TORREJON DE ARDOZ, según Catastro, a 1.1.2015 por tamaño y fecha.

tabla TORREJON DE ARDOZ edad+tamaño edificaciontabla TORREJON DE ARDOZ  2.121996e-314dad+tamaño edificacion

Estos gráficos representan el Parque Residencial de TORREJON DE ARDOZ, Madrid..

Son los Bienes Inmuebles, de uso VIVIENDA, matriculados a 1.1.2015, clasificados por tamaño y fecha de inscripción.

Cada barra horizontal representa una década, la inferior es la más reciente (2010-2014), y la superior la más antigua (<1900).

Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).

La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto de la Demanda Latente de Vivienda (la demanda latente se configura por las personas que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo) son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de vivienda que constituye la demanda encubierta de una zona y se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores de vivienda pero que todavía no han constituido un hogar.

Torrejon de Ardoz DELVITorrejon de Ardoz Piramidetabla TORREJON DE ARDOZTORREJON CATASTRO 2014-2016Tooreejon INETooreejon ALQUILER

Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


Torrejon GE5

La villa de Torrejón de Ardoz es un municipio de 32,49 km2 en la Comunidad de Madrid. Torrejón está dentro del Corredor del Henares y también está dentro del área metropolitana de Madrid. Su rápido crecimiento durante el siglo XX conllevó que su casco urbano se haya desarrollado en paralelo a la autovía A-2 Madrid-Barcelona.

El río Henares deja a su derecha Torrejón y en él confluyen 2 de los 3 arroyos que recorren el término; Valle, Pelayo y Ardoz, todos ellos de escaso caudal; de hecho el arroyo del Valle absorbido por las canalizaciones, no alcanza a desembocar en el Henares. La N-II, en 5 Km de su trazado, divide el término de Oeste a Este en dos zonas bien diferenciadas y forma el límite Norte de la zona urbana. Más al Sur discurre en paralelo el ferrocarril Madrid-Zaragoza.

El territorio municipal se reparte en dos grandes áreas ambientales: Una , la de mayor extensión corresponde a la unidad fisiográfica de La Campiña -relieve limitado entre las vegas fluviales y la zona de contacto entre las rocas cristalinas y los depósitos sedimentarios de la fosa del Tajo- y, otra, la zona de vega fluvial franja situada a ambos lados de los cursos de agua actuales Henares y sus arroyos: Ardoz al este, Pelayo en el centro y del Valle al oeste, éste último ocupado por el ferrocarril de servicio a las instalaciones de CAMPSA. La vega es prácticamente inexistente dentro de este municipio y sólo hay pequeños espacios de áreas inundables en el sur del término municipal.

Carreteras secundarias son la M-1320, que hacia el Norte conduce a Ajalvir y la M-210 que por el Sur lleva a Loeches. Históricamente el término estaba surcado por importantes vías pecuarias, siendo las más importantes: la Cañada Real Galiana y el Carril de Lobos.

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Etimológicamente Torrejón de Ardoz deriva de «ture» (turris, turrís); y Ardoz lo toma del arroyo del mismo nombre, lo que es frecuente en muchos topónimos de nuestra geografia. El sufijo «jon» deriva del diminutivo «culus, cula, culum», que hace referencia, en último extremo, al tamaño y relativa poca importancia del torreón, que con otros muchos formaría la linea defensiva árabe y que sirvió de hito para la aldea que surgirá con la repoblación.

El Corredor del Henares es un espacio identificable respecto a su entorno y una realidad física continua desde el punto de vista urbanístico a pesar de que no existe un ámbito institucional supramunicipal que lo englobe. Debido a esto no existe un límite unánimemente admitido para el Corredor, aunque sí que pueden definirse tres áreas: la correspondiente al eje central que constituye la autovía A‐II, formada por los distritos municipales de Madrid de Hortaleza, Ciudad Lineal, Barajas y San Blas y los municipios de Coslada, San Fernando de Henares, Torrejón de Ardoz y Alcalá de Henares, una segunda línea de 11 municipios limítrofes a los del eje central y una tercera línea formada por seis municipios.

La zona del Corredor se asienta longitudinalmente sobre la Vega del Henares y un tramo transversal del río Jarama. Las vegas de estos ríos son de gran amplitud, tierras fértiles y soporte de explotaciones agrícolas, caracterizando un paisaje de huertas con incrustaciones arbóreas que han ido disminuyendo con el paso de los siglos.

Torrejón de Ardoz está situada en un estratégico enclave: a 20 km de la Puerta del Sol de la Villa de Madrid, muy cercano al Aeropuerto de Madrid-Barajas, al Recinto ferial Juan Carlos I, comunicado directamente con la A-2, además de con la vía férrea Madrid-Barcelona, la autovía de circunvalación M-50, M-45 y la carretera M-206 hacia Loeches y Ajalvir. Se sitúa bajo la influencia de Madrid por un lado y Alcalá de Henares por otro.

El término municipal de Torrejón de Ardoz limita con los siguientes términos municipales: al norte con Ajalvir (4,35 km) y Daganzo de Arriba (566 m), al este con Alcalá de Henares (8,59 km), al sur y oeste con San Fernando de Henares (8,91 km) y al noroeste con Paracuellos del Jarama (3,44 km). Estos límites han variado a lo largo de la historia del municipio habiendo limitado con Madrid antes de la creación del municipio de San Fernando de Henares.

mapa-Torrejon-de-ArdozTorrejón de Ardoz se rige con la Ley de Grandes Ciudades por lo que está dividida en 4 distritos que coinciden con los distritos electorales:

Distrito 1 – Las Veredillas, Juncal y La Zarzuela

Se sitúa al noreste de la ciudad. Limita al norte con la A-2 y la Base Aérea, al este con el término municipal de Alcalá de Henares, al sur con la Avenida de la Constitución y al oeste con la Avenida Virgen de Loreto. Engloba los barrios de Las Veredillas, el más poblado del distrito; El Juncal y Arrope, La Zarzuela y El Saucar y urbanizaciones como los parques Granada, Florencia o Murguía. Geográficamente también pertenecen a este distrito la Base Aérea y el complejo de INTA. Tiene una población de 45.000 habitantes lo que supone un 36 % de la población total siendo el distrito más poblado.

Distrito 2 – Parque Cataluña, Mancha Amarilla y Soto del Henares

Se sitúa al sureste del municipio. Limita al norte con la Avenida de la Constitución, al este con el término de Alcalá, al sur con el término de San Fernando de Henares y el río Henares y al oeste con la Carretera de Loeches. Engloba los barrios del Parque Cataluña, Torrenieve, El Rosario, Zapatería, Jardines de la Solana, Cañada, La Mancha Amarilla y el Soto del Henares, el último desarrollo urbanístico de la villa. El más poblado es el Parque Cataluña. Su población es de cerca de 40.000 habitantes.

Distrito 3 – Los Fresnos, Barrio del Castillo y Barrio San José

Se encuentra al suroeste. Limita al norte con la Avenida de la Constitución, al este con la Carretera de Loeches y al sur y oeste con el término de San Fernando. Alberga la estación de ferrocarril de Torrejón de Ardoz, el Recinto Ferial del Parque del Ocio, la plaza de toros y la Ciudad Deportiva Joaquín Blume además de un centro de salud, un instituto, dos colegios públicos, uno concertado y una escuela infantil. Engloba los barrios de Los Fresnos, San José, San Benito y Castillo siendo Los Fresnos el más grande y más poblado con diferencia. Es el distrito menos poblado de la ciudad con tan solo algo más de 10.000 habitantes. El distrito incluye además el barrio del Castillo, el barrio más antiguo de la ciudad, cuyos orígenes están en el siglo XVI y los siervos del Castillo de Aldovea.

Distrito 4 – Zona Centro

Es el más pequeño y situado al noroeste. Limita al norte con la A-2, al este con la Avenida Virgen de Loreto, al sur con la Avenida de la Constitución y al oeste con el polígono de San Fernando. En él está ubicado el Ayuntamiento, la Plaza Mayor, la sede central del partido judicial y dos complejos deportivos (José Antonio Paraíso y Juan Antonio Samaranch). Tiene una población de aproximadamente 30.000 habitantes y la población más envejecida de los cuatro distritos (12 % de vecinos de más de 65 años). Engloba el Casco Antiguo, Las Fronteras, el Barrio Verde y la urbanización Torrepista siendo el Casco Antiguo uno de los barrios más poblados del municipio.

Torrejon GE1Aunque no existen datos concretos sobre el origen de la ciudad, posiblemente su fundación estuvo relacionada con la reconquista de Alcalá de Henares y la repoblación iniciada por el obispo de Alcalá a principios del siglo XII. La ocupación musulmana y la posterior reconquista de estas tierras es sin duda el origen de muchos de los pueblos de nuestra geografia.
La fundación de la aldea de Torrejón estaría estrechamente relacionada con la Reconquista de Alcalá de Henares. Es a principios del siglo XII cuando se establece el definitivo dominio cristiano y comienzan a surgir, fruto de la repoblación iniciada por el Arzobispo de Toledo, alrededor de las fortificaciones de origen árabe que han quedado sin uso, pequeñas aldeas que incluyen en su nombre la referencia de aquéllas. Entre ellas Torrejón, de cuya fundación no existen datos concretos; el origen de la villa pudo estar relacionado con la dificultad de establecerse en la urbe de Alcalá o bien pudo nacer como alquería o granja de labor. En cualquier caso, y a lo largo de tres siglos, la población dependió por completo del Consejo de Alcalá, tanto jurídica como administrativamente. Esta situación se mantiene hasta 1554, año en que alcanza la categoria de villa. La creciente prosperidad de la villa, genera una mayor presión fiscal por parte de Alcalá, lo que unido al auge de determinadas familias deseosas de asumir el poder lleva a la obtención en 1554 de «la carta de Villazgo otorgada por Carlos I previa petición del Arzobispo de Toledo. La relativa facilidad en la obtención de esta carta tiene explicación en la necesidad de dinero que tenía el rey para financiar «las guerras» de religión en Europa.
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Carta de pago de la compra de la jurisdicción de la Villa

Así Torrejón había adquirido el título de villa pero seguía dependiendo del Arzobispo de Toledo. Los primeros intentos de compru de la jurisdicción se producen a raíz de la pretensión de Felipe II de vender la villa a unos caballeros. Enterados los vecinos de las gestiones de venta y no queriendo pertenecer a señor alguno, reúnen el dinero necesario para su adquisición. Las gestiones se inician en julio de 1574, estableciéndose las condiciones de compra y articulándose los mecanismos precisos para el correspondiente pago. Es en noviembre de ese mismo año cuando se produce la separación de la villa del arzobispado en virtud de la Bula de Gregorio XIII que autorizaba separar de las dignidades episcopales cuantos lugares y villas pertenecieran a las autoridades eclesiásticas con el fin de remediar la caótica situación de la Hacienda Real. Finalmente, en junio de 1575, concluido el pago, se concede «la Carta de Poder» por medio de la cual le es dado desempeñar su propia jurisdicción. Las Relaciones de Felipe II informan de la venta y pago de la misma. Dicho documento reúne los datos precisos para recomponer la estructura social del momento. La población estaba compuesta por labradores dedicados al cultivo de los cereales, sobre todo al trigo y al cuidado del ganado lanar.
plano torrejon s xviii.jpgEl comienzo del siglo XVII viene marcado por la peste, la cual no será sino el comienzo de una serie de hechos desastrosos en cadena entre los que sobresalen las pésimas cosechas derivadas de una climato ogía adversa. Todo esto propicia un importante descenso de la población, acentuado por la inmigración hacia la villa y Corte, huyendo de la presión fiscal o en busca de un futuro mejor. Este movimiento emigratorio tiende a estacionarse a finales de siglo advirtiéndose signos de recuperación ya en los primeros años del XVIII. El núcleo urbano de Torrejón viene caracterizado por su escasa evolución hasta 1865, período en que crece el número de casas, dentro de unos límites concretos. Las primeras noticias gráficas del casco nos las aportan las hojas kilométricas del Instituto Geográfico Nacional ejecutadas en la segunda mitad del siglo. En ellas se aprecia el trazado de sus calles, sensiblemente ortogonal, orientadas según los cuatro puntos cardinales con dos ejes principales: El camino Real, como límite Sur, y perpendicular a él, la calle de Enmedio a cuyos lados se desarrolla el pueblo y que además atraviesa la Plaza Mayor, en donde se levanta la iglesia de San Juan Evangelista, el Ayuntamiento y el Matadero. Ya en estos planos se aprecia la tendencia de crecimiento hacia el Sureste del casco, tendencia confirmada a partir de 1960.
La Desamortización produjo un notable giro en la economía de Torrejón. El incremento de las arcas de la Hacienda Pública y el reforzamiento de un estado liberal llevaron aparejados una fuerte especulación, que a su vez, llevó asociada una mala distribución de las tierras y una mecánica de reventa que produjo una inflacción en el precio del suelo del 246% creándose el efecto contrario del deseado.
1879 Torrejon

1879 Torrejón de Ardoz – IGN

Durante la primera mitad del siglo XIX perdura la estructura económica de una sociedad preindustrial, si bien la proximidad a la capital aceleró la introducción de las diferentes innovaciones de la técnica. Así, desde 1887 existe alumbrado lógicamente insuficiente. Sin embargo , un suceso tan importante como la construcción del ferrocarril en 1859 fue desaprovechado e infrautilizado para el transporte de productos básicos. La línea que unía Madrid, Zaragoza y Alicante fue explotada por la C0mpañía MZA hasta la creación de RENFE. El trazado paralelo a la carretera de Aragón, dejó una franja entre ellas que poster iormente serviría de base para el asentamiento de las primeras industrias.

1875 Torrejon

Hacia 1918 se sitúa, en terrenos próximos a la estación de ferrocarril, la compañía azucarera, que para comercializar la remolacha solicitó trazar un ramal de vía estrecha uniendo la Poveda con Torrejón. En 1932 se construye una clínica de urgencias con los principales avances de este campo y en 1935 se termina el nuevo matadero que
Hasta mediados del siglo XX es un núcleo rural de muy poco entidad cuya economía se fundamenta básicamente en la agricultura y la ganadería.
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1966 Torrejón de Ardoz

La población se asienta sobre el camino real de Madrid a Barcelona, ruta natural histórica de comunicación entre ambas ciudades, que discurre a lo largo del Corredor del Henares por el límite sur del núcleo urbano. En el siglo XIX se construye el ferrocarril de Madrid a Barcelona y la estación de Torrejón (1859) que atraviesa el municipio y discurre paralelo al Camino Real.
Debido a su proximidad con el frente del Jarama, Torrejón se convirtió en un punto estratégico de la retaguardia republicana y sirvió de alojamiento a diversas unidades, entre ellas a soldados rusos de la XI Internacional. También acudieron a la villa numerosos refugiados que huían de los pueblos tomados por las tropas franquistas, quienes malvivían entre la población. Una cifra puede darnos idea de la magnitud de la tragedia: en 1937 en Torrejón vivían 4.560 personas de las cuales 2.128 eran refugiados. Para proteger el sector del Jarama se construyeron en algunos pueblos numerosos pequeños aeródromos; dos se instalaron en Torrejon: uno al norte, en la zona de la Base, conocido como el “aeródromo de Carramolino”, y otro al sur del río, en el Soto de Aldovea, cercano al polvorín que estaba en la carretera de Mejorada. En los confusos días de finales de la guerra se produjo un golpe de fuerza protagonizado por el coronel Casado la noche del 5.3.1939, en el Ministerio de Hacienda, anunciando la destitución de Negrín y proponiendo la firma de la paz. Al día siguiente la 300 División Guerrillera y la Base de Tanques, unidades militares comunistas opuestas a Casado, salieron desde Alcalá, ocuparon Torrejón, reforzándose con la 5ª Brigada de Carabineros que aquí estaban estacionados, y se dirigieron a Madrid a enfrentarse con los partidarios de Casado. El día 9 de marzo parten de Guadalajara tropas anarquistas bajo el mando de Liberino González, a las órdenes del famoso general anarquista Cipriano Mera, que avanzaban hacia Madrid para apoyar a Casado, encontrándose con los comunistas en Torrejón, donde los duros combates se prolongaron durante todo el día, tomando prisioneros, 10 tanques y 4 cañones de 7,5; salieron al día siguiente hacia la capital, haciéndose con el control de la situación. El 1 de abril acabó la guerra, pero quedaron unas duras secuelas, que fueron difíciles de olvidar para aquellos que vivieron esos años. En Torrejón, como en tantas partes de España, hubo fusilamientos (más de una decena de torrejoneros, entre ellos, los principales dirigentes del bando republicano), juicios sumarísimos que abarrotaron la cárcel de Alcalá, penas de destierro y algunos exilios a Francia. Los años siguientes a la Guerra –conocidos como “años del hambre”– fueron especialmente difíciles porque estuvieron acompañados de los desastres consiguientes: pobreza, epidemias, falta de higiene, etc. A partir de ese momento la vida de la Villa volvió a una relativa normalidad, superando paulatinamente las dificultades.
Inmediatamente posteriores a la guerra y respondiendo a los planteamientos de la Dirección General de Regiones Devastadas, se construye, entre las calles Río Miño, Río Sil, Ozono, Cobre y Aluminio, un conjunto de viviendas adosadas para labradores formando manzanas cerradas con patios y corrales en el centro. En 1940 se levantan los primeros edificios de más de 4 plantas, lo que comienza a alterar el paisaje urbano del hasta ese momento pueblo castellano, a lo que contribuye asimismo la aparición de los barrios, que se inicia con el de Alcalá en 1930 y el de la Zapatería en 1946 y se continúa entre 1957 y 1962 con los de Loreto, Carmen, Verónica, etc. En principio todos estaban alejados del casco, pero el desarrollo urbano se encargó de absorberlos.
La firma en 1953 de «los Pactos de Madrid», trajo como consecuencia, entre otras, la instalación de la Base Aérea de Torrejón que comenzó a funcionar en 1955. El 26.9.1953 se firmaron entre el presidente Eisenhower y el general Franco los Pactos de Madrid, a pesar de las duras críticas que los liberales habían realizado, no considerando consecuente, para ellos que habían luchado contra el fascismo, tener como aliado a Franco. Por tanto, si el General declaró sus reticencias ante la entrada de España en la OTAN, no rechazó un acuerdo bilateral con la potencia militar de EE.UU. Este convenio fue la conclusión de las largas negociaciones establecidas desde la visita a España del almirante Sherman en 1951 para la implantación de las bases.
Tres fueron los acuerdos firmados en los Pactos de Madrid: Acuerdo de Ayuda Económica, Acuerdo de Defensa y Acuerdo de Asistencia Defensiva Mutua, teniendo, en principio, una vigencia de 10 años. De los tres acuerdos, el más comprometedor para España era el de Defensa, que suponía la instalación de bases de uso conjunto hispano-norteamericano, aclarando que se mantendrían siempre bajo soberanía española. Los Estados Unidos querían establecer bases de uso exclusivo, como las que habían instalado en territorios vencidos en la Guerra, pero España reiteró la idea de que su utilización fuera igualmente válida para ambos países. Si en un principio los americanos pensaron en la creación de ocho o nueve bases en el territorio español, al final se reclujeron a cuatro, considerándolas suficientes por el momento, ubicadas en distintos puntos del país: una aeronaval (Rota) y tres aéreas (Morón de la Frontera, Zaragoza y Torrejón de Ardoz). “A esas cuatro bases hay que añadir otros dieciséis puntos estratégicos, creados entre 1953 y la actualidad [1976]: bases secundarias, estaciones de seguimiento espacial, estaciones de observación y una red de servicios de alerta, comunicación y enlace manejados por un contingente de unos 7.000 u 8.000 hombres, entre técnicos y militares, de los que dependen, entre los sectores noreuropeos y del Sudeste, el Mediterráneo de la OTAN”. En cuanto a la “utilización conjunta” de esas bases, el tiempo se encargaría de poner al descubierto la superioridad norteamericana en el acuerdo. Así, España vio mermadas las posibilidades de uso de las bases en momentos de necesidad para sus intereses, como se comprobó en la guerra del Sahara y de Ifni en 1956 y 1957. Sin embargo, sí fueron utilizadas por el ejército norteamericano cuando surgió el conflicto con el Líbano en 1958, o contra el Irak de Sadam Hussein en 1993.
La base de Torrejón de Ardoz, la más grande, que comenzó a funcionar en 1955. En 1976 se informa que “/…/ ocupa 1.300 hectáreas de terreno y tiene la pista de despegue más larga de Europa /…/ Desempeña las siguientes funciones: es el cuartel general de la XVI Fuerza Aérea; sirve de base a 54 cazabombarderos F-A4, integrados en 3 escuadrones del Ala de Caza Táctica 401. Mantiene un ala estratégica de aparatos de aprovisionamiento aéreo, formada por aviones nodriza KC-135, que abastecen en vuelo a los bombarderos del Mando Aéreo Estratégico (SAC) y otros aviones, especialmente los de transporte, como los C-5 A y C-13029”. Alojaba a 4.507 militares y 685 civiles, además de estar autorizados para albergar legalmente 79 F-16, que sustituyeron en su momento a los aviones de caza Phamtom. La Base de Torrejón pertenecía al MACOM (Mando Aéreo de Combate). Un artículo periodístico de 1982 comenta que “/…/ está dotada de las más avanzadas ayudas a la navegación, lo que permite su operatividad las veinticuatro horas del día. Tiene una capacidad de aparcamiento para unos 150 aviones en los 158.000 m2s de estacionamiento”
El Acuerdo de Ayuda Económica “/…/ establecía la obligación, por parte española, de utilizar los recursos de la ayuda norteamericana con objeto de estabilizar la peseta; equilibrar el presupuesto nacional; crear o mantener la estabilidad financiera interna; promocionar la economía de libre empresa, impidiendo la formación de cartels y monopolios, y asistir al Gobierno estadounidense manteniéndole informado de las condiciones laborales en España”. Además, la ayuda económica que Estados Unidos aportó a España no fue nada cuantiosa; muy al contrario. Fue sensiblemente menor comparada con la recibida por los países del Plan Marshall, a lo que hay que añadir que aproximadamente la mitad de lo aportado eran productos como el aceite de soja y el algodón, de los que EEUU estaba saturado.
Estos primeros años fueron momentos de euforia y triunfalismo en muchos sectores españoles, de lo que se hizo eco la prensa nacional. España había dado el primer paso para salir del aislamiento que le había sido impuesto en los años 40; de este modo, se le abrieron algunas puertas de organismos internacionales, como la ONU, en la que se ingresó en 1955, el Fondo Monetario Internacional, etc.
Posteriormente a los Pactos de Madrid, en 1963, 1970 y 1975 se han firmado otros acuerdos que han supuesto la renovación de los primeros, y que se han basado en los mismos principios de 1953. En 1982 se realizaron las primeras modificaciones con el “Convenio de Amistad, Defensa y Cooperación entre España y los Estados Unidos de América”, poco tiempo antes de incorporarnos a la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Se volvía a insistir en la soberanía de España en cuanto a las bases de utilización conjuntaa, haciendo un uso de ellas delimitado por el Gobierno español, y dejando abierta la posibilidad de ir más allá del convenio siempre y cuando el Gobierno diera su autorización expresa. Uno de los aspectos más sobresalientes en la negociación de 1982 fue la prohibición de almacenamiento de armas nucleares en el territorio español –tanto acumulado como transportado por los aviones–, sólo revocable en caso de licencia española. Los americanos garantizaban el respeto en este sentido al gobierno español, pero lo cierto era que su palabra no podía ser fácticamente verificada, ya que no declaraban en ningún momento el tipo de armamento que transportaban, ni tampoco se podía conocer lo que tenían almacenado. En 1988 se renovaron los pactos con una vigencia de seis años y actualizándose anualmente. La nueva situación política mundial, derivada del final del sistema socialista, por un lado, y, por otro, la consistencia de la democracia española, confluyeron para que en 1993 los americanos dejaran de utilizar ese centro militar, pasando a ser gestionado por el ejército español. En el año 2002 se firman nuevos acuerdos con una validez de 8 años.
Como protesta por la presencia de los norteamericanos en España, y todo lo que eso comporta, se efectuaron una serie de actos anti-americanos, entre los que destacaban las “marchas” a Torrejón, realizadas en la década de los 80. Fueron apoyadas mayoritariamente por grupos ecologistas y pacifistas, a los que acompañaban miles de personas que se dirigían desde el barrio madrileño de Canillejas hasta la Plaza Mayor de Torrejón, portando pancartas y profiriendo gritos en contra del imperialismo norteamericano y a favor del desarme.
Otro aspecto que atañe particularmente a los vecinos de Torrejón de Ardoz, es el atronador ruido producido por los aviones, ahora únicamente españoles. En el centro militar se ”/…/ registra una media de movimientos aéreos diarios de 125, lo que supone un despegue o aterrizaje cada 10 minutos”. Ello comporta un estruendo tal que, como ya aludimos al hablar de la contaminación, supera en gran medida el límite de decibelios establecido normativamente para el oído humano. Todo esto, evidentemente, conlleva consecuencias negativas, no sólo momentáneas, puesto que al pasar las aeronaves con su ruido hacen enmudecer a toda la población torrejonera, sino que también acarrea secuelas a largo plazo.
Así, la Delegación de Sanidad del Ayuntamiento, tras un largo estudio realizado en 1982, concluyó con que “/…/ el ruido, unido a las trepidaciones comunicadas al suelo, a los edificios y al propio organismo, ocasionan fatiga general, inestabilidad mental, irritabilidad, pérdida de memoria en algunos casos, disminución del rendimiento laboral y desatención, lo que puede producir accidentes”.
El ensordecedor “crujido” de los aviones que sobrevuelan diariamente nuestras cabezas se incrementa con la ampliación de las pistas del aeropuerto de Barajas, que han situado al término de Torrejón dentro de la denominada “huella sonora de impacto medioambiental”. A esta constante molestia, se añaden otros peligros; en 1972 en Camarma de Esteruelas se estrelló uno de los aparatos de la Base de Torrejón, muy cerca del centro urbano. En otra ocasión –noviembre de 1982– se desprendieron los depósitos de combustible de un avión de la Base cuando iba a despegar, lo que ocasionó una explosión. Igualmente en diciembre de 1982 el tubo de escape de una avioneta española cayó al patio del Colegio Público Príncipe de España, sin comportar, afortunadamente, víctimas. El 22.11.1984 el diario El País ofrecía la noticia de que el día anterior un F-16 americano se había despedazado en el término de Valverde de Alcalá, aproximadamente a 40 km de Madrid, sin conocerse los motivos.
El establecimiento de la Base, tan próxima al municipio, supuso la convivencia de dos pueblos con sus culturas y modos de vida diferentes y que en ocasiones llegaron a colisionar. Los norteamericanos de la Base eran en su mayoría jóvenes entre 20 y 27 años. Durante tres años, como mínimo, prestaban sus servicios en un centro americano militar de cualquier parte del mundo. El llegar a una población extraña, de la que no conocían ni tan siquiera la lengua, les dificultaba la integración con los nativos y, generalmente, les hacía formar entre ellos mismos grupos cerrados. Para unir ambas comunidades se celebraba en la Base el “Día de la Amistad”, en el que se buscaba concordia entre los dos pueblos, y las puertas del recinto se abrían, por una vez al año, a los españoles.
Celebrado el referéndum sobre el ingreso de España en la OTAN, se pasó a formar parte de la estructura militar de la Alianza Atlánticaa y, con la retirada de las fuerzas americanas, se difuminaron muchas de las reticencias que la presencia americana en las Bases provocaba en el pueblo español. Sin embargo, este hecho tuvo repercusiones negativas desde un punto de vista laboral, por la pérdida de puestos de trabajo. Otras reivindicaciones torrejoneras con respecto a la Base son, por una parte, su utilización como segundo aeropuerto de la Comunidad de Madrid, debido a los ingresos económicos que esto aportaría; por otra, el uso de las antiguas instalaciones americanas, como el hospital y zonas deportivas para servicio del municipio.

Torrejon GE3.jpgLo que en años anteriores era una emigración para colaborar en tareas agrícolas, pasó a ser un aluvión de personas en busca de trabajo en la construcción de la Base. Cabe señalar también como causas del profundo cambio en el ritmo demográfico, de un lado la promulgación en 1959 de las leyes para la «Nueva Ordenación Económica », que impulsaba determinadas zonas y, de otro, la oferta de suelo a bajo precio, con buenas comunicaciones y a corta distancia de Madrid. Debido a estos factores en 1957 se cuentan 6 fábricas, que suman sus empleos a los de la Base, el INTA y la Base Española de Automovilismo. Se crea así un eje industrial que se apoya en la N-II, y que acabará fundiéndose prácticamente en un continuo. El despegue industrial vino acompañado de una inmigración necesitada de vivienda, que lógicamente desbordó la capacidad del casco antiguo. En 1955 se cuentan 800 viviendas, 250 promovidas por la organización sindical, 163 del INTA y 150 del barrio de la Zapatería, y se confirma la tendencia de crecimiento hacia el Este, una vez cerrado el camino hacia el Norte con la construcción de la Base y, en parte, hacia el Sur con la instalación de la Base de automovilismo.

ciudad residencial americanaEl año 1954 cambió la historia de Torrejón de Ardoz (Madrid, 116.500 hab.) cuando la dictadura franquista y el gobierno de EEUU acordaron la instalación de la base militar aérea en su término municipal. Para alojar a la tropa allí destinada, el ayuntamiento cedió 33.041 m2 a la construcción del barrio de El Saucar, donde levantó 287 viviendas en una primera fase, aunque finalmente fueron 300 (120 chalés y 180 inmuebles en altura) a imitación de las típicas urbanizaciones norteamericanas. En él, durante 35 años -hasta 1992- vivieron 4.500 militares y los 600 civiles que trabajaban a su servicio. Medio siglo después apenas queda rastro de aquella colonia militar ‘yanki’.
En las mismas casas de entonces residen hoy unas 1.000 personas. Los chalés, dúplex de 200 m2 y de un blanco impoluto, recuerdan a los típicos barrios residenciales de EEUU. Los chalés se dispusieron de dos en dos, en una especie de cubo y cada planta era una vivienda independiente, una por planta. El precio de los pocos que hoy cuelgan el cartel de ‘se vende’ oscila en torno a los 500.000 euros, íntegros y reformados.
Los chalés, de tres dormitorios y patio particular, contrastan con los bloques en cuatro alturas que completan el barrio. Los 46 portales que forman el grupo de viviendas en altura albergan pisos que alcanzan los 140 metros cuadrados. Todos ellos compartían un sistema de calefacción bajo tierra.
En la actualidad el barrio de El Saucar está integrado en el casco urbano de Torrejón y, salvo por el bar «Cowboy Saloon», regentado por torrejoneros, nada recuerda ya a la época de los americanos, que no conserva ni sus comercios, ni sus restaurantes.

Torrejon GE7

La sistemática ocupación del suelo en una tipología de bloque abierto, en importantes actuaciones inmobiliarias que olvidan cualquier tipo de equipamiento ha producido un déficit ahora difícil de compensar (en 1982 correspondía 1 m2de zonas verdes /habitante). La primera gran promoción, en 1970 es el  Parque de Cataluña, por el Sur. Entre 1972 y 1975 se produce la expansión por el oeste Orbasa, Coivisa, Torrepista y Torreparque son algunas de las promociones. El barrio de las Fronteras, de 1975, representa la ocupación de la zona Oeste. El crecimiento es tal que, de las 6.200 viviendas de 1970, se pasa a 25.035 en 1980. Los datos que o frece el PAI en 1980, reflejan una realidad de zonas superpobladas, ya que 2/3 de la población reside en zonas de 300 hab/Ha, donde se superan las 100 viviendas por hectárea. Todo ello fruto de las promociones aliadas de una gestión permisiva, fuente de degradación, que deriva hacia mínimos de calidad ambiental. Estas densidad es dan lugar a un incremento del tráfico que desborda la capacidad de un viario insuficientemente estructurado, situación agravada por un deficiente servicio de transporte.
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PGOU Madrid 1963

El planeamiento de este período se inicia con el PGOU de 1963, en el que el municipio se califica de «servicios», con unas previsiones para el año 2000 de 51.400 habitantes, 20.000 de ellos obreros. Estas cifras junto con las correspondientes a los requerimientos de suelo para diferentes usos, se han visto claramente superadas, sobre todo en lo referente al industrial. En 1968 COPLACO aprueba el nuevo PGOU, al que el Ayuntamiento presentó una serie de alegaciones, que, si bien fueron denegadas, por silencio administrativo dieron Iugar a la modificación del Plan. En 1975 las interferencias entre estos dos documentos serán constantes. La principal contradicción se centra en el casco antiguo, donde el Plan de Alineaciones del Ayuntamiento proyecta anchos de calle de 15 m y permite edificar alturas de 5 plantas, frente a los principios que inspiran el Plan de Reforma Interior, que prevé la conservación de las alineaciones existentes, la conservación de carácter urban o a través de actuaciones puntuales, la revitalización de zonas y protección de edificios de interés y, por último, la limitación del tráfico rodado.
En 1967 el empresario Rafael Onieva Ariza (destacado industrial desde 1950 ha sido con mucha diferencia, la persona más relevante en la historia de Torrejón de Ardoz, a través de su empresa ROA Procoinsa S.L. fue el verdadero y único promotor de los polígonos industriales y residenciales de Torrejón, al menos hasta el año 1990, pero además desarrolla la etapa Industrial, fabricando las motos y motocarros ROA y las furgonetas Tempo en sociedad al 50% con Eduardo Barreiros. 2ª.- La Inmobiliaria. Construyendo los polígonos industriales creados en Torrejón, San Fernando, Loeches, Rivas y Baena. 3ª.- La Turística, cultural y gastronómica con la recuperación de La Casa Grande en Torrejón de Ardoz. 4ª.- La Geriátrica, con la construcción y gestión en Andalucía de cuatro Residencias de Mayores) crea la empresa ROA PROCOINSA SL, iniciando con ello una intensiva promoción del suelo industrial en Torrejón, adquiriendo en Torrejón y Loeches parcelas de los principales terratenientes, como Fernando Cort Botí y Alfredo Bueno, Cándido Vicente y Alonso Majagranzas. Promocionó en la zona un total de 16 polígonos, que constituyeron la base del despegue industrial del municipio45. La llegada masiva de empresas se produjo en el período comprendido entre 1967 y 1975 con la implantación de 322 nuevas empresas y un empleo de 7.831 puestos de trabajo (64,5 % del total). Los tres primeros años de la década de los 70 fueron especialmente dinámicos con un ritmo de 50 nuevas empresas por año y 1.200 puestos de trabajo anuales. Es en este período cuando se crea el polígono de San Fernando, su contiguo, el polígono industrial de Torrejón I, el polígono II –construido por PROCOINSA en torno a la calle de la Solana, entre 1970 y 1972 sobre fértiles huertos–, el de la carretera de Loeches, etc. Son años de un auténtico aluvión de empresas dentro del clima general de optimismo económico en el que vivía el país. A partir de 1976 comienzan a sentirse en Torrejón los efectos de la crisis económica iniciada tres años antes, situación que coincide con un difícil momento político marcado por el fin de la Dictadura y el inicio de la transición a la Democracia, las reivindicaciones obreras, el cierre de empresas, etc. Sin embargo, los indicios de la crisis ya se habían manifestado dos años atrás con el aminoramiento del ritmo de creación de nuevas empresas; pero fue concretamente en 1976 cuando se redujo a la mitad el empleo creado en el municipio.
Consecuencia directa del aluvión de empresas que llegaron a Torrejón fue la urgente necesidad de viviendas. En el período de 1970 a 1976 se consolidaron los polígonos industriales, cuando actuaron como un poderoso incentivo para la inmigración, lo que se tradujo en un crecimiento desmesurado del parque de viviendas, que pasó de 6.200 en 1970 a 25.035 en el año 1980. Conviene señalar que el crecimiento industrial tuvo su auge en los años de 1970 a 1972, mientras que el residencial, como efecto del anterior, se realizó en los años de 1972 a 1975. Concluido este período, y también por efectos de la crisis, al igual que en la industria, se ha aminorado el ritmo de construcción.
Entre 1970 y 1972 surgió la gran promoción inmobiliaria del Parque de Cataluña, que ha ampliado el municipio por el sur hasta el Henares, y que, sumado a las anteriores construcciones de la calle Mármol, a las del barrio del Rosario y a la Ciudad-Jardín del Rosario, constituía el gran núcleo poblacional al sur de la vía. En el año 2002 se sigue completando este espacio, hasta el límite con el término municipal de San Fernando de Henares, con la construcción del barrio de Los Fresnos y la margen izquierda de la carretera de Loeches en los espacios que median entre ella y el Parque de Cataluña. Paralelamente, por el norte comenzó el desarrollo del barrio de Bilbao; sin embargo, fue en el período de 1972 a 1975 cuando se produjo el gran ensanche por el este, continuando el iniciado en la década anterior. Se rebasa el límite oriental del municipio situado en la calle Virgen de Loreto, y surgen las promociones Orbasa, Coivisa, Torrepista, Torreparque, fin del barrio de Bilbao, etc. Hasta 1985 se continuó el ensanche de la zona de las Veredillas acercándose al «puente de los Americanos»; en los años finales de los 80 y primeros de los 90 se levantan las construcciones “tipo chalet adosado” en la Rinconada, al este del municipio, lo que constituyó una novedad muy bien acogida por la población como enclave residencial. La gran expansión hacia el noreste se realiza en los años 90, surgiendo las viviendas del Saucar y más al norte, las de la Zarzuela.
Otras actuaciones urbanísticas de fines de los años 90 son las que se refieren al denominado Plan Parcial del Enclave-Plaza de España, que pretende iniciar la modernización del casco antiguo y ordenar la distribución del transporte de viajeros con las estaciones de Renfe y Central de autobuses, y la construcción en viviendas de altura de la parcela conocida como de “Agromán”, al oeste.
La crisis económica de 1973 frenó el ritmo de edificación, disminuyendo sensiblemente el tamaño de las promociones, hecho éste sólo desmentido con la construcción del barrio de Las Fronteras en los años 1975 a 1977, que extendió el recinto urbano hacia el oeste. Estos hechos son reconocidos en el citado PGOU cuando afirma que “Al norte del ferrocarril y en el entorno del casco, aparecieron promociones densas, sin plan parcial y sin la menor intención de construir un tejido urbano coherente, pero lo verdaderamente lamentable es que si bien una gran parte de ese crecimiento caótico se realizó previo al correspondiente Plan Parcial, fue un planeamiento, con excepción del Plan de las Fronteras, sin un diseño de estructura urbana, conflictivo en su ejecución y con unas cesiones mediadas por la compensación “a más” del aprovechamiento inicial, una especie de transferencia sobrevenida que provocó un aumento enorme de la densidad. Todo ello unido, como se ha dicho, a una falta absoluta de directrices de estructura urbana y a una interpretación de la calificación dotacional que permitía ubicar zonas deportivas en zonas verdes, dio como resultado ese tejido caótico, sin ninguna legibilidad de la ciudad y con grandes concentraciones de equipamientos que impiden la continuidad de la vida urbana en casi todos sus ejes”.
Esta densificación sistemática, que comenzó con el plan de alineaciones del casco, continuó con el plan parcial de la Veredilla y siguió con los restantes, fue dando lugar, también en el ensanche, a una ciudad desordenada e ilegible. La unión de los desastres del norte y del sur del ferrocarril mezcló también los tráficos industrial y residencial produciendo una situación muy conflictiva, agravada por el impacto del polígono de San Fernando cuyas calles se maclan con la red viaria de Torrejón. El desorden es tan intenso que la barrera del ferrocarril no aparece en el análisis como el principal problema de la ciudad, lo cual no impide decir que los problemas de salto entre el norte y el sur estén sin resolver, o resueltos de una forma lamentable. Con la carretera de Loeches como única salida hacia el Sur, y con dos nudos congestionados con la Nacional II, la ciudad se encuentra realmente marginada de la estructura territorial del Corredor. La construcción de Parque Corredor, al norte del aeropuerto, complica todavía más las cosas al aumentar la congestión del eje norte-sur, arteria principal de entrada y salida de la ciudad.
Torrejón fue uno de los primeros municipios del área metropolitana que realizó una oferta de vivienda complementaria a la del municipio de Madrid; debido a ello cuenta con un parque de viviendas de baja calidad, tanto desde el punto de vista constructivo como por el entorno urbano en que se enclavan. Esto ha producido que en los últimos años su oferta de vivienda se percibiese como de inferior calidad a la de los municipios colindantes, fenómeno que ha comenzado a modificarse con la aparición de las nuevas construcciones. Esta mejora de la percepción sobre la calidad residencial de Torrejón se ha visto reflejada en los incrementos de población detectados en las revisiones del padrón de habitantes posteriores a 1996 y en el agotamiento de los suelos urbanizados existentes. En el censo de 1991 existían 22.841 hogares, y en 1996, 25.987, lo que supone un incremento del 14 %.
Obvio es señalar el radical cambio de imagen que ha experimentado Torrejón, que ha afectado al propio casco histórico con la consiguiente pérdida de valor ambiental. Por otro lado, la fiebre constructora no siempre estuvo en consonancia con el ideal de una vivienda digna y bien urbanizada, apareciendo los consabidos problemas de carencias de zonas verdes, equipamiento comercial, cultural, deportivo, etc. En algunos casos “/…/ estas promociones acumulan déficits, incumplen ordenanzas, carecen con demasiada frecuencia de un mínimo de calidad”. Se han producido así urbanizaciones inadecuadas, que sus moradores denunciaron. El ejemplo más escandaloso lo protagonizó en 1978 la compañía PROMOCISA, constructora del Parque de Cataluña, cuya excesiva actitud especulativa la llevó a la ruina, dejando grandes bloques sin terminar, con el consiguiente perjuicio económico para quienes habían contratado de antemano su vivienda.
Los datos que resumen la situación en 1980 son: -22.279 viviendas construidas de las que 1.093 se encuentran vacías, de las cuales el 90% se sitúa en edificios en obra o recién construidos; -el Plan permite la construcción de 13.819 viviendas de las que 934 han iniciado las obras; -se pueden construir 450.000 m2 de edificación industrial en terrenos aún no planeados parcialmente.
Las directrices de revisión del planeamiento que se proponen en el PAl de 1980 tienden, en primer lugar, al entendimiento entre COPLACO y el Ayuntamiento, basado en un ajuste a la realidad. Son puntos fundamentales la adaptación del planeamiento a la vigente Ley del Suelo, sin calificar nuevo suelo; la incorp oración de las prescripciones del Plan Especial del Medio Físico; la delimitación de polígonos de actuación a desarrollar mediante Planes Parciales, en concreto el que incorpore el suelo dotacional- residencial vacante y edificado al Sur de la vía del FF.CC., al Este del núcleo; y por último acometer una serie de acciones puntuales que resuelvan los problemas de urgencia.
Todas estas propuestas del PAI conducen al nuevo Plan General que nace con los siguientes objetivos:
– Controlar el crecimiento urbano, tanto residenciar como industrial
– Canalizar este crecimiento hacia el remate y colmatación de la trama urbana.
– Insertar en esta trama los elementos necesarios para vertebrar la aglomeración.
– Evitar la segregación de usos, diversificándolos en las áreas residenciales y flexibilizando el tratamiento de zonas industriales.
– Recuperar la figura de la calle tradicional, por oposición a la edificación en bloque abierto, diversificando la oferta tipológica de vivienda.
– Reforzar la centralidad del casco antiguo, manteniendo su carácter y rasgos tradicionales.
– Regenerar polígonos industriales degradados.
Sin olvidar todos los sistemas de infraestructuras básicas susceptibles de mejora: transporte, redes de abastecimiento, etc.
El crecimiento de la ciudad, que influye en la ineludible ocupación de terrenos parcialmente urbanizados, se debe producir hacia el Sur, de manera que se consiga un mayor equilibrio, que refuerce la función del casco antiguo como centro urbano, se cree un parque urbano en situación central que relacione el casco antiguo con el primer ensanche y, más al Sur, se integren en la trama urbana las zonas aisladas del Barrio del Castillo y San Benito a la vez que se recuperan terrenos degradados por vertederos y ocupaciones incontroladas. El Plan propone dotar a Torrejón de un esquema global de funcionamiento, que, de alguna manera, salve la división en 4 sectores a que da lugar la antigua carretera de Barcelona y la carretera de Loeches, ejes Este-Oeste y Norte-Sur respectivamente.
Conseguir esta unidad pasa por permeabilizar los 4 sectores.
El cuadrante Noroeste, donde se inscribe el casco antiguo, se constituye en centro cualificado de la ciudad, con las áreas ambientales de mayor calidad, reduciendo drásticamente el tráfico de paso. El borde Norte se propone dedicarlo a usos mixtos, como amortiguador entre las viviendas y la autovía.
El cuadrante Noreste ha sido la tradicional zona de expansión industrial y residencial. El suelo vacante se encuentra comprometido en grandes promociones residenciales, por lo que, respetando volúmenes, se incide en modificaciones tipológicas. El uso de vivienda se compatibiliza con mixto y terciario.
En el cuadrante Sureste se asienta el grueso de la industria, de diversa factura y ocupación, mezclada con descomunales promociones residenciales, El Plan confirma el uso del suelo, pero propone la racionalización y equipamiento de la industria y organizar la transición y coexistencia de este uso con el residencial. El borde Sur que remata con zonas verdes y residenciales que decrecen en densidad según se acercan al río.
El cuadrante Noroeste es el receptor de la expansión de la ciudad, capaz de satisfacer los grandes déficits de zonas verdes y el crecimiento residencial a lo largo de un esquema lineal. El parque que por el Norte se extendería hasta la estación se desarrolla sobre los terrenos que ahora ocupa la Base de Automovilismo del Ejército, por lo que su realización sólo es posible con el traslado de esta última. Un factor de clara influencia es el trazado viario, que parte de separar el tránsito de largo recorrido de las densidades interlocales y éstas a su vez de las intralocales. Así, por ejemplo, se establece una vía para vehículos pesados que los desvía a la N-II antes de pasar por Torrejón.
El esquema es sencillo: una cruz (Loeches-Torrejón y San Fernando-Alcalá) para el tráfico interlocal y un anillo para el intralocal, vía colectora de circunvalación, que vertebra zonas de la ciudad, en vez de ponerle fin, al no ser de gran capacidad.
Las actuaciones que se han producido en los últimos años no siempre han representado un paso adelante en la pretendida mejora de la calidad ambiental, como es el caso, especialmente significativo de la plaza mayor, verdadero desierto que poco invita al paseo y menos aún a la estancia, espacio desarraigado que sintoniza perfectamente con el incesante ruido de los reactores.

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La actual estructura urbana de Torrejón de Ardoz se explica fundamentalmente por dos procesos: por un lado, el crecimiento del núcleo original al que se han ido adosando grandes bolsas de suelo formando un tejido heterogéneo y fracturado debido a la yuxtaposición de usos industriales y residenciales y por otro el desarrollo de las infraestructuras de rango supramunicipal que atraviesan o se asientan en el municipio.

Además del citado eje este‐oeste, la estructura urbana se apoya en otros dos ejes norte‐sur: la carretera de Loeches, al este del casco, y la carretera que conduce a la Base Aérea desde el casco histórico y que corre paralela a su límite oeste, conocida como avenida de las Fronteras. A partir de la construcción de la autovía A‐II, de traza este‐oeste y al norte del casco tradicional, la avenida de las Fronteras se convertirá en la principal vía de tráficos rodados de acceso tanto a los usos industriales como residenciales.

Consecuencia de este crecimiento desordenado y sin planeamiento previo en buena parte de los tejidos del tercer tercio del siglo XX, anteriores a la Constitución, la ciudad presentaba a principios de los años 90′ una estructura deslavazada en la que se mezclan desordenadamente los tejidos residenciales e industriales, estos últimos además con unas densidades muy elevadas. Durante la década de los 80′, cuando se inicia la redacción del Plan General vigente, algunos de estos usos industriales, fundamentalmente los de transformados metálicos, se encontraban en situación de reconversión, con cierres de empresas y despidos de trabajadores.

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Debido a esta situación el Plan General de Ordenación Urbana de 1999, aprobado por acuerdo del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid de 1.3.2001, asume la imposibilidad de plantear un nuevo modelo de ciudad y apuesta por la recuperación selectiva y la construcción de una estructura urbana clara a partir de operaciones puntuales elegidas cuidadosamente que permitan suturar los tejidos heredados.

El anterior PGOU de Torrejón 1986 había sido aprobado el 27.9.1986, «el largo tiempo de paralización, con un documento que, aunque en Aprobación Inicial, fue dado a conocer a la población, ha dado lugar a la coexistencia en la imagen popular de varias normativas que hacían más confusade lo habitual la compresión de la regulación urbanística. La necesidad de retomar el proceso era imperiosa y por ello se llevó a cabo la actualización de la Información que ha servido de base para la redacción del presente documento que constituye el texto para la Aprobación Inicial». La necesidad de la Revisión no partía sólo de consideraciones administrativas sino que sobr ellas se superponía el agotamiento de los suelos urbanizables del Plan General. El Plan General vigente, recogía un conjunto de ámbitos de planeamiento de desarrollo en las distintas clases de suelo, señalando en el caso del Urbanizable Programado, los sistemas generales asociados. Determinaba 8 ámbitos en el Suelo Urbanizable Programado, 4 en el No Programado y 16 enclaves en Suelo Urbano, a ellos hay que añadir varias modificaciones del Plan en el Suelo Urbano, entre ellas la del enclave de San Isidro y las que más adelante se citan al comentar el Protocolo firmado con la Consejería de Obras Públicas de la CAM, y la autorización en el Suelo No Urbanizable del centro comercíal Parque Corredor con un impacto importante tanto en el municipio como en el Corredor. De los 18 enclaves de suelo urbano se han tramitado seis más la modificación puntual citada, con un total de 3.377 viviendas. Se encuentra en tramitación un enclave industrial y, prácticamente finalizada, la tramitación de los enclaves incluidos en el Protocolo como modificaciones puntuales que suponen un total de 1.430 viviendas. En Suelo Urbanizable Programado se delimitaban 8 sectores de los que se han tramitado 5 con un total de 7.192 viviendas. En tramitación se encuentra el sector I-8 industrial y con los trámites previos el sector I-6 que se incorpora al nuevo plan como sector R-1. El Suelo Urbanizable Programado residencial se encuentra, en consecuencia… prácticamente agotado y existe una oferta potencial de suelo imdustrial de 218.000 m2.

Finalmente, durante el plazo de paralización de la tramitación tuvo lugar la redacción del Documento Bases del Plan Regional que definía una estructura supramunicipal con importantes consecuencias para el núcleo urbano, que por sí solas, serían causa suficiente de revisión. El trazado de la M-45 con un acceso a Torrejón en el punto de confluencia con la nueva carretera de conexión con San Fernando y el nuevo trazado de la M-50 a la que se podrá acceder desde la carretera M-206 permitirán una accesibilidad al núcleo desde el Sur algo que no pudo ser tenido en cuenta por los redactores del PGOU-1986.

El expediente de Revisión se inició en 1991 dándose cuenta al Pleno del documento «Primer Diagnóstico y esquema orientativo» el 15.11.1991. En el Pleno de fecha 6.10.1992 se dio cuenta del documento de «Avance del Planeamiento» que se expuso al público por anuncio del BOCM de 3.12.1992, del BOE de 25.11.1992 y del Diario 16 de 12.11.1992. La Aprobación Inicial tuvo lugar en Pleno de fecha 27.12.1994, exponiéndose al público por anuncio en el BOCM del 9.3.1995 y Diario 16 de 14.3.1995.

A partir de entonces quedó el expediente paralizado hasta 1997, año en el que volvió a reiniciarse pero el tiempo transcurrido había dejado obsoleto el documento por lo que durante el citado año se realizó una nueva «Información Urbanística» que se presentó al Ayuntamiento en Noviembre de dicho año. En base a la misma se redacta un nuevo documento en el que se han tenido en cuenta la mayor parte de las alegaciones recogidas en 1995, y que no tiene sentido responder individualmente toda vez que el procedimiento se reinicia con una nueva «Aprobación Inicial», dado que los cambios introducidos y el nuevo modelo territorial propuesto (tanto regional como municipal) lo convierten en un documento nuevo, que debe entenderse como continuación del Avance expuesto en el año 92. Firmaban aquel documento Carlos Sánchez-Casas Padilla y Agustín Hernández Aja como directores habiendo sido redactado por DIAPLAN, S.A., con un equipo de profesionales expertos en los sectores analizados y con la colaboración de la Sección de Urbanismo del Instituto Juan de Herrera de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, contando con la colaboración de los Servicios Técnicos y Corporación Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz.

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Plano Afecciones Sonoras escenario año 2000 (PGOU 1999 Torrejón de Ardoz)

En la actualidad, buena parte de las actuaciones propuestas por el Plan General-1999 se encuentran desarrolladas, con lo que la ciudad ha ganado en legibilidad y coherencia de su estructura, a pesar de contar aún con fuertes fracturas difícilmente reconducible. Pero hace ya 15 años de su aprobación…

Un aspecto muy positivo a tener en cuenta en el PGOU de 1999 lo constituye el Catálogo de bienes protegidos, que se identifican en el municipio en virtud de sus valores arquitectónicos, urbanísticos, históricos, artísticos, culturales, ambientales, paisajísticos, botánicos, forestales, agrícolas…, y que se refieren a la Casa Grande (s. XVI), a la antigua fragua (s. XVIII), ubicada en la calle Jabonería con vistas a la avenida de la Constitución, a la iglesia parroquial de San Juan Evangelista (ss. XVI y XVIII), a las viviendas unifamiliares del norte de la carretera de Loeches en su margen izquierda (s. XX), a las viviendas unifamiliares de la avenida de la Constitución nº 79 y 81 (s. XX), al cementerio viejo de la calle Virgen de la Paz con vistas a la calle Roma (s. XVIII), a las casonas de la calle Cristo números 54 y 52 con vistas a la calle Marquesas (s. XIX principios del s. XX) y al puente de Torrejón sobre el río Henares (año 1889). También se relaciona como bien protegible el pino (pinus pinea) de la calle Juan Sebastián Elcano, sin número (en la urbanización “La Zarzuela”).

La primera red de abastecimiento de agua corriente se instaló en 1956. Hasta entonces los torrejoneros recurrían a los pozos y a las fuentes públicas, entre ellas la situada en la Plaza Mayor, que, tras su traslado, se halla actualmente en la calle de La Libertad. La instalación de esta red supuso ventajas evidentes en cuanto a la comodidad, poniéndose fin al trasiego diario en busca de agua. El vertiginoso crecimiento de los años 60, unido a la mala calidad del agua procedente del río Jarama, a su paso por Paracuellos hizo que esta instalación quedara pronto obsoleta.

En 1970 el Ayuntamiento requirió a PROCOINSA, empresa constructora del polígono “Torrejón II”, para que solucionase el problema de la escasez de agua. Esta empresa diseñó una nueva red basada en la captación de agua de dos pozos situados al norte del municipio, la que se destinaría a la creciente demanda de habitantes e industrias. De esta forma se consiguió remediar momentáneamente la situación, aunque el abastecimiento seguía resultando insuficiente –sobre todo en verano– para atender a la población, y la mala calidad del agua resultaba proverbial, hasta el punto que muchos torrejoneros se veían obligados a comprar “agua de Madrid” a los vendedores ambulantes. El anhelo de los ciudadanos se cumplió, al fin, cuando en 1975 el Ayuntamiento inició la conexión con la red del canal de Isabel II, con lo que concluyeron todos estos problemas.

El saneamiento o alcantarillado se inició en 1962 y concluyó en 1975; está conectado a los tres arroyos del Valle, Ardoz y Pelayo, los cuales constituyen su drenaje superficial natural, siendo el arroyo del Valle transcurre por el centro del pueblo el receptor del 80 % del total de vertidos de la población.

Con respecto a la energía eléctrica y alumbrado progresivamente se han ido subsanando muchos problemas originados por un deficiente equipamiento, como la insuficiencia de alumbrado público en ciertos barrios residenciales y en el polígono industrial. El estado general de este servicio es satisfactorio. La red de distribución de gas natural está concluida en los núcleos de viviendas consolidadas, formando parte consustancial de las infraestructuras de las nuevas viviendas según lo prevé el PGOU de 2001. La infraestructura telefónica contaba con una capacidad de atención de 30 líneas/100 habitantes en el año 1985, y las previsiones para el año 2000 elevaban esta cifra a una densidad de 40 líneas/100 habitantes.

En el Informe “Análisis Urbanístico de Barrios Vulnerables 1996. Catálogo de Áreas Vulnerables Españolas”. Ministerio de Fomento–Instituto Juan de Herrera. Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid.‐ HERNÁNDEZ AJA, Agustín (director) 1996) se identifican en 1991 los siguientes barrios vulnerables: 1‐ Casco tradicional‐Barrio Verde y en 2006, son: 1.‐ Casco tradicional, 2.‐ Virgen de Loreto, 3.‐ Estación, 4.‐ Las Fronteras, 5.‐ El Rosario y 6.‐ Parque de Cataluña

Además en 1991 incluye:

1.‐ EL ROSARIO (Distrito 2, sección 02.007). El barrio se sitúa al sur de las vías del ferrocarril y separado por ellas del casco tradicional. Presenta un índice de estudios del 30,15% en una de las secciones censales que lo componen debido al origen socioeconómico de la población, emigrantes de provincias y sin estudios llegados a la ciudad en los 70′ a trabajar en las industrias de municipio.
2.‐ PARQUE DE CATALUÑA‐LA SOLANA. (Distrito 2, sección 02.008). Barriada rodeada por los polígonos industriales de la Yegua al sur y del Preceptor al norte. En el año 2001 contaba con una bolsa de infravivienda situada en su parte oeste, limítrofe al barrio del Rosario.
3.‐ SAN JOSÉ (Distrito 3, sección 03.003). Situado entre el casco tradicional y las vías del ferrocarril, es el barrio de la estación. La población total es de unos 4.000 habitantes distribuidos en 4 secciones censales. La sección censal en la que se ubica la estación de ferrocarril tiene un índice de estudios de 24,57% sobre una población de 1.031 habitantes. Esta zona del barrio ha sido sometida a una profunda transformación tras el desarrollo de la unidad de ejecución UE‐CE‐2 Estación, con la construcción de nuevas edificaciones de mayor altura en la plaza de acceso a la estación de ferrocarril.
4.‐ TORREPISTA (Distrito 4, sección 04.011). Se trata de una urbanización de vivienda de los 70′ de unos 2.000 habitantes compuesta por 2 secciones censales, la situada más al oeste presenta un índice de infravivienda del 2,02%.
5.‐ LAS FRONTERAS (Distrito 4, sección 04.016). Polígono de vivienda de promoción pública de los años 70′ desarrollado mediante Plan Parcial de unos 5.000 habitantes. De las 4 secciones censales que lo componen sólo una presenta un índice de vulnerabilidad superior a la media: el índice de estudios, con el 23,90% sobre 1.665 habitantes. Esto se explica por el origen socioeconómico de la población y su perfil sociodemográfico, trabajadores con bajo nivel de formación para los grupos de mayor edad.

Torrejón presenta una población poco envejecida y una tasa baja de hogares unipersonales con mayores de 64 años respecto a la media autonómica y nacional. Se encuentra dentro de los umbrales autonómico y estatal, en lo que respecta al porcentaje de hogares con un adulto y un menor o más. Se aprecian unos indicadores ligeramente superiores a los supramunicipales aunque no exista ningún indicador destacable. Las tasas de paro y paro juvenil, ocupados eventuales y ocupados no cualificados se encuentran levemente por debajo de las nacionales y un poco por encima de las autonómicas. Lo mismo sucede con la tasa de población sin estudios, que con un valor de 13,53 %, se sitúa 2 puntos por debajo del valor nacional. Respecto al parque de viviendas, los índices son muy bajos en comparación a las medias supramunicipales. Destaca el porcentaje de viviendas menores de 30 m2 que solo alcanza un 0,07 % respecto a 0,78 % y el 0,39 % de las medias autonómica y nacional, respectivamente.

Ademas en 2006, incluye:

1.‐ PARQUE DE CATALUÑA‐ LA SOLANA. (Distrito 2, sección: 02.008). Barriada de bloque abierto de promoción privada de finales de los años setenta rodeada por los polígonos industriales de la Yegua al sur y del Preceptor al norte.
2.‐ PLAZA DE TOROS (Distrito 03, sección: 03.005). Barrio situado al sur del ferrocarril y al oeste de la carretera de Loeches. Se trata de un tejido de manzana cerrada con edificación de promoción privada de diferentes épocas, la inmediata a la carretera de los años 60′ y el resto de los años 90′ y primera década del presente siglo. Las viviendas de los años 60′ son las que cuentan con altos porcentajes de población inmigrante debido a los precios más bajos de alquiler.

Según los datos del padrón, en el año 2006 el índice de extranjería de la ciudad de Torrejón de Ardoz es cuatro puntos superior al valor de la Comunidad de Madrid. En la ciudad existen 6 barrios delimitados cuyos índices de extranjería superan el umbral del 20 %. Estos son: Casco tradicional, con un 23,31 %, Virgen de Loreto, con un 29,17 %, Estación, con un 38,01 %, Las Fronteras, con un 21,40 %, el Rosario, con un 20,45 %, y Parque Cataluña, con un 19,91 %. Destaca el barrio de Estación con una tasa sensiblemente superior al umbral vulnerable. El actual gobierno municipal, modificó en el año 2008 las normas de empadronamiento en el municipio para impedir el empadronamiento a los inmigrantes sin papeles o con visado de turista y a aquellos que no pudieran acreditar que disponían de 20 m2/persona en la vivienda en la que habitaban. En la práctica esta modificación suponía la imposibilidad para dichas personas de acceder a los servicios públicos sanitarios y a la escolarización de sus hijos. En enero de 2010, después de la intervención de la Abogacía del Estado esta medida fue retirada.

Torrejon GE2.jpgPero los grandes desarrollos residenciales pendientes de edificar de Torrejón de Ardoz hablan de 2.220.248 m2 de edificabilidad residencial prevista (para 22.083 viviendas) y 771.337 m2 pendientes (7.500 viviendas), SECTOR ALDOVEA (350.422 m2 de suelo para 186.653 m2 de edificabilidad residencial para 1.484 viviendas, iniciándose), SECTOR CONEXION ALCALA (252.481 m2 de suelo para 110.568 m2 de techo residencial para 1.111 viviendas, iniciándose), SECTOR LOS GIRASOLES (90.867 m2 de suelo para 158.888 m2 de techo residencial para 1.514 viviendas, urbanizado al 100% y edificado al 60%, quedando pendientes 900 viviendas), SECTOR SUR DE LOS FRESNOS (189.642 m2 de suelo para una edificabilidad de 83.847 m2 de techo para 1.143 viviendas, sin iniciar).

Actuación Urbanística Soto de Henares. ARPEGIO, Empresa Pública de la Comunidad de Madrid cuyo objeto social es la gestión de suelo para la promoción de áreas empresariales, industriales, residenciales y comerciales, adquirió en 1998 (mediante el compromiso de pago en parcelas de suelo residencial urbanizado) una gran finca (unas 290 Ha. situadas en los municipios de Torrejón de Ardoz y Alcalá de Henares) que había estado dedicada a la explotación agraria, incluyendo un olivar de unas 30 Ha., agricultura de secano y zonas de regadío en la vega del río Henares.

estacion-cercanias-renfe-soto-henares-torrejon-2015_1_2028746.jpgLos terrenos constituían un espacio rural residual entre los núcleos urbanos de Torrejón de Ardoz y Alcalá de Henares, al sur de la autovía A-2 y del ferrocarril Madrid-Barcelona y al norte del río Henares. Su estratégica posición le añadía un valor especial en el contexto de uno de los principales ejes metropolitanos madrileños (Corredor del Henares) ofreciendo además la oportunidad de recuperar para uso público la Vega del río Henares, un espacio de alto valor ambiental.

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La finca Soto Espinillo comprendía 170 ha, situadas entre el ferrocarril y el río Henares, en el municipio de Alcalá, más otras 170 ha en el de Torrejón, en una terraza de secano que favorecía el ensanche natural de la ciudad. Había sido ya objeto de propuestas de desarrollo conjunto, con viviendas también en la vega, o con un gran centro comercial a caballo de ambos municipios. Tras su compra por Arpegio en 1998 se propuso al Ayuntamiento un avance de ordenación con las siguientes premisas:
– Concentración del aprovechamiento en Torrejón, en un ensanche de densidad media, desde la Mancha Amarilla hasta una franja de 100 metros de protección del Henares.
– Dotación de una nueva estación de Cercanías y de un centro integrado de servicios, con exclusión de grandes superficies comerciales.
– Gradiente decreciente de densidades del casco al Henares, con tipologías diversas: desde bloques de VPO para jóvenes y mayores, hasta viviendas unifamiliares libres.
– Reserva del suelo de Alcalá como parque fluvial y para usos de dotación singulares.

Aceptada la propuesta en líneas generales, fue incluida en el protocolo para la revisión del Plan General de Torrejón, dando lugar a la firma en 1998 por Arpegio y el Ayuntamiento de un convenio urbanístico con los siguientes parámetros de desarrollo:
– Sector de 170 ha, con 780.000 m2 edificables lucrativos –10% terciarios– y 6.504 viviendas, que arrojan una edificabilidad de 0,45 m2/m2 y una densidad de 38 viviendas/ha.
– Sistema de compensación, con cesión del 22,5% del aprovechamiento al Ayuntamiento.

En 1999 fue aprobada una modificación del plan general que dio amparo al PAU y su plan parcial único, documentos aprobados definitivamente en 2000. El plan integró diversas medidas ambientales, en aplicación del trabajo Líneas de actuación para el desarrollo de una unidad residencial sostenible. Algunas propuestas, como la planta de reciclaje de residuos o una red de aguas grises, fueron descartadas por falta de viabilidad técnica o de gestión, y otras requirieron estudios específicos:

– Un estudio de accesibilidad para el “rediseño blando de la Ronda Sur, con el fin de reducir el tráfico de paso” y su efecto barrera entre el área residencial y el río, “y eliminar a su vez el tramo de la vega de Alcalá” trazado en el PG.
– Un estudio acústico, anterior a la ley madrileña, que determinó la mejor disposición de la edificación paralela al ferrocarril y la protección con caballones o pantallas acústicas.

El plan parcial ordenó sus 170 hectáreas, destinando el 25% a zonas verdes, el 11% a equipamientos y el 25% a red viaria, definiendo la siguiente estructura: 142
– Sistema de “tráfico templado” –velocidad de 50 km/h en vías colectoras, 30 km/h en áreas ambientales y 15 km/h en calles de coexistencia–, con una amplia red de carriles-bici.
– Nueva estación de Cercanías con centro de servicios públicos y privados, como pieza integradora y de transición del barrio de La Zarzuela con Soto del Henares.
– Salón-bulevar de la estación al río Henares y pasillos peatonales para “salir” de la ciudad.
– Eje comercial restringido al automóvil, que enlaza con el barrio de la Mancha Amarilla en una gran plaza; de ella nace otro salón-bulevar de relación con la ciudad aledaña.

La trama residencial dispone grandes manzanas de vivienda multifamiliar, de 4 a 6 plantas, de edificación alineada con bajos comerciales que conforma los espacios públicos centrales, permitiéndose la edificación retranqueada en el resto de las calles. Aunque el 80% de las viviendas son colectivas, es significativo el número de unifamiliares –1.277 parcelas de tamaño medio cercano a 250 m2–, que tratan de proporcionar una oferta de calidad que mejore la imagen de Torrejón. La vivienda de protección pública (VPP) alcanza el 76,6% del total –333 de tipo JyM, 818 de VPO y 3.828 de VPT–, variando sus edificabilidades netas de parcela entre 2,81 y 1,70 m2/m2.

El plan incorpora otras medidas de sostenibilidad, como las condiciones de soleamiento mínimo incorporadas a las ordenanzas residenciales, o el diseño estructural y funcional del sistema de espacios libres.

Hoy Torrejón de Ardoz tiene una población de 126.934 habitantes, y un parque residencial de 48.238 viviendas, de las cuales 2.375 son unifamiliares (el 4,92%). De su parque de viviendas datan de los 60′, escasamente 2.817 viviendas (el 5,8%), de los 70′ son 19.305 viviendas (representa el 40% del parque total de viviendas), de los 80′ son  3.169 viviendas (el 6,6%), de los 90′ son 7.518 viviendas (el 15,6%) y de la década prodigiosa 2000-2009 son 11.710 viviendas (el 24,3%).


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España