VILADECANS, según Catastro, a 1.1.2015, por tamaño y fecha.

tabla VILADECANS edad+tamaño edificaciontabla VILADECANS  2.121996e-314dad+tamaño edificacion.jpg

Estos gráficos representan el Parque Residencial del municipio de VILADECANS, Barcelona.

Son los Bienes Inmuebles matriculados en el Catastro, clasificados por año de inscripción y por tamaño.

Cada barra horizontal representa una década, siendo la más reciente la inferior (2010′), y la más antigua la superior (1950-1959).

Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).

La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto para la obtención de la Demanda Latente de Vivienda (la demanda latente: la configuran personas que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo) son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de viviendas que constituyen la demanda encubierta de una zona y que se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores pero que todavía no han constituido un hogar.

Viladecans DELVIViladecans PIRAMIDEtabla VILADECANS.jpgViladecans CATASTRO 2014-2016Viladecans INEViladecans ALQUILER

Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


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Viladecans es un municipio de 20,06 km2 y una ciudad de la comarca del Bajo Llobregat, en la zona del Delta del Llobregat, en la provincia de Barcelona, y se encuentra en el área metropolitana de Barcelona, a 12 km de la capital. Limita con las poblaciones vecinas de Sant Boi de Llobregat al este,  Sant Climent de Llobregat al norte i Gavà al oeste.

Actualmente la ciudad se divide en 3 distritos y 13 barrios: Barri antic, L’Eixample centre, La Montserratina, El Ginestar, La Torre Roja – Campreciós, Barri de Sales, Grup Sant Jordi, Can Sellarès, El Poblat Roca, Can Palmer – Can Batllori, L’Alba-rosa – Can Guardiola, El Torrent Ballester, El Mas Ratés.

mapa

Delta del Llobregat

Es una ciudad que ha experimentado un crecimiento demográfico muy importante en los últimos años debido a su cercanía a Barcelona, lo que ha dado lugar a que en el siglo XXI se hayan superado los 60.000 habitantes.

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Viladecans – Area Metropolitana Barcelona

Se supone que el origen de Viladecans es una villa agrícola romana del siglo I, durante la Edad Media los terrenos en los que se sitúa el asentamiento van cambiando de manos, siendo propiedad de distintos señores feudales. Hay documentos que indican que existió organización municipal desde el siglo XVI, pero hasta el XVIII no se produce la independencia parroquial. Durante el siglo XIX se expande el sector agrícola por el delta del Llobregat, y a principios del XX se comienza a desarrollar el sector industrial, con el establecimiento en 1920 de la factoría “Roca‐Radiadores” en el vecino pueblo de Gavá, y su ampliación sobre terrenos de Viladecans. Esto marca el inicio del crecimiento urbano, que será especialmente intenso en los años 60′ debido a la llegada de inmigrantes de Castilla, Andalucía o Extremadura. A partir de los primeros ayuntamientos democráticos, las transformaciones urbanas se desarrollan tratando de estructurar el territorio, dar continuidad a las áreas edificadas y solucionar el déficit de servicios y espacios libres que tenía la ciudad.

En los últimos años se han realizado actuaciones para integrar en la trama urbana las rieras (Sant Llorenç, Sant Climent) que generaban importantes barreras de conexión y vacíos urbanos. También se han realizado planes de mejora en algunos sectores (Sales, Ponent), y se han desarrollado nuevos suelos. Los planes para el futuro desarrollo de la ciudad están recogidos en el Plan Director del Suelo Urbano ‐ Pla Director de Sòl Urbà de Viladecans, que define un modelo de ciudad policéntrica, con 3 áreas de centralidad de carácter supramunicipal (Torrent Ballester, Marina 21, Llevant 21), que dibujan un triángulo sobre la estructura urbana; y otras 3 áreas complementarias de centralidad local (Eixample 21, Nucli Antic, Ponent 21) que forman el triángulo invertido.

Viladecansgeo

Orografría Delta del Llobregat

El territorio municipal se extiende desde la sierra prelitoral hasta la costa, el desarrollo urbano se ha situado históricamente al norte de la carretera de Barcelona, con polígonos industriales al sur y suelos agrícolas hacia la costa, sobre los terrenos del delta del Llobregat, que actualmente forman parte del Parque Agrario del Baix Llobregat. El viario de conexión supramunicipal está constituido por la carretera comarcal de Barcelona, eje de conexión histórico del municipio, al sur la autopista de Pau Casals, que se cruza con el trazado del ferrocarril (cercanías de Renfe), y cerca de la costa la autopista de Castelldefels. El desarrollo urbano se sitúa principalmente al norte de la carretera de Barcelona, los polígonos industriales entre dicha carretera y la autopista de Pau Casals, y el terreno agrícola al sur llegando hasta la costa.

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Desde mediados del siglo XIX , hubo un impulso en la construcción de varias urbanizaciones uniéndose al Viladecans preexistente, urbanizaciones parceladas, sin que existiera una propuesta exitosa de planificación urbana por parte de la propia administración local. Y esa fue una constante que presenció su conclusión con la aprobación, por parte del ayuntamiento de Viladecans, el primer plan parcial de ordenación urbana de la población , concretamente el Plan Parcial del Sector Oeste del año 1957, creado al amparo de las nuevas perspectivas de crecimiento que ofrecería por el Plan Comarcal de 1953. Hasta que llegó ese momento, el proceso urbanizador de Viladecans se dejó en manos de promotores privados -locales o foráneos- deseosos de obtener rentas urbanas, a partir de las ventas de unas tierras que hasta aquellos momentos habían sido parajes rústicos dedicados al cultivo. Aparte de que pueda interesar como se articuló ese proceso urbanizador, otro hito del presente artículo es identificar los diversos promotores urbanizadores, introduciendo una hipótesis de trabajo que se podría formular en el sentido de que con la aparición de estos promotores aparecería un cambio de tendencia socioeconómica en un pueblo que, todo y no dejar nunca en el periodo de otorgar preeminencia a las tareas agrarias, adquiriría, gradualmente, algunos elementos propios de los espacios urbanos, en especial, alcanzados durante los últimos años del primer tercio del siglo pasado.

1852 viladecans

Uno de los primeros inductores de crecimiento urbano de Viladecans lo encontraremos con la construcción de la carretera de Barcelona en Santa Cruz de Calafell, a su paso por el pueblo. Con el aprovechamiento de la previa conexión de Barcelona hasta Collblanc, pasando por la ciudad de Sants, la carretera de Barcelona a Santa Cruz de Calafell proyectaba, desde mediados del siglo XIX, la unión de la capital hasta las actuales comarcas del Garraf y el Baix Penedès, tras atravesar las villas de Cornellà, Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels, hasta llegar al macizo del Garraf. La ejecución del proyecto pudo finalizar su primer tramo con la construcción de un puente sobre el río Llobregat, en Sant Boi, en 1864. A partir de ese momento quedaba la construcción del segundo tramo de la carretera que debería llevar en paralelo -y a veces, solapadas- con el antiguo recorrido del camino real de Barcelona hasta llegar a Castelldefels y en las costas del Garraf, recorriendo el límite de las tierras deltaicas.

En Viladecans, la carretera se urbanizó hacia el año 1873 y rápidamente fue jalonada de casas y algunos establecimientos comerciales, de acuerdo con la importancia que otorgaba una vía de carácter estatal, a pesar de ser considerada de tercer orden ya que en ningún caso unía capitales de provincia. En Santa Cruz de Calafell, ya en el Baix Penedès , la carretera debía conectar con la vía de segundo orden -hoy Nacional II-, que venía de Barcelona y de Molins de Rei por puerto del Ordal y que unía la capital de Cataluña con Tarragona y, más allá, Valencia.

Al abrigo de la construcción de esa carretera, podemos decir que al pueblo de Viladecans se le abrieron unas posibilidades de relación comercial y circulación de ideas hasta ese momento nuevas y altamente atractivas, y que deberían beneficiar sobre todo el tráfico de mercancías y, en especial, la salida de los excedentes de producción del cultivo de la viña que en esos momentos se producía en amplios sectores del Samontà y montaña del término viladecanenc. En relación directa con aquel impulso constructivo que la carretera generaba, desde el arroyo del Mas Font y en dirección a Gavà, hay que entender los primeros proyectos de urbanización de los que hoy tenemos constancia. en este sentido, del mismo año 1873, cabe mencionar el proyecto de urbanización de un terreno propiedad de los herederos del barcelonés Antonio Andreu y Doria, situado junto a la nueva carretera y del cauce del arroyo del Mas Fuente; un proyecto que fue el origen de las calles de la Unión y del inicio del segundo tramo la calle de los Silos cercano a la carretera de San Climent. Además de su significación, aunque incipiente, en el proceso de ensanchamiento real de la trama urbana de Viladecans, hay que decir que el plano del proyecto estuvo confeccionado por el arquitecto Joaquín Bravo y Dachs, el cual hacia final de la década de los años setenta del siglo pasado sería nombrado por el ayuntamiento de Viladecans maestro de obras municipal en sustitución de José María y Busquets. Uno y otro son los primeros arquitectos municipales que los documentos de archivo mencionan, lo que nos hace pensar en el intento, por parte del propio ayuntamiento de Viladecans de racionalizar la aprobación de los proyectos de urbanización que se presentaban y el otorgamiento de nuevas licencias de obras previa a la construcción de nuevas viviendas impulsados por parte de los diversos promotors. Una voluntad del consistorio viladecanense muy en consonancia con la toma de conciencia urbana motivada por el atractivo residencial que entonces tomaba Viladecans para ciertos sectores acomodados barceloneses, deseosos de construir una segunda residencia en un pueblo ahora mejor comunicado respecto de la capital. En este sentido hay que interpretar el acuerdo del Pleno municipal de 30.12.1880, en el que encargaba al maestro de obras municipal Joaquín Brau, la confección de un plano de nuevas alineaciones de la zona que podría dedicarse a ensanche del núcleo, atendidas «Las varias casas que se vienen construyendo (…) desde que se ha concluido la construcción de la carretera de Barcelona a Santa Cruz de Calafell […] «.

El segundo proyecto de urbanización conservado en el Archivo Municipal es el presentado por la barcelonesa Vicenta Escoda y Vidal en 1874, en unos terrenos de su propiedad cercanos a la calle de San José, entonces el último las calles situado a poniente de la població. Aunque las primeras licencias de obras para construir nuevas edificaciones sobre aquella parcelación no se empezarían a otorgar hasta la segunda y tercera década del siglo XX, sólo el interés de urbanizar ya es motivo para observar la voluntad los nuevos promotores -en este caso barceloneses- de dedicar terrenos de cultivo a la parcelación y venta posteriores para la construcción. Finalmente, el siglo XIX finaliza con la presentación de un nuevo proyecto, este impulsado por el vecino viladecanense Antoni Massallach y situado en la parte alta de Viladecans en 1895; un proyecto que es el responsable de la urbanización de un sector de la calle del Sol y la calle de la Montaña, tras la iglesia parroquial. Analizando el hecho, es totalmente sintomático observar que este vecino, procedente de la casa payesa acomodada de los Marcó, demostrara su voluntad de parcelar unas tierras de cultivo, adyacentes con la misma casa solariega, siguiendo una práctica urbanizadora que hasta entonces había sido realizada por propietarios forasteros. Algo estaba cambiando en algunas familias campesinas más interesadas urbanizar sus tierras rústicas patrimoniales, conscientes del potencial que ofrecían las rentas de naturaleza urbana. A partir de inicios del siglo XX y sobre todo durante la década los años 20′, esta conciencia será cada vez mayor.

A finales del siglo XIX, concretamente el 11.1.1891, el consistorio viladecanense decidió nombrar para el cargo de arquitecto municipal Joan Bruguera y Díaz, en sustitución de Joaquín Brau. Según mencionaba el acta municipal del nuevo nombramiento, la causa debía buscar en la falta de dedicación al cargo de Joaquín Bravo, el cual no había confeccionado, durante los años en que se mantuvo en el cargo, ningún plano general de la población ni ningún plano de nuevas alineaciones de calles, algo que, como se ha visto, el Pleno municipal le había encargado 1880. Joan Bruguera, a diferencia de su antecesor, no tardó muchos años en ponerse a trabajar en la confección de los proyectos de alineaciones de las calles más céntricas de Viladecans. Así sucedió con la de las actuales calles de Àngel Guimerà, plaza de la Vila y la calle de San Juan (1895), calle San Mariano (1900), calle de la Montaña entre el tramo que discurría entre el Raval y el futura calle de Santa Teresa (1902), calle Balletbó y la su conexión con el de San Isidro (1904) y con la calle de los Silos (1906). Sin embargo, la muerte de Juan Bruguera a principios del año 1907. También dejaría inacabado el trabajo de las confecciones de este tipo de proyectos, paso previo para la confección de una planificación de ensanchamiento urbanístico de Viladecans, el cual no se poder hacer sino en años posteriors. En sustitución de Bruguera, el nuevo arquitecto municipal, nombrado por el ayuntamiento, fue Josep Canaleta y Cuadras, el 1 de junio del mismo año 1907. Canaleta (Vic, 1875-Barcelona, 1950), quien hacía sólo cinco años que había logrado el título de arquitecto, iniciaba entonces su actividad en Viladecans mientras colaboraba con Antoni Gaudí mismo en las obras de la Sagrada Familia, la casa Milán y la cripta de la colonia Güell. Josep Canaleta, desde su nuevo cargo en Viladecans, será quien otorgará el placet a los diversos proyectos de urbanización y de construcción de nuevas viviendas, durante todo el primer tercio del siglo XIX; un periodo muy destacado en este sentido y sobre todo intenso a partir de la década de los años 20′. E incluso, será él mismo quien colaborará con algunos de los promotores urbanísticos locales más destacados, la hora de plantear nuevas propuestas de ensanchamientos urbanos.

El primer proyecto de urbanización del siglo, conservado el Archivo Municipal de Viladecans, se presentó en el ayuntamiento 1905 por parte de los barceloneses Trinidad Xelma y Luis Diez, responsables de la urbanización de un sector que conectaba la calle del Raval hasta la actual calle la Virgen de Sales, todo prolongando las calles de San Mariano y del Monte. El segundo proyecto llegó de la mano del propietario barcelonés Josep Feliu y Gusiñé, 1908, el cual deseaba parcelar unas tierras de su propiedad en parte de el llamado cerrado de cal Malloles; unas tierras situadas en la zona comprendida entre las actuales calles de Jaume Abril y de San Isidro, a ambos lados del tramo superior de la calle de Pi y Margall; vía que se crearía, precisamente, el 1915, a consecuencia de la ejecución de dicho plan de urbanización. La huella de José Feliu y Gusiñé a Viladecans llegaría a ser muy intensa en años posteriores, si bien en 1908 ya se podía intuir que su preeminencia local sería muy destacada en el pueblo; una importancia debe sobre todo a la propiedad, recientemente adquirida por la familia Feliu, de gran parte del patrimonio que durante el siglo XIX había estado en manos de la familia Malloles y, aún más antiguamente, en poder del marqués de la Manresana.
Así pues, Josep Feliu y Gusiñé se convierte en una pieza clave dentro del ámbito local viladecanense, para entender de qué manera se efectuó el traspaso de la propiedad de origen señorial hacia la propiedad del burgués rentista, durante el siglo XIX y inicios del siglo XX; un propietario burgués que, cada vez con más intensidad, estará gradualmente más interesado en extraer rentas de naturaleza urbana de unas tierras que hasta entonces habían sido dedicadas a cultivos. Además de este primer proyecto de Feliu de 1908, cabe mencionar a otros dos de aprobados en la década de los años 10′ del siglo pasado. El primero fue presentado por la propietaria María Torres y Pugés en 1911, con el fin de urbanizar las tierras que se situaban en el triángulo conformado entre la carretera de Barcelona, el Torrentet y el Torrente Ballester y las tierras del Mas de Can Xic, que darían origen a varias calles ponente del pueblo: Enric Granados, Tomás Bretón, Enric Morera y Anselm Clavé. El segundo de los proyectos se presentaría en 1915 por el propietario barcelonés Ramon Ribas en la zona de levante de la población, entre la carretera de San Clemente, el cauce del arroyo del Mas Font y la prolongación de la calle de las Sitges; un proyecto que daría origen a la apertura de la calle de Mossèn Jacint Verdaguer.
Todos ellos son proyectos que no se desarrollaron urbanísticamente hasta la década de los años 20′, un factor parece explicar este hecho: la llegada de la inmigración de «los murcianos» en aquella década y la necesidad consiguiente de creación de suelo urbano. La demanda de los recién llegados inició la oferta de nuevas parcelas para la construcción de viviendas y en este proceso la actividad de los nuevos promotores urbanos sería muy destacada. Una época en la que buena parte de estos promotores se habían enriquecido notablemente a partir del período de neutralidad del mercado español en el contexto de la Gran Guerra.
Efectivamente, es a partir de los años 20′ del siglo pasado cuando se presentó el mayor número de planes de urbanización anteriores a la aplicación del Plan Comarcal de 1953. Sólo una relación de los más destacados nos ayudará a captar fácilmente la importancia del proceso; un listado que, hay decirlo, sólo menciona aquellos proyectos que realmente disfrutaron de ejecución real con respecto a la venta de parcelas a nuevos compradores y en la apertura de nuevas calles. De la misma forma, hay que decir que sólo constata el seguido de expedientes -algunos, incompletos y fragmentarios- conservados en el Archivo Municipal de Viladecans: (1922) Proyecto del Raval dels Martirs y Proyecto de Les Clotes; (1923), Proyecto de la zona sur del Torrente Ballester, Proyecto del Samotá de la Rajolena, Proyecto de la Vinya del Baró-Parellada del Bisbe-Vinya de la Torre; Proyecto El Pinar; (1924), Proyecto del Samontá del Barratet; Proyecto de la Vinya Plana; (1925), Proyecto de la Vinya Gran; (1927), Proyecto del Camp d’en Joan; (1928), Proyecto del Samontá del Contrabandista, Proyecto de les terres del mas de ca n’Almirall; (1930), Proyecte del Camp d’en Pugés. De todo esta lista podemos destacar algunos aspectos importantes. Primero es detectar como algunas de las urbanizaciones ya no formarán añadidos a la trama urbana preexistentes sino que generarán barriadas fuertemente desconectadas del centro de Viladecans (Casos del Raval de los Mártires, de la urbanización de la Parellada del Obispo -barrio de Sales- o de la parcelación de la Viña Grande), las cuales sólo serían asumidas por la trama urbanística de la ciudad, desde los años 70′ o 80′ del siglo pasado. La segunda reflexión es detectar el fortalecimiento de la estrategia de buena parte del capital burgués barcelonés, instalado en Viladecans, ahora determinado de forma notable en la parcelación de sus tierras patrimoniales, con la formación de la urbanización consiguiente. Así podemos observar cómo los 14 proyectos señalados, 9 de ellos son presentados y propiedades barceloneses, en solitario o en asociación unos con otros. En otro caso, sólo 3 de los 14 fueron presentados por propiedades locales, los cuales, en ningún caso igualarían las dimensiones ni la significación de los proyectos presentados por los forasteros. Finalmente, también se puede observar como 2 de los proyectos mencionados están presentados por una sociedad de promotores foráneos y locales (son los casos del proyecto del Samontà del Barratet y de la Rajoleria), prueba que el negocio de las parcelaciones podía interesar a todos. A modo de ejemplo, podemos centrarnos en el caso del proyecto de urbanización de la Parellada del Obispo, también llamada Viña del Barón, en el año 1923, con el fin de detectar como establecían los mecanismos del negocio urbanizador del momento. Las tierras de la Parellada del Obispo, situadas al sur del Camino Real y a la derecha del arroyo del Mas Font, hacía más de un siglo como mínimo que se dedicaban al cultivo de la vid, a partir del establecimiento de un contrato enfitéutico donde el Barón de Viala -último señor de la Torre del Baró- era el propietario eminente de la tierra, mientras que esta era cultivada por vecinos agricultores de la Villa como ocurrió con Josep Dios y Monmany y su hijo José María y Castells. La estrategia de los propietarios barceloneses interesados en la urbanización fue bien meridiana. Asociarse, en esta ocasión , una serie de interesados y hacer, a continuación, una buena oferta de compraventa al Barón de Viala por las sus tierras, para luego acordar, hacia finales de 1922, con el agricultor local, propietario del dominio útil, la cancelación del contrato agrario. Poco después, ya sólo restaba la presentación de los planos de la urbanización frente al ayuntamiento y , obteniendo la aprobación del Pleno Municipal, determinar el precio de venta de las parcelas que se ofrecerían a la gente interesada una urbanización realizada, como era lo habitual en aquella época, sin la previsión de escuelas, ni alcantarillas ni suministros de agua o electricidad: un negocio, pues, bien redondo y de carácter especulativo llevado a cabo por los promotores.
En esta ocasión, los propietarios asociados fueron el inefable Josep Feliu y Gusiñé, junto con Lluís Camps y Oliva y los hermanos Luis y Isidre Riera y Modolell. Desde 1908 hasta la década los años 20′ su figura de gran propietario del pueblo había aumentado considerablemente, incrementando su patrimonio tanto en Viladecans como en otros municipios de los alrededores, Gavà, Castelldefels y L’Hospitalet. El señor Feliu, vecino de la calle del Comercio de Barcelona, se había hecho una gran torre residencial en Viladecans desde donde se había convertido en el verdadero cacique del pueblo y correa de transmisión de los intereses políticos en la zona de la Liga Regionalista de Cambó y Bertrán y Musitu. No es, pues, extraño que su gran momento en la presentación de proyectos de urbanización se realizara en 1923, momento álgido del conservadurismo catalanista lligaire en la política catalana previo al golpe de estado de Primo de Rivera.Mención especial también hay que hacer los barceloneses hermanos Luis y Isidre Riera y Modolell, -abogado el primero y reconocido pintor y dibujante, el segundo (1876-1951)- promotores de varias parcelaciones tanto en Cerdanyola del Vallés (urbanización Monflorit, 1920), en Cornellà (donde unas tierras adquiridas por Lluís Riera en 1905 fueron urbanizadas en 1922 para convertirse en el barrio de la Riera, con un nombre de lugar urbano deudor del apellido del promotor),  como también en Gavà (proyecto de urbanización del barrio de las Colomeres). Y ahora, también socios de Feliu y Gusiñé y Lluís Camps y Oliva en este proyecto viladecanense de urbanización de la Viña del Barón; un nuevo barrio del pueblo que vería construidas cincuenta modestas casas donde vivirían un total de 267 vecinos en el año 1,930 la mayoría de ellos recién llegados procedentes de la franja del Bajo Maestrazgo en el norte de Castellón y de la comarca de la Baja Segura en el Alicante.
Con un ritmo más lento, la secuencia en la presentación de proyectos de urbanización privados, durante la década de los años 30′, es menor si la comparamos con la de los años 20′. Sólo hay que destacar el proyecto presentado en 1935, por Mercè Pratmarsó y Soler, propietaria de las tierras del lugar de la Torre-roja, a fin de urbanizar buena parte de sus tierras, situadas entre la carretera de Barcelona, el arroyo de San Clemente y el Torrent Fondo. La causa de este ritmo más lento en la presentación de proyectos de urbanización, hay que atribuirla, sin duda, a la crisis económica generalizada, lo que condujo a la falta de demanda de nuevas viviendas. esto no obstante, la reducción del impulso de los promotores parece sustituida en esta época por un cierto interés de la administración republicana local para la planificación urbana y la construcción de obra pública. De entre los proyectos que demuestra este interés, es oportuno destacar aquí la aprobación del Proyecto de ensanche del Plan de nuevas alineaciones y las calles de la parte norte del pueblo, aprobado por Pleno del Ayuntamiento en 1934, el cual, aunque tener muchas oposiciones y no acabó de cuajar, supuso el primer intento de planificación real del ensanche viladecanense a instancias municipales. No se encontraría otro ejemplo, en este sentido en Viladecans, hasta los años 50′ del siglo pasado.

Después de terminado el periodo revolucionario y de Guerra Civil de 1936 a 1939, Cataluña inició, durante toda la década los años 40′, una etapa de represión y escasez en todas las esferas. Viladecans no fue una excepción. A nivel urbanístico el ensanchamiento urbano se frenó bruscamente y el volumen de proyectos de nuevas construcciones de viviendas casi se paralizó. La burguesía rentista venía de un período convulso y lleno de incertidumbres, y ahora, con el nuevo statu quo político, había perdido las riendas políticas de la administración; el pueblo, de lo contrario, empobrecido ya hacía mucho de subsistir. Obviamente, por otro lado, la corriente inmigratoria se detuvo y los beneficios del mercado del suelo van casi desaparecer. En cualquier caso, los escasos proyectos de urbanización de la época siguen los esquemas de los expedientes que hemos visto hasta ahora, producto del negocio de propietarios foráneos. Este fue el caso de uno de los planes más destacados de la historia urbanística de Viladecans: el de parcelación de las tierras de Can Cot y Can Pere Trius, donde se ubicó la Urbanización Alba-Rosa en 1948. El promotor de este expediente fue el barcelonés Joaquín Sobrino y Montoliu, quien también urbanizado tierras del Samontà de Sant Joan Despí, a mediados de los años 50′.

Con el paso de los años, el renacimiento de la producción industrial y la circulación de capitales, producto del fin de la autarquía, va generar un crecimiento económico que desembocó en un aumento demográfico sin precedentes. Dada esta situación se creó, en Barcelona, el Plan Comarcal de 1953, que tuvo como objetivo establecer las relaciones entre tipologías arquitectónicas y fórmulas de ordenación urbana, lo que en la larga permitiría establecer una primera regulación normativa de las zonas industriales, los ensanches residenciales y las ciudades-jardín. Pasados tres años de la aprobación del Plan Comarcal, anunciaba en las Cortes franquistas la aprobación de la Ley del Suelo y de Ordenación Urbana. Con estos dos marcos normativos se daría inicio a un nuevo marco de actuación urbanístico dominado por las figuras de planeamiento aprobados por los ayuntamientos: Planes Generales, Planes Parciales, Planes de Ordenación de Islas … Y en Viladecans, el primer ejemplo de estas figuras la encontraremos en el Plan Parcial del Sector Oeste (1957), al que seguirán otros en la década siguiente. El plan parcial del Sector Oeste planificaba el ensanchamiento urbano de Viladecans hasta el término municipal de Viladecans. años más tarde se aprobó el del Sector Industrial Centro (1958) y el del Sector Noreste (1966).

Los promotores urbanísticos del momento deberían adecuarse al nuevo ámbito de actuación, aunque continuarán llevando a cabo, en general, los mismos mecanismos especulativos, prescindiendo de la cuestión de las mínimas condiciones de habitabilidad que habrían necesitado las nuevas viviendas creados, normalmente, para dar respuesta a la avalancha inmigratoria de esta época. Con el final de los años 50′ del siglo pasado finalizaba una época y comenzaba otra, aunque, a una y en la otra las unirían muchos elementos de continuidad. Terminaba la obra de los promotores urbanísticos privados que parcelaban tierras patrimoniales al margen de las voluntades de planeamiento de la administración local. Seguiría, agravado, el negocio especulativo del suelo urbano, llevado a cabo por promotores; ahora bajo el paraguas del planeamiento de una administración autoritaria que actuaba de espaldas a los deseos de los vecinos de poder alcanzar un nivel de vida digno y desarrollado en libertad.

Todo ensancha el pueblo. Las urbanizaciones y los promotores urbanísticos de Viladecans (1852-1957). Xavier Calderé i Bel

TUC1TUC2El centro urbano histórico de Viladecans se sitúa entre las rieras de Sant Climent y el Torrent Ballester, que han sido urbanizadas mejorando la conexión urbana mediante áreas verdes, y localizando en ellas nuevos equipamientos. El casco se localiza en el entorno del cruce que conforman los ejes de comunicación de la carretera de Barcelona a Santa Cruz de Calafell, la carretera de Sant Climent y el Camino de Gavà. Las tramas al norte y sur del casco son de ensanche de la primera mitad del siglo XX. En la periferia se sitúan los polígonos residenciales de los años sesenta, el más importante por su tamaño y número de habitantes es el sector Ponent, al oeste, formando un continuo urbano con el municipio de Gavà. Al norte de este sector sesitúa la ciudad jardín Alba Rosa, construida en los años 50′.

2 1 Sistema urba Planejament.jpgEn la segunda mitad del siglo XX, se configura la transformación física de Viladecans, que pasa de ser un municipio característico de una economía rural a una ciudad que participa de la dinámica del entorno metropolitano de Barcelona definida por el intenso crecimiento demográfico, la transformación de las estructuras productivas de la agricultura hacia la industria y los servicios. Esta transformación se resume en las siguientes fases o etapas : 1.- Formación del núcleo urbano (hasta 1960) se dibujan las trazas que deben delimitar el espacio físico que ocupará el núcleo central de Viladecans definidas por la zona centro o núcleo antiguo y los nuevos asentamientos desligados del núcleo central: Barrio de Salas (1920) y Santa Isabel-Alba-Rosa (1950), y 2.- Compactación y densificación del núcleo urbano (1960-76) bajo las directrices del Plan Comarcal se desarrolla el núcleo urbano de Viladecans mediante un proceso de compactación y densificación con tipología de ensanche y otro de extensión al alrededor de 4 sectores de planeamiento: Sector Oeste (Crecimiento poligonal), Sector Centro (Zona Industrial), Sector Noreste (Eixample-ciudad jardín) 3.- Formalización de la ciudad (1976-2007).

tipologia edificacionedad edificacion

Con el Plan General Metropolitano de 1976, se inicia la recuperación los graves déficits infraestructurales y de servicios generados en la etapa anterior, conformando la imagen actual de Viladecans, que con el cosido de los vacíos urbanos del Torrente Ballester y las extensiones a levante y sur conjuntamente con las operaciones de renovación urbana (Poniente, Centro y Ensanche) afronta el futuro los próximos 12 años.

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La estructura territorial del municipio viene condicionada por las preexistencias geográficas y ambientales: proximidad con Barcelona (el municipio está incluido en la su región metropolitana) y grandes infraestructuras como aeropuerto, delimitación al norte con la franja forestal y el sur con la franja deltaica; la geometría del término municipal (el término tiene una forma aproximadamente rectangular y se extiende desde la montaña a la costa y la formación geológica de los terrenos: el terreno se desarrolla en limos arcillosos (zona deltaica), arcillas (Zona urbana) y pizarras (zona forestal)). El término municipal se delimita en una franja marítima-litoral, la franja deltaica (uso agrícola) y la franja de transición (uso residencial e industrial), y una franja forestal. La ubicación de los grandes sistemas generales y metropolitanos, así como la infraestructura metropolitana de movilidad y servicios, se han repartido en el territorio de Viladecans como sistemas metropolitanos ajenos al crecimiento propio del núcleo, aunque en la gestión de los últimos 20 años se han hecho esfuerzos para incorporarlos dentro de las dinámicas sociales y económicas del núcleo con las siguientes actuaciones: construcción de la estación de Renfe-autopista C-32, sistema aeroportuario-Parque aeroespacial Can Alemán y Camino del Mar Filipinas (reurbanización como vía cívica con carril bici)-Incorporación de la franja marítima en Viladecans.

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Las viviendas se agrupan en su totalidad dentro de la franja de transición, conformando un asentamiento residencial compacto que, mayoritariamente, se sitúa entre las cotas +7,00 y +60,00.

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Plan General Metropolitano de Barcelona 1976

El Plan Local de Vivienda (PLH) se formula por el ayuntamiento de Viladecans en aplicación del Pleno de fecha 22.12.2005 en el que se resolvió redactar el Plan Local de Vivienda del municipio y solicitar a la Diputación de Barcelona asistencia técnica para su redacción. En septiembre de 2007 se entregó al Ayuntamiento el documento, que ante la inminencia de la aprobación de la Ley del Derecho de la Vivienda consideró oportuno posponer la tramitación hasta la ejecutividad de la referida ley. El descenso en el sector inmobiliario y los cambios organizativos en la estructura de los departamentos municipales encargados de llevar a cabo las políticas de vivienda, así como la necesidad de adaptar y completar algunos apartados especificados en la ley no incluidos en el trabajo entregado , ha hecho necesario reelaborar el documento por parte de los servicios municipales con la asistencia técnica de la DSHUA formalizada con el encargo a la empresa ALTRAN los aspectos no contemplados en el convenio inicial.

Planejament_1-5000_Nucli_urba.jpgCon el horizonte de 12 años del PLV y contabilizando el total de viviendas potenciales calculados para Viladecans, resultan los siguientes datos: viviendas de protección oficial (993+2.143=3.136)+viviendas de titularidad pública (200)+viviendas privadas de mediación social (607+1.000=1.607) = 5.143 viviendas.

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actuacione mejora urbanaareas de renovacion y regeneracion

El Plan Director Urbanístico del Delta (de Llobregat), con aprobación definitiva el 12.1.2016, y publicado en el DOGC núm 7060,  de 17.2.2016,  tiene por ámbito el area de influencia del parque agrario del Baix Llobregat y del sistema general aeroportuario del aeropuerto de Barcelona, situados en la llanura deltaica. El PDU incrementa en un 40% los suelos agrícolas y los espacios libres, lo que permite aumentar la superficie del Parque Agrario del Baix Llobregat en 148 hectáreas; y también se desclasifican 121 hectáreas, lo que equivale al 18% del ámbito afectado por el plan director, medidas que reducen el suelo susceptible de ser edificado y el techo potencial en un 70%. El PDU delimita 5 sectores para la actividad económica que suman un total de 156 hectáreas: el sector dels Joncs, en Gavà; los sectores de Can Sabadell y de Serral Llarg, en Viladecans; y los sectores Llevant y Antic Híper, en Sant Boi de Llobregat.

Imatge

PDU Delta Llobregat

Sector Can Sabadell (Viladecans): se encuentra al oeste del aeropuerto de Barcelona, alrededor del arroyo de San Clemente. El PDU prevé la implantación de un sector de actividad económica vinculado, tanto por su posición como por los usos previstos, el sistema aeroportuario adyacente, con usos terciarios y de oficinas. El Plan pone énfasis en su integración paisajística en un entorno sensible con suelos agrícolas incluidos en el parque agrario del Baix Llobregat y también en el PEIN/Red Natura 2000 del delta del Llobregat. Con una superficie total del sector de 257.671 m2, se prevé una edificabilidad de 180.000 m2 de techo.  

Sector Serral Largo (Viladecans): en el extremo sur del término municipal, a ambos lados de la autovía C-31. En este caso, se prevén usos hoteleros, turísticos y deportivos, también con especial cuidado en su integración paisajística, dada la proximidad de suelos agrícolas, del entorno del lago de la Murta y de los pinares existentes en la franja paralela al frente marítimo. Con una superficie de 277.883 m2 para todo este sector, la edificabilidad será de 50.000m2 de techo.

Otro aspecto es la afección sobre el sector del Serral Largo en el ámbito de Remolar-Filipinas, en un entorno que en parte ya se había programado en 2009 para acoger el proyecto fallido del Barça Parque. El PDU prevé en este caso 50.000 m² de edificabilidad para usos turísticos y deportivos con capacidad para 3 establecimientos hoteleros. Un uso difícilmente compatible con la proximidad del aeropuerto, el tráfico constante de aviones y la contaminación acústica resultante que pondría en entredicho el descanso de los usuarios. Además, hay que tener en cuenta el impacto sobre el ecosistema del lago de la Murtra -actualmente ya en mal estado según los últimos análisis de la Agencia Catalana del Agua- y el alto riesgo de inundaciones. Los suelos que hoy tienen calificación de equipamientos y no fueron incorporados a la Red Natura 2000 mantienen su vocación agrícola y el PDU propone la calificación de rústico protegido de valor agrícola y su incorporación en el Parque Agrario. Se traca de terrenos entre el camino de Filipinas y el sector del Serral Largo, entre Can Sabadell y el arroyo de San Clemente, y entre la autovía C-31 y la franja costera del aeropuerto. Un cambio de clasificación bien justificado y con pocos precedentes.

El Consorcio del Parque Agrario del Baix Llobregat es el órgano gestor de un total de 2.938 ha. Está constituido por la Diputación de Barcelona, el Consejo Comarcal del Baix Llobregat, la Generalidad de Cataluña, la Unió de Pagesos y los Ayuntamientos de Castelldefels, Cornellà de Llobregat, Gavà, L’Hospitalet de Llobregat, Molins de Rei, Pallejà, el Papiol, el Prat de Llobregat, Sant Boi, Sant Feliu de Llobregat, Sant Joan Despí, Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Cervelló y Viladecans. El número de explotaciones que se encuentran dentro del ámbito del Parque Agrario, que ocupan un total de 1.200 personas (75% titulares y familiares), se estima en 621, con una superficie media de 2,7 ha. El 75% de los titulares tienen una dedicación plena a la explotación agraria. En el ámbito del Parque Agrario, en el 63% se cultivan hortalizas y el resto, fundamentalmente árboles frutales. El cultivo en invernadero ocupa una superficie de 23 ha (1,2% del Parque Agrario), distribuidas en 29 explotaciones agrarias con una superficie media de 4.700 m2.

plano-delta.jpgY 2,7 km de Playa (playa de la Murtra, de la Pineda y de cal Francés i del Remolar)… la bandera ‘Playas Vírgenes’ otorgada por Ecologistas en Acción a las playas locales del Remolar y Cal Francés es el reconocimiento a la combinación entre los servicios a la ciudadanía y el respeto medioambiental.

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En el “Análisis Urbanístico de Barrios Vulnerables 1996. Catálogo de Áreas Vulnerables Españolas”. Ministerio de Fomento‐Instituto Juan de Herrera-Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid. HERNÁNDEZ AJA, Agustín (1996), se estudian 1.‐ Sales, 2.‐ Ponent.

1.- Sales, está situado al sureste de la ciudad, al sur de la carretera de Barcelona. Está delimitado por dicha carretera al norte, la avenida Siglo XXI al sur, el paseo de la Marina al oeste (riera de Sant Climent) y la calle Antonio Machado al este.

El barrio se encuentra delimitado por ejes viarios de gran sección, algunos de ellos construidos recientemente, que lo comunican con el resto de la ciudad. Se estructura en dos ejes internos norte sur (calles Bertran i Musitu y carretera del Prat), y varias calles paralelas este oeste, que forman manzanas estrechas y alargadas.

Se trata de un barrio básicamente residencial, con un viario de escasa sección, no existen prácticamente espacios libres ni dotaciones o comercio en el interior del barrio, destaca la plaza de la Diversistat o plaza de Sales, conseguida gracias a la presión vecinal a finales de los setenta. En el desarrollo de los sectores circundantes se localizan parques y equipamientos. La parcelación original de 4,5×30 m, ha sufrido agrupaciones a lo largo del tiempo, lo que ha generado la heterogeneidad de las tipologías del barrio. Según el Plan Especial en la actualidad prácticamente el 80% de las parcelas del barrio tienen un ancho de fachada mayor de 6, 5 metros. Las tipologías presentes en el barrio van desde las viviendas unifamiliares de una o dos plantas, ocupando las parcelas originales (aunque se ha producido la ocupación de los patios interiores); pasando por pequeños bloques plurifamiliares de los años sesenta (casi todas situadas en la calle Joan Balmes), hasta construcciones de mayor volumen y densidad, como los bloques de viviendas plurifamiliares de los años 60′, de hasta 5 plantas. La mezcla de tipologías ha sido una constante en el desarrollo del barrio, por lo que encontramos edificación unifamiliar y bloques de distintas etapas. Las viviendas de menor altura se encuentran principalmente en las áreas interiores del barrio, y lasfachadas más altas en los viarios principales, como la carretera de Barcelona, o la del Prat.

2.- Ponent, El sector de Ponent está formado por un conjunto de zonas residenciales al oeste del municipio que tienen su origen en los años sesenta debido a la necesidad de vivienda que generó la emigración interior que acudía a las áreas de desarrollo industrial. El área no se ha desarrollado de la misma manera que el resto de la ciudad, ha sufrido un déficit histórico de equipamientos y servicios, debido a la falta de planificación en el momento de su construcción, que provocó un potente movimiento vecinal reivindicativo. Además el barrio se encontraba aislado debido a las barreras geográficas de las rieras de Sant Llorenç y Torrent Ballester, que fueron cubiertas en la década de los 90′.

A finales de la década de los cincuenta comenzaron las obras de construcción de los bloques del Poblado Roca, denominado así porque se trataba de un conjunto de edificios destinados exclusivamente a trabajadores y familiares de la compañía Roca‐Radiadores. La mayor parte de los nuevos vecinos fueron personas de la inmigración interna procedentes Andalucía, Murcia o Extremadura. El polígono de Hispanitat está formado por 10 bloques de viviendas que la Cooperativa Sagrado Corazón de Jesús construyó en 1965. El polígono de Can Sellarès está compuesto por más de 20 bloques de vivienda, construidos en 3 promociones sucesivas entre los años 1972 y 1974.

El área del sector de Ponent comprende varios barrios de tipología similar, polígonos de vivienda de bloque abierto de promoción social. Los viarios principales son la avenida Lluis Moré y la de Gavá, como ejes longitudinales este‐oeste, que conectan el barrio con el centro de la ciudad y con el municipio colindante, y como ejes transversales la avenida Dr Fleming y la de Dr. Ferrán i Clua. En el ámbito delimitado encontramos los barrios de Poblado Roca, Hispanidad y Can Sellarès. El primero está compuesto por bloques con orientación noreste, de cuatro alturas (B+4) con vivienda en los bajos; se ordena en 3 manzanas, cada una con un espacio libre central y con los bloques alineados a viario en fondo de saco. En el barrio de Hispanitat los bloques son de 5 alturas con vivienda en los bajos, y espacios ajardinados alrededor de los bloques. Can Sellarès está compuesto por bloques de doble crujía, sobre pilotes, con siete alturas y bajo libre, la orientación es noreste–suroeste. Situado en una gran manzana, el acceso se produce por viario en fondo de saco. En el centro se sitúa el Centro de Educación Infantil y Primaria Doctor Fleming, y los espacios interbloque están ocupados por espacios ajardinados, aparcamiento y construcciones de una altura destinadas a locales comerciales, muchos de los cuales están vacíos.

Hoy Viladecans tiene una población de 65.549 habitantes y un parque residencial edificado de 25.162 viviendas, de las cuales el 9,71% (2.444 viviendas) son unifamiliares. Su parque está mayoritariamente compuesto por vivienda de los 60′ (4.037 viviendas, el 16%) y los 70′ (8.136 viviendas, el 32,3%); viviendas de los 80′ aún quedan 2.442 viviendas (el 9,7%), de los 90′ son 4.716 viviendas (el 18.7%), y de la década prodigiosa 2000-2009 son 5.075 viviendas (el 20,2%).

Como todo en el área metropolitana, los municipios mantienen una contenida sumisión al sistema de movilidad, vialidad o transporte,… como lo quieran llamar. Una nueva línea (la «12»), o la frecuencia de paso… Siempre hay polémica, y la polémica es territorial. Cualquier sistema de comunicaciones afecta y de qué manera al territorio. El metro del delta tiene la virtud añadida de su transversalidad, intentando conectar desde Castelldefels a la zona universitaria del Vallés (todo un proyecto que lleva siendo estudiado desde Fomento en 2010… ya veremos en qué acaba, hay tensiones…). «…la ciudad con mayor actividad económica” en el litoral entre l’Hospitalet y Tarragona…»

Pero de puertas adentro, Viladecans, evoluciona por un sistema urbano de calidad para sus ciudadanos, y su identidad.


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España.