Estos gráficos representan el Parque Residencial de PALENCIA.
Son los Bienes Inmuebles, de uso Vivienda, matriculados a 1.1.2015 en el Catastro, clasificados según tamaño y fecha de inscripción.
Cada barra horizontal representa una década, siendo la más antigua la superior (1920-1929) y la más moderna la inferior (2010-2014).
Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).
La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto para la obtención de la Demanda Latente de Vivienda (la demanda latente: la configuran personas que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo) son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de viviendas que constituyen la demanda encubierta de una zona y que se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores pero que todavía no han constituido un hogar.
Son datos fríos, sin cocinar.
Información para la toma de decisiones.
Información para el conocimiento.
El municipio de Palencia cuenta con una superficie de 94,71 km2, estando su población próxima a los 80.000 habitantes, los cuales residen de forma casi exclusiva en la ciudad de Palencia. Ésta se encuentra situada en el fondo de la depresión que conforma el río Carrión, el cual en su discurrir hacia el río Pisuerga atraviesa el casco urbano. A ambos lados del río y delimitando el término municipal aparecen los cerros que coronan en la meseta castellana constituyendo los puntos de mayor altitud del municipio.
El término municipal de Palencia se encuentra situado en la llamada Cuenca del río Duero, la cual limita al norte con la Cordillera Cantábrica, al este con las serranías Iberico-Sorianas, al sur con el Sistema Central y al suroeste con las penillanuras Zamorano-salmantinas.
Palencia cuenta con hoy 34.532 viviendas de las cuales un escaso 10,7% (3.684) son unifamiliares. Su suelo urbano representa el 8,65% de su municipio (821 ha), con una reserva para el suelo urbanizable (delimitado residencial otro 3,62% y no delimitado residencial otro 2,33%), protegiendo el 79,2% en suelo rústico (9,495 ha).

Area Urbana de Palencia y su alfoz
La Palencia medieval hunde sus raíces en el mundo vacceo y romano. En época visigoda fue sede de un obispado, restaurado efímeramente en el siglo X y de forma definitiva en 1033. Fue entonces cuando el obispo se convirtió en señor de la ciudad, lo que originó numerosos conflictos con sus habitantes desde inicios del siglo XII. Por otra parte, el señorío episcopal está en la base de su prosperidad económica, al concentrar las rentas de su amplio dominio y las tercias decimales de la diócesis; lo que daba al obispo y clero catedralicio un gran poder de consumo.
En el siglo V invasiones de Suevos y Vándalos destruyen todo vestigio cultural anterior. En el 455 Teodorico, caudillo visigodo, derrota a las tropas suevas en Astorga poco después de entrar éstas en Palencia. Son de esta época los asentamientos en Tierra de Campos, denominados entonces “Campos Góticos”, que se extienden hasta Toledo. Con la conversión de Recadero al Catolicismo en el año 586 y siendo ésta la religión oficial, se define territorialmente la Diócesis de Palencia. De la mano de sus obispos, Conancio y posteriormente Ascario, a mediados del siglo VII, Palencia vive una época de esplendor: es cuando se construye la cripta visigótica de San Antolín. En el 711 con la invasión musulmana, Palencia sucumbe ante las tropas de Muza. Pero son los años de plagas y epidemias en los que diezmaron la población con más dureza que las propias confrontaciones bélicas. La despoblación facilitó la Reconquista por parte de Alfonso I. Documentados están el fuero de Brañosera en el 824 y la repoblación de Dueñas con Alfonso III. Aunque las tierras palentinas siguen sufriendo intermitentes invasiones moras; es en el Año 1000 cuando Almanzor arrasa Carrión de los Condes y posteriormente saquea Palencia. Sancho III el Mayor, Rey de Navarra, reconstruye la ciudad e instaura la Sede Episcopal. En el siglo XI durante el Episcopado de Don Miro se construye una iglesia dedicada a San Miguel, sobre la que un siglo más tarde se levantará el actual templo. Iglesia que se cuenta, fue donde contrajo matrimonio el Cid hacia 1074, aunque no se puede afirmar históricamente.
El mercado, documentado desde fines del siglo XI, y la feria de San Antolín (anterior a 1154), son la base de su prosperidad mercantil, acompañada de un importante artesanado. En 1296 se estableció una segunda feria en Cuaresma114. Ese mismo año Fernando IV donaba al concejo los lugares de Dueñas, Ampudia y Tariego, si podía tomarlos; pero sólo tuvo efecto en el caso de Tariego. En realidad el concejo de la ciudad no tenía un alfoz propio, si bien el señorío catedralicio en torno a ella funcionaba como su espacio económico preferente; tan solo el monte de Palencia, comprado a fines del siglo XII, era compartido con el cabildo. Los sucesivos fueros de la ciudad (1180, 1256) responden a los conflictos entre el obispo y el concejo, que prosiguieron hasta época de los Reyes Católicos, quienes en 1483 nombraron un corregidor que recortaba las atribuciones del obispo sin suprimir su señorío. Estos conflictos giran en torno a la justicia de la ciudad, en la que se instaló el regimiento en 1352, y a la fiscalidad municipal, en especial en lo referente a los excusados del obispo y cabildo.
Los estudios sobre el desarrollo urbano de Palencia indican como primer núcleo el barrio de San Antolín, surgido en torno a la catedral en el siglo XI. Allí se encontraba el hospital de San Antolín, el “mercado viejo” al norte, el alcázar y palacio del obispo, las casas de los canónigos…, a fin de cuentas, un núcleo típicamente episcopal, probablemente cercado o amurallado en algún momento, que dominaba el paso del río por el Puente Mayor. Al norte del mismo se habla ya a fines del XI de un nuevo barrio, definido por su iglesia, San Pedro de Población. Un segundo núcleo urbano surge al sur, en torno a la iglesia de San Miguel (documentada en 1100), unida a la plaza de la catedral por la “Rúa”, una calle rectilínea, paralela al río, con tiendas, que se prolonga hasta un nuevo espacio de mercado, extramuros. El crecimiento de la ciudad se pone de manifiesto en la aparición de nuevos barrios.
El mejor conocido es de La Puebla, al sureste, levanto en 1165 sobre una serna que el cabildo tenía cerca de la Puerta de Burgos. Cada poblador recibió media aranzada de tierra para construir su casa y tener, huerto y corral, con la condición de tenerlo poblado. A mediados del siglo XIII se menciona ya el Barrio Nuevo al este, el de Medina entre San Miguel y el río Carrión, el de Santa Marina al norte; entre el barrio de San Antolín y el río se localizaban las tenerías. Al otro lado del río había varias iglesias, y el barrio de los judíos. A mediados del siglo XII Palencia ya contaba con una cerca que englobaba los barrios de San Antolín y San Miguel, juntos o separados.
Su situación fronteriza durante la división de reinos, llevó a una nueva construcción de las murallas hacia 1190-1192. A mediados del siglo XV la ciudad tenía 14 puertas y postigos, algunas de las cuales habían quedado intramuros al englobarse nuevos espacios, como el Barrio de la Puebla.
Durante el reinado de Alfonso VIII (1158-1214), y siendo Obispo Tello Téllez de Meneses, Palencia vive el momento de máximo esplendor de toda su historia. En 1188 nace en Palencia Blanca de Castilla, hija de Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet, quien posteriormente se convirtió en reina de Francia, por su matrimonio con Luis VIII. Se otorgan asimismo fueros a la ciudad, se instituye el primer concejo libre y en 1212 se establecen los Studium Generale, que son el origen de la primera Universidad de España, y que convirtieron a Palencia en un foco cultural de primer orden.
Así en 1219 consagra el nuevo templo catedralicio de estilo románico y predecesor del actual. Son también de esta época la fundación de los conventos de dominicos de San Pablo a petición de Santo Domingo de Guzmán y los Franciscanos.
En época de Alfonso X se produce gran inestabilidad tanto económica como de poder. Durante la minoría de edad de Alfonso XI estas pugnas llegan a su punto álgido con la disputa de la tutoría del menor. Palencia muestra su apoyo a doña Mª de Molina, lo que posteriormente le supondrá la concesión de algunos privilegios. Durante la guerra civil entre Pedro I y Enrique de Trastámara (1351-1369) esta tierra queda desolada hasta la invasión de Juan de Gante, Duque de Lancaster, al frente de tropas inglesas en 1387. Cuenta la leyenda que el Duque se presentó ante la muralla palentina cuando los hombres se encontraban en campañas militares en Portugal y las mujeres impidieron su entrada e invasión de la ciudad. Esta acción motivó supuestamente que Juan I concediese a las mujeres de Palencia el privilegio de llevar bandas doradas como lo hacían los hombres.
En 1388 tuvo lugar en la catedral de Palencia un acto de gran relevancia histórica: el matrimonio entre Enrique III de Castilla y Catalina de Lancaster. A Enrique le fue otorgado el título de príncipe de Asturias, siendo desde entonces dicho título usado por el heredero de la corona castellana y, posteriormente, por el heredero de la corona española. Además, este enlace puso fin al conflicto dinástico entre los descendientes de Pedro I de Castilla y Enrique II de Castilla, afianzándose la Casa de Trastámara, y estableciendo la paz entre Inglaterra y la Corona de Castilla.

1852 Palencia
Con los Reyes Católicos la sede episcopal de Palencia la ocupan importantes personalidades como el Obispo Fonseca. En un afán de control de la ciudad por parte de los reyes, convierte a Palencia en “Cabecera de la Hermandad de Campos”. El aumento de poder por parte de los obispos hace de éstos unos cortesanos que no residen en la sede palentina lo que, unido a la incesantes peticiones de ayuda económica de Carlos I, provoca el levantamiento de las Comunidades. Sometidos y juzgados los Comuneros, Palencia se convierte en lugar de visita frecuente del rey Carlos I, huyendo de la epidemia de peste que asolaba Valladolid, transformando la ciudad en esta ocasión en importante foco político. Durante el reinado de Felipe II Palencia pierde importancia frente a Valladolid, donde residen los obispos. Clemente VIII desmembra la Diócesis de Palencia, que deja de ser centro de decisión, aunque no deja de tener una importante presencia eclesiástica, y es ahora en el siglo XVI con los favores de los obispos, cuando se efectúan obras de ampliación de la Catedral y se configura urbanísticamente la ciudad. Se inicia la construcción del Palacio Episcopal y, a falta de palacios nobiliares, como la Casa del Cordón, se construyen iglesias como Santa Marina o la Compañía y conventos de Dominicos, Carmelitas y Agustinas Canónigas y Recoletas. Palencia se configura como ciudad eclesiástica y conventual. En 1581 se amplía la Muralla hacia el Oeste y se abre la Puerta de San Juan, en el extremo Norte de la Calle Mejorada (Calle Mayor).

1875 Palencia
En el S. XVIII Palencia se recupera de la atonía que supuso el siglo anterior, pero su situación en el conjunto de la Península ha empeorado, con una estructura económica desfasada y una agricultura tradicional que sume al pueblo en la pobreza. En 1751 se comienza la construcción del Canal de Castilla por Carlos III y se termina en 1849.

1910 Palencia
En el siglo XIX la invasión francesa obliga a alojar a las tropas napoleónicas en nuestra ciudad, que no ofrece ninguna resistencia. La desamortización de Mendizábal acaba con la estructura conventual de la ciudad y beneficia a la burguesía comercial e industrial. Terratenientes, fabricantes de harina y mantas se enriquecen durante las guerras Mundial y Civil, aprovisionando a las tropas. La pujante burguesía promoverá cambios en la ciudad con la construcción de edificios importantes en la Calle Don Sancho, Calle Mayor y su cruce en Cuatro Cantones. Desaparecen las murallas y se construyen los jardines del Salón, Jardinillos, etc. Estas actuaciones determinan la Palencia moderna. Una ciudad de servicios con alrededor de 80.000 habitantes que se estructura en torno a dos grandes ejes: el río Carrión y el ferrocarril. Su situación como enclave de comunicaciones ha definido su actual estructura.

1949 Palencia
La ciudad, en 1949, comenzaba a dar las primeras muestras de reactivación de la actividad urbanística, y aún cuando el espacio urbano se ceñía, prácticamente, al casco histórico, se constata el despegue de distintas iniciativas residenciales, la reciente ocupación industrial y la expansión, en conjunto, del tejido urbano.
Los primeros crecimientos de Palencia tienen su origen en los 50′ con la migración del campo a la ciudad, de aquel entonces aún queda un parque de 3.012 viviendas (8,7% del total), y en los 60′ en torno a la fábrica de Armas, y desde entonces a ritmo de entre 500-600 viviendas por año.
El modelo de ciudad consolidada es una estructura lineal con centro en su Centro Histórico. El crecimiento norte-sur se impuso por límites físicos del Río Carrión, el ferrocarril y el Canal de Castilla, superados ya por barrios como El Cristo o La Estación y en los 70′ nuevos barrios (Pan y Guindas, Eras del Bosque).
El Plan General 1975 de Palencia fue aprobado definitivamente por el Ministerio de la Vivienda (hoy Ministerio de Obras Públicas, Urbanismo) por Orden de fecha 6.5.1974, y se redactó al amparo de lo dispuesto en la Ley del Suelo de 12.5.1956, en cuyo art. 37 establecía que sería revisado cada 15 años. Esta prescripción fue de aplicación al Plan de Palencia por ser anterior a la Ley de Reforma de la Ley del Suelo de 12.5.1975, aunque estuviera superada por la existencia de un plazo más inmediato, el de 6 años, que para la adaptación fijaba como máximo la disposición transitoria primera.
Los problemas urbanísticos de carácter básico que presentaba el municipio de Palencia antes de la aprobación del PGOU-1975 eran la carencia de un modelo general de desarrollo urbano, la inadecuación funcional entre el carácter de nudo fundamental de comunicaciones que presenta la ciudad de Palencia y las características que definen el actual sistema viario y ferroviario y la existencia de «dos Palencias» segregadas y desintegradas al este y al oeste del actual trazado ferroviario, que constituía, ya entonces, una auténtica barrera infranqueable para un adecuado desarrollo urbano, las existencia de áreas urbanas y semiurbanas con insuficiente estructura urbanística, la inexistencia de una ordenación urbanistica adecuada para las áreas del término municipal con interés medioambiental o bio-ecológico, el incremento del precio de mercado de la vivienda, tanto en alquiler como en adquisición, con la consecuencia de un significativo desequilibrio entre la oferta y la demanda en el segmento de menor renta de esta última, la disfuncionalidad del modelo de asentamiento industrial que ofrece hoy la ciudad, la carencia de una ordenación urbanística adecuada para satisfacer la demanda de ocio en general y de segunda residencia en particular.
Las circunstancias que rodearon, caracterizaban y explicaban este conjunto de problemas básicos eran las siguientes: la actual ciudad de Palencia se extiende linealmente entre dos barreras existentes, una natural constituida por el río Carrión y otra artificial representada por las instalaciones ferroviarias. La ordenación que establecía el Plan no respondía a un modelo de utilización del suelo a largo plazo, y carecía de una estructura general y orgánica para la colonización del territorio, basada en una adecuada definición de los sistemas generales.
El Plan General de Palencia 1975, aprobado definitivamente el 6.5.1974, quedó obsoleto, habiéndose retrasado en demasía su revisión y adaptación a los planteamientos de la Ley de Reforma de la Ley del Suelo de 1975 y por supuesto tampoco estaba adaptado a las determinaciones de la Ley 8/1990.
La ciudad de Palencia constituía un importante nudo de carreteras. Confluían en la ciudad o en sus inmediaciones; con un carácter radial hasta 9 carreteras y 7 puntos de acceso a la ciudad y un importante tráfico de paso. Frente a esta circunstancia, Palencia no disponía de una adecuada solución de anillos de circunvalación que permitierancanalizar el tráfico de paso. Al Este de la ciudad existía construído un tramo de lo que se podría denominar primer cinturón, que presentaba más carácter de vía urbana -eje de desarrollo- que de anillo de circunvalación, aunque en parte estuviera cumpliendo esa función. Previsto con este carácter de vía urbana permitirá enlazar los accesos radiales de las carreteras E-80 (Valladolid-Madrid) ; N-620 (Burgos) ; N-617 (Astudillo-Castrojeriz) y N-611 (Reinosa-Santander), con una solución que puede considerarse como provisional y válida sólo a corto plazo. Una vez ejecutado en su totalidad el segundo cinturón, el primer anillo de circunvalación adquirirá definitivamente su carácter urbano, agudizándose entonces el problema que ya presentaa, por no constituir un anillo completo que dejaba sin enlazar adecuadamente los bordes de las áreas situadas al Norte, Oeste y Sur-Oeste de la ciudad.
Por otra parte, el trazado ferroviario español a su paso por Palencia constituía también un importante nudo de comunicaciones que afectaba sustancialmente a la ciudad. En Palencia tenía lugar la división de la línea ferroviaria procedente de Venta de Baños, Valladolid y Madrid en dos; la primera hacia León, la Coruña y Oviedo, y la segunda hacia Reinasa y Santander. Además, en la cercana localidad de Venta de Baños se produce la desviación hacia Burgos e Irún, estando en construcción el tramo de Magaz a Palencia para conectar directamente ésta última con dicha desviación.
Este nudo ferroviario generaba entonces un tráfico diario de 124 trenes, buena parte de ellos de mercancías, que pasaban por la ciudad en diversas direcciones, constituyendo un problema básico en sí por el impacto y condicionamiento que producía sobre el territorio, además de por el peligro que el fuerte tráfico y las citadas mercancías podían suponer.
El trazado ferroviario existente, que recorría longitudinalmente la ciudad a l0 largo de aproximadamente 3 km, por su eje central, constituía una barrera física no natural que, al estar salvada a distinto nivel sólo en 3 puntos, presentaba un carácter de barrera infranqueable para un desarrollo urbano adecuado y equilibrado de la ciudad. Esta circunstancia incidía negativamente en el conjunto de la ciudad así como en determinadas áreas de la misma.
Por otra parte, esta realídad suponía que las áreas urbanas al Norte y Este del ferrocarril se encuentraban en cierta medida desestructuradas y sin la adecuada integración en el conjunto de la ciudad. Además, el hecho de no haberse producido un desarrollo urbano bien estructurado y equilibrado en esta dirección permitió y ayudó a que aumentara la «presión» sobre las áreas de mayor valor ecológico, existentes sobre y allende las márgenes del río Carrión, contribuyendo a incrementar otro de los problemas básicos que presentaba Palencia. Son precisamente los barrios más periféricos y desconectados con el centro de la ciudad -buena parte de ellos por estar situados al Nordeste del trazado ferroviario- los que presentan un claro déficit de estructura urbanística, cuya resolución se pretendía dar en el nuevo Plan General 1975. Destacaban al respecto los barrios del Cristo, las Américas, San Antonio y Tercero de Cuarteles.
En la misma circunstancia, aunque no con déficit sino con carencia absoluta de estructura, se encuentraban las áreas de edificación dispersa, existentes al norte del barrio de San Antonio, y allende el río Carrión, cuya reordenación se pretendía en el Plan General con el tratamiento de conjunto y por sectores.
En el término municipal de Palencia existían áreas que presentaban un notable valor intrínseco, por diversas razones, y que no disponían de un adecuado tratamiento en el planteamiento vigente. Se trataba de un conjunto de zonas que presentaban interesantes condiciones paisajísticas, medioambientales, naturales o bioecológicas que demandaban un selectivo tratamiento urbanístico entonces inexistente, así el río Carrión y su vega y la zona arbolada del Sotillo, el Canal de Castilla, con sus caminos de sirga, sus praderas y construcciones, la Acequia de Palencia, el Cordel de merinas y los caminos rurales existentes, el Monte El Viejo y elementos singulares, como los cerros del otero y San Juanillo.
Existía especial unanimidad en Palencia respecto de la necesidad de otorgar la máxima protección al Monte el Viejo, el Canal de Castilla y la Acequia, y en general a los caminos rurales existentes, en condiciones de compatibilidad con un uso razonable de estas áreas para actividades públicas de ocio.
Los sucesivos planes de alineaciones (1951) y de ordenación urbana (1956, 1974, 1992 y 2008) han sido la agenda urbanística para resolver de los procesos y las formas del crecimiento residencial y los hitos de la singularidad urbana, referidos a cuatro componentes como son la renovación del centro histórico, las expansiones de suelo industrial, el tratamiento de la margen derecha del Carrión y la reforma ferroviaria siempre pendiente.
En primer término, el de los años 50′, 60′ y 70′, fue un período caracterizado por claros problemas urbanos de segregación social de barrios, la llegada de inmigración rural de la misma provincia, la mala calidad de buena parte de la vivienda de promoción oficial, la ausencia de equipamientos en los espacios residenciales de borde y la renovación sin más del centro histórico. En segundo término, con mayores o menores aciertos y problemas, el periodo más reciente se encuentra caracterizado por las extensiones de polígonos residenciales e industriales y de urbanizaciones periféricas, la construcción de nuevas infraestructuras viarias del cinturón y accesos, los programas de rehabilitación y remodelación de la ciudad antigua. Todo ello en el nuevo marco institucional de ayuntamientos democráticos y de nueva Administración autonómica y europea, acompasado aquí por el “efecto de proximidad” de la ciudad de Valladolid en la implantación cercana a la ciudad de FASA-Renault o las migraciones pendulares del corredor Valladolid-Palencia, además de los continuados esfuerzos locales por hacer frente al soterramiento del borde del ferrocarril.
El expediente de Revisión y adaptación del PGOU de Palencia 1992 se inicia con la aprobación del Avance por el Pleno municipal en sesión celebrada el 8.2.1990. publicándose el correspondiente anuncio en el Diario Palentino Alerta, Norte de Castilla y «Boletín Oficial de la Provincia» de 14 de febrero.

2008 PGOU Palencia
El instrumento de “Ordenación Integral”, el Plan General de Ordenación Urbana de Palencia, PGOU/2008, vigente desde el 16.10.2008. Se complementa con las modificaciones aprobadas desde su entrada en vigor. El documento de Plan General-2008 fue aprobado provisionalmente, con fecha 7.5.2007, tras ser remitido a la Consejería de Fomento para su tramitación y aprobación definitiva.
El modelo de ciudad que se propone en la Revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Palencia trata de garantizar una ciudad estructurada y equipada; se planifica el municipio a largo plazo, teniendo en cuenta que la incorporación de todos los suelos afectados por la propuesta y la ejecución de las infraestructuras previstas no se van a consolidar de forma inmediata en los próximos años.
La ciudad existente. Partimos de una ciudad consolidada, que presenta una estructura básicamente lineal, en cuyo punto central se desarrolla el Centro Histórico. El desarrollo de la ciudad se ha visto mediatizado durante décadas por los límites físicos del Río Carrión y el ferrocarril, que con trazados sensiblemente paralelos impusieron el crecimiento lineal de Palencia en dirección norte sur. El ferrocarril es superado, primero tímidamente con los barrios del Cristo y la Estación, así como con el asentamiento de los primeros polígonos industriales. Este salto se refuerza, en la década de los 70′, con los barrios residenciales de Pan y Guindas y Eras del Bosque, que toman como limite el trazado de la C/ de Andalucía, conocida en sus orígenes como la primera variante o circunvalación.
La C/ de Andalucía nació, efectivamente, con vocación de constituirse en la variante de la ciudad, que pretendía enlazar las carreteras de Madrid, Santander y León. Una visión excesivamente a corto plazo, y la imposibilidad de atravesar el barrio ya consolidado del Cristo, hicieron que esta “carretera” se viera reducida a una vía urbana de borde, que sin embargo sirvió como límite de contención para los crecimientos urbanos durante años.
Así, la consolidación de usos urbanos residenciales e industriales al otro lado del ferrocarril, los primeros en el Cristo y la Estación, y los segundos en el polígono de Nuestra Señora de los Ángeles, no presuponía la conjunción de ambos usos, que se hace efectiva una vez construido el barrio de Pan y Guindas. Sin embargo, la directa conexión de los usos industriales y residenciales vuelve a producirse al otro lado de la C/ de Andalucía, a uno y otro lado de la prolongación de la Av. De Cataluña, aunque esta vez el Plan Parcial de los respectivos polígonos: industrial (Polígono de Villalobón), y residencial (Sector 8), han previsto la consolidación de espacios libres y deportivos públicos en las zonas limítrofes.
En la actualidad, el modelo de crecimiento dominante mantiene la dirección norte sur, aunque el crecimiento transversal se ha reforzado, al este con el polígono industrial de Villalobón y el futuro desarrollo residencial del sector 8, y al suroeste con los desarrollos residenciales de los sectores S-11 y S-12; estos sectores, junto con el sector 13, llegan a ocupar todo el suelo que queda libre en la margen izquierda hasta el curso del río Carrión. También en los últimos años se han ejecutado operaciones residenciales puntuales al otro lado del Río, desarrollando las previsiones del vigente Plan General, que preveía crecimientos aislados sin conexión alguna con la trama urbana de la ciudad. Nos encontramos con tres enclaves diferenciados: El enclave que se desarrolla junto a la Iglesia de Santa Ana, entre ésta y el puente de los Canónigos, El barrio que se desarrolla a uno y otro lado de la Carretera de Viñalta y El barrio de Eras del Rosal.
Estos tres enclaves, que constituyen asentamientos aislados sin ninguna relación estructural con la ciudad que se desarrolla al otro lado del río, y sin ninguna relación entre ellos, carecen de todo tipo de equipamientos y servicios, presentando además graves problemas de conexión viaria con el resto de la ciudad, basculando todos los movimientos de tráfico rodado sobre el puente Mayor, y prácticamente todos los movimientos peatonales, aunque estos se amplían con el itinerario a través del Puente de los Canónigos y su prolongación por Puentecillas.
La ciudad heredada presenta además problemas de estructuración de los barrios del Cristo y San Antonio. El barrio del Cristo, que en los últimos años ha tenido desarrollos de completación hacia el noroeste con tipologías de bloque abierto de densidades medias, presenta un claro aislamiento con el resto de la ciudad, a la que se une casi exclusivamente a través del Paseo del Otero y el Paseo de Victorio Macho, ambas calles confluyen en el mismo punto, frente a la Estación, al otro lado de las vías del tren, y su conexión con la ciudad se realiza a través de un paso subterráneo a desnivel.
El otro punto de conexión lo constituye la prolongación del Camino de la Miranda, que se une a la ciudad a través de un paso a nivel sobre el ferrocarril: paso de las siete paradas.
El barrio de San Antonio, por su parte, se caracteriza por su desarrollo lineal, que tiene como límites el río y el ferrocarril. Este barrio carece de identidad propia y su relación con el resto de la ciudad bascula exclusivamente sobre la Avenida de Asturias, cuya confluencia, con la primera Ronda viaria (Avenida de Simón Nieto), presenta fuertes conflictos, al constituir además una de las entradas principales de la ciudad desde la carretera de León y de toda la zona noroeste provincial.
En los últimos años se han realizado obras de infraestructura viaria de gran entidad que tienen una indudable repercusión para la definición del modelo de crecimiento: Duplicación de calzada de la carretera N-610 (a León) que constituye además la variante de la ciudad, Nuevo trazado de la N-611 a Santander, al este del término municipal.
El modelo propuesto. La propuesta de ordenación apuesta en primer lugar por la estructuración y conexión de las distintas partes de la ciudad; los nuevos crecimientos favorecen y refuerzan este principio, completando los vacíos existentes y reforzando las estructuras aisladas contribuyendo a su plena integración con la estructura global. En la delimitación de los nuevos ámbitos a incorporar al proceso urbano se han respetado las áreas próximas a la ciudad con valores significativos en sus cualidades naturales y, o productivas, preservándolas y protegiéndolas frente a otras zonas del municipio. En este sentido se han identificado y protegido los terrenos de calidad agrícola, los terrenos ocupados por los cauces naturales, sus riberas y márgenes, los terrenos con valores medio ambientales, y los terrenos con valores paisajísticos. Se significa de forma especial el espacio natural que ocupa el Monte Viejo en el extremo sur del término en la parte alta de la meseta, así como las cuestas y laderas que dan paso a la vega del Río Carrión donde se asienta la ciudad de Palencia.

red viaria infraterritorial -PGOU Palencia
La ordenación propuesta establece un nuevo esquema viario que racionaliza y completa el existente. La liberación de los terrenos que hoy ocupan las vías del ferrocarril consolidarán un eje viario de gran importancia, como distribuidor hacia otras partes de la ciudad y como eje vertebrador de barrios y enclaves urbanos separados en la actualidad física y funcionalmente.
Esta actuación supone realmente la oportunidad de renovar una parte importante de la ciudad, conectando e integrando, de hecho, barrios que respondieron a necesidades y periodos históricos diferenciados, a los que se incorpora al área central de la ciudad.
Se plantea la prolongación de viarios urbanos estructurantes existentes, completando el trazado de una ronda que se adentra en la ciudad consolidada hasta envolver los nuevos crecimientos.
Se prolonga la Avenida Comunidad Europea, que rodeando el cerro del Otero, y envolviendo el barrio del Cristo se dirige hacia el barrio de San Antonio, cruzando el río Carrión en el punto que cruzaba el ramal secundario del ferrocarril, cruza la antigua carretera de León y sigue un trazado sensiblemente paralelo al río, dotando de una conexión efectiva a los distintos enclaves que se desarrollan en la margen derecha del río Carrión, a la vez que sirve para reconducir los tráficos interurbanos evitando el cruce de la ciudad.
Este viario sigue hasta la carretera de Villamuriel, desembocando en el puente sobre el río de Nicolás Castellanos, y siguiendo por el Paseo de la Julia llega a enlazar con la C/ Andalucía en el cruce de la Av. de Madrid. Se ha completado la ronda, a partir de la estimación de un gran número de alegaciones, al margen de criterios de funcionalidad, prolongándose en dirección sur para enlazar saltando nuevamente el Río con la prolongación de la C/ Andalucía frente a los terrenos de la antigua Yutera hoy Universidad.
El trazado de la ronda superior nos ayuda a definir el límite de los desarrollos residenciales al norte; al este se prolongan los nuevos desarrollos hasta el trazado de la Variante. Saltan la ronda tanto los nuevos suelos residenciales como industriales, previendo desde el planeamiento una separación efectiva entre ambos usos mediante el reforzamiento de una gran bolsa dotacional con espacios verdes, deportivos y de equipamientos.
Los distintos tejidos urbanos se articulan entre sí a través de dos parques verdes lineales: el Parque del Río y el Parque del Cerro del Otero que recorren la ciudad de norte a sur. Los nuevos desarrollos industriales previstos se prolongan al otro lado de la variante, aprovechando la posición estratégica que le confiere el cruce de dos carreteras nacionales, hacia León y hacia Santander.
Al sur, apoyándose en la carretera de Burgos, se prevé un nuevo espacio para usos industriales y terciarios, reservándose todo el frente, a ambos lados de la carretera de Madrid, para la localización de la Universidad, que apoya y refuerza los enclaves universitarios existentes, a la vez que dignifica una de las principales entradas a la ciudad. Finalmente, al oeste se dota de una estructura eficaz a los enclaves que ya existían dispersos en la margen derecha del río. Estos enclaves, ahora aislados entre sí, se refuerzan, ampliándose de tal forma que sea posible la consecución de una pieza urbana con entidad propia que se incorpore plenamente a la estructura global de la ciudad. Se incorporan los terrenos que se localizan entre los enclaves dotacionales del Hospital Río Carrión, y las instalaciones del Seminario, extendiéndose hasta la ronda oeste.
Agenda21, Proyectos Urban, EDUSI,
20.059 viviendas previstas en sectores residenciales, aguardan la inicitiva privada en Palencia. 2.607.722 m2 de edificabilidad prevista residencial. Muchos sectores, todo el perímetro urbano está movilizado. SUelo Urbanizable delimitado en los sectores 10R (255.687 m2 de suelo para una edificabilidad de 184.095 para levantar 1.416 viviendas, escasamente 25 construidas), 12R (453.167 m2 de suelo para una edificabilidad de 249.242 para levantar 1.917 viviendas, urbanizado al 12% y sin edificar), 2R (255.087 m2 de suelo para una edificabilidad de 165.806 para levantar 1.275 viviendas, urbanizado el 6% y construidas 30 viviendas), 4R (342.650 m2 de suelo para una edificabilidad de 256.987 para levantar 1.977 viviendas, al 3% simultaneando urbanización y edificación), 5R (292.327 m2 de suelo para una edificabilidad de 219.245 para levantar 1.687 viviendas, escasamente 25 construidas), 8R (164.980 m2 de suelo para una edificabilidad de 148.482 para levantar 1.142 viviendas, escasamente 80 construidas), 9R (415.407 m2 de suelo para una edificabilidad de 332.326 para levantar 2.556 viviendas, urbanizado al 5% y construidas 10 viviendas). ¿Tanto hace falta?

2015 Palencia – Sectores Residenciales en ejecucion (mayores de 1.000 viviendas)
…“la historia urbana de la ciudad de Palencia puede decirse que es la historia de los grandes aplazamientos en el desarrollo urbanístico y de los pequeños problemas sociales”… Ciudad de retos aplazados y pendientes, …“el principal al que se ha enfrentado la ciudad ha sido el de la barrera ferroviaria que separa a la ciudad en dos sectores, dejando una costura física, social y funcional de difícil sutura”, lo que dificulta el reto de Palencia por promover un modelo urbano más compacto y sostenible, si a ello añadimos la “codicia de los agentes urbanizadores” por ocupar la margen derecha del río…
Enrique DELGADO HUERTOS (2014): Palencia (1950-2010). Evolución urbana de una ciudad media. Ediciones Universidad de Valladolid, Valladolid
El optimismo poblacional de su viejo PGOU 1992, se ajusta en el actual PGOU 2011. Con expectativas positivas de crecimiento, justifica suelo disponible para 3.804 nuevas viviendas en Sectores S-3 (207 unifamiliares), S-4 (366 colectivas), S-6 (385 colectivas), S-7 (343 colectivas), S-8 (984 colectivas), S-11 y S-12 (557 unifamiliares) y Area 7 (962 mixto). Al mismo tiempo incluyendo conclusiones del «Estudio inmobiliario» dice «… el crecimiento demográfico no justifica la dinámica inmobiliaria actual…», «… el 22% del parque residencial está vacío, especialmente en los barrios centrales…», «…la actividad inmobiliaria ya no es una actividad nacida de la necesidad básica de alojamiento, sino de la acumulación y remodelado del espacio social de la ciudad…», «… las necesidades de vivienda estimadas estarían entre 6.000 y 7.000 viviendas hasta el año 2012, muy por debajo de la dinámica de la construcción actual….».
Y con toda esta buena información, el modelo propuesto apuesta por paliar carencias, la conexión y la integración con la estructura global, la preservación y protección de cauces, riberas y márgenes, de los valores ambientales y paisajísticos, de la racionalización del esquema viario, y de las oportunidades de la renovación de espacios vaciados del ferrocarril y grandes dotaciones asistenciales, sanitarias y grandes ejes verdes en esta capital de provincia del siglo XXI. Aún sigue coleando la barrera del ferrocarril y los pasos que lo cruzan, y seguirá siendo así, porque en Palencia el desarrollo urbanístico (casi siempre) se aplaza…
Un lento reto…
Cada mercado es local.
Cada municipio tiene su singularidad.
Cada municipio se retrata en su parque residencial.
…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España.