10 años de pruebas: 2008-2018. Capitalismo 3.0

Seguimos erráticos en la conciencia de lo territorial y no encontramos salidas a los viejos problemas, y por ende, los nuevos se acumulan: Austeridad, Precariedad, Vulnerabilidad, Resilencia, Individualismo… la Gran Recesión.

Escribía el 8.09.2018 Joaquín Estefanía bajo el título de «Diez años bastan« (en este decenio se ha producido la mayor intervención pública para salvar el capitalismo y la democracia tal y como los conocíamos) una breve crónica ilustrada con las publicaciones que han «…informado, analizado, comparado…» está época que nos ha tocado sufrir. «…No fue un accidente puntual, sino un cambio global: trajo el populismo, el autoritarismo y el Brexit…»

«El derrumbe de la globalización (2008-2018)»De cómo la crisis del 2008 condujo al Brexit, al proteccionismo y al fin de la globalización por E.V.Pita, (2016), propone una nueva interpretación de temas a cerca de la globalización, la deslocalización industrial y «…el fenómeno que comenzó en el 2008 a medida que arrancó un proceso proteccionista de los países como fórmula económica para sobrevivir a la crisis financiera y eludir la competencia foránea…» y 15 publicaciones para su comprensión.

El cambio está servido, y ahora toca reaccionar. Existen «laboratorios de práctica urbanística» en casi todas las grandes ciudades, buscando la fórmula magistral que permita sobrevivir o resistir el tsunami urbanizador. 

Pero serán las conciencias colectivas quienes han de aportar una admisible transmisión a las nuevas generaciones de un soporte y de unas herramientas que les sirvan para que «esto continue».

¿Qué tipo de problema es una ciudad? decía Jane Jacob en 1961 en «The Death and Life of Great American Cities», denunciando entre otras cuestiones, la muerte del espacio público. «La Ciudad no es un laboratorio» y  «El Urbanismo no es un experimento», plantean el gran discurso urbano desde entonces, sin haber resuelto ambas simultáneamente.

«Los cinco grandes problemas de muchas ciudades contemporáneas», escribía Anatxu Zabalbeascoa, son «la gentrificación«, «la ciudad en venta«, «el coche, un medio de transporte del pasado», «la pérdida de identidad o museificación» y «la falta de convivencia y guetificación«. Todos se suponen efectos de la globalización, o causas a su vez de la crítica a cualquier área urbana de nuestro país (al menos). 

Autoritarismos y populismos pretender responder desde posiciones casi enfrentadas a la «singularidad específica», reclamada como base de cualquier territorio y sus habitantes. Pero, mientras tanto, no hemos avanzado mucho en esta última década, o ¿si?

Participación ciudadana, herramientas de información y transparencia se posicionan como pilares del buen gobierno. Evolución y adaptación a nuevas demandas de la ciudadanía en pos de una gobernanza transversal. Coordinación y gestión como  grandes herramientas de responsabilidad en la ciudad. Y delimitación de las unidades, áreas urbanas, territorios homogéneos, unidades de paisaje ciudadano; lejos quedan ya sintaxis de barrio, distrito y otras divisiones administrativas. Los Centros Históricos mantiene su batalla y las periferias las suyas.

Retos no faltan, Sostenibilidad, eficiencia energética y movilidad-infraestructuras metropolitanas, frente a propuestas «urbanismo activista», o la alianza por «la ciudad social», es el reequilibrio entre la desigualdad territorial y la desigualdad social (todos queremos AVE, pero enterrado, no vaya a ser que segregues mi barrio de toda la vida, mi ciudad, mi aldea).

Nuevas Leyes de Urbanismo, Ordenación del Territorio y del Suelo, desde todos los ámbitos, Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas (la nacional)  Ley 12/2017, de 29 de diciembre, de urbanismo de las Illes Balears), Anteproyecto de Ley para un Urbanismo Sostenible en Andalucía, Proyecto de Ley de Ordenación Territorial y Urbanística Sostenible de Extremadura (LOTUS), Proyecto de Ley de Urbanismo y Suelo de la Comunidad de Madrid, nueva ley de ordenación territorial y urbanística de Cantabria, nueva Ley del Suelo en Canarias (Ley 4/2017, de 13 de julio, del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias), nueva Ley 13/2015, de 30 de marzo, de ordenación territorial y urbanística de la Región de Murciaen la Comunidad Valenciana, Ley 5/2018, de 6 de marzo, de la Generalitat, de la Huerta de València, que complementa la Ley 5/2014, de 25 de julio, de la Generalitat, de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, de la Comunitat Valenciana, en Cataluña, Decreto Legislativo 1/2010, de 3 de agosto, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de urbanismo, Decreto-Legislativo 1/2014, de 8 de julio, del Gobierno de Aragón, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Urbanismo de AragónDecreto Legislativo 1/2010, de 18 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Ordenación del Territorio y de la Actividad Urbanistica.

Y aquí un inciso, importante, del Preámbulo de la última Ley nacional (RRR-2013), base del nuevo espíritu institucional en materia de ordenación del territorio y planeamiento:

«…España posee actualmente, si no se reactiva la demanda, suelo capaz de acoger nuevos crecimientos urbanísticos para los próximos cuarenta y cinco años. Esta situación se agrava cuando se observa que gran parte de estos suelos se encuentran situados en entornos donde no es previsible ningún incremento de demanda en los próximos años. A ello se une el dato significativo de vivienda nueva vacía, 723.043 viviendas. Tanto a corto, como a medio plazo, será muy difícil que los sectores inmobiliario y de la construcción puedan contribuir al crecimiento de la economía española y a la generación de empleo si continúan basándose, principalmente y con carácter general, en la transformación urbanística de suelos vírgenes y en la construcción de vivienda nueva…

…No parece admitir dudas el dato de que el parque edificado español necesita intervenciones de rehabilitación y de regeneración y renovación urbanas que permitan hacer efectivo para todos, el derecho constitucional a una vivienda digna y adecuada, así como la exigencia del deber de sus propietarios de mantener los inmuebles en adecuadas condiciones de conservación. Aproximadamente el 55 % (13.759.266) de dicho parque edificado, que asciende a 25.208.622 viviendas, es anterior al año 1980 y casi el 21 % (5.226.133) cuentan con más de 50 años. El único instrumento que actualmente permite determinar el grado de conservación de los inmuebles, la Inspección Técnica de Edificios, no sólo es insuficiente para garantizar dicho objetivo, y así se pone de manifiesto desde los más diversos sectores relacionados con la edificación, sino que ni siquiera está establecido en todas las Comunidades Autónomas, ni se exige en todos los municipios españoles…»

Parece generalizado  en las nuevas leyes, anteproyecto de leyes y decretos legislativos, que ahora el «derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada» (art 47 CE-78), queda acompañado del art 45 de la CE-78, «del medio ambiente».

  1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
  2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
  3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.

Las ciudades y los territorios, ya tienen cada uno su «ser». Si eres centro Histórico, Casco Antiguo, Ensanche, Extrarradio o Periferia, han de sobrevivir a su «paisaje» asignado; por contra, el medio ambiente parece ser todo lo demás. 

El modelo territorial ya es el modelo económico, energético y medio ambiental. ¡Cuánto tiempo va a costar cambiar conciencias¡

La CE-78 obliga a los poderes públicos a promover las condiciones necesarias y a dictar las normas precisas para la utilización racional de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y del patrimonio urbano y arquitectónico, y el derecho a la vivienda. Todo ello respetando el principio de la función social de la propiedad, el justo reparto de beneficios y cargas y la participación de la comunidad en las plusvalías generadas por la acción urbanística de los entes públicos.

Por lo menos eso se decía en 1978, y sigue vigente la letra; la música ha cambiado o es que antes no tenía música.

En 2016 se dictaron un total de 975 sentencias condenatorias de las que 54 lo son por delitos contra el medio ambiente, 394 corresponden a urbanismo y ordenación del territorio, 21 sobre patrimonio histórico, 263 por delitos contra la flora y fauna, 140 por incendios forestales y 103 por malos tratos a animales domésticos. A esas cifras hay que añadir 10 sentencias condenatorias del Tribunal Supremo en 2016, de las que 6 lo son en medio ambiente, 3 en urbanismo y ordenación del territorio y 1 por incendio forestal. (de la Memoria elevada al Gobierno de SM presentada al inicio del año judicial por el Fiscal General del Estado, 2017).

Seguimos limpiando.

 

Territorios Vulnerables…

Aquí y ahora todos somos vulnerables. En todas nuestras ciudades habitan ciudadanos vulnerables. Ciudades vulnerables repletas de barrios vulnerables. Barrios vulnerables con alojamientos y actividades vulnerables. Futuros vulnerables por doquier, son territorios vulnerables.

Los contextos urbanos basados en la seguridad y la confianza ya son escasos, vivimos entre la diversidad social y el anonimato. La percepción psicológica de la ciudad esconde lo vulnerable. La «ciudad de las oportunidades» ha sido históricamente un reto de ascenso social, de oportunidades. Nuestras zonas urbanas se han llenado de indicadores sensibles. Sensibilidad ente el riesgo («beneficio igual a riesgo», dicen los mercados), las análisis de riesgos proliferan auditando toda actividad humana.

Las viejas zonas industriales contaminadas y abandonadas a su suerte (brownfields), los centros de las ciudades neo-habitadas (gentrificación) o para consumidores gourmet, los nuevos barrios residenciales encerrados entre infraestructuras de circulación y centros comerciales (malls), los parques inventados en la periferia de la ciudad moderna, la ciudad de las segregaciones (1) entre las urbanizaciones exclusivas (gated community) con vistas al campo de golf y la inmigración concentrada en áreas hiper-densificadas, el derroche y el despilfarro de recursos, la invasión contaminante del vehículo, la contaminación constante, visual, acústica, el tsunami urbanizador e insostenible…Y añadimos una nueva matriz globa-localizada, las TIC y el mercado financiero. Es el territorio de redes («the world city network») (2), la ya avanzada cultura de las ciudades en la era de la información (3)

Todas estas situaciones sólo comparten el soporte, el territorio (lo biofísico), y las actores, los ciudadanos. Estudian el primero, las estrategias urbanas, la planificación, la geografía y las ciencias del territorio y el urbanismo. Estudian lo segundo, la sociología, la psicología, las ciencias sociales. Para regular tenemos las normas, las leyes. La ciencia y la información son los instrumentos que necesitamos para conocer la realidad, y actuar. Sí, actuar. Nuestras tecnologías tan desarrolladas han de servirnos para la seguridad y la confianza, para la vida ciudadana, para la actividad ciudadana.

«…El territorio es la base física de un mercado inmobiliario basado en una lógica de crecimiento disperso, de forma que la ocupación defragmentada de espacios asilados y alejados de las áreas urbanas responde a una lógica de inversiones que basa su rentabilidad en el bajo coste del suelo. El problema no es sólo la cantidad de suelo que se consume con la vivienda sino el incremento exponencial de consumo de energía, infraestructuras y zonas comerciales y recreativas derivado de este modelo expansivo. Además esta burbuja inmobiliaria ha producido poca ciudad y sí muchas operaciones inmobiliarias, a una escala nueva que ha cambiado radicalmente la forma de construir el territorio.»  (4)

Y nos empeñamos en conocer, inventariar, denunciar, proponer, criticar, y finalmente …olvidar.

«Smart cities» o «RRR» (Re-habilitar, Re-generar, Re-novación, Re-ciclar, Re-utilizar, Re-usar, Re-formar). Ciudadanos inteligentes o gestores de lo público. Insatisfacción y crítica. Inteligencia in-formada. La información a disposición, veraz, completa, abierta.

Ciudades en el territorio, y territorio. No todo es ciudad urbana. El grado de urbanización del territorio no implica exclusivamente la ciudad. El primer nivel de territorio vulnerable no es el urbano. Abandonamos el campo, lo rural, las ruinas de nuestros pueblos en cualquier territorio; los pueblos abandonados lo han sido por la ley natural del paso del tiempo y la esperanza de una mejor calidad de vida en la ciudad basada en la seguridad y la confianza (paradoja urbana). Sobre las viejas ruinas construiremos siempre. El abandono es una actitud, urbana y rural, ciudadana. Cuando nos sentimos vulnerables anhelamos y buscamos espacios de seguridad y confianza en el campo. La condición social de exclusión/inclusión implica una relación con el territorio, lo social y lo territorial queramos o no van siempre unidos, porque aspiramos al acceso a los servicios (públicos) y a la conquista de la equidad social.

Las personas y las ciudades mutan en el tiempo. La última mutación ha sido fruto de una crisis del modelo social y financiero, como todas las crisis. “La crisis actual es más una crisis urbana que nunca” (5). Cuidemos la ciudad existente o inventemos una ciudad ideal futura. Mantener o crear, pues mantener y crear. Oferta y demanda, población y economía. Es una tensión eterna entre lo necesario y lo posible. Garantes de un patrimonio, de una transmisión generacional, cada generación propone una serie de verdades irrefutables de las que hace bandera. Y nuestras últimas banderas defienden mal, muy mal el territorio heredado, y en peores condiciones se transmitirá.

¿Qué valoramos del territorio?. El aprovechamiento, la necesidad, el rendimiento, el paisaje, …lo epicúreo o lo apolíneo…

Nuestras ciudades, grandes, medianas y pequeñas, se analizaron con criterios de vulnerabilidad urbana en dos fantásticos trabajos en el año 2009 «Análisis Urbanístico de Barrios Vulnerables«, y «Atlas de la Vulnerabilidad Urbana«, y quienes sentimos preocupación por «nuestro Territorio» deseamos conocer la realidad cambiante en los ya 5 años pasados desde entonces. Pocos ejercicios independientes salen a la luz pública, ¿qué hay nuevo?, la información actualizada a disposición, veraz, completa, abierta. Basta superponer en un mapa las áreas y barrios vulnerables y los sectores urbanísticos en marcha mayores de 1.000 viviendas, …agua y aceite.

Superposición de Barrios y Areas Vulnerables (2009) y Sectores Urbanísticos en marcha mayores de 1000 viviendas (2010)

Superposición de Barrios y Areas Vulnerables (2009) y Sectores Urbanísticos residenciales > 1.000 viviendas (2010) por http://www.otropunto.es

Los recursos siempre son limitados. La ciudad nace de los intereses por rentabilizar recursos para la seguridad y la confianza; se desarrolla para relacionarse, mercadear, intercambiar, comerciar; necesita infraestructuras, energías. Hemos de convivir con las infraestructuras, con las necesarias, el resto es despilfarro. O financiarización neoliberal del territorio, o mercantilización del desarrollo urbano o el negocio del territorio y las infraestructuras como creadoras del modelo de ciudad. (6)

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El recién publicado «Atlas de la Crisis» Impactos socioeconómicos y territorios vulnerables en España, (7), del profesor Ricardo Méndez, resume una serie de artículos previos en torno a la reciente crisis y nos identifica mediante indicadores los efectos territorializados provocados por un modelo de crecimiento concreto, («…políticas de austeridad de inspiración neoliberal y perfil conservador…»), el hipercapitalismo y la ciudad neoliberal,  («…la generalización de formas de gobernanza público-privada dominadas por una visión empresarialista y competitiva del desarrollo urbano, como en el incremento de la polarización social, la segmentación territorial, la privatización de espacios públicos o el progresivo abandono del planeamiento urbanístico en beneficio de una producción del espacio urbano dominada por criterios de mercado…»).

Sin duda, la academia habla. ¿Alguien escucha?

  1. SECCHI, Bernardo. (2015), «La ciudad de los ricos y la ciudad de los pobres». Madrid. Catarata.
  2. TAYLOR, P. J. (2004), «World City Network. A Global Urban Analysis». London, Routledge.
  3. CASTELLS, M. (2001), «La sociología urbana en el SigloXXI», SUSSER, I. (ed.), La
    sociología urbana de Manuel Castells. Madrid, Alianza Editorial.
  4. CONCHEIRO GUISAN, Isabel (2014), «Interrupted Spain. Los paisajes especulativos de la burbuja inmobiliaria». En el XII Coloquio y Trabajos de Campo del Grupo de Geografía Urbana. AGE. Territorios inconclusos y sociedades rotas, pp. 5-6.
  5. HARVEY (2014), “Las raíces urbanas de las crisis financieras: reclamar la ciudad para la lucha anticapitalista. En M. Belil; J. Borja y M. Corti (eds.). Ciudades, una ecuación imposible. Barcelona, Icaria.
  6. HERCE, Manuel (2013), «El negocio del territorio: evolución y perspectivas de la ciudad moderna». Madrid. Alianza.
  7. MENDEZ Gutiérrez del Valle, Ricardo; Abad, L.D. y Echaves, C.(2015), «Atlas de la crisis. Impactos socioeconómicos y territorios vulnerables en España». Valencia, Tirant lo Blanch.