

Cabe mencionar, igualmente, que en algunos segmentos de este sector existe señalización vial (señal que advierte sobre la presencia de camiones, señal de control de velocidad, de curva peligrosa). Puede apreciarse, además, una zona con alumbrado público, aunque por distintos motivos no está en funcionamiento.

A lo largo de este sector podemos ver viviendas de diferentes características. Hay bastante variedad en las construcciones desde chabolas a casas de construcción de obra con patios internos con muy buena apariencia. Hay muchos portones y alguna casa con mejor acabado que otra. De camino hacia el tramo sin asfaltar, se aprecian parcelas de mayor tamaño, con frutales y casas más antiguas. En el tramo de la Cañada no asfaltada las viviendas son mucho más precarias y el cableado va por el suelo, lo que aumenta la situación de riesgo para las personas que viven en esta zona. La zona de la C/ de Francisco Álvarez (no forma parte de la Cañada) son casas bajas, algunas de 2 plantas de construcción antigua de los años 60.

Principalmente hay familias gitanas españolas. También hay familias de origen marroquí y familias rumanas. Familias españolas no gitanas. En menor medida: personas de África subsahariana, población procedente de otros países de Europa del Este, población latinoamericana. En el primer tramo de este sector, se observa la presencia de muchas personas toxicómanas. Algunas de estas personas están residiendo en la zona y otras acuden para el consumo.

En cuanto a la dotación de infraestructuras básicas, podemos señalar que esta zona se caracteriza por la casi inexistencia o existencia irregular de las mismas:

  • No existe una red de agua potable o puntos de acceso al agua públicos. Existen algunos “enganches” que permiten acceso al agua. Algunos vecinos venden el agua a otros. También existe algún pozo y algunos vecinos que se abastecen de los camiones cisterna provistos (mediante pago de un importe) por el Ayuntamiento de Madrid.
  • El acceso a la electricidad también se realiza mediante “enganches” a los postes existentes. Estos sistemas de enganche no garantizan el acceso a estos servicios. Varios de los agentes entrevistados comentan que, por ejemplo, a medida que se avanza hacia Perales del Río, en la llamada “Cañada sin asfaltar”, la potencia del agua o de la luz no es suficiente, con lo cual estos suministros prácticamente no llegan a las familias que allí residen o lo hacen de manera discontinua.
  • No existe un sistema de alcantarillado.
  • El alumbrado público (existente únicamente en un tramo) no está en funcionamiento.
  • Hay algunos cubos de basura y existe servicio de recogida de basura dos veces a la semana.

El sector 6 es el tramo de la Cañada Real Galiana que más difícil accesibilidad presenta. No existe ningún transporte público que recorra (por dentro) este segmento de la Cañada (únicamente el transporte escolar), lo cual obliga a los habitantes de esta zona a caminar largas distancias para acceder a los transportes públicos más próximos.

Los transportes públicos más cercanos que conectan con la ciudad de Madrid son los siguientes. El autobús 339 (Conde de Casal-Valdemingómez) tiene 2 paradas, una cercana al Gallinero (C/ de Francisco Álvarez nº 4) y otra en Valdemingómez (Carretera del Vertedero Municipal de Valdemingómez nº 1). Hay otro autobús que pasa por la Ctra. de Perales a San Martín de la Vega, el autobús 415 (Legazpi–Villa Conejos, pasando por Perales del Río). Dicha parada queda muy alejada de la zona poblada de Villa de Vallecas, justo al final de la zona de asentamientos. La parada de metro más cercana corresponde a la línea ubicada en el Ensanche de Vallecas (Las Suertes, L1). El punto más próximo de la Cañada está ubicado a 2 o 3 km de esta parada. Algunos habitantes de la zona atraviesan a pie los terrenos descampados para acceder a este transporte. Por último, existe una ruta escolar que se desplaza por dentro de la Cañada, con 2 paradas (sin marquesinas) en diferentes puntos del sector. Las personas que viven en este sector se desplazan, por tanto, en transporte privado o, tras recorrer largas distancias a pie, mediante el uso de los transportes públicos. Dado el estado de mantenimiento de las vías, el tránsito de vehículos se realiza también con bastante dificultad. Algunos transportes privados cobran una tarifa por facilitar viajes a los vecinos. Normalmente, los servicios de taxi se niegan a trasladarse o acceder a esta parte de la Cañada.

Los únicos equipamientos básicos que existen son los mencionados con anterioridad, utilizados bien para culto religioso o para fines de acción social. Además, en la explanada de la Parroquia se instalan las unidades móviles de diferentes dispositivos que brindan atención social y sanitaria: Unidad Móvil del Área 1 de Atención Primaria, Asociación Betel (furgoneta con reparto de alimentos), Asociación Universida y dispositivos de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid. Los centros educativos a los que asisten los menores se encuentran en el distrito de Villa de Vallecas (en la mayoría de los casos) y algunos de ellos asisten a centros en Getafe: CEIP Blas de Otero, Ciudad de Valencia, Juan Gris, Honduras, CEIP Julián Besteiro y CEIP Daoíz y Velarde. En lo que a recursos sanitarios se refiere, los centros de referencia para esta población se encuentran en Villa de Vallecas: Centro de Salud Ensanche de Vallecas, Centro de Salud Villa de Vallecas, Centro de Salud Cerro Almodóvar, Centro Municipal de Salud de Villa de Vallecas. Con respecto a otros servicios existentes, en las diferentes observaciones realizadas hemos visto coches oficiales de Endesa, Correos, Canal de Isabel II, así como coches de policía municipal.

Los espacios de uso público se encuentran altamente descuidados: se observan puntos de acumulación de residuos a ambos lados de la calzada, acumulación de agua estancada en la vía, zonas de acumulación de escombros. Asimismo, se percibe claramente el olor proveniente de la Incineradora de Valdemingómez (en algunas ocasiones con mucha intensidad). Sería conveniente profundizar sobre las implicancias que esto tiene y los riesgos para la salud a los que se exponen los pobladores de esta parte de la Cañada.

Lo que más llama la atención de este segmento es el mercado de la droga y las situaciones de explotación que genera en diferentes grupos poblacionales. Numerosos puntos de venta de droga tienen a su servicio a toxicómanos para que despejen la zona, faciliten el tráfico de coches, limpien las entradas y restos de consumo, etc. Además se registran los siguientes establecimientos: empresa de autobuses, de almacenaje y distribución de alimentos (frutas), recuperación de metales, materiales de construcción, carpintería, venta de caballos, pequeñas tiendas de alimentos, kioscos, bar, venta de alcohol y tabaco, …

El Ayuntamiento a finales de abril 2017 se adhiere al Pacto Regional por la Cañada Real Galiana. Lo más urgente es la firma de un convenio de realojo entre el Consistorio y la Comunidad para las más de 150 familias en situación vulnerable. Rivas ya lo había firmado y la Comunidad de Madrid también.

  • CENTRO DE TRATAMIENTO DE RESIDUOS VALDEMINGOMEZ. LA SALMEDINA.

«…Las opciones existentes para cuando un determinado material o componente llega al final de su ciclo de vida o al final del ciclo de vida del edificio, son el vertedero, la incineración, el reciclaje y la reutilización. El vertedero es la peor alternativa para descartar dichos materiales, ya que se pierde la energía incorporada en ellos; además existe un gran potencial de contaminación para el suelo, el agua y el aire.

La directiva europea 99/31/CE que trata sobre los vertederos, los define como “un emplazamiento de eliminación de residuos que se destina al depósito de ellos, en la superficie o subterráneo”. La misma norma sitúa el vertido de residuos como la última alternativa “con el fin de no malgastar los recursos naturales y de economizar la utilización de los suelos”. La clasificación oficial de vertederos, distingue entre vertederos para residuos peligrosos, para residuos no peligrosos y para residuos inertes.

Por otra parte, hay 2 clasificaciones genéricas de vertederos, como son los vertederos oficiales y los clandestinos. La revista Recupera (2010) afirma que España tiene el mayor número de vertederos ilegales de toda Europa. Los vertederos ilegales dificultan la correcta eliminación de los residuos al no tener ningún control del sitio donde se encuentran, ni de los materiales que son eliminados, por lo tanto no cumplen con ningún aspecto medioambiental. Además, los vertederos clandestinos dificultan más la obtención de resultados positivos por parte de las autoridades, ya que obstaculizan la competitividad con los vertederos oficiales. El perjuicio puede llegar hasta los recicladores de productos de la construcción, por las facilidades financieras propiciadas por los vertederos ilegales (Almanzor, 2010).

Otros aspectos negativos de los vertederos ilegales pueden ser la contaminación ambiental que se produciría en el agua, el aire y el suelo; los posibles incendios de neumáticos y plásticos, así como también la posible proliferación de enfermedades cerca de estos vertederos. Tratamientos de diversos tipos se exigen a los vertederos con el fin de evitar lo máximo posible las contaminaciones ambientales. Algunos de ellos se basan en tratar las aguas contaminadas y los lixiviados, crear sistemas de drenaje y de impermeabilización (99/31/CE). Además de la pérdida de recursos, es evidente que lo complicado es intervenir en la última escala de los productos, y la inversión necesaria para hacer estos tipos de tratamientos. Por estas razones, el vertedero no es una buena opción para el destino final de los materiales que no cumplen sus funciones en la edificación.

La combustión es una manera de recuperar una parte de la energía contenida en determinados materiales, a través de una combustión controlada, como puede ocurrir con los plásticos. El método tiene que separar materiales combustibles de incombustibles, y la combustión se debe realizar de manera que no genere grandes cantidades de gases o residuos tóxicos. La energía recuperada por estos residuos no posee mucha eficiencia, si hay mucha humedad que deba ser eliminada durante el proceso (Ashby, 2009). La eficiencia de recuperación de la combustión es del 50% como mucho, y para la generación de electricidad su eficiencia baja hasta el 35%.

La prioridad se centra sin duda, en la reducción de la utilización de la materia prima, para ahorrar recursos materiales y energéticos. A continuación, las opciones deseables serían, la reutilización de materiales y componentes, seguida de su reciclaje. La reutilización de materiales, componentes y elementos de edificios abre toda una nueva posibilidad para la arquitectura. Además de los materiales de construcción tradicionales, otros materiales se pueden incorporar en esta nueva arquitectura, que antes se consideraban residuos; como por ejemplo trozos de asfalto, moquetas, maderas diversas, bitones de aceite, vidrios de coches y neumáticos, entre otros…

…» El diccionario de la Real Academia Española en su 22ª edición define desecho como una “cosa que, por usada o por cualquier otra razón, no sirve a la persona para quien se hizo” y residuo como una “parte o porción que queda de un todo o aquello que resulta de la descomposición o destrucción de algo”.

El término residuo se puede definir como un material que no tiene ningún valor comercial o que no tienen ninguna utilidad. La utilización de residuos no es algo nuevo. El decreto 105/2008 del Ministerio de la Presidencia, que regula la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición, define residuo de construcción y demolición como: “cualquier sustancia u objeto que, cumpliendo la definición de «Residuo» incluida en el artículo 3.a) de la Ley 10/1998, de 21 de abril, se genere en una obra de construcción o demolición.” (p. 7725). El mismo decreto clasifica residuo inerte como: residuo no peligroso que no experimenta transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas, no es soluble ni combustible, (…) no es biodegradable, no afecta negativamente (…) al medio ambiente ni perjudica a la salud humana.” (p. 7725). La ley 10/1998 del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino que trata de los residuos define residuos peligrosos como “aquellos que figuren en la lista de residuos peligrosos, aprobada en el Real Decreto 952/1997, así como los recipientes y envases que los hayan contenido.” (p. 13373). La misma ley define residuos no peligrosos como los residuos que no están incluidos en la definición de residuos peligrosos.

…España presenta un aumento en las demoliciones o derribos de las viviendas libres desde el año 2002 hasta el año 2007. En 2002 se demolieron 23.530 viviendas y en 2007 este dato subió hasta 24.476 viviendas, según fuentes del Ministerio de la Vivienda (2008). El ministerio también ofrece estimaciones sobre los residuos generados por la construcción, reforma, demolición total o parcial de obras; que se presentan en la tabla 2.4. Se puede comprobar que la cantidad de residuos generados por la demolición por m2, es casi 10 veces mayor que los residuos generados por las nuevas edificaciones.

«…la industria de la construcción es una de las que más recursos materiales y energéticos utiliza. Los procesos de extracción y transformación de los materiales generan muchos daños medioambientales. Una manera de minimizar estos problemas es a través de la implementación de normas de gestión ambiental y etiquetas ambientales. Las normas de la serie ISO 14000 se componen por normas de gestión ambiental, auditorías, etiquetaje ambiental, análisis del ciclo de vida de los productos y evaluación del impacto ambiental. La norma ISO 14001 es la base del sistema de gestión ambiental practicado hoy en día. Las normas de auditoría ambiental y de evaluación del comportamiento ambiental en las empresas son necesarias para tener una correcta implantación de la ISO 14001 (Lee y Uehara, 2003). Las normativas destinadas a los productos fabricados se dividen en tres partes. La primera es el análisis del ciclo de vida mediante la serie ISO 14040, que tiene por objetivo evaluar y encontrar posibles problemas ambientales desde la extracción de la materia prima hasta el fin de la vida útil del producto. Con estos datos se pasa al siguiente nivel, que es el diseño del producto a través de la ISO/TR 14062 para aumentar la eco-eficiencia de dicho producto. Con los ajustes realizados se busca una etiqueta ecológica, y las declaraciones ambientales a través de la serie ISO 14020 que garanticen que el producto y el proceso de fabricación posean mejoras respecto a las prácticas anteriores….

Luiz Henrique Maccarini Vefago. Tesis Doctoral UPB 2011. El Concepto de reciclabilidad aplicado a los materiales de construcción y a los edificios: propuesta de índices para evaluar la reciclabilidad de los sistemas constructivos.

  • El Parque Tecnológico de VALDEMINGOMEZ, 

La historia del Parque de Valdemingómez se remonta a finales de los 70′, un período en el que los residuos urbanos no tenían aún prácticamente otro destino que el vertedero. Madrid disponía de varios en sus alrededores, pero el crecimiento de la ciudad trajo consigo el de sus residuos, y con él lan necesidad de buscar un nuevo emplazamiento; el escogido fue un paraje denominado «valdemingómez», situado al O de la capital, muy cerca de la autovía A3.

Valdemingómez.

El Vertedero de Valdemingómez entró en funcionamiento en enero de 1978; junto con una planta de trituración de residuos y otra de incineración de residuos de restos de animales, ambas próximas a aquel. Un año después el Ayuntamiento inició la construcción de una planta de tratamiento, integrada por una planta de separación y clasificación y otra de comportase, más tarde conocida como Centro La Paloma, inaugurado en 1982. Está constituido por una planta de separación y clasificación de materiales reciclables, una planta de biometanización, otra de comportase y afino y, finalmente una planta de depuración de lixiviados. Trata los residuos procedentes de las «bolsas amarillas» y de restos. Ambas son sometidas a una serie de procesos de separación de materiales reciclajes (papel, cartón, brichos, plásticos, vidrios y metales) así como de la materia orgánica. Los primeros son adquiridos por empresas de reciclado, mientras que los segundos se destinan a la biometanización. La mayor parte de los rechazados de estos procesos se incinera en El Centro Las Lomas con el fin de generar electricidad. La biometanización es un proceso de fermentación anaerobia que transforma la materia orgánica en biogás y en un sólido llamado digesto. El biogás se envía a una planta de tratamiento y depuración, en la que alcanza el nivel de calidad necesario para su aprovechamiento como combustible y/o generar electricidad. El digesto se transforma en fertilizante (compost) en la Planta de compostaje. Durante los años 80′, la legislación ambiental experimentó un intenso desarrollo, apoyado por numerosos avances tecnológicos que, e¡n el ámbito de los RU, fueron aportando nuevas y más eficaces técnicas para su tratamiento. Con su incorporación en 1986 a la entonces llamada Comunidad Económica Europea, España comenzó a trasladar a su ordenacmiento jurídico la normativa medioambiental europea, al tiempo que se abría la posibilidad de acceder a fondos comunitarios para financiar nuevas infraestructuras.

El Ayuntamiento de Madrid, en su calidad de responsable de la gestión de los RU generados en la ciudad, puso entonces en marcha una estrategia centrada en dotar a la capital de nuevas instalaciones de tratamiento, capaces de hacer frente a sus necesidades presentes y futuras. El hito más reciente de esta intensa labor de desarrollo de infraestructuras se sitúa en 2008, fecha de finalización de la puesta en marcha de la planta de biometanización del Centro Las Dehesas (cuenta con instalaciones para la separación y clasificación de residuos de «bolsa amarilla» y de restos, tratamiento de residuos voluminosos y de plásticos reciclajes, recuperando papel, cartón, brick, metales, varios tipos de plásticos y electrodomésticos inservibles para su reciclaje, así como materia orgánica).

También en 2008 fue la apertura del nuevo acceso a sus instalaciones, obra esencial en la medida en que ha mejorado sustancialmente la seguridad y fluidez del tráfico de los más de mil vehículos municipales de recogida y limpieza que acceden a diario a las instalaciones de Valdemingómez.

Estas actuaciones se verán reforzadas en un futuro próximo con una obra nueva de excepcional interés medioambiental: la restauración de los vertederos cerrados de residuos inertes (escombros) «Las Cumbres» y «Arriola», ambos situados en el área de Valdemingómez. Entre otras ventajas, esta ora de restauración supondrá la transformación en una única zona verde de las 101 ha que suman ambos vertederos, mediante la creación de una cubierta vegetal integrada por diversas especies arbóreas y herbáceas.

El Centro Las Lomas integra en sus instalaciones una planta de separación y clasificación de residuos de «bolsa» de restos, otra de comportase de materia orgánica y una planta de valoración energética de rechazos de proceso y de otros residuos urbanos. La planta de separación recupera de los residuos papel, cartón, plásticos, vidrios y metales para su reciclaje, así como la materia orgánica, destinada a su transformación en compost en propio centro. Los rechazos de la planta de separación, junto con una parte de los productos en La Paloma y Las Dehesas, además de otros residuos urbanos no reciclajes, se incineran en la planta de valorización energética, se incineran en la planta de valorización energética, donde se aprovecha su poder calorífico para generar electricidad.

El Centro La Galiana desarrolla una actividad distinta a la del resto de los centros del Parque Tecnológico. Su función esencial es extraer para su propio aprovechamiento energético (producción de energía eléctrica) el biogás producido en el antiguo vertedero de Valdemingómez, actualmente clausurado y transformado en Parque Forestal.

El sistema de descalificación instalado en el vertedero permite extraerlo de forma controlada para su envío a la planta de valorización energética, dónde, tras un tratamiento de desulfuración, se utiliza como combustible de los moto generadores responsables de ala producción de energía eléctrica. La planta dispone también de un sistema de cogeneración, que aprovecha el calor de los gases de escape, para incrementar la producción eléctrica. El Parque Forestal cuenta con una superficie de casi 1 millón de m2, que ha sido forestada con miles de árboles y arbustos de diversas especies, que se riegan de forma automática con agua reciclada procedente de una de las depuradoras de la ciudad.

  • Los Paisajes del desecho. Reactivación de los lugares del deterioro.

Parque Forestal Valdemingómez

«…Fue necesario realizar algunas obras más, que también contemplaba el Pliego de Condiciones del concurso: Una carretera desde la entrada del vertedero hasta las plataformas de descarga, una instalación de alumbrado, una nave destinada a personal y oficinas, plataformas de básculas, un cobertizo-garaje y un depósito de agua contiguo. Asimismo, en las zonas de vertido se había acondicionado un área para la descarga y maniobra de los vehículos.
En 1982 entró en funcionamiento la planta de reciclado de residuos sólidos, germen del actual centro de tratamiento de RSU La Paloma. Era el año en el que se implantó en Madrid la recogida selectiva del vidrio. El centro comenzó a funcionar como planta piloto con una capacidad de 120 toneladas/día y los residuos se separaban y clasificaban entre materiales reciclables y materia orgánica, que se transformaba en compost. En 1990 se ampliaron las instalaciones con una nueva línea de clasificación y recuperación, aumentando su capacidad hasta las 550 toneladas/día. Se modificaron y modernizaron varias veces las instalaciones para llegar a una capacidad total de tratamiento de 850 toneladas/día.

En el año 1990, al mismo tiempo que se estaba remodelando la planta de La Paloma, el Ayuntamiento acometió la construcción de un centro de tratamiento integral de los residuos sólidos urbanos, que se ubicaría a algo más de un kilómetro de distancia del vertedero de Valdemingómez y que fue nombrado como centro de tratamiento integral de residuos sólidos urbanos Las Lomas. Este centro supuso la primera experiencia española de tratamiento integral de residuos, incluyendo plantas de separación y clasificación, compostaje e incineración con producción de energía. La instalación de incineración, o de valorización energética (aprovechamiento energético del residuo mediante su incineración), como se le conoce, trata tanto los rechazos generados en la planta de clasificación del propio centro como los del centro La Paloma. Posteriormente, se inició la construcción, en terrenos anejos al centro, de un vertedero de seguridad destinado a albergar las cenizas generales en dicho proceso, que comenzó su actividad en 1999.

En el año 1993 se produjo un importante acontecimiento en la historia del vertedero de Valdemingómez: en esa fecha tuvo lugar la renovación del contrato de recogida de residuos del Sector Periférico de la capital que, en el año 1968, había sido adjudicado a la empresa FOCSA. La oferta presentada por dicha empresa incluyó como mejora la cesión definitiva de la propiedad de dichos terrenos al Ayuntamiento de Madrid. Desde ese momento, el vertedero de Valdemingómez pasó a ser íntegramente de propiedad municipal, o lo que es lo mismo, un lugar público.

En 1995 se iniciaron las primeras investigaciones acerca del potencial de producción de biogás del vertedero de Valdemingómez con vistas a su aprovechamiento energético. Ya se veía el final de la vida útil del vertedero de Valdemingómez, por lo que el Ayuntamiento empezó a buscar alternativas al mismo, ajustadas a las nuevas exigencias de la legislación ambiental vigente.

La solución adoptada fue la construcción del centro de tratamiento de residuos sólidos urbanos Las Dehesas (obra de los arquitectos Iñaki Ábalos y Juan Herreros) en terrenos próximos al vertedero de Valdemingómez. Ahí se integraron una planta de separación y clasificación, otra de fabricación y afino de compost y sendas plantas de tratamiento de restos de animales, residuos voluminosos y plásticos. Además, el nuevo centro incluyó un vertedero modular de rechazos con desgasificación progresiva de las celdas concebido, precisamente, como alternativa al de Valdemingómez. El centro y su nuevo vertedero se inauguraron en febrero del año 2000.

El día 2.3.2000, el vertedero de Valdemingómez cerró definitivamente sus puertas después de 22 años de existencia.

A partir de ese momento los residuos se trataron en la planta de Las Dehesas, con un mayor grado de recuperación y reciclaje de los mismos, si bien la fracción de materia orgánica que se produce está generando un nuevo vertedero, aunque de menores dimensiones.

Recuperación y transformación paisajística

El proyecto para la recuperación y transformación paisajística del vertedero de Valdemingómez integra, desde el punto de vista técnico, cuatro actuaciones básicas: el sellado de toda la superficie; la instalación de una red de desgasificación para extraer el biogás acumulado en su interior; la construcción de una central que utiliza este último para generar energía eléctrica y, finalmente, la transformación de la superficie en un Parque Forestal de más de 110 ha, junto al cual se ha levantado un centro para la investigación sobre los residuos, el Centro Tecnológico Medioambiental, también rodeado de amplias zonas verdes, a partir de la recuperación de la primera planta de trituración de residuos que se construyó en Valdemingómez, antes mencionada. El proyecto incluye el seguimiento ambiental del vertedero durante un período superior a 30 años.

Después de 22 años de recepción ininterrumpida de residuos sólidos urbanos, para el vertedero de Valdemingómez existían 2 objetivos fundamentales: el primero era asegurar el confinamiento general de la masa de residuos depositados en el vertedero y, en particular, del gas metano producido por la degradación de la materia orgánica; el segundo objetivo era proporcionar el soporte adecuado para la instalación de infraestructuras encaminadas a la desgasificación y a la revegetación posterior.

Para conseguir esto, se colocaron en el vertedero una sucesión de capas de diferentes materiales, entre las que destaca una doble lámina de polietileno, que es impermeable a los gases del interior y al agua del exterior. A cada zona del vertedero se aplicó la solución más idónea, de acuerdo con los criterios técnicos y ambientales más avanzados en el momento, con la finalidad de conseguir la máxima seguridad y estabilidad de la masa de residuos. Esta cobertura fue complementada con sistemas de drenaje de las aguas de lluvia, de forma que se evitara la acumulación de agua en la superficie del vertedero, sistemas de lixiviados para evitar su vertido exterior y sistemas de supervisión y vigilancia de toda le extensión del vertedero. Se adoptó una cobertura multicapa con los siguientes componentes básicos: 1. Capa de regularización de superficie de vertedero; 2. Capa de drenaje de gases; 3. Capa impermeable; 4. Capa de drenaje de aguas pluviales infiltradas y 5. Capa superior de tierra y soporte de vegetación. La constitución de cada una de las capas y del conjunto se adaptó a los dos tipos de superficie existentes: zona de taludes y zona de coronación o meseta.

Para asegurar las tierras vegetales contra los efectos de la erosión hídrica en la superficie de los taludes, se optó por un sellado sintético y se instaló una malla anti-erosión de fibra de yute. Después, se plantaron arbustos en grandes cantidades y, finalmente, se procedió a extender una hidrosiembra en toda la superficie del talud, para crear una cubierta vegetal tapizante que defendiera la superficie contra las primeras lluvias, aparte de ofrecer un aspecto natural inicial y de integración en el paisaje exterior.

En la zona de meseta no se aplicó la red de yute ni la hidrosiembra, sino que se optó por un sellado universal. Se limitaron las operaciones a la plantación de árboles, arbustos y siembra. La densidad de plantación fue algo menor que en los taludes. Estas actuaciones fueron complementadas con la construcción de dos láminas de agua de 1.500 m2 cada una, a modo de pequeños humedales, en cuyo entorno además se construyeron dos observatorios de avifauna, a modo de refugios.

El biogás existente en el interior de la masa de residuos está compuesto por gas metano y su salida al exterior provoca una repercusión negativa en el medio ambiente, ya que este gas es un activo generador de efecto invernadero. Por ello, se construyó una red de 280 pozos de captación que cubre toda la superficie del vertedero (con un área de influencia de cada pozo de unos 25 m y una profundidad de 20 m) y 42,5 km de tuberías de transporte que lo conducen hasta 10 estaciones de regulación y medida (ERM) con 14 entradas cada una como paso previo a su llegada a las instalaciones de valorización energética.

La central eléctrica para la valorización energética se dedica principalmente a acondicionar y almacenar el biogás producido por el vertedero, generar 18 MWe de energía eléctrica mediante 8 motores de 2.124 kWe cada uno, de combustión interna y, a través de la recuperación del calor contenido en los gases de escape de dichos motores, a distribuir la energía eléctrica producida. La producción anual máxima de electricidad es de unos 140 millones de kWh, que equivaldría al 75% del alumbrado de la ciudad en el mismo período.

Uno de los principales objetivos de la transformación paisajística consistía en devolver a la zona a un estado lo más natural posible, por lo que fue muy necesario llevar a cabo una adecuada planificación de actividades que requería, a su vez, un profundo conocimiento de los componentes del ecosistema existente y de su comportamiento, en particular su desarrollo natural. Era muy importante el recubrimiento del vertedero con tierra vegetal y la primera colonización por plantas pioneras, que al contribuir con materia orgánica a la formación del suelo, prepararon el medio para sostener especies más avanzadas. De esta manera, un medio inerte, como es el vertedero, se ha podido transformar, mediante el desarrollo de un suelo biológicamente productivo, en un ecosistema completo, capaz de mantenerse por sí mismo. Se plantaron todas las posibles formaciones vegetales que se dan en la zona y así se siguieron las recomendaciones del Plan Rector del Parque Regional del Sureste. Como área de forestación complementaria, en zonas exteriores a la masa de residuos, se construyó un parque temático de siete hectáreas de extensión. Las plantaciones constituyen un verdadero arboreto representativo de la vegetación de la Comunidad de Madrid y cuentan con un sistema automático de riego de agua obtenida de la Estación Regeneradora de Aguas Residuales Sur, muy próxima. Debido a la gran dimensión del antiguo vertedero, se consideraba necesario realizar una zonificación de la superficie a vegetar. Los dos factores básicos que caracterizan dichas zonas son la pendiente y la orientación. La orientación sólo afecta a los taludes, que se diferencian en taludes de umbría y taludes de solana. Los taludes de sombra tienen un mayor riesgo de heladas y una menor evapotranspiración, por lo que la vegetación instalada es menos xerófila que en la solana. Aquí se plantaron especies que precisan un mayor aporte de humedad: arces y quejigos. Los taludes con orientación al Sur se parecen más al terreno característico del Parque Regional. Las especies más apropiadas son las de mayor carácter xerófilo. En la meseta se optó por una implantación de bosque muy parecido al de zonas próximas (autóctono) y de aspecto natural, empleando especies como quejigos, olivos, pinos, almendros, encinas y alcornoques.

Se trataba de establecer pequeñas colonias que pudieran crecer con el tiempo, que se expandieran y se hicieran más complejas, respondiendo a las condiciones locales, como así ha sucedido.

Integración y uso del vertedero transformado

El proyecto finalmente realizado fue desarrollado por una UTE de empresas y profesionales (ingenieros, biólogos y arquitectos) liderada por Valoriza, Vertresa y Cespa y tomaba como punto de partida la plantación de la superficie del vertedero con especies arbóreas típicas de la zona para lograr su integración con el Parque Regional del Sureste, convirtiéndose en un nuevo pulmón verde para la ciudad de Madrid. A partir de la reforestación, una serie de usos públicos completaban el proyecto de recuperación: senderos, caminos, un carril ciclista conectado con el resto de la ciudad, pequeños bosques, áreas estanciales y dos lagunas a modo de humedales con observatorios de los nuevos ecosistemas allí desarrollados y de la ciudad, que en breve incorporará este nuevo lugar. Los espacios para los usos públicos deberán ser redefinidos, con seguridad, pasados los 30 años de vigilancia medioambiental.

En la primavera de 2003, el vertedero transformado en un gran Parque Forestal de más de 90 ha y con dimensiones parecidas a las del Parque del Retiro en el centro de Madrid, empezó su vida como espacio libre de ocio y disfrute, mediante visitas guiadas, cursos, conferencias y exposiciones organizadas en su Centro Tecnológico Medioambiental. Este Centro, como elemento de acogida y conexión de la ciudad y el Parque Forestal, se convierte así en la imagen más “pública” de la recuperación, adquiriendo en cierta medida el carácter de icono o símbolo de dicho proceso.

Como es frecuente que suceda, el contenido de los proyectos reflejan deseos cuya materialización práctica es a veces muy distinta y, como ya se ha comentado, el tiempo es un factor clave en la recuperación y transformación completa de estos lugares. Hoy todavía no es posible la apertura al público del parque para hacer un uso libre y continuo del espacio, principalmente debido al proceso de extracción del biogás almacenado en el vertedero que produce constantes asientos del terreno, en algunos casos peligrosos (incluidos posibles escapes de gas metano), llegando a superar los dos metros de forma instantánea. Eso motivó su cierre parcial hasta que se estabilizara su superficie una vez se hubiera extraído el biogás, como también ocurre en el vertedero de Fresh Kills de Nueva York y en el de El Garraf de Barcelona. Esto nos lleva a pensar que los métodos y los procesos deberían ser diferentes a los actuales, ya que se tardará más en poder usar el parque esperando a completar el proceso de desgasificación que el tiempo en que se formó el vertedero, depositando en él miles de toneladas diarias de residuos. Hay que desplegar nuevas estrategias que nos permitan un uso más inmediato, diferente, aunque sea parcial, para encontrar mayor sentido a estas intervenciones, también a corto y a medio plazo.

Las estrategias desarrolladas en Valdemingómez lo aproximan a los nuevos modelos de espacio libre metropolitano, haciendo visible lo que estaba oculto y poniendo en relación a la metrópoli con el territorio a través de un paisaje recuperado y transformado a partir de una topografía hoy natural surgida de un proceso artificial. El Parque Forestal de Valdemingómez propone un nuevo tipo de espacio público que integra el aprovechamiento energético de los residuos acumulados y la continuidad paisajística con su entorno inmediato, conectando con el Parque Regional del Sureste. Es en estos términos cuando este trabajo de investigación se refiere a la propuesta de continuidad que significa este proyecto frente al de El Garraf en Barcelona, como se verá más adelante. En términos de utilidad, Valdemingómez supone la construcción de un espacio libre metropolitano para ocio y disfrute de los ciudadanos de primer nivel, si bien en la actualidad solo es posible visitarlo de manera limitada mediante visitas guiadas para garantizar que no se producen sobrecargas sobre la superficie del vertedero que contribuyan a provocar asientos adicionales o a acelerar los procesos que se están llevando a cabo de manera controlada. Está previsto poder abrir el parque al público en  el año 2030.

Esto, no obstante, no ha impedido que las especies arbóreas plantadas hayan arraigado y que los humedales alberguen pequeños ecosistemas integrados en el ciclo natural de su entorno. El empleo del agua no es un artificio estético, es una respuesta a los nuevos problemas medioambientales y da origen a la creación de nuevos ecosistemas húmedos. En este sentido, su conexión paisajística con el Parque Regional del Sureste constituye un acierto, si bien presenta en la actualidad problemas de conectividad y accesibilidad con las redes de transporte metropolitanas, como los apuntados en el caso del vertedero de La China, que deberán solucionarse en el futuro. Hoy, se puede entender el trabajo realizado en Valdemingómez como la posibilidad de abordar el proceso de construcción de un lugar, la creación de topografías naturales para nuevos usos metropolitanos que surgen de procesos artificiales (acumulación de basura), una aproximación más profunda y evolucionada que parte de la visión del artista norteamericano Robert Smithson en la segunda mitad del siglo XX, tomada como punto de partida, a través de sus paisajes entrópicos y su definición de los vacíos monumentales, y que bien podría vincularse en clave contemporánea con la terra fluxus del arquitecto del paisaje James Corner. Pero esto, que ya no es, por tanto, sólo una cuestión estética, también ha puesto de manifiesto que los instrumentos arquitectónicos tradicionales por sí mismos no son capaces de resolver operaciones como la de Valdemingómez en su totalidad. 

A diferencia de los demás vertederos de residuos que existieron en Madrid, como La China, Toriles o Campillo, Valdemingómez consiguió, transformado en un gran Parque Forestal, no ser un oscuro recuerdo más del pasado de la ciudad, sino parte del presente y, sobre todo, de su futuro optimista. Una huella que todavía puede escribir un nuevo registro de la actitud del hombre frente al paisaje, de su relación con el medio físico y de su conciencia. Un palimpsesto de residuos.

Como afirmaban Iñaki Ábalos y Juan Herreros al referirse a la ciudad de Madrid, el proyecto para la recuperación y transformación del antiguo vertedero de Valdemingómez nos ha permitido verificar que:

“La periferia no es ya aquello lejano y pintoresco con lo que quizá embelesarse estéticamente, sino un verdadero laboratorio desde el que experimentar ideas universales”

«…Tras la sentencia del Tribunal Supremo que refrendó la validez del Plan general de ordenación urbana de Madrid (PGOUM), el área dirigida por José Manuel Calvo, delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, está trabajando en soluciones que permitan ir recuperando la normalidad a todos los desarrollos que quedaron paralizados por la crisis y las guerras judiciales. Eso sí, adaptándolos al modelo de ciudad que Ahora Madrid ha llevado al Palacio de Cibeles. Sobre estas dos pautas, el Ejecutivo madrileño presentará este lunes la Mesa social de análisis y alternativas de la estrategia de desarrollos del sureste (EDSE), iniciativa similar a la vista en Chamartín, y a la que se invitará a asociaciones de vecinos, representantes de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Fomento, a los grupos municipales, a las juntas de compensación, sindicatos, colegios profesionales, Sareb y colectivos ecologistas, entre otras organizaciones. La idea del consistorio es plantear un nuevo modelo de ordenación del territorio que, en línea con lo ya visto en Puerta Norte y Operación Calderón, el Ayuntamiento quiere que contemple reducir la edificabilidad, limitar alturas y ampliar las zonas verdes, en esta ocasión, con la creación de un corredor ecológico, según afirman fuentes conocedoras… Enero 2017

Villa de Vallecas es una enorme amalgama de situaciones urbanas, y muchas en pleno proceso vital; procesos de planificación territorial y urbanística, de regeneración urbana, de rehabilitación edificatoria, de urbanización, de integración social, de paisajismo urbano, de sostenibilidad energética…

Mientras tanto, en estos procesos la variable temporal provoca tantos desajustes que entre políticos y la vida diaria todos son demandas, reclamaciones, ajustes,… el salvaje oeste (al este del este). La inseguridad política en la toma de decisiones si bien avalada por el principio de prudencia siempre será bienvenida, de los contrario ¿..?


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.