ARNEDO, según Catastro, a 1.1.2017 por tamaño y fecha.

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Estos gráficos representan el Parque Residencial de ARNEDO, La Rioja.

Son los Bienes Inmuebles, de uso VIVIENDA, matriculados a 1.1.2017, clasificados por tamaño y fecha de inscripción.

Cada barra horizontal representa una década, la inferior es la más reciente (2010-2016), y la superior la más antigua (<1900).

Cada color es un tamaño, del más cálido  (<60 m2)  al más frío (>180 m2).

La última barra horizontal representa el parque de viviendas UNIFAMILIARES (según tamaño) y su porcentaje respecto del total de unifamiliares.

La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto de la Demanda Latente de Vivienda (la demanda latente se configura por las personas que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo) son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de vivienda que constituye la demanda encubierta de una zona y se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores de vivienda pero que todavía no han constituido un hogar.

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ARNEDO. Parque de Viviendas por TAMAÑO

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ARNEDO. Pirámide de Población

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ARNEDO: Parque de Viviendas, por década de construcción y Tamaño

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ARNEDO. Bienes Inmuebles de Uso VIVIENDA 2014-2016 (Catastro)

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ARNEDO. Población (INE)

ARNEDO. Paro

ARNEDO. Deuda

 


Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


ARNEDO GE1.jpgArnedo es un término municipal de 85,40 km2 y una ciudad en La Rioja, en la comarca de la Rioja Baja, con 14.597 habitantes (INE 2015). Está bañada por el río Cidacos (afluente del Ebro). La economía depende fundamentalmente de la industria del calzado. Su nombre proviene posiblemente del latín Arenetum, colectivo de arena.

La ciudad de Arnedo está situada en el valle medio del Cidacos, río afluente del Ebro por su derecha, en la comarca de La Rioja Baja. Con 14.597 habitantes (INE 2015) es la 3ª ciudad en población de La Rioja, de cuya capital, Logroño, dista 48 km.

El término municipal de Arnedo se extienden a ambas márgenes del río Cidacos, aunque su núcleo urbano se halla en la izquierda. Incluye desde 1975 el anterior municipio de Turruncún, hoy deshabitado. Su altitud media sobre el nivel del mar es de 523 m que marcan el comienzo de la sierra hacia el S.

Arnedo 3d.jpgArnedo se halla en la denominada Hoya de Arnedo, en la que penetra el río Cidacos por Arnedillo y sale por Autol, determinando 2 márgenes desiguales: la derecha mucho más extensa y escarpada está dominada por la peña Isasa, de 1.474 m de altura; y la izquierda con paredes arcillosas de un rojizo característico, en la que a pesar de su poco espacio se sitúan la mayoría de las poblaciones y de las cuevas artificiales horadadas por el hombre.

La Hoya está enmarcada y cerrada por un conjunto de sierras de conglomerados y areniscas que pueden ser el origen del nombre de la ciudad Arenetum:

ARNEDO URBANISMO.jpg

Por el S, y de O a E, Peñalmonte e Isasa de donde se extienden hacia el SE las crestas calcáreas de la sierra de Cumbeyo que domina el valle de Turruncún y el monte Yerga. Hacia el E se continúan por Valdeavia, Gatún, y El Romeral. Por el N, las alturas disminuyen progresivamente de oeste a este en la sierra de la Hez y monte de Bergasa, de SE a NO.

Mapa_Físico_Comarca_Arnedo.jpg

Pero también es una comarca, la comarca de Arnedo o Alto Valle del Cidacos en la comunidad autónoma de La Rioja, en la Rioja Baja, en la zona de Valle; e incluye los municipios del curso medio y alto del río Cidacos, funcionando Arnedo como cabecera de comarca y centro económico y social de la zona, son, Arnedillo, Arnedo, Bergasa, Bergasillas Bajera, Cornago, Enciso, Grávalos, Herce, Munilla, Muro de Aguas, Préjano, Quel, Santa Eulalia Bajera, Villarroya, Zarzosa; son 15 municipios en una superficie de 589,63 km2 y una población próxima a los 20.000 habitantes.

La RIOJA. AREAS FUNCIONALES

LA RIOJA. COMARCALIZACION

Como Area Funcional, Arnedo y su unidad territorial está constituida por el valle del río Cidacos hasta Calahorra, por ser esta la delimitación del Partido Judicial histórico. 

Esta delimitación solo varía respecto de otras en la inclusión de Tudelilla y Autol, que en ocasiones se han adjudicado a Calahorra. Sin embargo, aún sin estos municipios, Calahorra Nene un peso demográfico mayor, por lo que parece razonable tratar de aumentar la población de la Unidad Territorial de Arnedo, teniendo en cuenta que estos 2 municipios se encuentran a distancias semejantes de una y otra cabecera de comarca.

Aunque Arnedo se sitúa en la zona oriental de la Unidad Territorial, no existen distancias excesivamente largas desde las poblaciones más alejadas, por lo que no se ha esNmado conveniente señalar una subunidad en el curso alto del Cidacos.

Parque de Viviendas Comarca ARNEDO

Cuadro comparativo POBLACION/VIVIENDA en la Comarca de ARNEDO

Población Comarca ARNEDO

«…Hay en la provincia de Logroño, lo mismo que en otras provincias españolas y en otras partes del mundo, como veremos, un fenómeno de apariencia geológica, pero en realidad manu jacto, elaborado por la mano del hombre, que tradicionalmente, en la concepción popular ha venido siendo relacionado con la dominación árabe, Son las «Cuevas de los Moros» o las «Boticas de los Moros». Y es a este fenómeno al que vamos a dedicar nuestra atención.

Para cualquiera que haya recorrido la provincia siguiendo el curso de sus ríos, necesariamente habrán sido objeto de asombro y de interrogación los agujeros que salpican, al parecer arbitrariamente, cualquiera de los farallones que caen sobre las vegas o el cauce mismo de los ríos. Si se comienza la excursión viniendo desde el occidente, todavía en la provincia de Burgos, ya en el límite mismo con Logroño, se ven los agujeros sobre un farallón no lejos de la carretera nacional 120. Ya en la provincia de Logroño, el río Tirón nos los ofrece en el farallón de su margen izquierda a la altura de Leiva, y luego salpicadamente hasta Cerezo del Río Tirón. El Najerilla ve sus cortes geológicos de la Era Terciaria horadados de manera muy abundante en Nájera, y luego, río arriba, a la altura de Camprovín, Baños de Río Tobía, Bobadilla, etc. En el Iregua son famosas las cuevas de Albelda, pero hay muchas más: las hay entre Alberite y Albelda, las hay en Los Palomares de Nalda, las hay en Islallana y en Castañares de las Cuevas. Menos visibles son las de la margen izquierda del Leza, a la altura del pueblo del mismo nombre si no se entra en el casco urbano, pero desde éste las cuevas son y constituyen la interrogante de siempre dibujada en el horizonte.

Sin duda alguna, el río que lleva la palma es el Cidacos. En cuanto se abandona Quel, río arriba, las oquedades no dejan de vigilarnos hasta Arnedillo, en las rocas de la margen izquierda del valle. Muy numerosas e importantes son las de Arnedo, bien visibles sobre todo desde la carretera de Cervera o, incluso, si se sigue la ruta de circunvalación de la ciudad; abundan entre Arnedo y Herce y son impresionantes en las rocas que dominan este último pueblo; revisten particular interés las de Santa Eulalia Bajera y, sobre todo, las de Santa Eulalia Somera, como veremos.

Y, por no ser menos, la cuenca del Alhama también está adornada con las cavidades del terreno, hasta el punto de ofrecer en Inestrillas el poblado rupestre más alucinante de la provincia…

«Las ciudades ahora (comienzos del siglo V, exactamente el año 406) sólo son paredes y techos; en cambio, los desfiladeros y selvas se han convertido en ciudades. Lo mismo que las fieras terribles, como leones y leopardos, juzgan que para ellas es más segura la soledad que las ciudades, así los hombres que habitamos en Armenia cada día nos vemos obligados a emigrar de unos lugares a otros haciendo vida de hamaxobios y de nómadas, y no descansando nunca con ánimo confiado. ¡Hasta tal punto está todo lleno de tumulto y perturbación! Aquéllos (los isaurios), en efecto, a su llegada, a unos los degüellan, a otros los queman y de los libres hacen siervos. A otros con sólo el rumor, los hacen huir y abandonar las ciudades, o mejor dicho, los matan. ¡Cuántos adolescentes, por lo común a media noche, y llenándolo todo el fragor, de repente se vieron obligados a huir de casa, empujándolos el miedo del rumor como si fuera humo; y para ir a la muerte no les hizo falta la espada isaúrica, sino que congelándose en la nieve entregaron su espíritu; y lo que había sido para ellos causa de huir de la muerte, eso mismo fue causa de la muerte. Esta es la situación en la que nos encontramos»   (S. Juan Crisóstomo: Ep. CXXVII, PG 52, 687s.)»

La población que en la época de la «pax romana» vivía dispersa por los valles o asentada en torno a los núcleos urbanos regidos por el derecho romano, ante la presión que ejercen las invasiones del siglo III entra en situación de búsqueda de un nuevo equilibrio demográfico: parte se encierra dentro de las murallas de las ciudades o de las villas y parte huye de la llanura, pero sin alejarse mucho, pues sigue trabajando la tierra y viviendo según la tradición de la economía agrícola arraigada durante siglos de intensa romanización.

Es en esta búsqueda de equilibrio demográfico cuando comienzan a adquirir importancia los poblamientos rupestres, que en alguna medida ya se habían dado anteriormente. Es ahora cuantío se tallan las cuevas al modo de las viviendas construidas según tradición arquitectónica clásica, con líneas verticales y techos planos y sobre todo cuando se tallan las cuevas que, a la vez que de vi viendas, sirven de fortaleza y refugio.

Cuando venga la invasión árabe la línea de replegamiento será otra. Los visigodos huirán a las cumbres de los montes, y asi el obispo de Calahorra San Félix organizará en el actual Prado de San Félix, entre Hornillos y La Monjía, su cenobio en compañía de su clero, o los nobles se refugiarán en tierras de Valdeosera y similares, desde donde comenzará poco después la reconquista. Las razones de esta diferencia de solución al misino problema hay que buscarla:, tanto en la diferencia tipológica entre una invasión y otra como también, muy especialmente, en el cambio de economía. Los siglos transcurridos de inestabilidad social y de ruina del comercio han ido haciendo que una economía fundamentalmente agrícola haya ido siendo suplida por una economía de carácter más ganadero, en la que interesa menos la tierra llana y admite más fácil trasplante a plena montaña.

Con la segunda invasión, la árabe, las cuevas no dejan de utilizarse, y podríamos decir que incluso quizá continúe la excavación, pero no en todas partes. Son sólo los poblamientos que han adquirido consistencia, ya sea por haberse formado un poblado natural agrupado, ya por haberse erigido un monasterio. Entre los primeros pudiéramos tal vez situar casos como el ya citado de Inestrillas. Entre, los segundos, además del caso de Santa Eulalia, que habrá de ser confirmado, podemos citar Albelda.

En el estudio, ya intentado alguna vez, de precisar el origen de los pueblos riojanos, el material que manejamos aquí ha de ser tenido muy en cuenta. No podemos olvidar que la Rioja está orientada demográficamente sobre el curso de sus siete ríos y que las cuevas están talladas sobre el curso de los mismos ríos y son un puente que sirve de unión entre la vieja cultura romana y la cultura medieval. En concreto, nos atrevemos a sugerir la importancia de las cuevas, desde el punto de vista que las venimos considerando, para la explicación del origen o de la historia de pueblos como Inestrillas, Cervera, Turruncún, Arnedo, Herce, las dos Santa Eulalia, Leza, Albelda, Islallana, Castañares de las Cuevas, Nájera y algunos otros de la cuenca del Najerilla, así como de varios de la del Tirón. De un modo general puede decirse que allí donde hay cuevas del tipo de las estudiadas en el presente trabajo, tales cuevas constituyen un capítulo importante de la historia del lugar.

Por lo mismo la historia de la antigüedad tardía y la de la época visigoda habrá de orientarse en adelante mucho más a la consideración del fenómeno rupestre, que podrá aportar datos muy valiosos sobre poblamiento, economía, intereses y hasta espiritualidad de estos siglos. Es claro que problemas como el de los comienzos del monacato, así como el de los movimientos bagáudicos encuentran en este tipo de geografía un excelente punto de referencia e iluminación.

Finalmente, y como conclusión negativa, pero científicamente alentadora, no creemos que se pueda ya sostener la afirmación de que «pasados los siglos imperiales las ciudades de la llanura continuaron pobladas, pero de la parte montañosa sólo tenemos testimonio literarios y arqueológicos de población en la zona de San Millán de la Cogolla». Creemos que testimonios arqueológicos hay en muchísimos más puntos de la geografía riojana. Los que creemos dignos de atención y estudio han quedado designados en el mapa primero del presente estudio.

A. González Blanco, U. Espinosa Ruiz y J.M. Sáenz González. La Población de la Rioja durante los siglos obscuros (IV-X). Biblioteca Gonzalo de Berreo. 

Arnedo fue una de las primeras villas riojanas señorializadas en la baja Edad Media, siendo enajenada del realengo durante el reinado de Enrique II. Este primer representante de la recién estrenada dinastía Trastámara en Castilla, concedió Arnedo al noble francés Bertrand du Guesclin en premio a los importantes servicios realizados al bando trastamarista en la guerra civil que enfrentó a Pedro I con el candidato Trastámara, que finalmente fue quien salió victorioso en la contienda y subió al trono castellano como Enrique II. Ahora bien, no fue Bertrand du Guesclin quien consolidó en la segunda mitad del siglo XIV el señorío sobre Arnedo, ya que el francés se deshizo muy pronto de la villa vendiéndola al noble castellano, Pedro Fernández de Velasco. La transacción comercial se efectuó el 24.4.1370, previa licencia del propio monarca Enrique II, fijándose la cuantía de la misma en 2.000 doblas castellanas de oro. Algunos años después, en 1379, Juan I confirmará la venta de Arnedo en favor del linaje Velasco, recalcándose en el privilegio fechado a 17.4.1379, la concesión del señorío y jurisdicción de Arnedo en favor del poderoso linaje castellano de los Velasco, quienes se consolidarán en el señorío de la villa a lo largo de los años finales del siglo XIV y en el XV.

Este señorío, integrado en el mayorazgo de los Velasco, estaba conformado a fines de la Edad Media por la propia villa de Arnedo y su tierra, un espacio territorial del que formaban parte las vecinas aldeas de Grávalos, El Villar, Tudelilla, Villarroya, Bergasa, Carbonera y Turruncún. De acuerdo con un padrón vecinal confeccionado en Arnedo en 1509, la villa contaba en ese año con un total de 327 vecinos, entre los que se señalaban algunos profesionales artesanos encargados de satisfacer la demanda de la villa y de las aldeas de la tierra; unas aldeas que completaban un padrón global de la tierra que ascendía a 303 vecinos, lo que pone de manifiesto la existencia de un equilibrio demográfico entre la villa y el espacio rural bajo su control. Un hecho, por lo demás, poco frecuente en el territorio riojano, donde el peso demográfico se concentraba mayoritariamente en los recintos intramuranos de los núcleos urbanos en detrimento de sus alfoces rurales, tal y como se puede comprobar en ciudades como Logroño, Calahorra, Nájera y Santo Domingo de la Calzada, o en villas como Haro, Alfaro y Navarrete.

Arnedo a fines del medievo e inicios de la edad moderna: aspectos organizativos de una comunidad de villa y tierra riojana* Fco. Javier Goicolea Julián. 2007. Universidad de La Rioja

Configuración urbana del casco antiguo de la ciudad de Arnedo. Minerva Sáenz Rodríguez

«La ciudad se extiende en la margen izquierda del río Cidacos, que está al sur de la población y la recorre de O a E. Se sienta en una hoya o depresión natural cerrada a modo de herradura, limitada por el cauce del río. EL casco urbano tiene forma redondeada o de anfiteatro, por su ubicación en las faldas de ese entrante ovalado en la falla del Cidacos.

La calles de la ciudad antigua siguen las curvas de nivel hasta abrirse al Arnedo moderno. Algunas son perpendiculares a éstas. Las partes altas están protegidas por cerros que rodean la zona N: cerro de San Miguel o del Calvario (O), cerro del Castillo (E) y cerro de San Ruchos (al E del cerro del Castillo). Estos 3 altozanos (y la zona del término de Vico, a 3 km del pueblo), exhiben multitud de cuevas artificiales. En realidad, toda la orilla izquierda del valle del Cidacos (Hercé, Arnedo, Quel y Autol) presenta una serie de escarpes casi cortados verticalmente, muy adecuados por sus blandos materiales para ser excavados y abrir en ellos largas galerías. El hombre las ha utilizado para diferentes fines según las época: algunas son de tradición altomedieval pues, ante la invasión árabe, fueron habitadas por eremitas, anacoretas y monjes; en épocas más recientes se utilizaron como viviendas, bodegas, pajares y palomares; muchas de ellas estuvieron habitadas hasta hace escasas décadas.

Los pobladores de la época predomina se instalaron en el Cerro de San Miguel, pues es allí donde se han encontrado restos de 2 poblados con cerámica, uno del tránsito de la Edad de Bronce a la del Hierro (800 aC) y otro de la Edad del Hierro (500 aC) habitado por el pueblo celtíbero de los Berones, el cual desaparecería a la llegada de los romanos en el s II aC. El nombre indígena del asentamiento problablemente fue «Sadacia», «SIdacia» o «Salacia», topónimo que ha permanecido en el río Cidacos.

En la época romana, el pueblo cambia de emplazamiento trasladándose al pie del Cerro del Castillo. Los romanos levantan unas primeras fortificaciones, base del futuro castillo medieval, y reconstuyen aquí la ciudad, denominándola con el término latino de «Arenetum» o «Arnetum» (lugar de arena). En esta zona aparecen restos de terra sigilara de hacia el s II aC. En la alta Edad Media los habitantes, que ya se han cristianizado, van ocupando toda la parte septentrional. Eso es lo que parecen demostrar los restos de una iglesia rupestre romano-visigótica del s VI hallada entre los dos cerros. De hecho, la forma actual de la población parece responder la unión de la puebla del cerro del Castillo y de la puebla del cerro de San Miguel, dando lugar a un barrio intermedio, o barrio nuevo, con calles que ya no siguen las curvas de nivel, sino que tienen una ordenación en cuadrilongos más regular.

En los s VIII, IX y X son los dos cerros los que adquieren el protagonismo, ya que sobre ellos se realizan las 2 construcciones de las que tomaron su nombre, una civil y una religiosa.

El castillo.

Tras la invasión de 714, los árabes toman la ciudad y reconstruyeron el castillo sobre la base de esa fortaleza romana anterior. Algunos habitantes cristianos huyen a las montañas y otros se quedan en la población conviviendo con los moros. Esta construcción, que domina la ciudad en su zona oriental, desempeñó un importante papel en las luchas de conquista y reconquista. Pertenece a la tipología de esas primitivas fortalezas que se edificaron desde el s IX en la zonas de frontera entre cristianos y musulmanes, siendo ocupado por unos y otros según las circunstancias.

El origen de la de Arnedo es indudablemente musulmán porque, aparte de atestiguarlo su tipología, lo citan algunas crónicas árabes como una de las defensas más fuertes de la zona frente a los cristianos. Así, en la crónica del moro Rasis, escrita en el s X, se dice «…en torno a Tutela hay muchas villas y muchos castillos muy fuertes, de los cuales es el uno Arrayt (Arneit, Arnedo). Y cuando España de moros era, era Arrayt su escudo contra los cristianos…»

Tras la conquista, a lo largo del s XI su herencia aparece vinculada a los Fortúñez o Fortunones, señores de Arnedo, lo que demuestra que los cristianos pronto se adueñaron de él. Algunos documentos del s XII así lo atestiguan. En 1176 los reyes Alfonso VIII de Castilla y Sancho IV de Navarra firman las paces y aluden al Castillo de Arnedo como «Castellum christanorum et castellum iudeorum». En 1185 el prior de Calahorra Don Juan vende a Don Lope de Arellano una pieza que fue del Conde Don Lope, situada «sub castillo de Arenero».

En el s XIV el señorío y el castillo pasan a los Fernández de Velasco, que lo habitaron hasta el s XV, época en que construyeron una casa palacio en zona llana y extramuros de la villa; a partir del s XVI fue desmoronándose poco a poco y aún subsiste aunque bastante arruinado.

El Monasterio de San Miguel. Pudo erigirse  hacia los s IX o X por los señores de Arnedo en el cerro de San Miguel, junto a las cruces finales del Calvario. Su primera cita documental corresponde al s XI. «En Arnedo, el 11.4.1063, Sancho Fortín dona al monasterio de San Prudencio de Monte Laturce el suyo de San Miguel de Arnedo». El Monaterio de San Prudencio en estos momentos era de patronato laico pues pertenecía a los Fortunones, quienes para darle mayor grandeza, le agregan el de San Miguel de Arnedo. Desaparecida esta familia en el s XII, a comienzos del s XIII es entregado a Alfonso VIII por lo que pasa a ser de patronato real. Poco después se hace cargo del cenobio de Arnedo el obispado de Calahorra.

Al ocuparse de él el obispado de Calahorra debieron disminuir los cultos y el concejo de Arnedo se mostró disconforme. Por ello en 1285 el obispado entrega de nuevo San Miguel a los costarricenses de San Prudencio; a cambio, los monjes se obligan a cantar misa diariamente en San Miguel y para ese fin se trasladan algunos a Arnedo. A partir de entonces desaparecen las noticias directas. En una primera etapa el cenobio arrendado sería muy pequeño, quizá un complejo eremítico con las celdas de los monjes excavados en la roca. Después fue eremita, probablemente equivalente a la iglesia del primitivo monasterio, sumida en una gran pobreza ya en el s XVI. 

Las murallas

En la Edad Media, todos los núcleos urbanos de cierta importancia contaban con una muralla protectora. Arnedo estuvo totalmente amurallado, aunque sólo conservamos una puerta y algunos pequeños lienzos aprovechados en la edificación de ciertas casas, junto con los restos del castillo. Había también algunos portillos, desaparecidos. No conservamos ninguna noticia documental de las puertas ni de la muralla antes del s XIII y sólo han permanecido algunos topónimos. Tampoco quedan restos monumentales pero podemos suponer que fuera de mampostería y cal y canto ya que durante los s XI y XII en la zona fronteriza, la técnica de construcción empleada es genuina en toda la zona, no exclusiva de un sólo reino, y se basaba, en muros erigidos mediante fábrica de encofrado de mampostería, con tongadas de cantos de cal y arena como aglomerante.

En las villas medievales, debido al agobio intramuros que podía haber en numerosas ocasiones, eran característicos los arrabales o ampliación de los recintos amurallados. El de Arnedo se ensancha mediante 2 de ellos a finales del s XIII o comienzos del s XIV, por el crecimiento de la población experimentado desde el s XII. 

Las iglesias.

Desde la cristianización de Arnedo (ermita romano-visigótica del s VI) sus pobladores ocupan la parte N de la ciudad entre el Cerro del Castillo y el Cerro de San Miguel. En torno a ambos se van formando 3 barrios con una iglesia en cada uno: Iglesia de Santa Eulalia en el cerro del Castillo, Iglesia de San Cosme y San Damián en el barrio situado entre el cerro de San Miguel y el barranco de la Carrayuela, y la Iglesia de Santo Tomé, correspondiente al barrio intermedio o nuevo, que incluía la plaza principal y la puerta del Cinto. Mientras que las 2 iglesias anteriores se ubicaban en las partes altas, al N de la ciudad e intramuros, como es lo normal, ésta se sitúa en la parte baja y extramuros.

La judería.

Arden debió contar desde muy pronto (quizás desde el s XI o desde la época de dominio musulmán) con una comunidad judía importante, aunque no tengamos noticias de ella hasta el s XII; en 1176, cuando los reyes Alfonso VIII de Castilla y Sancho IV de Navarra firman las paces con la mediación de Enrique II de Inglaterra, figura Arnedo entre las poblaciones que Alfonso VIII entregó a Enrique II en fieldad como «Castellum christanorum et castellum iudeorum». La aljama arnedada ha de tener una sinagoga y un cementerio, osario o fosa, pues eran las exigencias fundamentales que los udíos pedían a las autoridades locales para establecerse en un determinado lugar.

En el s XVI, siguiendo la tónica general, la población de Arnedo rebasará el recinto amurallado y oupará las zonas llanas. Las murallas pierden entonces su función y comienza la construcción de edificios extramuros. Es la centuria de la arquitectura religiosa pues las fábricas de las 3 iglesias se derriban y se construyen los templos actuales. Ahora se funda el Convento de Santa Clara, con la fachada junto a la muralla en la actual Plaza de San José, y la huerta fuera de ella, derribado en 1967. También de este siglo es la primera noticia documental el Santo Hospital y Oratorio de Santa María Magdalena situada extramuros, al lado de la puerta del Cinto y demolido en 1987.

1672. ARNEDO

En los s XVII y XVIII se acometieron las principales obras de arquitectura civil. Fundamentalmente son Casas-Palacios nobiliarias con varias plantas en sillería o ladrillo, ático con galería de barquillos y escudo familiar. En el s XVII destaca la del Arzobispo de Granada, Don José Argáiz, que malo largo de la historia ha desempeñado diversas funciones, cárcel de la ciudad y del partido, juzgado y ayuntamiento provisional y actualmente Casa de la Cultura y Biblioteca Municipal, fue restaurada en 1988 por el arquitecto Jesús M. Pascual.

Del s XVIII subsisten:

  • La de los Fernández de Velasco, Condes de Niebla y Duques de Frías, que eran Señores de Arnedo (hoy de Sopranis) situada en la Plaza de Nuestra Señora de Vico. En el mismo solar hubo un primitivo edificio en el s XV, llamado Casa de los Contestables de Castilla o Casa del Mayorazgo, que fue la primera vivienda de los Fernández de Velasco en el pueblo tras abandonar el castillo. Como en el s XVIII el edificio estaba en ruinas, se construyó el conservatorio en la actualidad.
  • Las llamadas del Virrey Lizana y de Bobadilla, ambas en la calle Palacio. La primera fue casa-natal de Francisco Javier de Lizana y Beaumont, arzobispo y virrey de Méjico (actualmente propiedad de la familia Eguizábal) y en la segunda debió nacer su primo Don Isidro Sáinz de Alfaro, canónigo de Toledo e inquisidor de Barcelona y Méjico. (Tras ser propiedad de la familia Fernández de Bobadilla, fue vendida al Ayuntamiento y actualmente alberga el Museo del Calzado y Minerales).
  • Las dos de los Ximénez-Navarro, Señores y Condes de Rodezno. La llamada de los Antillones se sitúa en la calle Mayor y perteneció al I Conde de Rodezno Don Miguel Nicolás Ximénez Navarro y Ocio (la denominación le viene del matrimonio de una tía de éste con Don Juan Manuel Jiménez de Mantillón y de Cuadra). La otra dio nombre al lugar dónde se ubica (Patio del Conde) pues fue propiedad de Don Joaquín Ximénez Navarro y Ocio, también Conde de Rodezno y hermano de Don Miguel Nicolás).

Tras este recorrido por el casco antiguo, tenemos que dar un salto hacia el Arnedo del s XX, que paulatinamente ha ido abandonando los barrios altos y los cerros, extendiéndose hacia las zonas bajas y llanas. Una buena muestra de ello la tenemos en el Palacio de la Familia Olózaga, Barones de Benasque (popularmente conocida como Palacio o Huerta de la Baronesa, hoy Casa de Arte y Hogar de la Tercera Edad), construido a comienzos del siglo en estos nuevos asentamientos urbanos. Actualmente la ciudad crece hacia la zona meridional en sentido E-O y viceversa, ocupando lo que antes eran los terrenos agrícolas de la vega del Cidaco.

Configuración urbana del casco antiguo de la ciudad de Arnedo. Minerva Sáenz Rodríguez

«…Arnedo se convirtió en las últimas décadas en uno de los principales centros españoles de la industria del calzado. A diferencia de otras localidades zapateras, Arnedo no tuvo una tradición previa artesana, de manera que sus orígenes se han ligado muchas veces a la voluntad empresarial de D. Faustino Muro y Rubio, antiguo comerciante y fabricante de alpargatas.

La alpargata fue el único tipo de calzado utilizado por las clases populares hasta mediados del siglo XX. Por su comodidad y resistencia, los campesinos las usaban para el trabajo diario en los campos. En Arnedo, al menos desde mediados del siglo XIX, se producían alpargatas con carácter local, doméstico y artesanal, al igual que en otras localidades riojanas como Cervera del Río Alhama, Logroño, Nájera, Haro o Munilla, donde se realizaban en pequeños talleres que fueron el origen de la industria del calzado de cuero.

La utilización posteriormente del yute y la introducción a partir de 1875 de la máquina de coser Singer dejaron a las alpargatas en un segundo plano.

Faustino Muro Rubio fue en sus orígenes fabricante de alpargatas. Aprendió el oficio en 1895 y se considera el primero que instauró la industria de calzado en piel en Arnedo, asentado en la calle Mayor en 1909. Fue el primero que se lanzó a comercializar por España sus zapatos, tanto de señora como de caballero, gracias a diferentes viajantes. En sus talleres aprendió Timoteo Ruiz, que pasa en 1920 de alpargatero a productor de zapatos mecanizando el proceso. En el inicio de la década de los 30′, Faustino Muro montó tres tiendas de calzado en Zaragoza, Bilbao y San Sebastián, cediendo la fábrica de Arnedo a sus 3 encargados, Gastesi, Domínguez y Pascual, que crearon sus propias empresas.

En 1929 se produjo la llegada de la familia Sevilla, procedente de Munilla, a Arnedo. Las mejores comunicaciones y el afán emprendedor llevaron a Cándido Sevilla a desplazar a Arnedo toda la maquinaria de calzado que poseía en Munilla. Era el año 1933 y se creaba una nueva fábrica con edificios, maquinarias y producción modernizada gracias a la utilización del vulcanizado. La Sierra comienza a quedarse obsoleta, pequeña y mal comunicada e importantes centros como Enciso y Munilla se desmantelan y trasladan sus industrias a Calahorra, Arnedo y Logroño.

De la misma forma, el calzado de cuero comenzó a producirse industrialmente a finales del siglo XIX y se consolidó en la década de 1910-1920. Desde antiguo se trabajaban las pieles en la comarca, ya los celtíberos que habitaron en el Cerro de San Miguel y los musulmanes que se distribuyeron por esta tierra empleaban las pieles, así en la calle Tenerías de Arnedo se recuerda hasta hace poco uno de estos talleres.

La década de los 30′ del siglo XX supuso la llegada a Arnedo de la familia Sevilla. Dedicados a tintoreros en Munilla fueron ampliando la empresa familiar a la fabricación de paños y en 1895 iniciaron la creación de zapatillas de orillo con suela de cuero en el sistema de cosido llamado Black, para posteriormente hacer zapatillas de paño en la década de los años 20′ y llegar en 1929 a Arnedo.

La presencia de la familia Sevilla en Arnedo fue un hecho sin precedentes. El gran entramado fabril que habían creado permitió la diversificación de secciones. En 1947 contaba con las secciones de textil, gomas, curtidos y zapatillas que llegaron a emplear a más de 780 trabajadores, a ello se añadió una importante implicación social con sus empleados. Se creó la Hermandad “La Cadena” que promovió viviendas, escuelas, economato, ejercicios espirituales…

En 1933 Gastesi, Domínguez y Pascual se asociaron para recoger el testigo de Faustino Muro y surgieron marcas de calzado de señora caballero y niño como Gadopa, Pasigas, Luci y Link o Chicarro. Tras la Guerra Civil también se asentaron en Arnedo empresas llegadas desde Cervera del Río Alhama, productoras de alpargatas y precursoras de las fábricas de zapatillas. De forma paralela se desarrollaron industrias auxiliares vinculadas al caucho y a los cartonajes que dieron muestra del auge y la consolidación de la industria arnedana.

Hacia 1950 la industria zapatera arrendase alcanzó su momento de máximo esplendor. Se contabilizaban 70 fábricas de zapatos que daban trabajo a más de 1.300 personas, al mismo tiempo que habían impulsado el desarrollo de otras actividades complementarias, como la fabricación de suela y tacones de goma y madera, la e moldes para el calzado vulcanizado o la de embalajes de madera y cartón. 

Los sucesos de Arnedo

Arnedo es en los últimos años del siglo XX la segunda ciudad industrial de La Rioja con un entramado de pequeñas y medianas empresas vinculadas al calzado que gracias a su peculiaridad familiar lograron esquivar las sucesivas crisis. Segundas y terceras generaciones de aquellos humildes hombres de espíritu emprendedor han creado nuevas empresas que han dado a Arnedo un nombre más allá de localismo regional, y han conseguido que sea uno de los centros productores de la industria del calzado más importantes del territorio español.

El tejido empresarial arnedano, según se cierra el siglo XX, está cada vez más centrado en la industria del calzado, tanto en fábricas como empresas auxiliares y de comercialización, y se ha configurado como el impulsor de la economía arnedana.

En el año 2003 el número de fábricas relacionadas con la producción de calzado se había reducido, situándose en las 50, pero generaban 3.100 empleos directos y producían algo menos del 10% del calzado español. La mayoría de ellas se encontraban en los nuevos polígonos industriales construidos al NE (El Reposal I y II, El Raconal) y al SE (Planarresano) de la localidad, pero todavía había algunas que mantenían su localización tradicional en el centro urbano. Entre todas estas empresas cabría destacar al grupo riojamno Hergar, que produce las marcas Callaghan y Gorila o a Fal, dueña de la marca Chiruca…»

Arnedo había sido noticia en toda España el 5.1.1932 cuando la guardia civil abrió fuego contra la manifestación que celebraba el fin (y la relativa victoria) de la huelga de los trabajadores de calzado Muro.11 muertos y 30 heridos pusieron luto a la joven República y en tela de juicio la política de orden público. 

El pueblo de Arnedo (La Rioja) vivió trágicamente, con un día de adelanto, los primeros Reyes republicanos. En la tarde del día 5 de enero de 1932 quedan muertos, por balas de mauser, sobre el suelo de la Plaza de la República cuatro mujeres, un niño de 4 años y un hombre. Días después los muertos seguirían aumentando hasta 11. El balance se completa con unos 45 heridos, que aunque salvaron su vida, quedaron para siempre mutilados.

El 5 de enero se declaró la huelga general en Arnedo. Y este mismo día se anuncia la resolución del conflicto con la intervención del propio Gobernador Civil Sr. Vidal Serrano que está en Arnedo en esta misma fecha. En señal de triunfo y de festejo se realiza una manifestación obrera.

Manifestantes y guardias (16 ó 18 hombres en el zaguán del Ayuntamiento y diez hombres en los soportales del mismo) se encuentran frentre a frente en la Plaza de la República.

¿Qué sucedió, quién tiró la primera bala, de quién es la responsabilidad, …? Las versiones oculares de personas de distintos matices políticos y profesionales, se inclinan por la Guardia Civil. Un dato aparece extraordinariamente claro, no obstante, que ya puso de manifiesto el entrevistador de «El Sol» al Gobernador de la Provincia, lo desproporcionado del encono contra los manifestantes. Para anular el posible impulso y fuerza del obrero (hombres, mujeres y niños) en manifestación triunfante sobre el caciquismo «responsable moral de la tragedia», no era necesaria la auténtica refriega armada de ese número de Guardias Civiles antes mencionado.

Estos trágicos sucesos de Arnedo planearon constantemente en el ambiente político y económico riojano durante y después de la República. Su recuerdo, siempre negro, es el tema obligado para las derechas e izquierdas en todas las propagandas, ocasiones y acciones posteriores.

Esta explosión desastrosa y trágica estaba incubada desde las Elecciones municipales que trajeron la República.

Un «patrón orgulloso» y autoritario, Faustino Muro, que supeditaba la permanencia de los trabajadores en su fábrica a la entrega de sus votos a los monárquicos, y unos obreros que querían ejercer con sinceridad el derecho al sufragio, fueron la causa inicial de la tragedia. La pugna entre la imposición caciquil de un patrono de derechas y la sinceridad de voto de unos obreros socialistas, se inclinó hacia el más fuerte.

El patrono despidió a un trabajador, con el que se solidarizaron una docena más de obreros. Se ocupó del asunto el Partido y Sindicato Socialista, ahora en plena expansión, con sucesivas negociaciones de tipo legal, encontrando siempre la resistencia y el incumplimiento de arbitrajes por parte del Sr. Muro, que llegó a matizar que cerraría la fábrica antes que acceder a la admisión de los despedidos.

Ni la Alcaldía de Arnedo, ni los sucesivos Gobernadors Civiles de la provincia, habían podido llegar a solucionar el problema durante más de 10 meses. Cuando parecía llegada la solución, no por la cesión del Sr. Muro, sino por el acto desinteresado de otros patronos de la localidad que admitían a los obreros despedidos de «Calzados Muro» en sus propias fábricas, se produjo la catástrofe.

El término municipal de Arnedo se rige por el Plan General de Ordenación Urbana de 2004,  aprobado definitivamente en Pleno de la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja, en sesión celebrada el día 5.3.2004, como revisión del PGOU-1989 aprobado definitivamente por el Pleno de la Comisión de Urbanismo y Medio Ambiente de La Rioja en sesión de 20.12.1989, publicado en BOR nº 11 de 23.1.1990, que había sido redactado por acuerdo plenario de 25.5.1984

ARNEDO 2008-2016 actividad inmobiliaria

En la presentación del estudio sobre el Stock de vivienda Nueva en La Rioja elaborado por CPAR, se desveló que en Logroño hay 318 viviendas nuevas en venta, mientras que en otros municipios la absorción del stock será a muy largo plazo… En Arnedo, según es estudio, en el período 2007-2015 se construyeron 214 viviendas, de las cuales 151 fueron vendidas, estando en stock 63 unidades (el 29,44%).

A falta de unas Directrices Territoriales de Ordenación de La Rioja, o la Estrategia Territorial del La Rioja (en elaboración desde 2007, y olvidada) se hace muy difícil encauzar desarrollos económicos, estratégicos, de servicios, sociales o de cualquier tipo sobre el territorio y los ciudadanos.

Como nuestra, el 27.7.2015 el Gobierno Vasco acordó iniciar el proceso de revisión de las Directrices de Ordenación Territorial aprobadas en 1997 bajo la premisa de que este proceso de revisión estuviera abierto a la participación desde su inicio hasta su aprobación final y con el compromiso de cumplir los plazos temporales establecidos por él mismo para su tramitación, o La Estrategia de Ordenación Territorial de Aragón (en adelante EOTA), aprobada por Decreto 202/2014 de 2 de diciembre, o en Navarra la Estrategia Territorial de Navarra, aprobada por el Parlamento de Navarra el 21.6.2005. ¿A qué espera La Rioja?

29.3.2005 «Se trata de repensar La Rioja»

6.7.2010 La Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja (COTUR) ha informado favorablemente el proyecto de la Estrategia Territorial de La Rioja.

Los documentos de trabajo de la Estrategia Territorial de La Rioja proponían una división “flexible” de la región, estableciendo “zonas de transición” entre las zonas principales. No obstante, es perfectamente distinguible el criterio empleado: separación del área dinámica del Valle del Ebro de las zonas de Sierra, cuya realidad socio-económica es muy distinta. La zona del Ebro se dividía en las 3 zonas clásicas, aunque en el caso de la Rioja Media y Rioja Baja se optó por denominarlas como “Área Metropolitana” y “Red Urbana de la Rioja Baja”, respectivamente, en clara alusión a sus correspondientes estructuras urbanas. En cuanto a la Sierra, se optaba por una subdivisión basada en las cuencas hidrológicas, por lo que resultaban 7 zonas, una por cada valle de los ríos Oja, Najerilla, Iregua, Leza, Jubera, Cidacos y Alhama. Se trataba, en definitiva, de una división territorial que respondía a la realidad geográfica, pero que no tenía en cuenta la jerarquía de ciudades existente, lo cual no es útil para una organización territorial de los servicios autonómicos.

«…La situación actual se caracteriza porque la inmigración está reequilibrando la base de la pirámide de una población que tiene a concentrarse en las zonas urbanas; hay un incremento del peso específico del sector servicios con una relevancia creciente del turismo y reducción del sector agrario; además hay nuevas formas de vida, nuevas demandas de servicios y tendencia creciente a la alternancia temporal de lugar de residencia; el valle del Ebro se ha potenciado como eje de comunicación; y ha habido un incremento y mejora de los espacios naturales. El modelo de desarrollo territorial propuesto se basa en la idea de ciudad región con cuatro espacios; el Metropolitano, con Logroño y su área de influencia; el Serrano, con el 90 por ciento de las zonas de montaña; La Rioja Alta, con un espacio agrario de gran tradición vinícola e importante carácter cultural; y una Red urbana de La Rioja Baja de gran dinamismo.

La Estrategia Territorial de La Rioja propone 80 directrices asentadas sobre cinco ejes, como son el medio físico, ordenación del sistema de asentamientos y ciudades, sistema de infraestructuras y transporte, nuevas necesidades sociales y dotaciones públicas, y patrimonio cultural.

De esta forma, se propone la creación de un único y gran parque natural ‘Sierras riojanas’, observatorio del paisaje o la adecuación de las explotaciones abandonadas de Santa Engracia, Arnedillo, Alcanadre y Villarroya.

Así como evitar la aparición de núcleos basados en segundas residencias o la realización de planes de modernización de todos los polígonos industriales; la posible ubicación de una ciudad de servicios al transporte en torno al cruce de ejes, al cierre de la circunvalación norte de Logroño, o la ejecución de las obras de mejora de la infraestructura del aeropuerto.

También se propone la instalación de superficies comerciales lo más ligadas posible a los cascos históricos o la incorporación de sistemas de teleasistencia complementaria a los centros de salud; o la creación del sistema riojano de museos…»

Pero, … ¿porqué no ha habido documento vinculante? “Ha de establecer un documento de avance, preparatorio de la redacción del documento, que contenga sus líneas esenciales y permita debatir sus criterios, objetivos y soluciones generales” manifestaban en 2008 en sus alegaciones Ecologistas en Acción. Y no les faltaban razones. Ley 5/2006, de 2 de mayo, de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja.

12.9.2017 El Gobierno de La Rioja ha organizado la Agenda para la Población 2030, sobre la que estructurar objetivos y medidas. Todo con la intención de ir atajando las líneas estratégicas que muestra el documento inicial de la Agenda para la Población 2030. Entre esa media docena de ejes principales, que todavía están por concretar en algunos aspectos, se encuenta por ejemplo el de invertir la tendencia demográfica negativa de La Rioja y mejorar las proyecciones realizadas por el INE para 2030, donde se anuncia que se estará por debajo de los 300.000 habitantes. También destaca el objetivo de apoyo a las familias y a la natalidad; el aumentar y adelantar el proceso de emancipación de los jóvenes riojanos favoreciendo su participación activa en la sociedad, en concreto, se pretende pasar de la actual tasa de emancipación del 20,8 por ciento al 25% en el 2021. La integración cultural de los distintos grupos de población o promover una vida más longeva y activa son otros de los objetivos… Y Arnedo  participa de los problemas de despoblamiento rural, como cabecera comarcal y ciudad media recibe habitantes de las comarcas rurales, pero expulsa población joven a la gran Logroño, que ya asume el 50% de la importancia riojana.

25.11.2016 Arnedo empieza a imaginar su futuro, cómo será la ciudad y sus ciudadanos en el horizonte del año 2020 al 2035. Desde el convencimiento de que el urbanismo no sólo afecta a la construcción de edificios, a la definición de viales o al desarrollo de polígonos industriales, sino que es transversal e influye en lo cultural, en lo demográfico, en lo económico, en lo social, el Ayuntamiento de Arnedo va a encargar una revisión de su Plan General Municipal «ambiciosa e histórica», según describió ayer el alcalde Javier García. Actualizado por última vez en el 2004, no va a ser una revisión al uso. «Va a ser un estudio en profundidad de lo que va a ser el urbanismo del futuro, va a marcar la hoja de ruta a largo plazo para proyectar la ciudad del futuro».

‘Arnedo 20-35’ es el título del proyecto de ciudad que propone el Equipo de Gobierno. Y es que desde el consistorio han comenzado con el proceso para la revisión del Plan General Municipal y la reordenación urbanística que sea necesaria. Lo han hecho con la aprobación, en la pasada junta de gobierno, del expediente de contratación y el pliego de condiciones con el fin de licitar la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, el PGOU. Un ambicioso análisis del urbanismo de Arnedo que, además de revisar el documento que data de 2004 y adaptarlo a la legalidad y la realidad actual, cuenta con una novedad importante: realizar varios estudios previos para saber a qué se enfrenta el equipo redactor,  en el que se dibuje el Arnedo de los próximos 15 años. Incluye también un plan de movilidad, un análisis de la suficiencia de los sistemas de abastecimiento y saneamiento, estudios sobre paisaje, estructura territorial del municipio, y un estudio DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) sobre el Casco Antiguo, trabajos que serán previos a la revisión del PGOU. La iniciativa contempla de manera paralela fórmulas de participación ciudadana, encuestas de opinión, así como estudios sociológicos, demográficos, económicos y sociales…

Arnedo tiene hoy una población de 14.792 habitantes (es la única cabecera de comarca de nuestra Comunidad Autónoma donde la población crece, aunque sea una exigüa cifra de 66 habitantes), con 143 nacimientos y 103 defunciones en 2016 y un parque edificado de 6.553 viviendas, envejecido, estancado y con muchas viviendas vacías (por antigüedad son 250 las viviendas anteriores a 1900, y falta de hogares).

Habrá que esperar, no hay otra opción. Pero que se relance ya con la revisión del Plan General, con las nuevas técnicas de planeamiento que hay en tantos municipios que así lo han decidido, participación ciudadana, sostenibilidad, regeneración urbana, etc. Y coordinación con la COTUR. Su envejecimiento poblacional, la competencia inermunicipal (Calahorra), la derrota en concocatorias FEDER, al menos deben ser acicates para identificar, analizar, diagnosticar y proponer el modelo territorial de Arnedo.


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


…seguiremos analizando en próximas entregas los 350 municipios mayores de España