MIRANDA DE EBRO

MIRANDA DE EBRO. Población (INE)

MIRANDA DE EBRO. Pirámide de Población

MIRANDA DE EBRO. Bienes Inmuebles de Naturaleza Urbana y Uso Residencial 2014-2017

MIRANDA DE EBRO. Paro

MIRANDA DE EBRO. Deuda


Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


Miranda de Ebro es un municipio  de 101,33 km2 y una ciudad ubicada en la provincia de Burgos, en la comunidad autónoma de Castilla y León, situada en la comarca del Ebro, al NE de la provincia, junto a los límites con Álava y La Rioja  y es la 2ª ciudad más poblada de la provincia tras la capital y por delante de Aranda de Duero.​ Limita al N y al E con la provincia de Álava, al S con La Rioja y al O se une con el resto de la provincia a través de los Montes Obarenes, cadena montañosa que cierra prácticamente 3/4 partes de la zona, ya que también penetra en las comunidades autónomas vecinas.

La Llanada de Miranda de Ebro

Miranda de Ebro se encuentra situada en una llanura, rodeada por una cadena de alturas correspondiente a los Montes Obarenes con salida natural por el desfiladero de Pancorbo al O en dirección a Burgos y la Submeseta Norte; la Sierra de Cantabria con salida natural por las «Conchas de Haro» en Bilibio al SE en dirección a La Rioja y el desfiladero de La Puebla de Arganzón entre los Montes de Vitoria y la Sierra de Tuyo, junto a las Sierra de Arcamo​ y Sierra de Badaya al NE en dirección al País Vasco y que separan ésta llanada con la de Vitoria. Finalmente, la llanada de Miranda se cierra en el desfiladero de Sobrón con la Sierra de Arcena, que la separa de los valles de Valdegovía (Álava) y Tobalina (Burgos). Estos 4 desfiladeros se encuentran a unos 15 km aproximadamente del centro de la ciudad, cada uno en una dirección distinta.La litología mirandesa está constituida en gran parte por terrenos arcillosos, calizas y areniscas formados en el Oligoceno y el Cretácico. Cerca de la ciudad, aunque en tierras riojanas y alavesas, está la montaña de Toloño y Peñacerrada cuyos orígenes son volcánicos. Entre las diferentes alturas que rodean a la ciudad destaca la Cruz de Motrico, Gobera y Peña Escalera en los Montes de Miranda.

La localidad es atravesada por el río Ebro, el cual divide a la ciudad en 2 zonas bien diferenciadas por su antigüedad: el casco histórico o Aquende (orilla derecha) y la parte moderna o Allende (orilla izquierda). Además, en el término municipal desembocan otros afluentes del Ebro como el río Bayas, río Zadorra y el río Oroncillo.

La zona está plagada de ríos subterráneos y acuíferos; de hecho, el abastecimiento de agua de la ciudad es posible gracias a las extracciones en los acuíferos de Valverde y La Calera. Hace años también había multitud de charcas y lagos que fueron desapareciendo, pero que han sido recuperados como por ejemplo El Lago.

Aunque no son frecuentes, es posible que ante condiciones anormales de lluvia o nieve se produzcan riadas e inundaciones. La última riada se produjo el día 31.1.2015 cuando el caudal del río Ebro a su paso por el centro de la ciudad alcanzó los 1.410 m³/s y su nivel llegó a los 6,96 m. Anteriormente, en 2008 el caudal del río alcanzó los 1.101 m³/s y su nivel alcanzó los 5,31 m. Comparable a las riada de 2015, el 5.2.2003 el caudal alcanzó los 1.440 m³/s, es decir, que su nivel llegó hasta los 6,35 m.Su privilegiada situación geográfica a caballo entre la Meseta Norte, el Valle del Ebro y el País Vasco, hace que Miranda de Ebro esté considerada un importante nudo de comunicaciones, especialmente ferroviarioLa Estación de ferrocarril de Miranda de Ebro está considerada de primer orden dentro del escalafón nacional.​ En ella confluyen 2 líneas: Madrid-Irún y Castejón-Bilbao. En 2012, se cumplen 150 años de la llegada del ferrocarril a la ciudad, ya que el primer tren hizo presencia en 1862. Unió Madrid con la frontera francesa y estaba considerada como la principal vía de comunicación ferroviaria entre España y Europa. Situada en un punto clave del trayecto, Miranda de Ebro pronto se convirtió en un importante nudo de comunicaciones entre el centro y el norte del país, así como entre el Valle del Ebro y la costa cantábrica.

Desde diciembre de 2007 la ciudad está conectada con las principales capitales de provincia mediante el servicio de alta velocidad Alvia. También dispone de otros servicios de Larga Distancia y de Media Distancia, que la conectan con los principales núcleos de población del país. Cuenta con un importante núcleo logístico con su Clasificación de Mercancías y numerosos talleres de Renfe que se verán completados con la plataforma logística CyLoG, que aspira ser un puerto seco de relevancia nacional. En las instalaciones ferroviarias de Miranda se ubica el Puesto de Mando de Adif que se encarga del control del tráfico de todo el norte de España.​

Se está barajando la creación de una línea de cercanías ferroviarias para el área metropolitana de Vitoria-Gasteiz con comienzo en Miranda de Ebro y final en Alsasua. El proyecto se conoce como ArabaTran

En el plano económico tiene un marcado carácter industrial y es un importante nudo de comunicaciones, especialmente ferroviario.​ La industria química, alimentaria y aeronáutica son sus máximos exponentes. En un radio de tan solo 80 km se encuentran las ciudades de Bilbao, Burgos, Logroño y Vitoria; y a 130 km las de Pamplona y San Sebastián. Se encuentra a 150 km de la frontera con Francia.Miranda de Ebro cuenta con 14 barrios:

  • Aquende: También llamado Casco Viejo. En él surgió el primer asentamiento de la ciudad. Situado en la orilla derecha del Ebro y en las faldas del cerro La Picota, aún conserva su sabor medieval. En él se ubica el Ayuntamiento, el Teatro Apolo, el convento de San Francisco, así como numerosos palacetes e iglesias. Sus calles son largas y estrechas, y es la zona de ocio más importante de la ciudad, sobre todo los fines de semana.
  • Allende: Es el segundo barrio más antiguo de la ciudad tras el Casco Viejo. Está situado en la margen izquierda del río Ebro y surgió tras la construcción de un puente sobre el río. Se trata de un barrio residencial cuya arquitectura data de finales del siglo XIX y principios del XX. En este barrio se sitúa la iglesia del Espíritu Santo.
  • Anduva: Barrio surgido en la segunda mitad del siglo XX. Eminentemente residencial, destacan sus edificios en torre y sus numerosos equipamientos (colegios, iglesia, centros deportivos, culturales,…). El topónimo Anduva es de origen medieval vasco.
  • Barriada de San Juan: Barrio obrero construido en la primera mitad del siglo XX donde habitaban los trabajadores del antiguo matadero municipal.
  • Bardauri: El barrio de Bardauri se ubica a dos kilómetros de la ciudad. Su nombre proviene de la castellanización de Vardaffory. En Bardauri está la iglesia de Santa Marina del siglo XII.
  • Bayas: El barrio se sitúa a las orillas del río que le da nombre, el río Bayas. Su aspecto es todavía el de un pueblo aunque a escasos metros se sitúa el Polígono Industrial de Bayas y el Pabellón Multifuncional de Bayas. La mejor muestra de arte en Bayas es la iglesia de Santa Ana de los siglos XVI-XVII.
  • Ensanche: Es el barrio más extenso y densamente poblado de la ciudad. Tiene un marcado carácter comercial y residencial. Nace a comienzos del siglo XX con la reforma llevada a cabo por Federico Keller. Posee un típico plano ortogonal que organiza las manzanas en cuadrícula y las calles perpendiculares; de manera similar, guardando las distancias, al ensanche de Barcelona. Tiene como eje central la calle La Estación, una vía actualmente semipeatonal que nació a finales del siglo XIX para comunicar Allende con la estación de ferrocarril.
  • El Lago: Urbanización residencial situada a 3 km del casco urbano
  • El Crucero: Urbanización residencial situada a 2 km del casco urbano.
  • La Charca: El barrio de la Charca se sitúa al este de la ciudad y recientemente ha sufrido una transformación muy importante. En el barrio de La Charca se encuentra el parque más grande de la ciudad, el parque Alcalde Emiliano Bajo.
  • Las Matillas: Se trata de un barrio situado al norte de la ciudad. Está separado del núcleo urbano por las instalaciones ferroviarias y por la carretera N-1 por lo que las comunicaciones con él mismo son problemáticas. El nombre de Matillas proviene de las pequeñas matas o arbustos que poblaban la zona.
  • Miranda Sur: Es el último barrio en proyecto de la ciudad. Se extenderá desde el ensanche hasta el río Bayas. Su modelo será de tipo «ciudad jardín» con amplias calles y plazas. En él se ubicará el nuevo estadio de fútbol.
  • Los Ángeles: Barrio del tipo «ciudad jardín» que se inauguró en 1948 con el objetivo de albergar a los trabajadores de la empresa papelera FEFASA.
  • Los Corrales: Este barrio se sitúa de camino al paraje de San Juan del Monte. En el pasado fue un barrio ganadero y agrícola, por ello su nombre. Junto al barrio está la pista de aeromodelismo y el centro de tranferencia de residuos.

Además a la comarca de Miranda de Ebro pertenecen un número significativo de municipios que fueron agregados a la ciudad en diferentes momentos históricos y que se denominan pedanías. Miranda de Ebro cuenta con un total de 6 pedanías: Ayuelas, Guinicio, Ircio, Montañana, Orón y Suzana.

La localidad de Miranda de Ebro posee 2 enclaves en territorio riojano, Sajuela y El Ternero, donde se elabora el único vino con D.O. Rioja de Castilla y León. En el municipio hay un núcleo despoblado, nos referimos a Herrera, donde hoy día sólo quedan los restos de las salinas y el Monasterio de Santa María de Herrera.

La historia de Miranda de Ebro (España) se puede dividir en 3 fases claramente marcadas.

En la 1ª etapa, que va desde la Prehistoria hasta el s XI, distintas civilizaciones habitaron el término municipal, hasta que Alfonso VI de León otorgó a la villa un fuero de repoblación en 1099.

Desde sus orígenes, la historia mirandesa aparece determinada por su excepcional posición geográfica. A caballo entre La Rioja, el País Vasco y Castilla, ha sido, a través de los siglos, una pieza estra­tégica y comercial de primer orden. Sus importantes vías de comunicación fueron el revulsivo que potenció el desarrollo de la Ciudad, transformando una economía agrícola-ganadera en otra eminentemente industrial y volcada en los servicios. Paralelamente, la población cambió su aspecto urbano y rompió la seguridad de sus murallas para expandirse con fuerza ocupando ambas márgenes del río Ebro. Poco conocemos de la prehistoria local. Puede aseverarse –como primer dato fehaciente– que la fértil vega mirandesa estuvo ocupada por comunidades de berones y autrigones. De la dominación romana, aparecen en la comarca numerosos vestigios, descubiertos en muchas de las excavaciones arqueológicas realizadas en la zona. Así, núcleos y barrios cercanos a Miranda aportan testimonios de la época: Cabriana, su villa y necrópolis; Arce Mirapérez, sus restos arqueológicos; Ircio, su estela miliaria; y, en el vado de Revenga, los restos de un poblado. Datos todos que avalan la importancia del valle, atravesado por las más importantes calzadas romanas así como por numerosas vías secundarias de comunicación.

En el bajo medievo, Miranda de Ebro adquiere –gracias a su Carta Fuera de Repoblación, concedida por Alfonso VI en el año 1099– un notable peso económico, ya que por su puente debían pasar y tributar obligatoriamente todas las mercadurías que se dirigían a las Vascongadas, Burgos y La Rioja; de su período gremial, nos hablan los nombres de algunos cantones y rasgos costumbristas de evidente sabor medieval. El privilegio foral contribuiría sin duda a la aparición de una creciente actividad mercantil.

1487 Miranda de Ebro

En la 2ª, que empieza en el s XI y acaba en el s XIX, Miranda de Ebro se consolidó como punto estratégico y se fue desarrollando lentamente con diversas construcciones importantes.

La imagen urbana de Miranda de Ebro en los primeros momentos de la Edad Media se correspondía con la de un pequeño núcleo de población situado a las faldas del cerro de La Picota. Existen excavaciones en el cerro de La Picota que ratifican el asentamiento de la aldea de Miranda en el siglo VIII. A medida que fue creciendo la población, la villa fue dotada de un puente que provocó el asentamiento en la orilla izquierda del Ebro, eso sí, mucho menor que el núcleo original. Además la ciudad también contaba con una muralla que circundaba su perímetro y que contaba con 7 puertas de entrada. El barrio más antiguo, el del margen derecho, se llamó Aquende mientras que el más moderno, en el margen izquierdo, se llamó Allende después de la construcción de un puente.

Hasta el siglo XIII el obispo de Calahorra fue el encargado de la explotación del puente (Miranda pertenecía en aquel entonces a la diócesis de Calahorra). A partir de este siglo fue el concejo el encargado de su explotación y mantenimiento. Su estado en muchas ocasiones fue lamentable debido a las embestidas del río, y era entonces cuando el concejo pedía ayuda al monarca para su reparación. El puente disponía de 7 ojos y 1 torre en la segunda pila (al menos desde 1643) que servía para el cobro del pontazgo. Era estrecho y de perfil alomado, características típicas de los puentes medievales.

Las iglesias eran otro de los referentes de la Miranda medieval. En el fuero de Miranda se citan 2 iglesias juraderas: San Martín en Aquende y San Nicolás en Allende, de las cuales sólo la segunda llega hasta nuestros días con el nombre de Espíritu Santo.​ En el barrio de Aquende se ubicaban otras iglesias como la de Santa María en el cerro de la Picota (antes de la construcción del castillo) y la de Santa Petronila, ambas destruidas por el conde de Salinas. La expansión de la ciudad hizo necesario la construcción de la iglesia de San Juan Bautista. Junto a esta iglesia se abrió una gran plaza donde se celebraba el mercado de la villa y donde además se ubicaba la casa del concejo. Tras la expulsión de los judíos en 1492, el concejo se trasladó a la sinagoga de la ciudad situada junto al puente.

En 1358, el conde don Tello, señor de Vizcaya, solicitó al obispado de Calahorra el terreno para construir el castillo de Miranda en lo alto del cerro de La Picota, lugar que estaba ocupado por la primitiva iglesia de Santa María. Sin embargo, las obras de construcción no se iniciaron hasta 1449, cuando Pedro Sarmiento, conde de Salinas, ocupó la iglesia.

En el terreno comercial, Miranda contaba con un mercado semanal celebrado todos los miércoles. Además los habitantes del alfoz de Miranda podían acudir a tres mercados durante el mes de marzo sin pagar peaje. Otros mercados tenían carácter anual: las ferias. En 1254, Miranda vio consolidado el comercio con la concesión por parte de Alfonso X el Sabio de la feria de mayo, a la que se sumó en 1332 la concesión por parte de Alfonso XI de Castilla de la feria del Ángel

Complementariamente, el 27.11.1254, el rey Alfonso X el Sabio otorgaba en la ciudad de Burgos a Miranda el privilegio de celebrar la denominada «Feria de Mayo». El 2.4.1332, era Alfonso XI quien concedía en Vitoria a nuestra localidad el privilegio de celebrar una segunda Feria anual: la «de Cuaresma», más tarde denominada «del Angel» y «de Marzo». No se trataba de fenómenos particulares, sino de actos enmarcados dentro de una política general de potenciación de las ferias como elemento dinamizador de la economía e, indirectamente, del afianzamiento poblacional.

Refiriéndonos concretamente a la segunda concesión, cabe señalar dos razones: la necesidad de seguir manteniendo una población importante en un lugar geográficamente tan estratégico como era el de la Villa de Miranda dadas las continuas tensiones políticas y sociales de la época, y el interés del Monarca en que la población mirandesa continuara creciendo en un momento en el que probablemente empezaban a notarse los primeros indicios de la recesión económica del XIV.

Se establecían, por lo tanto, en el otorgamiento de 1332 una serie de facilidades encaminadas a lograr la atracción del mayor número posible de mercaderes, entre las que cabe destacar la seguridad personal y la exención fiscal de todo tributo, incluido el portazgo, a cuantos llegasen a nuestra población durante los días de feria. Garantías que incluían el establecimiento de la pena para quien transgrediera la normativa legal: una sanción de 100 maravedíes.

En el último tercio del siglo XIV, la villa amurallada ve potenciado su aparato defensivo con la construcción de un castillo en el Cerro de la Picota, ordenada por el Conde Don Tollo. Convivieron secularmente en la urbe cristianos y judíos; tras la expulsión de éstos, su sinagoga fue durante algún tiempo sede del Ayuntamiento en virtud de una merced de los Reyes Católicos.

El período comprendido entre el s XVI y el s XVIII fue el más fructífero de cara al arte, arquitectura, etc. La villa siguió amurallada, aunque ya hubo ciertos problemas con el mantenimiento de las defensas. A principios del siglo XVI se comenzó a construir la iglesia de Santa María de Altamira en el solar que ocupaba el Hospital del Chantre. La primitiva iglesia de Santa María se encontraba en lo alto del cerro La Picota y presentaba estilo románico, pero en 1449, el Conde de Salinas la desmanteló para iniciar la construcción del castillo. El nuevo templo, en pleno corazón de Aquende, fue construido en piedra de sillería y con estilo renacentista. En los años 1570 se inició la construcción del convento de San Francisco (actual Convento de los Sagrados Corazones).

En 1581 se construyó una torre en el primer arco del puente desde Aquende en la que se ubicó el ayuntamiento, la casa de justicia y una carnicería. El puente se encontraba en un estado lamentable. Constaba de siete arcos, tenía un perfil curvo y su calzada era estrecha. Más tarde se construyó una nueva torre en la primera pila de Allende que servía de cárcel. En total, todas las edificaciones del puente formaban un auténtico castillo sobre el agua.

El siglo XVI es el de mayor esplendor artístico de la villa, floreciendo en Miranda un importante foco de escultura romanista, cuyo máximo exponente sería Pedro López de Gámiz. La imaginería local y el buen hacer en la talla de madera dan fama a la villa, y durante siglos se mantienen activos talleres de cierto renombre.

A mediados del s XVII se construyó la Plaza del Rey (actual Plaza de España). El inicio de las obras fue en 1644 y sus dimensiones eran mucho más reducidas que las actuales. La plaza albergaba fiestas y corridas de toros. Rodeando a la plaza se encuentran muchos de los mejores edificios de la época: Casa de las Cadenas (1580-1600); la Casa de los Urbina (1540) y la casa consistorial (1788), revisada por Ventura Rodríguez.

1775 Miranda de Ebro

La fortísima riada de los días 19, 20 y 21 de junio de 1775, se llevó por delante el puente y otras construcciones (entre ellas el ayuntamiento que se ubicaba en una sinagoga junto al viaducto). Miranda necesitaba un nuevo puente tras la devastadora riada y el Concejo se puso inmediatamente en contacto con la corte para gestionar la construcción de uno nuevo. El arquitecto elegido fue el riojano Francisco Alejo de Aranguren. Las obras comenzaron aquel mismo año, un poco más arriba de la ubicación del antiguo puente, y terminaron en un tiempo récord: en 1777 el puente ya estaba listo aunque no fue oficialmente inaugurado hasta 1780. En la entrada de Allende se colocaron 2 leones esculpidos por el artista alavés Juan Antonio de Moraza en 1787. Uno de los leones sujeta el escudo real mientras que el otro sostiene el de la Ciudad. Se cree que en la entrada de Aquende hubo un par de jarrones de piedra. Se denominó puente de Carlos III.

En definitiva el modelo de villa siguió el modelo clásico de calles alargadas y estrechas. La altura media de los edificios era de 3 o 4 plantas incluida la baja. La utilización de la piedra se limitó casi exclusivamente a las plantas bajas y a las fachadas.

A mediados del siglo XVIII, la villa había iniciado su progreso con la instalación de algunos talleres artesanos, fábricas de cuero y molinos comunales. A finales de esta centuria, y dentro del reformismo borbónico, se produjo un afán urbanístico sujeto a una tendencia artística, el neoclasicismo, que en nuestra ciudad tuvo además carácter de necesidad ya que a raíz de la riada de 1775 desaparecieron numerosos edificios de la villa, entre ellos el Ayuntamiento y el mismo puente. La construcción del nuevo puente fue encargada al arquitecto riojano Francisco Alejo de Aranguren, quien posteriormente, y junto a Santos Ángel de Ochandátegui, ejecutó las obras del nuevo Ayuntamiento conforme al proyecto revisado por Ventura Rodríguez, arquitecto mayor de la Villa y Corte de Madrid, por lo que el edificio es un fiel reflejo de la estética neoclasicista impuesta por la Academia.

En 1795, cuando las tropas de la Convención Francesa invaden España, el frente de guerra se estabiliza en la línea del Ebro. Los mirandeses impidieron entonces que las fuerzas invasoras traspasen la barrera natural del río, volviendo los franceses sobres sus pasos al firmarse la paz en el Tratado de Basilea. Años después, en la Guerra de la Independencia, el ejército francés expolió la villa llevándose en su retirada un valioso botín económico y artístico.

Cuando corría el tumultuoso segundo tercio del siglo XIX –con los fratricidas conflictos entre isabelinos y carlistas asolando el solar patrio- Miranda vuelve a resonar con fuerza en el fragor de las revueltas por 2 hechos acaecidos en la entonces villa: en severísimo consejo de guerra, fue condenado a pena de muerte y fusilado el célebre general carlista Carnicer; en la rebelión de las tropas del regimiento de Segovia, acantonadas en nuestra ciudad, fue asesinado en la Casa de Las Cadenas por los soldados amotinados el General en Jefe de los Ejércitos del Norte, D. Rafael Ceballos Escalera.

Históricamente agrícola y ganadera, Miranda de Ebro tenía a mediados del siglo XIX cierto peso como centro comercial de la comarca. Más del 55% de la población activa se dedicaba entonces a los trabajos del campo, contando por otra parte la localidad con algunos molinos harineros, 5 telares, 4 fábricas de curtidos y varias tiendas. A principios del XIX, se habían instalado algunas pequeñas industrias papeleras, preludio de uno de los sectores que mayor peso alcanzaría en la ciudad. Su población, sin embargo, había disminuido, a causa de hambres y epidemias, de los 2.077 habitantes del año 1827 a los 1.742 del año 1848.

1845 Miranda de Ebro

En la 3ª fase, que comienza en el s XIX con la llegada del ferrocarril, Miranda de Ebro pasó de ser un pueblo agrícola a convertirse en una gran ciudad industrial, con un gran aumento de la actividad comercial e industrial y de la población.

1868 Miranda de Ebro por F. Coello

El gran despegue mirandés se produce en 1864, con la creación de las líneas ferroviarias Madrid-Irún y Tudela-Bilbao, traducida en un pujante crecimiento poblacional, en la diversificación funcional de núcleo con la aparición de las primeras industrias de cierta dimensión, y en la multiplicación de su sector comercial.

Iniciada la primera de las líneas por la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España» en 1856 y la segunda en 1857, en el año 1864 estaban en activo ambas líneas en nuestra ciudad.

Evolución del depósito de locomotoras de Miranda de Ebro, por Pedro Pintado Quintana

La primera información cartográfica que tenemos de Miranda es la del año 1894. Es probable que desde la construcción de la estación, a comienzos de la década de 1860, hasta la fecha de este plano se produjeran ya algunas modificaciones, en función del crecimiento de la red ferroviaria y, sobre todo, de la compra de la compañía del Tudela-Bilbao por Norte en 1878.

En 1912 la estación había aumentado el número de vías y la importancia de sus instalaciones. El haz de vías de estacionamiento de la banda norte había pasado de 4 a 12 vías, pero la modificación más importante aparece en el depósito de locomotoras.

Hablar del trazado del ferrocarril y su incidencia sobre Miranda de Ebro y su jurisdicción es hablar de la línea ferroviaria del Norte, cuyo nombre oficial era: “Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España”. Esta línea ya aparece promocionada desde el año 1845, dándose su concesión a un conjunto de instituciones: la Diputación General de Vizcaya, Ayuntamiento de Bilbao, Junta de Comercio de Bilbao y algunos otros particulares vecinos también de la capital vizcaína. Una real orden de 16.8.1845 autorizaba a construir la línea de Madrid a Irún por Valladolid-Burgos y Bilbao, al anterior consorcio en colaboración con el famoso financiero Salamanca. Según las noticias que aporta Aníbal Casares Alonso, en 1852, tras un acuerdo con las entidades vascas, Salamanca se constituía oficialmente en concesionario de la línea de Madrid a Miranda de Ebro. Por el decreto de 4.7.1852, Salamanca se comprometió a construir la línea de forma que el tramo de Madrid a Burgos costase a razón de 3,8 millones de reales la legua, mientras que de Burgos a Miranda de Ebro la cantidad ascendía a 4,5 millones de reales. Los proyectos de este trazado se encargaron al ingeniero galo Wissoq y a Práxedes Mateo Sagasta. Pero todos estos proyectos y concesiones se vieron anulados por la ley de 13.5.1855. Va a ser entonces cuando la “Sociedad de Crédito Mobiliario”, perteneciente al fuerte grupo financiero francés de los Pereire, se va a hacer con la concesión de las 3 secciones de la línea Madrid- Valladolid, por Avila; Valladolid-Burgos; y Burgos-Irún, por Miranda y Vitoria. Para el año 1858 este grupo financiero de los Periere funda la “Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España”, iniciándose las obras en 1856, para ser acabado el trazado hasta la frontera en  1864. Siendo, como indica Casares, la línea más larga con 646 Km. y la construida en el período de tiempo más corto: 8 años. En este mismo período de 1855-1865, también va a quedar construida la línea Tudela-Miranda-Bilbao.

Centrándonos un poco más en nuestra ciudad, al estudiar los libros de actas y decretos de la época nos damos cuenta de que muy pronto la Corporación Municipal de Miranda de Ebro, es decir los representantes de la burguesía local, se dio cuenta de las ventajas que podía suponer para la población el hecho de que el trazado ferroviario pasara por ella. Así pues, pronto tomaron cartas en el asunto: “Se leyeron por éste (el alcalde) las comunicaciones que le dirigió el alcalde de Briviesca, fechadas el 28 noviembre y 14 del actual, en las que hacía ver los gravísimos perjuicios que se iban a irrogar a todos los pueblos de la parte occidental de la provincia si se llegaba a poner en planta el nuevo proyecto de vía ferrea que por el partido de Belorado parece que se quiere dirigir a Haro. Conocido las certeras y la evidencia de los perjuicios, también presentados por el digno alcalde de Briviesca, se entró en discusión y se acordó el que para ilustrarse como merece esta cuestión se invitase a las personas de esta población que por su ventajosa posición, conocimiento e ilustración, discutiesen con la Corporación sobre las medidas más convenientes. Hecho así, reunidos a las 6 de la tarde se abrió la conferencia tratándose en ella sobre las medidas, el asunto y sobre las personas que en representación de esta Villa debían presentarse en Oña, según lo manifestado por el alcalde de Briviesca en su comunicación del catorce; recayendo la elección por unanimidad en don Leonardo Encío y don Francisco Conde, quienes asociados del diputado provincial de este partido don José Garcia Albeniz, han de presentarse el día 23 en el punto de Oña,en el que con los demás comisionados que se reunan de otros puntos a quienes se ha hecho igual invitación que a esta Villa, han de conferenciar, discutir, proponer acordar lo más conveniente para hacer palpable al Gobierno de S.M. la justicia, la conveniencia y la economía del primer trazado del ferrocarril designado ya por las ciencias en la dirección de Briviesca, Pancorbo y este punto. Para que comparado el exorbitante coste y los grandes obstáculos que presenta el nuevo trazado por Haro, se posen en las balanzas de la imparcialidad las razones que favorecen nuestra causa e inclinar con sus justas observaciones al Gobierno de SM a que apruebe y lleve a efecto el primer trazado como más justo, más económico y más a propósito para el desarrollo de la industria tan interesante a los pueblos de la provincina en su parte occidental…”. Como podemos apreciar, los mirandeses ya eran conscientes de su situación geográfica privilegiada, y no estaban dispuestos a que otros intereses desviaran el trazado ferroviario de nuestra ciudad. La mayoría de los vecinos se ofrecieron para hacer lo que fuera con tal de que los caminos de hierro pasaran por su Villa: “También se dió cuenta por el señor Presidente de esta Corporación de dos comunicaciones de don Romualdo Gómez Sabater, ofreciéndose a contribuir a los gastos de la vía férrea como los demás habitantes de esta población, si el Ayuntamiento se viera obligado a recurrir a la filantropía. Y el Ayuntamiento acordó se diera a don Romualdo las más atentas gracias por su ofrecimiento”.

Para el mes de junio del año 1856 parece que los esfuerzos municipales encuentran sus frutos, y el ferrocarril pasará por Miranda: “El señor Presidente leyó una comunicación del comisionado en Madrid por el Ayuntamiento, el señor don José García de Albéniz, exponiendo en ella las exquisitas diligencias practicadas con diferentes prohombres de las más altas influencias para conseguir el que el ferrocarril pase por esta Villa, en dirección a las provincias del norte. Prometiéndose un buen resultado de su solicitud, ya que así lo aconseja la firmeza del terreno, las ciencias y la economía. Y el Ayuntamiento acordó que el señor García Albéniz continue como hasta aquí prestando tan interesantes servicios, placiendo al Ayunta- miento estar al corriente del asunto”. Por fin el 6 de junio de ese mismo año, la Corporación ya no tenía duda de que el tendido iba a pasar por nuestra Villa: “El señor Presidente leyó una comunicación del señor comisionado en Madrid, don José García Albéniz, manifestando que no le cabe ya duda de que el ferrocarril se dirigirá desde Burgos a esta Villa para las provincias vascongadas, según se lo han asegurado las personas que están llamadas a resolver este asunto, con presencia de planos y cuerpos consultivos, favorables sus dictámenes a esta línea de Miranda…”.

Como hemos visto, Miranda estaba dispuesta a todo con tal de que llegase el ferrocarril, incluso los ediles municipales pensaron, por sugerencias oficiales, en ceder parte del patrimonio municipal para contribuir al gasto de las obras: “También se dió cuenta de una comunicación del señor Gobernador Civil de esta Provincia de 26 de agosto, y adjunta a ésta otra acerca de que el 80% de los propios se ceda por el Ayuntamiento a obras del ferrocarril. Y en su vista se acordó la reunión de un doble número de vecinos, que representen a todas clases de esta población, para resolver y contestar a su Señoría el resultado que ofrezca la discusión de este negocio, que no podrá menos de ser interesante, atendiendo al gravamen que pesa sobre dichos propios por los censos que contra sí tiene, y enormes sumas por atrasos se adeudan a los censitarios…”. La política de las autoridades provinciales era, por tanto, ir hacia una especie de desamortización de bienes propios para poder sufragar los gastos del tendido: “Este mismo (el alcalde) puso en conocimiento de la Corporación la comunicación del señor Gobernador Civil de esta Provincia, de 26 del pasado junio, invitando a los pueblos a que se interesen en la empresa del ferrocarril invirtiendo el valor en venta de sus bienes propios”. Como podemos apreciar por estas citas documentales y como han demostrado los estudios sobre la política económica de la época, se pensaba en el ferrocarril como en la panacea que sacase al País de su atraso económico, cosa que en realidad no se consiguió, ya que hoy se sabe que el gran negocio del ferrocarril en España estuvo en su construcción y no en su explotación, la cual a la larga resultó ruinosa para casi todas las compañías concesionarias.

A modo de curiosidad no podemos olvidarnos de citar a la Corporación municipal del año 1856, que tanto luchó por la llegada de la vía férrea; estaba constituída de la siguiente forma: como alcalde figuraba don Antonio Villareal, siendo sustituído por orden del Gobernador el 8 de diciembre por don Leonardo Encío; como tenientes de alcaldía figuraban: don Pascual Olarte y don Agapito Villarejo; y como regidores los señores: don Dionisio Saenz Díez, don Andrés Ángel Santa Gadea, don Agustín Gómez, don Vicente Corcuera, don Simón Guinea, don Ignacio Gordejuela, don Juan Pinedo, don Isidro Garriga y don José Cortázar.

Allá por el año 1860 comenzarán las obras, y en Miranda empezarán a surgir los engorrosos litigios sobre las expropiaciones forzosas: “El director gerente de la Compañía del ferrocarril de Tudela a Bilbao, en el oficio de 20 de abril último, me dice lo siguiente: “Tiene esta dirección el honor de devolver la instancia de la viuda de Zumárraga, don Bernabé Gamarra, don Francisco Conde, don León Goya y doña Antonia Gómez de Cadiñanos, vecinos de Miranda de Ebro, que VS remitió a informe en atenta comunicación de 16 de febrero. Reconocen los reclamantes que la compañía ha querido pagarles el importe del precio del terreno que se ha ocupado para la construcción del camino lateral del servicio solicitado por ellos y otros vecinos de Miranda, y que se han negado recibirlo, dando por única razón que en la expropiación que se les ha hecho de sus terrenos para el ferrocarril han sido clasificados de 3ª clase siendo de 2ª. Hicieron sobre esto una reclamación, la cual en el dictamen del punto tercero en discordia don Ignacio Robles pasó al Gobierno civil y a esta dirección para informe…”.

Casi al mismo tiempo van a tener lugar los trámites de expropiación y obras de la línea Madrid-Irún y la de Bilbao-Tudela. Comenzando por la primera, el 6.9.1860, el alcalde constitucional, don Santiago López, daba cuenta del nombramiento de don Manuel García Muñoz y don José María de Aseguinalaza como peritos para tasar los terrenos a ocupar desde la villa de Orón hasta la entrada en la provincia de Alava. En este caso el número de propietarios expropiados fue de 67, de los que 5 llevaban títulos nobiliarios (Conde de Castrejón, Conde de Ciras, Conde de Torrejón, Marqués de la Rosa y Conde de Altamira), además, también fueron expropiados terrenos de propios, de las iglesias de Orón y Miranda y del Hospital de Santiago.

La cantidad a pagar a los propietarios por la Compañía del Norte era sustancial, como lo indican las palabras del perito tasador y vecino de la ciudad de Burgos, don Manuel García Muñoz: “Por este resultado se observa en los totales correspondientes al resumen de tasación que se han apropiado para el establecimiento del ferrocarril del Norte a su paso por esta Villa, en la parte correspondiente entre la jurisdicción de Orón y el ferial, 114.468 medidas superficiales(…), las cuales importan en tasación, agregando el 3% de expropiación forzosa: 183.284 reales y 60 céntimos”. Los comienzos de esta línea no serán tan conflictivos como la de Bilbao-Tudela. Únicamente tenemos que reseñar el problema surgido entre el empresario contratista de las obras, el francés Juan Bautista Mady, y el Ayuntamiento de Miranda. El problema vino al pedir el municipio a dicho contratista de las obras la cantidad de 3.000 reales, por haber utilizado piedra de las canteras comunales para la fabricación del puente de Madrid a Irún sobre el río Ebro; mientras que el contratista, viéndose amparado por la legislación sobre ferrocarriles, acudió a las esferas del Gobierno para pedir la piedra gratuitamente.

Por fin el alcalde constitucional de Miranda, don Pedro de Juana, recibía el 8.2.1861 una comunicación de la Sección de Fomento y Negociado de Obras Públicas, en la que se expresaba que el empresario francés, M. Jordán, iba a dar comienzo al amojonamiemto y obras desde Monasterio a Miranda de Ebro.

La tasación de los terrenos que habían de ser ocupados por el trazado de Bilbao a Tudela, al haber desde el principio gran disparidad de pareceres entre los peritos representantes de los propietarios y los de la Compañía, fue mucho más conflictiva.

Entre los hechos notables ocurridos durante la construcción del ferrocarril de Bilbao a Tudela, podemos destacar, sin duda, a la gran riada que afectó al conocido popularmente como puente de “los ingleses’, ocurrida en el año 1862: “El desbordamiento del Ebro, que ha subido a una altura superior, ha causado estragos de mucha consideración, especialmente en el camino que desde esta Villa se dirige por el arco del puente de los ingleses, construído a la margen de dicho río para el servicio de las heredades situadas en el término que existe entre esta Villa y la inmediata de Ircio, habiéndo quedado inutilizado hasta para personas, y subiendo las aguas hasta el precipitado arco. Siendo por consiguiente indispensable la reparación de dicho camino, interín que V. alcance del Gobierno de S. M. el que habilite el paso del camino titulado Los Linares a que no puede menos de concederse para el servicio de los labradores en las fincas que poseen en aquellas inmediaciones, y además últimamente se está experimentando los mismos daños causados por el Ebro en sus grandes riadas, dejando intransitable, como en el día, el camino que marcha desde esta población por el arco de los Ingleses”.

La circulación ferroviaria continuada desde Madrid a Irún comenzó exactamente el 15.8.1864, uniéndose definitivamente por medio del tren España con la República francesa.

La línea de Bilbao a Tudela, cuyas obras generales empezaron a desarrollarse desde la segunda mitad de 1853, fue rápidamente terminada. En el mes de marzo de 1863 se inauguraba la sección de Bilbao a Miranda y en el mes de mayo la de Miranda a Haro, para el 18 de agosto comenzar la circulación completa desde Tudela.

El movimiento ferroviario fue continuado y normal desde el año 1865. Solamente se vieron interrumpidas las comunicaciones entre Bilbao-Miranda y Miranda-Vitoria, casi completamente durante los años 1873, 1874 y 1875, a causa de las acciones de los guerrilleros carlistas. Circulando los trenes solamente en dirección Burgos y Castejón.

El 28.3.1878, la Compañía de Caminos de Hierro del Norte adquirió los derechos y propiedades de la línea de Tudela a Bilbao, con lo que la explotación de los trazados ferroviarios que pasaban por Miranda pasó a manos de una sola compañía.

La red ferroviaria aunque a la larga no salió rentable, a corto plazo sí tuvo unas repercusiones sociales muy importantes. El ferrocarril sirvió para generar empleo, beneficiando a la gran masa campesina. En el caso de Miranda la razón aún es más clara, ya que desde el siglo XVII y XVIII nuestra villa había estado poblada por numerosos vecinos-jornaleros desprovistos de medios de producción, de forma que solo podían vender su fuerza de trabajo, y para colmo no siempre con libertad de contratación. Es decir, Miranda siempre había contado con un elevado índice de proletarización; por ejemplo, la siguiente cita documental nos da una visión general sobre la gran cantidad de trabajadores existentes en Miranda en el año 1859, pese a ser una villa muy pequeña: “Dijeron que para atender en el próximo invierno a las necesidades de estos vecinos en número casi de seiscientos, que en su mayor parte penden principalmente del jornal..”. La llegada del ferrocarril a Miranda hizo que el número de jornaleros aumentase de forma enorme, pues gran parte de la masa campesina de las zonas circundantes bajó a trabajar en el tendido. Pero como ya hemos dicho antes, estas obras generaron trabajo a corto plazo, y a la larga llevaron a un desempleo forzoso. Cosa que ocurrió punto por punto aquí una vez acabado el tendido. La población jornalera y bracera mirandesa, que había aumentado muchísimo, quedó en una indigencia aplastante, una vez acabados los años de “vacas gordas” del tendido ferroviario.

Pese a todo, hay que afirmar que las consecuencias económicas de la llegada del ferrocarril sobre Miranda fueron enormemente positivas. No hay que olvidar que el ferrocarril se monta vinculado al sector agrícola, para así conectar zonas productoras de cereal con los centros de consumo y lugares de exportación; premisas que se cumplen por entero en Miranda, al ser una población de paso entre los grandes centros cerealeros de la meseta castellana y los centros consumidores de Vizcaya, a la vez que paso obligado hacia la frontera con Francia. Desde entonces, en Miranda progresaron toda una serie de actividades comerciales e industriales vinculadas a la producción de bienes de consumo.

A nivel de la población, las repercusiones fueron también muy importantes. Miranda, que había visto cómo su población descendía en el siglo XVII, cómo había crecido lentamente desde el año 1752, veía crecer ahora rápidamente su vecindario, justo tras la llegada de los caminos de hierro: en 1860 la población era de 2.896 habitantes, en 1873 ya ascendía a 3.229; para 1877 subió a 4.006, en 1887 a 4.911; en 1900 era de 5.015 y en los años 1910 ya había llegado a los 7.210 habitantes. Vemos cómo en unos 50 años la población casi se cuatriplica; evidentemente se trata de un crecimiento vertiginoso muy ligado al gran centro ferroviario mirandés.

Un hecho que llama la atención, después de analizar demográficamente la pirámide de población del año 1860, es la existencia en casi todos los tramos de edades de mayor número de hombres que de mujeres, cuando casi siempre es normal lo contrario. Esto no tiene otra explicación que la llegada en masa de hombres solteros a trabajar en el tendido ferroviario, produciéndose un fenómeno parecido al ocurrido en la colonización americana.

Otro hecho notable a destacar es que entre los años 1861 y 1865 vivieron entre nosotros familias francesas e inglesas, que habían llegado como técnicos de la construcción y puesta en funcionamiento del ferrocarril. Por ejemplo, en el libro de bautizados en la iglesia parroquial de Santa María aparecen en el año 1861 tres niños de padres franceses; en el año 1862, dos niños; y en 1863 y 1864, dos niños de padres ingleses. Todavía hoy quedan vecinos mirandeses cuyos apellidos nos indican claramente que sus ante- pasados llegaron a Miranda desde vecinos países para trabajar en el ferrocarril.

Podemos afirmar que gran parte de lo que hoy es Miranda de Ebro se lo debe al ferrocarril. Incluso su actual aspecto urbanístico es el fruto del ensanche proyectado a principios de ese siglo por el ingeniero señor Sagredo, tendente a unir la zona de poblamiento primitiva con la estación del ferrocarril del Norte.

Entre 1848 y 1860, la población crecía un 66%, ascendiendo a 2.896 habitantes, como conse­cuencia de las obras de construcción y puesta en explotación de las vías férreas. Los 20 establecimientos comerciales de 1854 pasan a ser 80 y uno en 1890, y se crean pequeñas fábricas de transformación de productos agrícolas, tejería, loza, papel, curtidos y jabón. En 1891, la Sociedad «Tobalina, Zárate y Cía» crea la 1ª central eléctrica local.

1874 Miranda de Ebro

Desde 1903, Miranda de Ebro cuenta con un ensanche diseñado por Federico Keller que organiza las calles de una red ortogonal, de modo similar al ideado por Ildefonso Cerdá para la ciudad de Barcelona.​ En 1912, el ayuntamiento aumentó el presupuesto de la ciudad a más de 100.000 pesetas, una cifra que jamás se había logrado anteriormente, y siendo el de 1915 de 200.000 pesetas. Este aumento en el presupuesto municipal quedó reflejado en las nuevas infraestructuras que Miranda ganó a comienzos de siglo que convirtieron a Miranda en una ciudad bien equipada.

1903 Miranda de Ebro

En 1908 se inauguró la Plaza de Toros cuya capacidad era de 5000 espectadores. Fue construida con las piedras del desmantelado castillo de la ciudad. Otro de los recintos inaugurados en esta época destinados al entretenimiento fue el Teatro Apolo que abrió sus puertas el 4.10. 1921 y la primera obra en representarse fue El genio alegrede los Hermanos Álvarez Quintero. Al año siguiente se estrenó el cine Novedades.

La villa, convertida en ciudad desde 1907, se fue modernizando tanto desde el punto de vista urbanístico como en la dotación de diversos servicios. El propio Keller será quién se haga cargo de alguna de las nuevas iniciativas: derriba las antiguas puertas y murallas, amplía la anchura del puente de Carlos III y organiza el crecimiento urbano. Este crecimiento tuvo lugar en dos zonas, por un lado en el barrio de Aquende entre la calle Sorribas y la línea férrea, y por otro en el Ensanche, concretamente a lo largo de toda la calle de la Estación y sus paralelas. Lugar que adquirió pronto un carácter más señorial y donde se levantaron edificios unifamiliares de la nueva burguesía acomodada, como el Chalet de los Troconiz (familia de terratenientes, poseedores de hoteles y de una fábrica de cementos, 1913), casas de 3 o 4 plantas para las clases medias, o incluso el actual Parque de Antonio Machado (1915) por el arquitecto paisajista vizcaino Joaquín Cortadi Begoña. Este nuevo espacio público unía en su diseño el jardín geometrizado y encerrado en parterres de tipo francés, que formaba una cruz griega, con el jardín inglés, más libre y natural, en las cuatro esquinas del cuadrado. Incluso en 1922 se quisieron incorporar algunos lagos, cascadas, montículos y túneles de forma muy similar al parque de la Florida vitoriano.

Miranda vio aumentar su dotación de servicios con el alcantarillado o el agua potable cuya red general había esbozado Keller o el alumbrado (iniciado en 1891 pero mejorado en 1904). Pero la numerosa población demandaba además nuevos tipos de abastecimiento por lo que tras numerosos intentos iniciados en 1904, en 1912 se construye el Nuevo Matadero con planos de Javier Aguirre (arquitecto municipal de Vitoria). Obra cercana al eclecticismo historicista, austera y realizada en mampostería y ladrillo. Poco después en 1915 Nazario Llanos diseña la Alhóndiga municipal también de carácter historicista. La enseñanza pública que contaba con un edificio para niñas en la calle Real Aquende y otro para niños en la calle las Escuelas, éste en un estado lamentable, recibió un ligero impulso con la construcción entre 1903 y 1905 del colegio Cervantes, obra de Juan José Aguinaga, arquitecto de Irún. También la diversión ciudadana contó con un nuevo centro de interés, la Plaza de Toros inaugurada en 1907 y construida en parte con las piedras del castillo. Los festejos taurinos que se celebraban hasta entonces en la Plaza de España se adecuaron así a una Miranda más moderna.

Aunque el aumento de población durante la II República no fue tan intenso, no significa que no avanzase. Durante los años de la república, Miranda se dotó de un Centro de Higiene Rural, un Instituto Técnico de Segunda Enseñanza, la plaza de Abastos, una estafeta de correos, una Juzgado de 1ª Instancia, etc. Todas éstas infraestructuras, junto con la industria, hicieron que Miranda se convirtiese en el referente de la comarca y en un lugar donde buscar empleo para salir del mundo rural.

1913 Miranda de Ebro. Ensanche de Keller.  En 1903, Federico Keller entregó al Ayuntamiento el proyecto “Memoria del Proyecto de ensanche y reforma de la villa de Miranda de Ebro”, en el que se recogía la reforma del antiguo barrio de Aquende y el diseño del futuro ensanche, como respuesta a las nuevas necesidades de la todavía villa.

El crecimiento poblacional, la diversificación funcional del núcleo y la multiplicación de su sector comercial se aceleran en el siglo XX. Entre 1910 y 1920 nacen pequeñas industrias del metal (calderería y calibrados) al amparo de las necesidades del ferrocarril, sector que seguía siendo el que mayor número de personas empleaba. Se crean después fábricas de estructuras metálicas para la construcción, y de herramientas agrícolas, a las que se suman dos fundiciones en 1919, se amplía “Fundiciones Perea”, una de las 3 existentes entonces en España que tenían como objeto la creación de campanas y relojes; en 1922, se instala la “Tejera de Miranda”.

A partir de la tercera década del siglo el incremento demográfico es mayor, de los 7.300 habitantes de 1910 se pasa a 8.600 en 1920 y algo más de 12.200 en 1930. Se van a instalar nuevas industrias como la Azucarera (1925), y numerosos talleres para hacer frente a las demandas del ferrocarril. Será la nueva fábrica de azúcar la que lidere el despegue de la ciudad en estos momentos, de la misma manera que 60 años antes lo había hecho el ferrocarril. Su construcción se llevó a cabo en sólo 6 meses del año 1924 bajo el control de los ingenieros Adolfo Lewin y Augusto Norstroem, actuando como director de obras el vizcaíno Antonio Uranga. Este crecimiento hacía necesario desarrollar el plan de Keller, construir nuevas viviendas, que a partir de ahora debían seguir una normativa, y dotar al municipio de nuevos servicios. El Ayuntamiento se vio obligado en 1923 a crear el cargo de arquitecto municipal, pues aunque en otros momentos de la historia, canteros o ingenieros habían trabajado en las obras públicas municipales, no es hasta ahora cuando el cargo toma carta de naturaleza. Se hace el ofrecimiento al riojano Fermín Alamo, arquitecto por la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, donde tuvo como maestro al famoso artista modernista Lluis Domenech Montaner. Fermín Alamo Ferrer (+1937), llegado a Miranda en 1920 para construir el teatro Apolo y autor de numerosos proyectos de viviendas en la ciudad, incluido el del cine Novedades, acepta el cargo, aunque viniendo a la ciudad sólo una vez por semana.

Su actividad principal fue el Nuevo Plan de Ensanche, que ampliaba las ideas de Federico Keller, y un importante proyecto de ordenanzas sobre el modo de construcción de las viviendas que redactó en 1935. Asimismo como arquitecto municipal se encarga de reformar la Alhondiga, para convertirla en plaza de Abastos, de la construcción de la nueva Alhondiga adosada al Ayuntamiento, de mejorar el matadero, de hacer el colegio de Aquende o de levantar las cubiertas de los kioscos, que se habían construido como urinarios, del parque (1922, Antonio Paredes Pérez) y la plaza de España (1927) y que tras la obra de Alamo se convierten también en kioscos de música.

También ahora se construyen 2 nuevos colegios: uno privado, la Sagrada Familia (los Sagrados Corazones se habían establecido en 1880) y otro público, el colegio Aquende. A partir de 1923 se levanta el colegio de la Sagrada Familia con una cuidada capilla neogótica, aunque las monjas ya daban clase desde 1903, y en 1927 Fermín Alamo redactaba el proyecto para la construcción del colegio de Aquende que estuvo terminado en 1931, si bien desde 1909 ya hubo intentos de hacer un colegio para el barrio de Aquende que sustituyera la deplorable escuela pública de la calle de las Escuelas. Al café Suizo se le unen entre 1920 y 1932 tres locales de espectáculos, el Teatro Apolo en 1921 y el cine Novedades en 1932, proyectados por Fermín Alamo, y el teatro Cinema en 1930, por Tomás Bilbao; también Alamo hace dos salones de baile el Danubio en 1931 y el Imperio en 1932. Fruto del desarrollo de estos nuevos tiempos es la instalación en Miranda de varios bancos en la década de los 20′, Vizcaya (1922), Hispano-Americano (1924), Bilbao (1927) y Español de Crédito (1930). Todas esta obras públicas y los diversos servicios y centros de distracción daban salida a las necesidades de una población en alza que, sobre todo, demandaba viviendas.

Entre 1920 y 1936 asistimos a un auge constructivo sin precedentes que levantará en apenas 15 años más de 120 edificios de viviendas. En Aquende son pocas las nuevas construcciones, sin embargo el barrio de Allende se va llenando de casas principalmente en las calles Leopoldo Lewin, Santa Lucía, Ciudad de Toledo y Vitoria. Lo mismo ocurre en el Ensanche, al otro lado de la vía del ferrocarril, donde la calle de la Estación ve como su lado derecho se va ocupando casi por completo, en paralelo a la calle Arenal, Gregorio Solabarrieta y Concepción Arenal. Va a ser Fermín Alamo quien otorgue su sello personal a los edificios de viviendas de este momento en Miranda, él proyecta prácticamente todas las nuevas construcciones en las que se aprecia, aunque con matices concretos, su vinculación al eclecticismo historicista y regionalista. La aparición de otros arquitectos se reduce a intervenciones circunstanciales y no suele pasar de la redacción de un solo proyecto. La nómina la forman Enrique Poza, Elias L. de Ulibarri, Mariano Azuarestora, José Oroz, José Luis Fuente, Julio Sáez o Luis Plaza. De ellos sobresale la figura de Tomás Bilbao, arquitecto con obra muy personal influida por las corrientes europeas, que va a convivir en el tiempo con las formulaciones del GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea). A él se debe la introducción del Racionalismo en Miranda en 1930, en el cine Cinema y de forma más evidente en 1931 en el edificio situado en la calle Francisco Cantera nº 2 (esquina a la calle La Estación).

En 1925, la implantación de una fábrica azucarera en la ciudad gracias al empresario alemán Leopoldo Lewin, mejoró las expectativas del mundo rural mirandés. Tuvieron que pasar quince años para que, una vez finalizada la guerra civil, Miranda de Ebro diese el salto definitivo a la industrialización. El 14.10.1925 se inaugura la fábrica «Sociedad Azucarera Leopoldo». En 1948 inicia su producción la papelera «FEFASA», con sucesivas ampliaciones hasta 1952, empleando en el año 1958 a 2.424 trabajadores. En 1960, se comienza la construcción de «REPOSA», que entrará en funcionamiento dos años después. En 1963 se instalaba en Salcedo «INCOSA», junto a «GEQUISA», existente desde 1948. 

1943 Miranda de Ebro

En 1948 se instaló en la ciudad la empresa Fabricación Española de Fibras Artificiales, S. A. (FEFASA), aunque no estuvo plenamente operativa hasta 1952 debido a los grandes problemas económicos que tuvo que pasar. Su misión inicial era conseguir fibra artificial a partir de paja de cereal, pero con los años se dieron cuenta que aquel proyecto no era rentable. Las pastas celulósicas ganaron fuerza y FEFASA se desmarcó hacia la producción de papel. Las fibras sintéticas se impusieron sobre las artificiales, y para atender la producción de éstas, FEFASA decidió en 1965 construir Industrias Químicas Altamira SA. Cuando se construyó la chimenea principal de la fábrica (1947-1948), era el edificio industrial más alto del país.

Las razones que pueden explicar su instalación en Miranda son varias. Por un lado, tenemos su beneficiosa situación geográfica, que el ferrocarril ha convertido en una localidad excelentemente comunicada. Además, el hecho de que FEFASA fuese la primera fábrica en emplear la paja de cereal para su conversión en fibra textil celulósica añadía a Miranda, rodeada de zonas cerealísticas, la posibilidad de obtener fácilmente materia prima. Sin embargo, a estos dos factores conviene sumar algunos de carácter político, considerando sobre todo que las buenas relaciones que por aquellos años habían mantenido las autoridades burgalesas con el poder (primero, durante la guerra civil y después con el nuevo régimen) podrían haber inclinado la balanza de preferencias en esta localidad en lugar de otras. En este sentido, cabe señalar también el posible temor a que favorecido por el establecimiento ferroviario naciese aquí un foco de rechazo al nuevo régimen si éste no era capaz de canalizar la llegada de campesinos de zonas cercanas hacia un puesto de trabajo, evitando con ello el paro. Por último, no olvidamos las tímidas gestiones realizadas por unas corporaciones que auguraban las nuevas y rentables posibilidades que la gran empresa podría ofrecer.

FEFASA se presenta como un ejemplo más del desarrollo que se produce durante el régimen franquista. Ya en su nacimiento, e incluso colocación, se persigue concretar el programa ideológico del nuevo régimen, incidiendo muy a menudo a razones más político-sociales que estrictamente económicas. La primera cuestión en que se manifiesta como prototipo del desarrollo sufrido entonces es la dificultad económica que atraviesa. En cuestión financiera, la iniciativa privada es insuficiente para echar en marcha el proyecto y pronto se recurre a la participación del recién aparecido Instituto Nacional de Industria (INI). Con la entrada del Estado, a través de este Instituto, se manifiesta una intervención que en este caso, y en otros tantos, servirá para socializar pérdidas.

Superados los problemas financieros gracias al capital estatal, se inicia la construcción de la factoría. Y es aquí cuando se evidencia la precaria situación del país. La década de los 40′ estará marcada por 3 deficiencias fundamentales: escasez de materias primas (producción limitada de hierro y cemento), de tecnología y de energía.

Estas dificultades serán más graves por encontrarse el país inmerso en un contexto político de aislacionismo y con la euforia de lograr definitivamente la autarquía en lo económico. De hecho, FEFASA nacía, bajo los dos grandes instrumentos de la autarquía (las leyes industriales de 1939 y el Instituto Nacional de Industria), con el propósito de abastecer al país de fibras sin tener que recurrir al mercado exterior.

Este contexto que atraviesa el país por aquellos años, más que marcar profundamente el carácter de esta empresa, hizo que FEFASA se convirtiera en un producto más del mismo. Siempre precisó el respaldo estatal. Primero, resolvió la insuficiencia económica, después precisó su ayuda para acceder a la compra de tecnología extranjera (sobre todo, y en un principio, alemana) a través de la concesión de licencias de importación y, por último, permisos especiales suavizaron las carestías en suministros de materias primas y energía. Paulatinamente, esta actitud paternalista del Gobierno sustituyó la inquietud empresarial por la mera complacencia, iniciando esta empresa un largo camino al margen de la realidad.

FEFASA

El 25.3.1972, la Empresa Nacional de Celulosa (ENCE) absorbió a FEFASA, que como tal, había sido un auténtico fracaso económico. Sin embargo, gracias a su implantación miles de mirandeses consiguieron trabajo y el número de habitantes de Miranda de Ebro aumentó de forma espectacular en las décadas de los 1950 y 1960. Otras muchas empresas se instalaron en la ciudad gracias al foco de atracción que suponía FEFASA. En 1981 se construyó el Polígono Industrial de Bayas, el primero de la ciudad, que tiene como misión albergar pequeñas y medianas empresas. La falta de suelo industrial durante la última década del siglo XX propició un descenso en el número de habitantes de la ciudad.

En los años 80′, las tendencias industrializadoras cambian: se multiplican las pequeñas y medianas empresas, especializadas en las más diversas actividades y con una fuerte vocación exportadora, en sustitución de las anteriores iniciativas industriales de gran formato. El Polígono Industrial «Bayas», concebido por la Gerencia de Urbanización del Ministerio de Vivienda en 1969, recibía en julio de 1981 las primeras solicitudes de instalación de una serie de empresas, a las que no han parado de sumarse otras hasta superar el centenar. La existencia de un sector comercial diversificado y de un gran número de oficinas financieras es hoy otro elemento característico de la fisonomía mirandesa. Actualmente, la localidad vive como un reto de primera magnitud la creación de una Plataforma Logística capaz de multiplicar su dinamismo económico y su capacidad de creación de empleo.

Los últimos 25 años de Miranda de Ebro están marcados por el desvío de la línea férrea Castejón-Bilbao que dividía a la población en dos. En 1987 pasó el último tren por el centro de la ciudad y en la zona ocupada por las vías se construyó una moderna avenida llamada Ronda del Ferrocarril. El nuevo trazado ferroviario discurre por un túnel excavado en el cerro de La Picota.​ También se avanzó el materia dotacional con la construcción de un polideportivo, la Casa Municipal de Cultura, etc.

La llegada de un nuevo siglo también marcó un nuevo planteamiento a la hora de construir en la ciudad. A diferencia del ensanche tradicional mirandés del siglo XX, en las últimas ampliaciones de Miranda de Ebro se contemplaron numerosas plazas públicas, parques y zonas verdes así como numerosos equipamientos.​ También se actuó de forma radical en el centro de la ciudad peatonalizando parte de las principales avenidas del ensanche.

Plano general de la Estación de Miranda de Ebro con todos los apartaderos comunicados con ella (2006), por Pedro Pintado Quintana

Algunas de las edificaciones clave en el urbanismo de la ciudad a comienzos del siglo XXI será la creación del primer Museo de la Ciudad. El inicio de las obras fué en 2009.​ El futuro museo recogerá la historia mirandesa de un modo dinámico y además albergará el archivo histórico de la ciudad. El edificio escogido es la llamada Casa de Don Lope, un caserón neoclásico del siglo XVIII y al que se le unirá otro edificio vanguardista de un color rojo intenso que pretende ser el referente visual desde el Ebro.​ Otro edificio singular será el Hangar de las Artes o Hangar de Arte Joven que se prevé su construcción a partir de septiembre de 2008.​ Será un centro de referencia de las artes plásticas a nivel nacional. En este nuevo centro, que se ubicará junto al albergue Fernán González, los jóvenes talentos podrán desarrollar sus facultades artísticas. Además será la sede de la Fundación Arte Joven de Castilla y León.

De vital importancia será la ampliación del suelo industrial de Miranda de Ebro para incrementar el crecimiento económico de la ciudad. En este sentido, en 2010 se inauguró el Parque Empresarial de Ircio Actividades, uno de los más extensos de Castilla y León.

En la fantástica publicación de la Estrategia de Regeneración Urbana de Castilla y León (ERUrCyL), se describe la situación:

Miranda se localiza en el centro de una suave depresión perteneciente a la cuenca de Ebro. Tuvo una gran relevancia histórica, al ser el único paso que permitía cruzar el Ebro desde y hacia las tierras de Logroño. El asentamiento original de la población se estableció en las laderas del cerro de la Picota, conocido como el barrio Aquende el Río. Al otro lado del río, se localiza el otro barrio histórico de Miranda, Allende, el que pertenecía a los caballeros alaveses. A mediados del siglo XVII la villa sigue todavía el modelo clásico medieval, con calles alargadas y estrechas y edificios de 3 o 4 alturas. En el año 1860, la llegada del ferrocarril influye mucho sobre el urbanismo de la villa, siendo el elemento que condicione de manera determinante el crecimiento del núcleo hasta finalizar la Guerra de la Independencia.

En el año 1903 se desarrolla un ensanche diseñado por Federico Keller, que organiza las calles en una red ortogonal, de modo similar al de Cerdá. El eje generador de toda la trama urbana del ensanche es la vía que, en continuación con la trama medieval del barrio de Allende, comunica el puente sobre el Ebro y la estación de ferrocarril. Para romper la monotonía, Keller decide crear algunas plazas circulares y puntos de reunión de la población. La ciudad medieval no es el origen del ensanche, sino que confluye con él. Miranda adquiere numerosas infraestructuras, que junto con una industria en auge, hacen que la ciudad se convierta en el referente de la comarca.

Crecimiento y estructura urbana de Miranda de Ebro

El último cuarto del siglo XX el desarrollo urbano de Miranda de Ebro viene marcado por el desvío de la línea férrea Castejón-Bilbao, que dividió a la población en dos durante más de un siglo. En 1987 en la zona ocupada por las vías se construye una moderna avenida llamada Ronda del Ferrocarril. El nuevo trazado ferroviario discurre hoy día por un túnel excavado en el cerro de La Picota. De vital importancia será la ampliación del suelo industrial de Miranda de Ebro para incrementar el crecimiento económico de la ciudad. En 2008 comenzarán las obras de otra nueva zona industrial, el polígono de Ircio, que será uno de los más extensos de Castilla y León.

Miranda de Ebro es un nudo de comunicaciones que fomenta el tejido industrial En la zona de influencia de la ciudad se sitúan empresas agroalimentarias, aeronáuticas y siderúrgicas entre otras. Además del polígono industrial de Bayas o el polígono industrial de Ircio, existen otras zonas industriales de menor tamaño.

Población.

Miranda de Ebro es la 2ª ciudad de la Provincia de Burgos con una población de derecho de 36.724 personas en 2014, en el año 2007 se situaba por encima otras capitales de provincia de Castilla y León como Soria y Ávila. La evolución de la población marca una cierta crisis desde mediados de los 80′ hasta el inicio de la presente década debido al efecto de absorción de otras economías próximas más solventes. Tan sólo desde principios del 2000 la inmigración ha podido frenar la pérdida de población, como muestran los datos del crecimiento vegetativo y saldo migratorio, alcanzando la población extranjera las 5.341 personas, un 13,45% del total de la población residente, y casi un 24% si sumamos la inmigración interior, lo cual ha elevado notablemente la tasa de maternidad que se sitúa en un 18,6%.

La pirámide de población muestra una población relativamente joven debido al marcado carácter industrial, si bien evidencia un elevado índice de envejecimiento y una relativa falta de juventud y población de relevo, que se hace patente en un índice de envejecimiento del 18,09% y una tasa de dependencia de 26,53%.

Economía.

El mercado de trabajo presenta fuertes asimetrías y desequilibrios caracterizados por una tasa de actividad moderadamente superior a la regional, pero inferior a la de Burgos y a la media española, aunque especialmente baja si consideramos la población femenina. Igualmente, el paro es especialmente significativo, y más concretamente el femenino. A pesar de la baja tasa de actividad de dicho colectivo, representa el 58% de los demandantes de empleo, con 8 puntos por encima de la media nacional y 13 puntos por encima de la tasa de paro masculino. En la estructura del mercado de trabajo encontramos que más del 26% de la población empleada trabaja en la industria, teniendo la construcción un elevado peso, un 15,10%, en detrimento del sector servicios que no llega al 58%. El trabajo autónomo es bastante menor, situándose en 18,47%, lo que sitúa el trabajo por cuenta ajena en un llamativo 81,53%, lo que explica el enorme peso de la industria y las grandes empresas en el mercado de trabajo en detrimento del sector servicios y de las profesiones liberales o el pequeño comercio.

El número de parados en los últimos 6 años ha aumentado considerablemente, en el año 2008 1.798 habitantes estaban en paro, valor que en el año 2013 se duplica. Aunque en el año 2014 hay un ligero descenso, es uno de los parámetros más relevantes.

Vivienda.

Miranda de Ebro cuenta con 18.293 viviendas de las 151.831 existentes en la provincia (el 12%). Del total 13.465 se destinan a vivienda principal, 2.179 a secundaria, 2.520 se encuentran vacías o deshabitadas y 129 son de otro tipo. En cuanto al estado de la edificación el 16% se encuentra en mal estado o ruina, lo que induce a pensar que se necesitan obras de rehabilitación.

PGOU 2005 TR Miranda de Ebro. Estructura Orgánica.

El Plan General de Ordenación Urbana vigente fue aprobado definitivamente de forma parcial por Orden FOM 1349/2005 de 26 de septiembre. Se excluyó de la aprobación definitiva los ámbitos de suelo urbano no consolidado y suelo urbanizable delimitado situados en Entidades Locales Menores cuya densidad mínima era inferior a 40 viv/ha y las modificaciones que afectaban a zonas verdes. (El Texto Refundido se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Burgos el 10.3.2006). Por Orden FOM/1918/2006, de 13 de noviembre se aprobó definitivamente lo relativo a los ámbitos de suelo urbano no consolidado y suelo urbanizable delimitado situados en las entidades menores del término municipal. Por último por Orden FOM/905/2009, de 2 de Marzo, se aprueba definitivamente las modificaciones que afectan a espacios libres públicos y zonas verdes del PGOU de Miranda de Ebro, para su adaptación a la Ley y al Reglamento de Urbanismo de Castilla y León.

El anterior Plan General de Ordenación Urbana de Miranda de Ebro, Burgos, fue aprobado definitivamente por la Comisión Provincial de Urbanismo de Burgos con fecha 17.5.1999. Correspondía con un documento urbanístico no adaptado a la Ley 5/1999, de 8 de abril, de Urbanismo de Castilla y León, por cuanto la aprobación inicial del documento se realizó con anterioridad a la entrada en vigor de esta Ley, y que en aplicación de su Disposición Transitoria Sexta, se continuó su tramitación de acuerdo con la legislación anterior.

En este caso, el régimen de vigencia del Plan General era el previsto en las disposiciones transitorias de la Ley 5/1999. Así, la Disposición Transitoria Primera de la citada Ley establecía la adaptación a la misma del vigente Plan General cuando se proceda a su revisión, y en cualquier caso antes de 4 años desde la entrada en vigor de la Ley; pudiendo también adaptarse mediante una modificación del Plan General.

Con la finalidad de dar cumplimiento a lo establecido en este nuevo marco legislativo urbanístico de carácter autonómico, se convocaron los trabajos técnicos para la “Adaptación del Plan General de Ordenación Urbana a la normativa urbanística de la Comunidad Autónoma de Castilla y León”.

PGOU 2005 TR Miranda de Ebro. Unidades Urbanas

La estructura general y orgánica del territorio establecida en el Plan General de Ordenación Urbana de 1999 y, por tanto, el modelo de ordenación urbanística definido, se mantuvo por cuanto su grado de aceptación por los ciudadanos y distintas organizaciones sociales de Miranda de Ebro ha sido amplio, habiéndose realizado la aprobación de dicho Plan General con el acuerdo de los distintos grupos políticos municipales.

En sesión plenaria del Ayuntamiento de Miranda de Ebro celebrada el día 16.12.2003, se acordó aprobar inicialmente el proyecto de Adaptación del Plan General de Ordenación Urbana de Miranda de Ebro, a la Ley 5/1999, de 8 de abril, de urbanismo de Castilla y León, y la apertura del trámite de exposición pública durante un plazo de 2 meses, según anuncio publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León del 5.1.2004, y en el Boletín Oficial de la Provincia de Burgos del 9.1.2004.

El Centro Histórico de Miranda de Ebro

El Ayuntamiento el 2.10.2003 acordó aprobar el Plan Especial de Reforma Interior «Conjunto Histórico» de Miranda de Ebro (PERI 1).Miranda de Ebro es Conjunto Histórico Artístico desde 1982, y cuenta con varios edificios declarados como Bienes de Interés Cultural. El conjunto histórico está formado por dos núcleos el de Aquende, también llamado Casco Viejo. En él surgió el primer asentamiento de la ciudad. Situado en la orilla derecha del Ebro y en las faldas del cerro la Picota, aún conserva su sabor medieval. Sus calles son largas y estrechas, y es la zona de ocio más importante de la ciudad. El otro núcleo es Allende: que es el segundo barrio más antiguo de la ciudad tras el Casco Viejo. Está situado en la margen izquierda del río Ebro y surgió tras la construcción de un puente sobre el mismo. Se trata de un barrio residencial cuya arquitectura data de finales del siglo XIX y principios del XX.

Las características singulares del Casco Histórico de Miranda de Ebro, plantean claras acciones rehabilitadoras que deberían ir orientadas hacia los espacios urbanos históricos, incorporando tras el estudio correspondiente los tejidos urbanos que se consideren idóneos. El ayuntamiento es consciente de la problemática del centro y ya ha puesto en marcha un Area de Rehabilitación del Casco Histórico.

PERI Conjunto Histórico de Miranda de Ebro. 2003 (TR)

Aproximación a los conjuntos residenciales homogéneos de Miranda de Ebro. La residencia en Miranda de Ebro ofrece gran variedad de situaciones, desde 2 centros históricos hasta un gran ensanche, así como diversas urbanizaciones alejadas del núcleo, pero que mantienen una gran homogeneidad.

Areas ya intervenidas o con proceso de regeneración en curso. El Centro Histórico de Miranda fue declarado como Area de Rehabilitación el 23.10.2008. La actuación ha rehabilitado 358 viviendas y ha permitido la reurbanización de calles y plazas en los barrios de Aquende y Allende, a ambos lados del río Ebro. Se trata de una zona de origen medieval de gran valor arquitectónico y ambiental. La inversión para este proyecto ha supuesto una inversión de casi 7 millones de €.

El barrio de Aquende comprende el área entre el monte de la Picota y el río Ebro, en su margen S, con un importante valor histórico-artístico, lo que refuerza el interés por su rehabilitación al encontrarse en ese entorno Bienes de Interés Cultural como la iglesia de San Juan Declarado, la de San Nicolás, o edificios con una protección integral como el Teatro Apolo, la iglesia de Santa María, la Casa Palacio de los Urbina entre otros. El barrio queda definido por las calles Real Aquende, Oroncillo, Eras de San Juan, Línea de Ferrocarril, Río Ebro, calle de la Independencia, calle San Francisco, calle y Plaza del Castillo, así como el límite con los depósitos de agua y la canalización superior del río Oroncillo. Otros elementos relevantes del patrimonio en el Barrio de Allende y sobre el río Ebro son el Puente Carlos III, la puerta del Arenal y las manguardias del Ebro.

Areas de intervención potencial. Una lectura selectiva de los conjuntos residenciales homogéneos. Es importante en nuestro estudio resaltar una serie de viviendas que pueden ser fruto de posibles rehabilitaciones, entre los grupos de vivienda colectiva que nos encontramos en Miranda podemos resaltar el grupo San Juan, que ubicaba a los trabajadores del antiguo matadero, o pequeñas promociones como las de Renfe o las del sindicato del hogar. Los barrios de baja densidad se sitúan alejados del núcleo, por un lado tenemos la urbanización del Crucero al O del centro y al E la barrida de Bayas. Finalmente tenemos que resaltar el gran poblado que la empresa Fefasa hizo para sus trabajadores con 130 viviendas unifamiliares.

  • Barrios de vivienda colectiva:
    • 1 Barriada de San Juan (1920)
    • 2 Grupo Condado Treviño (1960)
    • 3 Barriada 1 de mayo (1956)
    • 4 Grupo Renfe (1950)
    • 5 Los Pinos (1968)
  • Barrios de Baja densidad:
    • 6 El Crucero (1950)
    • 7 Barriada Bayas (1950)
  • Residenciales vinculados a Industrias Singulares
    • 8 Poblado ENCE (1957)

Miranda de Ebro. Conjuntos Residenciales Homogéneos.

En general, Miranda en los últimos años ha sufrido un fuerte decrecimiento de su población en todos sus barrios salvo en el barrio de la Matilla, el ámbito de las Californias y el E del centro histórico en el barrio del crucero donde se están realizando los últimos planes urbanísticos.

Miranda de Ebro tiene un índice de envejecimiento medio-bajo. Sólo existe un ámbito con una tasa de envejecimiento alta situada en el ensanche colindante con el centro histórico.

La tasa de paro más alta se sitúa en el ámbito de Allende del centro histórico y en el barrio de la Matilla y zonas aledañas al corredor ferroviario. El resto de la ciudad se encuentra con una tasa desocupada media-baja.

Los barrios o áreas que concentran mayor porcentaje de viviendas anteriores a los 80′ son el barrio de Aquende en el centro histórico y en pequeños ámbitos de la zona de ensanche y en ámbito de los Pinos donde se sitúa alguna promoción pública de los años 60′.

En 2007, entre los Proyectos Cofinanciados por la SGCL con ayudas del FEDER 2007-2013, bajo el Eje 5: Desarrollo Sostenible Local y Urbano, se adjudicó el proyecto Urban Miranda, que tenía como objetivos una serie de actuaciones en materia de promoción económica, social y medioambiental en base a 3 ejes de medidas: I.-Mejora del Tejido Económico II.- Cohesión Social y Medio Ambiente III.- Mejorar la participación en la vida pública de la sociedad civil.

El Plan Estratégico estaba integrado principalmente en los siguientes planes: el “Plan General de Ordenación”, en la “Agenda 21 Local”, en el “Plan de Riveras del Ebro”, el “Plan de Emergencia Nuclear”, el “Plan Director del Castillo de Miranda” y al “Plan de Reforma interior del Centro Histórico”. Entre las Actuaciones, Promoción de la SI Ciudadanos, la Oficina de Promoción Industrial, el Programa de Mejora Sectorial de Servicios, los Accesos al Parque Picota y las Zonas Verdes, el Parque de Callejonda, la actuación en C/ Real Aquende y Feder Queliez e Independencia C/Estación 7, Carril Bici, la Recuperación del Castillo, la Casa de la Igualdad o el Espacio Joven (Fábrica de Tornillos) y la plaza de abastos, por un importe de 4.442.747,34€.

Además, dentro del Proyecto Desarrollo Local y Urbano. Convocatoria 2011, destaca MIRANDA INDUSTRIA-CULTURAL, incluido en el Eje 5: Desarrollo Sostenible Local y Urbano. Plan Estratégico: El conjunto del proyecto se enmarca principalmente dentro del “PLAN ESTRATEGICO DE RESTAURACION CASCO ANTIGUO DE MIRANDA DE EBRO”.

Descripción de proyecto: El proyecto “Miranda Industrial Cultural” pretende realizar un ambicioso programa de actuaciones en el Centro Histórico de la ciudad con la finalidad de lograr un desarrollo cultural, económico y turístico de esta área como puntal importante del futuro de la ciudad. En él no solamente se engloba una restauración arqueológica del Patrimonio Cultural (Tenerías), sino también una mejora del entorno natural (Jardín Botánico) y de la accesibilidad mediante la peatonalización de calles, sino también una promoción económica para diversos sectores sociales, con especial incidencia en los más desfavorecidos a través de Talleres de empleo. Todo esto se logra con la participación social de los ciudadanos y con la inclusión en el mismo de las nuevas Tecnologías. con Actuaciones de Recuperación de Tenerías, la Ampliación del Jardín Botánico, el Taller de Empleo y Campos de trabajo, la Red de Comunicación ciudadana, la Promoción por la accesibilidad, la Participación de grupos desfavorecidos y el Equipamiento de Telecomunicaciones, por un importe de 1.057.180,78€.

Miranda acude a los Fondos Feder con el proyecto «Miranda en futuro: la industria cultural y turística. Una nueva forma de desarrollo económico» En enero de 2016, la Junta de Gobierno Local aprobó el proyecto para concurrir a los Fondos Feder que se presentaría con el título “Miranda en Futuro: La industria cultural y turística. Una nueva forma de desarrollo económico”.

Con el mismo el Ayuntamiento de Miranda concurrió a la convocatoria de ayudas para la selección de Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrados (EDUSI) que serían cofinanciadas mediante el programa Feder de crecimiento sostenible 2014-2020 para áreas urbanas constituidas por un único municipio con población mayor de 20.000 habitantes.

Tenía un importe total de 8.790.000 € y se aprobó la participación del Ayuntamiento en la 1ª convocatoria del programa solicitando la aportación del 50% del importe, es decir, 4.395.000 €.

Con este proyecto lo que se pretendía era desarrollar una serie de actuaciones en diferentes líneas: administración electrónica local, fomento de la movilidad urbana sostenible, mejora de la eficiencia energética y aumento de las energías renovables, promoción y protección y fomento del patrimonio cultural y natural del área urbana, acciones integradas de mejora en el entorno urbano y su medio ambiente y regeneración física, económica y social de áreas urbanas desfavorecidas centrado en el Casco Histórico en este caso; y para centrarse en 3 aspectos: mejora de la calidad de vida de la ciudadanía, el impulso cultural y turístico y el desarrollo económico

El ámbito de actuación del proyecto sería el conjunto del término municipal constituyendo uno de los pilares fundamentales del proyecto el desarrollo económico de la ciudad, con lo que las zonas industriales serían objeto de interés. Por otro lado, la población a la que iba destinada el Feder sería el conjunto de la ciudadanía con especial incidencia en la población sin empleo y en riesgo de exclusión.

‘Miranda en Futuro’ está compuesta por 31 acciones, de las que gran parte van dirigidas al caso histórico. Solicitó a Europa 4,4 millones para una inversión total de 8,8 millones de €, pero no obtuvo la valoración mínima necesaria ni en 1ª, ni en 2ª convocatoria. ¿Se presentará a la 3ª, no?

PGOU 2005 TR Miranda de Ebro. Ordenación y Gestión.

ÁREA DE REGENERACIÓN URBANA «EBRO-ENTREVÍAS» (ARU) es un ámbito de actuación para la rehabilitación de edificios de viviendas y la renovación urbana, mediante un convenio firmado entre el Ministerio de Fomento, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Miranda de Ebro, con una dotación presupuestaria de 2.932.989,26 €.

El área tiene forma triangular y está delimitada por el río Ebro, la calle Ronda del Ferrocarril, la calle Los Almacenes y la línea férrea Madrid-Irún, quedando fuera las edificaciones pertenecientes al Área de Rehabilitación del Centro Histórico. El objetivo de la actuación es la regeneración urbana y la mejora de la calidad de la edificación, para ello, se otorgan subvenciones a fondo perdido a comunidades de propietarios que presenten proyectos de obras encaminadas a la conservación, mejora de la calidad y sostenibilidad y accesibilidad. La primera fase contempla ayudas para 115 viviendas en el período 2016-2017.

La propuesta de ARU del Ayuntamiento afectaría a 2 periodos: 2015-2017 y 2017-2021, y supondría la rehabilitación de 460 viviendas en ambas fases además de actuaciones en espacio público como la reurbanización del parque infantil de la calle Bilbao, plaza Constitución, travesía de Carlos III y actuaciones puntuales para mejora de accesibilidad, así como actuación en el antiguo Colegio Cervantes.

Hoy Miranda de Ebro tiene una población de 35.922 habitantes y un parque residencial de 20.290 viviendas. 

Las relaciones de la ciudad con el FFCC, ya no son tan buenas, «El Ayuntamiento prepara la demanda contra Adif por no ejecutar la obra de El Crucero» (16.11.2017), para obligar a Adif que ejecute la obra de supresión del paso a nivel de El Crucero en virtud del convenio suscrito con el Consistorio en 1999 y la posterior adenda de 2006; un nuevo frente, «el estudio informativo del eje de alta velocidad ferroviaria entre Logroño y Miranda del Ebro» (17.9.2017); «Si no se hace el tramo Burgos-Vitoria son estériles los esfuerzos en la Y y en la línea Madrid-Burgos» (13.12.2016).

En la ciudad, la dejadez y falta de mantenimiento en muchos inmuebles hace que se produzcan situaciones de riesgo que obligan tomar medidas urgentes.

Otras veces, como la empresa JSV Logistic, que el año pasado adquirió los terrenos de la antigua papelera Rottneros, ha comenzado los trabajos para construir un centro logístico con una terminal ferroviaria en Miranda de Ebro (Burgos), con el objetivo de convertirse en una conexión directa entre el norte peninsular y los puertos del Mediterráneo. 

Por contra, existen 6 inmuebles de la ciudad merecedores de un reconocimiento a nivel nacional a través de la Fundación Docomomo Ibérica -dependiente de Docomomo-, con sede en París. Son el Cine Novedades, ideado en 1931 por Fermín Álamo, el inmueble que acoge el IES Fray Pedro de Urbina, promovido en 1956 por el Ministerio de Educación y proyectado por José Antonio Corrales, el inmueble del ITM, diseñado por Rafael Gil-Albarellos de Rivas en 1964, el edificio de viviendas sito en c/Francisco Cantera, 2 de Tomás Bilbao de 1931 o la Iglesia de FEFASA de Eusebio Calonge Francés entre 1951 y 1958, o la obra de José Soteras Mauri de 1938, Edificio de viviendas en el Parque Antonio MachadoEl propósito que dio origen a DOCOMOMO fue estudiar y documentar la arquitectura del movimiento moderno con el fin de lograr su reconocimiento como parte de nuestra cultura del siglo XX, su protección patrimonial y conservación.

Miranda de Ebro ha sido siempre un enclave de excepcional importancia estratégica por su posición geográfica. Cruce de caminos entre La Rioja, el País Vasco y Castilla, fue objeto de deseo y codiciado botín por reinos y ejércitos.  Fueron sus importantes vías de comunicación (sobre todo el ferrocarril) las claves para la transformación de esta ciudad burgalesa, ya en el siglo XIX; de una economía agrícola-ganadera se dio paso a una industrial y de servicios, expandiéndose la urbe a ambos lados del río que da nombre a la misma: el Ebro.

Retos para un una ciudad surgida del cruce de caminos y una ciudad levantada sobre el río. Así de especial es Miranda de Ebro. Pero su compromiso con el futuro del territorio y sus ciudadanos no puede olvidarse de su larga historia urbana. Proteger la ciudad es proteger el territorio y a sus ciudadanos.

Mientras, cuidar del maná logístico, cuidar del centro viejo que no se degrade, cuidar del territorio…


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


Seguiremos analizando en próximas entregas los 350 municipios mayores de España