CASTRO URDIALES

CASTRO URDIALES. Población (INE)

CASTRO URDIALES. Pirámide de Población

CASTRO URDIALES. Bienes Inmuebles de naturaleza urbana y uso residencial 2014-2017

CASTRO URDIALES. Deuda

CASTRO URDIALES. Paro


Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.




Castro Urdiales es una ciudad y municipio costero de 97,62 km2, situado en el N de España (en la Comunidad Autónoma de Cantabria), situado en la comarca de la Costa Oriental de Cantabria, de tendencia urbana y turística, que está compuesta además por los municipios de Laredo, Liendo y Colindres. Castro Urdiales limita con la provincia de Vizcaya, y linda por el E y SE con los municipios vizcaínos de Musques, Sopuerta, Trucíos y Arcentales; por el O y SO, con el municipio cántabro de Liendo; y por el S, con el de Guriezo. La ciudad se sitúa a 75 km de Santander (Cantabria), y a 35 km de la villa de Bilbao (Vizcaya). Castro Urdiales es uno de los municipios costeros más poblados de la costa cantábrica con 31.817 habitantes (INE 2017); en Cantabria solamente Santander y Torrelavega tienen más población.El relieve municipal se compone, como se ha dicho, de 3 cuencas fluviales, de las cuales, la cuenca de los ríos Sámano y Mioño termina en una llanura costera sobre la que se asienta la capital municipal. Una hilera montañosa, cuyas altitudes más notorias son el monte Cerredo (643 m) al este y la peña de Santullán al oeste, flanquea dicha cuenca. Sin embargo, las máximas altitudes del municipio se encuentran en su límite sur con Vizcaya, donde están el pico Betayo (720 m) y el Ventoso (731 m).

El litoral del municipio tiene una longitud de casi 20 km, lo que hace de Castro Urdiales el de mayor en costa de Cantabria. En ésta podemos encontrar diferentes accidentes geográficos:

  • Playas: Oriñón, Arenillas, Ostende, Brazomar, Dícido (Mioño) y El Berrón.
  • Pequeños cabos:
    • Punta Lanzadoiro
    • Cabo Cebollero o punta Sonabia (popularmente conocida como la Ballena de Oriñón)
    • Punta de Islares
    • Punta de Cerdigo
    • Punta del Rebanal
    • Punta de la Pepina
    • Punta de los Cuervos (erróneamente llamada Punta Estebanot)
    • Punta Cotolino
    • Punta de Mioño (o Punta de la Gorda)
    • Punta de Saltacaballos
    • Punta de Ontón (o Punta de la Garita)
  • Islas:
    • Isla de los conejos
    • Isla de las gaviotas
    • La ísola
  • Ensenada de Urdiales
  • Ensenada de Brazomar
  • Rasa litoral acabada en acantilados
  • Ría de Oriñón, desembocadura del río Agüera

El municipio de Castro Urdiales está compuesto por el núcleo urbano de la capital municipal y además otras localidades. 9 de ellas se constituyen en pedanía, es decir, poseen un órgano local de gobierno de nivel inferior al municipal: la junta vecinal. Son: Allendelagua, Baltezana, Castro Urdiales (Capital), Cerdigo, Islares, Lusa, Mioño, Ontón, Oriñón, Otañes, Sámano, Santullán, Sonabia. y Talledo.

La evolución urbana de Castro Urdiales no se ha desarrollado en torno a un camino, a un cruce de caminos o a un asentamiento episcopal como muchas ciudades; sino en torno a su emplazamiento marítimo que impulsó su vocación mercantil como algo complementario a la explotación pesquera del lugar.

La proximidad de Castro con Bilbao (35 km), el precio de la vivienda, más asequible en la ciudad cántabra que en la vasca, y la amenaza del terrorismo en Vizcaya, ha supuesto que desde el año 1996 al 2007, el 65 % del aumento de la población castreña sea originario de la provincia vizcaína, y que el 34 % de los empadronados en Castro proceda de Vizcaya.​ La importancia de la inmigración vasca en Castro ha llevado a partidos políticos de corte nacionalista vasco como el ya desaparecido Acción Nacionalista Vasca a pedir la incorporación de la ciudad cántabra a Euskadi, pretensión que mereció el «rotundo rechazo» de los parlamentarios y partidos políticos cántabros, por ser un «despropósito alejado de la realidad y del sentimiento de los cántabros», y un «delirio incoherente».Según ADIC, las teorías esgrimidas por los partidos anexionistas para justificar la incorporación se basan en planteamientos «político-administrativos» e imperialistas. Desde antes de la Edad Media, Castro Urdiales se relacionó económica y políticamente con las villas marineras de la costa de Cantabria en la llamada Hermandad de las Cuatro Villas.

La fundación de las villas de Castro Urdiales (1163), Santander (1187), Laredo (1200) y San Vicente de la Barquera (1210) respondía a una estrategia por parte de Alfonso VIII para consolidar el poder regio mediante una hilera de villas costeras dispersadas a lo largo de la costa castellana en previsión de ataques de reinos como los de León o Francia, y de paso limitar el poder de la nobleza territorial. Esta estrategia también perseguía estrechar lazos con Inglaterra, que poseía durante el período angevino la franja atlántica de la costa francesa; desde la Gascuña hasta Normandía, y que resultaba muy atractivo para el comercio castellano.

En un contexto más amplio, Alfonso VIII no fue el único monarca interesado en fomentar la creación de villas costeras en el Cantábrico. Ya antes, el monarca del Reino de León Alfonso VI había concedido libertades a los vecinos de Avilés, que más tarde fueron confirmadas y ampliadas mediante el fuero de Avilés de Alfonso VII . Con ello se inicia una carrera de los monarcas peninsulares por asentar su poder mediante la fundación de villas por toda la costa norte peninsular: en 1163 a la fundación de Castro Urdiales habría que unirle la de Padrón; Noya en 1168, Pontevedra en 1169, San Sebastián hacia 1180, etc. A finales del siglo XIV los sucesivos monarcas habían fundado cerca del medio centenar de villas costeras.

Sin embargo, la distribución de estas villas no fue similar en todos los lugares. Como puede observarse en el mapa que facilitamos, la densidad de villas es mucho mayor en el área perteneciente a la costa vasca. Destacan 2 espacios en los que apenas existen villas; uno en Galicia, que comprende 210 kilómetros de costa sin que exista una sola villa fundada por monarcas a comienzos del siglo XV. La razón de esta ausencia se debe al tipo de costa inaccesible y de gran peligrosidad conocida como la Costa de la Muerte. El otro espacio en el que se constata una menor densidad de villas es el que ocupa hoy día Cantabria: apenas 4 villas en más 170 km de costa .

Distribución de ls villas costeras del norte peninsular a comienzos del s XV. Tesis Doctoral “LAS CUATRO VILLAS DE LA COSTA DE LA MAR EN LA EDAD MEDIA. CONFLICTOS JURISDICCIONALES Y COMERCIALES” por JAVIER AÑÍBARRO RODRÍGUEZ

Desde los primeros estudios de Historia Urbana del norte peninsular, ha sorprendido la situación urbana de la actual Cantabria. Por un lado la implantación del modelo urbano es muy temprano, pero por otro llama la atención que dicho proceso quedara paralizado. La razón que se ha venido esgrimiendo, y no parece que haya otra, reside en que buena parte del territorio pertenecía a la nobleza y no era territorio de realengo. Concretamente entre Santander y San Vicente de la Barquera estaban instalados los señores de las casas de Mendoza, Velasco y Estrada.

Desde entonces, y durante los siglos XIII y XIV las villas cántabras disfrutaron de una autonomía propia circunscrita a un doble espacio jurisdiccional: el terrestre y el marítimo. Para el ámbito terrestre, el monarca otorgaba a las villas una serie de propiedades y una jurisdicción con atribuciones fiscales y judiciales con el fin de garantizarles una autonomía política y económica. Para el ámbito marítimo, el rey les otorgó la exclusividad de las actividades pesqueras y comerciales dentro de una franja de más de 100 km desde San Vicente de la Barquera hasta Castro Urdiales, lo que incluía el disfrute del agua de mar y de las rías, lugares en los que nadie que no fuera vecino de las Cuatro Villas podía realizar carga, descarga ni cualquier otra actividad comercial sin su consentimiento.

El estudio de la jurisdicción de Castro Urdiales presenta una doble problemática; en primer lugar no se ha conservado el texto fundacional de la villa, por lo que es imposible identificar con precisión los límites de su territorio a finales del siglo XII y comienzos del XIII. El otro problema se plantea una vez se consulta la documentación de los siglos XIII, XIV y XV, y es que la realidad del espacio jurisdiccional es cambiante. Ello plantea dificultades a la hora de delimitar su jurisdicción, pues desde la creación de la villa, ésta expandió su influencia territorial apropiándose de territorios de otras jurisdicciones que por entonces se hallan en pleno proceso de desintegración.

Los orígenes de Castro Urdiales no están claros. Si el fenómeno de la formación de las villas costeras es difícil de abordar, dada la escasa documentación que ha llegado hasta nuestros días, en el caso de Castro Urdiales ésta es prácticamente inexistente. En este sentido, las investigaciones más recientes apuntan a que Castro Urdiales, surge como una “villa nueva” durante la Edad Media . Es decir, que no surge como la evolución lógica del caserío formado alrededor de un castillo o monasterio, sino que se funda ex novo con una intencionalidad determinada.

Castro Urdiales se asienta sobre el emplazamiento que ocupó, primero el Portus (S)Amanum, (indígena) y más tarde lo que se denominaría Flaviobriga (colonia romana). Sin embargo, no se ha podido constatar que existiera una continuidad temporal entre las poblaciones de la tardoantigüedad (los últimos vestigios de Flaviobriga se remontan al siglo VI dC) y las medievales, más bien al contrario. Las bases en las que nos fundamentamos son 3:

En primer lugar, Castro Urdiales es una villa creada “ex novo”, cuyo origen se remonta al fuero fundacional. Ello se demuestra en el aspecto del casco urbano de Castro Urdiales; es homogéneo, presenta calles rectas solares regulares, de modo que el crecimiento urbano no fue espontáneo. Si hubiera existido un poblamiento anterior , éste hubiera quedado fosilizado en una zona concreta de la villa más compacta y caótica, pero en este caso se percibe una regularidad del trazado urbano que sugiere una planificación previa a la construcción del caserío medieval .

En segundo lugar, nos apoyamos en la confirmación arqueológica. Podría considerarse que ese trazado recto se correspondía con el de las ciudades romanas, pero gracias a las excavaciones realizadas en la calle Ardigales, se pudo comprobar que el trazado urbano de Flaviobriga no se corresponde con el de época medieval, por lo que existió un cambio en el urbanismo entre ambos períodos, motivados probablemente por una fase de abandono acaecida en la temprana Edad Media .

El tercer y último elemento que viene a confirmar la ruptura temporal entre los pobladores de la Antigüedad y los de la Edad Media es la propia conciencia urbana de los habitantes. En la documentación las gentes de Castro Urdiales no se identificaban con un pasado romano, ni siquiera parece que fuesen conscientes de que éste existía .

Por tanto, la creación de la villa de Castro Urdiales debería situarse en 1163, fecha atribuida al fuero de la villa concedido por Alfonso VIII, cuyo texto no nos ha llegado . Sin embargo, el área circundante de Castro Urdiales no había permanecido despoblado. Algunos centros rurales o caseríos permanecieron habitados, conservando la toponimia con la que fueron conocidos en la Antigüedad. Tal es el caso de Sámano, una aldea situada a escasos 2 Km. hacia el interior de la villa de Castro Urdiales. Hasta la constitución de Castro Urdiales como villa, el lugar de referencia en el territorio había sido Sámano, que actuó como agente aglutinador de las poblaciones circundantes. Por encima de Sámano, Castro Urdiales, así como de las otras poblaciones situadas entre Trasmiera y Vizcaya, se encontraba la denominada Tierra de Vecio, una demarcación territorial dependiente de la Merindad Mayor de Castilla Vieja .

A partir de 1163, Castro Urdiales fue cobrando mayor relevancia y desplazando a Sámano como autoridad de la región hasta el punto de integrarlo dentro de su propia jurisdicción . Este fenómeno fue posible debido a la desmembración de Vecio, ya que el control de su área circundante empezó a ser asumido por Castro Urdiales con el beneplácito de la Corona. Aún con todo, y como desarrollaremos más adelante, Sámano y sus aledaños contaron con cierta autonomía dentro del territorio jurisdiccional de Castro Urdiales hasta finales de la Edad Media. Las noticias referentes a la jurisdicción de Castro Urdiales desde la concesión de su fuero hasta el siglo XV son escasas. Además, dado que dicho fuero no se ha conservado hasta nuestros días, nos resulta muy difícil determinar con exactitud los límites que Alfonso VIII confió a la villa en concepto de territorio. Afortunadamente se conservan algunas escrituras de privilegios y confirmaciones que mencionan los espacios que conformaban la jurisdicción de Castro Urdiales.

La primera mención al territorio jurisdiccional de Castro Urdiales aparece en un documento datado en 1347, concretamente se habla de Sámano y sus aledaños, que por entonces lo conformaban, Mioño, Otañes y Baltezana, además del propio Sámano . En dicho documento se permitía que Castro Urdiales ejerciera su jurisdicción en los territorios “que se contienen desde la faya de Anton (sic) fasta son de Samano, e fasta Umanas e fasta el barco de Orinon”, y se informaba que los alcaldes de Sámano amparaban a los malhechores y ladrones que se refugiaban en las inmediaciones y atacaban a los mercaderes que iban a Castro Urdiales a comerciar. Por ello se solicitaba que estos territorios pasasen a depender de la jurisdicción de Castro Urdiales, de forma que “ningun merino mayor de Castilla nin otro por el , nin alcalde, nin otro ofiçial, non se entremeta de aqui adelante de usar de merindad nin del otro ofiçio, nin de prender nin de matar en este dicho término de Castro ningun malfechor, nin prendar algun omme que y ande nin que y more (…) Ca nos tenemos por bien que de aqui adelante que ayan la jurediçion desta dicha tierra los alcaldes e merino de la dicha villa de Castro, e usen de la justiçia commo dicho es”.

La imagen del territorio que nos transmite este documento es la de una zona en la que convivían dos jurisdicciones con unos límites bien definidos; por un lado la de la villa de Castro Urdiales y su territorio. Por el otro, la de la “tierra de Vecio”, a la que pertenecía Sámano y sus aledaños, y sobre la cual existe poca información. Podemos deducir, que Castro Urdiales vio acrecentado su territorio a mediados del siglo XIV con la incorporación de Sámano y sus alrededores a su jurisdicción, si bien lo hicieron con un régimen de autonomía especial, en forma de junta, como veremos más adelante.

La figura de “la tierra de Vecio”, parece ser una demarcación territorial que en el siglo XIV se hallaba en pleno proceso de desintegración. Las jurisdicciones de Vecio comenzaron a desgajarse desde la segunda mitad siglo XII, coincidiendo con la fundación de las villas costeras de Laredo y Castro Urdiales, las cuales comenzaron a asumir el control de estos territorios. Dado que Vecio aparece de forma recurrente en la documentación que hemos manejado, que su antigua extensión englobaba territorios que pasaron a manos de las villas estudiadas y que su presencia queda atestiguada hasta al menos finales del siglo XV, consideramos conveniente reparar en esta demarcación territorial por dos motivos: el primero de ellos es el desconocimiento de esta merindad por parte de la historiografía. Si bien es cierto que desde finales de los años noventa del siglo XX algunos historiadores han reparado en ella, consideramos que aún quedan algunos puntos por esclarecer, en especial lo tocante a las relaciones de esta merindad con su entorno .

Por “Tierra de Vecio” entendemos una circunscripción territorial que, en un principio, abarcaba la mayor parte de los valles de Asón, Liendo, Guriezo, Laredo, Castro Urdiales y Sámano . El primer documento en el que aparece mencionado Vecio se data en 1313 ; se trata de la concesión del salín realizada por Alfonso XI a favor de Laredo, en la que el monarca, para garantizar el control de la sal por parte de la villa, ordena que “ninguno sea osado de vender ni de comprar sal en ningunos logares de Trasmiera ni de Vesio, nin de ningunos otros logares que lo no vendieron en el tiempo del rey don Sancho”. Las dos circunscripciones que aparecen son Trasmiera y Vecio, que son nombradas como “lugares”, sin especificar más su naturaleza; frente a ellas encontramos a la villa de Laredo. En otro documento de 1322 el monarca volvía a conceder el salín a Laredo, esta vez negándoselo expresamente a los de Vecio y Trasmiera, sin embargo de nuevo menciona estas zonas de forma ambigua e imprecisa. En este sentido, la primera referencia a la administración de Vecio y sus aledaños procede de un documento de 1335 en el que el monarca se dirige al Merino Mayor de Castilla y a los merinos de Castilla Vieja, Vecio, Trasmiera y Asturias de Santillana. Ello ha permitido a algunos autores hablar de Vecio como una merindad menor, subordinada a la Merindad Mayor de Castilla, y que a comienzos del siglo XIV ejercía su jurisdicción al sur de los territorios de Laredo y Castro Urdiales, en torno a Colindres, Guriezo, Sámano Trucíos y la Junta de Parayas (actuales Rasines y Ruesga).

1634 Castro-Urdiales por Teixiera

Las jurisdicciones terrestres y marítimas de las Cuatro Villas de la Costa encuentran su origen en la concesión de sus respectivos fueros. Sin embargo existen numerosas diferencias en la forma en que se configuraron cada una de estas jurisdicciones. Todas parten de realidades diferentes; mientras que Laredo y Castro Urdiales nacieron dentro de una merindad que se hallaba en extinción (Vecio), Santander se constituyó como un señorío de abadengo muy amplio que durante los siglos XIII-XIV se redujo y traspasó su poder al concejo urbano de la villa. El proceso de configuración de la jurisdicción de San Vicente de la Barquera merece especial atención, ya que es la villa que mayores dificultades tuvo que superar a la hora de conformar su territorio debido a su aislamiento geográfico y a la ingerencia del Marqués de Santillana, el Marqués de Aguilar y la casa de Estrada.

A partir del reinado de los Reyes Católicos, las Cuatro Villas pasaron a formar parte de una misma unidad administrativa: el corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar con Trasmiera. Aunque Santander, Laredo y Castro Urdiales se adaptaron pronto a esta nueva realidad, hallamos que San Vicente encontró algunos problemas en su incorporación. De hecho, San Vicente fue la última de las Cuatro Villas en vincularse a otros proyectos de adhesión anteriores, como la Hermandad de las Marismas. Tampoco debemos olvidar que en 1511 San Vicente se desgajó del corregimiento de las Cuatro Villas y formó un corregimiento propio durante una década. Paradójicamente, los motivos del fracaso del corregimiento de San Vicente se encuentran en el éxito del corregimiento de las Cuatro Villas: hacia el año 1520, los lazos de solidaridad y conveniencia que habían unido a San Vicente, Santander, Laredo y Castro Urdiales desde finales del siglo XIII eran ya muy fuertes. Para entonces había cristalizado una identidad propia que se manifestaba en forma de un corregimiento propio formado por la jurisdicción de las Cuatro Villas y el territorio de Trasmiera.

Tesis Doctoral. “Las Cuatro villas de costa de la mar en la Edad Media. Conflictos jurisdiccionales y comerciales ” por Javier Añíbarro Rodríguez. Dirigida por Beatriz Arízaga Bolomburu y Jesús Angel Solórzano Telechea. 2013

Ubicado en la linde oriental de la región, en “la raya de Vizcaya y las Encartaciones”, una situación limítrofe que ha sido, y es, la principal clave para entender la dinámica espacial del espacio urbano de Castro Urdiales desde hace casi dos milenios hasta la actualidad (Delgado, 2011b).

Las primeras referencias a la ocupación humana y el aprovechamiento del actual territorio de Castro Urdiales corresponden al poblado autrigón de la Peña de Sámano, considerado como precursor lejano de la colonia romana de Portus Amanum, que fue elevada a la categoría de civitas en el año 74 dC. por el emperador Tito Flavio Vespasiano con el nombre de Flavióbriga.

La actividad comercial y el propio núcleo de población sufrieron después una profunda crisis que se prolongó desde el siglo III d.C. hasta principios del siglo XII, cuando vuelve a aparecer citado un núcleo de población denominado, ahora, Castrum Ordiales. Alfonso VIII le otorgó en 1163 el Privilegio de Villazgo, según el modelo del Fuero de Logroño, con la finalidad de favorecer el poblamiento y facilitar la organización político-administrativa del territorio, convirtiéndolo así en la primera población aforada cántabra y la principal villa marítima castellana.

A partir de ese momento la villa de Castro Urdiales asumió la función territorial de una “ciudad de frontera” en un doble sentido: frontera litoral septentrional del Reino de Castilla y frontera de éste con el Señorío de Vizcaya al que estuvo unida, con voz y voto, desde 1394 hasta 1471.

Castro Urdiales en la Edad Media según Arízaga

Desde la Edad Media, el núcleo de Castrum Ordiales fue, ante todo, una “villa marinera” especializada en la pesca y en las actividades relacionadas con ella. Entre otras, la producción conservera basada en técnicas tradicionales que tenían una larga tradición en la villa castreña, en particular la del escabechado. De ello existen algunos testimonios que documentan el comercio de pescado, tanto fresco como elaborado, llevado por carreteros y mulateros desde Castro Urdiales hacia las áreas castellanas interiores. A partir de estas actividades tradicionales, según apuntan todos los indicios, nació en Castro Urdiales la moderna industria conservera cántabra, a finales de la primera mitad del siglo XIX, que implicó la paulatina sustitución de la técnica del escabechado por la de salazón en salmuera desde mediados del siglo XIX .

La primacía ostentada por Castro Urdiales en la producción conservera fue perdiendo terreno desde comienzos del siglo XX a medida que disminuían las capturas costeras de pescado. La causa fundamental del declive de la pesca debe atribuirse a los efectos de la contaminación de las aguas litorales a consecuencia de los vertidos de deshechos tras el auge que alcanzó la producción minera y la exportación de mineral de hierro a finales del siglo XIX. Fue precisamente esta actividad la que impulsó el desarrollo económico de Castro Urdiales desde que se reinició la explotación de algunas minas de hierro y la apertura de otras nuevas dispersas por el extremo nororiental del municipio, en el límite con Vizcaya.

El apogeo de la minería del hierro, entre 1880 y 1930, significó la consolidación de un fuerte núcleo de empresarios y comerciantes que actuaban en el área comprendida entre la villa castreña y la bilbaína, lo que, en consecuencia, supuso la intensificación de los vínculos anudados secularmente con Vizcaya. A este respecto, resulta sumamente significativo un mapa fechado en 1874, aunque posiblemente completado bastante más tarde, que representa el ámbito territorial comprendido entre los dos nodos económicos que centraban la cuenca minera, Castro Urdiales y Bilbao; en él están representados los principales elementos articuladores del territorio, los ferrocarriles construidos y en proceso de construcción que enlazaban los cotos con el puerto castreño y los cargaderos de mineral situados en varios puntos de la costa.

El puerto de Castro Urdiales había sido objeto de un primer proyecto de modernización presentado por el ingeniero militar José Mª Mathé, nombrado director del mismo en 1831 (Ojeda, 2004). Su influencia en la posterior transformación urbanística de la ciudad fue muy grande aunque el proyecto no se llevó a cabo y, con la excepción de algunas obras realizadas en la Calle de la Mar a comienzos de la década de 1860, las instalaciones portuarias apenas experimentaron mejora alguna durante décadas.

Desde entonces, fueron creciendo las presiones de las empresas y colectivos interesados en la actividad portuaria y se presentaron numerosos proyectos.

En 1885 el Ayuntamiento de Castro Urdiales recibió un nuevo proyecto promovido, esta vez, por el empresario minero Luis Ocharan Mazas . Este proyecto, tras experimentar algunas modificaciones, fue aprobado en noviembre de 1889 e inició definitivamente la mejora y modernización del puerto castreño.

Proyecto de modernización del puerto de Castro Urdiales presentado por Luis Ocharan Mazas (Rafael Martín-Alberto Corral, 1884-1889)

El proyecto de Luis Ocharan era mucho más ambicioso puesto que, además de la edificación de un muelle sobre terrenos ganados al mar por relleno, preveía la construcción de 8 embarcaderos de mineral: 4 de ellos en la ensenada de Urdiales, 2 en las inmediaciones de San Guillén y otros 2 en la punta del Torrejón. En el plano del proyecto figura, asimismo, el trazado de las vías férreas y los ramales que deberían llevar los minerales hasta los cargaderos para su embarque, de forma que el casco urbano, tanto el espacio edificado como el todavía sin urbanizar contiguo a aquél, quedaría rigurosamente ceñido y constreñido por el dogal formado por la retícula ferroviaria. La modernización del puerto quedó así directamente vinculada al proceso de expansión y urbanización que, por otro lado, estuvo estrictamente condicionado por el trazado de la red ferroviaria al servicio del puerto, que adquirió un gran protagonismo en el tejido urbano naciente ya que estuvo en funcionamiento hasta bien avanzado el siglo XX.

En febrero de 1892 se fundó la Compañía del Ferrocarril Minero Castro-Alén, promovida también por Luis Ocharan y domiciliada en la propia villa castreña. El trazado del ferrocarril, que permaneció activo hasta 1936, tuvo un extraordinario impacto en la morfología urbana ya que, además de constituir un nuevo límite para la ampliación de la ciudad en contigüidad con el casco histórico, entraba literalmente en el corazón de éste.

Dos años más tarde, en 1894, se constituyó la Compañía del ferrocarril de San Julián de Musques y Traslaviña (Arcentales, Vizcaya) a Castro Urdiales. Se trataba de un ferrocarril mixto, de mercancías y viajeros, que proponía mejorar las comunicaciones entre Castro Urdiales y Bilbao, en cuya estación de La Concordia finalizaba el recorrido del tren. Este ferrocarril estuvo en funcionamiento varias décadas, desde 1898 hasta su cierre definitivo en enero de 1966.

A través de la transformación de las infraestructuras de transporte, el puerto y los ferrocarriles, la minería modificó de manera radical la base económica de la villa, provocó el crecimiento de su población, modificó la organización social y alteró completamente la estructura y la forma del espacio urbano, impulsando su ampliación y modernización (Delgado, 2011a).El auge del ciclo minero tuvo lugar en los años comprendidos entre finales del siglo XIX y comienzos del XX; el segundo lustro de esta centuria fue testigo del estancamiento y declive de la actividad extractiva y exportadora. El retroceso industrial fue coetáneo a la consolidación paulatina de las actividades vinculadas a lo que hoy llamaríamos el turismo residencial, el veraneo de la burguesía madrileña y vasca, en particular la bilbaína, que seguía estando relacionada con las actividades de extracción y transporte de minerales.

La evolución económica brevemente reseñada explica la dinámica demográfica que experimentó Castro Urdiales a lo largo de los últimos siglos. La población de la villa, bastante mermada a principios del siglo XIX, experimentó un importante aumento como consecuencia del crecimiento económico vinculado al desarrollo de las actividades pesqueras y conserveras, primero, y, sobre todo, de la actividad minero-industrial desde las últimas décadas de la centuria. A partir de ese momento el ritmo de incremento poblacional fue espectacular: los 7.623 habitantes de 1877 se convirtieron en 9.466 en 1887 y en 14.191 en 1900.

Es obligado relacionar el declive de la industria conservera y la minería, no compensado por la importancia que empezaron a adquirir las actividades relacionadas con el ocio y esparcimiento estival, con el retroceso poblacional que tuvo lugar a partir de la segunda década del siglo XX, que abre una nueva etapa de decrecimiento y estancamiento demográfico. Desde 1910 el volumen de población se mantuvo en torno a 12.000 habitantes, cifra que la población municipal no superó hasta 1970.

La TRANSFORMACIÓN ESTRUCTURAL Y MORFOLÓGICA del ESPACIO URBANO CASTREÑO

Según fuentes documentales escritas, el núcleo originario de la villa corresponde al sector conocido como el castro, emplazado en la parte más elevada de la pequeña península formada por dos promontorios localizados entre las ensenadas de Brazomar, al sureste, y de Urdiales, al noroeste, en la que se localizaba la diminuta aldea de la misma denominación; ambos lugares dieron conjuntamente nombre a la primitiva villa medieval, Castrum Ordiales, formada por un espacio mucho más amplio que el área edificada y cercado por una muralla que se completó a principios del siglo XIII.

La villa de Castro Urdiales y sus inmediaciones en 1847

El castro, rodeado por su propia cerca, desempeñaba la función de ciudadela fortificada y en su interior se situaba la calle y la ermita románica de San Pedro, la iglesia gótica de Santa María de la Asunción, el hospital del mismo título, el cementerio y una fortaleza.

Adosada al castro se extendió en la Alta Edad Media la puebla vieja, conocida después como la media villa de arriba; era el núcleo residencial principal donde se localizaban las casas-torre de algunos de los linajes más poderosos. Estaba formada por un reducido número de calles articuladas por la Rúa Mayor y la plaza situada junto a la dársena vieja, centro neurálgico de la villa, donde se disponían los principales edificios públicos, como la Casa del Concejo y las Carnicerías.

La media villa de abajo era el sector de expansión bajomedieval organizado a partir de la Calle de Ardigales, prolongación de la Rúa Mayor, y la Calle de la Mar, que bordeaba el arenal, que antes separaba ambas pueblas, reconvertido en La Plazuela a partir del siglo XVI. En este sector urbano se levantaban los conventos de San Francisco y de Santa Clara, fundados a finales del siglo XIII.

Todo el conjunto amurallado se adaptaba perfectamente a la línea de base marcada por la dársena vieja y el puerto, que definieron la forma semicircular del plano durante varios siglos.

La evolución urbanística durante el siglo XIX

Mapa de Castro Urdiales y su entorno durante el sitio de 1813. Plan du siége de Castro-Urdiales par l’armée française du Nord en 1813 / gravé par A. Barriere. Archivo General Militar de Madrid.

La forma de la villa castreña experimentó muy pocas variaciones hasta el siglo XIX, como muestra el mapa elaborado por el ejército francés y fechado en 1813. Este plano es la primera representación cartográfica de la villa de que disponemos y se hace con un objetivo estratégico militar, lo que explica que en el mapa interese más el entorno que la ciudad en sí misma . No obstante, el tejido urbano, manzanas edificadas y trama viaria, está representado con suficiente detalle, aunque de forma esquemática, a diferencia de lo que era habitual hasta ese momento, la representación del casco urbano como un conjunto macizo sin distinciones internas (Castañón y Puyo, 2008:72).

En dicho plano se observan con meridiana claridad los 3 sectores que conformaban el espacio urbano desde la Baja Edad Media: el castro, todavía rodeado por su propia muralla defensiva interior, y las dos medias villas, y todo el conjunto cercado por la muralla de origen medieval que, según documentos contemporáneos escritos, también franceses, tenía entre 5 y 7 m de altura y 2 m de espesor con sendas baterías en cada extremo.

Numerosas villas y ciudades portuarias dispusieron de planos levantados por los ingenieros militares encargados de las obras de sus respectivos puertos. Es también el caso de Castro Urdiales donde el primer director de su puerto, José Mª Mathé, realizó en 1832 el levantamiento del plano de la costa y el puerto y el año siguiente dirigió la reconstrucción de las defensas de la villa.

Plano del Puerto de Castro y ensenada de Urdiales desde Punta de Mioño hasta el Rabanal. Levantado de Real Orden en 1832 por el Alférez de Navío de la Real Armada José María Mathé. Madrid, 1844. Costas de Europa en el Océano, Museo Naval (fragmento).

Por lo que se refiere a la forma y estructura de la villa, el plano de Mathé apenas añade nada al analizado antes. Sin embargo hay varios aspectos representados que requieren alguna explicación ya que se trata de elementos inexistentes en el momento del levantamiento del plano e, incluso, en la fecha en que, según la propia cartela, fue publicado, 1844. Es el caso del contradique y el rompeolas del puerto y del área de relleno sobre la que, en el mapa, aparece representado el “Muelle del Oeste”; son tres elementos que figuraban en el proyecto de reforma del puerto que presentó Mathé por las mismas fechas y que se llevaron a cabo muchos años después. Pero, además, figuran también otros que se realizaron mucho más tarde aún, a finales del siglo XIX, como es el caso del “Muelle de Ocharan Mazas”, el cargadero de San Guillén y la estación del ferrocarril “a Bilbao y Santander”, que sí tuvo una localización aproximada, pero lo fue del ferrocarril de Traslaviña a finales de la centuria.

Cabe suponer de todo ello que se trata de un mapa, probablemente elaborado en el último tercio del siglo sobre el original del de Mathé, en el que se representan, además, sus proyectos y otros posteriores, algunos de los cuales se llevaron a cabo y otros no; en cualquier caso, si no refleja fielmente la realidad de la villa en las fechas de su elaboración y publicación, sí expresa el proyecto de espacio urbano que ya se estaba pergeñando.

Los primeros planos de que se dispone para la mayor parte de las ciudades y villas españolas son los del Atlas de España y sus Posesiones de Ultramar de Francisco de Coello en cuyas hojas, y con la finalidad ornamental de rellenar los espacios vacíos, se insertaron los planos de la capital y de los principales núcleos urbanos de cada provincia a escala 1:10.000 y 1:20.000 (Quirós, 2009:25). Por tal motivo el Atlas es considerado por autorizados expertos en cartografía histórica como el repertorio de cartografía urbana más extenso ejecutado en España (Castañón et al., 2008: 127).

Francisco Coello de Portugal y Quesada: Atlas de España y sus Posesiones de Ultramar, Hoja de la Provincia de Santander (1861), Biblioteca Nacional de España (fragmento).

El plano elaborado por Coello en 1861 a escala 1:20.000 muestra la misma forma urbana que los anteriores; no obstante, al igual que en el atribuido a Mathé, en él quedan recogidos los dos proyectos del ingeniero del puerto que, hechos realidad varias décadas más tarde, iniciarán la transformación urbanística de la villa: el de un antepuerto o dársena nueva y, vinculado con él, el de una “población proyectada” erigida sobre los terrenos ganados al mar delante de la Calle de la Mar para la construcción de los nuevos muelles. Tal ampliación no había tenido lugar tampoco antes del último cuarto del siglo XIX como puede apreciarse en el mapa de 1874, en el que puede observarse como el espacio urbano edificado, ajustado estrictamente a la línea de base de la vieja dársena, coincide todavía con el casco medieval cercado.

Plano del puerto de Castro y ensenada de Urdiales, costa septentrional de España, José de Lorenzo y José María Riudavets y Monjo, Dirección de Hidrografía. Biblioteca Nacional de España.

Las primeras modificaciones estuvieron vinculadas, como se apuntó antes, a las obras de mejora y ampliación del puerto. La construcción de un dique y un muelle nuevo al sureste de la vieja dársena (1881) implicó el relleno del espacio situado delante de la Calle de la Mar, entre ésta y el nuevo muelle. Sobre estos terrenos ganados al mar, pero todavía dentro del antiguo espacio intramuros, se trazó una nueva calle y paseo (los actuales Calle de la Constitución y Parque de Amestoy) y una manzana de modernas casas plurifamiliares erigidas a partir de 1883 y, en particular, a comienzos del siglo XX, que configuraron la fachada portuaria burguesa de la moderna ciudad industrial.

El nuevo espacio edificado finalizaba a la altura de la antigua puerta meridional de la muralla, la de La Barrera, de donde partía el camino de Bilbao. Una vez derribado el lienzo correspondiente se construyó, sobre el suelo liberado y parte de los terrenos del desamortizado convento de Santa Clara, un área ajardinada, el Paseo de la Barrera y Los Jardinillos, que articulaban el núcleo urbano tradicional con las nuevas calles y edificios que iban surgiendo en los terrenos situados detrás del muelle de Ocharan, la primera ampliación urbana que desbordaba el núcleo amurallado de origen medieval.

El origen de este nuevo sector urbano se encuentra en el proyecto para la mejora y reforma del puerto concedido a Luis Ocharan, quien había obtenido al mismo tiempo el espacio comprendido entre el Hospital de San Nicolás, en el Camino Real hacia Bilbao, y la zona conocida como La Pesquera. Sobre estos terrenos se inició la primera y fundamental ampliación extramuros del casco histórico, que adoptó la forma de una ciudad jardín, articulada en torno al Paseo de la Playa de Brazomar y el antiguo camino de Bilbao, el actual Paseo de Menéndez Pelayo, con viviendas unifamiliares, villas y palacetes de veraneo para la alta burguesía industrial.

Prolongándose de sureste a noroeste, el Paseo de la Playa de Brazomar (hoy Paseo de Luis Ocharan Mazas), los Jardinillos de La Barrera y la Calle y Parque de Eguilior (Calle de la Constitución y Parque de Amestoy en la actualidad), configuraron una nueva fachada marítima de carácter burgués, que sirvió de línea básica para el inminente crecimiento en superficie de la ciudad y la transformación definitiva de la morfología urbana conservada desde la Edad Media: el plano de forma semicircular, apoyado en la dársena, fue sustituido por el de un espacio urbano que se alargaba siguiendo la línea del viejo puerto y los nuevos muelles.

Los cambios urbanísticos mencionados se realizaron sin una planificación previa a pesar de la existencia de un proyecto de reforma y ensanche reflejado en el plano del casco levantado por el arquitecto municipal, Eladio Laredo, en 1895. Al contrastar este plano con alguno de los anteriores, se ve que el tejido urbano del casco histórico (resaltado en gris oscuro) permanece prácticamente intacto y no ha experimentado más ampliación que la colmatación de algunas manzanas en el espacio comprendido entre las calles Rúa Mayor, Ardigales y La Ronda, trazada esta última sobre la antigua muralla, algunos de cuyos paños aún quedaban en pie.

Plano del Casco Antiguo de Castro Urdiales y proyecto de ensanche y reforma (Eladio Laredo, 1895)

El modelo urbanístico propuesto se basaba en la construcción de manzanas achaflanadas de grandes dimensiones, articuladas por un tejido viario casi ortogonal, pero adaptado a la forma semicircular del núcleo histórico preexistente. El conjunto se organizaba a partir de un eje transversal principal, la Calle de Santander, que unía el puerto con la antigua puerta de San Francisco, y varias calles que siguen en paralelo la traza de las medievales, apoyada en la línea de la costa, de la muralla y el tramo urbano de la vía férrea.

La construcción de las líneas de ferrocarril, casi coetánea al proyecto de ensanche y, probablemente, causa ocasional de su elaboración, tuvo un extraordinario impacto en la estructura y la morfología urbanas. En particular la del ferrocarril Castro-Alén cuyo proyecto definitivo consistía en una línea que bordeaba el casco histórico consolidado, siguiendo en paralelo la traza de la antigua muralla, con la que coincidía, incluso, en algunos tramos: entraba en el espacio urbano edificado por la bajada del Chorrillo, luego atravesaba sobre un viaducto la zona de Los Huertos hasta alcanzar, ya junto al mar, el Pedregal de Señá Santiaga, también conocido como “Pedregal de las mujeres”, que fue rellenado parcialmente.

Esta línea de ferrocarril, además de constituir un nuevo dogal para la ampliación de la ciudad en contigüidad con el casco histórico, entraba literalmente en el corazón de éste ya que cortaba la histórica calle de San Juan y, tras rebasar el matadero viejo, accedía al cargadero a través de un túnel que perforaba la colina de Santa María, el antiguo castro.

Uno de los aspectos esenciales del proyecto de Eladio Laredo parece consistir, precisamente, en el relleno del suelo libre intramuros y en su ampliación en el área de Los Huertos y La Atalaya, donde la muralla ya había sido derribada completamente para permitir el trazado de la línea del ferrocarril Castro-Alén que, como se observa en el plano, atravesaba aquí el sector más antiguo del casco medieval.

La vía férrea de Castro Urdiales a Traslaviña llegaba a la villa a través de un túnel por el que se accedía al área de Brazomar y, desde allí, continuaba en paralelo a la vía del ferrocarril de Castro-Alén pero, a diferencia de éste, no penetraba en el casco consolidado sino que finalizaba en la estación construida en el borde del espacio urbano. Desde la estación se construyó un ramal de enlace, que bordeaba la ciudad, para llevar el mineral de hierro hasta la ensenada de Urdiales, en la que se efectuaba su embarque en sendos cargaderos de tipo cantilever.

El suntuoso edificio de la estación principal de la línea, erigido entre 1899 y 1902, ocupaba una amplia superficie situada a escasa distancia de la muralla medieval, de la que, para construirlo, hubo que derribar varios lienzos que aún permanecían en pie, de manera que las instalaciones de la propia estación y las vías de acceso se convirtieron también en un nuevo cinturón que ciñó el núcleo histórico y dificultó el crecimiento de la ciudad en el sector suroriental. La articulación entre la estación de ferrocarril, el centro urbano y el puerto se realizó mediante el trazado de un nuevo vial, la Bajada de la Estación que, después de atravesar la vía construida sobre la antigua muralla, la Calle de la Ronda, se dirigía hacia el espacio comprendido entre La Plazuela y el Muelle de Eguilior a través de las calles de Linares Rivas (Antonio Hurtado de Mendoza en la actualidad) y de Melitón Pérez Camino.

La dinámica urbanística durante la primera mitad del siglo XX

En 1907 Eladio Laredo elaboró otro Proyecto de Reforma y Ensanche de Castro Urdiales, probablemente similar al anterior, del que sí se conserva la memoria correspondiente, aunque sin plano en esta ocasión. El proyecto se centraba en la urbanización del área intramuros en torno al desamortizado convento de San Francisco .

Plano de población de Castro Urdiales en 1927. Planos y minutas para el primer levantamiento del mapa topográfico nacional, Plano de población 1:5.000. Instituto Geográfico Nacional. 

Casi 20 años después, en 1927, el mismo arquitecto volvió a presentar un nuevo proyecto de urbanización que queda justificado en la pertinente memoria por la existencia de “habitaciones insalubres de la gente marinera” y la necesidad de construir “vivienda barata e higiénica…”. En el plan se pone de manifiesto el objetivo de adecuar la estructura urbana a la configuración de su base socioeconómica. En este sentido, Eladio Laredo proponía estructurar la ciudad a partir de 3 zonas de acuerdo con los usos y el contenido social: “agrupar la población de lujo y de recreo alrededor de la playa de los baños, dejando el casco antiguo de la población para sus diversas industrias, siempre molestas para una vida higiénica y por último dedicar a la vivienda del proletariado la población que nosotros proyectamos” .

En realidad se trataba de un plan para ampliar la superficie edificada en el espacio comprendido entre las vías del ferrocarril Castro-Alén, la antigua muralla y los terrenos del ex convento de San Francisco, donde se planteaba el trazado de varias calles para la construcción de barrios obreros; este plan estaba vinculado a los anteriores y al Proyecto de Urbanización de la zona de Los Huertos (1926-1929).

Las transformaciones reseñadas hasta aquí quedan fielmente expuestas en el plano de población a escala 1:5.000 elaborado en 1927 como parte de los trabajos realizados para el levantamiento del mapa topográfico, el más detallado de los disponibles hasta ese momento, que representa con gran nitidez el crecimiento reciente del espacio urbano en varias direcciones. En el sector central del casco, la edificación se ha extendido entre la calle medieval de Ardigales y la de La Ronda (Paseo de Pereda en el plano) y las transversales de Linares Rivas, de unión de la estación ferroviaria con el puerto, y la calle de Santander, la antigua vía que conducía a la puerta de San Francisco.

En el polígono definido por estas cuatro calles se ha trazado ya una nueva vía transversal, la de Javier Echavarría, que acaba en la plaza de San Francisco, dispuesta sobre el solar del convento del que aún persistían los restos de la iglesia. Al sur de La Ronda/Paseo de Pereda, parece haberse iniciado ya la colmatación de los terrenos comprendidos entre esta calle y las vías férreas, en particular en torno a la estación de Traslaviña, articulados por la Calle de la Estación.

La ampliación es aún más notable en el sector noroccidental, en continuidad con la media villa de arriba, entre la vieja calle de la Rúa y la recién trazada calle del Siglo XX, y en el sector de La Atalaya, donde figura ya el barrio previsto en el Plan de Urbanización de 1926-1929, probablemente en construcción en el momento del levantamiento del plano, atravesado por las vías del ferrocarril de Castro-Alén que llegaba hasta el cargadero de San Guillén. Hacia el sur de este barrio empezaba a configurarse ya el área urbana de Los Huertos articulada por la calle del mismo nombre, que enlazaba el nuevo matadero con la plaza de San Francisco y el mercado.

Hacia el sureste el área urbana edificada también había comenzado a extenderse entre la calle de Linares Rivas y el paseo de La Barrera a uno y otro lado del Paseo de Pereda/La Ronda. El Paseo de La Barrera, limitado por el edificio del Teatro de la Villa y los Jardinillos, funcionaba como nuevo espacio urbano de ocio y sociabilidad más allá del cual el sector construido extramuros presenta un tejido urbano con una textura muy diferente del resto. Era la nueva “ciudad jardín”, formada por palacetes y villas de recreo rodeadas de jardines y separadas por amplios espacios sin edificar, que se iba extendiendo a lo largo del antiguo Camino Real hacia Bilbao, ahora Paseo de Menéndez Pelayo, entre el muelle de Ocharan, la playa de Brazomar y las vías del ferrocarril. Al otro lado de éstas se situaba el extenso conjunto arquitectónico “Toki-Eder”, el dominio del Parque de Ocharan donde el empresario vasco-castreño había erigido, como residencia particular, varias edificaciones construidas por el arquitecto Eladio Laredo.

Plano de Castro Urdiales en 1936

En el mismo plano están representados e identificados los edificios más emblemáticos de cualquier ciudad española que se preciase de su categoría y modernidad. En el NO la plaza de toros, en la aldea/ barrio de Urdiales, junto al antiguo Camino Real, ahora carretera de Bilbao a Santander; muy cerca el moderno hospital civil, también junto a la carretera y rodeados todavía ambos edificios de huertos y otros espacios de uso agrario; el cementerio modernista de La Ballena sobre el promontorio de la punta de El Rabanal que cierra la ensenada de Urdiales por el Oeste; frente a aquél, en el otro extremo de la ensenada de Urdiales, el flamante matadero. En el sector central del núcleo urbano, el mercado de la plaza de San Francisco, la estación del ferrocarril de Traslaviña y el depósito de máquinas del de Alén, el Teatro de la Villa en el Paseo de La Barrera, el Colegio Barquín al comienzo del Paseo de Menéndez Pelayo, el campo de foot-baal (sic) en las proximidades de la playa de Brazomar, etc.

La nueva coyuntura de estancamiento económico y poblacional que experimentó la ciudad desde la segunda década del siglo XX tuvo un efecto paralizador sobre el proceso de construcción residencial al tiempo que también quedaron detenidos los de reforma y ampliación del espacio urbano . Así lo atestigua el plano de la ciudad levantado en 1936, aunque firmado por los arquitectos Luis Quijada Martínez y José Menéndez-Pidal Álvarez en diciembre de 1939, “año de la victoria”, que fueron quienes, sobre el mapa original, trazaron las líneas básicas del proyecto de reforma parcial realizado a partir de ese mismo año.

El proyecto post-bélico fue elaborado con el propósito de organizar el área urbana comprendida entre el Paseo de La Barrera y la Calle de Santander, aprovechando para ello los terrenos aún sin edificar del ex convento de Santa Clara. De acuerdo con la ideología urbanística imperante en el momento, todo el sector suroccidental del casco histórico debería quedar organizado a partir de un sistema de relaciones articulado por el Parque de Eguilior, el mercado de San Francisco y un nuevo espacio central de carácter religioso y cívico. La realidad del proyecto consistió básicamente en la construcción en 1941 de un Centro Cívico donde deberían instalarse los organismos administrativos oficiales, la sede de la Falange y un nuevo Ayuntamiento, además de viviendas para maestros y empleados municipales. Estos edificios estaban distribuidos alrededor de la plaza de La Barrera, que debía adquirir la función de nuevo centro urbano de servicios, a modo de las plazas mayores tradicionales, y elemento articulador del casco histórico y la ciudad jardín burguesa. Asimismo, el plan preveía la construcción de la iglesia del Sagrado Corazón, la apertura de nuevas calles y la prolongación de otras (las de Iglesia Nueva, Timoteo Ibarra, Juan de la Cosa y Javier Echevarría).

La ciudad apenas cambió en los años siguientes, ni en su tamaño ni en su forma (Fig. 14), ya que fueron muy pocas las actuaciones urbanísticas reseñables durante los años cuarenta y cincuenta. Se produjo, por una parte, la consolidación del área de la ciudad jardín de Brazomar, donde siguieron construyéndose numerosas villas de veraneo e, incluso, algunas pequeñas urbanizaciones sobre terrenos municipales cedidos en 1944 para la edificación de casas-chalets protegidas. Como la de cuatro chalets de Eduardo Sanz Martín y otra de cuatro chalets bifamiliares en la calle María Aburto; ambas situadas entre el Paseo de la Playa y el Paseo de Luis Ocharan Mazas.

Por otra parte, finalizó la colmatación de los solares vacíos del casco histórico, hasta alcanzar el límite marcado por la derruida muralla medieval, en particular en el área suroriental. Es aquí donde se construyeron algunos bloques de viviendas bonificadas para la clase media, en el entorno de la nueva iglesia del Sagrado Corazón, las calles de La Ronda y Javier Echevarría, Plaza del Mercado, etc.

Un carácter bien distinto tenían los bloques de vivienda obrera construidos en los años cincuenta por la Obra Sindical del Hogar en la zona de Los Huertos, en solares que quedaban sin edificar del antiguo convento de San Francisco (Grupo Maestro Morondo de 112 viviendas entre las calles Silvestre Ochoa, Aranzal y Santander), un bloque de 50 viviendas de la Obra Social de la Falange en la prolongación de Juan de Mena, las viviendas protegidas de las calles Bilbao, República Argentina, Timoteo Ibarra, etc. El mismo sentido tenía la Barriada de los Pescadores de 90 viviendas edificadas por el Instituto Social de la Marina en cuatro bloques en la zona de El Pedregal y Los Huertos. Saturada este área urbana, claramente definida por su función residencial para la clase obrera, a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta comenzaron a utilizarse algunos núcleos próximos a la ciudad para edificar viviendas para obreros (Santullán) y mineros (Mioño).

Castro Urdiales a mediados del siglo XX. Plano del Puerto de Castro Urdiales según los levantamientos efectuados por la Comisión Hidrográfica con correcciones hasta 1960. Servicio Hidrográfico de la Armada, 1928. Archivo General Militar de Madrid

Un mapa fechado en 1960 pone de manifiesto la atonía urbanística de Castro Urdiales a lo largo de las tres décadas anteriores a esa fecha, si bien no refleja fielmente los pequeños cambios que se había producido ya que, básicamente, el mapa es una reproducción del de 1928 con leves retoques formales, como se explicita en la cartela. No obstante, el inicio de la transformación urbanística de Castro Urdiales, originada por su consolidación como núcleo turístico de veraneo para capas de población cada vez más amplias, no se produjo hasta los años sesenta y setenta del siglo XX. Es entonces cuando las actividades terciarias, tanto las vinculadas al turismo como a la prestación de servicios a la población local y comarcal, se convirtieron en la base económica de una ciudad que modificó de nuevo su funcionalidad y, a partir de esta mudanza, la estructura y morfología del espacio urbano (Delgado, 2011b).

ESTRUCTURA Y FORMA DE LA CIUDAD A TRAVÉS DE LA CARTOGRAFÍA HISTÓRICA: CASTRO URDIALES, CANTABRIA (1800-1960). Carmen Delgado Viñas. Departamento de Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio Universidad de Cantabria. Investigaciones Geográficas, nº 63, pp. 17-32. ISSN: 0213 – 4691. ISSN: 1989 – 9890.

Infraestructuras de ayer, suelo urbano y patrimonio territorial de hoy

«…La ciudad apenas cambió en los años siguientes, tanto en su tamaño como en su forma, ya que fueron muy pocas las actuaciones urbanísticas reseñables durante las décadas de 1940 y 1950. Fue en las dos décadas siguientes, cuando tuvo lugar la radical transformación urbanística de Castro Urdiales como consecuencia de su consolidación como núcleo turístico de veraneo para capas cada vez más amplias Infraestructuras de transporte y urbanización: el caso de Castro Urdiales (Cantabria) de población.

A partir de entonces las actividades terciarias, tanto las vinculadas al turismo como a la prestación de servicios a la población local y comarcal, se convirtieron en la nueva base económica de la ciudad; la pesca y la industria de conservas de pescado, en particular la producción de anchoas, continuaron siendo los otros puntales de la actividad económica castreña.

El extraordinario aumento del parque de viviendas que tuvo lugar durante ese tiempo no guarda relación en absoluto con la demanda de vivienda principal de la población castreña, sino con la de vivienda secundaria y vacacional de población procedente de otros lugares, en particular, de nuevo, de las provincias vascas y, sobre todo, del área metropolitana de la Ría de Bilbao. El crecimiento del parque inmobiliario implicó la expansión en superficie del espacio urbano lo que obligó a que, en estos años, la ciudad “saltase” más allá de la nueva muralla, la barrera formada por el trazado de las infraestructuras viarias de los ferrocarriles Castro-Alén y Castro-Traslaviña, desmanteladas a mediados de la década de 1960 y convertidas en una importante reserva de suelo urbano.

El espacio ocupado hasta entonces por las vías del ferrocarril Castro-Alén hasta el puerto fue utilizado para el trazado de las calles Leonardo Rucabado, Venancio Bosco, Ricardo Rueda y Arturo Duo Vital que forman una nueva ronda, un eje de circulación de oeste a este casi paralelo al de la antigua muralla. Además, la ampliación fundamental del suelo urbano residencial tuvo lugar, precisamente, en el espacio comprendido entre ambas vías férreas quedando organizado a partir de una serie de calles transversales a ellas (Antonio Burgos, República Argentina, Juan de la Cosa, Benito Pérez Galdós, Bajada de la Estación, Victorina Gainza, Eladio Laredo y Bajada del Chorrillo).

El otro sector de crecimiento espacial se extiende hacia el este, como ampliación de la ciudad jardín, entre los paseos de Luis Ocharan Mazas y Menéndez Pelayo, donde, junto a las villas y quintas de veraneo, comenzaron a surgir bloques de viviendas vacacionales.La ampliación y reforma urbanística produjo efectos contrastados. Por un lado, permitió que los viales construidos sobre el antiguo trazado ferroviario constituyesen un nuevo eje de articulación y conexión entre el sector septentrional y meridional del núcleo, externo al congestionado casco histórico.

Pero, por otro, implicó la destrucción de algunos de los edificios más emblemáticos y representativos el patrimonio arquitectónico castreño, entre ellos la suntuosa estación de ferrocarril, sobre cuyo solar se construyó un parque y equipamientos educativos y deportivos, y el cargadero de San Guillén, desguazado en 1961 para levantar en su lugar una fábrica de hielo. Lo mismo ocurrió con algunas de las antiguas villas de veraneo sustituidas por bloques de apartamentos y viviendas vacacionales a partir de los años 60′.

Sin embargo, parte del patrimonio minero-ferroviario ha empezado a ser recuperado recientemente con la finalidad de ponerlo en valor en el futuro inmediato. Así, en 2008 se puso en marcha un proyecto de rehabilitación del cargadero de Mioño, declarado Bien de Interés Cultural en 1996, vinculado a la construcción de un paseo marítimo desde Dícido hasta las campas de Cotolino en Castro Urdiales; poco antes se había proyectado la recuperación del túnel de Mioño y de la estación de Otañe.

Pero el proyecto de mayor envergadura, sin duda, es el de reutilización de las vías ferroviarias como vías verdes para la práctica del senderismo. En 2006, el Ayuntamiento de Castro Urdiales inició la recuperación de parte del espacio ocupado por la línea férrea de Castro a Traslaviña, 10,5 km desde el apeadero de Los Corrales hasta el túnel de Herreros, con el nombre de Vía Verde del Mioño, en alusión al río del mismo nombre. Esta acción se integra en un proyecto más ambicioso que tiene como objetivo reconvertir 50 km de los antiguos trazados de líneas férreas del municipio en vías verdes. Por otra parte, los túneles de Ocharan en Castro Urdiales fueron adecuados para el tráfico de automóviles, siendo en 2008 objeto de un concurso de ideas para un nuevo acondicionamiento.

El Programa de Rutas Verdes de Castro Urdiales trata de aunar el uso del patrimonio paisajístico, natural y cultural (minero y ferroviario), aunque todavía sea más un proyecto de futuro que una realidad, pese a que algunas rutas sean ya practicables, precisamente en los tramos en que coinciden con los del trazado ferroviario. Entre las planeadas destacan:

  • La Vía Verde de Traslaviña: desde el apeadero de Brazomar, en el núcleo  de Castro Urdiales, por el túnel de Mioño, con 5,5 km de trazado continuado de Santullán a Herreros.
  • La Vía Verde de Castro-Alén: de 11 km entre Castro Urdiales y Otañes.
  • La Vía Verde de Setares de 1,5 km hasta La Gracera.
  • La Vía Verde de Dícido.
  • La Vía Verde del Piquillo, en Ontón, de 1,6 km, que recorre el antiguo  trazado de ferrocarril minero entre las Minas de Covarón (Vizcaya) y el antiguo cargadero de mineral de El Piquillo, en Ontón, cerca de la desem- bocadura del Río Sabiote. La obra ha sido ejecutada por la Consejería de Presidencia, Urbanismo y Ordenación del Territorio del Gobierno de Cantabria en colaboración con el Ayuntamiento de Castro Urdiales.

Asimismo, es obligado mencionar que los tramos castreños considerados en el Plan Especial Red de Sendas y Caminos del Litoral de Cantabria forman parte del primer tramo del GRL en Cantabria que conecta con su análogo en la Comunidad Autónoma del País Vasco y que, desde este límite con dirección este, finaliza en la playa de La Arena (Pobeña, País Vasco). Es un tramo de 2,4 km de longitud que discurre por el antiguo trazado del ferrocarril minero. Se continúa hacia el oeste por un segundo tramo de 2,7 km también coincidente parcialmente con el recorrido del ferrocarril y otras infraestructuras mineras (uno de los antiguos túneles mineros que tiene su boca de salida en el sector oeste de la Punta de Lamie, los depósitos y restos del cargadero de Saltacaballo) hasta Dícido.

El caso de Castro Urdiales pone de manifiesto que las infraestructuras de transporte, nuevas o renovadas, deben ser consideradas obligatoriamente como uno de los principales responsables del crecimiento espacial y de la transformación de la estructura morfológica de las ciudades portuarias españolas desde mediados del siglo XIX. Un denominador común que es compartido por todas ellas, al margen de las singularidades derivadas de las diferencias de tamaño, territorial, poblacional y funcional, y de las impuestas por la escala a que se analicen los procesos.

La evolución de Castro Urdiales, como la de todas y cada una de las demás ciudades, no deja de ofrecer algunas singularidades, pero, en mayor medida aún, evidencia algunos de los elementos genéricos del proceso urbanizador. Se observa aquí con nitidez la relación causal recíproca entre la transformación económica y la modernización de los medios de transporte, en particular la necesidad perentoria de trazado de ferrocarriles y actualización de las instalaciones portuarias impuesta por el progreso de las actividades industriales (fabricación de conservas de pescado y extracción y exportación de mineral de hierro), que sustituyeron en poco tiempo a las agrarias y pesqueras tradicionales que configuraron durante siglos la base económica de la villa.

No fue idéntico, sin embargo, el papel jugado por el desarrollo de las actividades vinculadas al ocio, en especial el veraneo, que hay que entender todavía en esos años como una práctica, habitual pero minoritaria, de la burguesía, fundamentalmente vasca y ligada a la propiedad y gestión de las empresas mineras, que disponía de sus propias residencias estivales próximas a la playa de Brazomar y utilizaba, por lo general, medios de transporte privados. Es eso lo que puede explicar la escasa importancia que tuvo al principio el ferrocarril mixto Castro-Traslaviña para la llegada de veraneantes, el exiguo avance de las instalaciones hoteleras, prácticamente limitadas al Hotel Universal y a los Baños Miramar, y el casi nulo efecto para poner freno al declive poblacional a partir de la segunda década del siglo XX. Por el contrario, lo que resulta incuestionable es el influjo del veraneo en la transformación física de la ciudad, como impulsor de la primera y más importante ampliación en superficie del espacio urbano edificado fuera del antiguo recinto amurallado, en la ciudad jardín de Brazomar.

Ambos factores, mutaciones económicas e infraestructuras de transporte, condicionaron conjuntamente el proceso de urbanización propiamente dicho, la evolución de Castro Urdiales “de villa a ciudad”, en varios sentidos: estimulando el crecimiento de la población del municipio, en particular del núcleo principal, y provocando la modificación de la estructura funcional y morfológica del espacio urbano.

Sin embargo, al igual que ocurrió en otras ciudades portuarias (Delgado, 2009 y 2010), las dos infraestructuras de transporte tuvieron distinto significado e influencia. El mayor efecto sobre la construcción y reconstrucción física del espacio urbano lo tuvieron las flamantes instalaciones portuarias, que generaron una nueva centralidad y se convirtieron en la fachada principal de la ciudad formada por la nueva línea de muelles y paseos marítimos (de Eguilior y de Ocharan), que sirvió como base sobre la que gravitó la reforma y la expansión urbana.

Puede afirmarse sin exageración que la remodelación del puerto fue directamente responsable del nacimiento en sus inmediaciones de nuevas piezas de tejido urbano (parque de Amestoy, ciudad jardín de Brazomar). Por el contrario, en Castro Urdiales, también como en muchas otras ciudades portuarias, la estación de ferrocarril no funcionó como puerta de acceso y nodo de articulación de la trama urbana. La localización de la estación en el borde exterior del casco histórico parece explicar la menor influencia de la estación en la remodelación del tejido urbano tradicional, por un lado, y, por otro, el mayor impacto que tuvo el trazado de las vías férreas al tener que rodear la ciudad y atravesar el casco para enlazar con los cargaderos de mineral y con las instalaciones portuarias propiamente dichas.

Las vías férreas que accedían a la estación y los ramales que se dirigían al puerto ocasionaron impactos muy negativos para la ampliación de la superficie urbanizada durante largo tiempo. Por una parte, establecieron un límite físico a la expansión del suelo urbano edificado y, por otra, contribuyeron a la degradación de las áreas situadas a ambos lados de las vías.

El complejo de vías y ramales se convirtió pronto en un nuevo cinturón férreo que acordonaba amplias áreas del espacio urbano con más dureza, si cabe, que el antiguo cerco de la muralla que se había derribado poco antes. Y, como en otros muchos casos, fue en el área situada en las proximidades de las vías, sobre todo en el espacio comprendido entre las de ambas líneas ferroviarias, en la zona de Los Huertos, donde se situaron las instalaciones industriales y donde se edificaron los barrios obreros y las viviendas para las clases más modestas de la sociedad castreña.

No obstante, el terreno liberado al eliminar más tarde las infraestructuras ferroviarias ha constituido también aquí una extraordinaria reserva de suelo urbano aprovechado parcialmente para el trazado de los ejes fundamentales en la actualidad de conexión y articulación intraurbana en dirección noroeste-sureste. Y, pese a la destrucción injustificada de una parte valiosa de esas instalaciones, como la estación de Traslaviña, algunos de los elementos viarios que han sobrevivido a la fiebre inmobiliaria representan hoy un recurso patrimonial cuyo potencial para usos culturales, recreativos y ambientales está empezando a ser valorado.

Infraestructuras de transporte y urbanización: el caso de Castro Urdiales (Cantabria) por Carmen Delgado Viñas, Univ. Cantabria. TST, junio 2011, nº 20, pp. 106-137

«…En la estructura urbana de Castro Urdiales se distinguían a finales de la Edad Media el Castro, la Media Villa de Arriba o puebla vieja y la Media Villa de Abajo, ensanche desarrollado por el crecimiento demográfico medieval. El Castro o ciudadela de la villa estaba rodeado por una muralla, en ella se situaba la ermita románica de San Pedro, la iglesia gótica de Santa María, el hospital del mismo título y 1 castillo medieval, de planta trapezoidal con 5 torreones, cuya sala principal estaba abovedada. Junto a la iglesia parroquial y el cementerio se situaba un edificio denominado como “Palacios del rey” y que según la tradición habían sido levantados por el rey Alfonso VIII y según la historiografía sería el recuerdo de la estancia del monarca en la villa en 1208 y 1209; las ruinas de estos palacios aún perduraban a comienzos del siglo XIX.

Sobre una de las peñas que comunicaba con el Castro a través de 2 puentes se alzaba la ermita de Santa Ana. En el interior del Castro se situaba la calle de San Pedro. En la Media Villa de Arriba, núcleo habitable principal en la Baja Edad Media, se localizaban las calles de San Juan, Tenebragura, Ruamayor, Nuestra Señora del Camino y de San Francisco o de Mélida y La Plaza, donde había una fuente, y dónde se levantarían durante la Edad Moderna algunos de los edificios públicos más destacados, como el ayuntamiento o las carnicerías. En aquel espacio se abrían las puertas de Nuestra Señora y de San Francisco, desde la que se salía al camino que llegaba hasta Laredo, y se situaban las torres de algunos de los linajes medievales más poderosos, como la torre de la Vitoria, la de los Castillo y la de los Amoroses. En la Media Villa de Abajo se abrían, en el sur, la puerta de la Barrera, desde la que se accedía al camino que comunicaba la villa con Castilla y Bilbao, junto a la que se situaba un torreón defensivo, y la puerta de Santa Catalina, en el suroeste. Aquel espacio se articulaba en las calles de la Mar, Ardigales y Aguacaliente y “el arenal”, espacio que separaba ambas pueblas y que en el siglo XVI se denominó Plazuela. En aquellas calles se levantaron las casas torres de los Matra y de los Otañes. Allí se alzaban también los conventos medievales de San Francisco y de Santa Clara, fundados a finales del siglo XIII y rodeados de sus cercas. Sus sencillas fábricas bajomedievales se remodelaron en los siglos XVI y XVII. Extramuros y próximas a las puertas de la Barrera y de Santa Catalina se alzaban las ermitas de Nuestra Señora de los Portales y de Santa Catalina. Durante gran parte de la Edad Media las rocas del Castro, el peñón de Santa Ana y las Ymeas -rocas que penetraban en el mar a la altura de La Plaza- habían servido de puerto natural; también el Arenal se había utilizado como fondeadero de pequeñas embarcaciones. Las Ymeas pasaron a manos de los linajes nobles, que fueron transformando su aspecto original a base de añadir escaleras y otras estructuras para facilitar el atraque; alquilándolas en ocasiones. A comienzos del siglo XVI se iniciaron los trámites para la construcción de un cay y un contracay, que convertirían en el siglo XVI las riberas de La Plaza y de la Media Villa de Abajo en un puerto resguardado.

Las Cuatro Villas de la Costa de la Mar experimentaron a lo largo de la Baja Edad Media un fuerte desarrollo. Sus respectivas cartas fundacionales (Castro Urdiales la recibió en 1163; Santander en 1187; Laredo en 1190 y San Vicente de la Barquera en 1210) y posteriores prerrogativas les habían otorgado una serie de privilegios que potenciaron su economía, dando lugar a un pujante crecimiento que, fundamentalmente, descansó en el desarrollo de las actividades marítimas, especialmente de la pesca y del comercio con Europa; un desarrollo que fue paralelo a la progresiva adquisición de una mayor experiencia en la navegación. A lo largo de los siglos XIV y XV la prosperidad de las villas se tradujo, entre otros aspectos, en el crecimiento y mejora de sus recintos urbanos. Así, a principios del siglo XVI las Cuatro Villas eran los núcleos urbanos más importantes de la actual Cantabria.

Dentro de la administración territorial de la Edad Moderna Santander, Laredo, San Vicente de la Barquera y Castro Urdiales pertenecieron al Corregimiento de las Cuatro Villas, de jurisdicción real, en el que también se integraban la merindad de Trasmiera, junto a las villas de Santoña, Argoños y Escalante, los valles de realengo de las Asturias de Santillana, de Liendo y de Guriezo y la junta de Parayas. Cada una de las Cuatro Villas controlaba un ámbito territorial próximo, definido en cada una de las cartas fundacionales, que acogía tanto los barrios de sus propios términos municipales como los concejos y villa cercanos, sometidos a su jurisdicción. En 1738 Castro Urdiales y su jurisdicción obtuvieron permiso de Felipe V para incorporarse al Señorío de Vizcaya, volviendo a integrarse en el Corregimiento de las Cuatro Villas en 1741. Entre 1745 y 1763 la villa castreña estuvo fuera de la jurisdicción castellana y fuera de Vizcaya, tras haber intentado, sin éxito, integrarse de nuevo al señorío. 68 Además, las Cuatro Villas se repartían la jurisdicción marítima del litoral de la actual Cantabria, jurisdicción que tuvieron que defender en numerosos pleitos litigados con otras localidades portuarias.

El progresivo desarrollo socioeconómico experimentado desde la Baja Edad Media y de manera más intensa en la primera mitad del siglo XVI provocó que Santander, San Vicente de la Barquera y Laredo alcanzasen hacia 1561 su máxima población, mientras que Castro Urdiales lo hizo en torno a 1584. A esta etapa de crecimiento le siguió una fuerte recesión, de manera que las Cuatro Villas perdieron entre 1561 y 1591 el 40% de sus habitantes; las epidemias de peste de 1568 y 1596-98, mucho más virulentas que las de la primera mitad del siglo XVI, junto a distintas crisis económicas, fueron los principales factores de la caída de los efectivos demográficos en los últimos decenios del siglo XVI. Durante gran parte del siglo XVII las epidemias, las periódicas crisis alimentarias, las levas para las armadas reales o para la actividad corsaria y el reclutamiento de soldados provocaron una alta mortalidad y efectos negativos sobre la natalidad y la nupcialidad de las Cuatro Villas, aunque la evolución de cada una de ellas fue diferente. San Vicente de la Barquera y Castro Urdiales sufrieron un paulatino declive, mientras que Santander mantuvo a lo largo de la Edad Moderna los mayores efectivos demográficos de las Cuatro Villas. El siglo XVII supuso, en general, un retroceso de las poblaciones costeras; también las villas portuarias vascongadas perdieron habitantes, viendo cómo sus marineros abandonaban las pesquerías para engrosar las armadas reales o participar en empresas corsarias.

ARQUITECTURA Y URBANISMO DE LAS CUATRO VILLAS DE LA COSTA EN LA EDAD MODERNA. María Eugenia Escudero Sánchez. Santander, 2005

Las posiciones defensivas en este momento dependen de los puestos levantados en los siglos XVI y XVII. En la relación que se hace en dicha memoria de 1700 de las fortalezas, fuertes y fortines con sus correspondientes baterías, cañones, municiones y pertrechos de las Cuatro Villas de la Costa, esta villa cuenta con:

En el castillo Mayor, de origen medieval, se cuenta con nueve cañones todos ellas en servicio, en el fortín de S. Guillén hay dos cañones sin servicio por falta de cureñas. También contaba la defensa de la villa con once cañones repartidos en otros puntos defensivos como consta en los documentos siguientes:

“en el castillo mayor 9 piezas de artillería en dos culebrinas de bronce y las siete de yerro (…) San Jillen, en el fortin nombrado de San Gillen dos piecas de a 18 libras sin cureñas (…). “Asimismo ay otras 11 piecas en diferentes sitios y fortines de a ocho doce y diez y ocho y beinte y cinco libras” Sigue la memoria cuantificando el número de balas de distintos calibres, pólvora, frascos, frasquitos, mosquetes, cureñas, cuerda, etc. Sobre el estado en el que se encuentran estos últimos señala el informe que se encuentra en mal estado y en corrosión.

“doce quintales de pólvora umeda (…) quatro quintales de cuerda umeda (…) los frasquillos y frascos aunque ay algunos no pueden servir por estar pasados de roña”

A partir de los informes de 1700, detallados en el apartado anterior se cocluye que el sistema defensivo de Castro Urdiales es insuficiente y es preciso complementar los recursos defensivos de la villa no solo se ha de proceder a realizar distintas reparaciones en las fortificaciones existentes, sino que es preciso construir un nuevo fortín en la Barrera para completar las instalaciones de defensa.

Las reparaciones que se abordan son las siguientes: en primer lugar se hacen arreglos en los 2 castillos. En el Castillo Mayor se ensolan los suelos para facilitar el manejo de la artillería y en el castillo de San Guillen se montan 5 cañones con cureñas nuevas, en los 2 baluartes se realizan cobertizos para albergar las piezas de artillería y todo este proceso queda reflejado en diversos textos que hacen referencia a los pagos realizados a los oficiales, responsables de la ejecución de las reparaciones, por diversos conceptos como pago de las tejas, las losas, obras de carpintería y herrajes

“Ytem … pago a Juan Crespo maestro texero treinta y ocho Reales que se le restaban de tres millares de texa que dio para los cobertizos de la artillería del castillo y San Guillen”

“En dicho dia pago veinte y zinco Reales a Antonio de Nivoño y otros oficiales que se ocuparon en el castillo mayor en enlosar unas losas que se pusieron para el manexo de la artillería en que entro la cal que se gasto”

“Coste de componer la cureñas. Ytem. Se le recivan y pasan a quenta onze mil setezientos sesenta y quatro maravedíes que por libramiento pago a Pedro de Llano maestro herrero y a Gonzalo de Villanias carpintero por el herraje que hizo para las quatro cureñas nuebas que estaban echas y para acabar otra que estaba comenzada para montarlas piezas de el castillo de san Guillen como de el libramiento y recursos consta.”

Se incrementan los puntos defensivos en la villa y se amplían a los muelles, a la plaza y a la Barrera donde ya hemos señalado que se levantará un nuevo fortín con su muralla, Se construyen trincheras y terraplenes, se complementa la dotación de artillería reparando las piezas existentes e incorporando 18 nuevos cañones que envía el rey para asegurar una defensa más efectiva de la costa, cañones que se han de montar con sus cureñas fabricadas con madera procedente de la junta de Sámano. En el mismo documento se pone en evidencia que este territorio tiene carácter de frontera por ser especialmente susceptible a los ataques enenmigos, ya que por su configuración de puerto abierto es un punto de fácil invasión para los enemigos. En un auto con fecha de 18.6.1706 se explica el proceso:

“…el Rey nuestro señor que Dios guarde dijo que mediante ace muchos días se allan desmontadas las diez y ocho piezas que su magestad fuese servido mandar remitir a esta dicha villa para su mexor defensa en las invasiones que pueden hazer los enemigos de esta real corona por ser frontera y puerto abierto y porque para las cureñas de dichas piezas se corto y trajo la madera nezesaria asta dicha villa de los lugares de la Junta de Samano y que por falta de defensa esta expuesta al peligro y riesgo tan notoria devia de mandar y mando a su merced se les notifique al procurador xeneral y Regigores Capitulares de esta dicha villa que con la brevedad posible y sin perder tiempo agan traer las cureñas necesarias para montar dicha artillería” .

Para la defensa efectiva de la villa se necesitan también recursos humanos para ello se procede a realizar una lista de los soldados que aportando sus armas tendrán que acudir a los puestos de defensa El ayuntamiento se reúne el día treinta de junio de mil setecientos seis, en la sala capitular y en primer lugar hacen referencia a la situación de pobreza que afecta a los vecinos de la villa, a pesar de ello cumplirán con la obligación del servicio de armas. Se insiste en la preocupación por la amenaza de la armada enemiga, en relación con ella se procede a organizar el sistema de defensa ordenando que todos los hombres capaces de manejar armas que estén preparados con las armas, la pólvora y las balas en perfectas condiciones y listas para hacer frente al enemigo. Es preciso que los cabos organicen a la población armada adiestrándoles en el manejo de las armas y distribuyendo los efectivos militares en las distintas fortalezas y puntos de defensa, la población también tiene que colaborar en la puesta a punto de las fortificaciones realizando trincheras y terraplenes.

Finalmente se hace referencia a la fidelidad que profesan al rey los vasallos de la villa.

“juntos unames y conformes dijeron que sin enbargo de constarle a su merced del señor Alcalde mayor la suma Pobreza en que se alla esta Villa y sus vecinos y atendiendo a la obligazion de su ofizio provengo auto mandando que se monte la artilleria que su Magestad dios guarde hizo merzed de dar a esta Villa respecto de allarse con la madera nezesaria para las cureñas y a que por esta razón se alla esta plaza sin la defensa nezesaria mayormente en el tiempo presente de allarse con las noticias de que esta para venir armada de los enemigos de esta Real corona a infestar esta costas como lo da a enterder la horden que el señor Correxidor despacho ayer martes veinte y nueve con veredero a toda dilixenzia para que todos los naturales capazes de tomar armas estén prontos y prevenidos con ellas limpias y en toda forma para su uso y con la polbora cuerdas balas de su obligazion para acudir con ellas a donde les fuere ordenado; y otras cosas que previene y manda según de ella consta; …están obligados a poner frente y buscar los medios mas convenientes para que se monte la dicha artillería y se ponga con los puestos del Castillo mayor y fortines que mas convenga haciendo trincheras terraplenes listas de todos los naturales rexistros de sus armas y municiones elección de cabos que los eduquen en el manexo de las armas y que se lo que Dios no quiera subzediere que el enemigo venga a querer azer la ynbasion que se dize se alle esta dicha plaza con alguna defensa y que mejor pueda mantener el punto y fidelidad que asta aquí los antezesores an mantenido y el que como tan leales vasallos.”

El nuevo fortín de la Barrera.

Para complementar el sistema defensivo de Castro Urdiales que según el informe de 1700 es insuficiente y deficitario se decide construir un nuevo fortín en la Barrera, que se situará al lado de uno que ya está construido y que es de cal y canto. Se especifica que para hacer la obra hay que terraplenar y enlosar la superficie para que se pueda manejar la artillería, también será preciso realizar cobertizos en los que se pueda proteger la artillería dando instrucciones para conservar en buenas condiciones las cureñas de los cañones tratándolas con alquitrán.y brea, de forma que tanto las piezas que se distribuyen en distintos lugares de la villa – sitio de la atalaya y sitio de la plazuela, – como los dieciocho cañones y la pólvora que envía el rey estén perfectamente protegidos. También se hace referencia al hecho de que las tareas más especializadas no las realizarán los habitantes de la villa con su trabajo personal, sino que se encargaran a los oficios correspondientes. Se hace constar que todo el proceso se llevará a cabo con la mayor rapidez posible. Estas decisiones se reflejan en la sesión del ayuntamiento de cinco de julio de mil setecientos seis.

“si los enemigos de esta Real Corona bieniran a invadir a esta plaza y a que Su Magestad a dado diez y ocho cañores de artillería y zien quintales de poblora y licencia para que se pueda cortar y cort los arboles que fueren nezesarios para la cureñas. (…) Mandaron a todos los carpinteros de esta villa y lugares referidos y que luegos se haban las diez y ocho cureñas nuebas para los diez y ocho cañore que su Magestad fuese servido mandar se le diesen a esta Villa (…) que se haga un fortin seguido con el que esta antiguo de cal y canto y se quite las estacas y terraplene y enlosen para que se manexen sus artillerías pues como se allen par el manejo lo treze o catorze cañones… y que se les hagan cobertizos para la consebación de las cureñas dándoles una buena cama de alquitran y brea y también an allado convendría poner en el sitio del atalaya quatro cañones de los mexores que parecen de los que sobren del castillo y atento a que los dos que se allan en el sitio de la plazuela con sus cureñas no se pueden manexar ni son de servicio porque con los que sean de poner en la Barrera queda la entrada del muella muy guardada y siendo dichos dos cañones a propósito se quiten de alla y se pasen a la talarga haciendo terraplén y cobertizo por se el paraje muy esxenzial y a propósito y mexor que el que están y para que todo se aga y execute con labrebedad que se requiere sin dilazion se saque lo prexiso para ofizios fierro y demás que so sea cosa que se puda executar con el trabajo personal.”

El ayuntamiento reunido en la sala capitular de la villa reunido el 13.10.1706 informa de que ya se ha realizado el nuevo fortín de la Barrera, se han construido 18 cureñas para montar los 18 cañones que ha enviado el rey y que ya ha sido ubicados en el nuevo fortín. Para hacer frente a los gastos originados por estas actuaciones se informa que se han utilizado los ingresos de alcabalas, sisas y cientos invertidos en la construcción de las 18 cureñas y sus herrajes, pero para construir el baluarte defensivo e instalar en él la artillería tienen que recurrir a un reparto entre los ciudadanos de la villa y sus lugares y jurisdicciones, se precisa que la recaudación tiene que hacerse rápidamente porque los que han trabajado len las obras no han cobrados sus salarios.

“En la sala capitular del ayuntamiento de esta villa de Castro de Urdiales a trece días del mes de octubre año de mil setecientos y seis aviendose juntado… dixeron que por quanto se an sacado de los efectos de alcabalas sisas zientos y propios lo preziso que sea avido menester para las diez y ocho cureñas nuebas que con su herraxe sean echo nuebas para montarlos en diez y ocho cañones que su magestad fue servido mandar dar a esta villa para la defensa de esta plaza y para hazer el baluarte del sitio de la barrera preziso y necesario asi para la defensa como para acomodar la mayor parte de la dicha artillería por ser apropósito y porque hacen falta las dichas cantidades que de dichos efectos sean sacado para pagar a quien las ha de hacer acordaror que se ajuste la quenta y se reparta entre esa villa y sus lugares y los de la jurisdizion y que sea con la brevedad como no de lugar a costas y salarios de executores que se están para despachar a su cobranza y lo firmaron”

En el libro de cuentas correspondientes a 1706 se reflejan los gastos realizados en la construcción del fortín y la muralla, el importe de la teja utilizada en la reparación de la cubierta del castillo mayor, también se da cuenta de los gastos que corresponden a la fabricación de las cureñas y la conducción de la artillería.

“y por lo que costaron las 18 cureñas que se hizieron y fabricaron para montar las diez y ocho piezas de artillería y quatro libras de vala que dio su Magestad a sus Reales ynjenios de Lierganes en el fortin y muralla que se hace en la barrera para la dicha artilleriay reparar el fortin y muralla antigua que todo hace los dichos ducientos y noventa y ocho mil ochocientos y veinte y seis maravedíes que balen ocho mil setezientos y ochenta y nueve Reales (…) Ziento y treinta y nueve Reales y medio que costo conducir la dicha artillería desde la plaza al castillo de la Barrera

(…) Por tres millares y medio de texa que se compraron para coberticos de dicha artillería que costaron puesto en el castillo Mayor a toda costa ducientos y treinta y ocho Reales (…) Pago treszientos y once Reales por los jornales de setenta y seis oficiales de cantería que entraron ha azer y fabricar el paredón y fuerte de la barrera para dicha artillería” 467 Para la ejecución de dicha obra trabajaron más de quatrozientos y cinquenta ombres y más de mil mujeres mayores y menores que trabajaron a fajina, treszientos diez oficiales carpinteros, setenta y seis oficiales de cantería y quarenta y ocho yegueros que se ocuparon en traer piedra para la muralla y arena para amasar la cal. Este elevado número de trabajadores da idea de las urgencias en levantar el fortín contando con trabajadores de la comarca ya que esta villa no alcanzaba semejante cifra de habitantes.

Para tener una idea clara de la identidad de la construcción contamos con un dato significativo que también aparece reflejado en el libro de cuentas de la villa de 1706, en él consta el número de trabajadores que intervinieron en la construcción, así como el salario que recibieron.

A la vista de los datos reflejados en la tabla se ponen en evidencia que la obra implicó la colaboración de un elevado número de operarios, se registra un total de mas de mil novecientas personas que intervinieron en los trabajos de la construcción, no obstante los gastos que se realizan en los salarios de los trabajadores no llegan a dos mil reales de vellón, una inversión relativamente reducida. Esto es posible gracias al trabajo personal gratuito que realizan cuatrocientos cincuenta hombres y mas de mil mujeres mayores y menores, vecinos no solamente de Castro Urdiales, sino de las otras villas de la Jurisdicción, pues como hemos visto en otros documentos los gastos de defensa se reparten de forma proporcional entre las diversas villas y lugares de la jurisdicción.

La inversión en la nueva construcción asciende a once mil novecientos noventa y dos reales de vellón, una cantidad relativamente discreta, teniendo en cuenta que el capítulo de cargo o ingresos en las cuentas de la villa en estos años está próximo a los cuarenta mil reales de vellón (Referencia a tabla de datos de la fiscalidad municipal) supone en torno a una cuarta parte de los ingresos municipales. Pero teniendo en cuenta que la situación de las cuentas municipales es continuamente deficitaria a lo largo de este periodo, el gasto agrava la situación deficitaria que se arrastra, de hecho en el libro de acuerdos de mil setecientos siete se hace constar que no se puede realizar el enlosado de la batería del fuerte de la Barrera porque la villa no tiene medios para ejecutarlos.

Enlosar el fortín de la Barrera.

“Sobre que se enlosen y pongan bien los sitios donde se a de manejar y disparar la artillería de la Barrena. Ayuntamiento de 17 de agosto.

En la sala capitular del consistorio y ayuntamiento de esta villa de Castro de Urdiales a 17.8.1707 se juntaron especial y señaladamente el señor Don Sevastian de Havellaneda Alcalde Mayor de intancia ordinaria Don Eusebio de Quiros Francisco del Hierro Don Francisco Antonio de Angulo y Antonio de Peñaredonda Rexidores Capitulares Don Domingo Antonio de Toranco Procurador xeneral de esta dicha villa y Antonio de Pomares Procurador xeneral del Cavildo de San Andrés los mareantes de ella juntos y congregados para tratar de cosas del servicio de Dios nuestro señor el de su Magestad y bien y conservación de los vecinos el dicho señor Procurador Don Domingo Antonio de Toranco propuso que en atención a una Orden del Señor Correxidor de estas quatro Villas remitio por su merced el señor Alcalde Mayor para que la artillería de esta dicha villa estuviese lista y pronta para lo que se pudiere ofrecer con la…que se hacia de que las armadas inglesa y olandesa querían acometer a esta costas se las puso sacar a remate el enlosado que necesita para manejar la artillería del campo de la Barrera lo qual se remato en Juan de armero y compañía vecinos de Samano en un mil setecientos y sesenta Reales de Vellon”.  Avanzadas las obras la villa ya no tiene medios para enlosar el fortín de la Barrera y se pospone para más adelante, pues hay otras necesidades cono son la de arreglar los muelles que están en ruina y otras reparaciones en la cubiertas del castillo de san Guillen donde guardar la artillería y las cureñas para que no se deterioren con la lluvia. Para este fin se utilizan tres millares de teja para los cobertizos de la artillería.

Además de los 18 cañones el Rey envía  4 libras de balas y 100 quintales de pólvora para la defensa de esta villa por lo que la localidad tiene que montar dichos cañones con sus respectivas cureñas y herrajes que han sido costeados con lo recaudado de los impuestos de alcabalas, cientos y sisas.

“ayuntamiento de 24 diputados de oy miércoles 17 de Agosto = En la sala capitular del consistorio y ayuntamiento de esta villa de Castro de Urdiales … … se le manifestó y dio a entender a todos por el escribano el acuerdo y proposiciones de oy dia y abiendo las oydo y entendido unanime y conformes dixeron los dichos regidores veinte y quatro diputados que dia que es hoy conbenia mucho el que hiciese el enlosado para la artillería del fuerte de la Barrena se suspenda por ahora y asta el primer verano respecto de no tener la villa medios para executarlo y de haber que hacer precisamente la composizion de los muelles de la calle de la mar que amenazan conozida ruyna como tanbien amenaca ruyna el paredón de la quebas y ser necesario concluir los cubiertos para la artillería del castillo y de san Guillen”

Tesis Doctoral 2015. La Guerra de Sucesión en Cantabria. María Concepción Ruiz Gutiérrez. Licenciada en Filosofía y Letras, Geografía e Historia. Historia Moderna y de América. Facultad de Geografía e Historia. Director: D. Luis Antonio Ribot García. Codirector: D. Ramón Maruri Villanueva

El primer Plan General de Castro Urdiales fue aprobado por la Comisión Provincial de Urbanismo el 23.2.1965. La obsolescencia del instrumento básico de planeamiento municipal justificó no ya la conveniencia y oportunidad de su Revisión y Adaptación a la normativa vigente, sino la ineludible necesidad de poner fin a una situación inédita: la pervivencia de un Plan General basado en la Ley del Suelo de 1956. Así comienza la Justificación de la Revisión y Adaptación del Plan General de Ordenación Urbana De Castro-Urdiales de 1996, aún hoy vigente.

AI margen de estas consideraciones de índole legal, la incapacidad del planeamiento vigente para controlar los procesos de desarrollo urbano del municipio castreño, a pesar de la tramitación de Planes Parciales o modificaciones puntuales, es incuestionable: la densificación brutal de la trama urbana, la indefinición de alineaciones y rasantes, la ausencia de mecanismos de equidistribución de cargas y beneficios o la insuficiencia de dotaciones públicas han caracterizado el, por otra parte, espectacular crecimiento de Castro Urdiales en los últimos años.

En abril de 1995 se presentó al Ayuntamiento el Documento para Aprobación Inicial, el cual, fue aprobado por el Pleno Corporativo en sesión celebrada el 28.4.1995. El Boletín Oficial de Cantabria de 7.6.1995 publicaba el anuncio de la información al público de la aprobación inicial de la Revisión y Adaptación del Plan General de Ordenación Urbana de Camargo.

El Ayuntamiento Pleno decidió con anterioridad a la finalización del periodo mínimo legal (un mes) de exposición al público del citado documento, su prórroga hasta el día 30 de septiembre. En el periodo comprendido entre el 7 de junio y el 30 de septiembre (ambos incluidos) se habían presentado 680 alegaciones. Por el Equipo Redactor se propuso la aceptación total de 176 de las alegaciones presentadas, la aceptación parcial de 308 y la denegación de las pretensiones recogidas en 177 de las alegaciones. Además se habían presentado 11 alegaciones ilocalizables y 7  alegaciones no procedentes. por tratar asuntos ajenos al Plan, siendo anulada 1 alegación por presentación de otra posterior por su redactor. Incorporadas éstas al Plan General, el Pleno remitió a la Comisión Regional de Urbanismo para su aprobación definitiva, que fue efectuada en sesión de 23.12.1996.

La Revisión del PG vigente no sólo era necesaria sino también urgente, dada su inadecuación técnica (basta con ver las dificultades municipaIes para conseguir y ejecutar calles o dotaciones públicas, la obsolescencia deI programa de actuación y estudio económico-financiero, etc) y social (propone modelos de ocupación del espacio claramente superados, además de favorecer la destrucción del patrimonio construido.

El Plan de 1965, redactado en pleno auge de las ideas expansionistas ligadas al turismo, consagra un modelo de ocupación del espacio, apuntalado con las sucesivas modificaciones puntuales, caracterizado por la especulación (ausencia de  nuevas dotaciones, sustitución de un modelo extensivo de baja densidad por otro intensivo, por ejemplo Estudio de detalle de Brazomar, sustitución de edificios públicos por viviendas, etc.), «el desorden (el Plan no establece alineaciones, que se van definiendo paulatinamente en función de los intereses de los particulares sin tener presente lo ya existente, la dispersión (al no establecer nuevas calles o equipamiento a que sirvieran de rótula entre la trama existente y las nuevas áreas de crecimiento) y la destrucción de la trama histórica (el derribo del Teatro de La Villa -1974-, la inserción en pleno centro histórico de bloques en altura o fábricas de conservas, procesos como el PERI de la Plaza del Mercado, que incluía la desaparición del edificio de Eladio Laredo, son ejemplos claros de atentados culturales contra la ciudad.

El documento, no adaptado tan siquiera al Texto Refundido de 1976, se caracteriza por su indefinición, siendo sus principales frutos, existencia de numeroso planeamiento de desarrollo {con frecuentes alteraciones de las determinaciones del Plan General}, que no responde a un modelo único o final de ciudad, si no a problemas puntuales inconexas, que se resuelven, normalmente, en beneficio del particular frente al público y la marginación del resto de núcleos del municipio, posibilidades de crecimiento ni mejora de dotaciones.

Otro rasgo característico del planeamiento desarrollado en el municipio ha sido la asunción por parte del Ayuntamiento del papel de promotor del mismo, siendo escasos los documentos en los que los particulares interesados figuran como tales. Esta forma de actuar hace recaer toda la responsabilidad urbanística en el Ayuntamiento que, por un lado, respalda como propios los criterios de los particulares colaborando de forma activa en el desaguisado urbanístico y, por otro lado, beneficia directamente a las auténticas promotores al permitir que los mismos no tengan que cumplir con los requisitos que la Ley del Suelo exige a actuaciones promovidas por particulares.

Se puede afirmar como resumen que del análisis de la información urbanística se deduce la ausencia de política urbanística municipal», que con escasas excepciones ha antepuesto los intereses particulares a los públicos, defendiendo sin criterio la lenta pero incesante destrucción de un municipio y una ciudad que si por algo destacaba antes de la aprobación del Plan vigente era por su calidad de vida, expresada en la ordenación volumétrica, la existencia de una trama homogénea consolidada y en un sistema de equipamientos y espacios libres conseguidos a lo largo de muchos siglos, de difícil parangón con cualquier otro lugar de Cantabria.

El Plan General, sus modificaciones y proyectos de desarrollo han sido los instrumentos que han permitido el proceso de masificación y reducción de la calidad ambiental (urbana y natural) del municipio, al no tener presente en ningún momento la historia.

CASTRO-URDIALES PG 1996 Clasificaión del suelo

CASTRO-URDIALES PG 1996 Sistemas Generales

Pero ¿cómo es posible trabajar en 2018 con un PGOU de 1996? Respuesta: modificaciones aprobadas por la CROTU (comisión Regional de Urbanismo) y otras (líneas de actuación):

La etapa negra de la corrupción en Castro Urdiales una década después: 110 imputados y un agujero de 45 millones. (25.2.2018)

Bautizado como «la Marbella del norte», es uno de los municipios de España que más casos de corrupción registró durante la burbuja inmobiliaria. 10 años después aún quedan 7 causas judiciales abiertas en las que están implicados exalcaldes, exconcejales, constructores y funcionarios. El juez Luis Acayro Sánchez, que instruyó una veintena de casos en la localidad, denunció «presiones brutales» y reclamó la «despolitización de la justicia».

Caso ‘La Loma’

Delitos que se imputan: Prevaricación administrativa y urbanística, malversación de fondos públicos, falsedad documental, infidelidad en la custodia de documentos públicos, cohecho y estafa. Hay 46 acusados, entre los que se encuentran los exalcaldes Fernando Muguruza y Rufino Díaz Helguera.

Objeto: Presunta reclasificación de 300.000 m2 de suelo rústico a urbanizable simulando la existencia de infraestructuras. Presunta aprobación de construcción sobre parcela de equipamientos, manipulación de proyectos de reparcelación y compensación. Presuntos sobornos a técnicos, alcalde y secretario municipal, y supuestamente se dejaron de recaudar las tasas municipales y se engañó a los compradores de las viviendas.

Estado:  Remitido recientemente a la Audiencia Provincial de Cantabria 2 años y medio después de que Acayro dictara apertura de juicio oral. Todavía no hay fecha para su enjuiciamiento. 

Caso ‘Urdicam’

Delitos que se imputan: Prevaricación administrativa y urbanística. Hay 14 acusados.

Objeto: Modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobación de instrumentos urbanísticos y presunta concesión de 4 licencias de obra y 1 de primera ocupación en contra de 5 informes negativos y vinculantes de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU) con pérdida de suelo público valorada en 2,4 millones de €.

Estado: A falta de sentencia.

Caso ‘Mioño/Lusa’

Delito que se imputa: Apropiación indebida. Hay 2 acusados, los exalcaldes pedáneos Víctor Echevarría y Antonio Alijo. La acusación pide 7 años de cárcel y 9 de inhabilitación para cargo público para el pedáneo de Mioño y 10 años de prisión y 15 de inhabilitación para cargo público para el de Lusa.

Objeto: La causa deriva del arrendamiento de unos terrenos a la UTE Dícido (formada por las empresas Sadisa y Emilio Bolado, adjudicatarias del contrato y que ejercen la acusación particular) para su explotación minera. De acuerdo con los letrados de las empresas, en base al contrato los alcaldes de Mioño y Lusa idearon el modo de «estafar» a la UTE y apropiarse ilegítimamente de más de 1,2 millones (1.256.700 €) para ingresarla en las cuentas bancarias de las Juntas primero, y hacerla desaparecer de las mismas después, «en cuestión de semanas», sin que se sepa con exactitud el destino de dicha cuantía, pues el medio usado para su distracción fue, según la acusación, la emisión y utilización «descontrolada» de numerosos cheques al portador.

Estado: Se encuentra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial y el juicio se celebrará los días 20, 21 y 22 de marzo tras  haberse suspendido en diciembre de 2016.

Caso ‘APD-2 de Cotolino’

Delitos que se imputan: Prevaricación administrativa y urbanística y falsedad de documento público. Hay 11 imputados.

Objeto: Presunta concesión de licencias de obra en contra de planeamiento y supuesta manipulación de los instrumentos de gestión con pérdida de 36.000 m2 de suelo público valorado en 16 millones de €.

Estado: A la espera de escrito de acusación por el Ministerio Fiscal, tras los recursos de reforma presentados contra el auto de procedimiento abreviado.

Caso ‘Sobresueldos’

Delitos que se imputan: Malversación de fondos públicos y prevaricación. Hay 13 imputados entre los que se encuentran 3 exalcaldes del municipio: Rufino Díaz Helguera, Fernando Muguruza e Iván González.

Objeto: Presunto desvío masivo de fondos públicos (2,5 millones de €) en beneficio de determinados funcionarios, al amparo de conceptos salariales inexistentes o en cantidades superiores a su categoría.

Estado: Pendiente de escrito de acusación por el Ministerio Fiscal, tras los recursos de reforma presentados contra el auto de procedimiento abreviado.

Caso ‘Proconor’

Delitos que se imputan: Prevaricación administrativa y urbanística. De los 24 acusados inicialmente, la Audiencia Provincial absolvió a dos en septiembre de 2016. No obstante, mantuvo la imputación del excalcalde Díaz Helguera y de varios exconcejales de la Corporación municipal. 

Objeto: Modificación del PGOU, aprobación de instrumentos urbanísticos y concesión de 4 licencias de obra y 1 de primera ocupación en contra de 5 informes negativos y vinculantes de la CROTU con pérdida de suelo público valorada en 500.000 €. El ‘caso Proconor’ versa sobre un edificio de 51 viviendas que ejecutó la constructora del mismo nombre en la zona de Santa Catalina, junto al polideportivo Pachi Torre, que fue paralizado y que el Ministerio Fiscal solicitó demoler por invadir suelo destinado a equipamiento deportivo.

Estado: En la Audiencia Provincial a la espera de ser enjuiciado, pendiente de escrito de defensa desde junio de 2015.

Caso ‘Korta’

Delitos que se imputan: prevaricación administrativa, falsedad de documentos públicos y malversación de fondos públicos.

Objeto: Supuesto desvío de 380.000 € de fondos. El acusado, electricista del Ayuntamiento de Castro Urdiales, en connivencia con su mujer, presuntamente simuló la facturación de suministros eléctricos al Ayuntamiento para el enriquecimiento propio entre 1998 y 2002.  El Ministerio Fiscal solicita 5 años para cada uno. 

Estado: El juicio se encuentra  suspendido hasta marzo después de que en la primera vista celebrada el pasado mes de enero la Fiscalía solicitara citar a declarar como testigo al entonces interventor municipal, Fernando Urruticoechea. 

Casi es anecdótico, pero el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico-Artístico, redactado por Gonzalo Ispizua Anduiza (DIRSUR SL) en octubre 2000, contiene lo que hace ya 15 años eran grandes verdades dolorosas en su diagnósis:

  • Con carácter general, los principales problemas que hay que señalar e intentar atajar con carácter de urgencia son la perdida de una parte de la trama urbana histórica, el lento deterioro de los espacios y edificios interiores del conjunto histórico y las negativas intervenciones de sustitución de la edificación en puntos privilegiados y estratégicos.
  • También llama poderosamente la atención el proceso de terciarización del área con una paralela sustitución de actividades tradicionales (pesca y derivados) y su conversión en el principal foco turístico del municipio (por encima de playas o espacios interiores del municipio).
  • Otra característica ha destacar es el hecho irrefutable de que el centro histórico, a nivel demográfico, es ajeno al fuerte crecimiento que se está produciendo en Castro, sin producirse tampoco una perdida significativa de población.
  • Como resumen se puede afirmar que el conjunto histórico se ha convertido en el principal foco turístico, económico terciario y de esparcimiento, en todos los órdenes, de Castro-Urdiales

Plan Ordenación Litoral de Cantabria 2004. Castro-Urdiales

El POL (Plan de Ordenación del Litoral).

El Plan de Ordenación del Litoral se aprobó mediante la Ley del Parlamento de Cantabria 2/2004, de 27 de septiembre y se presenta como un documento clave a la hora de estructurar el territorio por lo que será una referencia prioritaria de la revisión del Plan. Por un lado limita con extraordinaria precisión los suelos por donde debe crecer el municipio, los suelos periurbanos, dejando sin posibilidades prácticamente al resto de los suelos. En el caso de las juntas vecinales, el POL limita prácticamente al existente los suelos urbanos dificultando pequeñas medidas de actuación para cohesionar la trama existente.

«…Por otra parte, señala dos Actuaciones Integrales Estratégicas que suman una superficie parecida a la de todos los suelos urbanos, urbanizables y áreas periurbanas del municipio. Se trata de suelos de oportunidad que afectarán de forma decisiva en la vida y desarrollo del municipio, pero que no pueden ser gestionados por este, dificultando la integración de dichos suelos en la trama, en el modelo de ciudad. Además las previsiones de nuevos suelos industriales a una gran escala impide el proponer nuevos polígonos industriales en esta revisión del Plan, dejando este cometido a los PSIR. Esto complica un poco las posibles actuaciones de reubicación de empresas existentes dentro de la trama urbana, a dichos polígonos mediante convenios. Será necesaria la actuación conjunta de la administración local con la encargada del desarrollo de estos PSIR, de forma que puedan obtenerse suelos de actividades industriales en el centro de la ciudad para dotaciones.

Por tanto, la presente revisión (Avance 2009) no diseña estos espacios, no cuenta con ellos para su modelo de ciudad, esperando que sean los propios estudios de estas áreas, cuando se hagan, los que busquen la integración con el municipio, siendo incluso necesario por la dimensión de dichas intervenciones, el tramitar alguna modificación puntual que ajuste las nuevas propuestas al nuevo Plan General que esperemos esté vigente…»

PMUS. Zonificación

Y el PMUS (Plan de Movilidad Sostenible) realizado en 2013 y aprobado inicialmente en sesión ordinaria por el Pleno el 4.4.2014.

Y la población estimada.

La población estable durante todo el año parece aproximarse claramente hacia los 40.000 habitantes, lo que indica que habría unos 8.900 residentes habituales sin empadronar lo que supone un 22% de la población permanente. Conforme nos acercamos al verano la población va aumentando por la mayor afluencia de visitantes durante los fines de semana. El máximo demográfico se daría en el mes de agosto en el que a la vista de las diferentes estimaciones la población rodaría los 58.000 ó 60.000 habitantes…

«..El estudio concluye con una estimación general de población de 110.000 personas en 2025, incluyendo habitantes censados y estacionales…»

Avance PG 2009 Castro-Urdiales. Sistemas Generales

Avance PG 2009 Castro Urdiales. Estructura General

Pero no hay visos de inminencia en el planeamiento general De Castro-Urdiales, ni una Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrada a la vista. ¿Dónde están? Increíble por sorprendente. Inadmisible. En qué mundo quieren seguir viviendo? Tribunales y tribunales… Siempre hay conclusiones simples, cuando la inacción del planeamiento se favorece, y, suele ser corrupción, tribunales, casos mediáticos… Y aquí están aún en esa fase. Despierten ya del letargo. El Avance (borrador de 2009) ya está olvidado, (¿o no ?)


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


Seguiremos analizando en próximas entregas los 350 municipios mayores de España

 

UBEDA

UBEDA. Población (INE)

UBEDA. Pirámide de población

UBEDA. Bienes Inmuebles de naturaleza urbana y uso residencial 2014-2018

UBEDA. Deuda

UBEDA. Paro


Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


Úbeda es una ciudad española y un municipio de 403,98 km en la provincia de Jaén, capital de la comarca de La Loma de Úbeda, en la comunidad autónoma de Andalucía. La ciudad, junto a la cercana Baeza, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco el 3.7.2003, debido a la calidad y buena conservación de sus numerosos edificios renacentistas y de su singular entorno urbanístico.

Úbeda está enclavada sobre una eminencia en la famosa comarca de La Loma, volcada hacia el valle del Guadalquivir, frente a la imponente Sierra Mágina y cerca del centro geográfico de la provincia de Jaén.

El término municipal de Úbeda está dedicado en su mayor parte a la agricultura, sobre todo olivar, el más productivo del mundo. Hasta los años setenta del siglo xx el cultivo de las olivas era importante pero se alternaba con otros como el cereal o la vid, pero a partir de entonces un mar de olivos ha inundado la loma de Úbeda. En las vegas del Guadalquivir y Guadalimar aún predomina la agricultura intensiva de regadío —algodón, cebolla, tabaco, remolacha, etc.—.Se encuentra dividido el término municipal en 3 partes separadas, una isla principal y 2 exclaves.

La isla de Úbeda o isla municipal principal, se sitúa prácticamente en el centro de la provincia, limitada por los municipios de Baeza, Rus, Linares, Arquillos, Vilches, Navas de San Juan, Torreperogil, Sabiote, Peal de Becerro, Cazorla, Jódar y Jimena. En ella se encuentran la ciudad de Úbeda, y sus anejos Santa Eulalia, Guadalupe, El Donadío, San Miguel y San Bartolomé.

El Rincón de Úbeda se sitúa en la orilla norte del río Guadalquivir, limitado por los municipios de Torreperogil, Sabiote, Villacarrillo, Santo Tomé y Cazorla. En este exclave se encuentran los anejos de Veracruz y Solana de Torralba.

El Rincón de Olvera se sitúa en la orilla norte del río Guadalimar, entre los municipios de Navas de San Juan y Sabiote. Si bien existió una fortaleza y aldea en este exclave, no está conformado por ningún núcleo de población actual.

La Loma es el ámbito territorial de encuentro entre los suaves cerros de Sierra Morena y las agrestes estribaciones del Sistema Bético, cruzado por el Valle del Guadalquivir. Los 3 espacios territoriales más extensos de Andalucía se anudan en este corredor, haciendo perceptible su diversidad. Junto a ambos municipios encontramos entornos naturales protegidos como el Río Guadalquivir, El Paraje Natural Laguna Grande, Sierra Mágina, Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas (ambas declarados Espacios Naturales Protegidos y espacios de Red Natura 2000 además de, en el último caso, Reserva de la Biosfera).

Este territorio también engloba numerosos bienes patrimoniales donde destacan, sin ninguna duda las 2 ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Ubeda y Baeza. En el mapa se muestran los Conjuntos Históricos cercanos así como las Zonas Arqueológicas de Cástulo (al Oeste) y de Puente de Tablas (al Suroeste) declaradas Bienes de Interés Cultural.

A nivel de infraestructuras y comunicaciones, Úbeda y Baeza se encuentran en un punto estratégico en el sistema de ciudades de la Unidad Territorial del Centro Norte de Jaén ya que se localizan sobre los ejes regionales que articulan el Guadalquivir en su relación con el exterior de la Comunidad, por una parte en Despeñaperros con el interior peninsular y por otra a través de Albacete, con Levante.

La red viaria interurbana viene consolidándose mediante la ejecución de las actuaciones previstas en el plan de Infraestructuras y Sostenibilidad del Transporte de Andalucía 2007/2013. La conversión en autovía del Eje Bailén – Albacete – Levante, (actual N322 en autovía A32) que circula al norte del ámbito en el sentido este-oeste y el eje transversal que cruza Baeza por el sur A316 que conecta Lucena – Jaén son las principales actuaciones. Esta red se completa con la carretera autonómica que conecta con Granada a través de la A-401 al oeste del núcleo de Úbeda y su posterior enlace con la A-92. Esta modernización de la red viaria nacional y autonómica está suponiendo una mejora sustancial de las comunicaciones de Úbeda y Baeza con el resto de la Comunidad Autónoma y también un refuerzo importante para su centralidad territorial en el contexto subregional.

En un segundo nivel, existe una amplia red de carreteras que conectan ambas ciudades con el conjunto de la comarca y que garantizan la accesibilidad interurbana entre los diferentes núcleos urbanos. La A-6101 de Linares a Baeza, por Ibros; la JA-4109 de Baeza a la Yedra; la JA 4101 de Baeza a Lupión; JA 3103, del Puente del Obispo a Jimena; A – 6102, de Baeza a la A 6104, conectando Garcíez y Jimena. En el término municipal de Úbeda, la articulación con los núcleos cercanos se produce esencialmente a partir de la JV 6044 a Santa Eulalia; J-6040 a Sabiote; JV-6043 a El Mármol; A-401 al Donadío; y J-3030 a Garcíez.

Llamada «la ciudad de los cerros», constituye un importante centro de atracción, cuenta con hospital comarcal, centros educativos y escuelas universitarias (UNED y SAFA), delegaciones de Hacienda y de la seguridad social, juzgados, capitanía de zona, Centro del Profesorado (CEP),​ etc., derivando en uno de los índices de centralidad más altos de toda Andalucía. Según el anuario de La Caixa, se trata de la capital de una de las provincias económicas de España, con una zona de influencia de más de 200.000 habitantes que acude habitualmente a comprar en ella, datos que resaltan su centralidad comercial.

Su riqueza de hoy corresponde a su esplendor antiguo. Úbeda vive principalmente del sector terciario, el comercio y la administración, que ocupan el 49% de la población activa. Pero además el peso de la agricultura ocupa a más de un 50% de la población, siendo el centro neurálgico del olivar y de la producción aceitera, siendo uno de los mayores productores y envasadores de la provincia de Jaén de aceite de oliva, piedra angular de toda su economía. De hecho, la comarca de La Loma viene siendo la mayor productora mundial, con un 15% de toda la producción aceitera mundial. Otras actividades complementarias son la industria, la ganadería y un incipiente turismo cultural.

UBEDA. Localización comarcal

Hasta época muy reciente, se había mantenido el criterio de que Úbeda, como núcleo habitado, tuvo su origen en un lugar situado a 15 km de su emplazamiento actual, el llamado «Cortijo de Doña Aldonza», al que, por respeto a esa tradición, se le viene llamando «Úbeda la Vieja».

Efectivamente, la existencia en aquel lugar de un yacimiento arqueológico importante, en el que aparecen estratos que van desde la época argárica al período tardo-romano y el desconocimiento en Úbeda de vestigios de esos tiempos, abonaban esa creencia. Pero el descubrimiento, el año 1963, en el centro urbano más importante de la Úbeda histórica, la plaza de Santa María, de una necrópolis argárica, y el hallazgo frecuente en el barrio llamado del Alcázar, de fragmentos cerámicos del mismo tiempo, obligan a rectificar tan tradicional criterio.

La aparición de esa necrópolis, si tenemos presente que en la época de la cultura del argar, los enterramientos se hacían en el mismo poblado o a su lado, nos permiten asegurar, sin género de duda, la existencia de un núcleo habitado en el lugar del actual emplazamiento de esta ciudad, contemporáneamente al de «Úbeda la Vieja», la que constituyó una población distinta de la Úbeda propiamente dicha. Si en aquel lugar se han conservado restos tardo-romanos, ello sólo pudo deberse a una causa: la invasión bárbara que destruyó aquél y al no volverá ser habitado, los restos arquitectónicos sin adulterar ni aprovechamientos posteriores, han podido llegar a nuestros días, y en cambio en Úbeda, como continúa siendo núcleo habitado, las posteriores edificaciones borraron por completo cualquier Vestigio arquitectónico anterior, destruyéndolo o reutilizándolo, salvándose sólo lo que estaba más profundamente enterrado, la mansión de los muertos, la necrópolis. Todos estos datos no nos permiten una delimitación concreta del poblado; por ello nos hemos limitado a marcar una línea sinuosa, meramente indicadora del emplazamiento primitivo de él.

SIGLO VI De la época del argar, saltamos hasta el siglo VI de nuestra era, un amplio período al que hemos marcado como final, el del apogeo de la colonización visigoda en España. Por las mismas razones antes dichas, los datos arqueológicos de esta época son muy escasos. Nada de la colonización romana y algo de la cultura visigoda. Los escasos restos de este tiempo, nos permiten asegurar que en el período visigodo existía una población dispersa ubicada en el Alcázar, la parroquia de San Pablo y la Cañada del Yelo, que son los lugares donde encontramos esos hallazgos. Históricamente la existencia de Úbeda en la época visigoda es citada por Ruiz Prieto, que recogiendo el testimonio de Marín y  Vadillo, dice fue capital de un comiso o jurisdicción de la región Tugiense, que abarcaba las comarcas de Cazorla, Quesada, Santisteban y otros pueblos.

Situados en el primer momento los invasores musulmanes en el Alcázar, es lógico suponer que no lo harían arbitrariamente o en plan de campamento nómada, sino utilizando la edificación más o menos rudimentaria allí existente y sin habitantes, bien por huida o bien por aniquilamiento de su población visigoda, máxime cuando no hay noticias de suficiente crédito, sobre la supervivencia en Úbeda de una colonia mozárabe, a raíz de su ocupación por los musulmanes. Es más, los geógrafos musulmanes, dan a Úbeda un origen puramente islamita.

Por otra parte, la mayor cultura, civilización, riqueza y permanencia de éstos en Úbeda, ocasionaría la progresiva destrucción de los habitáculos visigodos, para ser sustituidos por otros de más calidad y categoría, construidos con la consiguiente reutilización de materiales aprovechables. Esto nos impide fijar una delimitación concreta del burgo visigodo y únicamente nos permite dejar constancia de su existencia en esos sitios.

UBEDA. Las murallas

SIGLO IX Para este período tenemos un dato histórico cierto. El año 85¿, Hixen-ben Abdelazis, Hajib de Mahomat I, emir de Córdoba, mandó amurallar y fortificar las ciudades de Úbeda y Baeza. Como se ha dicho en reciente estudio sobre el tema de la muralla de Úbeda, no se debió esta orden de fortificación a temor al avance cristiano, pues la frontera por este tiempo se encontraba al norte del Duero y todavía conservaría el califato cordobés siglos de poder y supremacía militar, que le permitirían no pensar en esta eventualidad. La verdadera causa fue la defensa contra los mozárabes, que capitaneados por Omar-ben Hafsun, desde su nido de Bobastro, llegaron a ocupar y hacer feudatarias suyas extensas zonas del Andalus desde Ronda hasta Úbeda.

Tampoco Úbeda por este tiempo, como las demás ciudades de su época, salvo las grandes capitales, Sevilla, Córdoba, Toledo, debió ser un núcleo urbano de gran extensión, ni superpoblado, y por otra parte, las necesidades de la defensa no eran continuadas y permanentes, por lo que para ello bastaba un recinto en el que pudiera acogerse provisionalmente, en ocasionales peligros, la población extramuros y en el que, de modo permanente, viviese la clase aristocrática, militar y religiosa, con sus correspondientes edificios públicos, baluartes, mezquitas, etc., que dado el emplazamiento de Úbeda, con relación a la frontera cristiana, tampoco debió tener en esta época abundante guarnición.

El estudio arqueológico de la muralla ha permitido conocer dos recintos perfectamente identificados, uno, el más primitivo, situado en lo que hoy se llama el Alcázar, que por su lado sur, tiene una gran elevación respecto al terreno circundante y se conserva casi íntegramente y por el lado norte, estaba formado por una línea fortificada, hoy desaparecida, cuyo trazado, de oeste a este, partiendo de la esquina de la iglesia de Santa María, pasaba por detrás de la fachada principal de la misma, calle Alta del Salvador, hasta los Miradores de este nombre. Cierra este recinto un perímetro de extensión suficiente para acoger a la población urbana de Úbeda en aquel tiempo. Fuera de este recinto, fundamentalmente militar, no hemos encontrado restos algunos de antigüedad parangonable con él. Ante ello, estimamos que el casco urbano de Úbeda en esa fecha debió limitarse al recinto de el Alcázar; éste, por el lado sur, dada la diferencia de altura existente entre él y el campo que lo rodea, fijaría definitivamente el límite de su expansión urbana, mantenido hasta nuestros días, como se aprecia en el plano. En cambio, por el lado norte, con el terreno extramuros casi al mismo nivel, se comunicaba por tres puertas, que conozcamos, cuyos restos han llegado a nosotros, en el extremo este, por la Puerta de Bahud, en el centro por la del claustro de Santa María y en el extremo oeste, por la del Baño, al comienzo de la Cuesta de Carvajal. En esa llanada situada al norte de el Alcázar, pudo haber un arrabal, de población más o menos diseminada, embrión de la futura expansión urbana de Úbeda.

SIGLO XII El año 1234 es tomada definitivamente Úbeda por los cristianos. Han transcurrido casi 5 siglos de más que ocupación militar, normal vida ciudadana en este rincón de la Península, que sólo a partir de 1091, con la primera incursión en Andalucía de Alfonso VI, ve alterada su tranquilidad por el peligro muy esporádico de la agresiva proximidad de las armas cristianas. Este largo período de tiempo, permite el desarrollo de la población, con base en la feracidad de sus tierras y la industriosidad de sus artesanos. Cuando surge este peligro, aparece la necesidad de proteger su casco urbano y es entonces cuando se traza el 2º recinto amurallado que, dejando al fondo el Alcázar, ha de proteger a esa población. Su recorrido, empleando denominaciones actuales de las calles, parte de la puerta de Bahud — en los Miradores del Salvador— y sigue por la Cuesta de Santa Lucía, Huerta del Carmen, Murallas de San Millán, Fuente Seca, Cruz de Hierro, calle Ventanas, Plaza de Santo Cristo, Rastro, Cava, Miradores de San Lorenzo, Puerta de Granada, Cotrina y Arroyo de Santa María, enlazando aquí con la muralla del Alcázar, por la llamada Puerta del Baño, el comienzo de la Cuesta de Carvajal. Como arrabal poblado, extramuros, quedaron las zonas de las actuales calles Particiones y Valencia, fácilmente comunicadas con la ciudad intra muros, por las puertas de Santa Lucía o de Quesada y del Losal o de Sabiote.

Frente a las opiniones de que este segundo recinto fue obra cristiana, mantenemos la de que su originaria construcción fue debida a los musulmanes, por las siguientes razones: Además de que en los restos del recinto amurallado que se conservan, aparece un aparejo de manipostería en su parte inferior, similar al indudablemente musulmán de la parte inferior de los muros de el Alcázar, hay la razón histórica de que los cristianos, después de conquistada la ciudad, según la documentación conocida, se limitaron a reconstruir, reforzar o recrecer la muralla y sus torres, y no hay noticias de construcción ex-novo, en dicha documentación; y en la época musulmana, el dato de que la población de Baeza, ciudad árabe entonces muy populosa, cuando fue tomada en 1112 por Alfonso VIII, buscó refugio en Úbeda, considerada lugar seguro por su fortaleza: En el Alcázar solo no habría habido capacidad suficiente para acoger a la vez a los moros ubetenses, también acosados por el emperador, y a los baezanos.

UBEDA. Evolución perímetro urbano

SIGLO XV Para trazar este perímetro nos hemos valido del testimonio de la dispersión, dentro del casco urbano, de los restos de edificación de este período, que comprende desde la Reconquista por San Fernando hasta el año 1500. Son características de esta época las portadas de los edificios, más o menos modestos, cuyo sistema revela una técnica y estética mudéjares, por parte de sus constructores. En las casas, con muros de tapial, a la puerta de acceso se le daba una mayor categoría haciéndola de piedra y respondiendo todas a una misma fórmula: Las jambas, de sillería, eran rematadas por dos sillares, uno a cada lado, en forma de ménsula, con sus caras exteriores decoradas por motivos muy variados, y el intradós por roleos muy califales, en las más primitivas y bolas o molduras francamente góticas en las de los últimos tiempos. El dintel está formado por una simple viga de madera vista, sobre la que apoya directamente la continuación de muro de tapial; pero ya a mediados del XV, esta viga es sustituida por largas dovelas de piedra, que a veces en el arrabá tienen grabadas unas secuencias mixtilíneas de rectas y curvas, y en algunas ocasiones son las mismas juntas del dovelaje.

Pues bien, tras un recorrido minucioso por los extramuros de Ubeda, hemos podido fijar el siguiente itinerario como perímetro del casco urbano ubetense en el año 1500: Partiendo de la Puerta de Santa Lucía, englobaba las calles Particiones, Higueruela, San Millán, La Mandrona, Valencia, Plaza de los Olleros y en línea recta hacia el Huerto del Canónigo, sigue por Polvorín, Cobatillas, Sacristán, Travesía de Torrenueva, Minas, Alaminos, Chirinos, Esquinas de los Cortijos, Fuente Risas, final de San Francisco y Altozano hasta los Miradores de San Lorenzo, donde enlaza nuevamente con la muralla del lado sur de la ciudad, que, como antes dijimos, por las condiciones topográficas del terreno, fijaría definitivamente las posibilidades de expansión urbana por este sitio.

A esta expansión responde la creación a fines de la época de 2 parroquias extramuros, la de San Nicolás y la de San Isidoro, cosa que no se habría hecho de no haber habido una población preexistente a la que atender, pudiendo también estimarse de este período, el fuerte o torre llamado Torrenueva, que aún hoy sigue dando nombre al barrio donde se sitúa. La situación de estas portadas, fijan por otra parte el trazado de sus calles, pues aunque las casas no aparecían todavía unidas unas a otras, formando alineaciones, sí daban continuidad a éstas los muros de los grandes huertos o corrales de que cada una estaba dotada, como puede apreciarse en algunas zonas todavía.

1600- Ubeda, vista meridional

SIGLO XVI El siglo XVI marca el cénit de la historia y de la arquitectura ubetense. Entre 1500 y 1600, pacificada Úbeda, a partir de las drásticas medidas tomadas por los Reyes Católicos — una de ellas la demolición del Alcázar y sus murallas— (año 1506), su nobleza se hace palatina, sus proceres llegan a ocupar los más altos puestos en la gobernación del reino y esa prosperidad política de sus principales familias, repercute en el conjunto urbano, que se ve enriquecido con palacios, templos, monasterios y edificios públicos, obra de los mejores artífices de este tiempo.

Pero junto a esos edificios monumentales, aparece otra edificación más modesta, que forma la gran masa urbana y cuya identificación nos ha servido de base para fijar el perímetro de la ciudad en este siglo. Son características de esa edificación, sus portadas, respondiendo todas ellas a unos módulos, estilo y decoración muy diferentes a los del siglo anterior. La portada modesta del XVI, tiene hueco adintelado, de módulo castellano, con ancha guarnición y dintel formado por sólo tres piezas, dos largos salmeres y clave, en la que aparece labrada la cruz trinitaria en la mayoría de ellas, todo enmarcado por un liso y sencillo alfiz.

Junto a este tipo, el más sencillo, convive otro de más riqueza, en el que la portada es de trilito, o dovelada, coronada por una moldura en forma de cornisa, a veces también flanqueada por pilastras con capiteles y sobre ellos pináculos, apareciendo también un segundo cuerpo con ventana guarnecida, cuando el edificio tiene dos plantas. Pues bien, la localización y distribución en el casco urbano actual de esos tipos de portadas, nos ha dado el perímetro que figura en el plano. Como vemos por él, apenas si hay ampliaciones en relación al del siglo anterior. Las más notables son hacia el oeste y están representadas: por el Hospital de Santiago, que queda urbanamente unido al casco antiguo por los terrenos y edificio del convento de Mínimos de la Victoria, en cuyos terrenos, hasta después de la desamortización no se construirían las casas de la acera derecha de la calle Obispo Cobos; por el convento de San Nicasio (1500), en el lugar que hoy ocupa la Plaza de Toros y edificios circundantes; la actual calle de Los Canos en toda su longitud y parte de la calle Gómez de Barreda, siendo debido este desarrollo longitudinal, a que era una zona libre limitada a norte y sur por los huertos de los conventos de San Nicasio y San Francisco. Por el este, sólo es de advertir la prolongación de la calle Valencia, cuya última casa continúa siendo en la actualidad de aquella época, y en cambio, por el sur aparece una regresión, la representada por la destrucción del Alcázar, cuyos solares quedaron convertidos en eras y sin edificar hasta 1926, en que se construyó el grupo escolar de este nombre y 1940 en que se hacen algunas casas por un patronato parroquial de Santa María. Hemos de advertir, que en alto y bordeando el Rastro (calle baja del Salvador), también se construyeron en el XVI las casas que hoy forman la acera derecha de la calle Alta del Salvador.

1813 UBEDA

El auge político, social y económico que el siglo XVI supuso para Ubeda, en relación a los siglos anteriores, no compagina con el escaso desarrollo, o mejor dicho, ampliación de su casco urbano respecto al siglo anterior. No encontramos otra explicación que la de un mejor aprovechamiento del terreno, destinando a edificios, espacios destinados a huertos y corrales, lo que explica también la aparición de casas más modernas, del XVII, entre otras del XV e incluso más próximas al centro urbano, que las más antiguas. Aún así, debió quedar todavía mucha zona urbana sin edificar, como luego veremos.

AÑO 1900 Con gran certeza se ha podido trazar este perímetro gracias a un plano impreso de este tiempo (1905), con orla de una incipiente publicidad de negocios ubetenses de la época. La más notable expansión a fines de este período es por el norte, donde aparecen las calles Carolina y Virgen de Guadalupe, con un inicio de urbanización por manzanas paralelas a la carretera de Arquillos.

También surge en esta época el Paseo de la Explanada, amplio espacio abierto destinado parte a jardín y parte a ejido, limitado al norte por la carretera de Córdoba a Albacete, tras la cual ya se iniciaba el campo con las eras del Pastor y de la ermita del Pajés. Por el oeste se regulariza la línea sinuosa del período anterior hasta llegar a la formada por la actual alineación de la acera izquierda de la avenida de 18 de Julio.

Influye extraordinariamente en la posibilidad de incremento de su población urbana en estos tres siglos sin correlativo aumento del casco edificado, la continuidad en el aprovechamiento de los espacios verdes o no edificados existentes en su interior. Es muy significativa al respecto, una visión panorámica de Ubeda en el siglo XVIII, que aparece en una litografía del libro «Atlante Español». Prescindiendo de lo convencional de la representación, aparece en ella un claro contraste entre la proximidad y densidad de edificación de la zona intramuros, con la de fuera de la muralla.

1878 UBEDA (por IGN)

Dentro de este período, la desamortización aplicada sobre los bienes de los numerosos conventos existentes en Ubeda, crea a partir de 1836 una nueva fuente de suelo urbano edificable, que permite el incremento de viviendas y otros tipos de edificios más a tono con las necesidades de este tiempo, sin ampliar el perímetro urbano. Los grandes huertos anejos a los conventuales o edificaciones secundarias e incluso la demolición de los propios monasterios, al extinguirse las distintas órdenes religiosas ocupantes de los mismos, suponen un gran aporte de solares, que bien pronto se cubren de viviendas o edificios para otros destinos de índole social y comunitaria, en los que se aprovechan en gran parte los materiales procedentes de sus demoliciones.

Ejemplos de ello: En el desaparecido convento de la Merced, se construyen las casas de la acera izquierda de la calle Llana de San Millán, desde la iglesia de este nombre hasta la Plaza de los Olleros. Sobre los solares de San Nicasio y utilizando los materiales de él y del convento de San Antonio se construye la Plaza de Toros y una fábrica de aceites, que todavía hoy aprovecha los viales de agua de estos monasterios procedentes del cerro de la Atalaya; en el convento de San Francisco se monta una bodega de vino y otros edificios, utilizándose la nave de la iglesia todavía para colocación de las grandes tinas de fermentación; el convento de Mínimos de la V ictoria da espacio para construir en sus huertas las casas de la acera derecha de la calle Obispo Cobos y su parte noble se dedicó primero a posada y luego a centro de actividades sindicales de variada significación política, según los tiempos, destino que aún conserva; el convento de Santa Catalina, pasó a ser edificio donde sucesivamente se albergaron unas oficinas de beneficiencia, después una sociedad recreativa o casino y por último edificios comerciales y viviendas; el convento de San Andrés pasa a ser alhóndiga, cuartel, casa del pueblo socialista, cinematógrafo de verano y edificio docente, sucesivamente; el convento de San Juan de Dios se convirtió en posada; el convento de dominicos de la Coronada fue demolido y su solar convertido en jardín público, serviría después para edificar sobre él el Mercado Municipal de Abastos; incluso el Palacio de las Cadenas, monasterio de dominicas, al pasar a dominio público fue primero cuartel y después Ayuntamiento.

Conventos de Ubeda en la Desamortización. Por José Manuel Almansa Moreno. Urbanismo y arquitectura en Ubeda (1808-1931)

Hemos desarrollado con especial detalle esta conversión de los edificios religiosos en civiles, por estimar muy interesante destacar la importancia, que en el perfil urbano de la Ubeda dieciochesca y de la Ilustración tuvieron esas edificaciones, a la vista de lo que hoy existe en sus emplazamientos y de lo que de ellas resta. Como es natural, y aunque sea salirse del tema, la desaparición de tantas casas religiosas, debió tener un especial impacto en el ambiente humano y social ubetense, en su estratificación social y en las actividades de sus habitantes.

1905 UBEDA

AÑO 1940 Los pimeros años del siglo X X , cuyo perímetro se traza, según el testimonio de personas vivas, apenas suponen ampliación del procedente del siglo anterior. Si nos fijamos en las variantes habidas, podremos observar cómo casi todas se deben a edificios oficiales o industriales, que crean a su alrededor un entorno de viviendas, no muy amplio. Lo que pudiéramos llamar núcleos de expansión, se polarizan en los siguientes puntos: Entre 1923 y 1930, la iniciativa oficial bien espoleada por el general Saro, ubetense adoptivo y ministro del Directorio de Primo de Rivera, provee a Ubeda de una serie de edificios oficiales, en torno a los cuales comienzan a surgir viviendas; así aparecen la Prisión de Partido, rodeada de Casas Baratas, los Grupos Escolares de Cristo del Gallo, de el Alcázar y de la Explanada, que ocupan suelo urbano sin edificar y el Cuartel de Cría y Doma que sí supuso una ampliación del casco urbano. También la construcción de la carretera a Madrid por Arquillos, implicó la construcción a sus lados de edificios de muy diversa índole.

La puesta en marcha del tranvía eléctrico de La Loma origina frente a su estación otro núcleo edificado, que es la vanguardia de la ocupación urbana al otro lado de la carretera de Albacete, por La Explanada, hoy avenida de Ramón y Cajal, al que seguiría la Central de los autobuses de la Compañía Alsina Graell, los almacenes de la Compañía contratista del ferrocarril Baeza-Utiel y la Fundición de Palacín, todos al otro lado de dicha avenida. En esta parte, además de la estación del tranvía de La Loma, surgen talleres y almacenes que cubren el espacio entre ésta y el callejón de Santiago. Por el SO, además de la expansión, ya citada, del Cuartel de la Remonta, aparece la Fundición de Heredero y Malvay, que establece la soldadura de dicho cuartel con el casco urbano.

1929 UBEDA

AÑO 1975 Hemos llegado en este estudio a nuestros días y la expansión de Ubeda en este período, más que historia es actualidad vivida por nosotros. Sin embargo, estimamos conveniente, aunque sea en forma sucinta, dar cuenta de él, por la gran importancia que para el desarrollo de su casco de población tiene, hasta el extremo de que, como puede apreciarse en el plano, la ciudad duplica en exceso su área construida o urbanizada.

En el período que cierra el año 1975, se advierten dos zonas de expansión: Una el NE. constituida por los barrios de Cristo del Gallo, San Pedro, el Risquillo y de la «Guita», y otra, al oeste, constituida por la zona del Colegio Salesiano, las Colonias de San Rafael, San José y del Carmen, barrios Coca y de la Soledad, barriada del General Saro, tras la zona deportiva, Eras de Sola y sobre todo, el gran polígono ocupado por las Escuelas de la Sagrada Familia, con sus amplias zonas verdes, que extiende la Ubeda urbana hasta la confluencia de las carreteras de Jódar y Jaén y final del Paseo del León, donde su fuente es rebasada por una estación de servicio automovilístico, que se une al casco por otra instalación deportiva.

La primera de las zonas citadas es fundamentalmente ocupada por viviendas, en general de tipo modesto, de una o dos plantas, en cuya construcción ha tenido principal influjo el sistema de protección oficial en variadas modalidades.

La segunda zona también tiene su origen en la protección oficial a la construcción, pero las viviendas son de más categoría, apareciendo la Colonia San Rafael como ciudad-jardín y bloques de cuatro o más plantas en las Eras de Sola. Únicamente hubo vivienda modesta en el Barrio Coca, pero éste ha desaparecido virtualmente, al situar en sus solares las ampliaciones cubiertas del Campo de Deportes y la Piscina Municipal. Incluso la barriada del General Saro, cuyos habitantes en su mayoría pertenecen a los estratos sociales más bajos de Úbeda, tiene buena vitola, con bloques de varias plantas y cierta preocupación estética, además de sus confortables condiciones de habitabilidad, dentro de la modestia.

Parroquias de Ubeda. Por José Manuel Almansa Moreno. Urbanismo y arquitectura en Ubeda (1808-1931)

Sólo nos queda, para completar la historia de este período, hablar del origen de los nombres de algunos de los barrios citados, aunque sean puramente anecdóticos, pero que el uso local ha consagrado y por ellos son conocidos con preferencia a cualquier denominación oficial, como ha ocurrido con el primer edificio de nueve plantas, construido en Ubeda en este tiempo, que pretendieron llamarle «Torre de Úbeda» y ha acabado siendo conocido por «La Chopera», por la gran cantidad de palos de chopo utilizados durante su construcción. Las Colonias San José, San Rafael y Barrio de San Pedro, recibieron esos nombres en homenaje onomástico a las personas que se distinguieron en su promoción, don José Pérez Ortega, secretario sindical; el que esto escribe y don Pedro Sola, alcalde de Úbeda, respectivamente; el barrio de la «Guita» se llama así, por las numerosas visitas que durante su construcción hicieron los futuros usuarios provistos de cuerdas para tomar medidas de sus habitaciones; el barrio de «La Soledad», se denomina de esa forma, por haber sido promovido por la Cofradía de este nombre, del gremio de albañiles; las Eras de Sola, por su anterior propietario, don Ricardo Sola, y finalmente el barrio «Coca » recibe este nombre por don Fernando Coca de la Piñera, quien, siendo gobernador civil de Jaén, concedió las subvenciones para su construcción en plan benéfico. Las restantes denominaciones responden a los nombres tradicionales en Úbeda, de los lugares donde se situaron. Así ocurre con la Carretera del Trillo, el Cristo del Gallo, y los Risquillos, Alto y Bajo.

DESARROLLO HISTÓRICO DEL PERÍMETRO URBANO DE ÚBEDA Por: Rafael Vahó Silvestre, Consejero del IEG.

UBEDA Desarrollo urbano

En el caso de Úbeda el viario principal forma 2 anillos concéntricos al Centro Histórico que se corresponden con las diferentes etapas de crecimiento del municipio. De sur a norte, el primer anillo da acceso a los tejidos residenciales de mayor densidad, a uno de los principales ejes comerciales, al Centro de Salud y al Instituto San Juan de la Cruz para conectar en el noreste con el P.I. Los Cerros. El segundo anillo o “ronda norte” recoge los crecimientos más recientes de la ciudad que albergan los servicios y equipamientos de mayor escala (Hospital, grandes superficies comerciales en el noroeste y P.I. Los Cerros al este). Por último, la Avd. de Linares, conecta los dos anillos y el centro de la ciudad en su prolongación hasta la Calle Fco de los Cobos. Los ejes urbanos albergan las mayores densidades de tráfico, encontrándose puntos críticos tanto en el acceso norte (entrada del Hospital), como en la mayor parte de las intersecciones en hora punta. Las calles que bordean el Centro Histórico también presentan zonas y puntos críticos de tráfico en la Plaza de Andalucía y su prolongación en la Calle Corredera, en la Cruz de Hierro y en las inmediaciones del Mercado Municipal.En Úbeda, las principales zonas de concentración de equipamientos se concentran hacia el norte y oeste en una posición excéntrica con respecto al centro urbano. Una primera zona al noroeste alberga el Hospital y el Centro de Día; hacia el oeste se concentran la estación de autobuses, el centro educativo SAFA y el estadio de Futbol. Una tercera zona recoge el Centro de Salud e Instituto San Juan de la Cruz, el centro cultural y biblioteca municipal Hospital de Santiago, la UNED, el Mercado de Abastos y los edificios de hacienda y correos. En el recinto intramuros alberga las principales sedes administrativas del Ayuntamiento, la sede de la policía, los juzgados, el Conservatorio de Música y IES Francisco de los Cobos.

Los mayores índices de vulnerabilidad en Úbeda, se encuentran en la zona centrosuroeste, coincidiendo con los barrios Alameda-Los Cerros, Santa María-El Alcázar,y a pesar de las mejoras urbanas realizadas a partir del Área de Rehabilitación Concertada, programas de Desarrollo Rural Sostenible y de proyectos de educación en pautas de convivencia, como el Proyecto Hábitat, se identifican bolsas de pobreza y de exclusión social, con situaciones de hacinamiento e infravivienda en varios núcleos residenciales de viviendas de promoción pública. Del mismo modo, en los últimos años ha habido un incremento de la conflictividad familiar y persisten además graves carencias en la ocupación no saludable del ocio de menores en la zona, en su mayoría de etnia gitana y un alto grado de absentismo juvenil.

Plan General de Ordenación Urbanística de Úbeda (1997)

El planeamiento vigente en Úbeda es un Plan General de Ordenación Urbana aprobado definitivamente en 1997 al que con posterioridad se han introducido diversas Modificaciones puntuales incorporadas entre 2000 y 2006. Asimismo cuenta con un Plan Especial y Catálogo del Centro Histórico, aprobados en 1989, y Modificaciones puntuales de 2004 y 2005. Constituye la Revisión del PGOU de 1984, plan este último que verdaderamente decidió la estructura urbana que hoy presenta la ciudad.

El Plan General vigente en el municipio fue aprobado definitivamente por Resolución de la Comisión Provincial de Urbanismo de 5.12.1996, siendo aprobada la subsanación de deficiencias el 6.3.1997, con publicación en el BOP de fecha 29.3.1997. Posteriormente, el 13.7.1989, fue aprobado el Plan Especial y Catálogo del Conjunto Histórico de acuerdo con las previsiones contenidas en la legislación sobre protección del Patrimonio. El cuerpo normativo que en consecuencia ha sido de aplicación en el municipio han sido las leyes del suelo y de protección del patrimonio vigentes durante este periodo y el Plan General y Plan Especial y Catálogo del Conjunto Histórico. Durante sus 11 años de vigencia, el planeamiento general ha sufrido 28 modificaciones puntuales que afectan a distintas determinaciones. 

La entrada en vigor de la Ley 7/2002, de Ordenación Urbanística de Andalucía, ha producido una nueva situación en los municipios que cuentan con planeamiento general vigente anterior a la misma; nueva situación derivada de la aplicación de la Disposición Transitoria Segunda de la Ley, que debe entenderse como la necesidad y asimismo oportunidad para proceder a la adaptación del instrumento de planeamiento general al haber transcurrido cuatro años desde la entrada en vigor de la misma.

UBEDA PGOU Ordenación Estructural

La Adaptación resultó así un instrumento doblemente útil en el sentido de clarificar los elementos que componían la ordenación estructural del municipio establecidos por el planeamiento vigente y, por otra parte, como instrumento que viene a incorporar las determinaciones urbanísticas necesarias para garantizar las reservas de viviendas protegidas como objetivo que persigue prioritariamente el Ayuntamiento de Úbeda. Ésta sería la justificación principal para adaptar el Plan General de Ordenación Urbana de Úbeda, aún cuando se haya iniciado el proceso de Revisión del mismo. La consideración de los plazos de tramitación de ambos instrumentos así como razones de oportunidad urbana justificarían la procedencia de su Adaptación abordándose ésta como Adaptación Parcial precisamente por estar inmerso el planeamiento en un proceso de Revisión del mismo que se ha iniciado en noviembre de 2007.

Establece unos objetivos centrados en la ordenación y buen uso del suelo que eviten la especulación y la falta de disciplina urbanística. Promueve una serie de actuaciones compatibles con una estrategia de desarrollo urbano sostenible integrada.

UBEDA PGOU. Usos pormenorizados Suelo urbano

Respecto a la ordenación del territorio municipal, el modelo urbano-territorial reconoce los núcleos urbanos ya existentes sin plantear ninguna previsión que suponga alterar el orden preestablecido. Junto al núcleo principal de Úbeda, completan el sistema de asentamientos los núcleos de colonización de El Donadío, San Miguel, Solana de Torralba y Veracruz. Asimismo se reconocen el núcleo histórico de Santa Eulalia; los núcleos de San Bartolomé-El Campillo (zona de urbanizaciones de segunda residencia surgida en torno a una ermita); Bétula, constituido por una urbanización de chalets ya existente junto a la carretera de La Yedra, e Hipermueble, este último como enclave terciario que se sitúa sobre la carretera de Baeza y que aprovecha para su ubicación el frente de la carretera.

El modelo urbano previsto en el Plan General preveía en Úbeda completar la nueva ciudad hasta las rondas viarias exteriores, consagrando el crecimiento norte y la dualidad y polarización entre ciudad nueva-y ciudad histórica.

Atendiendo a su proceso de formación, se puede decir que la estructura urbana de Úbeda se ha ido configurando históricamente por sucesivas semicoronas o sectores urbanos definidos entre los ejes radiales y ocupados a medida que se realizaban las nuevas vías de circunvalación de la N-322, carretera Bailén-Albacete, eje de comunicaciones que vertebra la comarca de La Loma.

UBEDA PGOU Movilidad

El sistema de circunvalaciones o rondas exteriores dibujado por el planeamiento vigente acota físicamente por el norte y oeste el espacio en el que puede desenvolverse el núcleo urbano. El planeamiento del 97 incorporaba así como nuevos suelos urbanizables una cuña industrial que permitía integrar en un solo sector los polígonos industriales ya existentes, situados al noreste del núcleo, junto a los enclaves también existentes en las carreteras de Sabiote y de La Carolina, acceso norte de la N-322.

En cuanto a las previsiones para suelos residenciales se incorporaban el cerro de la Atalaya, único espacio vacante por el norte que se destina a vivienda unifamiliar, junto a una corona exterior oeste, entre la antigua carretera de Jódar y su nueva variante, zonas que siguen siendo dependientes de la estructura viaria existente en su entorno y con una tipología residencial, la de vivienda unifamiliar que, además de ejercer una mayor competencia sobre el patrimonio edificado del casco, supone un modelo obsoleto de crecimiento de ciudad monofuncional bajo parámetros de sostenibilidad. Precisamente la aportación del Parque Norte como elemento vertebrador de estos nuevos desarrollos no se ve fortalecida con actividades o tipologías urbanas que aporten centralidad a la nueva ciudad.

UBEDA. Plan Especial Centro Histórico. Alturas

En esta estructura la ciudad ha mantenido la encrucijada de ejes comerciales tradicionales que ocupan el borde norte del casco intramuros, terciarización que fue extendiéndose por los ejes centrales principales del casco extramuros también hacia el norte, apareciendo así otros ejes similares en la nueva travesía (la avenida de Ramón y Cajal) -una vez realizada la última circunvalación exterior- que constituyen áreas, en este caso se trata más bien de ejes, de centralidad urbana, al menos, de actividad terciaria. Hasta los años 80 del siglo pasado, los crecimientos, desarrollados sobre áreas de dificultad topográfica moderada o escasa, se han mantenido aglutinados en una estructura urbana relativamente ordenada aunque internamente las áreas de crecimiento seguían sin jerarquizarse y sólo se perciben con claridad unas pocas calles principales, siempre de secciones inferiores al rango de la nueva ciudad que se iba formando, en muchos casos con excesivas alturas y volumetría, y ausencia de vías interiores con capacidad para estructurar localmente los barrios.

Han sido los crecimientos propiciados en las últimas décadas los que parecen haber rebasado un cierto modelo de ciudad continua que se cerraba con sus arcos de rondas exteriores. En este sentido, la configuración urbana del sector oeste supone consolidar el desorden morfológico y funcional de la ciudad reciente. En un sector que constituye el acceso principal de Úbeda, la aparición de urbanizaciones de viviendas unifamiliares en forma de enclaves o colonias autónomas – que debían buscan un entorno ambiental más adecuado y acorde con el modelo de ciudad jardín suburbial- comparten, no obstante, un mismo espacio con los principales enclaves de servicios comarcales (Hospital, hipermercado y hotel) y colonizan uno de los accesos más importantes, el acceso oeste, con los problemas de saturación de tráfico que esto genera a determinadas horas, problemas de imagen urbana y de tensiones urbanas añadidas. Y es que en Úbeda ha surgido también una nueva forma de “centralidad” asociada a los enclaves de servicios comarcales, una centralidad diametralmente opuesta respecto a la posición que ocupa el casco, que ha venido a ejercer una nueva competencia a las formas de comercio tradicional e incluso a las zonas más pujantes del mismo; un efecto ya conocido de la implantación de las grandes superficies comerciales que ha comenzado a estabilizarse también por el cambio de rol en cuanto al terciario y servicios turísticos que se implantan en el casco.

UBEDA. Plan Especial del Centro Histórico. CATÁLOGO Y GRADOS

Desde su componente funcional la concentración de usos de interés comarcal en la periferia hay que valorarla positivamente para el conjunto de la ciudad, pues ello la hace más competitiva y dinámica, si bien este hecho comienza a apoyar la idea de la necesidad de reequilibrio funcional en un nuevo modelo urbano. En efecto, un rasgo que también caracteriza el modelo urbano de Úbeda, y ello en cuanto a la distribución espacial de los usos y actividades es el desequilibrio de las dotaciones urbanas, en su mayoría localizadas en el sector oeste de la población, donde se concentran todos los usos deportivos, la mayor parte de los culturales, así como las instalaciones de servicios comarcales ya en la periferia Oeste: el Hospital y el Centro Comercial. Por último, en cuanto a las actividades productivas, en el modelo urbano previsto la mayor concentración y especialización industrial -realmente es un área de almacenaje y servicios- la asume el arco noreste. Área industrial bien situada respecto a la ciudad histórica y a las áreas residenciales, pues no interfiere en su imagen ni introduce impactos ambientales y apoyada en los accesos localizados al norte, de la carretera de La Carolina y la de Sabiote, junto al borde oriental del núcleo urbano donde se localizan las actividades industriales de mayor calado.

UBEDA.Plan Especial Centro Histórico. Zonificación

Finalmente, en el análisis del planeamiento vigente y del modelo urbano de Úbeda es fundamental el papel de su Centro Histórico.

Úbeda cuenta con una declaración de Conjunto Histórico desde 1955, y de ahí que exista un Plan Especial actualmente vigente desde 1987, que se redactó en cumplimiento de la LPHE. Ello supone, básicamente, la conservación del Conjunto Histórico a partir del mantenimiento de su estructura urbana y arquitectónica.

Desarrollando sus contenidos básicos, el PE aborda los aspectos de protección generalizada de la edificación tradicional y del ambiente e imagen urbana de los sectores históricos, y pormenoriza la protección de los edificios y elementos urbanos de especial valor histórico-arquitectónico o ambiental que deben ser conservados mediante un Catálogo, fijando los niveles de intervención posibles. Al mismo tiempo contiene las normas urbanísticas y ordenanzas de uso y edificación para regular expresamente las condiciones de edificación en ámbitos especialmente significativos.

El PE proponía también pequeñas reformas urbanas, necesarias por otra parte para mejorar la accesibilidad y revitalizar algunas áreas, aumentando las dotaciones locales y espacios libres. Actuaciones que tienen por tanto el carácter de reforma interior, o de perfeccionamiento de la estructura urbana. Asimismo se concebía como un PE que persigue la mejora urbana, sobre todo del espacio público y de rehabilitación residencial. En este sentido, algunos de los nuevos espacios libres pretendían recuperar y poner en valor los fragmentos de murallas de los recintos defensivos o simplemente se trataba de actuaciones que debían mejorar el estado general de la urbanización.

UBEDA. Plan Especial del Centro Histórico. ESPACIOS LIBRES

La recuperación de su tradicional “ronda de miradores”, espacios de borde y de contacto con la cornisa natural de La Loma, fue uno de los objetivos prioritarios como espacios cualitativamente necesarios para recuperar el permanente diálogo de la ciudad con el valle del Guadalquivir; espacios donde aún se conservan restos de las murallas, que ya se encuentran en parte acondicionados, y que han venido a cualificar y reequipar áreas hasta hace relativamente pocos años degradadas tanto en su imagen como en su función. Pero también, como estrategias complementarias, el PE pretende recuperar el patrimonio edificado más relevante por lo que se establecen los usos, en muchos casos públicos, más adecuados para su puesta en valor. Igualmente el PE realizaba un estudio de las áreas de rehabilitación para recuperar el espacio residencial y las actividades económicas adecuadas.

La aplicación del PE de Úbeda ha supuesto un cambio significativo en la protección de su patrimonio pues se trata de un instrumento que ha aportado al menos dos aspectos muy necesarios para la protección del conjunto. Por una parte, el Catálogo de edificios a conservar, que superan la escala de lo monumental para valorar además ese otro caserío popular que contribuye también a la construcción de la imagen urbana de la ciudad; y, por otra parte, proponía actuaciones concretas: áreas que necesitaban rehabilitación residencial, para recuperar y poner en uso edificios singulares, para mejorar los espacios públicos, etc. estableciendo un orden de prioridad en su ejecución.

Las modificaciones de planeamiento general con mayor significación respecto al modelo previsto por el Plan General vigente tienen que ver con la ampliación del suelo urbanizable. Las demás modificaciones significativas se refieren a las condiciones de desarrollo de las UE previstas en suelo urbano, así como las referidas a las normas urbanísticas y ordenanzas, entre éstas, las que alteran las condiciones de implantación de usos en el suelo no urbanizable. Las actuaciones de ampliación de suelo urbanizable han sido:

– Modificación para crear el Sector 18, Huertañarda. Modificación orientada a la creación de suelo industrial para la localización de naves agrícolas. La Modificación ordena directamente el sector. Tiene una superficie de 3,76 Has y se encuentra ejecutado en la actualidad.

Modificación S-17 «La Alberquilla». Creación de un gran sector de suelo urbanizable en el este del núcleo con la finalidad de localizar residencia y dotaciones locales y generales del municipio. Tiene una superficie de 30,67Has. En la actualidad se encuentra en proceso de tramitación el planeamiento de desarrollo, habiéndose aprobado inicialmente el Plan Parcial con fecha 15 de enero de 2008.

– Innovación del Planeamiento para crear el Sector S-19 área el Chantre. Modificación orientada a la creación de suelo industrial para la localización de naves agrícolas junto al núcleo de El Donadío. Tiene una superficie de 1,86 Has y se encuentra actualmente en tramitación simultánea tanto de la Innovación del PGOU como del Plan Parcial y del Proyecto de Reparcelación. Cuenta con Aprobación Inicial de fecha 18 de Enero de 2007. La Declaración previa de Impacto Ambiental fue emitida con fecha 18/05/07.

También se ha llevado a cabo una Innovación del PGOU, la Modif. Puntual Parque Lúdico Deportivo, cuyo objeto era transformar los usos de los suelos calificados como equipamiento público/privado de servicios, para pasar a ser Parque Lúdico Deportivo y eliminar la UE-11 en dicho ámbito.

Asimismo y mediante otra serie de Modificaciones se han eliminado algunas de las Unidades de Ejecución previstas en suelo urbano. Unidades eliminadas por modificaciones del Plan General UE-10, 11, 31, 33, 34

Las modificaciones en Suelo no Urbanizable se han encaminado a facilitar la localización de usos de interés público y social, haciendo más permisiva la ordenanza prevista.

El Plan Especial del Conjunto Histórico ha sufrido 6 modificaciones durante su vigencia. La mayoría de estas modificaciones se han producido por causas sobre venidas como la redacción de la Carta Arqueológica y la redacción del Programa de Rehabilitación Concertada de Úbeda. La redacción de estos documentos para su coordinación con las determinaciones del Plan Especial hizo necesaria su modificación puntual.

Las restantes modificaciones de este documento tienen que ver con la calificación de la parcela donde se preveía la ampliación del Parador de Turismo y con la apertura de una calle semipeatonal en una manzana de la Calle San Francisco, en el borde sur del casco.

Siguiendo lo previsto en el Reglamento 1301/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de diciembre de 2013, sobre el FEDER (artículo 7.1), y especialmente, al Acuerdo de Asociación de España 2014-2020 los ayuntamientos de Úbeda y Baeza decidieron iniciar conjuntamente el proceso de elaboración de la “Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado del Sistema Urbano Cultural de Úbeda y Baeza 2020” (también “Estrategia DUSI UB/BZ2020” o “estrategia”) que se presenta en este documento y que constituye el documento de solicitud para la Orden HAP/2427/2015 de 13 de Noviembre, por la que se aprueban las bases y la primera convocatoria para la selección de estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado cofinanciadas (FEDER 2014-2020 – POCS).

Para los Ayuntamientos de Úbeda y Baeza, poner en marcha el proceso de elaboración de una estrategia conjunta de desarrollo urbano sostenible e integrado es una notable oportunidad para planificar coordinadamente un desarrollo urbano eficiente, sostenible y próspero para ambas ciudades. Al mismo tiempo se pretende crear dinámicas sociales, empresariales, ciudadanas e institucionales, que fortalezcan los lazos y conexiones evidentes entre ambas localidades, para ser más fuertes y más sostenibles, ganando más capacidades para afrontar el futuro juntas de lo que lo que serían por separado. Estrategia DUSI UB/BZ2020 se define como un espacio común basado en los recursos endógenos de ambas ciudades y sus términos municipales, teniendo en cuenta los intereses de la población local y la protección del frágil equilibrio entre el uso y el abuso del territorio a través del desarrollo de estrategias y políticas que garanticen un modelo urbano, cívico y económico sostenible desde el punto de vista social, ambiental y económico, basado primordialmente en la diferenciación y aprovechamiento de sus enormes potencialidades.

Obtuvieron con su programa, una línea, la máxima posible, de 10 millones de €, conjuntamente en la 1ª convocatoria.

La adecuación a la Estrategia Úbeda-Baeza de los 4 objetivos transversales (OT) que establece el POCS para el periodo 2014-2020 y que se encuadran dentro de los principios de la planificación integrada:

Al Objetivo Temático 2 (OT2) de mejora del acceso, uso y calidad de las tecnologías de la información y comunicación, la Estrategia DUSI UB/BZ2020 responde integrando las tecnologías de la información y comunicación como un instrumento extraordinariamente potente que permitirá conocer las demandas de la ciudadanía gracias a una mejora en los canales de comunicación con la misma, y que también se usará como vehículo para prestar un servicio más cercano y para luchar contra la exclusión social. A través de estas herramientas, Úbeda y Baeza mejorarán la accesibilidad de la ciudadanía a los servicios públicos, gestionará de forma más inteligente las actividades y servicios que se prestan en el territorio y la conexión entre los mismos y se reaccionará en tiempo real a las incidencias que se produzcan. Las operaciones desarrolladas en el marco de la estrategia de mejora del acceso, uso y calidad de las tecnologías de la información y comunicación serán el vehículo sobre el que este territorio se encamine hacia la ciudad inteligente.

En cuanto al Objetivo Temático 4 (OT4) sobre Economía baja en Carbono (EBC) se recogen las acciones para moderar el consumo de energía. Como se ha demostrado en el diagnóstico, los componentes del ecosistema natural están estrechamente interrelacionados con los del sistema social, económico, cultural y político en este territorio. Por ello el grado de la competitividad y vulnerabilidad en el futuro de Úbeda y Baeza, dependerá de su capacidad para cambiar su situación actual hacia un modo de vida y un sistema productivo que requiera un uso menos intensivo de la energía y de los recursos no renovables, con una menor generación de CO2. Es por ello que la Estrategia DUSI UB/BZ2020 adopta un enfoque holístico de los temas medioambientales y energéticos.

Sobre el Objetivo Temático 6 (OT6) la Estrategia DUSI UB/BZ2020 promueve la conservación y protección del medio ambiente, el patrimonio y la eficiencia del uso de los recursos del territorio. Las acciones a desarrollar van en la dirección de que entorno urbano sea respetuoso con el medio ambiente y el patrimonio, por tanto, se pondrán en marcha acciones que valoricen la autenticidad y los valores naturales, el paisaje, los productos locales extraídos o elaborados con técnicas tradicionales sostenibles.

Finalmente el al Objetivo Temático 9 (OT9) se concentra en un aspecto clave como la inclusión social y lucha contra la pobreza. La segregación espacial y económica como consecuencia de la crisis afecta también a Úbeda y Baeza y está disminuyendo la cohesión social y aumentando la vulnerabilidad de muchas personas. En esta estrategia la lucha contra la exclusión espacial y la pobreza energética pasa por mejorar las viviendas, los espacios públicos y fomentar una movilidad sostenible, integradora y saludable. Así, se apoya la regeneración de las zonas con necesidades de transformación de nuestro territorio identificadas en el diagnóstico, haciéndolas también más respetuosas con el medio ambiente, más seguras y más competitivas.

Hoy Ubeda, tiene una población de 34.733 habitantes y un parque residencial de 17.365 viviendas.

UBEDA_BAEZA- Análisis parque edificado (EDUSI)

Como enunciaba la Diagnosis de la Estrategia DUSI, «desde el punto de vista demográfico los principales problemas pasan por el despoblamiento de los centros históricos de Úbeda y Baeza y por el estancamiento de la población. Los desafíos pasan por atraer nueva población a los centros históricos de Úbeda y Baeza revitalizando el espacio urbano y recuperando la actividad y diversidad de servicios y el atractivo para la implantación de nuevas iniciativas económicas y crecimiento y diversificación de las actuales.

  • La posible expansión del suelo residencial disponible fuera de los centros históricos facilitan la despoblación de los centros históricos de Úbeda y Baeza.
  • Aparición de zonas muy marcadas por un uso mono funcional, ha generado monotonía, falta de diversidad de servicios y ausencia de ciudadanía en algunas áreas urbanas.
  • Envejecimiento paulatino de la población sin expectativas de renovación.
  • Estancamiento en el crecimiento vegetativo de la población e incluso decrecimiento en el número de varones.
  • Mayor número de emigraciones que de inmigraciones contribuye a la pérdida de población de los municipios de Úbeda y Baeza

Los cascos intramuros y los principales arrabales son los tejidos históricos que presentan mayor grado de consolidación; los crecimientos urbanos de los años 60 a 90 colindantes a los tejidos históricos adquieren en el caso de Úbeda la mayor densidad residencial. Por otro lado los crecimientos más recientes, situados en la zona norte y noreste en ambos municipios, presentan un predominio claro de vivienda unifamiliar adosada.

El estado general de la vivienda en ambos municipios se puede valorar como aceptable, la existencia de viviendas en mal estado de conservación es menor al 0.4% sobre el total viviendas. Si se observa con detalle, los cascos intramuros y los principales arrabales son las zonas que presentan un mayor número de edificios con problemas de abandono o deterioro. En el caso de Úbeda se concentran especialmente en el S y SE del conjunto histórico y muy especialmente en el Alcázar zona de S Millán. En Baeza los inmuebles más deteriorados están repartidos por el casco histórico.

Aunque en los últimos 10 años se han desarrollado múltiples programas de ayudas a la rehabilitación, aún quedan un número significativo que requieren atención especial. Lo mismo ocurre en relación con la infravivienda, donde en Úbeda presenta focos puntuales en zonas cercanas al centro histórico como el Alcázar o el Arrabal de la Calle Valencia.


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


Seguiremos analizando en próximas entregas los 350 municipios mayores de España

 

CIEZA

CIEZA- Población (INE)

CIEZA -Pirámide de Población

CIEZA Bienes Inmuebles de Naturaleza Urbana y Uso Residencial 2014-2017

CIEZA Paro

CIEZA Deuda


Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


Cieza es un municipio 365,1 km2 y una ciudad perteneciente a la Región de Murcia, situado en la comarca natural de la Vega Alta del Segura de la que es capital. Ejerce como entrada natural de la Región de Murcia por el norte a través de la A-30, siendo la 6ª ciudad por población de la región, por detrás de Murcia, Cartagena, Lorca, Molina de Segura y Alcantarilla.

Su centro urbano dista 50 km del de Murcia, capital de la provincia. Posee buena comunicación por carretera pues es la puerta natural a la Región por la autovía A-30, que enlaza al N con Albacete y Madrid y con Murcia y Cartagena al S, así como la línea de ferrocarril de idéntico recorrido. Su término limita al N, con Hellín provincia de Albacete, al S con Abarán y Ricote, al E con Jumilla y al O con Calasparra y MulaCieza se encuentra en la confluencia de 2 grandes valles fluviales, el del río Segura que entra por el O desde el cañón de Almadenes y el de la rambla del Judío, desde el E, lo que determina la disposición de los valles de su término con forma de Y.

Existe una clara diferenciación de 3 áreas, la vega del río Segura, las zonas de expansión agrícola en las llanuras adyacentes al valle del Segura y las abruptas sierras. De estas últimas y ejerciendo de frontera natural se encuentran al N las sierras del Puerto, Cabeza de Asno y del Picarcho, al S el macizo dolomítico del Almorchón, las sierras del Oro, del Morrón y el monte de la Atalaya, y al E la Sierra de Ascoy.

Las amplias llanuras adyacentes a la vega del Segura, de terrenos margosos y suaves pendientes, tras la llegada del trasvase Tajo-Segura han sufrido una transformación importante con una expansión sin precedentes del regadío de frutales de hueso, que aporta la principal riqueza económica al municipio.El río Segura entra en el término municipal de Cieza a través del Cañón de Almadenes, después de regar las huertas y arrozales de la vecina Calasparra, abriéndose después un amplio valle de unos 12 km sobre el que se desarrolla la huerta ciezana para finalmente abandonar el término en un estrechamiento de la vega entre las Sierras del Oro y Turbedal.

El paso por Cieza del río Segura marca la historia actual y pasada del municipio, tanto por la riqueza que sus aguas han aportado, como por las graves inundaciones que históricamente ha sufrido. Ya en octubre de 1948 tras unas fuertes crecidas se empezó a plantear la construcción de una presa de laminación de las aguas de la rambla del Judío. Esta obra, terminada en 1995 ha sido fundamental para la protección de Cieza.La población del municipio se encuentra repartida entre la ciudad, en los Barrios de San José Obrero, Barrio de San Juan Bosco, Barrio de San Joaquín, Barrio de la Asunción y El Barrio de la Ermita, donde viven la inmensa mayoría de los habitantes del municipio, y varias pedanías: El Maripinar a 1 km, La Carrichosa a 9 km, El Horno a 6 km, El Acho a 7 km, La Serrana a 2 km, Bolvax a 2 km, El Ginete a 6 km y Almadenes a 10 km. Pero la pedanía más grande es Ascoy con más de 1.000 habitantes, situada a 6 km de Cieza. También hay alguna familia que reside en casas de fincas del campo. En otros tiempos, buena parte de la población del municipio vivía en los campos y huertas, pero a mediados del siglo XX, se produjo un impresionante éxodo rural en el municipio, desde los campos a la ciudad, siendo ya prácticamente inexistente la población rural hacia 1980. Ascoy se encuentra situada a 3 km al N de la población de Cieza y a 40 km al NO de la ciudad de Murcia. Sus calles son amplias y con encanto debido a la presencia de palmeras en su calle principal. Las edificaciones que nos encontramos son viviendas de planta baja con una antigüedad elevada. La economía de Ascoy permaneció durante mucho tiempo basada en el cultivo del esparto fue otra de las actividades agrícolas de importancia en la zona, desapareciendo casi en su totalidad en los años 70′ del s XX. En la segunda mitad del siglo XX la agricultura de secano fue paulatinamente sustituida por la extensiva de regadío caracterizada por las plantaciones de frutales de hueso. Actualmente este sector de la denominada «industria agrícola», produce anualmente varios miles de toneladas de frutas de hueso (melocotón, albaricoque, nectarina y ciruela), y está en proceso de obtención de la Denominación de Origen para el Melocotón de Cieza. A partir de la década de los años 80′ del siglo XX la principal actividad económica cambió debido a la instalación en la zona de un importante Polígono Industrial, que proporcionó empleo a los habitantes de la pedanía que años atrás habían perdido sus puestos de trabajo en el sector primario.

Cieza es un municipio líder en la producción de melocotón y de albaricoque. Los cultivos de hortalizas, frutales y cítricos constituyen la base agrícola de la comarca y son motor de desarrollo de otras actividades industriales ligadas a la elaboración y comercialización de estos productos, siendo este sector el que concentra las empresas de mayor dimensión. La actividad industrial es la fabricación de textiles y, en menor medida, la industria conservera y la industria de la madera y el mueble. El primer Parque Eólico de la Región de Murcia está situado en la Sierra de Ascoy, a unos 6 km de la población. El proyecto Ciez@net ha hecho de Cieza una ciudad orientada también hacia el negocio y el ocio a través de redes de telecomunicación. En la actualidad, el término municipal de Cieza está distribuido para el uso industrial en 4 zonas destacando el Polígono Industrial Los Prados y el Polígono Industrial Sierra de Ascoy.

CIEZA. Callejero

El cultivo de las riberas del río Segura en la zona de Cieza se remonta al menos al V milenio aC, cuando durante el Neolítico se produjeron los primeros experimentos de agricultura en la Región de Murcia. Precisamente en las inmediaciones de las cabeceras de las 4 acequias mayores ciezanas (El Horno y los Charcos en la margen izquierda, y Don Gonzalo y Andelma en la margen derecha) se encuentra la Cueva y Sima de La Serreta, yacimiento neolítico donde se han documentado los más antiguos orígenes de la agricultura en la Región de Murcia con semillas de trigo y cebada datados en el V milenio aC.

Es presumible que, dada la aridez secular de nuestra climatología, los habitantes neolíticos de La Serreta se vieran obligados a iniciar un primitivo aprovechamiento de sistemas elementales de regadío con acequias de corto recorrido, suficientes para el cultivo de los pequeños espacios agrícolas. Sin duda que estos inicios de primitivas obras hidráulicas debieron aprovechar las condiciones excepcionales que ofrecía en esta zona del Segura la fuente de El Borbotón o Gorgotón, que nacía en el propio lecho del río asegurando una fuente inagotable de agua hasta en los momentos de estío en los que el Segura podía tener muy mermado su caudal.

Ello marcaría el origen en el tiempo del riego, con pequeñas acequias primitivas, en las zonas que actualmente ocupan las cabeceras de las acequias de Don Gonzalo y de El Horno. La continuidad de estos primitivos sistemas de riego debieron continuarse durante el resto de periodos de la Prehistoria reciente: El Eneolítico y la Edad del Bronce. De estas fases culturales hemos hallado restos arqueológicos a todo lo largo del recorrido de los lugares del entorno de las 4 acequias mayores. Entre ellos cabe destacar la propia Cueva de La Serreta, la Hoya García, las Enredaderas, el Cabezo del Cura, Los Cuchillos, El Castillo, el Cabezo de Pascual, Bolvax y El Cabezo de la Borrega.

La llegada del fenómeno de colonización comercial fenicia y griega a nuestra zona daría lugar a la aparición de la Cultura Ibérica y a un desarrollo enorme de utillaje agrícola, ahora ya de hierro en buena parte, y al desarrollo urbano con centros que podríamos calificar ya de auténticas ciudades protohistóricas como Bolvax.

La complejidad de los nuevos modelos sociales permitiría un control centralizado de los medios de producción tan sofisticado como para llevar a cabo la construcción de complicadas redes de obras hidráulicas como acequias de mayor recorrido que las primitivas que debían jalonar las riberas del Segura con anterioridad. La presencia de lugares de hábitat ibérico en las inmediaciones de nuestras acequias parece corroborar el uso agrícola de este entorno en los yacimientos de El Soto de la Zarzuela, La Parra, El Castillo y Bolvax.

El dominio romano que comenzó a finales del s III aC, y que expandiría definitivamente su modelo de asentamiento rural de villae rusticae y fundi a partir del cambio de era, permitiría, con su forma de explotación colonial basado en un sistema de trabajo con mano de obra esclava e indígena de bajos salarios, la construcción de grandes obras de carácter hidráulico como las que han quedado documentadas en las presas y las largas canalizaciones de obra documentadas en las ramblas del Judío y del Moro, en el vecino término de Jumilla. Nada puede hacer pensar que este esfuerzo constructivo no se repitiera en torno al Segura a su paso por Cieza. La posibilidad de multiplicar la producción agrícola de sus riberas perfeccionando y ampliando los sistemas incipientes de regadío que encontró Roma al llegar a nuestras tierras, tuvo que animar a los colonizadores a construir largos canales que unieran los existentes en esta zona con anterioridad.

La intensificación de la explotación agrícola de estos territorios, gracias al uso del riego con las acequias, permitió la existencia de un nutrido número de villae rusticae (unidades de explotación agropecuaria de un señor) y fundi (poblados de campesinos pobres) a lo largo del desarrollo de las mismas, que han sido localizadas en los lugares denominados La Hoya García, La Parra, El Ginete, La Torre y El Maripinar. El poder centralizado romano permitió el ahorro de esfuerzos que significaría al mantener el buen estado de un solo azud por acequia y las correspondientes mondas mancomunadas, en vez del esfuerzo que anteriormente supondría el costoso mantenimiento individual de las estructuras precedentes a la colonización imperial.

En cuanto a la denominación de estos ingenios constructivos en época romana, ha de significarse que las fuentes latinas clásicas llaman indistintamente “Aquaeductum” a los conductos de agua con independencia de que la materia constructiva haya sido la simple tierra o elementos de más firmeza (opus caementicium, opus cuadratum, opus incertum, etc.).

Tras la caída del mundo romano al comenzar la Alta Edad Media, el retroceso demográfico y la correspondiente desmembración del poder político que ello todo ello conllevó, produjo la desaparición de la capacidad de las comunidades humanas de la época denominada como visigoda para el mantenimiento de un largo sistema de acequias de una zona casi despoblada como sería la Vega Alta del Segura, si nos atenemos a la casi ausencia de restos arqueológicos de la comarca.

La llegada del Islam, a partir de la caída de condado visigodo de Teodomiro a mediados del siglo VIII, produciría una nueva repoblación de la comarca, sobre todo a partir del siglo XI, debida en buena parte a los periodos de paz interior en el territorio ahora denominado como Cora de Tudmir que produjo la general unidad política de los periodos de la España andalusí. En los siglos sucesivos, ello permitiría la reordenación de los sistemas de explotación agrícola con la reexcavación de todo el sistema de acequias romanas abandonado en buena parte en el periodo de crisis demográfica y de ausencia de estabilidad política del periodo visigodo.

A la restauración en la época andalusí de las tres acequias cuyos hallazgos arqueológicos nos la identifican como romanas (El Horno, Los Charcos y Don Gonzalo, se unió entonces la nueva construcción de la acequia de La Andelma, cuyo nombre original en árabe significa “la del agua”.

La Reconquista cristiana del siglo XIII, llevada a cabo por Castilla (así como los escasos periodos de dominio aragonés) trajo a la zona, de nuevo, una nueva crisis demográfica que llevaría consigo un abandono parcial de la ocupación de los terrenos de regadío y el correspondiente abandono de cuidados de las obras hidráulicas que jalonaban las orillas del Segura. Las fuentes de El Ojo, Zaraiche Mayor, Zaraiche Menor, de Ascoy y otras de menor entidad, eran suficientes para abastecer de agua los terrenos que los nuevos pobladores podían mantener como de regadío. La fuentes escritas a partir del siglo XV nos otorgan datos sobre la recolonización agrícola de las riberas del Segura, tras el abandono casi total de las antiguas acequias ocurrido tras la expulsión de los andalusíes de Siyâsa en 1266.

Tras el asalto a Cieza de tropas nazaríes de Granada en abril de 1477, y la consiguiente destrucción de los archivos municipales y de la encomienda santiaguista, la villa pide el reconocimiento de los privilegios locales al rey Carlos I, que lo hará en un escrito consultado por Pascual Salmerón en el archivo santiaguista de Uclés (poco antes de escribir su “Historia de Cieza” en 1777). En dicho documento, firmado en Valladolid el 31.7.1523, se reconocen los privilegios confirmados por los Reyes Católicos en Tordesillas el 6 de junio de 1494.

En esta última fecha se reconocía el derecho de la villa a nombrar “…Acequieros, para que rijan las aguas de los Zarahaches (sic) è de la cequia del Andelma, que esta allende el rio, segun que antiguamente se acostumbra poner la dicha Villa”. En el año 1507, la Orden de Santiago hace visita de Cieza el 16 de noviembre y hace mención de la construcción de un molino junto al río Segura, posterior a la visita anterior de 1500. Este molino, obviamente, es el molino cuyas muelas movían, mientras estuvo en uso, las aguas de la acequia de la Andelma que obviamente seguía en uso en 1507. El molino ha llegado hasta nuestros días, tras su restauración como museo hidráulico en 1999, con el nombre de Molino de Teodoro o de Cebolla y estuvo en funcionamiento como tal hasta mediados de la década de 1970.

En 1579, la Descripción de los Pueblos de España mandada hacer por Felipe II, en su visita a Cieza, menciona la existencia de una larguísima acequia en la margen derecha de la que se dice: “parece increíble su fabrica e imposible que ingenio de hombres bastase a sacar y perfiçionar tal obra”. Dicha acequia, en el documento sin nombre, era sin duda la acequia de La Andelma, que según menciona dicha Descripción “viene a fenecer” de nuevo en el río Segura bajo las ruinas de la entonces llamada “villa vieja”, que hoy conocemos como el monte de El Castillo, donde se asentó el Hisn (poblado fortificado) de Siyâsa.

En las “Ordenanzas de la Villa de Cieza y su Consejo”, confirmadas por el Rey Don Felipe II el 24.11.1589, se hace mención de huertas regadas por las acequias de los Charcos y Andelma y de las medidas que se han de tomar para su mantenimiento y para evitar que el ganado haga uso de ellas. El 13.6.1624, el Licenciado Francisco de Angosto Buitrago, Gonzalo Marín Ródenas, y Antón Marín, Regidor, otorgan “Escritura de concordia” para el mantenimiento de la presa y azud del pago del Cañaveral, Veredilla y Esparragal, de donde coge sus aguas al Segura la acequia de Don Gonzalo. En 1670 era sacerdote de Cieza y encargado de los Heredamientos de las acequias de Don Gonzalo y del Horno, Don Francisco Ruiz Melgarejo. Se ordenó por éste que no podrían regar aquellos hacendados que no estuvieran al corriente en el pago de lo que se les había repartido, para atender al sostenimiento y mondas de dichas acequias. Algunos de los deudores se negaron a proceder al pago y el del 10 de noviembre de este año el citado sacerdote sería asesinado con disparos de arcabuces en plena calle. El 24.6-1672 se acuerda por el Concejo que sean nombrados los Comisarios para las Acequias de la Andelma y de los Charcos, en las que por no estar mondadas, no discurren las aguas, designándose a Manuel de Salinas y a Pedro Marín Castaño, los que aceptaron y juraron el cargo. En 1678 se da orden por el concejo al regador de la acequia de los Charcos para que ningún vecino altere el riego hasta que le llegue el agua, multando al que lo contrario hiciere en 2.000 maravedises. Se llamaba el regador Sebastián Cartas, el Mayor.

El 1.6.1709 se dio por terminada la Acequia Nueva que se hace para el riego del Fatego, en cuyo trabajo se gastaron nueve mil reales y se invirtieron ocho meses. El 25 de junio se acuerda nombrar comisarios para que marquen las veredas y pasos sobre la acequia, pues esta iba a funcionar y se necesitaba que estuviera garantizado el libre curso del agua. Al siguiente día, 26, Francisco Ordóñez Marín y Gonzalo Buitrago Angosto presentan y demarcan los sitios en que deben hacerse las veredas para el paso de los vecinos sobre la Acequia Nueva, la que se ha hecho para dar riego al Fatego. Son las veredas: la de la Cuesta del Chorrillo; la de la salida de la Calle Nueva; la de la salida de la Placeta del Comisario; la del Cid; la de la salida de la Calle Empedrada y la de las Puertas de Castilla, hoy vereda de los Señores Trigueros.

En 1734 la acequia de la Andelma llevaba tal denominación en las actas capitulares del ayuntamiento. El 24.6.1744 se hace la elección de cargos por el concejo, resultando elegido “Fiel del agua” de la acequia de la Aldelma, Marcos García de Blas. El 6.6.1751 se tomó el acuerdo de comenzar los trabajos de continuar la acequia de Don Gonzalo hasta “El Ginete”, pues regaba solamente hasta entonces los partidos de “Esparragal”, “Cañaveral”, “Veredilla” y “La Torre”, El presupuesto de los trabajos fue de 20.032 reales, los que se pagaron por los propietarios de las fincas que habían de recibir el beneficio de las aguas. El 22.11.1754 se terminó una nueva prolongación de la acequia de Don Gonzalo hasta la Brujilla y Cañada de Villegas, cuyos trabajos se comenzaron el 24 de marzo del año anterior. Se gastaron en estas obras 8.900 reales, pagados por los propietarios que hacían riegos nuevos.

El 1.5.1762 se terminaron los trabajos de la nueva toma de la acequia de la Andelma, en La Torre, en el bancal llamado de las Nogueras. En 1815 se construyó una nueva acequia por parte de los hacendados del Santísimo Cristo que pasaba por el Barranco del Asensao. En ese mismo año se hace una nueva boquera para la acequia de los Charcos, con lo que se inutiliza el antiguo cauce de la acequia del Fatego.

En 1820 se ensanchó el cauce de la acequia que abastecía las tierras de los Charcos y Fatego desde el corredor instalado al principio del Gramalejo. A principios de la década de 1820 se construye la primera noria de la que tenemos noticia en Cieza, en la “acequia principal” del partido de La Parra. Poco después, sobre la acequia de la Andelma se construirá otra noria que dará riego a la Cañada de Don Benito.

En 1825 se hace un proyecto de construcción de cinco nuevas norias para dar riego, con la acequia de Los Charcos, a las tierras de La Parra, Canalillo, Charcos y Baratear. Ese mismo año se hacen nuevos proyectos para elevar a nuevos regadíos las aguas de la Andelma y de Los Charcos. En 1826 se colocó un “volantín” en el Colladito, en el partido de Barratera, para regar Cañada de la Parriega, Penalba y otros terrenos de anterior secano. Se instalarán también otros volantines en La Parra y en Las Ramblas.

En 1827 se colocaron norias en Los Charcos para regar secanos en los partidos de La Ermita y Canadillo. En 1828, en la acequia de La Andelma se construyeron tres nuevos escorredores: uno en la Brujilla, otro en el Barranco Meco y otro en El Estrecho. En 1829 se construye una presa, que viene a sustituir a la anterior que se encuentra en mal estado, en el Heredamiento de los Charcos y del Fatego.

En 1838 se proyecta una nueva presa en el azud de Don Gonzalo, en el partido de El Cañaveral. Constaría de “siete cajones de piedra de siete palmos cada uno y diez varas de anchura” y trataba de reunir los heredamientos de La Andelma, Torre, Veredilla y Cañaveral para que tomasen el agua todos juntos de este nuevo azud situado en la salida de los Calicantos recogiendo el agua en Los Almadenes, frente a la fuente del Borbotón. La epidemia de tifus, que asola Cieza en ese momento, retrasaría el comienzo de las obras proyectadas.

En 1840 se concedieron las aguas sobrantes de la acequia de Don Gonzalo a los heredamientos de El Ginete y Perdiguera. A partir de 1841, a continuación de la acequia de El Horno, se abre una nueva acequia que llegará al partido de Barratera recogiendo las aguas de la Ramblas del Judío y del Agua Amarga, regando 438 nuevas tahúllas, con la llamada desde ahora “Acequia nueva”. En 1842 se construye una noria en la Veredilla.

En la década de 1840 se construye la entonces llamada acequia de Don Benito que, con la ayuda de 22 norias, aumentó el regadío en 459 nuevas tahúllas en los pagos de El Ginete, Horno, Perdiguera y Maripinar. En 1847 la acequia de Don Gonzalo suministraba riego a 162 fanegas de tierra, la Andelma a 241, la de la Hoya García a 7, la del Horno a 142 y la de los Charcos 248.

En 1863 en el Heredamiento del Horno y su entorno se convierten al riego 50 nuevas tahullas. En 1870 se instala una nueva noria en la finca de La Alameda, partido de La Torre. El 2 de enero de ese mismo año, tenemos constancia de que la finca el Menjú tiene 33 tahullas de riego de la acequia de la Andelma, siendo entonces propiedad de Antonio Marín Meneses. No tenemos constancia de en qué año se hizo la ampliación de la mencionada acequia hasta esta finca pero es presumible que, viendo los datos de obras anteriores, ésta se llevara a cabo durante la segunda mitad del siglo XVIII.

El 21.4.1897, el Ayuntamiento decide, entre otras medidas, contratar jornaleros para llevar a cabo la monda de las 4 acequias ciezanas como modo de calmar los ánimos que se manifestaban alterados por la carencia de trabajo, crisis motivada por una sucesión de sequías e inundaciones durante los años anteriores.

Las acequias, con el transcurso del tiempo y hasta su entubamiento, generaron ecosistemas de enormes valores ambientales, con una importante vegetación de ribera, que es hábitat de varias especies de fauna silvestre, funcionando como corredores ecológicos lineales y aportando diversidad paisajística a los paisajes agrarios. Las acequias han constituido, además, una excelente plataforma para luchar contra los procesos de desertización del territorio, al actuar sus márgenes como escalones que evitaban la arrollada en los terrenos que estaban en una cota superior a las mismas.

Es importante subrayar la importancia de los hábitats asociados a los trazados de las acequias de barro tradicionales, donde se pueden encontrar todavía importantes especies de flora y fauna. Entre la fauna asociada a las acequias es destacable la nutria (lutra lutra), en grave peligro de extinción, y de la que resulta fácil encontrar huellas y deyecciones en los tramos más altos de las acequias no entubadas. Otras especies documentadas son martín pescador, carricera real, bigotudo, mirlo acuático, gallipato, galápago leproso, culebra de agua, cangrejo de río, carpas, barbos y el pez fraile. En total, más de cincuenta especies de aves, once especies de reptiles, seis de anfibios y quince especies de mamíferos completan la riqueza zoológica del entorno.

Entre la flora es fácil encontrar olmedas, alamedas, mansiegas, madreselvas, baladres, taráis y culantrillos de pozo, entre otras especies de interés. Además, junto a ellas se encuentran también, pinos, oliveras y otros árboles, en ocasiones centenarios. Juan José Martínez Soler y el grupo de estudios didácticos Macaón ha propuesto preservar todo este patrimonio para las generaciones futuras y para ello sugiere buscar alternativas de uso integrado. Se podría crear un itinerario ecológico, arqueológico, cultural, didáctico y turístico, recuperando y adaptando el entorno para este aprovechamiento múltiple.

Todas sus riberas se podrían acondicionar y utilizar como vías para cicloturistas y senderistas y tener la posibilidad de pasear junto a un entorno rico en vida animal y vegetal, con gran potencial didáctico. Yo, obviamente, no puedo estar en desacuerdo con tan inteligente propuesta y la subrayo totalmente.

Textos de Joaquín Salmerón Juan Fotografías de José Antonio Hellín, Javier Morote y Yolanda Riquelme. Andelma Boletín Informativo C.E.H. Fray Pasqual Salmerón. Historia de las acequias ciezanas. Año VII, nº 18 diciembre 2009

 

 

 

 

Los restos que hoy día podemos ver de esta fortaleza islámica o Alcazaba  conocida como el” Castillo de Cieza” eran la parte más inaccesible y difícil de asaltar de la antigua Siyâsa (denominación de la población islámica que dio nombre a la Cieza actual).

Esta alcazaba de Siyâsa se encuentra ubicada en lo alto de una roca en los que se llama «monte del Castillo» a unos 500 metros sobre el nivel del mar y muy cercana al paso del río Segura en su camino hacia el Valle de Ricote, lo que le permitía poder controlar el río y los caminos de alrededor. Actualmente se conservan visibles un torreón de planta cuadrada y un trozo de muro que parte de uno de sus flancos.

Esta fortaleza islámica, junto al excepcional yacimiento de la urbe musulmana, constituyen un conjunto monumental muy importante en el contexto arqueológico de la Región de Murcia, que se encuentra declarado Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.

El cerro del Castillo fue habitado desde época prehistórica, gracias a que el lugar permitía una eficaz defensa y el seguro abastecimiento de agua desde varios manantiales cercanos. La fortificación islámica fue construida probablemente entre los siglos XII y XIII, constituyendo la mejor defensa de Medina Siyâsa.

Tras la conquista castellana del Reino de Murcia la antigua Siyâsa comenzó a despoblarse, quedando casi totalmente vacía para el año 1281 y el castillo se convirtió en el símbolo del poder señorial de los nuevos dominadores: la Orden de Santiago.

Los nuevos pobladores se fueron instalando en un lugar más bajo que la urbe islámica, junto al río y la huerta en el lugar que hoy día es Cieza. El motivo que la antigua Siyâsa haya permanecido en tan buen estado de conservación es debido a que permaneció intacta al no constuirse encima de la ciudad abandonada.

En 1457 durante un período de conflicto civil en el territorio murciano el castillo fue prácticamente destruido. La villa castellana iba a ser la protagonista de un aciago y conocido suceso cuando, en 1477, fue arrasada por una hueste granadina, que capturó a toda la población y la trasladó esclava al reino nazarí.

En la madrugada del 6.4.1477 el Rey de Granada Abul-I-Hasán atacó la ciudad de Cieza por sorpresa, arrasándola  con un ejército de 4.000 hombres a caballo y 30.000 a pie. Este hecho tuvo gran trascendencia y fue conocido en toda la cristiandad, de tal manera, que hasta el escudo actual de la localidad, conmemora el hecho. Está situada en la ladera meridional de Cerro del Castillo

La antigua ciudad de Medina Siyâsa es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Islam Occidental, convirtiéndose en referencia imprescindible para el estudio de la casa hispano-musulmana y de la vida cotidiana de Al-Ándalus. Data su origen del siglo XI, alcanzando su esplendor en los siglos XII y XIII convirtiéndose en una urbe de gran importancia con un amplio desarrollo urbanístico que albergó más de 700 casas y 4.000 habitantes.

De todo lo que ocupa Siyâsa sólo se ha excavado un barrio de 19 casas que conservan la estructura de calles principales y adarves. La distribución del interior de las viviendas se disponía en dos niveles, el superior para las alcobas y el inferior para la cocina y los salones de invierno y verano. El epicentro de la casa era el patio central, al que daban todas las estancias de la casa. Uno de los aspectos de mayor interés lo constituye la rica colección arquitectónica procedente de las casas desenterradas. Los restos arqueológicos de la medina se pueden visitar hoy día en el Museo de Siyâsa, en Cieza.

 

 

En los primeros años del siglo XIX Cieza cuenta con más de 5.000 habitantes. La Guerra de la Independencia tendrá consecuencias nefastas para la ciudad, ya que las tropas francesas la saquearon durante tres días, desencadenando una importante crisis económica. Esta depresión irá menguando hacia la década de los 30′, gracias a la introducción de las norias, que permitieron la ampliación de las tierras de regadío en un 15%, incentivando  la recuperación de la economía. A finales de siglo ya existían en el territorio ciezano más de una veintena de estos innovadores artilugios para elevar agua.

La llegada de los liberales al poder permitirá la liberalización económica, así como la liquidación de la Encomienda y el final del poder de la Orden de Santiago sobre la villa. En el plano económico, hacia la década de los 60′, Cieza comienza a desarrollar su industria del esparto. Mientras que en el terreno agrícola, la propiedad de la tierra continúa concentrada en manos de la oligarquía local. Tras años de alternancia en el poder entre liberales y conservadores, en 1873 los republicanos toman el Ayuntamiento de la ciudad y proclaman el cantón de Cieza.

1879 CIEZA

Entre los años 1876 y 1923, el poder político se encuentra en manos del Partido Conservador, cuyos fuertes impuestos desencadenarán revueltas, que serán sofocadas por el ejército tomando la ciudad en 1903. Los trabajadores, influenciados por las ideas socialistas, crean las primeras sociedades obreras, facilitando la entrada al Ayuntamiento de los concejales socialistas en 1920.

1914. CIEZA. ENSANCHE por Ing. DIEGO TEMPLADO

Finalizada la dictadura de Primo de Rivera se proclama la II República mediante elecciones municipales en 1931. Para entonces Cieza contaba con 17.889 habitantes, dedicados en su mayor parte al sector primario. El nuevo régimen genera un cambio cualitativo en la coyuntura social ciezana. Las antiguas y poderosas familias del término, ligadas al auge del esparto, fueron sustituidas por líderes locales burgueses, de corte ilustrado y desvinculados del poder económico. Un ejemplo de familia burguesa ilustrada fueron los Templado. Durante el período republicano las industrias derivadas del esparto asisten a una crisis provocada por la competencia de fibras exóticas. Ésta desencadenará huelgas y tentativas insurreccionales de un sector anarquista del movimiento obrero, insatisfecho ante el incumplimiento de sus expectativas por parte de la II República.

La Guerra Civil trascurre de forma similar al resto del país. Finalizada la contienda, la política municipal de Cieza fue reorganizada, bajo el mando de la dictadura del general Francisco Franco. La reconstrucción de España y la necesidad de material fabricado en esparto potenció un nuevo auge en la industria espartera ciezana. Pero en la década de los 60′ la aparición de las fibras sintéticas hace que Cieza vuelva a sufrir una nueva crisis, que obligará a gran parte de la población a emigrar principalmente a Cataluña y Francia. En los últimos tiempos, superada la crisis energética generada en 1973, Cieza comienza su desarrollo industrial, junto con una importante agricultura, en la que predominan los melocotoneros.

1956 CIEZA

La huerta más antigua y tradicional de Cieza se asienta en la parte de la cuenca sedimentaria de su nombre, inmediata al río y al núcleo de población, trabajada por la acción de las aguas del Segura y de algunos de sus afluentes como las ramblas de Agua Amarga, Cárcabo, Judío y Moro.

Podemos distinguir 3 modelos que conforman el regadío histórico y tradicional de Cieza: En primer lugar, el sangrado de las aguas del río Segura con sistemas de azud y acequia escalonados en función de la topografía del área que se desea regar; es el más complejo y extenso. Se extienden por la margen derecha las acequias de Don Gonzalo y Andelma, y en la margen izquierda por el Canal C.H. Progreso/acequia del Horno y la acequia de Los Charcos/El Fatego, por la margen izquierda.

Las 4 acequias han variado sus tomas originales tanto respecto a la localización, como a los materiales, forma, y tamaño de la presa. Las de Don Gonzalo y El Horno arrancan varios kilómetros más arriba del núcleo urbano de Cieza, cerca de la actual central hidroeléctrica de Almadenes, lo que les permite discurrir a una cota superior a las de Andelma y Los Charcos. En 1879 regaban entre las cuatro unas 6.519 tahúllas y en 1942 ya eran 8.377, la mayor parte de ellas de riego a pie, bajo acequia. En la segunda mitad del siglo XX se había reducido la superficie regada en más de 1.200 tahúllas, especialmente en el área regable de la de Los Charcos, por la expansión de la ciudad de Cieza.

Otro modelo está constituido por los riegos organizados a partir de fuentes y manantiales en la margen izquierda del Segura que correspondían a puntos de emisión de agua del acuífero Ascoy-Sopalmo, caso de la Fuente del Ojo y otras surgencias secundarias como el Zaraiche Mayor, el Zaraiche Menor, Ascoy o Las Pulguinas. La superficie regada, de algo más de 4.000 tahúllas, obedece a un regadío no intensivo. También eran importantes estas aguas para usos domésticos, de abastecimiento, lúdicos y recreativos, de energía e industriales, etc. A estos puntos de emisión de agua había que unir los alumbramientos de la margen derecha, en la Sierra del Oro, parajes de Las Ventanicas, El Madroñal y Fuente del Rey, donde era favorecida la captación por un pozo horizontal (galería con lumbreras), y el sistema contaba con una balsa de regulación, al ser a veces escaso el caudal, pero las aguas de gran calidad.

El tercer modelo pertenece al riego eventual organizado a partir de presas de derivación de escorrentías en los barrancos y ramblas, con boqueras asociadas que conducían las aguas hasta las parcelas a las que se les proporcionaban estos riegos para asistir a cultivos de secano «riegos de alfait», generalmente dedicadas a cereales y olivar.

En los inicios del siglo XX se incrementa el riego por elevación, inicialmente con aguas del Segura (derivada por las acequias, como en el paraje ciezano de Barratera), sustituyéndose progresivamente los artilugios elevadores del tipo rueda hidráulica (norias, ceñas y molinetas) por motores de gas-oil y electromotores, como sucedió con la «máquina fija» de Cieza para abastecer de agua a la estación de ferrocarril. Estos grupos de elevación se amplían en número y potencia en el último tercio del siglo XX, con la explotación a gran escala de las aguas subterráneas del acuífero Ascoy-Sopalmo (sondeos, pozos, bombas sumergibles, etc.). Se crean nuevos regadíos, con marcos de plantación que favorecen la mecanización y con orientaciones productivas de respuesta a las demandas de mercados del exterior. En 1980, estos espacios regados de la margen izquierda, se completan también con riegos de aguas del Trasvase Tajo- Segura (Zona I de las Vegas Alta y Media, municipios de Calasparra y Cieza). Son nuevos paisajes regados, en los que predominan los cultivos de prunáceas (albaricoque, ciruela, melocotón, chato-paraguayo, nectarina, platerina, etc.)…

Los recursos patrimoniales descritos, acumulados a partir del histórico aprovechamiento integral de las aguas de la Fuente del Ojo, permitirían establecer una Ruta del Agua en el ámbito geográfico del que irradia el vasto entramado de explotación del líquido elemento, de carácter eminentemente paisajístico y patrimonial, incluido en un proyecto global de creación de un Parque Etnográfico. Con ello se pretende poner en valor un patrimonio material e inmaterial que padece un estado severo de deterioro y abandono, que exige su conservación para que sea apreciado por las generaciones presentes y futuras, y enaltecer de esta forma una de las singulares señas de identidad de Cieza, aprovechándose asimismo para diversificar la oferta turística del municipio, dinamizando, por ende, la vida lúdica, cultural y económica del mismo. A continuación establecemos la posible Ruta del Agua, donde se han planteado unos usos al patrimonio recuperable, puesto que si éste no ocupa una función social, pronto cae en el olvido y su destrucción es segura; actuación que se ha de afrontar desde intervenciones puntuales pero desde la integridad que en otros tiempos definía la explotación de estas aguas.

En definitiva, la Fuente del Ojo debe entenderse como un ejemplo paradigmatico de aprovechamiento integral sostenible de aguas de manantial en el contexto climático espacial de indigencia pluviométrica que caracteriza al medio semiárido del Sureste de España; organizado en base a su antiguo Heredamiento, que actuaba con total autonomía en función de los acuerdos tomados en Juntamento General; aprovechamiento que ha generado un patrimonio ingente, que da fiel testimonio de una realidad histórica, sobre el que conviene actuar.

Martínez Lucas, Víctor Manuel; Gómez Espín, José María. Aprovechamiento integral de la Fuente del Ojo (Cieza-Murcia). Papeles de Geografía, núm. 57-58, enero-diciembre, 2013, pp. 161-178. Universidad de Murcia.

El municipio de Cieza tiene a efectos urbanísticos un Plan General de Ordenación Urbana, con aprobación definitiva con deficiencias, por orden resolutoria del 15.10.2008, habiendo sido el 1º Refundido por Orden 16.7.1999., el 2º Refundido por Orden 5.8.2010., el 3º Refundido y la Toma en  conocimiento por Orden 3.6.2013.

El anterior Plan General de Ordenación Urbana de Cieza (en adelante Plan General) fue aprobado definitivamente por la Comisión de Urbanismo de la Consejería de Política Territorial y Obras Públicas de la Región de Murcia por Orden de fecha 29.3.1985 y se publicó en el Boletín Oficial de la Región el 30 de abril del mismo año.

El Plan General se comenzó a elaborar en 1998 como una Revisión y Adaptación del Plan General de 1985. La legislación vigente en aquel momento era la estatal: Ley 6/98, TRLS/92, TR/76, y Reglamentos de Planeamiento, Gestión y Disciplina Urbanística.

El documento de «Información Urbanística» se finalizó en enero de 1999. El «Avance» se formalizó conjuntamente con dicha Información Urbanística. Como resultado de las sugerencias realizadas en el período de información pública (2 periodos de un mes) se realizó el «Informe a las sugerencias» en octubre de 1999. Tras esto se comenzó la elaboración del documento de Plan General para su Aprobación Inicial y que fue entregado al Ayuntamiento en septiembre de 2000. Pero a raíz del cambio de la Corporación Municipal y de la aprobación de la Ley 1/2001 del Suelo de la Región de Murcia se procedió a reelaborar el documento para Aprobación Inicial.

Tras las modificaciones sufridas en la Ley 1/2001 por las Leyes 2/2002 y 2/2004 se procede nuevamente a adaptar el Plan General y a someterlo de nuevo a Información Pública. Tras esto se produce la Aprobación Provisional del Plan General.

Es evidente pues, que en los epígrafes de la presente Memoria aparecen menciones y referencias legislativas y normativas que hoy no son vigentes, pero que sí lo eran en el momento de redactar y tramitar cada uno de los documentos anteriores integrantes del presente Plan General, y de ahí que se hayan mantenido para clarificar y justificar cuestiones concretas.

CIEZA PGOU Estructura general

Por ello, en el inicio de cada apartado, cuando se ha considerado necesario, se transcriben, en cursiva, los artículos de la Ley 1/2001 del Suelo de Murcia y/o Ley 2/2002, y Ley 2/2004 que la modifican, homólogos de los mencionados de otras leyes y reglamentos con los que fue elaborado cada fase o documento del Presente Plan General.

A la publicación, el 9.12.2005, del Decreto Legislativo 1/2005 de 10 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Suelo de la Región de Murcia, el documento de 2ª Información Pública ya estaba formalizado. Por esta circunstancia y puesto que dicho texto refundido entraría en vigor al mes de su publicación las referencias legislativas contenidas en el mismo fueron las mencionadas en párrafos anteriores. No obstante, los cambios introducidos en el segundo período de información pública, han hecho necesario la elaboración del presente documento en el que se adaptarán todas las referencias normativas al Decreto Legislativo 1/2005 (ó TRLM01/05).

CIEZA PGOU

Cieza tiene hoy una población próxima a los 35.000 habitantes y un parque de viviendas de 16.491 unidades inscritas en el catastro en el año 2018. Una cuarta parte del total tienen ya más de 50 años, es un. parque envejecido y además no ha renovado en la última década prodigiosa tanto como en localidades próximas, ofreciendo hoy unos precios altos de vivienda y una cierta sensación de escasez de oferta nueva.

CIEZA. Parque de viviendas (2011)

En cuanto a la distribución de las viviendas familiares en edificios en mal estado y de aquellas construidas antes de 1950 se observan diferencias en distintos espacios del núcleo urbano. En líneas generales en el casco histórico se sitúan las mayores proporciones de viviendas de ambos tipos, dos variables que quizás puedan tener relación aunque no se haya establecido de manera directa. También se observan mayores proporciones de viviendas en edificios en mal estado en el norte del área urbana, donde se encuentra el Cabezo de la Fuensantilla, zona con problemas de infravivienda y muy degradada, al igual que ocurre fuera del área urbana con Los Casones de la Fuente.

CIEZA: Parroquias

Según el Informe sobre el Mercado Inmobiliario elaborado por la Región de Murcia en 2012, se observan distintas circunstancias para cada uno de los 5 barrios que define:

Barrio de San José Obrero. Los edificios plurifamiliares entre medianeras en manzana cerrada constituyen mayoritariamente el barrio, teniendo además de media 4 plantas de altura. Las edificaciones tienen 20-30 años de antigüedad. El trazado de las calles es regular y amplio.

Barrio de San Joaquín. Mayor parte de edificios de 20-30 años de antigüedad y una altura de cuatro a seis pisos. Abundan las edificaciones plurifamiliares entre medianeras en manzana cerrada. El trazado de las calles es regular, y suelen ser amplias.

Barrio de la Asunción. En mayor medida presenta edificaciones plurifamiliares entre medianeras en manzana cerrada, con calles reducidas pero de trazado regular. Las edificaciones tienen una antigüedad media de 30 a 40 años, y en general se presentan edificios con 3 plantas de altura (incluye casco histórico).

Barrio de la Ermita. De manera general se observa una mayoría de edificios de cuatro pisos de altura y de 20 años de antigüedad. Las edificaciones plurifamiliares entre medianeras en manzana cerrada con calles de trazados regulares y amplias es la arquitectura dominante.

Barrio de San Juan Bosco. Edificaciones plurifamiliares entre medianeras en manzana cerrada con calles de trazado regular y amplias, de manera general. Edificaciones más nuevas (10-20 años de antigüedad) y con 4 plantas de altura mayormente.

12.8.2015 El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha aprobado el proyecto de construcción de recuperación ambiental del río Segura a su paso por la localidad murciana de Cieza. El proyecto, que ejecutará la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), tiene un coste previsto de 3,8 millones de euros. Esta inversión será financiada con fondos europeos y su ejecución ha sido encomendada a la empresa pública Tragsa.

Se trata de un importante proyecto medioambiental cuyo objetivo principal es restablecer el potencial ecológico de la ribera del río Segura en el tramo más próximo al casco urbano de Cieza (Murcia) y permitir así el disfrute de la población.

En el proyecto figuran, entre otros, la creación de pasarelas de madera, dos observatorios y miradores, parques y playas fluviales, así como la ampliación del actual paseo ribereño. Se ejecutarán obras de limpieza, recuperación de espacios, plantación de especies autóctonas y de mejora de la accesibilidad.

En el proyecto que se va a desarrollar en Cieza incluye, entre otras, acciones como la construcción de diversas rutas y caminos peatonales de arena endurecida para potenciar y dar a conocer a la población el conjunto de elementos de interés natural de este tramo del río Segura.

Se crearán sotos y espacios naturalizados para favorecer el desarrollo de manchas de vegetación riparia autóctona, al tiempo que eliminarán especies de cañaveral invasoras, restaurando varias playas naturales fluviales existentes con anterioridad a la invasión del cañaveral, para recuperar el disfrute tradicional de sus aguas.

De esta forma, la funcionalidad de las obras no sólo es la recuperación ambiental de la zona sino también la promoción de usos sostenibles, bien sean lúdicos, como el paseo, la pesca u otros deportes, bien didácticos en materia de educación ambiental, como puntos de observación de especies y divulgación científica.

El proyecto aprobado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se extenderá por una amplia zona que se localiza aguas arriba del parque de La Presa hasta el denominado puente del Argaz, unos 4,8 km de río, en la parte más cercana a la localidad murciana.

20.5.2015 En 2015 llegó la sentencia del caso MIGASECA. El dictamen llega tras 17 años de litigios en los diferentes juzgados y obliga al Consistorio a pagar dicha cantidad a los propietarios por unos terrenos que no valen ni la mitad de ese precio

Una sentencia firme del Tribunal Supremo ha condenado al Ayuntamiento de Cieza a pagar 3.910.718,02 euros más intereses desde el año 2003 -lo que supone un total de 5 millones de euros- a los propietarios de los terrenos de Migaseca, situados junto a la ermita del Santo Cristo. Fuentes municipales manifestaron que «habrá que analizar todas las posibilidades para cumplir la resolución de la forma menos gravosa para los servicios públicos».

El dictamen del alto tribunal llega tras 17 años de litigios en los diferentes juzgados y obliga al Consistorio a pagar dicha cantidad a los propietarios por unos terrenos que no valen ni la mitad de ese precio.

Los hechos, que fueron desvelados ayer en rueda de prensa por el concejal de IU-Verdes, José Eduardo Illueca, se remontan a 1998 cuando el PGOU de 1985 contemplaba estas parcelas como zona verde. En 1997, ante la ausencia de una compensación urbanística a esta calificación, la familia propietaria de los terrenos instó la expropiación. Un año después, ante la falta de acuerdo en cuanto al precio, se remitió el expediente al Jurado Provincial de Expropiación Forzosa, que confirmó por sentencia la tasación municipal: 414.679 euros. Los propietarios recurrieron la decisión ante el TSJ de Murcia. En 2002, se aceptó parcialmente el recurso de los dueños y se fijó el nuevo valor de la indemnización en la cantidad de 919.823 euros. La sentencia fue recurrida ante la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo, que la confirmó en 2005.

En el año 2000, los propietarios hicieron uso de su derecho e instaron la retasación de los terrenos. El Ayuntamiento rechazó la pretensión y los dueños recurrieron de nuevo al Jurado Provincial de Expropiación Forzosa. En 2001, bajo gobierno ya de Francisco Martínez Rojas, se llegó a un acuerdo con los propietarios. El Pleno aprobó una nueva valoración de los terrenos, cifrada en 2.687.878 euros, la mitad aproximada de lo que solicitaban los propietarios como retasación.

En 2003, el Jurado Provincial se pronunció en relación con la retasación solicitada, fijando el precio de estos terrenos en 3.910.718 euros, más los intereses devengados desde la expropiación. Tanto el Ayuntamiento como los propietarios recurrieron la sentencia ante el TSJ, tribunal que resolvió 9 años después, en 2012, estableciendo el valor de tasación en 4.780.365 euros. Resolución que a su vez fue recurrida en casación ante el Tribunal Supremo, que ha resuelto ahora. Illueca calificó de «golpe mortal a las arcas municipales la tremenda losa que ha caído sobre los ciezanos tras la sentencia, producto de la negligencia y mala gestión».

4.9.2015 El director general de la sociedad estatal Acuamed, Arcadio Mateo, anunció ayer que la empresa ha decidido paralizar, de forma provisional, las obras de recuperación ambiental del río Segura en Cieza, que ya habían empezado a ejecutarse. La empresa pública, que pactó con el anterior equipo de gobierno local un proyecto de paseo ribereño que incluía grandes dosis de hormigón y alicatado a la vera del río, se resiste a aceptar la nueva voluntad municipal, más ecológica y sostenible.

En un comunicado, Mateo explica que esta decisión es consecuencia de las manifestaciones realizadas por el equipo de gobierno del ayuntamiento ciezano, en las que se hablaba de introducir nuevas modificaciones en el proyecto aprobado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente el pasado 11 de agosto y que «no se corresponden con lo tratado previamente en la reunión con Acuamed»…

1.11.2016 El Ayuntamiento intenta ‘hacer caja’ con los polémicos terrenos de Migaseca. Los saca a la venta para recuperarse de la ‘sangría’ que supuso pagar 5 millones para su expropiación

19.19.2017 El fiscal pide 3 años y 6 meses al exalcalde de Cieza por corrupción urbanística. Antonio Tamayo está acusado de falsificar un plano de un expediente para ocultar que los terrenos de una hermana de la edil de Urbanismo se incluyeron en un resort. Caso BENIS.

9.3.2018 Una treintena de comunidades de vecinos no consiguen los permisos para poner ascensor. El Ayuntamiento alega que «el plan general no otorga estas licencias a los inmuebles con más de 25 años» (?)

Tiempos convulsos. Herencias del pasado reciente…


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


Seguiremos analizando en próximas entregas los 350 municipios mayores de España

 

INCA


Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


 Inca es un término municipal de 58,34 km2 y un municipio, capital de la comarca del Raiguer, en la isla de Mallorca. Está situada en el centro de la isla. Ostenta el título de ciudad desde que, en 1900, se lo concediera la Reina regente doña María Cristina:

Queriendo dar una prueba de Mi Real aprecio a la Villa de Inca de la provincia de Baleares por el aumento de población, creciente desarrollo de su agricultura, industria y comercio y constante adhesión a la monarquía, en nombre de mi Augusto Hijo Don Alfonso XIII y como Regente del Reino, vengo a concederle el título de Ciudad. Dado en Palacio a 13.3.1900. Yo la Reina Regente.

El pueblo está repleto de cuevas, utilizadas por los árabes como sistema de riego Qanat y durante la Guerra Civil como refugios antiaéreos, ubicados en diversas instituciones como el Ayuntamiento, iglésia de Santa María la Mayor, Claustro de Santo Domingo y el antiguo cuartel de la Guardia Civil.

El municipio de Inca, que es la capital de comarca de Mallorca Septentrional, está situado en la parte central del Raiguer. Está limitado por los municipios de Mancor de la Vall, Selva, Búger, Sa Pobla, Llubí, Sineu, Costitx, Binissalem y Lloseta.

El territorio es mayoritariamente llano, destacando el Puig d’Inca (o Santa Magdalena del Puig, o Puig de Santa Magdalena), de 287 m de altitud, en el cual se ubica una ermita. El Puig d’Inca forma una unidad con el Puig de la Minyó (307 m), donde se encuentran una cruz y un vértice geodésico.

El Raiguer es una comarca balear situada en la parte centro-norte de la isla de Mallorca que se extiende paralelamente a la Sierra de Tramontana desde Marrachí hasta Campanet, es la zona de transición de las montañas de la Sierra de Tramontana a la comarca del Pla.

Geológicamente, forma parte de las series plegadas de la Serra de Tramuntana, con afloramientos del Triásico, Liásico, Cretácico, Oligoceno y Burdigaliense, sobre los cuales se sitúan discordantes los materiales transgresivos del Vidoboniense, en una gran parte recubiertos por terra rossa, con gran abundancia de cortezas calcáreas.Inca tiene una importante superficie de su municipio objeto de cultivo, predominando los cultivos de secano, especialmente con frutales (almendro y algarrobo), así como los cultivos herbáceos. La ganadería complementa la actividad agrícola, con cierta importancia de la cabaña bovina.

Las actividades económicas más importantes del municipio corresponden a las industriales y comerciales. La principal industria es la piel (confección) y la fabricación de calzado, con origen en 1870. La demanda turística ha intervenido en confección de piel y otras manufacturas. Se puede destacar también la fabricación de galletas de Inca.

Comercialmente Inca tiene mucha importancia al actuar como subárea de la principal zona comercial de la isla, Palma. La importancia de la subárea comercial de Inca, la cual comprende, además de todo su partido judicial (la zona centro de Mallorca), buena parte de la isla, actuando la carretera de Palma a Alcúdia como un importante colector de las comunicaciones de una gran parte de la isla con la capital.

Inca. Callejero

Es conocida por la industria del calzado y de marroquineria, esta fama fue reforzada cuando en 1871, Antonia Fluxa, nativo de Inca, abrió su primera fábrica de calzado en la isla. Camper sigue siendo una marca de calzado popular en España y el mundo y el outlet de la marca en Inca atrae a muchísimos turistas, con marcas como Camper, Barrats, Lottusse, George’s, Farrutx, Munper, Asinca, etc. Inca, la 3ª ciudad más grande de Mallorca, es sinónimo de calzado y de piel. Desde sus fábricas salen a diario zapatos de piel a distintos destinos del mundo. La calidad y el diseño, sello de fabricación de la industria de esta ciudad, hacen que sus productos gocen de gran prestigio no sólo a nivel nacional, sino también a nivel internacional. Conocida como “la capital del cuero” o “la ciudad de la piel”, la industria del calzado la ha convertido, históricamente, en referente de este sector.

Aunque se considera el siglo XIX como el arranque de este sector como motor de la economía, los gremios de zapateros de Inca ya existían desde el siglo XV, siendo de los más antiguos de Mallorca. Las empresas de carácter familiar y con gran arraigo histórico han sido las mayores impulsoras de este sector, logrando constituir marcas asociadas con la calidad y reconocidas en el ámbito internacional.Inca comenzó a destacar en la manufactura de la piel en el siglo XIV. Desde la década de 1880 hasta la finalización de la Primera Guerra Mundial la industria del calzado de la isla de Mallorca estaba concentrada en la capital, Palma. Sin embargo, en zonas como Inca se empezaron a crear talleres y fábricas vinculadas al comercio de exportación. Junto a ello, la llegada del ferrocarril a mediados del siglo XIX dió un gran impulso a la industria local, consiguiendo que sus zapatos empezaran a ser exportados a destinos nacionales.

A lo largo del siglo XX empieza a surgir un potente distrito industrial caracterizado por el desarrollo de fábricas de mayor tamaño y mecanizadas, que se unen a pequeños talleres.

Inca tiene un barrio judío (Call Jueu) que fue considerado la 2ª Aljama de Mallorca, en el que se presupone la existencia de una pequeña sinagoga. La existencia de este Call supuso la dinamización de los Judíos en el interior y la zona norte de Mallorca.

A lo largo de la Edad Media, la minoría hebrea se instalará con diferente suerte en el interior de Mallorca, conociendo una etapa de gran crecimiento económico y demográfico. En el tránsito del siglo xiii al xiv, la minoría judía poco a poco pasará de una etapa de convivencia y tolerancia a otra de gran conflictividad entre cristianos y judíos. Los problemas se irán generalizando hasta la ruptura final de esa ‘convivencia’ con el asalto y el saqueo del barrio judío de Inca en el año 1391.

La presencia de los judíos en la villa de Inca se remonta documentalmente a la llegada en 1229 de las tropas de Jaime I el Conquistador a la isla de Mallorca. Sin referencias históricas o arqueológicas de etapas anteriores que puedan justificar históricamente una presencia anterior, nos remitimos a los documentos del reparto de Mallorca, en los que se otorgan una cantidad de tierras considerables a los judíos en los términos de la antigua área administrativa musulmana denominada Inkan.

Así, en el Capbreu del Repartiment se otorgan las siguientes alquería y rahales: Abenbasso (3 Jovades), Vualà (4 Jovades), Naya (4 Jovades), Docax (5 Jovades), Raalatim (4 Jovades) y Abinxuaip (Jovades), todas ellas sin asignación nominal concreta, pasarán a manos de los judíos2. Del mismo modo, la primera referencia documental sobre los judíos de Inca, al margen de dicho reparto de tierras que ya hemos comentado, y que podría atestiguar la existencia de comunidades anteriores a la ocupación cristiana, data del año 1240, cuando volvemos a tener referencias de dicha presencia en la villa. En la misma, tenemos la referencia indirecta de la presencia del judíos realizando algunas operaciones económicas no muy significativas, al menos por el momento. De la misma manera, los pocos datos demográficos que disponemos del siglo xiv, éstos son anteriores a la peste negra de 1348. En ambos casos, tanto el Morabatí de 1329 como el de 1336 reducen la presencia de ciudadanos judíos a cifras que rondan el 2 y el 3 % del total de habitantes de la villa. Por tanto, las conclusiones que podemos extraer serían un tanto especulativas, ya que no hay otros datos que puedan corroborar las hipótesis planteadas. En este sentido, bien podríamos indicar que muchos judíos establecidos en Inca no pagaban el Morabatí; también podría darse el caso de otros que residían en zonas rurales, en otros núcleos; o bien que la comunidad judía de Inca era escasa y pequeña. En todos los casos, se nos ocurren y se nos plantean problemas por lo cual trataremos de analizar los datos que tenemos en años posteriores. Estos datos nos ofrecen una realidad demográfica que superaría por poco el centenar de individuos y que representa también un porcentaje de familias judías que no podrían pagar los morabatines y el patrimonio sería inferior a 10 libras. Las pequeñas diferencias numéricas establecidas entre los dos datos, entre 1329 y 1336, podrían explicarse desde una óptica religiosa y económica. Para estos las presiones que están estableciendo algunas familias cristianas serían cada vez más grandes y tratarían de evitar la importante tarea comercial y económica que realizan los judíos en Inca. Del mismo modo, también sería lógico entender que las presiones vendrían desde las instancias religiosas que nunca acabaría de entender la alianza en la cual se establecía normalmente la relación entre monarquía y comunidad judía…

Durante los siglos XIII y especialmente durante el XIV, las autoridades locales de diversas villas rurales irán ampliando sus necesidades económicas y también tratarán a toda costa de optimizar sus mecanismo tributarios. De este modo, en Inca al igual que en otros lugares se procederá a la fiscalización de todos los sujetos y actividades económicas que en sus dominios se realizan.

Al igual que en Palma, en Inca el baile obligará a los judíos al pago por determinados conceptos. Por ejemplo, se obligará a Vidal Sagrasa a pagar por lo negocios que realiza en dicha villa ya que hasta el momento pese a no residir en Inca realizaba actividades en ella y pagaba tributos en Ciutat. La situación parece ser algo habitual ya que en las tallas y questias muchos judíos decían habitar en Palma, evitando de este modo también la fiscalidad establecida en Inca. Para finales de año, el baile habría acordado con los secretarios de la aljama de Ciutat que aquellos judíos que habitasen, residieran o negociaran en Inca debían contribuir a las tallas de dicha ciudad y contribuir de esta manera a las arcas locales13. En estos momentos, la situación que está atravesando el sistema fiscal del reino de Mallorca no es del todo solvente. Desde 1349, los ingresos no son suficientes para hacer frente a las cargas y a los gastos comunes de los que la administración se debe hacer cargo. La situación no es novedosa, ya en años anteriores, por ejemplo en 1321 y 1330, habían ocurrido situaciones similares, por ello, las administraciones acudirán con cierta asiduidad al crédito. En este sentido, los préstamos que realizan los judíos no serán exclusivos con los administradores del reino.

En las zonas rurales de Mallorca, la situación económica y financiera tampoco es muy buena, buena muestra de ello lo encontramos en la villa de Inca, en la misma en el año 1362 encontraremos un número de créditos muy elevado y unos intereses que para ese año superan las 169 libras. Es evidente que entre el campesinado de Mallorca se genera una gran dependencia económica con ciertos mercaderes y prestamistas judíos. Los primeros compraban en ocasiones las cosechas a unos precios bajos antes de la siembra y los segundos ayudaban económicamente a los campesinos en sus momentos más difíciles, en época de necesidad de liquidez económica o en momentos de malas cosechas.

Los judíos son bien conocedores de la situación del campo mallorquín, de hecho, las comunidades establecidas en Muro, Manacor, Felanitx o la propia Inca realizarán actividades relacionadas con los ciclos agrarios y relacionados también con los mercados y con la compra-venta de productos agrarios. En Mallorca, existe un reducido número de judíos que realizan numerosas actividades en estas redes rurales de venta y producción de productos. En esta relación que podríamos denominar de amor y odio, se genera el desarrollo de una gran enemistad hacia las familias pudientes del colectivo judío, un odio y una envidia en ocasiones que serán la perfecta base para la creación de esa mentalidad poco favorecedora hacia la minoría judía en el área de Inca. La coexistencia en la zona de Inca de diversos grupos religiosos, uno mayoritario –el cristiano– y otro minoritario –el judío– se tensaría a mediados del siglo XIV.

Pocos años después del desastre demográfico y económico causado por la epidemia de 1348, localizamos algunos significativos enfrentamientos entre ambas comunidades. Así en octubre de 1353, el gobernador Gilabert de Centelles habría recibido quejar por parte de los Jurats de Inca, en las mismas se señalaba la situación de peligrosidad ante la presencia de judíos en la villa dispersos por la población y que daban continuos motivos de escándalo. Aunque desconocemos la verdadera naturaleza de estos escándalos, es evidente que los problemas irían in crescendo de forma continua. Parece que la situación y la conflictividad ya estaría originada durante la celebración de la pascua cristiana en el mismo año. De este modo, desde las instituciones judías se enviaría una súplica al gobernador de Mallorca reclamando protección con la finalidad de evitar estos insultos y situaciones de peligro, que seguramente eran bastante habituales. Los secretarios de la aljama, en representación de los judíos de Inca, reclamaban un aumento del número de protectores del barrio, ya que el saig de la villa sería del todo insuficiente para contener los problemas existentes entre ambas comunidades. Esta reclamación y la explícita demanda de insuficiencia en la protección sobre la minoría judía, nos hace pensar que seguramente existieron antecedentes en años anteriores de los que por el momento no tenemos constancia documental y que evidenciarían la escasa eficiencia del dispositivo de seguridad en el barrio judío tanto de Inca como de Palma, aunque para ello tendríamos que generar una visión mucho más amplia de la década de los sesenta y setenta del siglo XIV.

Sin ninguna duda, la separación y la creación de un nuevo barrio judío en Inca y la delegación de los secretarios de la aljama de Palma en los judíos de Inca como representantes autónomos supuso grandes cambios en la villa. Estos cambios, suponían un reconocimiento del crecimiento de dicha comunidad durante el siglo XIV, un aumento que no estaría únicamente relacionado con las familias judías que se establecían, sino también relacionado con las actividades económicas que desarrollaban, haciendo de Inca un paso obligado para las zonas rurales del entorno y creando a su alrededor un mercado considerable muy dinámico comercial y económicamente. Igualmente, la tensa circunstancia que acompañará al asalto y fin de la aljama balear de 1391 acabará de forma brusca con el crecimiento y con la autonomía de la aljama de Inca.

A pesar de que autonomía asumida por la aljama de Inca apenas durará 10 años, este tiempos sería suficiente para generar una estructura política y administrativa suficientemente compleja como para albergar en su seno órganos de representación y articulación de los judíos de la zona. De hecho, en el verano de 1328, el turo del monarca Jaime III escribía una carta al lugarteniente real, Arnau de Cardellac, al que le pedía que se hiciera justicia sobre una reclamación que habría realizado la Universitat de los judíos de Inca. En el mencionado texto se daría a entender que los judíos de Inca, además de recibir el título de Universitat, realizaban tallas y questias propias y que como pasaba en otros lugares y años, había judíos que no podían pagarlas. Unos alegaban que ya realizaban el citado pago en Palma, mientras que otros consideraban estar exentos del citado pago. Dentro de los que recibirían el visto bueno por parte de la administración estaría Vidal Sagrasa, que en 1356 recibía una carta del baile de Inca para no contribuir a la questias pagadoras en la citada villa.

En enero de 1383, Omer Leví y Mose Leví recogían el testigo y se convertían legalmente en los secretarios de la aljama de Inca, completando así un complejo proceso hacia la autonomía de la misma. El evidente desarrollo de la comunidad judía de Inca conllevaría también para finales de siglo la aparción de una escuela rabínica, que debía estar situada en la sinagoga local en la que localizamos a Jucef Ben Barahon. De la misma manera, las evidencias del crecimiento y de la importancia que asume la citada aljama está también relacionada con la existencia de un cementerio judío, el cual bajo el nombre de ‘fossar dels jueus’ aparecería aún en el año 1393, utilizándose para enterrar los restos de huesos y cuerpos (si especificar el número) del albergue que tenía en Inca Bofill de la Argentería…

En el verano de 1391, una gran masa de individuos procedentes de la parte foránea asaltaron Ciutat y de manera casi inmediata, destruyeron, saquearon y robaron en el barrio judío de Palma. En este asalto fueron asesinados cerca de 300 judíos, a la vez que fueron destruidos gran parte de las viviendas, locales y tiendas que tenían56. En Inca, si nos atenemos a los acontecimientos ya narrados con anterioridad, es lógico entender que la comunidad judía no quedaría al margen de estos acontecimientos. Pese a que los testimonios conservados sobre los asaltos de los barrios judíos de Mallorca no nos detallan con la precisión que nos gustaría lo acaecido en la comarca inquera, si que conservamos algunos datos indirectos sobre los mismo. Por ejemplo, conservamos diversas reclamaciones económicas que nos indican los amplios y complejos lazos económicos que unían a la población cristiana de Inca con algunas familias judías establecidas o con operaciones económicas en dichas zonas. De la misma manera, también conservamos algunas denuncias que nos ofrecen interesantes datos sobre el asalto al barrio judío de Inca. Parece que durante el asalto a la ciudad de Palma, en muchos lugares se produjo cierto desgobierno y de abusos contra la población judías allá donde estuviera. Es ya bastante conocida la demanda que interpondría la conversa Clara, mujer de Salomó Pelx, en la que se señala la muerte de tres niños judíos en Inca que habría sido lanzados a un pozo. A pesar de desconocer los hechos con exactitud, éste y otros acontecimiento se sucederían en torno al verano de 1391. Así por ejemplo, Abrafim Culitella, converso que recibía el nombre de Bernat Palo, denunciaba que en el asalto y en el saqueo del barrio judío de Inca, el barbero Joan Sunyer habría entrado en su casa y habría robado bienes o la demanda de febrero de 1393, en la que el también converso Antoni Moyá, antes llamado Vidal Catim, quien reclamaba una caja robada en la misma aljama de Inca. Parece ser que el asalto a Inca, arrasaría también con todo el barrio judío, tal y como sucedería en Palma, así el gobernados hacía llamamientos durante marzo de 1392 para que todo aquél que hubiera robado en los barrios judíos de Mallorca –con referencias explícitas a Inca– devolvieran lo robado. De la misma manera, se hicieron reuniones y se inició un proceso en verano siguiente para intentar cuantificar los daños producidos.

En julio de 1392, algunos conversos estimaron los albergues y los edificios que tenían en el barrio judío de Inca, un mes después, se produjo también la visita a la judería de Mateu de Lloscos, quien se dirigía al mismo con la clara intención de recuperar los bienes producidos durante el robo en dicha ciudad. La situación de decadencia en el barrio era tal que en noviembre de 1393, se indicaba la indefensión y la soledad del mismo, tanto que en perjuicio de la Procuración Real, muchos se dedicaban a entrar en el mismo y robar vigas, tejados y otros materiales. La situación habría alcanzado un punto de no retorno, años después encontramos algunas peticiones de protección, como la que se produce en el año 1400, en la que los conversos de Mallorca reclamaban que cuando fueran a la villa de Inca no fuesen maltratados por las autoridades locales, o bien, como ejemplo los procesos inquisitoriales que se producían por aquel entonces en el año 1411, por cometer delitos contra la fe, aunque los conversos y su posterior persecución no son motivos de este estudio.

Maíz Chacón, Jorge. «Entre la integridad y la segregación. La violencia y la conflictividad socio-económica en la judería de Inca (Mallorca, siglo XIV)». Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval, N. 18 (2012-2014): 171-185,

DOI: http://dx.doi.org/10.14198/medieval.2017.18.06

Evolución Urbana INCA

INCA: Evolución urbana 1808-2010

Evolución urbana y Torrentes: 100 años de difícil convivencia. por JOAN ESTRANYBERTÓS

Coincidiendo con los 10 años de las inundaciones de octubre de 1990 -las más importantes de este siglo- y con el centenario del nombramiento de Inca como ciudad, se cree oportuno juntar riesgos naturales y ordenación del territorio en una comunicación aprovechando la coyuntura que se nos presenta.

Durante esta centuria, con un trasfondo económico artesano, nuestra ciudad ha conseguido el progreso económico, social y cultural. Empero, este progreso ha tenido un elevado coste a causa de la rápida expansión urbana: la pérdida de referencias geográficas que la sociedad preindustrial fue acumulando a partir de la experiencia y la transmisión oral. De estas referencias geográficas, los torrentes son parte importante y han quedado relegados al olvido y al desprecio.

Inca se puede afirmar que es un caso paradigmático de intento de aniquilación de los cursos fluviotorrencial, que irremediablemente actúan siempre siguiendo las leyes de la naturaleza que, en nuestro caso, son de carácter violento debido a las tempestades abominables que el Mediterráneo genera durante las dos primaveras: la de verano y la de invierno.

Lo que se pretende en esta comunicación es describir e interpretar la evolución urbana de Inca desde la perspectiva de la Geografía de los Riesgos, intercalando metodológicamente la división por subcuencas urbanas y las fases de crecimiento urbanístico y así comprobar que la actual estructura urbana Inca sostén una convivencia difícil con la red fluviotorrencial.

La cuenca del torrente de Cantabou es una subcuenca del torrente de Muro, la cuenca del es la de mayor extensión de Mallorca, con 456 km2 y que drena una séptima parte de la isla. De estos 456 km2, 32 corresponden a la cuenca del torrente de Cantabou, el cual tiene la cabecera el abanico al aluvial que el torrente de Biniatzent forma a la salida del barranco de la comuna de Biniamar, desaguando sus aguas al torrente de Muro -16 km aguas abajo- devora la estación del tren de Muro. Un 13% de la cuenca del Cantabou -4,17 km2- se sitúa al noroeste del casco urbano de Inca y sus aguas entran a la ciudad por las barriadas del Blanquer y Son Amonda. en total, son cinco subcuencas, la mayor de las cuales es la de la cabecera del torrente de Cantabou que, a pesar de abarcar 2 km2, no representa casi ningún peligro de inundación por razones hidrológicas y urbanísticas. La segunda subcuenca más importante en cuanto a superficie es la del torrente de sa Canaleta, con 1,2 km. Eso sí, es la más destacable hidrológicamente por tener elevada circularidad y jerarquización. Las otras subcuencas son de menor entidad.

1790 INCA

La sociedad preindustrial configuró un casco urbano situado sobre una colina paralelo a los cursos fluviales y perpendicular a los vientos provocados por el embate, evitando las inundaciones y el calor intensa del verano, Incluso, la etimología del topónimo Inca podría relacionarse con la topografía mencionada, Así, según Mossèn Alcover, Inca proviene del árabe Hinks, que significa mejilla o costero, En cambio, actualmente la ciudad se ha establecido desde finales del s. XIX- a las zonas deprimidas que rodean la villa primigenia. Estas zonas son frías y húmedas a invierno y muy calurosas en verano, con muy poca ventilación y expuestas a las crecidas de los cursos fluviotorrencial que tan inteligente-supieron esquivar nuestros antepasados,

La situación geográfica excepcional, centro de gravedad del eje Palma-Alcudia y de las comarcas septentrionales del interior de Mallorca, además del importante mercado local que Inca ya tenía, hizo que el crecimiento urbanístico fuera considerable, lo que provocó que se convierte en la segunda ciudad de Mallorca en el s. XVI, estructurada en relación con la ubicación los conventos y las iglesias de S. Bartolomé, S. Francisco, Sta. María la Mayor y S. Domingo.

La peste de 1652 produjo la dispersión por el campo de la población y interrumpió el crecimiento urbanístico hasta los siglos XVIII y XIX. Precisamente el s. XIX supuso el inicio de la configuración urbanística ge la ciudad actual con la revolución industrial, que comportó una concentración de la población. Así, de 1815 a 1910 la población crece más de un 100%,

Esta coyuntura social y económica implicó el necesario crecimiento urbanístico de la ciudad. Se hacen las primeras urbanizaciones, por tanto, proyectos de alineaciones ajustadas a límites de cada propiedad, urbanizaciones que se diferencian del casco antiguo por la calidad de rectilínea de la alineación.

1808. INCA

De 1860 a 1928 el crecimiento urbanístico empieza a salir de la colina donde se encuadra el casco antiguo. El crecimiento se hace por dos bandas en perpendicular a la colina e invadiendo las zonas inundables del torrente de Cantabou y del de sa Canaleta. La expansión por el sur se hace a raíz de la inauguración de la línea férrea en el 1875. Se urbanizan las actuales calles de Ponent, Ramon Llull, Joanot Colom, malheridos y se prolongan hasta la estación las calles Fondo (actual Antoni Fluxà), carretera de Palma (actual General Luque), Pozo de en Morro (actual Bisbe Llompart), Mercancías, y el tramo de la avenida Germanies entre St. Domingo y el actual Músico Torrandell.

Estas nuevas urbanizaciones se hicieron sobre huertos con un sistema de riego a base de grandes lavaderos, tal como recuerdan los mayores de la ciudad. Cabe mencionar que el sistema político de la época no pudo asumir hacer una gran vía que cubre todo el trayecto urbano del torrente de Cantabou, como pretendía el Plan de Ensanche de 1923.

La otra zona que se amplía entre 1860 y 1928 es la del plan de sa Font, cuyo plano ilustra muy bien que aún se tenía un conocimiento y respeto del espacio del agua (también porque el nivel freático permitía un capital base casi anual).

El período 1928-1950 es el de mayor crecimiento urbano de la ciudad, que lo hace en todas las direcciones. La barriada de Cristo Rey crece en los alrededores del cuartel General Luque. se Blanquer, Son Amonda y se Coso, zonas potencialmente inundables, son urbanizadas en esta época. El lecho del torrente de Cantabou entraba de forma natural hasta la actual plaza El Blanquer, aunque las parcelas laclons urbanas ya realizadas. Es el momento en que se pierden elementos arquitectónicos históricos como los Lavaderos des pla de sa Font y muchos otros símbolos que durante generaciones habían marcado las zonas inundables, como son los puentes que atravesaban el torrente de Cantabou para ir a Ciudad y el cementerio; caminos que llevaban a la periferia rica en huertos, los que tenían un elevado número de topónimos hoy mayoritariamente perdidos y que habría que conservar mediante la investigación y el trabajo de campo.

De 1950 a 1970 la expansión iniciada el período anterior se consolida y continúa, sin ningún tipo de ordenación, especialmente a Cristo Rey y a se Blanquer, donde los problemas por inundación ya eran frecuentes. En la barriada de Cós la expansión urbana se hace siguiendo la carretera de Alcúdia y afecta las pequeñas subcuencas de sa Font Vella y del recién estrenado Instituto de Enseñanza Secundaria Berenguer d’Anoia.

De 1970 a la actualidad se ha consolidado la urbanización del Blanquer y se ha inutilizado el torrente de Cantabou. Históricamente, ha sido el curso fluvial que ha causado más daño en Inca, pero desde los años 80 del s. XX esto ha cambiado. De todos modos, aguas abajo, la red de pluviales no pudo soportar el caudal y el agua salió por alto y se infiltra en muchos sótanos de la zona. La urbanización de la cama y de la llanura de inundación 4 m por encima de ellos ha formado una reanudación artificial que detiene las avenidas y que puede formar una balsa de hasta 48.500 m3.

A partir de este volumen, la balsa derramaría hacia el badén de la carretera de Mancor (véase bloque diagrama) en caso de una lluvia superior a 200 mm con muy poco tiempo y que taponas de sedimento y otros elementos la entrada de 1,2 m de diámetro que el torrente de Cantabou tiene dentro Inca en la calle Mandrava. En definitiva, el potencial destructor de esta subcuenca ha disminuido mucho, pero puede causar daños por la saturación de las pluviales y por la infiltración, y a afectar a muchos sótanos. Ahora el problema proviene del badén de la carretera de Mancor.

Lo que ha crecido espectacularmente es el suelo industrial en Can Matzarí y residencial a Cristo Rey Nuevo (zona no inundable, ya que se sitúa sobre un abanico alluvial desmantelado, que hace que el punto de partida del drenaje superficial se sitúe allí mismo y que anula le en buena parte el riesgo de inundación) y en Son Amonda, área residencial que se ha cola- tocado bien en medio del lecho del torrente de sa Canaleta y varios afluentes.

Como la topografía es difícilmente modificable (aunque la microtopografía ya se ha comprobado que sí), no queda más remedio que canalizar los torrentes por dentro del casco urbano. así, se canalizan aguas residuales y pluviales hacia los puntos deprimidos de Inca, que coinciden con el torrente de Cantabou (Gran Vía) y el torrente de sa Canaleta (se Coso). Es bastante significativo que realizando un vaciado de información en el semanario Jueves (1974-1999) se hayan encontrado hasta a 37 informaciones referidas a la red de pluviales, 31 de las cuales en la década de los años 90 del s. XX, o sea, después de las grandes inundaciones de octubre de 1990 y también para la finalización de las urbanizaciones que se encuentran dentro de las llanuras de inundación o en la cama de los torrentes de Cantabou y de sano Canaleta: se Blanquer y Son Amonda respectivamente, ya que inmediatamente provocaron problemas de inundaciones, con precipitaciones de sólo 70 mm en 24 horas, cantidad de precipitación que estadísticamente se puede repetir cada cinco años.

En definitiva y concluyente, la causa de las inundaciones en el casco urbano de Inca radica en un crecimiento urbanístico que no ha respetado mínimamente el espacio de los torrentes. esta expansión urbana no se ha detenido, y está en un claro periodo expansivo en el que se consolidan urbanizaciones en áreas inundables.

Conferencia impartida en la apertura de las V Jornadas de Estudios Locales. Inca, 3.11.2000.

La sociedad del siglo que vamos definiendo ha sido sin duda protagonista y espectadora los cambios más grandes que han dado la vuelta y dirigido la estancia y la convivencia de los hombres y mujeres sobre nuestro planeta. Es una afirmación, creo que indiscutible, al menos en cuanto a el ámbito de la historia que está a nuestro alcance y que ahora condiciona nuestras vidas. Este hecho es cierto a nivel mundial ciertamente: incluso los pueblos más ensimismados, más aislados en la selva o en las montañas hasta ahora incaccessibles, han experimentado cambios nunca vistos ni soñados en épocas precedentes. Esto es verdad sobre todo en esta parte del mundo donde vivimos, y que llamamos occidental, más concretamente en Europa donde hace siglos que se sitúa nuestra cultura y nuestra convivencia cívica, y aún más concretamente en España, el estado que condiciona nuestro desarrollo político.

A nivel de pueblo mallorquín, aunque la transformación ha tenido unos tintes más radicales y totalizantes. En este siglo Mallorca ha contemplado, ha propiciado y ha sufrido la transformación más grande de la conquista de 1229 a esta parte.

Quien repasa con un golpe de vista histórico el siglo XX, admira de entrada el progreso técnico en todos los órdenes, que ha cambiado profundamente la vida cotidiana y las relaciones de todos los ciudadanos sea cual sea su estamento social, ocupación u origen. El progreso de la técnica y de la ciencia ha inducido unos cambios de índole social, política, cultural y religiosa que los hombres de 1900 ni se podían imaginar, a pesar de las profecías que en el cambio de siglo algunos aventureros atrevieron pronosticar.

Volviendo a los cambios experimentados en nuestra isla, a finales del siglo XX todos estamos convencidos que la de ahora no es la Mallorca de antaño. Durante este siglo han caído esquemas sociales y mentales que las revoluciones del siglo XIX no habían podido derribar. Se han dado la vuelta planteamientos políticos y sociales, costumbres y comportamientos, muchos de valores considerados intocables han sido cuestionados, algunos se han desvanecido, otros nuevos han surgido y ahora van flotando en una sociedad nueva para tantos de conceptos. Bien es verdad que el siglo XIX preparó este terreno de transformaciones y cambios, pero todos constatamos que el siglo XX ha tomado un vuelo más allá de toda previsión.

Los grandes periodos

De entrada podríamos dividir el siglo XX en algunos periodos que nos ayudarán también a comprender mejor la situación y la evolución de Inca en nuestro siglo. A nivel del Estado español y de Europa, podemos considerar migpartit el siglo XX por la línea dramática de unos enfrentamientos sangrientas que causaron profundas llagas en la Península y en las islas adyacentes, de una lado, y en el continente europeo de la otra. Si bien la magnitud de los acontecimientos tuvo dimensiones y consecuencias distintas en España y en Europa, en ambos lados las guerras dieron origen, tarde o temprano, a sociedades con ideologías, comportamientos y valores distintos y, en parte, noveles.

En España, el siglo XX queda casi dividido por los hechos que rompieron la situación política y social con la II República, la Guerra Civil y la posguerra. Ésta, singularmente en los aspectos político y cultural, se puede considerar alargada, hasta la muerte del dictador, en 1975. Sin embargo la vacilante apertura del régimen franquista a los horizontes económicos del mercado europeo presagiaban las vías democráticas que recorre nuestra sociedad en el umbral del tercer milenio.

En el tardofranquismo, un evento de índole religiosa fundamentalmente, pero con repercusiones culturales, sociales y políticas, vendió a sacudir conciencias y en Trabuco esquemas mentales; dicen que causó el disgusto más gordo al viejo dictador. Me refiero al Concilio Vaticano II (1962-1965), que dio por terminada -al menos a nivel teológico y institucional- la Cristiandad medieval, aquel montaje político-, en que apoyaba en buena parte, y ya fuera de su tiempo natural, la ideología de la dictadura, por cuanto excluía el pluralismo y lo encajó todo en los moldes de lo que se ha denominado «nacionalcatolicismo».

Concilio Vaticano II a nivel de Iglesia católica y de la presencia de ésta en la sociedad, y democracia a nivel de Estado español a partir de 1977, determinan poderosamente el camino de la historia que hemos recorrido los últimos años y que recorremos todavía.

A partir de la implantación de la democracia en España, somos pegados al carro de la nueva Europa que, como Mercado Común, surgió en la posguerra europea en 1951, y ha ido ocupando espacios cada vez más amplios en la economía y en la vida política de los Estados miembros.

Las últimas décadas de nuestro siglo han tenido unos nuevos aires y han acentuado las transformaciones en la sociedad occidental, europea, española, mallorquina y Inca. es desde de estas coordenadas que estamos a punto de empezar el siglo XXI.

Hasta la Guerra Civil de 1936

Los tres primeros decenios del presente siglo, Inca prolonga el impulso del siglo XIX, que significó para la ciudad el recobro de guía y líder de la comarca, mediante la expansión demográfica (había más que doblado la población) y urbanística, y el incremento de su producción, significativamente en el campo de la naciente industria del calzado, que desde entonces marcará fuertemente la pujanza o el declive de la economía Inca. Antoni Fluxà había abierto en 1870 el primer gran taller, e inicia la exportación a Cuba y Filipinas. En 1884 Vicente Ensenyat monta una fábrica de tejidos con nuevos sistemas textiles. En 1891 Inca tenía once talleres de calzado y cinco curtidurías. En 1875 había llegado el tren que, por una parte, comunicó Inca con Palma y algunos pueblos de la comarca y, por la otra, provocaría la expansión del antiguo núcleo de la ciudad hacia la estación del tren. La línea del ferrocarril fue alargada en 1878 hasta sa Pobla, y el año siguiente, hasta Manacor. Cumbre de este crecimiento y expansión fue el título de ciudad que la antigua villa mayor de Mallorca obtengué el 13.3.1900 por el aumento de su población y el crecimiento de su agricultura, industria y comercio, como afirmaba el decreto de la reina regente. La nueva ciudad contaba entonces con 7.579 habitantes. A comienzos del siglo XX, la base económica de Inca era todavía la agricultura. Los terratenientes dominaban con su caciquismo la vida política y en el gobierno municipal alternaban conservadores y liberales. Pero el peso y la ascensión de una nueva clase obrera y empresarial condicionaba fuertemente la nueva ciudad. La sociedad civil se iba estructurando con empuje y partes surgían entidades y edificios que iban transformando la fisonomía de la antigua villa agrícola y artesanal, concurrida por los mercados de los jueves y de las ferias de otoño.

Si en 1899 se había introducido el alumbrado de gas, el eléctrico es instalado en 1904, Inca había comenzado su expansión urbanística, que transformaría su imagen tradicional, a raíz de su crecimiento económico en el siglo XIX y especialmente de la llegada del tren. El plano de la antigua villa desborda las colinas que van entre San Francisco y San Bartolomé y la ciudad nueva se extiende hacia la estación del tren y hacia los antiguos caminos de Selva y de Alcúdia. De 1885 son los pórticos de la plaza de la iglesia, aunque inacabados; de 1890 es la reforma del Ayuntamiento; de 1896 la plaza del Ganado y de 2000 la rectoría. Ya en el siglo XX se facilita el acceso a la estación del tren con la construcción un puente sobre el torrente de Cantabou, que impulsa la edificación de nuevas casas y la apertura de calles. Al otro lado de la estación del tren, se va construyendo el nuevo cuartel (entre 1907 y 1915) que llevará el nombre del General Luque, construcción que está en el origen de la barriada, actualmente llamada de Cristo Rey.

Mientras se levantaban edificios para el ocio como la plaza de toros (1909) y el Teatro Principal (1909). Los inqueros pudieran disfrutar por primera vez de la visión del cine el 1904, en 1907 el fotógrafo y pintor Bartolomé Payeras ya plasmó vistas de Inca para la posteridad; en 1908 Inca tenía cuatro salas de cine. En Inca el primer partido de fútbol se jugó el 1909, deporte y afición que cuajó definitivamente en 1921 con el equipo emblemático creado por la Sociedad de Socorros Mutuos, «la Constancia».

Desde comienzos de siglo el asociacionismo en Inca encontró muchas realizaciones de tipo cultural, laboral, asistencial, recreativo y deportivo, musical, religioso … En 1900 se fundó en Inca el Círculo de Obreros Católicos, animado por quien fue gran promotor de cultura en Inca hasta la Guerra Civil, maestro Miquel Duran. Católico y regionalista, impresor y editor de periódicos y distintas publicaciones, fue también el alma de muchas asociaciones y fundador del Orfeón del Harpa de Inca (1921). Trabajó bien junto al franciscano del Tercer Orden regular, P. Pere-Joan Cerdà, que vendió en Inca en 1909 para hacerse cargo de la iglesia y de algunos locales anexos de San Francisco. El P. Cerdà y Miquel Duran fundaron en 1911 la Caja Rural de los obreros católicos de Inca; en 1914, el Sindicato Obrero de la Paz; y en 1921, el Sindicato Católico Agrícola. Tanto Miquel Duran como el P. Cerdà, y también el rector de Inca, Mn. Francisco Rayó, trabajaban en la línea impulsada por la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII, que había desvelado entre los católicos un fuerte movimiento de apostolado social. Una de las realizaciones del rector Rayó, en 1927, fue la fundación de la Casa Cuna (la «Cuna») con el apoyo y la iniciativa del alcalde Miquel Mir. El establecimiento de tales instituciones, para cuidar durante el día de los niños de las madres que iban a trabajar en las fábricas, había sido desde sus inicios en París en 1844 una iniciativa católica. Precisamente en Inca creían los católicos que hacían falta instituciones y propagandistas del ideario social de la Iglesia por el fuerte crecimiento que tomaba el movimiento obrero.

Este aprestaba para entrar en el juego político y trabucos el estado de cosas dominado aunque por el caciquismo. La oposición a este era abanderado por republicanos, socialistas, regionalistas y más adelante por los anarquistas. Un socialista accedió por primera vez al consistorio el 1922. Como explosión reivindicativa estalló la primera huelga de zapateros en 1914. Una respuesta al nuevo tiempo y el progreso por parte de los empresarios fue la mecanización de los talleres a partir de 1915, avance también necesario para satisfacer la demanda que llegaba del ejército francés bel-Licer en la Primera Guerra Mundial. Todo ello hizo que la industria de zapatos fuere prosperando en Inca, junto con la de tejidos de Can chillar, los Ensenyat, de las curtidurías, de tejas, de cementeras, de las imprentas, de fábricas de lejía, de conservas, de bebidas, de pastas de sopa …

A la euforia de los años de la gran guerra, que supuso enormes ganancias para la industria zapatera, siguió la difícil coyuntura de 1918-1919. Este último año hubo disturbios reprimidos por la Guardia Civil y los militares, y la convocatoria de una huelga general. Pero la crisis fue superada. Si en 1920 trabajaban 8 talleres de zapatos, en 1927 ya eran 22, cifra que se mantengué hasta la Guerra Civil. Tal expansión atrajo una notable inmigración de jóvenes trabajadores de los pueblos vecinos. A principios de los años 30 Inca era el municipio mallorquín más industrializado después de Palma.

En el aspecto cultural, debemos destacar ante todo la enseñanza. Las escuelas públicas de niños y de niñas no gozaban de mucho apoyo oficial y no tenían local fijo. Había maestros particulares y colegios privados como el de Santo Volveré de Aquino -en que colaboran militares del cuartel de Inca por la segunda enseñanza-, de Santa María la Mayor, la Academia Técnica, el Colegio los Pórticos. En 1908 vendieron los Hermanos de La Salle y el año siguiente, en San Francisco, los terciarios regulares empezaron su tarea educativa que en 1925 culminó en la fundación del Colegio Beato Ramón Llull de enseñanza media. Las Hermanas de la Caridad y las Franciscanas continuaban su tarea de instrucción de párvulos y de muñecas, iniciada ya en el siglo XIX. Las Hermanas de la Pureza llegaron a Inca para abrir col-leql el 1930. El Ayuntamiento aprobó en 1929 el reglamento de la escuela de artes y oficios.

En cuanto a las publicaciones periódicas, cabe mencionar una vez más la tarea de maestro Miquel Duran, editor, impresor y principal redactor de 4 periódicos que sucesivamente hizo salir a la calle. Regionalista y nacionalista convencido, promovió el amor a la lengua catalana con todos los medios, de repente reconoció y divulgar las normas de ortografía de 1913 y organizó el Día de la lengua catalana en 1917. Otros 12 periódicos salieron entre 1900 y 1936.

También el mundo musical iba incorporando nuevos valores. El Harpa de Inca estrenó el 6 de noviembre de 1921 a la parroquia la misa que Mn. Bernat Salas dedicaba a Santa María la Mayor. Fue su primera actuación del Orfeón, formado por obreros, si bien el acto fundacional se hizo el siguiente 4 de diciembre. En 1931 el Ayuntamiento decidió crear una banda municipal.

La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) supuso un paréntesis en algunas actividades e instituciones inqueras. La actividad de los partidos quedó truncada y el movimiento obrero silenciado; sin embargo se manifestaron algunas tensiones laborales.

La II República entró oficialmente en el Ayuntamiento de Inca el 15.4.1931. El primer alcalde republicano fue Mateu Pujadas Extraño; el segundo, Antoni Mateu Ferrer. el programa republicano en Inca, como todo, era de grandes transformaciones en todos los órdenes. El Ayuntamiento estuvo en manos de republicanos moderados. Sin embargo, no faltaron conflictos con el clero por cuestión de enterramientos y procesiones, derecho a la enseñanza de los frailes y de las religiosas, y algunos actos violentos, como la destrucción de las cruces de término. El Ayuntamiento se preocupó firme de la mejora de la enseñanza, de la creación de un instituto y de la promoción de la sanidad pública.

Entre la guerra del 36 y el fin de la Dictadura, 1975

Fuerzas que en Inca no se llevaban lo más mínimo con la República acogieron con los brazos abiertos el golpe militar que en Mallorca, la madrugada del 19.7.1936, hizo triunfar desde Palma el general Goded. La Guardia Civil y los militares del cuartel General Luque decididamente acataron la nueva situación y ayudaron a imponerla a rebrotes de resistencia de lugares cercanos, tales como sa Pobla y el Port de Pollença. En el Ayuntamiento la vara de alcalde pasó de manos del republicano Pere-Pau Costa a las de Juan Erasmo. La clase obrera no tuvo deleite ni fuerza para levantarse. Muchos de los posibles resistentes fueron encarcelados, aunque que los nuevos dueños no las tenían todas seguras, de momento. El mismo año del alzamiento había fundado en Inca una sección de Falange española, con 47 afiliados, encabezada por Canuto Boloqui. Atribuyó a la Falange, bien minoritaria entonces en la isla, la explosión de una bomba en la Casa del Pueblo de Palma.

Primero de todo, el golpe militar supuso una dura represión en toda Mallorca; en Inca fueron doce los fusilados y desaparecidos, encabezados por el ex alcalde Antoni Mateu. Después, vendió la incorporación de jóvenes inqueros a las milicias del frente de Manacor, agosto del 36. Muchos de ellos continuaron en la Península, en el frente «nacional», integrados en el que se llamó Batallón de Inca. Los caídos en este bando fueron recordados muchos años el monumento a «los caídos» ante la iglesia mayor; dicho memorial, de estilo fascista, ahora está colocado en el cementerio. Inca, durante la Guerra Civil, puso su reloj a la hora del bando que al fin salió triunfante: aplaudiendo las caídas de las ciudades enemigas, enviando oro y víveres y ropa a quienes luchaban «por Dios y por la patria», esperando nuevas de la muerte o del regreso de los soldados que luchaban -decían- contra el comunismo. Mientras tanto el trabajo no faltaba en los talleres que fabricaban zapatos para el ejército nacional, de modo que esta coyuntura favoreció enormemente el crecimiento industrial de la ciudad. Como ya lo era antes del 36, ahora aún más la industria Inca por excelencia será la fabricación de calzado, mientras que irá decayendo hasta desaparecer la industria textil a causa de la introducción de las fibras sintéticas. Desde la posguerra, y sobre todo desde los años 50, se mantuvo al frente la industria del calzado.

La economía Inca será sometida, pues, a la crisis y la pujanza del sector zapatero. A partir de julio del 36, la actividad de partidos y de sindicatos libres quedó truncada y perseguida. También enmudecieron las publicaciones. Todo: fiestas, diversiones, escuelas, fábricas … era bien vigilado y controlado. La lengua propia de Mallorca reducida a la intimidad de la familia, exiliada de los papeles públicos y de las escuelas, justo consentida a ca ses monjas y en la parroquia, por la firmeza del obispo Miralles, en la enseñanza de la Doctrina.

El nacionalcatolicismo, que hacía pervivir la Cristiandad medieval, entraba en nuestras iglesias y derramaba por las calles. Las grandes manifestaciones de este movimiento fueron las misiones populares, los paseos de la Virgen de Lluc (1948) y de Fátima (1954), el Congreso Eucarístico comarcal de 1960 y finalmente la coronación de Santa María la Mayor el 1967. También Inca recibió la sacudida de los «Curse llos de Cristiandad», los años cincuenta, pero no en un grado tan impactante ni duradero como otros pueblos.

Por otra parte, en este capítulo religioso, cabe mencionar la creación de 2 nuevas parroquias en Inca, la de Cristo Rey -que ha dado nombre a la barriada surgida a raíz del cuartel y de la estación del tren, el 1959- y la de Santo Domingo -en la antigua iglesia conventual de los dominicos- en 1962. El crecimiento de la ciudad había aconsejado, a quienes entonces regían el obispado, que Inca fuera dividida en 3 parroquias. Ya estamos en los tiempos del Vaticano II, que propiciará una nueva fisonomía a la Iglesia del siglo XX, mientras se iba desdibujando el modelo de cristiandad.

De la inmediata posguerra hay que recordar las estrecheces que pasaban las familias trabajadoras y las cartillas de racionamiento, la llegada de inmigrantes de la Península que venían a buscar trabajo a nuestros talleres huyendo de la miseria de sus pueblos.

La II Guerra Mundial proporcionaba entonces numerosos pedidos de zapatos a los fabricantes de Inca, que se enriquecieron firme; ellos fueron la clase dominante que retiraba los terratenientes de antaño; una burguesía emergente, ocupada por la ganancia fácil y rápido, bien de espaldas a la cultura, a la situación real del pueblo, a las raíces y en las perspectivas de la identidad de nuestro pueblo. La presión estatal contra el uso del catalán sobre todo en público y la afluencia masiva de inmigrantes que llegaban a una tierra ya despreocupada para mantener su lengua y cultura hicieron que en Inca, entre todas las ciudades y pueblos de la parte foránea, flota el uso del castellano, que se convirtió en lengua no sólo de los militares sino también de algunos empresarios que enseñaban a sus hijos a hablar en castellano. Dentro de este ambiente cultural, no es de extrañar que en 1965, cuando en la Iglesia latina se introdujeron las lenguas vivas en la liturgia, los responsables de las parroquias e iglesias de Inca optaran por pasar del latín al castellano en todas las misas, con la única excepción de San Francisco, donde el P. Miquel Colom decía una misa en catalán. A esta situación, no se puso remedio hasta los años ochenta.

La coyuntura favorable a raíz de la II Gran Guerra propició nuevas construcciones y urbanizaciones: el nuevo Teatro Principal (1945), ampliación de la barriada de Cristo Rey, las Casas Barato, construcciones entre los Molinos y la calle de Mancor, prolongación de la gran vía de Colón, de la avenida Reyes Católicos, desviación del tráfico de Palma a Alcúdia por la vía de circunvalación, reforma del centro, etc.

Desgraciadamente en esta época, sobre todo los años 1959-1969, se hacen verdaderas agresiones al perfil de la ciudad que le hacen perder su carácter. Que baste recordar la imponente y malgarbada Torre de Inca que destruyó la gentil silueta de la noble torre-campanario, sobre todo en la entrada desde Alcúdia; y el muro ahogando del colegio de La Salle que tapa la mirada de San Bartolomé. El crecimiento urbanístico de Inca es inmenso en este periodo, pero también desfiguradora desgraciadamente del paisaje urbano.

La cultura también pasaba por un túnel oscuro. Entre 1951 y 1961 sale el semanario Ciudad, mantenido por un grupo de jóvenes, de calidad desigual, que no siempre se cimbreaba a las órdenes del alcalde, lo que le causó la desaparición. Su tarea no fue retomada hasta el 1974 por el Jueves. En cuanto a la educación, hay que mencionar la inauguración en 1946 de la Academia de Estudios mercantiles, dividida en Col-leqi de Santo Volveré de Aquino para al-lotes y el Liceo de Santa Teresa para al-lotes, de carácter confesional y clasista, completamente cerrado a la cultura auctòctona hasta que no les quedó más remedio que admitir la enseñanza de lengua catalana.

Hacia el final de la dictadura (1974) se fundó la delegación Inca de la Obra Cultural Balear. También es significativa en el 1974 la fundación de la primera asociación de vecinos de Mallorca, la de Can López, con inscripción oficial y todo. Si Inca crecía y se transformaba firme por la pujanza de la industria del calzado, Mallorca en los años de la posguerra, y sobre todo a partir de las décadas del 50 y del 60, experimentaba su mayor transformación debido a la afluencia turística y de la consiguiente inmigración. Si bien el turismo ha causado beneficios a la principal industria Inca, sin embargo Inca ha quedado apartada de los beneficios más jugosos y directos del turismo, como es ahora la hostelería y los comercios adyacentes. Esto ha hecho descender nuestra ciudad en el escalafón en cuanto a la demografía y la riqueza.

Hay que añadir a esto que, si la predilección de los mallorquines ha vertido estas últimas décadas hacia la periferia de la mar, Inca no ha sido excepción. Desde antes de la Guerra Civil, muchos de inqueros han edificado su segunda residencia en la orilla del mar, sobre todo entre el Puerto de Pollença y Son Serra de Marina, para pasar el verano y ahora también los fines de semana; incluso en Can Picafort está el barrio de eres inqueros. Inca en la democracia (1979-2000).

Parta de 1979 porque es el año de las primeras elecciones municipales. En 1977, en las primeras elecciones generales, Inca había votado mayoritariamente por la opción centrista (UCD). En 1979 una coalición de izquierdas ganó la alcaldía. Jaume Crespí, independiente, fue el primero alcalde democrático. Sólo llevará hasta 1981, en que el centrista Antoni Pons accedió a la Alcaldía con los votos del PSOE y fue reelegido con mayoría absoluta en sucesivas elecciones hasta en 1991, en que salió elegido el socialista Jaume Armengol, sostenido por una coalición de izquierdas e independientes. Desde 1995 rige la alcaldía Pere Rotger, del Partido Popular, que el 1999 alcanzó la mayoría absoluta.

De estos últimos años, hay que subrayar la afluencia de inmigrantes extranjeros, del norte de África y del África subsahariana, del este de Europa y de Sudamérica. Muchas ocupaciones y trabajos, no asumidas ya ni por mallorquines ni por emigrados de la Península, han sido cogidas para estos recién llegados, algunos de difícil integración. Trabajo en la agricultura, en la construcción, en las tareas domésticas … son en manos de estos «nuevos inqueros». Algunos de ellos viven en nuestra ciudad y trabajan en pueblos y campos de la comarca. Dificultades de orden lingüístico, cultural y religioso entorpecen las relaciones entre los inquers-mallorquines de antaño y quienes se va incorporando. Por ahora, la confrontación es casi inexistente; la integración, difícil, en muchos de órdenes y sectores de la vida.

La uniformidad religiosa, prevaleciendo con el nacionalcatolicismo, se acribillar primer por proselitismo de los testigos de Jehová, que tuvieran una cierta aceptación, y el consiguiente rechazo y confrontación dialéctica, en la barriada de Cristo Rey, sobre todo después de la erección de aquella parroquia (1959). Estos últimos años, la presencia de musulmanes, por la inmigración magrebí, ha ido aumentando hasta contar ya, en el día de hoy, con una mezquita. 

En el aspecto económico, la entrada de España en la Unión Europea, las vicisitudes a escala europea y mundial de la economía, han ido marcando la economía Inca. estas circunstancias han espoleado la búsqueda de nuevos mercados y la diversificación de los sectores de producción. La cultura ha experimentado un crecimiento notable. Recordemos sobre todo la creación de la Escuela de formación profesional en 1959, que se convirtió en el Instituto Pablo Casas nuevas en 1996, y el Instituto Berenguer d’Anoia (1970) para la enseñanza media, para estudiantes de Inca y de sus alrededores. Prueba de esta expansión cultural es la presencia cada vez más notable de actos que la promueven en los tres domingos de ferias de otoño y en el Dijous Bo: pregones, exposiciones, presentación de publicaciones, conciertos, etc. Hay que añadir que, desde 1990, hemos podido contemplar como el patrimonio histórico-artístico de nuestras cinco iglesias antiguas se ha ido restaurante. Los edificios mismos han alcanzado adecuadas restauraciones arquitectónicas y decorativas: San Francisco, en 1992; San Domingo y Santa Magdalena del Puig de Inca, en 1993; Santa María la Mayor, en 1996; San Bartolomé, en 1998. Paral-le’ament la restauración de los edificios, se han ido restaurando muchísimas piezas artísticas: retablos, esculturas, pinturas …; el retablo de San Pedro de la parroquia mayor comenzar las restauraciones en 1990. De estas restauraciones han sido fruto las dos exposiciones de arte sacro inquero ya realizadas: de tema mariano, en 1992; de arte referente a Jesucristo, en 1996; y esperamos cerrar el ciclo en 2001 con una tercera exposición dedicada los santos.

Los escritores inqueros han ido aportando igualmente numerosos libros en campos y estudios diversos, ordinariamente en nuestra lengua catalana. No es la hora ni tenemos tiempo de hacer una reseña. Sólo quisiera recordar, por su alcance territorial, fuera del corazón de Mallorca, la corona poética en honor de Santa María la Mayor que, con motivo del vigésimo quinto aniversario de su coronación pontificia se estampó en 1992. Josep M. Llompart afirmó, con toda justicia, que era la corona poética mallorquina en la que habían participado poetas de más lugares de nuestra lengua: desde Alguer de Cerdeña en Valencia, desde el Rosellón a casi todas las diócesis de Cataluña, de Ibiza, de Mallorca y de Inca más en concreto.

En la promoción de nuestra lengua y cultura, Inca es en la buena línea marcada por maestro Miquel Duran, con sus múltiples y siempre interesantes publicaciones. En el sector del ocio y de las diversiones, cabe mencionar el deporte. Ya no estamos en los tiempos heroicos del equipo de fútbol emblemático de la ciudad, antes y después de la Guerra Civil, el Constancia, con sus altos y bajos, en sus enfrentamientos épicos, de máxima rivalidad, con el Mallorca. A pesar del campo nuevo, que sustituyó el viejo, se Coso, el equipo no ha llegado a alcanzar las cumbres de antaño. En 1987 otro deporte vino a tomar como el relevo en el entusiasmo los seguidores incondicional del deporte, el Drac Inca, que ya ha marcado puntos de historia en el nuevo pabellón municipal de deportes.

Y en este capítulo del ocio, no podemos olvidar las nuevas tendencias en las diversiones de la juventud, en Inca y en las urbanizaciones de la acera de mar más cercanas. Nuevos ritmos frenéticos, ruidos atronadores, horarios trabucats que empiezan a medianoche y no se detienen hasta bien salido el sol, han generado una nueva «cultura» del ocio, que configura comportamientos y mentalidad de nuestros jóvenes. Sin embargo, ligado o no a las expansiones y Baux de la juventud, muchas familias de Inca han sufrido también la carcoma de la droga, sin duda uno de los peores males -si no el peor- que enturbia el futuro de muchos de adolescentes y jóvenes. A esta llaga en el cuerpo joven de nuestra sociedad Inca, se añade la crisis de valores, la ruptura con los puntales que sostenían la tradición honrada del abolengo, donde ciertamente no todo eran valores, y sin embargo no se separan claramente los que tienen que dar firmeza a la nueva edificación de la ciudad.

De cara al siglo XXI

Es bueno terminar un recorrido histórico con esperanza. Creo que es así como se debe hacer. Los trabajos y los días del hombre y de la mujer sobre la tierra tienen siempre vueltas ásperas y de veces insospechadas. Pero creo que los últimos años de nuestra ciudad nos invitan a la esperanza. Es mi convicción, después de que el siglo veinte nos haya hecho probar más de una vez el trago amargo de depresiones y luchas, de enfrentamientos políticos que han llevado muertos en las cunetas o en las tapias de los cementerios, de recortes dolorosos de libertad en todos los órdenes, de ensimismamiento de nuestra identidad cultural. Estamos en un tiempo que la democracia, el espíritu de fraternidad entre los hombres y los pueblos, la decisión de alcanzar nuevas metas de justicia, de solidaridad y de bienestar parece que late en el corazón de la mayoría de inqueros de hoy. 

Que el recuerdo y la reflexión sobre el pasado reciente y la expectativa de un siglo que estamos a punto de abrir nos empujen a caminar, juntos, siempre adelante!

Inca en Les Grans Transformacions del segle XX. PERE J. LLABRÉS MARTORELL

La Comisión Insular de Ordenación del Territorio y Urbanismo, en sesión celebrada el día 26.10.2012, adoptó, entre otros, el siguiente acuerdo:

«Visto el expediente de revisión del Plan General de Ordenación de Urbana del municipio de Inca para su adaptación al Plan Territorial Insular de Mallorca y el del Catálogo de patrimonio histórico de dicha revisión, y de acuerdo con el dictamen de la Ponencia Técnica de Ordenación del Territorio y Urbanismo, en el trámite previsto en el artículo 132.3 del Real Decreto 2159/1978, de 23 de junio, Reglamento de Planeamiento Urbanístico, esta Comisión Insular acuerda:

Aprobar definitivamente la Revisión del PGOU-2012 de Inca para su adaptación al Pla Territorial de Mallorca, y el Catalogo de elementos de interés artístico, histórico, ambiental y patrimonio histórico del PGOU de Inca».

El presente Plan General sustituye al aprobado definitivamente por la CIOTUPH el día 27.10.2005.

La anterior adaptación al PLAN TERRITORIAL INSULAR DE MALLORCA (PTM), se formuló en cumplimiento de la Disposición Adicional Tercera del PTM que obligaba a la adaptación del Planeamiento General Municipal al Plan Territorial en el plazo de 2 años contados desde su entrada en vigor.

Además no se podía proceder a la tramitación y, en su caso, aprobación definitiva de la elaboración, revisión y/o modificación de cualquier instrumento de planeamiento general que supusiera el incumplimiento de las determinaciones previstas en la normas de ordenación del PTM, tanto de aplicación plena como de carácter directivo.

Formaba parte de la documentación del expediente de la adaptación del Plan Territorial, el conjunto de el expediente de la revisión del Plan General en la versión en que quedaron incorporadas las prescripciones contenidas en el acuerdo de la CIOTUPH de 27.10.2005, incorporadas por el acuerdo plenario del ayuntamiento de Inca de fecha 30.12.2005.

Catálogo de Bienes en suelo rústico. INCA

Para la aprobación inicial del expediente, en la memoria de la adaptación al PTM del anterior PGOU de Inca aprobado definitivamente día 27.10.2005, se reflejaron los puntos de la memoria y de las Normas Urbanísticas del Plan General vigente afectadas por el expediente de adaptación al PTM, quedando en su redacción actual y planeamiento vigente las determinaciones que, para ajustarse al contenido del PTM, no fueran objeto de modificaciones.

Con el resultado de la información pública, una vez analizadas las posibles alegaciones, el documento de aprobación provisional se presentó como único texto refundido que incorporaba todas las modificaciones derivadas de la adaptación del Plan General al Plan Territorial de Mallorca.

ART 11. OPERACIONES ESTRATEGICAS en los 3 NODOS TERRITORIALES de las islas (Palma, Inca y Manacor)

OBJETIVOS

  • Mejora de la imagen de la ciudad
  • Creación de un nuevo polígono industrial
  • Implantación del Hospital Comarcal de Inca
  • Creación de una nueva zona de equipamientos y servicios

Introducción.
Estas son operaciones estratégicas de rehabilitación y mejora de los accesos y la calidad urbana de los tres nodos territoriales: Palma, Inca y Manacor.

  • ART 11.1. FACHADA DE INCA
  • ART 11.2.- FACHADA DE MANACOR
  • ART 11.3.- VIA DE CINTURA DE PALMA
  • ART 12. –    CASCOS ANTIGUOS DE PALMA, INCA Y MANACOR.
  • ART 12.1.- CASCO ANTIGUO DE PALMA
  • ART 12.2.- CASCO ANTIGUO DE INCA
  • ART 12.3.- CASCO ANTIGUO DE MANACOR

ART 11.1. FACHADA DE INCA

El Plan Territorial establece como operación estratégica la rehabilitación y mejora de los accesos y la calidad urbana de Inca la mejora de la fachada de Inca con los siguientes objetivos:

  • – Mejorar la imagen de la ciudad.
  • – Creación de un nuevo polígono industrial.
  • – Implantar el Hospital Comarcal de Inca.
  • – Creación de una nueva zona de equipamientos y de servicios entre el hospital y el suelo urbano de Inca.
  • – Mejorar los accesos a la ciudad de Inca, especialmente los de las carreteras de Sineu y Llubí.
  • – Creación de zonas verdes en los accesos a la ciudad.

Plan de la Fachada de INCA. Usos

A tal efecto delimita un Área de Reconversión Territorial definida, estableciendo el siguiente instrumento de desarrollo: Plan de Reconversión Territorial / Proyecto de Mejora Territorial. Por otra parte, en el punto 5º. del art. 40 establece que hasta que no se produzca el desarrollo reglamentario mencionado en la Disposición Adicional Segunda de la Ley 6/1999, de 3 de abril, de las Directrices de Ordenación Territorial de las Islas Baleares y de Medidas Tributarias, los Planes de Reconversión Territorial y los Proyectos de Mejora Territorial se formularán mediante Planes Especiales que deberán ser aprobados definitivamente por el Consejo Insular de Mallorca. 

Toda vez que también se propone la aprobación inicial del Plan Especial del ARTE núm. 11-I y sus conclusiones se incorporan a la documentación de la adaptación del PGOU de Inca al Plan Territorial de Mallorca y por ello como consecuencia del estudio pormenorizado del Plan Especial y
de la Fachada de Inca incluida dentro del AREA RECONVERSION TERRITORIAL (ART) 11-1, se propone la diferente clasificación de suelo que deriva de los estudios del Plan Especial del ART 11.1 que quedan incorporados.

  • Memoria de ordenación del ART-11.
  • Ámbito de Actuación 1.308.762 m2.
  • Ordenación a través del PGOU basado con los estudios de la fachada de Inca y del propio Plan Especial.

Del estudio del estado actual de la fachada de Inca resulta la necesidad de acuerdo con los objetivos del ART de la Fachada de Inca, de analizar uno por uno cada uno de esos objetivos.

Plan Fachada INCA, Programa de Actuaciones Puntuales

I.- MEJORAR LA IMAGEN DE LA CIUDAD

Dentro del ámbito señalado por la ART el estudio de la fachada de Inca propone diferentes Actuaciones para mejorar la imagen de la ciudad, en la creación de zonas verdes en el acceso de la carretera de Sineu, la continuidad del paseo-espacio libre público en la carretera de Llubí, el cierre del suelo urbano existente con una zona verde perimetral que una vez convenientemente arbolada eliminará el impacto de las edificaciones del suelo urbano, la continuidad de viales arboladas de todas las zonas de acera de las carreteras, y la propuesta de ámbitos de actuación diferentes donde se dispondrán especiales ordenanzas de calidad de las fachadas de las edificaciones y de mejora de cada uno de los ámbitos de actuación.

II.- CREAR UN NUEVO POLÍGONO INDUSTRIAL

A partir de la modificación puntual del Plan General núm. 29 del Ayuntamiento de Inca ha promovido la clasificación de suelo necesario para la creación de un nuevo polígono industrial. La revisión del PGOU aprobada definitivamente el 25.10.2005, ha incorporado el ámbito definitivo del sector núm. 1 destinado a polígono industrial.

El Plan parcial está en tramitación y pendiente de aprobación definitiva por el Consejo de Mallorca. su tramitación ha sido posible como consecuencia de la Disposición Adicional Tercera de la Ley 4/2010.

III.- IMPLANTAR EL HOSPITAL DE INCA. El hospital de Inca ya está en funcionamiento.

IV.- CREAR UNA NUEVA ZONA DE EQUIPAMIENTOS Y DE SERVICIOS ENTRE EL HOSPITAL Y EL SUELO URBANO DE INCA.
Efectivamente, en la propuesta se contempla la creación de una zona de servicios y equipamientos y una zona residencial entre el hospital y la trama urbana existente, a partir de la clasificación de dos nuevos sector de suelo urbanizable. El Sector-6 destinado a usos residenciales que deben alcanzar las plazas resultantes del esponjamiento del Plan Especial con un gran componente de grandes equipamientos que representan el 45,24% de su superficie y el Sector-9 destinar a servicios y otros equipamientos públicos y privados, con un niveles de cesiones de sistemas generales del 37,62%. En este sentido se considera idóneo que los terrenos destinado a equipamiento residencial, para acercar también la ciudad residencial al hospital, y no exclusivamente a base de terrenos destinados a equipamientos de ámbito de actuación diferentes donde se dispondrán especiales ordenanzas de calidad de las fachadas de las edificaciones y de mejora de cada uno de los ámbitos de actuación.

V.- MEJORAR LOS ACCESOS A LA CIUDAD DE INCA, ESPECIALMENTE LOS DE LAS CARRETERAS SINEU Y LLUBÍ.
Desde el punto de vista de los viales, los accesos de la carretera de Llubí y Sineu ya están ejecutados, habiendo supuesto una importante mejora del tráfico.

VI.- CREACIÓN DE ZONAS VERDES EN LOS ACCESOS DE LA CIUDAD.
El desarrollo de los Planes Parciales previsto dentro del ámbito de la ART promoverán la creación de zonas verdes. Así, la ordenación del Polígono Industrial, recientemente aprobado el Plan Parcial, dispone la ubicación de zonas verdes en el umbral, tanto en la carretera de Alcúdia como la autopista. Por otra parte, la carretera de Sineu, desde la entrada de la redonda del Hospital resulta ordenada en zona verde de sistema general a cada lado de la carretera.

INCA. Ronda Norte

El Plan Director Sectorial de Carreteras integra la futura Ronda Norte de Inca en la red primaria complementaria y contempla su construcción en fase 1 (2009-2016). Incluye una franja de reserva viaria para su trazado, franja que coincide con la incluida en el planeamiento municipal, si bien el planeamiento municipal únicamente la recoge hasta las inmediacionesdel Instituto Berenguer d’Anoia, a partir del cual conecta con el viario local atravesando suelo urbano. El tramo coincidente con el previsto en el planeamiento municipal, lo hace por terrenos clasificados como Sistema General Viario / Espacio Libre Público.

6.3.2018    Pero, «El Consell descarta por completo empezar la ronda norte de Inca esta legislatura».

Y el Casco Antiguo¡¡¡

12.587 viviendas y una población de 31.255 habitantes, es el escenario. Y con la información de Fotocasa de 2017, se situa Inca como localidad más económica, con un precio en octubre de 1.271 €/m², y según Idealista, los propietarios piden un media de 1.206 euros/m2; y el mercado de alquiler, el precio de la vivienda en alquiler en Baleares se mantiene en noviembre con 9,76 €/m2 y mes, según los datos del Índice Inmobiliario Fotocasa. Este valor se sitúa un 20% por encima de la media nacional, que en noviembre es de 8,13 €/m2 y mes. Sin embargo, el precio aumenta en 2 de los 6 municipios analizados. Se trata de Ibiza e Inca, que incrementan el precio un 6,9% y un 2,2% respecto al mes de octubre.

El Consell admite el alquiler turístico en núcleos «saturados» del litoral y del interior durante 60 días. Plantea una zonificación que prohíbe el arrendamiento vacacional en suelo rústico protegido y en polígonos. Vía libre para comercializar todo tipo de viviendas en zonas costeras con poca presión de turistas. También habrá vía libre en el área bautizada como «núcleos de interior»: Inca, Manacor, Marratxí y otra veintena de centros urbanos que, según el criterio del Consell, todavía no sufren una excesiva presión turística. También aquí propietarios y empresas podrán ofrecer sus viviendas en alquiler (unifamiliares y plurifamiliares) todo el año.

Los tiempos de los mercados van tan deprisa, y los ayuntamientos pocas herramientas tiene para intervenir en el mercado.


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


Seguiremos analizando en próximas entregas los 350 municipios mayores de España.

AGUILAS

AGUILAS -Pirámide de población

AGUILAS, Bienes Inmuebles de Naturaleza Urbana y Uso Vivienda 2014-2017 (catastro)

AGUILAS – Deuda municipal

AGUILAS – Paro


Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


Águilas es un municipio de 251, 77 km2 en el extremo suroeste de la Región de Murcia, situado en la costa del mar Mediterráneo dentro de la Costa Cálida en el Golfo de Mazarrón, en la comarca del Alto Guadalentín. Está situada a 35 km de Lorca, a 105 km de Murcia y 75 de Cartagena. Cuenta con 28 km de costa mediterránea  de la Región de Murcia, limitando al N y al E con Lorca, al O con Pulpí (provincia de Almería), y al S con el Mar Mediterráneo.

El término municipal de Águilas posee varias pedanías y otras localidades, éstas son: Barranco de los Asensios, Los Melenchones, Peñaranda, Todosol, Las Zurraderas, Los Geráneos, Los Arejos, Calarreona, El Cocón, Los Gallegos, Los Mayorales, Calabardina, Cuesta de Gos, Cope, El Garrobillo de Águilas, Tébar

El municipio de Águilas se encuentra rodeado por una serie de cadenas montañosas que lo separan del valle del Guadalentín: el Lomo de Bas, la Sierra de la Carrasquilla y la Sierra de la Almenara, esta última protegida como LIC y ZEPA debido a su gran valor ambiental. También se encuentra en el municipio el paisaje protegido de las Cuatro Calas en el límite de la Región de Murcia con Almería por la costa. Además cuenta con parte del Parque Natural de Cabo Cope y Puntas de Calnegre, compartido con el término municipal de Lorca. El Talayón es el pico más alto de la Sierra de la Almenara con 881 msnm, siendo además la máxima altura del municipio.El litoral de Águilas se caracteriza por poseer relieves que mueren directamente en el mar y por poseer una red de fracturas que provocan una costa accidentada y rocosa con profusión de calas y bahías. La característica principal del litoral aguileño es la misma que en todo el litoral que va desde Cabo de Palos hasta Calarreona: sucesión de sectores acantilados con amplias playas. Los causantes principales son esas sierras que se asoman al mar como por ejemplo, Sierra de Las Moreras, Lomo de Bas, Cabezo de los Mayorales y la Sierra de la Carrasquilla. La disposición de estos relieves, las fluctuaciones del nivel marino y la acción de los procesos cuaternarios, fueron los causantes de la aparición de conos detríticos y de glacis que acceden al mar formando pequeños cantiles. La acción del mar, por medio de la abrasión, ha provocado el retroceso de estas formaciones, dando lugar a playas entre las que aparecen una serie de ramblas como la de las Pastrana, Ramonete, Pinares, Charcón y Arejos. Los aportes sólidos que hacen estas ramblas son claves para el mantenimiento del litoral y el relleno de la plataforma continental.Consecuencia directa de la aparición de fueres relieves cercanos a la costa es la existencia de una gran cantidad de ramblas que desembocan directamente al mar. Se diferenciarán tres cuencas en las que sus características litológicas y geomorfológicas harán que las ramblas que discurren por ellas posean unas determinadas propiedades. 

  • Depresión neógena de Cope: El discurrir de las ramblas que atraviesan esta cuenca comienza en la divisoria de aguas que representan los relieves Béticos (Cuesta de Mula, Cabezo de los Mayorales, Loma de Los Peñones, Morra del Pan y Cabezo de Montalbán. Los cursos que nacen en estos relieves son paralelos entre sí con un recorrido NW-SE hasta desembocar en el mar. Como ya se ha dicho, nacen en los relieves Béticos y deben atravesar una serie de relieves en cuesta que buzan hacia el mar. Después de esto, y siguiendo de NW a SE, se llega al litoral acantilado que al descender en altura pone en contacto a estas ramblas con una barra de calcarenita eutirreniense que crea el área endorreica de Cope. En el discurrir por las sierras donde nacen estos cursos poseen un perfil en forma de “V” que muy pronto se transformará en un perfil de fondo plano. Se encontrarán varios tipos de cursos: Los menos potentes serán los que depositen su carga formando conos de deyección. Habrá otros algo más potentes que serán capaces de desaguar en el mar. Estos últimos serán la rambla del Cantal, rambla del Garrobillo, rambla de la Galera, rambla del Gato, rambla Elena y rambla de Pinares.
  • Cuenca de Águilas: Este territorio queda a las espaldas de la ciudad de Águilas llegando hasta la Sierra de los Mayorales al Norte. Por el Este tiene el límite en el sector de Cope, mientras que por el Oeste llega hasta Los Arejos. Los distintos colectores que circulan por esta cuenca tienen dificultades para llegar al mar, por lo que se forma así un área semiendorreica que rodea a la ciudad de Águilas situada algo más elevada que el resto de la cuenca. La cuenca tiene un carácter centrípeto, lo que hace que la rambla del Cañarete que desaguase sobre la ciudad, hecho solucionado en la actualidad, ya que hoy día desagua al Oeste de Águilas. Es la rambla del Cañarete la más grande de toda esta cuenca con una capacidad de drenaje que incluye las vertientes meridionales de Almenara y las septentrionales de la Sierra de los Mayorales.

En Águilas hay 3 puertos marítimos. Dos de ellos de carácter lúdico-deportivo: El Puerto deportivo de Águilas y el Puerto deportivo Juan Montiel, de reciente construcción. Además del Puerto pesquero-comercial. Actualmente el uso comercial es nulo transformándose en Puerto deportivo-pesquero ubicado a los pies del Castillo de San Juan de las Águilas y con el faro de Punta Negra.

Antiguamente desde su construcción el puerto pesquero-comercial se dedicaba a la pesca de bajura y al tráfico comercial de esparto, junto al embarcadero de El Hornillo se usaba para la carga de mineral proveniente de las minas del Alto Almanzora en la provincia de Almería y de Cuevas del Almanzora a través del ferrocarril gestionado por la empresa The Great Southern of Spain Railway Company Limited. Había un ramal que lo conectaba a la Estación (Lo que hoy es una parte del paseo de la bahía de levante o paseo de Parra). En las décadas de los setenta, ochenta y noventa del siglo XX el uso comercial era para carga de cemento o arena para cemento. En la década de los ochenta del siglo XX, se construye una lonja de subastas de pescado en el muelle pesquero. En la década de los noventa del siglo XX, se hizo una reforma del puerto construyéndose otro dique para varadero de embarcaciones y amarre de pequeñas embarcaciones tanto pesqueras como deportivas. Se acondicionaron los accesos, derribando los antiguos talleres y almacenes, transformándolos en paseos y jardines; también cesó su uso comercial. En los primeros años del siglo XXI se derriba la lonja, construyéndose la nueva lonja de subastas para el pescado en lo que era el muelle comercial y de abrigo, transformándose en el muelle pesquero y de abrigo.La ciudad tal y como es actualmente fue diseñada por Carlos III en el siglo XVIII. Sus orígenes estarían encuadrados en la zona del Puerto, al abrigo de la defensa que le proporciona el Castillo de San Juan de las Águilas. La estructura urbana se encuentra fuertemente condicionada por el trazado de la vía de ferrocarril, las 5 colinas, las ramblas y el Mar Mediterráneo. De esta manera tenemos una zona Centro, que estaría formada por el Casco, los Barrios Altos y el Ensanche, y por otro lado los barrios periféricos (El Rubial, El Labradorcito, Las Molinetas, Las Delicias, Los Jardines, Barrio de Colón y El Hornillo).

La zona Centro es la más antigua y está formada por las calles del Casco (en la normativa urbanística municipal aparece como C1) junto con los Barrios Altos (C0 – Cabezos). A partir de ahí la ciudad fue expandiéndose de forma ordenada creándose el Ensanche (C2) con calles amplias y espacios abiertos. La zona Centro quedaría delimitada al N por la vía de ferrocarril, al O con la Rambla del Charco, al S con el Mar Mediterráneo, y al E con la calle Alfonso Ortega Carmona. En esta parte de la ciudad es donde se encuentran las calles más comerciales del municipio aguileño.En el municipio aguileño las urbanizaciones se sitúan siguiendo la línea de la costa y tienen uso de residencial turístico. Por ello en época estival multiplican varias veces su población aunque, en los últimos años, han establecido aquí su primera residencia ciudadanos del Norte de Europa que quieren disfrutar de su jubilación en estas tierras. Se puede establecer una división de las urbanizaciones según su ubicación respecto a Águilas, a Poniente, Callarreona; y a levante son Collados Weiss, Collados Zieschang, Los Geráneos, Todosol, Calabardina y la Isla del Fraile Resort.

En el caso de Águilas el turismo avanzó con mayor lentitud por una falta de vías de comunicación, lo que le diferencia de otros enclaves de la costa murciana. Al calor del boom urbanístico de los años 60 y 70 comienzan las urbanizaciones de Calarreona y Calabardina. El sector turístico entre los años 1980 y 1990 ofrecía la oferta de sol, playa y espacios naturales atrayendo a un público nacional y extranjero. En una primera etapa la construcción de los nuevos núcleos, se hacía en extensiones significativas y con escasa planificación, sin pautas para las medianeras, alturas, alineaciones interiores, volúmenes, composición o materiales. La urbanización de Todosol puede considerarse, junto con la de Collado Weiss, unas de las pioneras de este tipo de urbanizaciones dedicadas a acoger el turismo residencial o de segunda vivienda, viviendas que se habitaban ocasionalmente en período estival y que hoy es un núcleo con una población estable todo el año. La escasa planificación en décadas pasadas ha provocado que actualmente exista un caos urbanístico, pues varias urbanizaciones carecen de las infraestructuras propias de suelo urbano (encintado de aceras, asfaltado, alcantarillado, suministro de agua potable, alumbrado público). Se percibe un esfuerzo por parte del Ayuntamiento de regularizar y ordenar todo este caos y convertir estas zonas que actualmente tienen la calificación de suelo urbanizable programado en régimen transitorio en suelo urbano.Playas

  • El Cigarro o Amarilla: A 2 km. Con difícil acceso desde tierra, bien desde un camino en muy mal estado que parte de la carretera de Calabardina o a través de un sendero que arranca desde El Hornillo, y desde el que se disfruta de una estupenda panorámica de la Bahía y de la Isla del Fraile. La singularidad de esta playa, radica en el color de la arena que le da nombre, y a su ubicación abierta al sur y protegida al Levante por la Isla, de la que está separada por un estrecho canal de poco más de 50 metros de ancho y 1,5 metros de profundidad, peligroso para el baño los días de temporal. La corriente de Levante predominante, aumenta de intensidad en el estrecho entre la isla y la playa, dando como resultado unas aguas de calidad y trasparencia extraordinarias. Durante todo el verano es punto de encuentro de numerosas embarcaciones deportivas. El entorno es muy rico en restos arqueológicos.
  • Calacerrada o Los Cocedores: Recibe estas denominaciones por su aspecto y por los antiguos cocedores de esparto que todavía se conservan en sus extremos. Está encajada entre un cabezo de color negro debido a la presencia de rocas volcánicas y otro amarillo con restos de playas fósiles, lo que constituye un entorno único para los amantes de la Geología. Fundida con Andalucía a 5,5 km de la ciudad, sus arenas se abren al sur, protegida de los vientos de Levante por la Punta Parda.
  • La Colonia: Situada dentro de la ciudad, abierta al sur, protegida parcialmente del Levante por el promontorio del Castillo, del que nace, se extiende hoy hasta “La Casica Verde” gracias a la regeneración realizada hace unos años. Aquí se encontraban la antigua pescadería, el puerto de poniente y los balnearios. Formada por arena y gravas, la entrada al mar es suave, presentando en algunas zonas un escalón brusco sobre todo en su parte central. Está rodeada de jardines, palmeras y zonas de recreo.
  • Calarreona: A 2,5 km. Es la de mayor longitud y anchura, con importante extensión de arena que incluso formaba pequeñas dunas en los saladares contiguos. Orientada a mediodía y abierta a todos los vientos, los fuertes temporales impiden el baño por las grandes olas y resaca que pueden generar. Un pequeño promontorio central en el que se asienta un albergue juvenil la divide en dos partes: Calarreona- Las Tortugas, la occidental, y Calarreona-La Cabaña, la oriental. Buenos accesos y entrada al mar suave con fondo arenoso.
  • Las Delicias: La otra gran playa de la población descansa entre el Club Náutico y el Promontorio de La Aguilica, regenerada también en los últimos años es hoy una de las mejores playas. Formada por arena gris, entrada suave al mar y fondo arenoso (excepto el corto tramo de la desembocadura de la Rambla de “Las Culebras”). Ocupa la casi totalidad de la Bahía de Levante, considerada una de las más bellas del Mediterráneo, da albergue al Puerto Pesquero y al Deportivo. Playa y Marina con bandera azul desde 1992. Cuenta con área para deportes de playa.
  • La Higuerica: A 5 km. Dentro de las conocidas como Cuatro Calas, magnífica playa que junto a sus hermanas cuenta con una importante extensión de arenas doradas que se sumergen suavemente en un mar transparente. Abierta a Levante está protegida del Poniente y algo menos del Lebeche. Tiene enfrente un pequeño islote rocoso de aguadas aristas, conocido por los pescadores como “La Cama de los Novios”. Posee un buen acceso por carretera.
  • La Carolina: Una de las playas emblemáticas, a 5,5 km, con buen acceso desde la carretera de Almería, orientada a Levante con una inmejorable vista de la población y el promontorio del Castillo, arena muy fina y abundante, entrada al mar suave y progresiva. Protegida del Sur y el Poniente. Solo ocasionales temporales de Levante pueden aconsejar retrasar un baño único.
  • Otras playas: Cueva de Las Palomas, El Fraile, El Rafal, playa del Arroz, Levante, El Sombrerico, Barranco La Mar, El Pino, Matalentisco, La Tortuga, Cope, Fuente de Cope y la Cola.

Las condiciones naturales propiciaron desde antiguo la ocupación humana de estos territorios, puesto que hay evidencias que lo demuestran desde la Prehistoria.Conocida en la época romana probablemente como Aquilae y en época medieval como Aquila.

La primera urbanización se crea entre los siglos II-I aC, bajo el control de la República de Roma, como zona costera estratégica para la salida del mineral de las sierras circundantes. Perteneció a la Provincia Citerior Tarraconense y al Convento Jurídico Carthaginense. Bajo la división administrativa del Imperio Romano (siglos I-V dC) se enmarca en la Provincia Carthaginense. Seguramente en la romanidad tardía se situaría bajo dominio de la Provincia visigoda de Auriaola, en el siglo VI, cuando el territorio es abandonado según demuestran los testimonios arqueológicos. Su final posiblemente está relacionado con la invasión bizantina del año 552, quedando colapsada por la ciudad portuaria de Carthago Spartaria, declarada capital de Spania (siglos VI-VII). En el siglo VIII, el territorio costero del Sureste peninsular forma parte de las posesiones del Conde Teodomiro, quien pacta con los invasores musulmanes el famoso Pacto de Tudmir (714).

Existen textos de Plinio en los que se nombra una ciudad llamada Urci que fue fundada 7 años antes que Roma. La existencia de esta primigenia ciudad queda demostrada con unos yacimientos en los que se encontraron unas termas. Además, unos restos de cerámica y una fábrica de garum corroboran este hecho. Con el paso de los años la ciudad de Urci pasaría a llamarse Aquila que sería el puerto fortificado de Eliocroca (actual Lorca) y sede episcopal en el Bajo Imperio y en época visigoda.

En el periodo medieval perteneció consecutivamente al Emirato independiente de Córdoba (756 – 929) y al Califato Cordobés (929 – 1031). Bajo dominio de la Primera Taifa de Murcia de los Banu Tahir en el siglo XI así como de la Segunda Taifa de Murcia de Ibn Mardanis (1147 – 1172). Los invasores almohades vencen a Mardanis, pero serán derrotados por Ibn Hud en 1228, creando la Tercera Taifa de Murcia.

Será incluida definitivamente en el Reino de Murcia de la Corona de Castilla en el contexto de la Reconquista cristiana. Por el Tratado de Alcaraz en 1243 el príncipe Alfonso de Castilla, en nombre de su padre el rey Fernando III, firma con los dirigentes murcianos musulmanes la concesión de Murcia como Protectorado de Castilla. El pacto no fue aceptado por diversos pueblos como es el caso de Mula, Lorca y Cartagena, aunque la superior fuerza militar de los cristianos sometería la disputa a favor de Castilla. Por otra parte, Castilla y Aragón firman en 1244 el Tratado de Almizra por el que el rey aragonés Jaime I acepta el control castellano de Murcia, ratificando la voluntad de sus antecesores, que ya en el año 1178 habían firmado el Tratado de Cazola. Por último, destacar que la rebelión de los mudéjares murcianos (1264-1266) permitió al rey Alfonso X de Castilla hacerse con el control definitivo y completo del Reino de Murcia, al dar por roto el Pacto de Alcaraz.

La inseguridad defensiva que demostró estos territorios hizo que la población se marchase y la ciudad se redujera a una torre defensiva. Serán los Reyes Católicos los que vuelvan a levantar la torre de San Juan de Águilas, pero las incursiones berberiscas hacen que la inseguridad reine en este espacio, durando este fenómeno hasta el siglo XVIII. En época de Carlos III se aprueba el decreto por el que se establece el trazado de una nueva villa y la construcción de la carretera a Lorca sobre la antigua calzada romana. El arquitecto Jerónimo Martínez de Lara fue el encargado del proyecto.

1757 AGUILAS «Plano en que se demuestra el monte de las Aguilas y puertos que forma al este y oueste en la costa del reyno de Murcia, diez leguas al oueste de Cartagena y siete del sud de Lorca, en cuia jurisdiccion se halla este importante puesto, que se defendia con una torre que se arruinó/ y se le ha construido el fuerte de San Juan, comunicassion y bateria de San Pedro…»

En 1765, el Conde de Aranda encomendó a Vodopich la traza de la nueva ciudad de Águilas extendiéndo la ciudad entre dos bahías al abrigo del Castillo de San Juan de las Águilas recién terminado por su antecesor Sebastián Feringán. Mateo Vodopich, coronel ingeniero, plantea una ciudad abierta, sin murallas, con una trama en forma de malla en torno a una plaza cuadrada.

1765 AGUILAS

El núcleo moderno de Águilas (ya separado de Lorca desde 1834) se reconstruye en el mismo lugar en donde había estado allá por época romana. En un primer momento la planta de la ciudad estaba compuesta por un plano ortogonal en el que aparecían unas pocas casas y almacenes. La llegada del siglo XIX supone un fuerte crecimiento demográfico provocado por el impulso que conoce la minería en estas fechas, a la vez que llegaban capitales procedentes del extranjero, ingleses principalmente. Este crecimiento se ve reflejado en la cifra de 8.449 habitantes con que se contaban ya en el año 1857.

1773 AGUILAS «Plano en que se manifiesta la situacion del puerto, costa y monte de las Aguilas… a cuyo abrigo esta proyectado un pueblo…»/ «Vista de el monte y castillo de Aguilas» y «Carta o mapa geographico que manifiesta la situción del puerto y costa de Aguilas, de la ciudad de Lorca, su fertil campo, caminos, montes, vertientes, e intermedias».

A partir de la segunda mitad del siglo XIX se produce un fuerte crecimiento urbano en el que queda plasmada la huella que dejaron los capitales británicos que circularon por el municipio en aquellos años.

1781 AGUILAS. Plano del Puerto de Las Águilas situado en la costa de Levante…

El final de la I Guerra Mundial significa el comienzo de una crisis que va a afectar a toda la comarca. La subida de los precios agrícolas, el boom minero y la demanda industrial provocan una fuerte presión demográfica, pero no hay suficientes recursos para tanta población. Es este el motivo por el que se producen fuertes emigraciones entre 1900 y 1920 que son mitigadas por el alto crecimiento vegetativo, motivo por el cual no aparece una curva descendente en este periodo. Pero es a partir de 1930 cuando estas emigraciones se hacen más acusadas ya que se pierde una gran cantidad de efectivos poblacionales. Las siguientes décadas son de una débil recuperación, más bien se produce un cierto estancamiento de la situación, pero no es hasta 1960 cuando esa recuperación se hace efectiva gracias al cultivo del tomate y al desarrollo turístico.

1851-1854 AGUILAS

El verdadero crecimiento demográfico se produce con la llegada del Trasvase Tajo-Segura y con la puesta en regadío de tierras que tradicionalmente habían sido de secano, pero las fuertes sequías que sufre este territorio hacían improductivas estas tierras, desencadenando esos éxodos rurales. Las altas temperaturas y el alto número de horas de sol al año hacen que comiencen los cultivos de ciclo forzado, lo que potencia la economía del municipio haciendo que aumentara la población. Comienza el fenómeno de inmigración, antes desconocido en el municipio. Serán personas que vengan para trabajar en el campo y en otras tareas que requieran poca cualificación. Además, la mejora de las comunicaciones hace que se fomente un turismo con un gran potencial y que junto con el comercio se constituye en el sector que ocupa a un número más grande de población trabajadora.

1901 AGUILAS (IGN)

Águilas como cabecera municipal tiene un papel importante dentro de su municipio en cuanto a funciones administrativas y comerciales se refiere.

Es sin duda alguna la creación del puerto la que le da personalidad propia a la ciudad. Se trata de un puerto muy importante durante muchos años, aunque actualmente sean los puertos de Alicante y Cartagena los que le han robado el protagonismo.

El municipio de Águilas se encuentra circunscrito dentro del área funcional del litoral suroccidental, junto con la parte oeste de Cartagena, el municipio de Mazarrón y la parte costera del término municipal de Lorca. En los últimos tiempos este territorio ha experimentado un cambio desde la agricultura de secano y la minería hacia el turismo principalmente nacional y la agricultura intensiva con profusión del uso del invernadero. Participa de las características de la agricultura almeriense. Es un área con importantes recursos naturales sin explotar, ya que goza de la mayor longitud de litoral sin urbanizar. Esta área funcional se caracteriza por su bipolaridad apoyada en dos núcleos tradicionales: Águilas y Mazarrón. Pese a que la tendencia del planeamiento es la de crear un continuo interrumpido sólo por los espacios protegidos.

La subárea de Águilas es la más alejada hacia el suroeste. Como elemento central está el núcleo de Águilas, con un entorno menos desarrollado que el del resto del litoral, incluyendo la parte litoral del municipio de Lorca. La actividad principal es la agricultura, con grandes extensiones de invernaderos. El origen principal del turismo se localiza en la próxima ciudad de Lorca, siendo el resto mayoritariamente nacional. El desarrollo turístico está también basado en segunda residencia, tanto en el interior de la ciudad como en urbanizaciones próximas y el núcleo de Calabardina. El desarrollo ha estado muy constreñido por la falta de accesibilidad, que se ha visto resuelto, con la Autovía Lorca-Águilas.

1908 AGUILAS Embarcadero de El Hornillo, por Gillman

El muelle embarcadero de El Hornillo, situado en Águilas, Murcia, es uno de los 5 embarcaderos británicos que todavía sobreviven en España (los otros 4 son Tharsis y Riotinto en Huelva, Alquife en Almería y Astillero en Santander) y es, al igual que ocurre en el caso del muelle de Alquife, un embarcadero diseñado por un ingeniero inglés y atribuido hasta ahora a un ingeniero español. En las escasas referencias publicadas en España sobre este muelle, se dice que su autor fue el ingeniero español Domingo Muguruza y que el director de la obra fue Gustave Gillman. Los autores de este artículo han investigado al respecto y han encontrado en los archivos de la Institution of Civil Engineers de Londres el trabajo inédito que el citado ingeniero inglés Gillman presentó ante esta institución en 1908, resumiendo su proyecto sobre el embarcadero de El Hornillo y la construcción del mismo. La arquitectura del muelle embarcadero del Hornillo tiene una gran presencia sobre el paisaje de la bahía en la que se asienta, junto a la población de Águilas, y aparece como una estructura ortogonal, ligera y poderosa al mismo tiempo, de gran altura sobre el nivel del mar, sobre el que se refleja como un elemento industrial sencillo y funcional. La tecnología de su construcción cobra un papel relevante, al tratarse de una arquitectura desnuda, sin paredes ni forjados, en la que solo se muestran al espectador los elementos estructurales que componen y definen el embarcadero, sin otro aditamento que unos sencillos tableros de cubierta de madera para constituir la plataforma sobre la que maniobran los trenes. Su basamento inferior de hormigón constituye por el contrario un elemento de fuerte presencia sobre el que se asienta el muelle de hierro, cuya estructura ennegrecida, poderosa desde cerca, parece flotar ingrávida si se observa desde la distancia.

….El fondo de la bahía era de roca sólida…Lo escarpado del lugar obligaba a ejecutar túneles y a salir de ellos hacia la costa a una altura considerable sobre el agua…

…El muelle consiste en una subestructura de bloques de hormigón que emerge 8 pies y 3 pulgadas sobre el mar y una superestructura de acero que soporta una cubierta con 3 líneas de raíles a 41 pulgadas sobre el agua. La longitud del muelle es de 552 pies y las mareas son prácticamente inexistentes…

«…Los bloques están hechos de cemento inglés Portland, de 14 o 16 toneladas de peso. Miden cada uno 6 pies de lado, la mitad de un vano (que es de 12 pies), lo que permite plantar las columnas en bloques alternativos…Se construyeron 3.334 bloques de éstos…

…Los bloques se colocaron por medio de una grúa Titán, que se desplazaba por la plataforma ya construida. Los bloques se colocaban en grupos de 4, sellándose después las juntas con cemento…

…La superestructura consiste en 35 pequeños vanos de 12 pies y 4 vanos de 33 pies. Los vanos pequeños se soportan por columnas de sección Phoenix, colocadas en hileras, a una separación de 12 pies, atadas por barras tanto en planos horizontales como en planos verticales. Cada columna está fijada en un pedestal de fundición asegurado por pernos atornillados a la subestructura. Cada conjunto de 3 columnas está unido transversalmente por una viga en cruz atornillada. La altura está dividida en tres sectores por medio de barras en las direcciones x e y, y arriostradas por cruces de San Andrés en el plano horizontal

… «Cada una de las vigas superiores transversales a los pórticos, descansa en dos largueros de madera de 12 pulgadas de altura, y cada viga está destinada a sostener un rail

…Los vanos grandes están formados por 6 vigas de pletina y 2 vigas exteriores de sección acanalada…».

…Las espitas son 6, y van fijadas de modo que permiten cargar dos barcos simultáneamente…». La subestructura está protegida por pilotes de madera y frente entablado en la zona de atraque de los barcos…

La superestructura fue diseñada y construida en Inglaterra bajo la supervisión de los Sres. Livesey, Son y Henderson. El resto del trabajo fue llevado a cabo por el autor (Gillman) que actuó como ingeniero residente y fue el responsable del diseño de la subestructura, los bunkers y las conexiones férreas…

El Hornillo fue el último gran embarcadero metálico de importancia que se construyó por empresas británicas en España, erigido en la ciudad de Aguilas, en la provincia de Murcia, entre 1901 y 1903, para embarcar los minerales procedentes de las minas almerienses de Bacares y Serón. La creación de una compañía británica dedicada a las explotaciones de los ferrocarriles y la minería, The Great Southern of Spain Railway Company Limited, que operó entre 1887 y 1936, y a cuyo frente estaba el citado ingeniero británico Gustave Gillman, trajo consigo la era del ferrocarril, y con ella la de las explotaciones mineras, al Sureste español.

La primera línea de ferrocarril que construyó esta compañía fue la de Baza a Lorca y, poco más tarde, la de allí a Aguilas. El ferrocarril de la empresa Great Southern, desde Baza a Lorca y Aguilas, terminó de construirse en 1894, y se dedicó a tráfico de pasajeros y mercancías. Pronto, su director, Gustave Gillman, vio el porvenir de la red ferroviaria en el transporte de mineral, por lo que impulsó el desarrollo de la minería en el sector como potencial económico para el área y, como consecuencia, para el funcionamiento del ferrocarril, convenciendo a accionistas británicos de la compañía ferroviaria para que invirtieran en la explotación de las minas de hierro de Bacares y Serón.

La empresa se decidió por un muelle de plataforma proyectado por el propio Gillman, que penetraría en el mar una longitud de 166 metros, con una gran base ciclópea, muy por encima del nivel de las mareas, y sobre el que se alzaría la estructura metálica. Se decidió fabricar la plataforma en su totalidad de bloques de hormigón, abandonando una primera idea de muros periféricos y relleno interior. La construcción se llevó a cabo mediante una gran grúa tipo Titán, de vapor, que se desplazaba a lo largo de la plataforma que ella misma iba construyendo. Se organizó una fábrica de bloques de hormigón en las inmediaciones del lugar, que eran trasladados en ferrocarril hasta las proximidades de la grúa, y desde allí, ésta los tomaba uno a uno y los depositaba en el agua y un grupo de buzos los colocaba en su lugar, soltando las cadenas de amarre de las piedras.

La grúa avanzaba día a día sobre la plataforma ejecutada que iba quedando terminada y nivelada y, por detrás de ella, se iba construyendo la estructura metálica del embarcadero.

Gillman ideó un ingenioso sistema de depósitos para descargar el mineral cuando no había barcos en el muelle, situándolos entre dos colinas naturales próximas al embarcadero. Excavó el espacio entre ellas, colocando un piso intermedio ejecutado con bóvedas de piedra y ladrillo, de modo que los trenes procedentes de la mina, cuando no había embarcaciones en el muelle, podían llegar a la parte superior de los depósitos y verter sus minerales a unas tolvas, situadas debajo de los vagones, que llevaban el mineral directamente al depósito existente sobre el forjado de bóvedas. Por debajo de este forjado circulaban posteriormente, cuando llegaban los cargueros al muelle, los trenes vacíos que se cargaban con el mineral del depósito a través de unas espitas y se dirigían directamente al embarcadero. Estos trenes, una vez descargados, podían volver a situarse en el nivel inferior para ser cargados de nuevo con el mineral que se almacenaba en los depósitos.

Los trenes cargados de mineral se acercaban al embarcadero con la locomotora situada al final del convoy de modo que ésta dejaba en el muelle una fila de vagones cargados de mineral. Estos se soltaban uno a uno, y se dirigían manualmente hacia la zona de espitas, cerca del extremo del embarcadero, donde eran descargados. Finalmente, todos los vagones vacíos habían vuelto a formar ordenadamente el convoy, tras lo cual la locomotora se situaba a la cabeza y los llevaba de vuelta al depósito o a la mina.

El embarcadero del hornillo en Águilas, Murcia. Historia de su proyecto y construcción. Concepción González García de Velasco Miguel González Vílchez. Actas del 8º Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Madrid, 9-12 de octubre de 2013. Madrid: Instituto Juan de Herrera.

Además, existe una Tesis de Master de la ETSICCP de la UPM de Moscoso del Prado Gredilla, Carlos (2016). Estudio de soluciones y anteproyecto integral del embarcadero del Hornillo, Águilas (Murcia), E.T.S.I. Caminos, Canales y Puertos (UPM).

1771 AGUILAS Castillo por Sebastian Feringan

El Castillo de Aguilas.

El castillo de San Juan de las Águilas está declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento por Real Decreto 4051/1982, de 22 de diciembre (BOE/30.4.1983). El monte del castillo tiene una forma aproximadamente elíptica irregular, de unos 400 x 200 m, y semiovalada en alzado con allanamiento donde está la fortificación. Se desarrolla en sentido este-oeste, con alturas máximas aproximadas de 80 m sobre el nivel del mar. Se adentra en el mar delimitando dos perfectas ensenadas, bahías de Levante y Poniente, a las cuales protege. Su ladera baja es el germen a partir del cual comenzó a desarrollarse la moderna ciudad de Águilas. 

La situación de la fortificación es privilegiada. Al norte domina una vasta llanura o marina prelitoral cerrada por cuatro grandes arcos montañosos que rodean un sector casi semicircular drenado por una serie de organismos o ramblas que desembocan en las inmediaciones de la ciudad. El aislamiento geográfico ha sido el principal condicionante que ha marcado el devenir histórico de este territorio costero. Al este ejerce un gran control sobre un sector marítimo constituido por una serie de radas Bahía de Levante, Hornillo y Calabardina) y los promontorios que las cierran; al oeste sobre un amplio tramo costero hasta los confines almerienses, y al sur el mar.

La historia de la ciudad de Águilas va íntimamente ligada a la del castillo de San Juan. La nueva población se funda cuando realmente está habilitada la fortificación, por este motivo, además de los obvios valores históricos de la edificación, existe una fuerte dosis de sentimentalismo de los aguileños hacia su monumento más emblemático.

La primera referencia escrita del sitio de Águilas en época medieval procede del geógrafo árabe Al Bakri (1040-1094). Aparece en su itinerario en los siguientes términos: “saliendo de Orán, se llega a un fondeadero, Ain al Farury, del que a tres jornadas de la costa está Akila, el furda de Lorca”.

Como se deduce de este texto, se nombra a Águilas como el puerto de Lorca, que en estos momentos es una ciudad importante. Esta primera cita data de finales del siglo XI, momento en el que los almorávides se imponen como poder fuerte en las tierras de al-Andalus. Este pueblo, enraizado y muy apegado a su lugar de origen, se ve en la necesidad de crear rutas de comunicación y comerciales entre el norte de África y la Península. En esta coyuntura está perfectamente justificada la creación y potenciación de nuevos puertos con buenas condiciones como es el caso de Águilas. Por otro lado, tenemos que considerar que en estos momentos Lorca es una ciudad importante en el contexto del reino de Tudmir, por lo que el hecho de abrir su propio puerto en un lugar cercano para poder comercializar sus productos, supone cierta autonomía ante las posibles complicaciones que podrían ofrecer otras ciudades más lejanas como Cartagena, Vera o Almería.

Posteriormente, ya en el siglo XII, Al Idrisi cita en su itinerario el Hisn Aqila o Aqla: “se trata de una pequeña fortaleza situada sobre el mar, siendo el furda, puerto comercial de Lorca, de la que dista 25 millas”. En el siglo XII, por tanto, ocuparía un lugar predominante en la costa entre Cartagena y Vera.

Entre la segunda mitad del siglo XIII y el siglo XV no se tienen prácticamente noticias de la fortificación por lo que debieron de quedar los restos ruinosos del Hisn.

Es a partir de 1576 cuando el poder real de manera decidida trate de organizar la defensa del litoral. El 22 de noviembre de este año, Felipe II manda una misiva a don Jorge Manrique, corregidor de Murcia, Lorca y Cartagena, pidiéndole los informes oportunos que permitiesen elevar en el reino de Murcia hasta 36 torres defensivas, 12 de ellas en Lorca.

Debido al interés del rey, inspecciona todo el reino el ingeniero Juan Bautista Antonelli, capacitado para poner en práctica los últimos hallazgos en el campo de la ingeniería militar italiana, la más avanzada en este tiempo.

Será en 1579 cuando se elevó en la cima del cerro la torre-fortaleza, construida, como hemos mencionado, siguiendo las trazas arquitectónicas del momento, quedando su protección encomendada a San Juan Bautista, y de la que no se ha conservado resto alguno al instalarse el castillo actual sobre los restos de la misma por lo que describiremos lo que conocemos de la misma por su proyecto.

La torre era de planta hexagonal, tanto en el interior como en el exterior, con la base en escarpa de 15 pies a cuya altura se abría la puerta. Desde el talud o escarpa hasta los matacanes y ladrones subía el muro a plomo. El interior quedaba dividido en dos cuerpos cubiertos por bóvedas de arco escarzano y con un aljibe que iba macizado hasta la puerta.

En el grueso del muro había una escalera de caracol por la que se ascendía hasta la plataforma superior o terraza. La obra debía de realizarse en tapial de hormigón o mampostería, con las puertas y matacanes de piedra de sillería y bóvedas de ladrillo. La guarnición de esta defensa estaba compuesta por un cabo y tres soldados, teniendo como misión primordial la vigilancia de este tramo de costa, debiendo hacer ahumadas de noche y fuegos de día para, a través de castillos o torres intermedias como los castillos de Chuecos y Tébar, en la vertiente sur de la Sierra de Almenara y otros como Félix, en la norte, comunicar con Lorca. La guarnición debía poseer en propiedad arcabuces y ballestas, debiendo aparecer con ellas en las visitas de inspección. Posteriormente, hacia 1665, esta torre fue dotada de armas de artillería como bombardetas y morteretes.

La torre estuvo en funcionamiento hasta la construcción del castillo actual, pasando por diversas vicisitudes. Sabemos, por ejemplo, que en 1582, llegaron a las costas de Águilas cinco bajeles de moros que saquearon ésta y la de Cope.

La torre de San Juan fue continuamente asaltada por la piratería berberisca desde su construcción. En 1643 se envía al rey Felipe IV un informe del que se deduce que la torre tuvo que ser abandonada después de haber sido asaltada. Este hecho produjo la indefensión de este tramo litoral. El rey contestó exponiendo que la ciudad de Lorca dispusiera sus defensas lo más rápidamente posible. La ciudad no llegó a atender esta solicitud, lo que originó el enfrentamiento en las competencias del rey, Lorca y el marqués de los Vélez, a cuya jurisdicción pertenecía en ese momento la torre.

1785 Aguilas Castillo de San Juan

Durante la primera mitad del siglo XVIII se encuentra en un estado lamentable de semipostración. En el mes de octubre de 1751 se produce el derrumbamiento de dos de sus lienzos, llevándose tras de sí a la artillería que había en la terraza.

Ante esta situación el duque de Caylus, capitán general de Valencia y Murcia, ordenó que se redactase el proyecto de un castillo. Este proyecto recayó en la figura del ingeniero Sebastián Feringán en 1752, quien comenzó a trabajar de inmediato. Debido a trabas administrativas, burocráticas y económicas la nueva edificación no se levantó hasta 1756. El primer proyecto sufrió diversas modificaciones y posteriormente cuando entró en uso, los diversos gobernadores también realizaron algunas modificaciones. A la entrada quedó reflejada la fecha de terminación de la obra en una inscripción hoy desaparecida, bajo el escudo de Fernando VI que rezaba: “FERNANDI VI JUSSU CONSTRUCTUM. AN. DOM. MDCCLVI”.

El objetivo para el que fue construido el castillo estuvo en boga hasta finales del siglo XVIII, momento en el que se pone fin a los ataques y “razzias” de turcos y berberiscos. Así, durante la segunda mitad del siglo XVIII, la fortaleza cumplió sus funciones con éxito, tanto contra la piratería como en los conflictos bélicos con la armada inglesa. Como muestra de esta actividad citaremos un acontecimiento acaecido en fecha incierta entre 1756 y 1761 el castillo tomó parte en una acción: “Unos barcos franceses fueron perseguidos por la flota inglesa que les tomó un navío de ochenta cañones y cuyos barcos se refugiaron en Cartagena; uno de ellos, el Oriflame, separado del resto, arribó en el Puerto de Águilas seguido por los barcos ingleses, los que, ante un disparo hecho por un cañón del Castillo, se retiraron, con lo cual la fragata francesa pudo a los dos días llegar a Cartagena”.

Al acabar el siglo XVIII, tras el ataque de las tropas aliadas a Argel, la misión para la que fue concebido el castillo cambiará. Ahora, simplemente, defenderá el poblado que iba creciendo a sus pies, ya que en 1765, por iniciativa del Conde de Aranda, se efectuará el proyecto definitivo de una nueva villa, de gran importancia, porque al igual que sucediera en época medieval, dará salida a los productos de la comarca lorquina.

1787 Aguilas por Martínez de Lara

Por diferentes noticias conocemos la actividad de la fortificación durante el siglo XIX, siendo un punto fuerte en la Guerra de la Independencia, fundamentalmente en 1810-1811 y en las contiendas civiles de este siglo. Posteriormente, en la Guerra Civil de 1936, fue utilizado como base de vigilancia y refugio, sufriendo el fuerte de San Juan ciertas adaptaciones para este uso.

Por último, en el año 1956, el castillo junto al cerro donde está instalado, es cedido por la autoridad militar al pueblo de Águilas.

El Castillo de San Juan de las Aguilas, por Juan de Dios Hernández García. Museo Arqueológico Municipal de Águilas. AlbercA, 4, 2006 Págs. 153-164

El Agua.

«… La demanda de agua es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad actual. En regiones donde la escasez de las lluvias es algo constante este problema es aún más grave. El municipio de Aguilas, situado en la Región de Murcia, sufre desde hace años una gran demanda debido al incipiente crecimiento de la población en época estival y a la gran demanda de agua necesaria para llevar a cabo la principal actividad de la economía aguileña como es la agricultura. Para subsanar esta demanda de agua se han construido plantas desaladoras, teniendo una gran influencia en el Plan de Modernización de Regadíos.

La demanda de agua en el territorio aguileño es cada día mayor debido, entre otros factores, al crecimiento demográfico de la población y a una agricultura que, pese a perder protagonismo en los últimos años en detrimento del sector terciario, sigue teniendo un peso relevante en el municipio de Aguilas.

La sobreexplotación de acuíferos que se lleva a cabo, debe ser muy vigilada por parte de las administraciones públicas, ya que el nivel piezométrico mengua de una manera preocupante debido a la alta demanda de agua, especialmente en la época estival. Los acuíferos tardan un tiempo muy prolongado en recuperarse, por ello las extracciones de agua deberían estar más controladas.

Un riesgo natural muy a tener en cuenta para la demanda de agua es la sequía, este riesgo se manifiesta con frecuencia en el sureste español debido a la escasez de precipitaciones siendo, según J. Olcina (2006, p. 68), un riesgo silencioso, pero constante.

La modernización del campo aguileño ha supuesto un bálsamo para los agricultores, el gasto hídrico es mucho menor gracias a un mejor aprovechamiento del agua mediante las técnicas de regadío. Según encuestas realizadas a miembros de la Comunidad de Regantes de Aguilas, los resultados muestran un uso más eficiente del agua, así como un mayor ahorro de agua y empleo de fertilizantes. Sin embargo, lo más destacado por agricultores es una mejora en su calidad de vida, además de la posibilidad de haber abandonado las tierras para el cultivo debido al precio del agua y la poca rentabilidad que tendrían las tierras de no haberse puesto en marcha el Plan de Modernización de Regadíos.

Se prevé que en el futuro la agricultura de regadío produzca más, consumiendo menos agua que ahora, y produciendo menor contaminación difusa por el uso de fertilizantes y pesticidas (Estrela y Vargas, 2008, p. 18).

Por otro lado la implantación de las desaladoras permitirá, en caso de sequías prolongadas y de escasez de recursos hídricos, paliar esa necesidad, permitiendo a los agricultores y a la población poder abastecerse del agua procedente de las plantas desaladoras existentes.

Las plantas desaladoras tienen una vital importancia para los regadíos, ya que una gran parte del agua empleada para el riego de los cultivos procede de la planta desaladora de Aguilas.

En definitiva, la modernización de los regadíos ha sido un revulsivo para la agricultura aguileña, sin embargo será la evolución de la demanda hídrica y la escasez de agua quien marque la tendencia futura de la agricultura aguileña.

Moreno Muñoz, Daniel. Demanda de agua en Aguilas. La influencia de las desaladoras en el Plan de Modernización de Regadíos. GeoGraphos [En línea]. Alicante: Grupo Interdisciplinario de Estudios Críticos y de América Latina (GIECRYAL) de la Universidad de Alicante, 3.9.2014, vol. 5, no 71, p. 375-399. [ISSN: 2173-1276] [DL: A 371-2013] [DOI: 10.14198/GEOGRA 2014.5.71].

  • Planta Desaladora de Aguilas (Murcia)

La desaladora de Aguilas/Guadalentín es una infraestructura básica para la Región de Murcia, ya que aporta recursos garantizados, con agua de calidad, para complementar las demandas hídricas de la zona sur de la cuenca del Segura. Este nuevo aporte hídrico permite reducir las extracciones de los acuíferos del valle del Guadalentín y corregir la grave sobreexplotación de los recursos subterráneos.

La nueva desaladora tiene una capacidad de producción de 60 hm3 anuales, ampliables a 70. De esta producción, 48 hm3 se destinan a regadío y 12 a abastecimiento urbano.

Así, la Comunidad de Regantes de Aguilas recibe 15 hm3 al año, los regantes de Lorca y Puerto Lumbreras se dotan de 28 hm3 y los agricultores de Pulpí obtienen 5 hm3 de agua al año para sus cultivos. Esta localidad almeriense también se benficia de 2 hm3 para abastecimiento urbano, mientras que los 10 hm3 restantes nutren la red de distribución de agua para consumo humano de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, que distribuye el recurso para abastecimiento urbano en Aguilas y las poblaciones del Alto Guadalentín.

Se trata de una actuación que benficia a 130.000 personas y gracias a la cual se riegan unas 9.6000 hectáreas de cultivos altamente productivos.

La inversión total ha sido de 268 millones de euros, de los que 47 han sido cofinanciados con Fondos Europeos.

La actuación se localiza en los términos municipales de Aguilas y Lorca, situados ambos en la provincia de Murcia, y comprende las siguientes obras:

  • Construcción de 1 nueva desaladora en Aguilas de 40 hm3 anuales ampliables a 60 hm3.
  • Ampliación de la actual desaladora de Aguilas, consistente en suministrar agua pretratada a la planta desde las instalaciones de la nueva desaladora.

La nueva planta se ubica en la futura ampliación del polígono industrial de Aguilas, en una parcela contigua a la de la actual desaladora de la Comunidad de Regantes. La nueva desaladora tendrá una capacidad de producción de 40 hm3/año, habiéndose previsto una reserva de espacio para ampliaciones futuras en las que se podrá producir 20 hm3/año adicionales. La obra civil de la captación de agua de mar, del vertido de salmuera y la red distribución del agua producida se ha diseñado para los 60 hm3/año, en el caso de la captación y del pretratamiento se dimensionan también para posibilitar la ampliación de la planta actual. La distribución del agua tratada se realiza mediante tres conducciones diferentes: la primera para el abastecimiento urbano, gestionado a través de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, la segunda para riego de la Comunidad de Regantes de Aguilas y la tercera, y última, para riego del Alto Guadalentín. Se describen a continuación las instalaciones:

Mapas del INFORME DE VIABILIDAD DE LA ACTUACION 2.1.e. NUEVA DESALADORA DE AGUILAS/GUADALENTIN. AMPLIACION DE LA DESALADORA DE AGUILAS (PLANTA DESALADORA PARA EL RIEGO EN MURCIA, (según lo contemplado en la Ley 11/2005, de 22 de Junio, por la que se modifica la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional). http://www.mapama.gob.es/es/agua/planes-y-estrategias/informes-de-viabilidad-de-obras-hidraulicas/2_1_e_desaladoraaguilasguadalentin_tcm7-26850.pdf

Mapas del INFORME DE VIABILIDAD DE LA ACTUACION 2.1.e. NUEVA DESALADORA DE AGUILAS/GUADALENTIN. AMPLIACION DE LA DESALADORA DE AGUILAS (PLANTA DESALADORA PARA EL RIEGO EN MURCIA, (según lo contemplado en la Ley 11/2005, de 22 de Junio, por la que se modifica la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional)

Captación y conducción de agua bruta

La nueva captación de agua de mar se localiza frente a la desembocadura de la Rambla del Cañarete y se realiza mediante 1 torre de toma cilíndrica, de 5 m de diámetro, apoyada en el fondo marino a cota -17 m y con las bocas de entrada a cota -12 m. En estas bocas se realizará un desbaste mediante un filtro de rejillas de acero.

La torre de captación se unirá a la cámara de bombeo mediante una conducción doble de polietileno, de diámetro 1.400 mm y 840 m de longitud. Entre estas 2 tuberías se situará una tercera de polietileno de diámetro 160 mm para dosificación de hipoclorito sódico en la torre de manera que puedan evitarse desarrollos biológicos. La conducción irá lastrada en el fondo entre la cota -17 m y la cota -9 m, y en zanja recubierta con escollera hasta llegar a la línea de costa. A partir de ese punto la tubería irá instalada en zanja por el cauce de la Rambla.

La estación de bombeo es una cámara subterránea, que se localiza junto a la Rambla del Cañarete, fuera de la zona de servidumbre del dominio público marítimo-terrestre y en ella se instalarán cuatro (3+1) bombas sumergidas. Junto a la cámara de bombas se dispone de un pequeño almacén donde se instalarán los depósitos de reactivos y los equipos de dosificación. En la estación de bombeo se realizará, también, otro desbaste mediante un filtro de rejillas de acero.

La conducción de agua de mar desde la cámara de bombeo hasta la desaladora se realiza mediante 2 tuberías de poliéster reforzado con fibra de vidrio, de 1.200 mm de diámetro y 3.185 m de longitud. El trazado en planta puede consultarse en la figura que se adjunta en la página 11 del presente Informe. La captación y el bombeo han sido dimensionados para suministrar a la planta desaladora el caudal necesario para producir 68,4 hm3/año (60 hm3/año como capacidad futura de la propia planta y 8,4 hm3/año para que la desaladora ya existente de la Comunidad de Regantes pueda funcionar a plena capacidad).

Tratamiento

La nueva desaladora tendrá una capacidad de producción de 120.000 m3/día (40 hm3), habiéndose previsto una reserva de espacio para la ampliación futura para producir 60.000 m3/día (20 hm3) adicionales. El factor de conversión mínimo es del 45%, obteniéndose un agua producto con un contenido en cloruros inferior a 250 ppm, una salinidad inferior a 400 ppm, una concentración de boro inferior a 1 ppm y un pH entre 7 y 8.

A la entrada de la planta, con objeto de permitir el desarenado, se dispondrá de un único depósito de 6.300 m3, dimensionado para la producción máxima prevista con la futura ampliación más la correspondiente a la planta actual de la Comunidad de Regantes.

Se diseñan 2 módulos de tratamiento de 60.000 m3/día (20 hm3) cada uno, con posibilidad de ampliación con un tercer módulo de la misma capacidad. Cada módulo de tratamiento consta de dos cámaras de mezcla y coagulación, 2 cámaras de floculación, 8 filtros de arena (4 por cada cámara de floculación) y 16 filtros de cartucho (4 por cada uno de los 4 bastidores de ósmosis inversa que tiene cada módulo).

La línea de tratamiento del agua bruta (que se esquematiza en la figura que se adjunta a continuación) consta de un tratamiento químico con cámaras de mezcla y coagulación y de floculación. En ellas se realizará la dosificación de ácido sulfúrico para control del pH, de cloruro férrico como coagulante y de bisulfito sódico para neutralizar el cloro del agua. A continuación se realizará un tratamiento físico de filtración en 2 etapas (una con filtros de arena, gravitatorios, cerrados y con doble cámara y otra con filtros de cartuchos) y, finalmente, el tratamiento por ósmosis inversa. Previamente al tratamiento por ósmosis se realizará la dosificación de un dispersante para prevenir la precipitación de sales y, tras el paso por los filtros de arena, se suministrará el agua, por un lado, a la ósmosis inversa de la nueva planta y, por otro, la parte correspondiente a la desaladora ya existente de la Comunidad de Regantes.

A la salida de la planta de tratamiento se localiza un depósito de agua tratada de 15.000 m3 para alimentación de los equipos de bombeo que realizan el suministro. En la instalación de bombeo se realizará un acondicionamiento final del agua producto mediante adición de CO2 e hipoclorito sódico, no habiéndose previsto la mineralización del agua destinada al abastecimiento ya que ésta podrá ser realizada en las instalaciones de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla abastecidas por la planta.

Sistema de vertido

Con posterioridad a la finalización del proyecto informativo y como consecuencia de las alegaciones estudiadas y trabajos adicionales se ha redactado una Adenda con fecha de marzo de 2006 en la que se modifica el sistema y punto de vertido. Este cambio, sin duda, supone una mejora ambiental de una de las partes más importantes de una planta desaladora. El nuevo vertido del agua de rechazo se realizará mediante un emisario que parte desde las proximidades del faro de Aguilas, punto donde vierten actualmente tanto la depuradora como la desaladora en explotación. El emisario se iniciará, concretamente, en la costa unido a tierra mediante un microtúnel de 460 m de longitud que atraviesa el farallón calizo que se encuentran entre el puerto y la playa de Poniente, y finalizará a la cota -30 m, lo que supone una longitud de unos 370 m. En el extremo del emisario se dispondrán difusores que faciliten la dilución de la salmuera, tal como demuestran los estudios y trabajos realizados por el CEDEX al respecto.

Hasta llegar al túnel el agua de rechazo se transportará mediante una conducción de 2.940 m de longitud, de poliéster reforzado con fibra de vidrio de 1.000 mm de diámetro. Este colector parte de un depósito situado en la planta desaladora y discurre por la Rambla del Charco hasta alcanzar la playa de Poniente. A partir de este punto, la conducción se dispone paralela al muro delimitador del paseo marítimo hasta alcanzar el farallón calizo inicio del túnel.

Distribución de agua producto

La distribución del agua tratada se realiza mediante tres conducciones diferentes: la 1ª para el abastecimiento urbano gestionado por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, la 2ª para riego de la Comunidad de Regantes de Aguilas y la 3ª, y última, para riego del Alto Guadalentín.

La conducción para el abastecimiento urbano es una impulsión de fundición dúctil de diámetro 500 mm, tiene una longitud de 3.050 m y está dimensionada para suministrar los 10 hm3/año asignados a este uso. La tubería tiene su inicio en la cámara de bombeo de la planta y finaliza en los depósitos que la Mancomunidad tiene y está construyendo para el abastecimiento de Aguilas.

El suministro para riego a la Comunidad de Regantes de Aguilas se realiza mediante una impulsión de acero helicosoldado de 700 mm de diámetro, tiene una longitud de 4.720 m y está dimensionada para transportar los 20 hm3 anuales solicitados por la Comunidad mediante Acuerdo de intenciones. La conducción se inicia en la cámara de bombeo de la planta y termina en el embalse de Salinares propiedad de la Comunidad de Regantes.

La conducción para riego en el Alto Guadalentín y su área de influencia se inicia también en la cámara de bombeo de la planta y finaliza en una balsa de regulación incluida en esta actuación, la cual se encuentra situada en el Cerro Colorao. Esta conducción tiene una longitud de 17.020 m y está dividida por un depósito intermedio en el Collado del Mojón en dos impulsiones consecutivas de 11.175 m y 5.845 m cada una y 220 y 162 m de altura manométrica respectivamente. Ambos tramos son de acero helicosoldado de diámetro 1.000 mm y está previsto que suministren inicialmente un caudal de 20 hm3/año y en fases posteriores hasta 40 hm3.

El depósito intermedio de la conducción al Valle del Guadalentín es de hormigón armado y tiene una capacidad de 3.000 m3, mientras que la balsa de regulación del final de esta conducción tiene una capacidad de 100.000 m3 siendo una balsa que aprovecha una hondonada natural y se reviste con una membrana de caucho EPDM, sobre geotextil

Suministro eléctrico

El suministro de energía eléctrica a la desaladora se realiza desde la futura subestación eléctrica de Aguilas, situada junto a la actual, mediante una línea de 20 Kv enterrada bajo conducto de 1,4 km. En cuanto al suministro eléctrico para los equipos de bombeo del segundo tramo de la conducción al Valle del Guadalentín, éste se realizará mediante una línea aérea de media tensión de 20 Kv desde la subestación de Aguilas de 9,0 km de longitud, disponiéndose en la misma un ramal de 2,3 km para alimentar los equipos de bombeo de la toma de agua.

La construcción fue adjudicada a la UTE constituida por las empresas Ferrovial-Sacyr-Cadagua-Sadyt. Sadyt ha desarrollado la ingeniería del pretratamiento y postratamiento, mientras que Cadagua se ha responsabilizado del proceso de ósmosis inversa, desde la ingeniería básica hasta la puesta en marcha, pasando por el suministro de equipos, coordinación y montaje de la planta. La asistencia técnica a la Dirección de Obra ha sido realizada por la empresa Inypsa. La operación de la planta se contrató con la misma UTE por un periodo de 15 años desde su puesta en marcha.

1945 AGUILAS

1956 AGUILAS

1981 AGUILAS

1997 AGUILAS

2000 AGUILAS

2009 AGUILAS

El 4.4.1970 se tomó el acuerdo de Aprobación definitiva del PGOU Aguilas-1970 y tras sucesivas modificaciones se aprueba el 24.3.1986 la revisión-adaptación del PGOU Aguilas-1986

El PGMO de Águilas databa de 20.2.2003, periodo en el cual ha habido múltiples modificaciones legislativas, y en Pleno Extraordinario celebrado el pasado mes de junio de 2017, tras más de 12 años los que el PGOU ha estado atascado en el Ayuntamiento de Águilas, fue aprobado provisionalmente el nuevo PGOU Aguilas 2017, habiendo debido el Texto Refundido del PGOU iniciar su adaptación a la Ley 1/2001, de 24 de Abril, del Suelo de la Región de Murcia, dentro de los 2 años siguientes a su entrada en vigor (disposición adicional 2º de la Orden resolutoria del Excmo. Sr. Consejero de Obras Públicas, Vivienda y Transportes, de fecha 18.10.2004, relativa a la normativa de la Revisión-Adaptación del PGOU de Aguilas. Expte.: 19/93 de planeamiento).

El Ayuntamiento de Águilas, mediante acuerdo plenario adoptado en sesión de 28.9.2006 aprobó inicialmente el Plan General Municipal de Ordenación de Águilas (PGMO), y el estudio de impacto ambiental, previo avance acordado por el Pleno de la Corporación en sesión de 17.1.2005, que fue sometido a información pública en el Boletin Oficial de la Región de Murcia y en dos de los diarios de más difusión regional, durante el plazo de dos meses, para la formulación de alternativas o sugerencias y para solicitar los informes previstos en la legislación sectorial. Dicha aprobación fue publicada en el Boletin Oficial de la Región de Murcia de 9.10.2006, nº 234, y en los Diarios La Opinión y La Verdad con fecha 6 .10.2006.

AGUILAS PGOU-2017 plano clasificación y usos

AGUILAS PGOU-2017 CLASIFICACION VIGENTE

Con fecha 18.4.2008, el Consejero de Obras Públicas, Vivienda y Transportes dictó Orden por la que declaraba la inviabilidad de la aprobación definitiva del PGMO de Águilas con anterioridad al 21.7.2006, a los efectos previstos en la Disposición Transitoria Primera de la Ley 9/2006.

La Directora General de Medio Ambiente, por comunicación interior de 26.8.2014 remite copia de la Declaración de impacto Ambiental del Plan General Municipal de Ordenación de Águilas, que fue publicada en el Boletín Oficial de la Región de Murcia de 26.8.2014.

Mediante acuerdo plenario, de 30.4.2015 y 12.12.2016, el Ayuntamiento acordó aprobar provisionalmente el Plan General Municipal de Ordenación (en adelante PGMO) de Águilas y abrir un nuevo periodo de exposición pública de 1 mes de duración. Los anuncios correspondientes se publicaron en los diarios La Opinión y La Verdad los días 5.5.2015 y BORM del día 12.5.2015 ese mismo mes respecto de la primera aprobación provisional y Diario La Opinión de 23.12.2016 y La Verdad de 27.12.2016 y BORM de 22.12.2016, la segunda.

El Ayuntamiento de Águilas por acuerdo de Pleno de 15.6.2017 acuerda resolver las alegaciones formuladas y formular aprobación provisional 3ª del PGMO, remitiénclose el expediente a esta Consejería a efectos de su aprobación definitiva con fecha 26.7.2017.

AGUILAS PGOU-2017 Sistemas Generales

La Directora General de Ordenación del Territorio, Arquitectura y Vivienda, solicitó el día 6.10.2017 informe de: Demarcación de Carreteras del Estado, ADIF, Secretaria General de infraestructuras del Ministerio de Fomento, Confederación Hidrográfica del Segura, Mancomunidad de Canales del Taibilla, Entidad de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales de la Región de Murcia, Ayuntamiento de Lorca, Dirección General de Telecomunicaciones y Tecnologías de la información (Ministerio de Energia, Turismo y Agenda Digital), Demarcación de Costas del Estado, Dirección General del Agua, Dirección General de Fondos Agrarios y Desarrollo Rural, Instituto de Turismo de la Región de Murcia, Dirección General de Bienes Culturales, Dirección General de Carreteras y Dirección General de Energía y Actividades Industrial y Minera. 

Con fecha 23.10.2017, el servicio de Urbanismo emite informe sobre la documentación que hasta ese momento conforma el PGMO de Aguilas, y la Comisión de Coordinación de Política Territorial, en sesión de 23.10.2017, dictamina que, con anterioridad a su aprobación definitiva deben subsanarse deficiencias… Y en esas estamos.

El 26.10.2017 la Consejería de Presidencia y Fomento de la Región de Murcia, emite la Orden de SUSPENSION del otorgamiento de aprobación definitiva del PGMO de Murcia, hasta tanto se subsanen ante esta Consejería las deficiencias apuntadas por la Comisión de Coordinación de Política Territorial, transcritas en el antecedente séptimo.

Mientras todo este proceso administrativo-urbanístico se produce el caldo de cultivo del desarrollismo urbanístico murciano.

A lo largo de la década de los 90′ y hasta el presente, el sector de la construcción se ha desarrollado de forma extraordinaria basado en la implantación de los denominados complejos turístico-residenciales (Calvo García, 2006). En un primer momento las pequeñas explotaciones de la huerta tradicional se iban abandonando y recalificando como suelo urbanizable; más recientemente, no solo en la huerta tradicional sino también en los nuevos regadíos e incluso en espacios naturales protegidos, se han multiplicado las grandes promociones y construcciones urbanísticas asociados del turismo y la hostelería (Campillo, 2006).

Es así como se entiende que el proceso urbanizador situase a Murcia en 2004 como la primera CC.AA. en atención al número de viviendas visadas por 1.000 habitantes y entre los más intensivos de España, que a su vez es el más intensivo de Europa (Fernández Durán, 2006). Según un estudio (Jiménez Herrero, 2006) sobre los cambios en la ocupación del suelo en España, realizado mediante fotos tomadas por satélite (Esteve et al. 2006), en el periodo comprendido entre 1987-2000, el suelo construido creció en la Región un 62%, más del doble de la media nacional. A estos datos habría que añadir las recalificaciones y promociones urbanísticas que están teniendo lugar desde entonces…

AGUILAS PGOU-2017 Suelo protegido

La explotación de los recursos hídricos relacionada con el urbanismo.

Sin duda los modelos de implantación del turismo en el territorio tienen enormes implicaciones en el consumo de agua (Martínez y Brufao, 2006). No conviene olvidar que las áreas con mayor consumo coinciden con las que registran mayor escasez del recurso. Incluso, como paradoja, se reafirman los mayores despegues del denominado turismo residencial en espacios que acusan carencias estructurales en la disponibilidad de agua, como la costa del Levante-Norte de Almería o el litoral suroccidental de la Región de Murcia (Vera Rebollo, 2006). En relación al consumo de agua en estos nuevos asentamientos, estudios (Vera Rebollo y Rico Amorós, 1995; Capellades et al., 2002) muestran que el modelo de ciudad compacta mediterránea mediante modelos urbanos intensivos, propios de ciudades de ocio, como Benidorm, se traduce en evidentes ventajas en consumo de suelo y gestión de recursos, consumiendo entre 110 y 250 litros por persona y día. Mientras, la creación de modelos de ciudad difusa, con asentamientos extensivos en cuanto al consumo de suelo, de baja densidad, con predominio de la vivienda unifamiliar, con piscinas y jardines privados, como los nuevos proyectos urbanísticos que están proliferando en la zona, supone un gasto medio entre 400 y 500 litros por persona y día. Cabe añadir además los problemas adicionales de pérdidas en red, el 14% en la Región de Murcia, y la inexistencia, en no pocos lugares donde los asentamientos se han consolidado de manera espontánea, de redes de alcantarillado.

Los conflictos del urbanismo con la política de espacios protegidos: el caso de la Marina de Cope.

Una característica del proceso urbanístico actual, es que la protección de nuevos territorios, especialmente vía LIC, ha sido utilizada para justificar la desprotección de otros (Muñoz Flores, 2007). La Disposición Adicional Octava de la Ley 1/2001, de 24 de abril, del Suelo de la Región de Murcia establece que los límites de los Espacios Naturales Protegidos se entenderán ajustados a los límites de los Lugares de Importancia Comunitaria. Es decir, aquel territorio que no sea ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) o LIC (Lugar de Importancia Comunitaria), se desprotege. Un año antes de la puesta en marcha de esta ley del suelo, se establecían como LIC y ZEPA a una parte del territorio que formaba el Parque Regional Cabo Cope y Puntas de Calnegre , dejando sin protección a la Marina de Cope.

La Marina de Cope se encuentra localizada en la porción meridional del litoral de la Región de Murcia, afectando a los municipios de Lorca y Aguilas, entre los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC): Cabo Cope (ES6200031), al sur; Calnegre (ES6200012), al norte y los LIC Marinos, Franja litoral sumergida de la Región de Murcia (ES6200029) y Medio Marino (ES6200048) además de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Sierra de Almenara y Cabo Cope. Hasta hace poco formaba parte del Parque Regional de Cabo Cope y Puntas de Calnegre. 

La ley del suelo anteriormente citada supuso la desprotección de unas 15.000 ha. de espacios naturales de la Región de Murcia (Esteve et al. 2006). Más de 1.900 hectáreas fueron desprotegidas de las 2.936 hectáreas con que contaba dicho Parque Regional (De Lucio Fernández, 2004; De Lucio Ferández, 2008). Este número de hectáreas, coincide con el área en la que se pretende construir la Actuación de Interés Regional de Marina de Cope.

El proyecto AIR Marina de Cope, consta con una superficie de 21.276.621 m2, el 68% en Aguilas y el 32% en Lorca. Contaría con 11 hoteles que proporcionarán 22.000 nuevas plazas turísticas y 9.000 viviendas con un índice de edificabilidad (0,14 m2/m2), lo que supondría 2.978.727 m2 edificables, el 14% de la superficie total. No habrá viviendas a menos de 500 metros del mar, aunque sí hoteles y se calcula que podría llegar a albergar a 60.000 habitantes. Se construirán 5 campos de golf de 18 hoyos, y una marina interior, con unos 2.000 puntos de amarre, para lo que se inundarán 28,34 ha al sur de ese complejo turístico. Estaría terminado en 12 o 15 años según sus previsiones, y aseguran que el abastecimiento de agua se garantizará con una desaladora, que tratará 5 hm3/mes, además de la conexión a la Mancomunidad de los Canales del Taibilla (DPOL, 2004)… 

El verdadero factor limitante del crecimiento del regadío en Aguilas ya no es la disponibilidad o no de recursos hídricos sino la magnitud de los costes ambientales asociados al regadío. Ello plantea la necesidad de realizar una detallada evaluación integral del regadío en la que, junto a los aspectos jurídicos, económicos y sociales, los efectos ambientales tengan el necesario protagonismo. Todo ello para reorientar este sistema productivo hacia una mayor sostenibilidad, a través de la estabilización y reducción de la superficie de regadío, la aplicación de una gestión adaptativa en función de los recursos hídricos disponibles y la prevención de situaciones de irreversibilidad en el manejo del agua y del espacio.

Por otro lado, las nuevas urbanizaciones e infraestructuras y el aumento de la población actual multiplicarán los problemas ambientales del municipio, tanto en lo referente a los procesos de destrucción y fragmentación de hábitats y especies.

El eje vertebrador de esta proliferación urbanística, es la autopista de peaje Cartagena-Vera. Diversos grupos ecologistas aseguran que ha sido construida para facilitar los planes urbanísticos, ya que sustituye a la antigua N-232, que tiene una IMD (Intensidad Media Diaria) de 1.600 vehículos/día, cuando los manuales de ingeniería plantean como razonable un desdoblamiento a partir de los 10.000 vehículos/día.

Por otra parte, existe también un auge de puertos deportivos muy especialmente en la costa de Aguilas. El puerto de Casica Verde, que se ya se ha empezado a construir, se localiza dentro del LIC Franja Litoral Sumergida de la Región de Murcia (ES6200029), e inmediato al LIC Medio Marino (ES6200048), con 840 amarres totales previstos. A este hay que añadir los dos puertos existentes actualmente, los aprobados de El Hornillo y Calabardina, y la marina interior ya mencionada. Los amarres de embarcaciones pasarían así de las aproximadamente 260 actuales a más de 2.500 en unos pocos años.

Síntesis de los problemas ambientales derivados de la agricultura y el urbanismo en el municipio de Aguilas (Murcia). Isidro Sáinz Pérez-Beneyto.

Agricultura sostenible y turismo de naturaleza en la Marina de Cope del futuro.

29 octubre 2017. Diario La Verdad.

Medio Ambiente trabaja en el plan de gestión del parque regional, donde no se descartan usos residenciales. La Comunidad solo prevé construcciones de baja densidad, mimetizadas con el entorno y con arquitectura bioclimática

Las extensas plantaciones de regadío que ocupan buena parte de Marina de Cope, en la costa de Águilas y Lorca, tendrán que adaptarse a las necesidades de conservación de este espacio protegido. Buenas prácticas en el uso de fertilizantes y plaguicidas, fomento de la agricultura ecológica, menor consumo de agua, control en el uso de los plásticos y mejor gestión de residuos, además de integración paisajística y lucha contra la erosión del terreno, son algunas de las exigencias que deberá cumplir el potente sector agroalimentario para mantener sus fincas en producción en el parque regional.

Esta es la línea de actuación más urgente en la que trabaja la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente para ordenar los usos y las actividades económicas en un enclave natural que estuvo cerca de ser urbanizado con miles de viviendas y hoteles pero que recuperó su blindaje legal a finales de 2012 tras una sentencia del Tribunal Constitucional que revocó su desprotección.

Cinco años después, la Comunidad Autónoma comienza a perfilar el plan de gestión de un parque que hasta ahora solo lo ha sido sobre el papel y donde la agricultura intensiva se ha extendido sin control degradando una llanura litoral de más de diez kilómetros de longitud que cuenta con once hábitats prioritarios para la Unión Europea, con endemismos de flora y presencia de especies amenazadas como águila perdicera y tortuga mora.

Prioridad hotelera

¿Cómo será la Marina de Cope del futuro? Según ha adelantado la Consejería a ‘La Verdad’, el plan de gestión para cumplir con las exigencias de la Comisión Europea solo contemplará actividades económicas respetuosas con un «entorno natural sensible» y «ligadas a la vocación del territorio». El Gobierno regional únicamente se plantea en la Marina de Cope la agricultura sostenible y el turismo de naturaleza, aunque tampoco descarta los usos residenciales si legalmente tienen encaje, y siempre con unos parámetros de mínima densidad y «máxima sostenibilidad ambiental». Cualquier construcción tendrá que seguir criterios de arquitectura bioclimática y mimetización con el entorno.

Pero la prioridad es turística y hotelera con proyectos que generen «empleo y riqueza» mediante «un modelo de calidad e innovador, siempre comprometidos con los objetivos de conservación del espacio natural y previa evaluación de impacto ambiental y en su caso evaluación de repercusiones de la Red Natura 2000», insiste la Comunidad. Entre las actividades contempladas, «el cicloecoturismo, el senderismo y el turismo ecuestre», y además asumiendo un compromiso con la gestión del parque. Antes de llegar a este punto será necesario «zonificar y delimitar con precisión áreas con valor natural, ecológico y paisajístico que han de conservarse, así como espacios alterados que podrían ser restaurados porque su papel es necesario para la conservación y la viabilidad de los procesos ecológicos», explica la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente.

El Ejecutivo autónomo sabe que no será fácil alcanzar el consenso social para ordenar un espacio protegido donde las lechugas y los melones están ganando la partida al cornical y el azufaifo. Y especialmente en unos municipios donde la agricultura sigue siendo el principal sostén económico tras el pinchazo del ‘boom’ del ladrillo. La Comunidad espera el apoyo de los ayuntamientos de Águilas y Lorca para consensuar un documento que se espera para finales de 2018, según el último cronograma adelantado por la Consejería a este periódico. El consistorio aguileño pidió al Gobierno regional en junio pasado -tras un acuerdo del pleno- reducir los límites del parque para dejar sin protección las zonas de cultivo.

AGUILAS PGOU-2017 Suelo No Urbanizable

Nulidad de la Actuación de Interés Regional “Marina de Cope”. Águilas y Lorca (Murcia).

Sentencias: STSJ de Murcia de 11.2011, Auto del TS de 25.10.2012 y sentencia del TC de 13.12.2012.

Recurrente: Iniciativa Ciudadana y Profesional para la Defensa Jurídica del Litoral.

El presente recurso se plantea contra el Decreto n“ 57/2004, de 18 de Junio de la Comunidad de Murcia, por el que se aprueba las Directrices y el Plan de Ordenación Territorial del litoral de la Región de Murcia que, entre otras previsiones, contempla el desarrollo urbanístico de una amplia zona del litoral de 2.116 ha en los municipios de Lorca y Aguilas en el que se prevé un imponante proyecto de constmceión de una urbanización dirigida a un turismo de alto poder adquisitivo, nacional y extranjero, centrado en los deportes náuticos y el golf, con una previsión de oferta turística de 23.000 plazas de alojamiento, 11.000 viviendas, una marina interior para el amarre de 1.500 o 2.000 barcos y 5 campos de golf, uno de ellos de al menos 75 ha y los otros 4 de no menos de 60 ha, con una muy baja densidad de sólo 0,14 m2/m2, para conseguir un espacio de gran calidad ambiental y por ello, según los promotores, respetuoso con los valores de esta zona virgen de la región de Murcia, todavía sin desarrollar.

En este supuesto se plantean dos conflictos muy interesantes, desde el punto de vista urbanístico y ambiental, uno de ellos de carácter ambiental, con relación al espacio elegido para este desarrollo y otro jurídico, relativo al problema de la adquisición de suelos no urbanizables protegidos otorgándoles aprovechamiento urbanístico para que se materialicen en otra zona transfiriendo a la Administración la propiedad del suelo protegido, que merecen una reflexión, sin que estemos en condiciones de dar una solución a los mismos, sino simplemente de exponer la dificultad que tienen.

Desde el punto de vista ambiental el conflicto surge porque el emplazamiento elegido es una de las pocas zonas vírgenes que todavía quedan en el litoral mediterráneo, tal y como se reconoce en los propios documentos de planeamiento de esta Área de Interes Regional, lo que motiva el rechazo de las asociaciones ecologistas que desean que siga siendo espacio virgen por los valores naturales que tiene, con un paisaje natural similar al de Cabo de Gata y rodeado de 4 zonas protegidas, por el sur el LIC Cabo Cope, por el norte el LIC Calnegre, por el oeste la ZEPA Sierra de Almenara, Moreras y Cabo Cope y por el este los LIC marinos (B86200048) comprendido entre las isobaras de 5 a 350 m. Pero en el medio de todos estos espacios protegidos hay una amplia zona dedicada a la agricultura de plásticos y con muchas balsas de agua para regadío. que es precisamente donde se proyecta la actuación. ya que sus promotores y la Administración, tanto regional como local, entienden que esta zona interior no tiene especiales valores ambientales’ y además, el turismo de calidad o de alto poder adquisitivo es concebido por muchos como desarrollo económico alternativo a Ia agricultura intensiva.

Esta zona del sur de Murcia se ha mantenido sin construir por la ausencia de comunicaciones pero una vez que éstas mejoran, especialmente con la Autopista Cartagena-Vera. el paso siguiente en los años del boom inmobiliario era apostar por su urbanización, si bien en momentos de crisis como los que ahora estamos sufriendo es más difícil garantizar la viabilidad de las nuevas promociones, y prueba de ellos es que al poco tiempo de conocerse esta sentencia, uno de los principales propietarios de este suelo, Cajamurcia, anunció que ya no estaba interesada en continuar con el proyecto.

El contlicto se remonta al año 2001 en que con motivo de la tramitación de la Ley del Suelo de esta comunidad autónoma, en el último momento de su elaboración parlamentaria se añadió una enmienda sin informes técnicos según la cual “los límites de los Espacios Naturales Protegidos incluidos en la disposición adicional tercera y anexo de la Ley 4/l992, de 30 de julio, de Ordenación y Protección del Territorio de la Región de Murcia, se entenderán ajustados a los límites de los Lugares de Importancia Comunitaria a que se refiere el Acuerdo del Consejo de Gobierno de 28 de julio de 20002”, lo que permitía la posibilidad de urbanizar aquellos terrenos que anteriormente eran Parque Natural, pero no LIC, tal y como sucede con una parte de este ámbito cuya protección queda limitada a los ámbitos LIC y ZEPA, reduciéndose la extensión del Parque Regional Costero Litoral de Cabo Cope y Puntas de Calnegre delimitado con una superficie de 2.676 ha en la Ley 4/1992, que al quedar reducido solo a los límites de los LICs pasa a tener sólo 1.093 ha, dejando de estar protegidas 1.583 ha.

Esta disposición adicional de la Ley del Suelo fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el PSOE y once años más tarde el Tribunal Constitucional ha declarado la inconstitucionalidad de esta identificación entre los parques naturales y los LIC toda vez que aunque ambas son figuras de protección medioambiental no pueden ser equivalentes. ya que los LlC son espacios propuestos por las comunidades autónomas pero la aprobación definitiva corresponde a la Comunidad Europea y una cosa son los espacios con valores ambientales que deben ser objeto de protección regional o nacional y otra los hábitats relevantes desde el punto de vista europeo, conceptos que si bien muchas veces coinciden no siempre tienen que se idénticos. El legislador murciano se olvidó que la propuesta de designación de un lugar como LIC no implicaba su protección hasta tanto no lo aprobase la Comisión Europea y tampoco había publicado los límites territoriales concretos de los lugares propuestos como LICs, lo que suponía una vulneración del principio constitucional de seguridad jurídica, tal y como ha declarado el Tribunal Constitucional anulando esta disposición adicional octava de la Ley del Suelo de Murcia del año 2001, posterionnente incluida con la misma redacción en la disposición adicional octava del Texto Refundido de la Ley del Suelo del año 2005. Tras la anulación de esta equiparación entre los ámbitos ten-itoriales de los parques naturales y los LIC se ha recuperado 11,000 ha de la red básica de espacios protegidos que vuelven a tener la condición de parque natural, entre los que se encuentra el espacio en que pensaba ubicarse el complejo Marina Cope

No obstante, el conflicto puede seguir en caso de que la Administración regional continúe con el deseo de desarrollar este proyecto urbanístico y es que como ya ha destacado el propio TSJ de Murcia. antes de que se hubiera pronunciado el Tribunal Constitucional, “evidentemente, un territorio incluido en un Espacio Natural Protegido por la Ley 4/1992 puede ser detraído de dicho régimen de protección por otra nomia del mismo rango, y eso es lo que sucedido con la Disposición Adicional Octava de la LSRM.

En todo caso el hecho de que este suelo estuviese incluido dentro del Espacio Natural esjustificativo de que posee valores ambientales y toda 1a ordenación propuesta y en todo el planeamiento, tanto en las Directrices como en el Plan de Ordenación Territorial del Litoral, en los planes generales de estos municipios y en la documentación de la Actuación de Integres Regional se destacan estos valores que constituyen precisamente uno de los atractivos de la actuación y se preocupan de conservarlos al máximo, eso si’, buscando su compatibilidad con el desarrollo turístico. 

Como exponentes de este deseo de compatibilizar desarrollo y mantenimiento de los valores naturales. la filosofía de este nuevo desarrollo es la de no seguir el modelo de las mayorías de las actuaciones llevadas a cabo en el litoral mediterráneo, sino “respetar los espacios protegidos por sus valores ambientales y paisajísticos, excluyéndolos del desarrollo urbanístico y favoreciendo la conexión entre los LlC de Calnegre y Cabo Cope. Conseguir una imagen e identidad propia, asi’ como una imagen urbanizada que permita un manejo claro entre espacio abierto y espacio construido, transcendiendo del concepto de urbanización tal y como lo conocemos, para llegar a un paisaje construido y lograr la consecución de espacios urbano-naturales. En desarrollo de este principio se potencia el uso turístico frente al residencial, para fomentar una mayor utilización que supone la activad hotelera frente a las viviendas de segunda residencia (de la edificabilidad del ámbito no menos del 35% debe ser destinado a uso hotelero y no más del 50% a uso residencial), y los usos turísticos se ubicaran preferentemente en una franja de 500 metros de profundidad medidos desde el límite interior de la ribera del mar, a partir de la cual se permite el uso residencial. Además, más del 50% del ámbito debe estar destinado a sistemas generales y zonas deportivas.

Desde el punto de vista ambiental el dato valorativo es si conviene o no convertir este espacio todavía virgen en una nueva urbanización a pesar de que no sea una urbanización tradicional sino basada en tres pilares: marina interior, golf, y deportes al aire libre, integrados en un entorno natural de costa para atraer un turismo de alta calidad.

Desde un punto de vista jurídico surgen también dos aspectos muy interesante que dejamos apuntados para que reflexione el lector, uno de ellos es la posibilidad de que vuelva a cambiarse la Ley de espacios naturales protegidos para permitir la urbanización de este espacio, posibilidad que no queda descartada y todo depende de la voluntad de la propia comunidad autónoma y también, de la insistencia y voluntad de los promotores en mantener este conflicto con las asociaciones ecologistas. Además hay que tener en cuenta que otra de las razones que motivó la declaración de inconstitucionalidad fue la falta de planimetría y delimitación concreta de las zonas que se desprotegían, error que es fácilmente subsanable en caso de un nuevo envite para la desprotección de este ámbito.

AGUILAS PGOU-2017 Instrumentos de Desarrollo

La Ciudad sin Ley

La zona de mayor conflictividad se concentra en el entorno de barrio de la ‘Ciudad sin ley’, una zona marginal situada en la periferia del casco urbano, donde en los últimos años se han ido instalado diferentes instalaciones públicas como las sedes de Policía Local, Protección Civil o Bomberos.

El Ayuntamiento esperaba acometer actuaciones de regeneración integral en ésta y otras zonas deprimidas del municipio que incluyeran la renovación de infraestructuras y medidas de dinamización social, pero aunque han concurrido a una nueva convocatoria de los fondos comunitarios EDUSI, por 2ª vez han vuelto a «suspender»

Y aunque el TSJ anuló el pasado mes de octubre de 2016 los planes para el gran proyecto turístico proyectado en esa extensa llanura litoral de la Marina de Cope, por atender a la condición de espacio protegido de los terrenos, sigue coleando.

 

El mapa de la Corrupción en la Región de Murcia

El Caso Zerrichera es la investigación de delitos de corrupción política relacionados con corrupción urbanística en torno a la finca protegida La Zerrichera, de Águilas, Región de Murcia, España.

El proyecto urbanístico La Zerrichera fue iniciado por el Grupo Hispania, propiedad del promotor Trinitario Casanova. El proyecto incluía la construcción de 4.000 viviendas, un hotel de lujo y un campo de golf en una finca de 250 ha de la sierra de la Almenara, en Águilas. Una parte del territorio afectado está incluido en la Red Natura 2000.

José López, concejal de Águilas, y unos socios compraron parte de los terrenos de la sierra de la Almenara, de acuerdo con el promotor urbanístico Trinitario Casanova, al que se los venderían una vez recalificados.

En 2004, el ayuntamiento de Águilas recalificó la finca declarándola urbanizable, con el posterior y preceptivo visto bueno de las consejerías de Medio Ambiente y de Obras Públicas.

El proyecto fue denunciado por Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), Ecologistas en Acción y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por presuntos delitos contra el medio ambiente y prevaricación. El caso fue abierto por el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, Manuel López Bernal, el 22 .2.2007, que presentó una querella por prevaricación contra Juan Ramírez Soto, alcalde de Águilas, y un exconcejal, cuatro altos cargos de la Comunidad y un funcionario.1

Y hay sentencia de 22.12.2017. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia dictó este viernes condena de 2 años de prisión por falsedad documental y 7 años de inhabilitación por prevaricación a Antonio Alvarado, ex director general de Calidad Ambiental, 2 años de prisión por falsedad documental y 5 años de inhabilitación por prevaricación a Juan Ignacio Sánchez Gelabert, exjefe del Servicio de Calidad Ambiental, y 5 años de inhabilitación especial para cargo o empleo público por prevaricación a Encarna Muñoz Martínez, ex directora general de Medio Natural, por su responsabilidad directa en la recalificación de suelos del paraje de La Zerrichera (t.m. Águilas. Región de Murcia).

La recalificación de suelos fue impulsada por el Grupo Hispania en una finca de unas 240 has del término municipal de Águilas (La Zerrichera), y pretendía la construcción de 4.700 viviendas, hoteles y campo de golf en el interior del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de La Almenara, Moreras y Cope, afectando sensiblemente a hábitats de interés comunitario (prioritarios y no prioritarios), y especies de interés comunitario como el Águila perdicera, el Halcón peregrino, el Búho real y la Tortuga mora.

Paradójicamente, la sentencia condena finalmente a cargos intermedios de las consejerías que tramitaron la recalificación de suelos. «Ni los máximos responsables de las consejerías que aprobaron la urbanización ni el mismo expresidente de la Comunidad Autónoma, que defendió la legalidad de la misma en la cámara parlamentaria, asumieron nunca su responsabilidad en el que ha supuesto uno de los casos más emblemáticos de corrupción urbanística en el Sureste de España»

AGUILAS PGOU-2017 AREAS DE REPARTO

Hoy Aguilas, sigue sumido entre sentencias, futuros campos de golf, hoteles y hoteles, buscando el agua. El futuro sólo es posible con agua. Y al mismo tiempo luchar contra los efectos de la desertización y aprobar planes contra los riesgos (riadas) que históricamente han sufrido.Turismo con agua (aunque sea desalada).

24.305 viviendas para una población que no llega a 35.000 habitantes parecen muchas viviendas.

AGUILAS PGMO-2017 Ordenación Núcleo

«…El sector financiará los gastos de infraestructuras propias de abastecimiento, saneamiento, suministro eléctrico y red de telefonía conforme resulte de este PGMO y/o del correspondiente Plan Especial de Infraestructuras. En su caso contribuirá en la CUOTA de financiación que le corresponda, a financiar los gastos de infraestructuras de de conexión al sector que el plan establezca. Igualmente, contribuirá a la CUOTA que justificadamente le corresponda, a financiar cualquier otra actuación que se defina en el futuro en instrumentos de planeamiento y ejecución de obras y que afecte al ámbito del sector…»

Si no fuera porque es real y verdad, parecería que se ordena el territorio para sufragar los futuros costes de llevar a cabo el Plan de Ordenación futuro.

Cuando no hay demanda, ¿porqué crear oferta? Si la población decrece (o se estanca, que tanto da) y el parque de viviendas aumenta, o todos tiene vivienda y estrenan cada cierto tiempo (vivienda de reposición) o en invierno cierran una parte de la ciudad (que no se aprovecha)…

En la Región de Murcia, o no se han enterado o siguen en una burbuja propia…


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


Seguiremos analizando en próximas entregas los 350 municipios mayores de España